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PELIGROS ASOCIADOS A
MOLUSCOS Y BIVALVOS
TECNOLOGIA DE
PRODUCTOS CURADOS
INTEGRANTES:
2018
Calle Sernaqué Anthony Bryan
Paredes Salas Katiusca
Espinoza Salazar Edward
Universidad Nacional del Callao
Facultad de Ingeniería Pesquera y de alimentos
Escuela de Ingeniería Pesquera
INDICE
I. INTRODUCCION .................................................................................................................... 2
II. OBJETIVOS............................................................................................................................ 3
V. BIBLIOGRAFIA ..................................................................................................................... 20
INTRODUCCION
Los moluscos son uno de los productos de pesca más consumidos. En muchas
ocasiones, los consumidores de estos alimentos confunden los términos calidad y
seguridad alimentaria.
Debido a su modo de alimentación por filtración, los moluscos bivalvos tienden a
concentrar bacterias patógenas, virus, toxinas y contaminantes químicos. Algunas
especies, además, se ingieren crudas o poco cocinadas, incrementándose así el riesgo de
contraer toxiinfecciones alimentarias.
Los moluscos bivalvos concentran los contaminantes que se hallan en la columna
de agua donde crecen. Estos contaminantes pueden provocar enfermedades en las
personas que los consumen. En el caso de los contaminantes microbianos, el peligro se ve
potenciado porque a menudo los moluscos se consumen crudos (p. ej. ostras) o poco
cocinados (p. ej. mejillones). Limitar el peligro de las enfermedades depende en parte del
aprovisionamiento de moluscos de zonas donde los contaminantes se encuentren a niveles
relativamente bajos. El riesgo puede reducirse más mediante un tratamiento adecuado
después de la recolección.
OBJETIVOS
Conocer los requisitos que los moluscos bivalvos deben cumplir para su
identificación desde su origen y a través de las etapas de transporte, procesamiento
y comercialización.
MOLUSCOS BIVALVOS
Los moluscos bivalvos pertenecen a la clase Pelecipoda o Bivalvia, presentan una concha
compuesta por dos valvas laterales, generalmente simétricas, unidas por una bisagra y
ligamentos llamada charnela. Dichas valvas se cierran por acción de uno o dos músculos
aductores.
Entre las características particulares de este grupo y que tienen que ser tomadas en cuenta
desde el punto de vista sanitario, está el que son organismos sésiles que no tienen
movilidad o esta es muy limitada, es decir, que a diferencia de los peces y los camarones
que pueden migrar a zonas más favorables cuando el ambiente les resulta negativo, los
moluscos bivalvos permanecen en su lugar a pesar de que las condiciones ambientales
cambien y les resulten desfavorables.
Además, son organismos poiquilotermos, es decir, que su temperatura corporal depende
de la temperatura del ambiente ya que no tienen capacidad de termorregulación, salvo el
cerrar sus valvas durante los períodos de bajamar que les confiere cierta estabilidad térmica
en esos períodos. Si se da un aumento o disminución de temperatura en el ambiente por
arriba o por debajo de los límites de tolerancia de la especie, podría enfermar o morir.
de algunas. Por lo general su fecundación se realiza en el exterior, ya que los gametos son
expulsados al ambiente en donde se lleva a cabo la fertilización. A partir de esta, surge una
larva llamada trocófora que se transforma en una larva véliger cuando comienza a
desarrollar su concha; la larva sigue creciendo en el plancton hasta un estadio llamado
pedivéliger, que es cuando está lista para vivir en el fondo. La talla del molusco bivalvo en
esta etapa es de 200 a 300 micras.
Cultivos de moluscos en altas densidades pueden generar una gran cantidad de heces y
pseudoheces, que si se encuentran en un sitio de baja hidrodinámica y no se aplican
prácticas adecuadas de manejo pueden acumularse y producir anoxia en el sedimento y
deterioro del ambiente. Otra característica de esta forma de alimentación es que
seleccionan las partículas alimenticias para ingerirlas por la boca y el resto de las partículas
las envuelven en mucus que mantienen en la cavidad paleal para ser eliminado
posteriormente. Estas partículas de materia orgánica envueltas en mucus se conocen como
pseudoheces, y desde luego son una fuente de proliferación bacteriana que puede ser
nociva al ambiente, como se ha mencionado, o al consumidor, si no hay un manejo
adecuado pos-cosecha.
Como biofiltradores también acumulan ciertos compuestos que se pueden encontrar en el
agua de mar, tales como metales pesados, pesticidas, fenoles o toxinas que, pueden tener
efectos en los propios moluscos bivalvos o, peor aún, en el consumidor.
Sin embargo, desde el punto de vista de la sanidad e inocuidad alimentaria, el cultivo de
moluscos bivalvos debe llevarse a cabo en aguas limpias libres de contaminantes. Otro
aspecto fundamental derivado de la forma de alimentación de los moluscos bivalvos, es la
acumulación de biotoxinas producidas por microalgas, algunas sólo afectan al molusco,
pero otras pueden ser nocivas para el ser humano.
Los principales peligros a los que pueden estar expuestos los moluscos bivalvos son:
Bacterias:
Salmonella, Campylobacter, Listeria, Clostridium, Escherichia coli, Vibrio
parahaemolyticus, bacterias que están presentes en el medio acuático, el medio
ambiente y los seres vivos, y que además de concentrarse en los moluscos bivalvos,
pueden multiplicarse y crecer en ellos, llegando a concentraciones que pueden ser
causantes de toxiinfecciones alimentarias.
Virus:
No se multiplican en los alimentos, por lo que los moluscos solo actúan de vehículo.
Los principales virus encontrados en estos alimentos son el virus de la Hepatitis A y
los Norovirus, cuyas principales fuentes son las aguas contaminadas y el ser
humano portador de dichos virus.
Biotoxinas marinas:
Producidas por algas presentes en el fitoplancton, y que los moluscos acumulan en
su organismo, sin que se produzcan cambios organolépticos, por lo que son de difícil
detección. Pertenecen a esta categoría:
Contaminantes químicos:
metales pesados, hidrocarburos aromáticos, dioxinas y PCBs, residuos de
productos fitosanitarios, etc. que se encuentran en las zonas de extracción y que
son acumulados por estos organismos.
El mejor método para producir moluscos de una manera segura es el cultivo y la recolección
en áreas que no estén sometidas a ninguna fuente externa de contaminación, aunque hay
que señalar que estas áreas son muy escasas, por lo que generalmente es necesario un
proceso posterior de depuración o reinstalación.
La depuración consiste en la inmersión de los moluscos en tanques de agua de mar limpia,
en condiciones que permitan maximizar la actividad natural de filtración y reducir así la
contaminación.
De esta forma, se produce un efecto de dilución y los moluscos van eliminando poco a poco
los contaminantes que han ido adquiriendo durante su cultivo. Si la duración del proceso de
depuración es suficientemente prolongada, se ha demostrado que se consigue una
reducción significativa de la contaminación microbiana, aunque no se da la completa
eliminación de todos los contaminantes, como los virus, biotoxinas y contaminantes
químicos, por lo que es imprescindible conocer estas limitaciones y aplicar sistemas
reconocidos de higiene de alimentos, como el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de
Control (APPCC).
Una depuración efectiva requiere, además, que los moluscos se manipulen adecuadamente
durante la recolección, el transporte y el almacenamiento previos a la depuración. De la
misma manera, las instalaciones de depuración deben funcionar manteniendo unos buenos
niveles de higiene alimentaria para prevenir contaminaciones cruzadas entre los distintos
lotes de moluscos o una recontaminación de los mismos. Los centros de expedición de
moluscos bivalvos son los establecimientos en los que se reciben, acondicionan, lavan,
limpian, calibran, envasan y embalan moluscos bivalvos aptos para el consumo humano.
Tanto los centros de depuración como los de expedición deberán ser autorizados por la
Autoridad competente, así como deberán mantener los registros necesarios para garantizar
la trazabilidad de todos sus productos a los largo de toda la cadena alimentaria, como son
las notas de venta, para poder además efectuar un correcto etiquetado posterior de los
productos.
LÍMITES DE LA DEPURACIÓN
La depuración se diseñó originalmente para eliminar contaminantes bacterianos en los
moluscos, principalmente S. typhi. En general, los indicadores bacterianos (como E. coli) y
patógenos (como Salmonella) de origen fecal se eliminan con bastante facilidad en un
sistema de depuración con el funcionamiento y diseño apropiados. Se ha observado que la
depuración no es efectiva para reducir la carga bacteriana en algunas especies de Vibrio
patógeno para el hombre y existe cierta preocupación, si la salinidad se encuentra en el
rango adecuado (p. ej. 10 a 30 ppt) y la temperatura es suficientemente alta (p. ej. superior
a los 20ºC), de que pudiera darse un aumento de la concentración de vibrios durante el
ciclo de depuración. Los estudios sobre la eliminación de bacterias durante la depuración
usando bivalvos inoculados experimentalmente con cultivos bacterianos suelen mostrar un
mayor grado de eliminación que los estudios que usan moluscos contaminados de forma
natural. La utilización de esta técnica de inoculación en los estudios sobre los criterios de
depuración o de la validación de la efectividad de los sistemas comerciales es por tanto
cuestionable.
BIOTOXINAS
Actualmente la depuración en tanques no se considera un medio viable para
reducir la contaminación por biotoxinas hasta niveles seguros. La tasa de
depuración varía según la toxina y la especie de bivalvo de la que se trate y puede
llevar desde días hasta varios meses. Incluso para aquellas toxinas y especies
donde se ha demostrado una eliminación mas rápida, muchas veces ésta es poco
sistemática y unos animales pueden retener niveles de toxinas significativamente
mayores que otros. Al igual que en la eliminación de otros contaminantes, la
velocidad de eliminación se ve afectada por la temperatura y la salinidad. La
eliminación en el entorno natural puede ser más rápida que en los tanques debido
a la disponibilidad de alimento natural.
CONTAMINANTES QUÍMICOS
La depuración en tanques no se considera un modo práctico de eliminación de
concentraciones elevadas de metales pesados y contaminantes químicos
orgánicos en moluscos bivalvos. Por ejemplo, los hidrocarburos aromáticos
polinucleares (PAH, por sus siglas en inglés) en Mya arenaria contaminada
necesitan varias semanas para reducirse hasta niveles insignificantes.
REQUISTOS LEGALES
El Codex Alimentarius aporta un marco general para los controles en el contexto del
comercio internacional. En el Apéndice 1 se recogen algunas secciones relevantes a los
moluscos bivalvos vivos del Código de Prácticas para el Pescado y los Productos
Pesqueros del Codex Alimentarius. Incluye varios artículos pertinentes a la depuración,
además de recomendaciones específicas para la depuración en la Sección 7.5. En el
Apéndice 2 se presenta la Norma del Codex Alimentarius para los moluscos bivalvos vivos
y los moluscos bivalvos crudos, destinados al consumo directo o a una elaboración
posterior. Esta norma no incluye ningún aspecto específico a la depuración aunque sí
contiene aspectos relacionados con la higiene y la calidad del producto. El contenido del
código de buenas prácticas debe suplementarse para producir los detalles necesarios para
la aplicación de un sistema completo de control o para definir buenas prácticas.
BIOSEGURIDAD
Las operaciones dentro de una planta de depuración deben realizarse en cumplimiento con
los principios generales de bioseguridad con respecto a las consideraciones de salud
pública y de los moluscos. Los procedimientos de limpieza y desinfección deben impedir la
contaminación del producto dentro de la planta procedente del exterior, mientras que el
agua residual y los residuos del interior de la planta no deben contaminar el medio,
incluyendo las zonas de recolección de moluscos, con patógenos humanos o de moluscos.
Otro peligro es el que se deriva de las biotoxinas. Las biotoxinas producidas por algunas
microalgas y que se acumulan en los moluscos bivalvos, pueden causar diversas formas
de grave intoxicación, como la intoxicación diarreica (DSP), la parálisis tóxica (PSP), la
intoxicación neurotóxica (NSP), la intoxicación amnésica (ASP) o la intoxicación por
azaspirácido (AZP). En determinadas zonas también pueden constituir un peligro
sustancias químicas como metales pesados, plaguicidas, compuestos organoclorados,
sustancias petroquímicas, etc. Por lo tanto, el mejor planteamiento para una producción
segura de moluscos es que se cultiven y se recolecten en zonas libres de contaminantes
fecales. En este sentido, los países que se dedican al cultivo y exportación de moluscos
bivalvos necesitan controles sanitarios particulares, con el fin de salvaguardar la salud
pública, de esta manera se han implementado Programas Sanitarios, en los cuales se
clasifican a las áreas de cultivo de moluscos, así como los procedimientos a seguir para la
vigilancia de las mismas. Con estos programas se identifican áreas idóneas para el
crecimiento y cultivo de moluscos, iniciando el mismo con un estudio sanitario, que consiste
en un informe escrito derivado de la evaluación de todos los factores ambientales,
incluyendo fuentes de contaminación puntuales y no puntuales, los cuales tienen influencia
en la calidad del agua y producto en áreas de cosecha.
CONCLUSIONES
• La calidad del agua y de los fangos y lodos donde viven enterrados son factores
determinantes de su futura contaminación, por lo que las zonas de producción de
moluscos bivalvos deben estar sometidas a programas de vigilancia y control por
parte de las autoridades competentes.
BIBLIOGRAFIA
Depuración de bivalvos: aspectos fundamentales y prácticos
FAO, 2010.