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FILOSOFÍA

DE LA
EDUCACIÓN

Problemas contemporáneos en Filosofía de


la Educación

Carrera: Profesorado de Inglés 3° Año


Integrantes:
 Gabriela Flores
 Mauro Díaz
 Verónica Guantay
 Emilia Salvatierra

Profesor: Rojas Pedro


Institución: Instituto Superior del Milagro
Año: 2018

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LECCIÓN 1:

La pregunta inicial: ¿filosofía y/o educación? La filosofía de la educación


como “filosofía y educación”.

Cuando hablamos de filosofía decimos que es una ciencia que, de forma


cuidadosa y detallada, busca dar respuestas a una variedad de interrogantes. Y
cuando hablamos de educación se puede plantear que es un proceso que facilita
el aprendizaje o la adquisición de conocimientos, habilidades, valores, etc. de
parte de una persona a otra. Pero cuando nos planteamos que es la Filosofía de
la Educación ¿qué se puede decir?, ¿cuál es la relación entre filosofía y
educación? Lo correcto aquí es concebirla como una integridad donde no se
separa a la filosofía de la educación y a la educación de la filosofía sino por todo
lo contrario, considerar la influencia e importancia que tienen ambas, una sobre
la otra.

El cuestionar y poner a la vista toda la práctica educativa nos permite, en


profundidad, repensar y replantear el sentido de esta misma. De esta manera,
nos vemos comprometidos no solo a reflexionar sino también a actuar sobre el
proceso educativo. Pero ¿cómo se debe actuar? Aquí es donde aparece el
elemento clave y más importante de la filosofía, y por consecuente de la filosofía
de la educación (entendiendo que ambas, filosofía y educación, conjugan el
pensamiento y experiencia), que es la pregunta.

La pregunta, u interrogación, nos lleva a criticar y a dudar acerca de esa


educación presentada como algo “ya dada” u “impuesta”. La educación es un
proceso que debe ser visto y analizado de una manera muy profunda, teniendo
en cuenta todos los elementos que la componen (personas, instituciones,
sistemas políticos y económicos, intereses ocultos, etc.) e influyen de forma
directa u indirectamente. Por lo tanto, debemos poner en cuestión la misma
educación en toda su totalidad para lograr desenterrar el propósito de ella.
Pueden aparecer preguntas como: ¿Porque enseño esto y no otra cosa? ¿Es
necesario que los alumnos aprendan solo siguiendo métodos impuestos? ¿Debo
enseñar de acuerdo a lo que el “currículo” me impone? ¿Cuál es el verdadero
propósito de la educación? Las preguntas pueden seguir apareciendo de forma

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“infinita” a medida que nos vamos cuestionando y poniendo en duda a nuestras
propias prácticas educativas. Es necesario, entonces, recalcar el valor primordial
que presenta la pregunta en la filosofía. La interrogación permite el desarrollo y
desenvolvimiento de esa actitud filosófica – crítica y no conformista – que es
sumamente importante tener en cuenta al momento de hablar acerca del campo
problemático de la filosofía de la educación.

Entonces respondiendo a la pregunta de cómo debemos actuar frente al proceso


educativo, podríamos decir que es una significante necesidad ejercer esa actitud
filosófica, potenciada principalmente por la interrogación, que instaura, inventa,
critica, pregunta y crea. Además poniendo en cuestión no solo a la educación
sino también a todo que la compone y la rodea, o mejor dicho, como se plantea
la filosofía, poner en cuestión hasta la misma pregunta.

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LECCIÓN 3:

La educación como problema político: la tensión entre novedad y


repetición; libertad y educación en el anarquismo.

“Educación para la Emancipación” primeramente tenemos que tener


claro cuáles son los conceptos fundamentales de este punto, como es la
“Emancipación” donde se define como >> Sacudírselas cadenas de cualquier
tipo de dependencia o servidumbre, es decir dar libertad, librarse de la sujeción.
Teniendo definido “emancipación” podemos generalizar con un concepto breve
de “Educar para Emancipar” a enseñar para ser libres. Pero… ¿libres de qué?
Libres de la educación tradicional, donde solo el profesor/maestro tiene es el que
tiene la razón sin dejar sin dejar la posibilidad de discernir a sus alumnos para
luego reprimirlos por cualquier pensamiento o idea constructiva que el estudiante
tenga. Es por eso que la Educación por la Emancipación va de la mano con la
Educación Popular.

Educar para emancipar o para reproducir, son dos grandes interrogantes que
surgieron con los múltiples modos de pensar sobre la racionalidad en la
educación contemporánea. Según el autor Pablo Freire, entre otros, sostiene
que la emancipación aparece como una gran conquista política a ser
alcanzada por la praxis humana, en la lucha ininterrumpida a favor de la
liberación de las personas y sus vidas deshumanizadas por la opresión y
dominación social. Pero los autores Gallo y von Zuben señalan otra arista sobre
la tensión entre educar para la emancipación, haciendo lugar a la novedad o
educar para la reproducción de condiciones políticas y sociales ya establecidas.

Consideramos que la tensión entre novedad y reproducción se debe a que el


estado considera que debe promover la formación de un sujeto que haga uso de
su razón de forma autónoma, en libertad, pero a su vez lograr que haiga
obediencia de modo que los sujetos sean gobernables.

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