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RECONFIGURANDO EL TRABAJO SOCIAL

PERSPECTIVAS Y TENDENCIAS CONTEMPORANEAS.

Con el periodo de reconfiguración se abrió un camino que propicio diferentes espacios de discusión en los cuales
se pretendía cuestionar temas y perspectivas que tienen que ver directamente con el accionar profesional del
Trabajo Social.

La consolidación y constitución del Trabajo Social como profesión se ha visto permeada por diferentes
concepciones y formas de percibir y comprender la realidad social, todas ellas direccionadas por marcos teóricos
que a lo largo de la historia le han aportado al ejercicio de la profesión. Si bien, en los años 60-70 surge en América
Latina un movimiento que pretendía darle un giro a la profesión y desligarla de las viejas prácticas asistencialistas
y tradicionales con el llamado proceso de reconceptualizacion en el marco de la teoría crítica marxista, pensando
un Trabajo Social en y para el contexto latinoamericano, es en los años 80 y 90 con el periodo de la reconfiguración
que nuestra profesión se cuestiona sobre temáticas que antes habían sido abordadas de forma instrumentalista y
esquemática, que dificultaban el proceso de interpretación de los fenómenos estudiados y las propuestas de acción
para la intervención.

Con la reconfiguración también surgió la necesidad de articular dos ejes centrales de la Profesión, pero que a lo
largo de la historia han estado en una relación antagónica, con este movimiento se crea pues el interés por
establecer una relación dialógica entre teoría y práctica, sin relegar el papel de la teoría a un segundo plano, como
se ha evidenciado a lo largo de los años.

Reconfigurando el Trabajo Social de Olga Lucia Vélez es un libro compuesto por cuatro capítulos en los que su
autora desarrolla detallada y claramente como desde sus inicios ha sido el abordaje tanto teórico, metodológico y
técnico en el trabajo Social y como se ha venido transformando debido a las perspectivas que han nutrido el
quehacer profesional en los últimos años. La autora expone las tendencias contemporáneas que surgen con el
periodo de reconfiguración y la importancia de implementarlas y seguir generando espacios para la
retroalimentación y la construcción de las mismas.

CONFIGURANDO EL TRABAJO SOCIAL


Perspectivas y Tendencias contemporáneas
La autora inicia su texto exponiendo las inquietudes inherentes al momento contemporáneo de reconfiguración,
que en sus discusiones frente a las nuevas preguntas que surgen sobre la profesión del Trabajo Social se orienta
un cuestionamiento sobre las reflexiones teóricas y metodológicas alternativas con el fin de superar miradas
parcelarias tradicionales.

El periodo de reconfiguración para el trabajo Social se ha encontrado con varios desafíos a enfrentar, y buscar la
superación de los mismos constituye un aporte a la construcción de una identidad profesional, así como la
interpretación y comprensión de las realidades sociales y la generación de estrategias pertinentes para la
intervención.

La autora describe también lo que se denomino la “crisis del desencanto” producto de las múltiples contradicciones,
exclusiones y marginaciones presentes en la sociedad acelerada fruto de la época de la posmodernidad. Toda esta
situación genera miedos e incertidumbres es por lo que “Esta sociedad confundida requiere hoy más que nunca
de seres cultos y profesionales humanistas que estén en capacidad no solo de dar respuestas, sino de plantear
preguntas pertinentes que aporten a la comprensión de los problemas que no cesan de desaparecer”

Por consiguiente la necesidad de realizar intervenciones fundadas para afrontar las nuevas problemáticas que
emergen, teniendo en cuenta que la sociedad se encuentra en constante cambio. Por lo que, ya no sirven las
tradicionales formas de intervenir, aparece entonces en el debate de la reconfiguración el interés de generar
propuestas alternativas que permitan la compresión del momento actual en el que transcurre la profesión en medio
de la continua reflexión.

El texto Reconfigurando el Trabajo Social contiene cuatro capítulos que serán expuestos a continuación, y rescatan
cuatro elementos esenciales y fundantes dentro de nuestra profesión: La fundamentación teórica, la metodología,
las técnicas de actuación profesional (caja de herramientas) y la investigación, componen así este texto con el fin
de aportar a establecer perspectivas y rutas claras y precisas para nuestro ejercicio profesional.

CAPITULO 1

FUNDAMENTACION TEÓRICA O LOS ERRORES DE LA RAZÓN.

En su primer capítulo, Vélez habla de la preocupación que ha sido eje central en las discusiones del periodo de
reconfiguración, y es la relación antagónica entre teoría y práctica. El Trabajo Social ha tenido más participación
en la Práctica, relegando a un lado la teoría e impregnándole a la profesión un sello activista y pragmático.

1
Erróneamente se ha creído que la actuación profesional produce teoría, Esta falsa concepción ocasiona
obstáculos epistemológicos al no diferenciar conocimiento de teoría. En las prácticas profesionales, la
sistematización del proceso puede aportar a la generación de conocimiento sobre la realidad en que se actúa, pero
esto no es lo mismo que producir teorías. Es necesario entonces “asumir elementos teóricos, metodológicos e
instrumentales que posibiliten interactuar eficaz, eficiente y globalmente en las situaciones que la dinámica social
demanda para obtener una intervención fundada”2

“Las teorías sociales como construcciones conceptuales con las cuales se intenta explicar la realidad”3 deben tener
la capacidad de dejarse interpelar por la realidad. Es urgente la construcción de teorías que permitan un dialogo
racional con esta realidad y los sujetos. Hoy, ya no sirven las viejas teorías cerradas, que conciben la realidad de
forma estática y parcelaria, y que tanto han influido en la constitución del Trabajo Social, imponiéndose muchas
veces como camisa de fuerza, estas son insuficientes ahora para comprender e interpretar la complejidad de la
sociedad actual .

Para superar y trascender esas visiones instrumentalistas es urgente resignificar el papel de la teoría, darle su
lugar dentro del ejercicio profesional, ya que es esta la que orienta los procedimientos metodológicos y técnicos de
la intervención.

En este capítulo, la autora hace un repaso histórico sobre las teorías que han impregnado el ejercicio profesional
del Trabajo social y que históricamente han sido de corte adaptativo, como ejemplos de ellas están las
funcionalistas y estructuralistas, implementándose en la profesión desde sus comienzos en los años 40 y 50
aproximadamente.

En los 60 y 70 aparecen con fuerza teorías críticas de corte marxista que promueven la liberación y la igualdad
haciendo una crítica al sistema económico vigente, originadas por el movimiento de reconceptualizacion
latinoamericano. Ya para los años 80 y 90 surgen como producto del tercer momento histórico de nuestra
profesión; la reconfiguración, diversas teorías que se orientan hacia la reflexión con miradas holísticas y que
permitan superar esos esquemas instrumentalistas
Con este repaso histórico, la autora aborda la crisis de paradigmas en la que nos encontramos que nos enfoca a
la búsqueda de apuestas alternativas que permitan una mirada más global y contextualizada.

Para concluir con este primer apartado y en palabras de Olga Lucia Vélez cabe resaltar la importancia de que se
comprenda que “la teoría no es un camino de certezas, la misma señala un norte o contribuye a otear un horizonte,
y cuando esperamos encontrar en ella verdades absolutas o respuestas a la solución de problemas le tendemos
trampas racionalizadoras…”

Conocer y asumir las múltiples falencias que han tenido las viejas concepciones y formas de ver la realidades nos
permite reconfigurar el rumbo y la importancia del papel de la teoría en nuestro ejercicio profesional que permita
un análisis completo de la situación actual.

CAPITULO 2

LA CUESTIÓN METODOLÓGICA: CONVERGENCIAS OPERATIVAS O ESPECIFICIDAD FUNCIONAL.

El tema de la metodología, expone la autora, ha estado vigente durante las discusiones y reflexiones que sobre
la consolidación Trabajo Social se han realizado históricamente, porque cumplen un importante papel al ser la vía
con la cual se generan las estrategias de acción social que desarrolla la profesión.

“Para que la metodología sea vigente y pertinente en el momento actual debe contextualizarse y asumirse como
un proceso dinamizador dotado de una reflexividad que actúe en la consolidación de propuestas posibilitadoras de
construcción de conocimiento social, de la especificidad profesión y de los sujetos o situaciones sociales con los
cuales se interactúa”

Para Vélez es sumamente importante empezar a construir dentro del Trabajo Social un lenguaje común que denote
y de cuenta de la esencia misma de la profesión y vaya acorde con los principios y objetivos que como trabajadores
sociales tenemos en nuestro accionar profesional

Por consiguiente, uno de los aportes que realiza la autora en este texto es el cambio conceptual con el que
denominamos nuestra práctica profesional. Así pues, la autora propone la eliminación del término intervención, ya
que considera que esta cargado de visiones externalistas que tienden a cosificar a las personas y situaciones y
plantea a su vez el uso del término actuación profesional que “está enmarcado en el contexto de la acción social”.

Del mismo modo enfatiza en reconocer las diferencias entre el término metodología y método que generalmente
se confunden y configuran la profesión con ideas puramente operacionales. Se sitúa en la importancia de
establecer y aclarar las confusiones que se tienden a hacer entre metodología y método para avanzar en las
propuestas con respecto a estos dos ámbitos del ejercicio profesional.

Así como con la teoría en el primer capítulo, Vélez describe el desarrollo a lo largo de la historia de los tipos de
actuación profesional que han acompañado la consolidación de la profesión, teniendo inicialmente tendencias de
caso e individuales, luego grupales o comunitarias para llegar nuevamente a lo individual y subjetivo, estas
tendencias tienen que ver directamente con los momentos históricos del Trabajo Social, de los que en el capítulo
anterior se hizo mención. Estos tipos de actuación son el eje central de las discusiones metodológicas de las
tendencias contemporáneas.

A partir de lo anterior, se cuestiona la instrumentalidad y miradas fragmentadas que han influido en el uso de las
técnicas en el ejercicio profesional, limitando el conocimiento a una simple recolección de datos. “la búsqueda
afanosa por “la receta” y “el cómo” en pos de una eficiencia inmediatista que rinda resultados tangibles y
cuantificables- ha dado a la sacralización instrumental descuidando muchas veces el alcance y sentido que en
términos de impacto y proceso social se puedan generar”

Articulando el capitulo anterior con este, la autora señala un punto que para nuestro accionar profesional es
sumamente importante, y es la intencionalidad de nuestra actuación, por lo que “la perspectiva teórica presente en
nuestra metodología hace referencia a la concepción e intencionalidad que orienta el proceso de aprehensión y
comprensión del objeto, iluminando la gestión necesaria para su abordaje y definiendo estrategias y procedimientos
a emplear”.4 Es decir, la perspectiva teórica en la cual me situé guiara mi metodología y con ello, también las
acciones a emplear.

Antes de salir al campo de actuación, debemos ser conscientes y tener clara nuestra metodología, esta no solo
tiene los apuntes teóricos e instrumentales, sino que además es la prueba evidente de que sabemos para donde
vamos y que es lo que queremos, nuestros principios, funciones y objetivos a alcanzar.

Ahora bien, método y metodología deben asumirse más allá de etapas o pasos a seguir, trascendiendo hacia
procesos superiores de conocimiento, acción y reflexión que enriquezcan las actuaciones profesionales, y doten
de sentido el quehacer. La metodología debe a su vez encargarse del estudio de los métodos para darles un
sentido al conjunto de acciones que y procedimientos utilizados en el accionar profesional.

La autora describe el proceso metodológico partiendo de unos momentos o elementos, Los supuestos que son los
que contienen las teorías y concepciones; unos lineamientos que requieren una sistematización analítica; las
pautas de acción que dan las rutas y procedimientos; los métodos que son los modos de actuación especifica; y
5
por último las técnicas que dan lugar a los instrumentos y herramientas. Estos elementos se entrelazan dando
lugar a tres momentos de Descripción, explicación e interpretación.

La actuación profesional no debe estar enmarcado en el seguimiento lineal de cada una de estas etapas como
algo rígido y esquematizado, sino por el contrario que se vean de forma circular donde se permita el dialogo entre
ellas y busquen una dinámica integradora.

En cuanto al método, la autora explica como se ha visto organizado desde las operaciones básicas de estudio,
diagnóstico y planificación, olvidando o relegando muchas veces la importancia de la sistematización. Vélez retoma
su valor como una recuperación critica que posibilita la cualificación del ejercicio profesional.

Siguiendo la misma línea, describe las fases o momentos del método de actuación profesional en: estudio,
diagnóstico, planeación, ejecución, evaluación y sistematización, no como una sistema cerrado sino como una
relación dialógica entre cada una de ellas, en donde cada una tiene un tipos de razonamiento y unas operaciones
básicas

Cada momento histórico responde a formas distintas de concebir la realidad y de actuar en ella, es por lo que las
visiones, las teorías, las formas de actuación específica, los modelos, las metodologías que han sido parte de la
constitución de la profesión han variado y se han transformado permeando el ejercicio profesional de Trabajo
Social. “El reto de pensar la profesión hoy, implica transitar por su historia reconociendo y desentrañando limites
y posibilidades con el fin de trascenderla, no de repetirla. El asunto particular de los métodos de Trabajo Social
tiene que ubicarse en ese transcurrir histórico para no incurrir en el peligro que la descontextualización y la
atemporalidad presentan”

CAPITULO 3

LA CAJA DE HERRAMIENTAS: MUTACIONES DIALOGANTES O DE LO POSITIVO A LO INTERACTIVO.

La autora en su tercer capítulo cuestiona las herramientas esquemáticas que dan un uso limitado a las técnicas,
concibiéndolas solo como mecanismos de recolección de datos y propone alternativas acorde a las tendencias
contemporáneas, técnicas “generadoras de sentidos y estructuradoras de procesos interactivos que retroalimenten
el ejercicio profesional”

Las técnicas utilizadas para el ejercicio profesional deben tener la capacidad de estar contextualizadas y abarcar
las visiones y concepciones sobre la realidad fundamentando así las posturas teóricas y metodológicas

Como hilo conductor de este texto, el abordaje de las técnicas también datan las concepciones históricas que han
permeado su utilización pasando desde visiones cuantitativas hacia la búsqueda de reconfigurar técnicas

4
Ibíd. Pág. 58
interactivas o cualitativas que doten de sentido la caja de herramientas propias de la actuación profesional,
“aportando a la consolidación de una profesión éticamente responsable y socialmente pertinente”
Las nuevas perspectivas contemporáneas buscan el trascender de las técnicas, que pasan a ser instrumentos
interactivos en las cuales se reconozca la subjetividad de los actores sociales transformando las antiguas
concepciones de herramientas con afanes pragmáticos, en potencializadores de procesos dialógicos.

La autora rechaza el uso de las técnicas cuantitativas ya que no responden a nuestro objetivo profesional y se han
convertido en ineficientes y obsoletas por no contribuir a la interpretación de las realidad, y aboga por la
consideración de un pluralismo metodológico, en base a que la complementariedad que cada técnica puede
aportar una visión mas global de las situaciones, articulándose en la interdisciplinariedad, “ El Trabajo Social debe
abrirse informativamente, para estar en capacidad de contrastar y validar las múltiples y distintas versiones de la
realidad que durante el ejercicio profesional aparecen o se generan” 6

La autora señala que para que las técnicas interactivas o cualitativas cumplan con esa superación de las antiguas
concepciones deben cumplir con cinco características aportando claves para la comprensión e interpretación de
las situaciones y sujetos en su realidad y que permitan una actuación profesión pertinente. Estas características
son la escucha, la creatividad, la reflexión crítica, la observación y el dialogo. Pero además de esto, las técnicas
deben contar con su sustento teórico y metodológico, o de lo contrario serán solamente acciones vacías, sin
intencionalidad, sin rumbo.

La entrevista, la observación, el taller, el grupo de discusión y las técnicas documentales son las cinco técnicas
interactivas que la autora analiza, por ser técnicas centrales en el Trabajo Social contemporáneo.

CAPITULO 4

LA INVESTIGACIÓN EN TRABAJO SOCIAL: PROBLEMAS DE RECONFIGURACIÓN.

Como ya se había mencionado en el primer capítulo, la relación teoría y práctica equivalente a la investigación e
intervención, siempre se han concebido en una relación antagónica que ha privilegiado a la práctica dejando a un
lado el importante papel de la teoría. “La trayectoria histórica del Trabajo Social, muestra como la investigación-
entendida como proceso racional y sistemático de búsqueda y producción de conocimiento-no constituyo el núcleo
fundante de la profesión y la preocupación por investigar la realidad social, generalmente ha estado ligada a
finalidades practicas que permitieran el “tratamiento” o la actuación concreta” 7

Son los cambios del mundo contemporáneo los que le ponen al trabajo Social el reto de pensar en la necesidad
de investigar para desde allí aportar a la construcción de conocimiento que tanta falta le ha hecho a nuestra
profesión. La autora promueve investigaciones de corte cualitativo en consecuencia con lo que se ha planteado
durante todo el texto como enfoque que permite descubrir a los sujetos históricos sociales y reconstruir el sentido
de las experiencias y subjetividades.

Dice Vélez, que “el conocimiento científico acude a la investigación para apropiarse del mundo real”,8 el concepto
tradicional de ciencia reducido que antes se concebía ya no tiene vigencia en nuestro mundo actual, ya no es
pertinente para evaluar sociedades cambiantes y complejas, por ello la emergencia de nuevos paradigmas donde
se incluye la diversidad de situaciones y actores sociales.

Por lo tanto negar la importancia de la investigación en nuestra profesión equivaldría a negar nuestro ejercicio
como una ciencia. Es la investigación la que puede arrojar conocimiento científico, sin está caeríamos en
intervenciones como la asistencialista tan mencionado y presenciada en épocas anteriores.

Son Todas las transformaciones sociales ocurridas en los últimos tiempos vigentes en el periodo de a
reconfiguración las que han sembrado la necesidad y la preocupación en los Trabajadores Sociales por
reconfigurar el papel del conocimiento y la investigación para obtener una comprensión de las realidad y las
situaciones, que hagan de la actuación profesional un accionar pertinente.

Por otra parte, dentro de la discusión en cuanto a la investigación surge entonces el debate entre los enfoques
cuantitativo y cualitativo, que no debe verse excluidos. Este tipo de pensamientos excluyentes, limitan la visión
de los profesionales. Es por esto que la autora propone una formación integral y amplia que le permita al profesional
analizar desde sus propios criterios entre cual método le permite las ventajas y limitaciones de usar uno, otro o de
integrarlos.
Ahora bien, la autora desarrolla en un apartado dentro del capítulo, el tema de la investigación cualitativa como la
modalidad más adecuada para el quehacer profesional, sin que esto necesariamente excluya lo cuantitativo pero
si aportando a trascenderlo, porque en definitiva la primera por su alto contenido humanista

le aporta a la investigación un enfoque más cercano sobre las situaciones de los sujetos y su interacción con los
fenómeno sociales.

La Investigación cualitativa es flexible, creativa y versátil, abierta a la reflexión y el análisis, orientada hacia la
comprensión del otro como sujeto con potencialidades capaz de reconstruir su propia realidad, “la reconstrucción
de la realidad, tarea fundamental de la investigación cualitativa, es algo que no se logra sino desde los actores y
situaciones cotidianas que se propician en la presencia del investigador” 9

El hablar de una investigación cualitativa le implica al trabajador social reflexionar por uno de los aspectos más
importante dentro su paquete formativo; La ética profesional. “la comunidad académica de trabajo social debe
abrirse a la discusión de tales asuntos y establecer, de acuerdo a ellos, una serie de postulados que regulen y
orienten la actuación profesional en el campo de la investigación social” 10

Aclara la autora que tocar el tema de crear pautas en cuanto a la responsabilidad ética, no quiere decir generar
recetas o esquemas, sino que se establezcan procesos que permitan reflexionar para buscar practicas
humanizadoras dotando la investigación de "herramientas críticas que le permitan reflexionar colectivamente sobre
su quehacer y aportar por esa vía a la construcción de la identidad profesional y la formación integral”11, estos a su
vez enriquecen el ejercicio investigativo.

Se debe ser detallistas y cuidadosos ara que nuestro deseo de conocer no irrumpa en la intimidad del otro, por lo
que “el acceso al mundo del “otro” debe ser un proceso concertado de negociación, mediado por el respeto a sus
ritmos, tiempos, silencios y estados de ánimo físicos-mentales sin traspasar los límites de información y
confidencialidad…”

COMENTARIO FINAL

Reconfigurando el Trabajo Social es un texto que permite conocer y reflexionar sobre los procesos históricos que
marcaron la constitución y consolidación del Trabajo Social como profesión. Nos parece pertinente la forma de
abordar las nuevas tendencias desde la mirada retrospectiva, ya que contextualiza, algo-que sabemos- es
sumamente importante y fundamental cuando se abordan procesos sociales. Conocer las teorías, métodos y
metodologías que han permeado nuestra profesión da luces para interpretar los errores y aciertos y apuntar a
establecer propuestas alternativas a tantos vacios en el ejercicio profesional.

Las propuestas que hace Olga Lucia Vélez, en medio de las discusiones de estos cuatro ejes centrales que aborda,
que son Teoría, metodología, técnicas e investigación, se articulan y contribuyen a los debates propios de este
momento actual del Trabajo Social, como su nombre lo indica en esta etapa lo que se busca es una reconfiguración
del trabajo Social que ponga en cuestión la forma como se ha venido interviniendo y que se trascienda toda mirada
pragmatista y parcelaria, con fines a consolidar intervenciones fundadas.

Uno de los aportes que nos parece interesante rescatar es el cambio del concepto de intervención al de actuación
profesional, ya que la autora hace un análisis concienzudo de la carga y las implicaciones que históricamente se
le han dado al término de intervención desgastando su sentido, y argumenta válidamente como el concepto de
actuación sitúa el ejercicio profesional dentro de un marco de acción social, en correlación con los otros.

El periodo de la reconfiguración sin duda, es un momento en el que el Trabajo Social está despertando del sueño
de las viejas ideologías imperantes, son mas los profesionales que se preguntan por resignificar el papel de la
teórica que ha quedado relegado a un segundo plano, por trascender miradas parcelarias y comprender
globalmente la realidad. El término de intervención fundada es evidencia de que estamos en un momento de
cuestionamientos en cuanto a darle lugar a la teoría y a la investigación como medio para la construcción de
conocimiento.

Como nos lo ilustro la autora en su texto, la profesión siempre ha tenido privilegios con el hacer, pero es justamente
el olvido del saber, de generar teorías lo que ha contribuido para que practicas asistencialistas hayan permeado
durante tanto tiempo nuestro ejercicio profesional. Hablar ahora de establecer una relación de reciprocidad y
dialogo entre la investigación y la intervención es el objetivo si se quieren realizar prácticas pertinentes,
contextualizadas y fundamentadas.

En cuanto al quehacer profesional y las discusiones a nivel teórico, metodológico y técnico son muchas las
discusiones que se dan entre los diferentes autores contemporáneos, sin embargo el tema de la responsabilidad
ética quizás sea el que menos abordado y puesto en reflexión. Aquí la autora realiza un análisis pertinente y
necesario, que todo profesional del Trabajo Social debe cuestionarse durante todo su profeso formativo y
profesional. Al insertarnos en el campo social y actuar junto a sujetos y sus subjetividades, debemos ser
cuidadosos, sobre todo en el campo de la investigación para que nuestro afán y ansias de conocimiento no
irrumpan en la tranquilidad y estabilidad de los otros.

Y por último, cabe resaltar otro de los aspectos esenciales en el ejercicio profesional y que Olga Lucia Vélez
desarrolla en cada uno de los componentes que aborda, y es el tema de la intencionalidad. Una de las claves a
nuestro parecer para obtener una práctica profesional oportuna y eficaz, es la intencionalidad que fundamenta
nuestro marco teórico y metodológico y por ende nuestra intervención. Por lo que el marco teórico por el cual
optemos que nos permite una mirada particular de la realidad, direccionará nuestra metodología y la forma como
se abordarán las técnicas, permitiéndonos actuaciones acordes a nuestros objetivos, obteniendo una intervención
coherente y consecuente.

BIBLIOGRAFIA

 VELÉZ RESTREPO, Olga Lucia. Reconfigurando el Trabajo Social: perspectivas y tendencias


contemporáneas. Editorial Espacio: Buenos Aires. 2003.

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