Вы находитесь на странице: 1из 8

1.

Dé cuenta de las propiedades del significante (instancia a la letra)

El significante para lacan va a decir que es lo que representa a un sujeto para otro
significante? Para Saussure el signo representa algo, un significado para alguien. Para lacan
el significante es lo que representa al sujeto para otro significante. Es decir no representa a
un significado, sino que representa a un sujeto no para alguien, sino para otro significante.

Todo significante real solo no significa nada, es lo más indestructible, son los que
determinan al sujeto y constituyen el inconsciente, se combinan según leyes de un orden
cerrado siguiendo las leyes de la metonimia, es la unidad constitutiva del orden simbólico,
el campo del significante es el campo del Otro, lacan lo llama baterías significante.

Propiedades del significante:

- que sea articulado.


- se compone según las leyes del orden de la cadena significante: metáfora y metonimia.
(= condensación y desplazamiento) el significante se desliza de manera metonímica
(desplaza)
- la correlación de significante a significante dan el patrón de toda búsqueda de
significación
- la significación tiene competencia y carece de consistencia
- el significante anticipa el sentido y actúa por retroacción
- el sentido insiste en la cadena significante, este puede aparecer a posteriori donde el
ultimo significante resignifique la cadena
- el significado se desliza en forma incesante bajo el significante
- existen bastas de acolchado dan cuenta de la dominancia de la letra. Suponen un
punto alrededor del que debe ejercerse todo el análisis del discurso anudando un
significante a un significado, ese significante alrededor del cual todo se irradia y se
organiza
- la linealidad horizontal necesaria de la cadena significante no es suficiente, todo
discurso muestra alienarse sobre varios pentagramas
- la cadena significante se sostiene de una puntuación de cada una de sus unidades pero
todo se sostiene de los contextos atestiguados de la verticalidad

La metonimia tiene entonces que ver con los modos en que los significantes pueden
combinarse/vincularse en una cadena significante, mientras que la metáfora se refiere a
los modos en que un significante de una cadena significante puede ser sustituido por otro
significante en otra cadena. Juntas, la metáfora y la metonimia, constituyen el modo de
producción de la significación. Lacan vincula la metonimia al eje combinatorio del lenguaje,
opuesto al eje sustitutivo. Por ejemplo, en la oración “Yo soy feliz”, la relación entre las
palabras “yo”, “soy” es metonímica, mientras que la posibilidad de reemplazar “feliz” por
“triste” depende de la relación metafórica entre estos dos términos.

2. Cuál es la modificación que hace lacan del logaritmo saussureano

Significado: según Saussure es el elemento conceptual del signo, no es el objeto real


designado por un signo (el referente), sino una entidad psicológica que corresponde a ese
objeto. Es el mero efecto del juego de los significantes, un efecto del proceso de
significación producido por la metáfora. El significado no está dado, sino que es
producido.
Significante: según Saussure es el elemento fonológico del signo, no el sonido en sí, sino la
imagen mental de ese sonido, es la imagen acústica que significa un significado. Para Lacan
son las unidades básicas del lenguaje. Es la unidad constitutiva del orden simbólico, el
campo del significante es el campo del Otro, lo que Lacan llama “la batería de los
significantes”. Lacan define el significante como “lo que representa a un sujeto para otro
significante”.

3. Narcisismo primario y secundario

Dos narcisismos, el ideal del yo y yo ideal. Sostiene que el ideal del yo es una introyección
simbólica, mientras que el yo ideal es la fuente de una proyección imaginaria. El ideal del
yo es el significante que opera como ideal, un plan internalizado de la ley, la guía que
gobierna la posición del sujeto en el orden simbólico, y por lo tanto anticipa la
identificación secundaria (edipica), o bien es un producto de esa identificación. El yo ideal,
por otro lado, se origina en la imagen especular del estadio del espejo, es una promesa de
síntesis futura hacia la cual tiende el yo, la ilusión de unidad que está en la base del yo. El
yo ideal siempre acompaña al yo, como un intento incesante de recobrar la omnipotencia
de la relación dual preedipica. El yo ideal continua desempañando un papel como fuente
de todas las identificaciones secundarias.

Lacan plantea la constitución de los dos narcisismos, le adjudica al primer narcisismo la


característica de ser ontológico. El primero se trata de la constitución de la relación entre
la realidad y el esquema corporal, la constitución del yo ideal, se constituye mediante el
espejo cóncavo, permite constituir una imagen real de algo que no está. Lo imaginario
introduce lo real, que es lo real? Las pulsiones los objetos pulsionales. El primer narcisismo
constituye la noción en sí mismo, homeomorfica, el hombre identifica al hombre a su
semejante. Esto funciona como matriz, habla de los marcos preformados, la posibilidad
que se constituya una imagen real totalizada no es sin un otro, esos marcos que preexisten
al sujeto es el deseo materno. Para que haya deseo tiene que haber sido intervenido por lo
simbólico.

El narcisismo secundario ya implica y esto está en relación a la identificación


heteromorfica, al rasgo con el otro, incluye lacan el espejo plano, lacan va a decir que el
hombre en la reflexión con el espejo manifiesta una posibilidad no ética original y a partir
de ahí introduce el segundo narcisismo que está en relación al vínculo con el otro, dado
que el otro tiene un valor cautivador para el niño. La identificación narcisista del segundo
narcisismo, es la identificación con el otro, que le permite situar con precisión su relación
imaginaria y libidinal con el mundo.

4. Explique la frase el deseo es lo que cava la demanda más acá de ella misma

El deseo es lo que cava la demanda más acá de ella misma.

El deseo como la metonimia de la falta en ser.

El sueño como metáfora de deseo.

El sueño como metáfora de deseo, el caviar es el significante del deseo de la paciente, el


salmón ahumado es el significante del deseo de la amiga, el cual el salmón ahumado
sustituye al caviar, por lo tanto un significante es sustituido por otro significante, es decir,
un deseo es sustituido por otro deseo cumpliendo el efecto metafórico. el sueño por la
metonimia de la falta en ser, caviar e el significante que muestra el deseo insatisfecho de
la bella carnicera, el deseo de caviar, deseo despierto es el deseo de mujer colmada y que
precisamente no quiere serlo no quiere ser satisfecha en sus únicas verdaderas
necesidades porque el caviar no solo tiene que ver con la comida sino que es ella misma la
que no lo quiere, el deseo de caviar es la metonimia del deseo en tanto que insatisfecho
por lo tanto deseo aquí es la metonimia de la falta en ser

El deseo es lo que cava la demanda más acá de ella misma. Necesidad y demanda, el niño
necesita el alimento pero detrás de la alimentación sabemos que en el vínculo con el otro
toda demanda es demanda de amor incondicional, demanda de significantes.

Trabaja respecto de las manifestaciones del deseo y sus consecuencias, el recurre a la


cadena significante donde va a decir que al menos dos significantes se necesitan para que
algo sea articulado, el sujeto surge como efecto de la cadena significante y se constituye
como falta en ser , el sujeto es efecto de una operación significante recibe del Otro el
complemento en tanto que el otro representa el lugar de la palabra pero es también el
lugar de la falta en ser, otro no puede restituir lo que el otro carece. El campo de la
necesidad está perdido para el sujeto que habla, el sujeto de la necesidad es
absolutamente mítico, cuanto más satisfecha este la necesidad más privado queda,
entonces surge el espacio para una bella carnicera para inventarse un deseo insatisfecho.
El sujeto no puede satisfacer todas sus necesidades, no tiene que satisfacer todas sus
necesidades, esto nos remite al concepto de pulsión y al objeto en su estatuto de objeto
perdido desde el inicio. Es decir el objeto esta míticamente perdido y lo que se pide de el
en relación a lo que se encuentra siempre está en el punto de faltante, en tanto y en
cuanto las necesidades no tienen, no pueden.

El sujeto está pendiente de la cadena significante, toda demanda del sujeto implica
demanda de significantes. Esta cava un intervalo a la cuestión de la necesidad, es decir,
deja suspendida la necesidad, en esa suspensión es donde el deseo se manifiesta, por ello
la frase el deseo es lo que se manifiesta en el intervalo que cava la demanda más acá de
ella misma. Solo podrá responder a esa demanda con significantes realizando una
invención, dice lacan con lo que se llama el amor pero también el odio y la ignorancia,
sobre todo si el otro que a su vez tiene sus ideas sobre sus necesidades se entromete, y en
lugar de lo que no tiene atiborra con la papilla asfixiante de lo que tiene, es decir,
confunde sus cuidados con el don del amor, el niño al que se alimenta con más amor es el
que rechaza el alimento. El odio paga al amor pero donde es la ignorancia la que no se
perdona. Cuando una persona odia al otro está en vínculo.

5. Defina metáfora paterna y que permite la constitución de la misma

Se trata del padre como significante privilegiado en el Otro, el padre muerto en tanto
significante, en tanto Nombre – del Padre. Lacan postula para dar cuenta de ello la
metáfora paterna: como la sustitución del significante del Deseo de la Madre, por el
significante que adviene en Nombre del Padre. La metáfora paterna permite introducir una
función, muestra que el significado del sujeto está ligado al deseo materno. Se trata de la
madre del fort-da la madre simbólica. La madre quiere algo más allá del hijo: al padre, no
como aquel que es falo, sino como el que tiene el falo. Se trata de un significante y de una
función, no de la presencia real del padre. Se trata de que exista en el orden simbólico un
significante que responda a la función definida por el Nombre del Padre.

La constitución de la metáfora paterna implica ver como el sujeto se ubica respecto de la


castración en el otro y respecto de la propia. Este S1 es lo que permite introducir algo del
orden de la falta y porque introduce algo del orden de la falta porque el significante
materna queda bajo la represión. Ese S2 ese saber acerca de, queda bajo la represión, en
tanto permite que si no hay falta de un significante no hay posibilidad de que se arme la
cadena discursiva, no hay posibilidad de la constitución de un sujeto, en tanto
representado y presentado como un significante para otro significante, entre la cadena
discusivo, entre el S1 y e S2, hay hueco, hay falta, hay ansias, es lo que permite al sujeto
construir su deseo.

6. Explique cuál es el lugar del padre para el psicoanálisis

El lugar del padre en el psicoanálisis se trata en tanto padre como significante, es el padre
como significante de la ley en el otro. Cuando hablamos de la ley en el otro no hablamos
solo del otro materno sino también del inconsciente. El nombre del padre la muerte del
padre introduce la ley la deuda simbólica y parte de esa deuda simbólica sus
consecuencias, el padre simbólico en cuanto significa esa ley es el padre muerto. Es el
significante privilegiado en el otro, sustituye el significante del deseo de la madre pro un
significante que adviene en el nombre del padre, ósea la metáfora permite producir un
significante fálico, ese significante tiene función no solo ordenadora sino de anudamiento,
de punto de capitoné, punto de anudamiento de los tres registros, permiten incluir la
articulación, lo simbólico lo imaginario y lo real.

Él se va a regir por los escritos freudianos de tótem y tabú. La ley del padre del
psicoanálisis. El padre muerto la ley paterna alude a la muerte del padre, para poder matar
al padre y poder elevarlo al orden de lo simbólico. Proceso de identificación, algo que se
toma del otro (comida totémica), pero aparece el sentimiento de culpa, aparece el superyó
del padre. La metáfora paterna no solo permite la inscripción de dos normas primordiales,
la ley del incesto y la del parricidio. Sino que también permite una reorganización pulsional
reordenamiento pulsional. Permite algo del orden de la perdida, permite que el sujeto
también tome las insignias del otro, los rasgos de identificación al otro y permite la
constitución del sujeto deseante por fuera del clan. Permite la posibilidad de la salida a la
exogamia. Es la sustitución de un significante por otro, la sustitución del significante en
tanto y en cuanto el deseo materno implica el deseo del falo, de lo que la mujer carece,
por un significante que el toma del campo del otro, le permite armar una significación
acerca de su deseo. Ratten en tanto deuda es el significante de la deuda en el otro.

7. Tres tiempos del Edipo

En el primer tiempo la metáfora paterna actúa “de por sí”, por cuanto la primacía del falo
es instaurada en la cultura. Decir que actúa de por sí, es decir que la existencia del deseo
de la madre depende necesariamente de la formula en ella de la ecuación fálica. Sabemos
que su construcción implica las vicisitudes del complejo de Edipo en la niña, al cual entra
mediante el complejo de castración (castración de la madre) significando la falta de falo en
la madre y en ella. La consecuencia de la operación de castración será el establecimiento
por el rodeo del padre, de la ecuación fálica y surgirá el deseo del hijo como equivalencia
simbólica del falo. En la necesaria constitución de la primera realidad subjetiva, el niño
intenta identificarse con el objeto del deseo de la madre y en él se perfila un objeto
predominante del orden simbólico: el Falo. Para agradar a la madre es preciso y suficiente
con ser el falo. El niño está en una relación de espejismo: lee la satisfacción de su deseo en
los movimientos esbozados de la madre y así se encuentra comprometido en una relación
de engaños con su madre. Puede identificarse con la madre, con el falo, con la madre
portadora del falo pretenderse el mismo portador del falo.

Por lo tanto en el primer tiempo el niño está en relación con el deseo de la madre, es
deseo de deseo. La metáfora paterna actúa de por sí, en tanto que es en la madre como
función, donde el sujeto se encuentra con el significante, no con el código de la madre,
sino con el lugar del Otro (icc) que la madre encarna.

Segundo tiempo: aquí el padre interviene privando al niño del objeto de su deseo y a la
madre del objeto fálico. Actúa el NO del padre. Es el padre interdictor omnipotente. El
padre que prohíbe a la madre su objeto. El padre interviene como privador de la madre en
un doble sentido: en tanto priva al niño del objeto de su deseo y en tanto priva a la madre
de su objeto fálico. Dice NO al goce de la madre. En este tiempo el padre real (Otro del Icc)
revela al padre simbólico. El padre simbólico debe encarnarse aunque imperfectamente en
el padre real. Por ello ocupa una función decisiva en la castración, marcada por su
intervención o desequilibrada por su ausencia (psicosis)

Tercer tiempo: aquí el padre interviene como aquel que tiene el falo y no como el que es
falo. Reinstaura el falo como objeto deseado por la madre y ya no como objeto del que
puede privarla como padre omnipotente. El padre se constituye en aquel preferido por la
madre y esta identificación culmina en el ideal del Yo. El padre de este tiempo aparece
como permisivo y donador. De esta lógica depende la declinación del complejo de Edipo.
La metáfora paterna culmina en este tiempo en la instauración que es del orden del
significante (un significante viene en lugar del otro significante, sustitución significante,
sale de la metonimia, para instalar la metáfora y vuelta la metonimia del deseo, pero ya no
endogámico sino exogámico). El sujeto abandona el Edipo con un ideal del yo instalado. Se
trata de la asunción de la masculinidad o femineidad, asunción de la diferencia sexual.

8. Diferencie causa de ley

El concepto de inconsciente como discontinuidad alude a que no hay posibilidad de


enlazar dos significantes sino es pasando por el agujero (por eso va a decir que la ley se
diferencia de la causa, una cosa es la ley que tiene que ver con lo simbólico y la causa tiene
que ver con lo que lo motoriza). Dirá lacan el icc es pre ontológico, es anterior a todo
concepto del self, lacan se va a centrar en la función de causa que alude a una hiancia. La
causa se distingue de lo que hay de determinante en una cadena, la causa se distingue de
la ley, siempre que hablamos de causa hay algo anti conceptual e indefinido, acá nos
anticipamos que el verdadero invento de lacan fue el objeto a, que es el objeto de deseo,
el objeto de goce, el objeto del fantasma, ese pequeño a es lo que se pierde en tanto y en
cuanto es causa, no es un objeto imaginable, pero es un objeto que se puede calcular en la
clínica, por eso es algo anti conceptual. Si no hay pérdida no hay causación.

9. Explique la frase solo hay causa de lo que cojea

Lacan dice que entre la causa y lo que afecta hay siempre cojera, porque la función de la
causa permanece esencialmente en la hiancia del inconsciente, del orden de lo pre
ontológico, es decir, que no pertenece al orden del ser ni del no ser, sino al orden de lo no
realizado. Para estudiar la causa, recurre a Kant, quien da cuenta que en la función de la
causa hay algo imposible de atrapar/comprender. Hay una grieta, una abertura, imposible
de ser atrapada por el significante.
10. Porque lacan plantea el icc como lo no nacido y lo no realizado

El inconsciente en primer lugar se manifiesta como algo que se mantiene a la espera, en el


aire, en el lugar de lo no nacido –nonato-, como zona larvaria (algo queriendo ser, pero
que no lo logra). Freud parte de la etiología de las nerusosis, en el trabajo con las histéricas
encontraba ranura, hueco, algo lo causaba, para lacan eso pertenecia al orden de lo no
nacido. El inconciente que esta en relación al discurso del otro, alude a la repetición, a lo
no realizado, a lo no nacido y tiene función de discontinuidad.

11. Su diferencia del icc con Freud

Lacan afirma que no es primordial ni instintual, sino primariamente lingüístico


(estructurado como un lenguaje: metáfora y metonimia como equivalentes a
condensación y desplazamiento). Freud se manejó dentro del marco epistémico
cartesiano, lacan se ubica en el marco estructural contemporáneo. El icc lacaniano va más
allá del freudiano porque centra el fenómeno psíquico no solo en el icc sino que lo amplia
a lo que ocurre en los tres registros, repetición de lo reprimido y repetición de lo real, el icc
freudiano tiene sentido sexual es un saber que se puede descifrar que se puede leer, para
lacan también pero la diferencia es que no lo lee como cadena significante sino que lo lee
entre líneas. El icc tanto para Freud como para lacan es lógico deducible y legible, a lacan
no le interesa el icc universal sino el icc que aparece en la experiencia en cuanto es
producido en la experiencia de un análisis, cada icc es uno por uno, de allí viene la
proposición del estatuto ético del psicoanálisis, no hay que producirlo sino depende de lo
que se crea en el o no. El analista forma parte del icc del sujeto. Siempre se pone en juego
la posición ética del icc, la estructura del icc es pulsátil, el icc lacaniano late como un
corazón, es el latido mismo de la cadena por eso hay que escucharlo no solo en los
significantes de cada paciente sino en ese otro registro más allá de los significantes que
hacen historia, hay que escuchar lo más singular de cada sujeto, lo que está en el hueco en
el agujero entre significantes, su cifra de goce, su cifra del tu eres eso. Para lacan hay un
agujero insalvable, entre causa y efecto hay consecuencias, no hay psicoanálisis verdadero
que no se encuentre con lo real, no hay que hacer una lectura del icc como una mera sede
de los instintos, el icc es lingüístico, la meta del análisis no se reduce a ser consciente de lo
inconsciente, se trata de intervenir lo real por lo simbólico, develar cual es la verdad del
deseo a la cual el sujeto ha llegado a fijar en su historia.

12. Pulsión, los 4 términos y la disyunción entre el deseo y el goce

El drang ya no es una suma de fuerzas sino una excitación producida por la incidencia de
significantes, la constancia del empuje impide cualquier asimilacion de la pulsión a una
función biológica.

El ziel, Freud se refiere a la satisfacción, lacan señala que la satisfacción de la pulsión es


alcanzar su meta, da el ejemplo de la fiera sale de su guarida y cuando encuentra donde
hincar el diente queda satisfecha, digiere. No se satisface con comida, el único modo de
alcanzar la satisfacción es a través del circuito en el trayecto.

El objeto ya no es aquello con lo cual la pulsión alcanza su meta sino lo contrario, la


exigencia de lo pulsional existe justamente porque no hay objeto que la satisfaga, da
vuelta sobre el objeto y lo contornea, no necesariamente es un objeto ajeno sino también
parte del propio cuerpo. La falta de objeto es uno de los motivos por los cuales las
pulsiones son parciales.
El Quelle, la fuente, ya no son las zonas erógenas sino sus estructuras de borde.

La disyunción entre deseo y goce

La posición del sujeto como morador del lenguaje ordena la función de significante, esta
función definida como encuentro, perdida y reencuentro pero jamás captura, el deseo no
captura su objeto, la pulsión no logra su descarga absoluta y la repetición no logra su
meta. El objeto del deseo es el objeto del deseo del otro y el deseo es siempre deseo de
otra cosa es decir, deseo de lo que falta. El objeto es metonimia de deseo y metáfora del
objeto primordial, ósea que el deseo no es articulable plenamente, su estructura es por si,
insatisfecha. Es a partir de aquí que se organiza el campo del mas allá del principio del
placer, ósea el campo del goce, lacan considera que el inconsciente es donde se encuentra
la inscripción de la cifra de goce del sujeto, el inconsciente como una maquinaria que
transforma la cantidad en cualidad y constituye los representantes de representación, es
de esta manera como el proceso primario entra en juego, esto es lo que obliga al aparato
psíquico a la repetición, lo empuja, es ese encuentro fallido, es este resto ligado que hace
que se pueda originar la vuelta al mismo lugar cuya figura mas obscena lleva el nombre
lacaniano de trop de mal, significa sufrimiento en demasía, como una de las viscitudes de
la pulsión, el goce es nocivo, la pulsión de muerte es muda pero se hace escuchar a través
de todas las desgracias del ser, la vuelta a lo inorgánico como metáfora puede fracasar y el
goce pulsional tiende a realizarse sin rodeos. Lacan considera esta disyunción de los
términos de la pulsión porque ella es la que da cuenta que deseo y objeto se excluyen y
esta distancia es introducida por el significante que mortifica el cuerpo y que separa al
goce del cuerpo de esta manera surge el deseo como un barrera al goce juntada en el
lenguaje.

13. Alienación y separación, la constitución del sujeto

Lacan sostiene que el sujeto padece una escisión fundamental. Esta alienado de sí mismo,
no tiene manera de huir de esta división, no hay ninguna posibilidad de “completud” o
síntesis. Es una consecuencia inevitable del proceso, por el cual el Yo se constituye
mediante la identificación con el semejante: “yo es otro”. El niño se aliena a lo que le dan,
porque los significantes vienen y se instalan desde afuera. La alienación es constitutiva del
orden imaginario. El sujeto aparece primero en el Otro, en la medida que el primer
significante (unario) surge en el campo del Otro y representa al sujeto para otro
significante. El significante petrifica al sujeto. El precio y el costo que paga un sujeto para
constituirse como un sujeto es su alienación, su alienación significante.

La posibilidad que un sujeto se constituya como significante para otro significante es la


posibilidad de entrar en un discurso. El intento de poder entre un significante y el otro
encontrar algo de la dimensión de la falta, no hay posibilidad de constituirse como sujeto si
no es a partir de la falta, de la castración. Cuando se superponen las dos faltas y el niño se
encuentra que él no era lo que creía para esa madre, cuando ya no se puede ver y registrar
porque se desconoce como objeto, aparece la angustia, porque la angustia aparece frente
a la dimensión del deseo del otro, en tanto el deseo como deseo puro, es deseo de
completud (de que el otro sea todo para vos), la demanda de amor es siempre demanda
de significante y de incondicionalidad. El deseo puro en tanto deseo sin ningún tipo de
límite, deseo de destrucción del otro, si no lo puedo tener.
14. Alienación a los significantes del otro, para salir el sujeto debe constituirse como
objeto.

La posibilidad de salir de la petrificación del significante es la posibilidad que un sujeto se


haga objeto de deseo del otro, la posibilidad de salir de la alienación significante donde lo
petrifica al sujeto es la posibilidad de constituirse como objeto. La posibilidad de la
separación implica que entre un significante y el otro exista la dimensión de la falta, si esto
no existe no hay posibilidad de entrar nunca en el discurso, no hay posibilidad de
metonimia. ¿Cuál es la vía de la salida a la alienación? La agresión. La destrucción del otro.

15. Desde el ejemplo de la bella carnicera explique la metonimia de la falta en ser y la


metáfora del deseo

Lacan propondrá el sueño como metáfora de deseo y metonimia de la falta en ser. El


deseo es metonímico y siempre se está escapando, porque si el deseo del Otro siempre
estuviera satisfecho, no habrá lugar para la falta. Es siempre deseo de otra cosa. Significa
que el sujeto no es completo (esta barrado). Quiere decir que en algún punto no somos,
hay falta. Desea porque le falta el objeto. “el deseo como metonimia de la falta en ser”.
(Metonimia=consiste en designar una cosa con el nombre de otra). El sujeto está perdido,
descentrado respecto de su propia falta. Siempre está pendiente del deseo del otro, lo cual
siempre lo deja en falta. El sueño entonces, siempre muestra un vacío, una carencia de ser.

A través del análisis del sueño de la bella carnicera, lacan se coloca en otra posición, en el
sentido de pensar al deseo como deseo del otro, aplicando los conceptos condensación y
desplazamiento freudianos con sus equivalentes: en el primer caso, la función metafórica,
productora de sentido, y en el segundo caso, la función metonímica, propia del deseo
inconsciente (el sueño de la histérica se satisface por desplazamiento al deseo de otra).

El texto del sueño sirve para lacan como un texto que abre a la cadena significante. A partir
de determinados significantes lleva al sujeto a hablar de determinada temática de su vida,
abriendo a la posibilidad de reconocer algo del propio deseo.

El deseo de la histérica es deseo de tener un deseo insatisfecho (deseo de caviar), para


seguir preguntándose por el deseo. La paciente desea que no se realice el deseo de su
amiga, pero sueña que no se le cumple a ella, porque está identificada con su amiga. En la
Bella Carnicera aparece como metáfora, porque expresa algo de otra manera, de tal forma
que en el contenido manifiesto, nadie se da cuenta (en el sueño, el deseo de salmón
ahumado propio de la amiga se sustituye al deseo de caviar de la paciente = sustitución de
un significante por otro significante).

16. Desde el ejemplo de la estación del tren que quiso dar cuenta lacan

Вам также может понравиться