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1º de Mayo de 2009
Congregación de los Sagrados Corazones
Número de inscripción…
I.S.B.N….
Fundación Coudrin
Condell 665 – Providencia
Santiago de Chile
Teléfono (56-2) 222 0143
Presentación
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LAS MANOS HERIDAS
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CAPÍTULO 1
SALMO 1º DE MAYO
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LAS MANOS HERIDAS
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
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LAS MANOS HERIDAS
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
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LAS MANOS HERIDAS
Hay muchos que han dicho con la frente en alto: «No somos
bueyes, porque somos hombres». Hay muchos que han sacri-
ficado la vida por los derechos de la clase obrera; y, conocien-
do bien a mi pueblo, en este mismo silencio o en este mismo
grito de protesta de mi vecino, veo asomar la conciencia de
la dignidad humana que no acepta ser pisoteada. Como en
un relámpago recorro la historia y admiro las grandes con-
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
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LAS MANOS HERIDAS
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
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LAS MANOS HERIDAS
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
REFLEXIÓN EN EL 1º DE MAYO:
MÁS ALLÁ DE LAS ECONOMÍAS TRIUNFANTES
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LAS MANOS HERIDAS
Del taller de Nazaret nace una nueva manera de mirar las ma-
nos de los trabajadores. Hoy, en cada golpe de martillo, como
en cada pulsación del computador, la genealogía de la digni-
dad de los trabajadores llega hasta Jesús y desciende desde la
cruz hasta el más humilde y sufriente de los obreros.
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
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LAS MANOS HERIDAS
Te reconocemos, Padre,
gracias a Jesucristo
tu delegado y nuestro dirigente.
Te reconocemos en la fortaleza que nos comunicas.,
Te reconocemos en el perdón que forjas en nuestras
conciencias,
difícilmente, como se forja el hierro a golpe de martillo.
Te reconocemos en el servicio al hermano necesitado,
servicio que nos nace de un buen corazón
donde primero has pasado Tú.
Reconoce también Tú
a estos hermanos de trabajo de tu Hijo, Jesucristo.
El día entero la vida entera hemos buscado
la justa parte de felicidad que nos corresponde,
pero, he aquí que cae la tarde sin haberla encontrado,
no por culpa tuya, sino por culpa nuestra, por culpa de
nuestra injusta sociedad.
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
NO HAY TRABAJO
La mujer dice:
«¿Te acuerdas cuando te caíste del andamio?
Anda a ver esa constructora, a lo mejor...»
¡Y vendo también el serrucho!
Ella disimula.
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LAS MANOS HERIDAS
No dice nada.
Las manos de la mujer dicen:
nos arreglaremos de cualquier forma.
El carpintero acaricia el madero.
Le clavan el alma al Nazareno.
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
Manos limpias,
pero como son limpias
las rocas
trabajadas por el mar
y por los siglos.
Mano recia,
piel de lagarto:
domadora de motores,
caricia de tornillos,
negra de aceites,
blanca de harina y cementos,
rubia de trillas,
roja de vendimias.
Y suave,
respetuosa de la flor;
y justa de milímetros y
micrones,
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LAS MANOS HERIDAS
precisa,
fina de hilos;
y segura
de palancas y manubrios
y bridas y cachos de toro.
Tierna mano
de abuelo,
de padre,
de novio enamorado.
Cogió el cintillo
de la niña
y el cabello
y el chupete de la guagua,
en la micro, una tarde de domingo,
mientras duermen las manos en las manos.
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
Al alba,
resucitarán las manos
heridas
y serán de nuevo
manos de alfarero
que moldean a Chile
solidariamente,
digna y democráticamente...
Alegres manos libres
de trabajadores libres...
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LAS MANOS HERIDAS
sin palabras,
las inconfundibles, las
insobornables
nobles manos: una con
otra,
en la noche,
miles y cientos de miles y millones,
todas, todas
las manos...
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
Por eso me he puesto a caminar solo por esta calle sin mucho
tráfico, para no encontrarme ni con parientes ni compañeros.
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LAS MANOS HERIDAS
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
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LAS MANOS HERIDAS
EL PRIMER MINERO
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
CREATURA CREADORA
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LAS MANOS HERIDAS
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
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LAS MANOS HERIDAS
SEÑOR ALFARERO
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
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LAS MANOS HERIDAS
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
Ven conmigo
a escuchar la conferencia de las alas del cóndor
o el canto de un zorzal enamorado,
cuando millones de musgos y plantas
oran al calor poniente del sol.
Escucha:
la trabajosa noche de los insectos está afinando sus
violines.
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LAS MANOS HERIDAS
II
Abre
tus ojos para ver.
Afina
tus oídos para escuchar.
Extiende
tus brazos para abrazar.
Despierta
tu mente para comprender.
Libera
tu corazón para sentir.
Ofrece
tu alma para amar.
III
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
IV
43
LAS MANOS HERIDAS
VI
VII
No sería creador,
si antes no fuera creatura.
No podría subir hasta los astros,
sin antes bajar a los humildes menesteres de la vida.
Por eso, ya de siglo en siglo
vamos cantando perdones y gratitudes.
Perdón...
desde el comienzo de la historia:
por la sangre de Abel,
por el hermano olvidado y el hermano empobrecido,
y el herido a la orilla del camino;
perdón por el hambre de muchos
en un mundo que creamos abundante para pocos.
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
Gracias...
por lo más grande y lo más pequeño;
por el pan de la mesa
y los primeros pasos de los niños;
gracias por la vida y el amor
y la inquieta travesía del espíritu
que busca la verdad;
por la profundidad de la ciencia,
la prolijidad de la técnica
y la precaria realidad de nuestros intentos;
gracias por la sinfonía de los martillos
y los delicados sistemas de nuestras computadoras;
gracias por lo bello brotado del corazón humano
y por la ciudad que hicimos habitable,
gracias por la danza, la música, el teatro
y el arte de las grandes construcciones
al servicio de la vida.
Gracias,
Padre, porque confiado,
pusiste la Creación en nuestras manos.
VIII
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LAS MANOS HERIDAS
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
SALUDOS
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LAS MANOS HERIDAS
Tú, Señor del silencio, eres el único que sabe por qué oscuros
senderos camina tu Espíritu Santo.
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
Eso que él llama «algo», Señor, yo creo que eres Tú. ¡Qué
bueno es sentir que de alguna oscura manera anuncio tu
venida!
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LAS MANOS HERIDAS
EL NORTE CHILENO
Perdón,
hay que volver a pedir perdón
al que creó la belleza y se la hemos quebrado en el espejo,
al que tuvo paciencia y tiempo ancho para cuajar el oro,
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
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LAS MANOS HERIDAS
EL NACIMIENTO DE LA MINERÍA
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LOS TRABAJADORES EN SU DÍA
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CAPÍTULO 2
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Profecías para los que abusan del poder
UN PECADO NACIONAL
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LAS MANOS HERIDAS
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Profecías para los que abusan del poder
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Profecías para los que abusan del poder
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Profecías para los que abusan del poder
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LAS MANOS HERIDAS
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Profecías para los que abusan del poder
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LAS MANOS HERIDAS
Solo,
solo como un satélite artificial,
colocado en órbita exclusiva, patentada, propiedad privada.
Solo,
suspirando dinero.
Solo, como témpano de frente alta,
una flor de plástico en el ojal del Banco,
enamorando cotizaciones
en la ventanilla de los Créditos.
Eres cadáver a cuotas mensuales.
Duermes con frío en tu tumba colosal.
¡Pobre rico.!..
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Profecías para los que abusan del poder
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Profecías para los que abusan del poder
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LAS MANOS HERIDAS
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Profecías para los que abusan del poder
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LAS MANOS HERIDAS
¿SÓLO CHORREO?
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Profecías para los que abusan del poder
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LAS MANOS HERIDAS
ESTABAN AHÍ
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Profecías para los que abusan del poder
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LAS MANOS HERIDAS
EL HAMBRE AL ACECHO
(Carta a un sacerdote amigo)
Querido amigo:
Te habrá extrañado mi silencio. Me pedías un artículo. Te
confieso que me ha sido imposible resolverme a escribir
algo que pudiese llamar artículo o estudio. Siento verdadera
alergia de volver hablar sobre problemas que ya han sido
suficientemente analizados a nivel de especulación y teoría.
La miseria súper analizada, híper encuestada, llega a ser
prostituida por nuestra palabrería de buena voluntad.
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Profecías para los que abusan del poder
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Profecías para los que abusan del poder
CONVERSACIONES DEMOCRÁTICAS
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Profecías para los que abusan del poder
LA DIFÍCIL HONRADEZ
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LAS MANOS HERIDAS
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Profecías para los que abusan del poder
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No hay, al parecer, muchas otras alternativas válidas para la
mayor parte de los habitantes de la tierra. Los triunfadores
se encargan de hacernos desesperar de cualquier otra utopía:
dicen poseer la ciencia indefectible, según la cual «el dinero
es santo, los débiles deben ser sacrificados para que sigan
desarrollándose los fuertes, los pobres han de seguir espe-
rando, sin lo cual se desestabilizaría el orden...»
El cansancio y la esperanza
de los pobres
El cansancio y la esperanza de los pobres
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LAS MANOS HERIDAS
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El cansancio y la esperanza de los pobres
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2. Extrema Pobreza
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El cansancio y la esperanza de los pobres
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Pienso que muchos jóvenes hoy día se ven obligados a una ma-
duración precoz, atravesando los que deberían ser alegres años
juveniles, en medio de frustraciones de todo orden, empezando
por la carencia de libros, de dinero para poder divertirse, de
alimentos para llegar a estudiar con un mínimo de estimulación
física, o dedicados a emplear el día en algún trabajo de cuarto
orden para mantener a sus padres y hermanos.
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El cansancio y la esperanza de los pobres
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El cansancio y la esperanza de los pobres
LOS POBRES:
UN TEMA QUE MOLESTA Y DUELE
Jesús nos está mirando con esa mirada que penetra la verdad
del corazón, mirada que no es indiferente. Se parece a la mi-
rada con que un papá y una mamá mira a su hijo, cualquiera
sea la situación en que se encuentre. Él sabe qué pasa en
ellos, quiénes son. Lo ha experimentado él mismo en su vida
de pobre. Él sabe lo que es ser pobre y lo duro que es...
¿Quién es el pobre...?
Estamos tan mal acostumbrados a sacarle la vuelta al tema,
que espiritualizamos a los pobres y nos justificamos a noso-
tros mismos declarando bienaventurados a los que carecen:
de bienes y cultura,
de prestigio e influencia,
de posibilidades.
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LAS MANOS HERIDAS
Por eso Jesús se identifica con los pobres, pide a los suyos
amor a los pobres. Jesús siente como propio lo que le pasa a
cada uno de sus hermanos.
Por eso nos pide:
darnos cuenta de lo que viven,
que los amemos y ayudemos lo más posible,
que asumamos su causa.
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El cansancio y la esperanza de los pobres
LA ESPERANZA SIEMPRE
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Y en el centro de la vida
Jesucristo va llamando, uno a uno, pueblo a pueblo
tomados de la mano,
a tirar de la cuerda,
a ponerse en la tarea, como hermano.
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Podrán escribir cuarenta mil libros para probar que todo está
bien, que los pobres tienen que esperar, aguantarse, enfer-
marse y ver crecer raquíticos a sus hijos, y no tener cómo
llegar a hacer valer sus talentos en iguales oportunidades de
estudio y trabajo. Podrán hacer todas las teorías que quieran,
pero yo no les creeré, porque esa cantinela la vienen escu-
chando los pobres desde siglos: «esperen un poquito y van a
ver cómo les llega a ustedes el rebalse de los ricos, las sobras
de los que lo tienen todo». Eso, ustedes y yo, lo sabemos
desde que tenemos uso de razón, siglos de espera, siglos de
desilusión, justicia que jamás llega. Siempre hay una disculpa
para esperar otro poco más: «que hay guerra europea, que
bajó el dólar, que subió el petróleo, que hay que incremen-
tar la producción...», «esperen un poquito, esperen hasta que
pase la vida».
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El cansancio y la esperanza de los pobres
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El cansancio y la esperanza de los pobres
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LAS MANOS HERIDAS
Tal vez, muchas veces hemos estimado que los agentes prin-
cipales de la Evangelización éramos los clérigos y religiosos
o las instituciones como los Colegios y Escuelas Católicas
o las Parroquias tradicionales. De hecho los actores de la
Evangelización son tanto o más que los anteriores, esa gente
sencilla que vive la Fe. Son ellos los que hoy día se mueven
para ser los testigos del Señor, cuando les dejamos la posibi-
lidad. En verdad son ellos la «base», la comunidad de base.
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El cansancio y la esperanza de los pobres
Las raicillas que nutren el árbol están bajo tierra y son tan
humildes como don Juan, o la señora Margarita o la señora
Ema o don Orlando. Cuando las raíces se quejan de la cali-
dad de educación que están recibiendo los niños, o cuando
crean pequeños circuitos de sobrevivencia en que se da una
respuesta, aunque sea precaria, al derecho de participación
de todos, cuando al nivel profundo y húmedo del dolor hu-
mano, las raicillas están sensibles y se tornan solidarias, etcé-
tera... es todo el árbol que tiene que dar la respuesta. Hay que
cuidar las raíces, hay que defender la Esperanza.
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LAS MANOS HERIDAS
SILABARIO 1. PAN.
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El cansancio y la esperanza de los pobres
Solidario y confidente
Dios se ha hecho pan para sus pobres;
no para sus ángeles
ni para los saciados del mundo financiero.
Pan de los pobres, piedra de tropiezo,
entonces, ahora y siempre;
pan del abandono,
pan de la bolsa cargada de dinero
a las espaldas de todos los Judas,
entonces, ahora y siempre.
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CAPÍTULO 4
Preguntas desde la Fe
Preguntas desde la fe
Dice Jesús: «Había una vez un hombre rico que vestía de púr-
pura y de lino y que se banqueteaba todos los días. Junto a
la puerta de su mansión había también un pobre, llamado
Lázaro, cubierto de llagas, que los perros venían a lamer. Es-
peraba el pobre poder comer de las sobras del rico» (Lucas
16, 19-21).
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LAS MANOS HERIDAS
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Preguntas desde la fe
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LAS MANOS HERIDAS
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Preguntas desde la fe
El amor-eucaristía
pasa por esta materia
De nada vale la misa
si dejas en la miseria
al mismo Cuerpo de Cristo
malherido en tu vereda.
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LAS MANOS HERIDAS
Primera Estación
(Jesús es condenado a muerte)
Segunda Estación.
(Jesús es cargado con la cruz)
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Preguntas desde la fe
Tercera Estación.
(Jesús cae por primera vez)
Cuarta Estación.
(La Madre se encuentra con su Hijo)
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LAS MANOS HERIDAS
Quinta Estación.
(El Cireneo ayuda a llevar la cruz)
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Preguntas desde la fe
Sexta Estación.
(Las Santas Mujeres le limpian su rostro)
Séptima Estación.
(Segunda caída)
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LAS MANOS HERIDAS
Octava Estación.
(Llorad por vuestros pecados)
Novena Estación.
(Tercera caída)
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Preguntas desde la fe
Décima Estación.
(Jesús es despojado de sus vestiduras)
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LAS MANOS HERIDAS
Decimoprimera Estación.
(Jesús es clavado en la Cruz)
Duodécima Estación.
(Jesús muere en la cruz)
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus
amigos.
Los verdaderos pobres sostienen el mundo con su amor.
A los ojos de los hombres sin fe, pareciera que están
vencidos; pero son ellos la victoria de la humanidad.
Sin este pobre clavado en su cruz, no seríamos capaces de
encontrarle sentido a Jesús de Nazaret crucificado.
El hombre no es nada de eso que brilla en el poder o en la
riqueza; ni es el triunfo de la eficiencia o del placer lo que
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Preguntas desde la fe
Decimotercera Estación.
(Jesús es descendido de la cruz)
Decimocuarta Estación.
(Jesús es sepultado)
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Preguntas desde la fe
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LAS MANOS HERIDAS
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Preguntas desde la fe
URGENTE NAVIDAD
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Preguntas desde la fe
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LAS MANOS HERIDAS
¡Creo en la vida!
Creo en la resurrección de la carne, de esta carne que soy yo
y eres tú; de esta carne compartida y participada por Jesús,
el hijo de María.
Anhelo que se sacie para siempre esta necesidad de vivir sin
límites.
Tengo hambre, Señor.
Creo en la resurrección de la carne, creo en la santa materia-
lidad de mi ser.
Te prometo no despreciar nunca más la materia, so pretexto
de magnificar el espíritu...
¡Con qué cara podría hacerlo, una vez que he mirado al Hijo
aquí en Belén!
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Preguntas desde la fe
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LAS MANOS HERIDAS
JUNTO AL PESEBRE
Es cuestión de cerrar los ojos para ver las galaxias y los pla-
netas superiores. Ahora mismo te las traigo todas y todos
para que le hagamos una fiesta al Niño... Hoy nos ha nacido
un salvador, Señor Economista. Nos ha nacido un pequeño
más, como dice usted: «una excrescencia más...» Y es tan
pobre como nosotros... El Señor de las galaxias y del uni-
verso entero ha escogido este insignificante planeta para ser
testigo de la Buena Nueva.
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Preguntas desde la fe
faz de la tierra. Tú ves, Señor, que nos quieren quitar las gui-
tarras mientras nosotros queremos celebrar desde nuestros
pobres rincones alegres la fiesta de cada día.
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Preguntas desde la fe
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Preguntas desde la fe
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LA VISITACION
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Preguntas desde la fe
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LAS MANOS HERIDAS
24 PREGUNTAS CUARESMALES
6. ¿Por qué van zarandeados, como algas cada día, por las
veredas, en busca de trabajo?
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Preguntas desde la fe
13. ¿Por qué los ancianos del asilo huelen a jabón de lavar?
¿Por qué a ellos siempre les quedan grandes las camisas,
demasiado holgados o cortos los pantalones?
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LAS MANOS HERIDAS
20. ¿Por qué tienen tanto miedo, tanto hambre y tanto frío?
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CAPÍTULO 5
VENDRÍA BIEN
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LAS MANOS HERIDAS
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Ser cristianos, simplemente
GRAMÁTICA CRISTIANA
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LAS MANOS HERIDAS
Adjetivos
Tierra y cielos... nuevos.
La muerte... vencida.
La vida... verdadera.
Lo débil y necio del mundo... elegido por Dios.
Los sabios... confundidos.
La Iglesia
Universal, pero no indefinida.
Para todos, pero exigente.
Comprensiva, pero no diplomática.
Humilde, pero no tonta.
Para todos, pero no de todos.
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Ser cristianos, simplemente
CREER
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Ser cristianos, simplemente
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Ser cristianos, simplemente
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Ser cristianos, simplemente
RECONCILIACIÓN Y COMUNIÓN
EN LA IGLESIA
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LAS MANOS HERIDAS
¿Qué pasa ahora? ... Parece que estamos en una gran encru-
cijada en la vida del mundo y de la Iglesia. El gran escándalo
de hoy, aquí y en el mundo entero, es el abismo entre los que
tienen y los que no tienen. Puebla dice que esta situación
de pobreza de las mayorías no es casual, sino producto de
determinadas situaciones y estructuras económicas, sociales
y políticas; y el Papa Juan Pablo II lo rubrica diciendo: «El
escándalo mayor: los ricos se tornan cada vez más ricos a
costa de los pobres cada vez más pobres». El desafío para la
Iglesia es saber si va a abrazar o no, decididamente, la causa
de los pobres, haciéndose pequeña con ellos, encarnándose
en sus luchas y participando de su suerte, de su mentalidad,
de su cultura.
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Ser cristianos, simplemente
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LAS MANOS HERIDAS
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CAPÍTULO 6
Creadores o anticreadores?
?
¿Creadores o anticreadores?
Estos niños nunca han ido al circo, nunca han sido llevados de
la mano de alguien con cariño a subirse a los caballitos del ca-
rrusel. Nunca hubo una mano de mamá para acariciarlos y can-
tarles una canción de cuna... Nunca tuvieron ni cuna ni cama...
Jesús, tú lo sabes mejor que yo... Dame permiso para adivinarte
en las pupilas relucientes de estos pobres chicos solitarios que
no duermen con juguetes, sino inhalando neoprén.
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LAS MANOS HERIDAS
Son tan bellos los niños del mundo entero y es tan injusto
que tantos millones de ellos no tengan las condiciones míni-
mas para una vida digna... No la tienen hoy, y, para mañana,
nosotros los adultos ciegos les estamos robando su mundo
y su esperanza.
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¿Creadores o anticreadores?
ECOLOGÍA DE DIOS
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¿Creadores o anticreadores?
CREADOR Y ANTICREADOR
El Anticreador
No has dejado ser viviente entre las piedras del fondo del
mar.
Has hecho de la ciudad un espacio de locura, un lugar de
tortura.
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LAS MANOS HERIDAS
El Creador
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¿Creadores o anticreadores?
EL PROFETA Y EL TELEVISOR
Vuestra misión es hacer oír a los sordos las palabras que dan
vida y hacer crecer. El pueblo que camina en la oscuridad
necesita luces verdaderas. ¡No os quedéis recomendando
consumir Coca Cola, invertir en una AFP y viajar a Cancún!
Vuestra misión es hacer ver en medio de las tinieblas. ¡No
añadáis más oscuridad! La belleza, la verdad, la honestidad,
son derechos del hombre; no os convirtáis en dictadores que
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¿Creadores o anticreadores?
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LAS MANOS HERIDAS
Esteban
200
¿Creadores o anticreadores?
BENDITO
Bendito si su vivienda
la construyó con sus manos
bendito el que tiene hermanos
y vecinos y compadres
y se acuerda de su madre
pa’ llevarle un engañito
¡Que viva como buen hijo
y hasta el perro que le ladre!
201
LAS MANOS HERIDAS
202
CAPÍTULO 7
ESPIRITUALIDAD DE
LA NO VIOLENCIA CRISTIANA
205
LAS MANOS HERIDAS
206
Los cristianos y la política
207
LAS MANOS HERIDAS
208
Los cristianos y la política
209
LAS MANOS HERIDAS
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Los cristianos y la política
211
LAS MANOS HERIDAS
212
Los cristianos y la política
San Agustín decía: «Oh feliz culpa que nos merecería tal y
tan grande Redentor...» Feliz ambigüedad de nuestros amo-
res que nos valen, ahora y aquí, necesitar de nuestro Reden-
tor, en todos los niveles de nuestra fe, puesta concretamente
en práctica.
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LAS MANOS HERIDAS
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Los cristianos y la política
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LAS MANOS HERIDAS
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Los cristianos y la política
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LAS MANOS HERIDAS
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Los cristianos y la política
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LAS MANOS HERIDAS
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Los cristianos y la política
221
LAS MANOS HERIDAS
222
Los cristianos y la política
223
Índice
Índice
Presentación..................................................................................7
Salmo 1º de Mayo................................................................................11
He visto con mis ojos el 1º de Mayo................................................ 15
Reflexión en el 1º de Mayo: más allá de las economías
triunfantes.............................................................................................. 21
Oración del día de los Trabajadores.................................................. 24
No hay trabajo......................................................................................25
Las manos de los cesantes..................................................................27
Pasión de Jesús leída por un cesante................................................. 31
El primer minero.................................................................................34
Creatura creadora.................................................................................35
Señor Alfarero......................................................................................38
Canto al Creador y su creatura...........................................................41
Saludos...................................................................................................47
El Norte chileno..................................................................................50
El nacimiento de la minería................................................................52
El Hijo del carpintero..........................................................................53
Un pecado nacional.............................................................................57
Nuestro pecado social.........................................................................62
Contra los señores que rigen el mundo............................................ 65
Ricos. Economía de mercado............................................................66
Profecías para libertades de mercado............................................... 67
El desarrollo de los gigantes..............................................................69
¿Sólo chorreo?......................................................................................72
Estaban ahí............................................................................................74
El hambre al acecho............................................................................76
Las uvas envenenadas..........................................................................83
Conversaciones democráticas............................................................85
La difícil honradez...............................................................................87
¿Quién bota los muros?......................................................................89
225
Las manos heridas
Vendría bien........................................................................................175
Gramática cristiana............................................................................177
Creer.....................................................................................................179
Carta a la Iglesia de Santiago............................................................183
Reconciliación y comunión en la Iglesia.........................................185
226
Índice
227
C O L O F Ó N
Las 228 páginas de este libro fueron
compuestas en Adobe Indisign
CS3. La portada fue compuesta
en Freehand MX y las imágenes
digitales trabajadas en Adobe
Photosho CS3.