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OBJETIVOS
Los policías son trabajadores estratégicos de primera línea que tratan con las personas
en crisis,
El uso efectivo de la intervención en crisis puede reducir el tiempo que se emplea en las
actividades relacionadas con asuntos no criminales. Nuestro objetivo es proveer una
herramienta práctica para los policías, la misma que proporciona tanto una asistencia
firme a los ciudadanos en crisis, como también la menor amenaza posible a la seguridad
personal de los primeros.
1. Invocadas por los ciudadanos, lo que significa que la persona que inicia el
contacto tiene un interés creado sobre el tipo de resolución que pueden
proporcionar los policías.
2. De consumo de tiempo, puesto que la clarificación y aun la resolución temporal
requiere la recopilación de información amplia.
3. Ambiguas, por cuanto que rara vez hay una clara exposición de los hechos que
condujeron a la llamada, y con frecuencia es difícil determinar la responsabilidad
por el conflicto.
4. Peligrosas, puesto que cada llamada tiene el potencial de la violencia.
5. Productoras de ansiedad, debido a la ambigüedad y peligrosidad potencial de la
situación.
6. Distribuidas de manera irregular entre la población general, con más llamadas
provenientes de las familias de baja condición económica, lo mismo que de
vecindarios de bajo nivel social.
Más allá de estas características generales, las llamadas de crisis abarcan a una amplia
variedad de participantes, por ejemplo, a los maridos, esposas, hijos, parientes políticos,
abuelos, vecinos y amigos (Reid, 1975). Esto significa que el policía que responde a la
llamada nunca está completamente seguro de la situación o de la gente que se va a
encontrar. Los sentimientos y el comportamiento agresivo habitualmente están presentes
durante los desórdenes familiares; la ansiedad y la depresión durante los intentos de
suicidio o los accidentes; la histeria o la conmoción subsecuente a una violación o ataque;
y la confusión cognoscitiva y la agitación con los ciudadanos mentalmente perturbados o
intoxicados. Por añadidura a estas características psicológicas de los ciudadanos en crisis,
está el peligro para la seguridad personal del policía.
MODELOS DE ENTRENAMIENTO.
Existe una amplia bibliografía acerca de la intervención en crisis en cuanto a la
presentación de los programas de entrenamiento. Algunos artículos al respecto hacen
énfasis en la metodología del entrenamiento (el uso amplio de retroalimentación mediante
imitaciones y cintas de vídeo, por Bard, 1970, y Driscoll y otros, 1973), o pautas de
procedimiento más amplias (Blanton, 1976; Cesnich y otros, 1977), y algunos ofrecen
instrucciones pormenorizadas para los policías, para que las sigan durante las situaciones
de crisis (Goldstein y otros, 1979; Loving, 1981a, 1981 b). Una idea persistente que corre
a lo largo de los entrenamientos de crisis para los policías, es que debe atenderse mejor
el uso de la autoridad del policía para serenar las situaciones, y que los policías deben,
por encima de todo, dar pasos para reducir el peligro físico (Bard, 1970; Blanton, 1976;
Burnett y otros, 1976; Driscoll y otros, 1973; Goldstein y otros, 1979; Henderson, 1976;
Mann,1973; Phelps y otros, 1971; Philips, 1975; Reid, 1975; Wallace y Schreiber, 1977;
Walsh y Witte, 1975). Una de las más claras guías paso por paso para la intervención en
crisis a cargo de la policía, la han desarrollado Goldstein y otros (1979) para el
Departamento de Policía de Syracuse.
El comportamiento de los policías se estructura alrededor de cuatro tareas principales:
Planteamiento de la escena.
Goldstein y otros (1979) acentúan la importancia de que un policía se prepare
mentalmente antes de intervenir en una situación de crisis. Esto abarca los recuerdos de
experiencias anteriores con llamadas similares, anticipar que lo inesperado puede en
realidad suceder en esta llamada particular, y formular un plan de acción tentativo. Este
“mentalizarse” para la llamada es en realidad una medida preventiva, puesto que las
llamadas de crisis representan para la policía una amenaza potencial a la seguridad de los
agentes. En tanto el policía plantea el lugar de los hechos, el primer paso es observar y
neutralizar las amenazas a la seguridad. Como afirmaron Goldstein y otros: con esto
queremos decir, no sólo deponer las armas obvias, como pistolas cuchillos, sino también
deponer o neutralizar los objetos pesados y arrojables (ceniceros, sillas plegables,
etcétera), las tijeras, utensilios de cocina, el agua hirviendo (en una olla sobre la estufa, o
en una taza de café), y otros semejantes. También recomendaríamos, de manera rutinaria
e inmediata, separar a los adversarios; colocarse usted mismo lejos de ventanas
yescaleras; evitar que vuelva usted la espalda a cualquiera de los contendientes; y, lo
mismo saber dónde está su compañero y, si es posible, tenerle en realidad a la vista -aun
cuando cada uno de ustedes esté con uncontendiente diferente en habitaciones distintas-.
Demostración de comprensión.
Es decir, la empatía que es esencial para los primeros auxilios psicológicos, esto es, hacer
saber a la persona, mediante el tono de voz del asistente, sus palabras y expresiones
faciales, que éste posee una comprensión de lo que la persona siente en ese momento. Se
pueden utilizar las aseveraciones reflexivas, como las siguientes: “puedo ver que
enfadado está usted”, o, “puedo imaginar lo aterrorizante que fue eso para usted”. El
objetivo es evitar tomar partido al apoyar más a una parte que a la otra, o al decir que la
posición de uno de los individuos es correcta, pero en cambio mostrar que el policía
escucha lo que la persona dice y siente en ese momento.
Tranquilizar
Esto da un paso más para la influencia tranquilizante; más allá de actuar
calmadamente él mismo, el policía puede ofrecer a la persona en crisis razones por las
cuales ésta debería sentirse también más tranquila. El policía puede expresar confianza
acerca del resultado eventual (“usted puederesolver esto”), de la capacidad de otros para
ayudar (“el equipo de ambulancia sabrá manejar esto”), lo mismo que de la aptitud del
policía (“yo he controlado muchos asuntos como éste antes”).
2. preguntar algo sin relevancia para la situación (“¿podría decirme dónde compró usted
esa lámpara?”), y
3. hacer alguna observación irrelevante para la situación de crisis (“compré una televisión
de la misma marca, pero he tenido problemas con ella después”).
Repetir y vociferar
Con frecuencia los individuos en crisis están tan enojados, ansiosos, deprimidos
o confundidos, que están sintonizados únicamente con sus propios sentimientos. Estas
personas pueden ser indiferentes hacia los sentimientos, mensajes y aun a la presencia de
los demás. El policía puede tener que repetirse a sí mismo varias veces el “llegar a la
meta” con el ciudadano. Cuando la emoción es de ira, un policía puede tener que vociferar
al ciudadano para que lo escuche. Otras acciones como golpear con fuerza una carpeta u
otro objeto, con frecuencia tienen un efecto tranquilizante inmediato.
PROCEDIMIENTOS NO DIRECTIVOS.
Goldstein y otros (1979) sintetizan una variedad de tipos de preguntas y
afirmaciones que los policías pueden utilizar al recabar información. Cada planteamiento
produce, de algún modo, diferente información. Los procedimientos no directivos
incluyen:
Preguntas abiertas
Estas son similares a las preguntas de quién, qué, por qué y dónde, de los PAP.
Por añadidura a la generación de una cantidad considerable de información, estas
preguntas permiten que el individuo deje escapar el ímpetu, con lo cual se desactiva la
situación.
Escuchar
No sólo el policía debe escuchar, también debe dar a los ciudadanos signos de que
así lo hace: con un contacto visual, movimientos de cabeza, verbalizaciones como “veo
lo que quiere usted decir”, o “puedo comprender eso”.
Preguntas cerradas
Las preguntas que pueden responderse con un sí o un no, con una breve respuesta,
son cerradas. Son una parte necesaria de la entrevista correspondiente, pero no deberían
utilizarse donde serían preferibles las preguntas abiertas.
Confrontación
La confrontación puede ser una técnica de entrevista en la cual el policía hace
notar las discrepancias entre dos aseveraciones que ha hecho el ciudadano (discrepancia
de contenido contra contenido) o entre algo que éste ha dicho y la manera en que lo dijo
(discrepancia de contenido contra emoción).
Exigencia
Si el ciudadano es muy hostil, reticente, o si se juzga que el riesgo de mortalidad
es alto, puede ser necesario que el policía emplee esta técnica. La exigencia requiere que
el policía instruya con firmeza al ciudadano acerca de lo que debe hacer, y que lo haga
inmediatamente.
Mediación
El principio fundamental detrás de la mediación es una estrategia de acción en la
que es más probable que las personas se guíen por soluciones que ellas concibieron, que
por aquellas impuestas por alguien más. El planteamiento básico para el policía es asistir
a los contendientes para que lleguen a su propia solución del problema. Un par de policías
podría hablar primero con cada uno de los contendientes por separado, y luego juntos. La
meta para éstos es concebir soluciones, analizarlas desde distintos puntos, y por último
llegar a un paso de acción (o varios) tomado de mutuo acuerdo. Estos pasos pueden incluir
una sugerencia acerca de dónde pasará la noche una de las partes, una decisión para buscar
orientación matrimonial por la mañana, un acuerdo acerca de cómo se gastará el dinero
en los próximos días, y así sucesivamente. Retomando lo abordado en un seminario sobre
intervención en crisis en Florida, Goldstein y otros sugieren algunas pautas para guiar la
mediación:
Informe a los ciudadanos que usted no puede resolver sus problemas, que ellos
deben hacerlo por sí mismos.
Coteje cada propuesta con el otro contendiente, hasta que exista aceptación o
compromiso.
Mantiene su posición
Proponga un compromiso.
Orientación
Como la más directiva de las actitudes facilitantes que puede adoptar un policía,
la orientación incluye no sólo asistir a los adversarios en la comprensión de sus
sentimientos y expectativas, sino también ofrecer sugerencias y dar consejo acerca de qué
pueden hacer los contendientes para resolver el problema. La “consejería”, como la
definen Goldstein y sus colaboradores, se funde con el “dar consejos” en los PAP, y se
ofrece cuando las estrategias de mediación y negociación no llegan a ayudar a los
adversarios para adoptar una acción adecuada. Si el riesgo de mortalidad se evalúa como
alto, si la persona está incapacitada en lo físico o lo psicológico para cuidar de sí misma,
o si se ha cometido un acto delictivo, entonces el policía asume una actitud directiva en
los primeros auxilios psicológicos. Las estrategias iniciales, llamadas “movilización
activa de recursos” en el modelo de los PAP, implican la remisión a otras instituciones.
Esta remisión tiene lugar únicamente después de que se ha identificado el problema, y su
éxito descansa sobre la familiarización del policía con las instituciones comunitarias.
Goldstein y sus colaboradores (1979) ofrecen las siguientes pautas para incrementar la
probabilidad de que sean exitosas las canalizaciones por parte del policía:
Seguimiento
Como con los contactos de los PAP, el objetivo del seguimiento en la intervención
en crisis a cargo de la policía es hallar si el conjunto de los pasos de acción que se puso
en movimiento durante la intervención, tuvieron el efecto que se pretendió, en los días
subsecuentes. En tanto que los policías por sí mismos con frecuencia no tendrán el tiempo
para concluir el seguimiento, ellos aún pueden concluir cada contacto de los PAP con la
expectativa de que 13 ocurrirá el seguimiento. Si la disputa se ha resuelto de una manera
exitosa mediante la intermediación o la negociación, por ejemplo, el policía puede pedir
al (los) contendiente(s) que llame de nuevo al día siguiente, para que le hagan saber cómo
van las cosas y, en particular, si la canalización funcionó como se esperaba. Este
procedimiento no necesita tomar mucho del tiempo del policía; la simple verificación de
los mensajes recibidos en el día que se fijó pueden permitirle re contactar por teléfono
para revisar el progreso. Según la naturaleza de la vinculación con otras instituciones
comunitarias, los trabajadores de éstas pueden dirigir el seguimiento después de las
llamadas a la policía por desórdenes familiares.
que la mayoría de las personas pasan más tiempos en el trabajo durante sus horas de vigilia que en
cualquier otro lugar. ¿El trabajo puede concebirse como un modo de ganarse la vida y, para la
mayoría de la gente, como un reflejo de la identidad personal “A que dedicas? “o “donde trabajas?
Son preguntas frecuentes después del intercambio de nombre cuando dos personas se presentan
por primera vez. Cuando el trabajo es satisfactorio refuerza los sentimientos de auto valía y
finalidad en la vida. Por otra parte, las insatisfactorias condiciones de trabajo y las fluctuaciones
repletos y trenes metropolitanos para llegar hasta allá. La mayoría de los trabajos requieren más
exposición a la vista de otros que la que se espera en casa, por ejemplo, se prevé que el empleador
tenga el derecho de saber qué es lo que están haciendo los trabajadores con su tiempo, lo cual
que en otros ambientes. Las reglas, ordenamientos y expectativas influyen sobre los atuendos, el
lenguaje, el hábito de fumar, de comer, el de beber, etc. En suma, el trabajo es con frecuencia un
lugar en el que deben estar temporalmente suspendidos el propio estilo de vida, sus hábitos y su
privacidad.
Casi todos los empleados tienen un jefe y un supervisor o alguien que realiza ambos trabajos. Los
trabajadores tienen que aprender cómo manejar el que se les diga lo que tienen que hacer y el decir
a otros. Un trabajador es una posición de autoridad, tienen responsabilidades que con frecuencia
son mayores que aquellas que se encuentran en el hogar y la familia, por otra parte, una persona
que ejerce una gran cantidad de autoridad en el hogar puede estar en un puesto subordinado en el
trabajo. El tratar con la autoridad con frecuencia coloca a las personas en conflictos entre sus
Ciertos empleos han demostrado que son particularmente tensionantes. Por ejemplo: Martin y
Rose y colaboradores han referidos la atención de los controladores de tráfico aéreo, quienes
el atestado espacio aéreo. Este empleo requiere de una intensa concentración y pensamiento rápido,
una decisión equivocada podría redundar en la perdida de muchas vidas, la enorme responsabilidad
y presiones para las tomas de decisiones pueden conducir a trastornos psicosomáticos como
úlceras y males cardiacos. Tal como lo han visto Holmes y Rahe, las presiones asociadas con los
trabajos de alta responsabilidad pueden acumularse hasta que acontezca una crisis. Muchos
trabajadores, desde luego se anticipan a una crisis con una variedad de técnicas de control de
tención, muchas de las cuales pueden ser en sí mismas debilitantes (el alcohol y las drogas).
Los empleos que contienen la posibilidad de un peligro inmediato para el trabajador, como son: el
policía y los bomberos representan quizás los ejemplos más obvios de como el trabajador pueden
precipitar las crisis. En la parte medular de la tensión relacionada con estos empleos está la
Otro trabajo de alta carga de tensión que ha sido investigado por los trabajadores de la salud mental
es el del maestro. Bloch considera que estos pacientes que son víctimas del síndrome del “maestro
golpeado “, que abarca una combinación de factores tensionantes, que incluyen ataques y
amenazas físicos, altos niveles sostenidos de temor y ansiedad, escaso apoyo por parte de la
administración escolar y entrenamiento insuficientes en el manejo de situación problemáticas. Los
factores relacionados entre la neurosis del combate y el síndrome de los maestros golpeados
fueron: gravedad del incidente traumático; naturaleza crónica de la tensión; la falta de estímulos
placenteros para compensar los displacenteros; lo inesperado del incidente y moral menos cavadas.
Se halló que estos factores se correlacionaban con la gravedad del trastorno físico y psicológico
de los maestros, una relación que se advirtió previamente entre los pacientes que sufrían de
como son la transferencia, el ascenso, el despido “la colocación fuera del ámbito laboral “y la
jubilación. Cada uno de estos cambios lo mismo si son repentinos o inesperados, bienvenidos o
Hirchowitz describe algunos de los peligros emocionales implicados en el cambio del trabajo. Las
transiciones pueden redundar en crecimiento y dominio, pero también tienen el potencial para el
autor mencionado describe al cambio del trabajo como una “crisis de paso “y la compara con la
1: en el impacto, puede parecer que la persona está en un estado de conmoción, el cual puede durar
seguida.
3: la adaptación, que se caracteriza por la solución del problema y ala adaptación a nuevos papeles
y responsabilidades.
Un enfoque similar propone lamberson(1978), quien presenta un plan de 5 puntos para la
1: orientación financiera en la que respondan preguntas específicas con respeto a los impuestos,
2: consultas respeto a la salud en asuntos como una cobertura de seguro conveniente, los cambios
3: consulta legal en asuntos como la igualdad de oportunidades para las personas de mayor edad
4: consulta con respecto a las relaciones, en la que se analizan preocupaciones como a la relación
industria dependerá de los resultados de la investigación acerca de la naturaleza de las crisis vitales
en los ambientes laborales. Existen una necesidad de investigación para responder la siguiente
pregunta;
1; ¿de los problemas psicológicos con el trabajo que se informan a los supervisores, médicos de
las compañías y los departamentos de personal, que porcentaje encaja en las categorías de las crisis
del desarrollo y circunstanciales, por oposición a los problemas de personalidad de más larga
duración o crónico?
2: ¿los compañeros de trabajos o los supervisores llegan a ser consientes (y, por tanto, tiene una
oportunidad para ayudar) significativamente antes que los médicos, ministros de cultos y otros
grupos que han sido objetivos tradicionales del entrenamiento en intervención en crisis?
3: ¿puede el entrenamiento intervención en crisis para grupos claves como son los supervisores
mostrarse como costeable según las tradicionales medidas de resultados como son el reducido
ausentismo y el incremento en la productividad, como ha sido el caso con los programas de
4: ¿En dónde se encuentra su mejor lugar la ayuda dentro de los sistemas laborales? Parecería, por
ejemplo, que los programas patrocinados por una unión gremial podrían ser mejor recibidos por
¿cuáles son los conflictos más habituales en el entorno laboral? ¿cuáles son las causas más
El trabajo en equipo es una de las competencias más valoradas por los reclutadores,
porque cuando un empleado trabaja en equipo, la creatividad y el aprendizaje de éstos
mejora, su nivel de estrés se reduce y el desempeño y la productividad aumentan.
Ahora bien, en los casos en los que los trabajadores deciden ir por su cuenta y el trabajo
en equipo no se manifiesta en la empresa, es posible que se generen conflictos.
Por otro lado, una mentalidad muy individualista puede llevar a que se vea con
desconfianza a los demás, y en esas situaciones es fácil malinterpretar ciertos
comportamientos y atribuirlos a las ganas de destacar por encima de los compañeros de
trabajo.
2. La falta de comunicación
La falta de comunicación es otra de las causas que pueden provocar conflictos serios
en el trabajo, porque cuando un empleado o superior falla a la hora de comunicar (o
enviar los mensajes necesarios) a otros trabajadores los problemas pueden aparecer. La
mala comunicación puede presentarse como desinformación o mala información. En en
el primer caso, la información no llega; en el segundo caso, la información llega mal.
A fin de cuentas, las fricciones que se pueden producir por la falta de comunicación
pueden dar paso a situaciones de ambigüedad que producen fallos y, en esas ocasiones,
la incapacidad para saber quién se ha equivocado hace que estallen los conflictos.
3. Compañeros tóxicos
En ocasiones, los conflictos laborales pueden aparecer sin ninguna intención, sin
embargo, otras veces, las personas tóxicas crean mal ambiente por donde van,
especialmente en el trabajo. Los compañeros tóxicos se identifican porque por donde
pisan acaban mal con todo el mundo y crean conflictos donde no los hay. Les gusta
meterse donde no les llaman, quieren ser el centro de atención y suelen ser las típicas
personas conocidas como falsas y criticonas.
4. Jefes tóxicos
Puede ocurrir que no sean los compañeros de trabajo los que intoxiquen el ambiente de
trabajo, sino que los jefes, ya sea por su mala gestión o por su personalidad, te hagan
la vida imposible. En estos casos, puede que estés en desventaja a la hora de solucionar
el conflicto.
En resumen, los jefes tóxicos suelen ser: arrogantes y malos comunicadores, autocráticos,
inflexibles, controladores y discriminadores.
5. Competitividad
Es habitual que muchas empresas paguen a sus empleados en función de los logros
conseguidos. Y mientras algunas empresas reparten comisiones entre los miembros de un
equipo, otras premian a los empleados de manera individual: en función de las ventas o
los objetivos marcados, es una persona la que recibe la comisión. Este tipo de incentivos
pueden provocar roces entre los trabajadores, pues la competitividad que se crea trae
consigo conflictos entre trabajadores.
6. Relaciones amorosas
Los compañeros de trabajo pueden sufrir algún romance, lo cual no tiene que ser negativo.
Ahora bien, en algunas situaciones, las relaciones amorosas en el trabajo pueden
traer consigo conflictos. Las relaciones amorosas pueden surgir el en entorno laboral
como en cualquier otro lugar, pero, para evitar conflictos, es necesario que no interfieran
en el trabajo.
Y claro, cuando un compañero no rinde como debería rendir los conflictos pueden
aparecer. Cuando alguien no realiza bien su trabajo acabará interfiriendo en el tuyo, y
posiblemente, hará que tengas que hacer el suyo y trabajar más. Las empresas y
organizaciones son sistemas dinámicos, y un retraso en el plazo para entregar un proyecto
puede hacer que todo el funcionamiento general de este "organismo vivo" se resienta. A
nadie le gusta trabajar el doble.
8. Prejuicios (machismo/racismo)
Reseña de bibliográfica
La sala de urgencias ha sido un refugio para muchos expacientes que han tenido
problemas de adaptación. El incremento en su utilización se atribuye también a una
confianza general en el modelo médico convencional, al estigma social de buscar ayuda
en los centros de salud mental, la disponibilidad durante las 24 horas del día de salas de
urgencias, etc.
Trabajadores sociales
Grumet y Trachtman describen un programa que utiliza trabajadores sociales del ámbito
psiquiátrico en un centro de salud mental de Rochester, vinculado a la sala de urgencias
de un hospital general. Existen algunas ventajas en la utilización de los trabajadores
sociales: están alertas con respecto a las complejidades familiares y sociales, están
familiarizados con los recursos comunitarios, no resultan intimidantes para los pacientes
y pueden permanecer con un paciente.
Enfermeras
Equipos multidisciplinarios
Consulta externa
Amdur y Tuder observaron que el personal de la sala de urgencias reacciona con ansiedad
ante los pacientes psiquiátricos, porque no pueden hacer una rápida categorización o
prescripción de un tratamiento. Por lo tanto sugieren que los consultores psiquiátricos
deberían encargarse de las labores de educación del personal, lo mismo que de su
supervisión, para ayudar a los miembros del mismo a reconocer y manejar sus
responsabilidades respecto a estos pacientes que les provocan ansiedad.
Paraprofesionales
Seguimiento
Cumplimiento de canalización
Reincidentes
Wilder refiere que la visión de estas personas es la del pabellón de urgencias como su
cabecera. Bassuk y Gerson sugieren que estos reincidentes no se benefician de la
evaluación y la canalización tradicionales, y llaman a una mayor atención hacia las
necesidades especiales de estos pacientes.
Retroalimentación
Política administrativa
Cada hospital debe decidir que parte del personal se ocupará del otorgamiento de los
aspectos relacionados con los primeros auxilios psicológicos. La bibliografía acerca de
las salas de urgencias sugiere que el uso de equipos multidisciplinarios, con trabajadores
sociales y otro personal no médico miembros, disponible para comunicaciones con
duración desde media hora hasta varias horas y con personas en crisis, es el enfoque más
rentable, puesto que libera al personal médico de tratar problemas médicos
Espacio físico
Para permitir que el otorgamiento de los servicios para atención de crisis en espacios
físicos adecuados, lo que incluye salas de espera, de revisión medica y para realizar
entrevistas en forma privada, aumentando la comodidad y con suficiente espacio para
familiares y amigos.
Contacto psicológico
Se debe contar con personal capacitado dentro del área de urgencias en el hospital de
salud mental así como estar alerta a las necesidades de los pacientes y familiares,
menos vinculados con el modelo médico y más conscientes de los recursos de la
comunidad, estableciendo una relación más empática.
De igual manera, se debe de contar con espacios adecuados para brindar los servicios
en crisis.
El diagnostico de los pacientes en crisis puede ser realizado por trabajadores sociales,
enfermeros, médicos, psiquiatras, psicólogos, y recepcionistas de urgencias; los
cuales deben de estar previamente capacitados en conceptos básicos en primeros
auxilios psicológicos, verificando el diagnostico adecuadamente, ya que muchos
pacientes presentan muchos males somáticos y psicológicos o enfermedades
psiquiátricas subcanalizadas.
Posibles soluciones
Se debe brindar servicio de seguimiento, para así poder juzgar su propia efectividad,
y analizar el progreso y efectividad del paciente.
El orientador debe prestar la suficiente atención con el paciente en crisis para así tener
mejor rendimiento tanto en el paciente como en la familia.
Ejecución de pasos concretos
Seguimiento
Habrá de canalizar al paciente a redes de enlace, ya sea por edad, sexo o etapa en la
que se encuentre.
Los profesionales de la Salud, enfermeros, psicólogos, médicos, terapistas etc, tienen una
influencia directa con pacientes en situación de crisis su entorno y son de gran ayuda no
solamente en la parte física sino también en la parte psicológica y que tienen gran
conocimiento en estas áreas.
Otro punto de contacto por parte de las enfermeras y profesionales de la salud son las
cuestiones somáticas correlativas a todas las crisis. El reto para el equipo al cuidado de la
salud es, diagnosticar de manera apropiada la relación entre los síntomas físicos y las
crisis vitales y hacer recomendaciones de canalizaciones y tratamientos para la resolución
de crisis.
Las enfermeras y los trabajadores sociales de manera usual reciben al menos algún
entrenamiento teórico en intervención en crisis mientras que otros miembros de la salud
no han sido entrenados por lo que no se sienten cómodos al asistir pacientes en crisis, al
igual que el tratar el componente emocional de los problemas de los pacientes no siempre
se consideran una alta prioridad en el sistema hospitalario.
Los cuidados intensivos se encargan de proporcionar cuidado de alto nivel a los pacientes
enfermos o heridos de manera grave. Por lo que los pacientes de esta área están de modo
invariable, en medio de una crisis multifacética, esto por las lecciones y los daños severos
que llevan como pérdidas de extremidades u órganos, así como el daño de un función o
hasta la muerte, siendo una experiencia aterradora y llena de tensiones para el paciente,
lo mismo que para la familia. A los pacientes en ocasiones se les medica o simplemente
están muy cansados para estar dentro de tal realidad; cuando despiertan, los diferentes
factores ambientales de la unidad de cuidados intensivos provocan alucinaciones, mareos,
y percepción sensorial baja, por lo que Kuenzi y Fenton en 1975 proponen que al paciente
se le debe de dar información frecuente acerca de su estado de progreso.
Cirugía:
Son los pacientes que han sido hospitalizados por el fin de que se les realice una cirugía,
de manera usual experimentan ansiedad. El impacto de la cirugía con frecuencia no
termina cuando se ha completado el procedimiento. Ya que las secuelas se asocian
con una gran cantidad de tención y el período de recuperación puede ser un terreno fértil
para la crisis.
Insuficiencia renal:
Los pacientes renales en etapa terminal deben recibir hemodiálisis y tienen que soportar
numerosas tensiones, conflictos entre las necesidades de dependencia, contra las de
independencia, llevar la relación con un objeto inanimado que es el dializador, la
ambivalencia sobre la vida contra la muerte, los conflictos interpersonales relacionados
con el personal de la unidad de diálisis y el cónyuge o familiares de la persona en
tratamiento.
Discapacidad crónica:
Los pacientes que padecen alguna discapacidad crónica, están lisiados o discapacitados
emocional o psicológicamente por el gran exceso del alcance de la incapacidad física de
la enfermedad correspondiente, ésta es el resultado de una variedad de trastornos tales
como el cáncer, mal de vías coronarias, males renales, esclerosis múltiple y la incapacidad
física.
PASOS A DESARROLLAR
Realización del contacto psicológico:
Una de las principales necesidades de los pacientes, es la necesidad de ser escuchado, por
lo que un trato atento y gentil por parte de las enfermeras o médicos, baja los niveles de
ansiedad de los pacientes, por lo que escuchar de manera activa, comunica una
compresión de la visión del paciente respecto a la situación actual.
La supervivencia física:
Los pacientes que presentan afecciones somáticas que acompañan a una crisis vital
importante pueden ser poco receptivos a las ideas acerca de los cambios tanto en la
nutrición como en el ejercicio y otros medios de supervivencia física. Se debe prestar
atención a tranquilizantes para la ansiedad o medicación para la conciliación del sueño.
Expresión de sentimientos:
Muchos pacientes son víctimas de falsas conjeturas acerca de sus propios sentimientos y
de cómo manejar la ansiedad, la ira o la depresión relacionadas con la enfermedad física.
Por lo que el profesional de la salud debe de explicar que los sentimientos son un elemento
legítimo del funcionamiento humano, y que pueden esperarse de forma intensa durante
los tiempos de crisis y tensión extrema.
Dominio cognoscitivo:
El profesional de la salud debe de alertarse ante distorsiones que el paciente hace acerca
de la situación y particularmente el significado de las mismas para el futuro.
Adaptaciones conductuales/interpersonales:
Los médicos o enfermeras deben de ser capaces de identificar las adaptaciones necesarias
para un individuo que sufre una lesión física particular, basados en su experiencia con los
pacientes y en su conocimiento acerca de la crisis.
Estos son componentes útiles para los profesionales de la salud implicados en la atención
básica.
Intervención de crisis en salas de emergencias.
La intervención en crisis es un proceso que busca influir activamente en el
funcionamiento psíquico de una persona durante un periodo de desequilibrio para aliviar
el impacto inmediato de los eventos estresantes, y ayudar a reactivar las actividades
afectadas por la crisis. La evaluación e intervención adecuadas son esenciales para
garantizarla seguridad del paciente y de terceros, ayudarlo a afrontar eficazmente el
problema, y empoderarlo para hacer frente a futuros acontecimientos vitales de manera
eficaz.
Las enfermedades o lesiones que llevan a los pacientes a las salas de urgencias muchas
veces atacan de manera repentina e inesperada, y con frecuencia son asuntos de vida o
muerte. La crisis psicológica relacionada con la enfermedad o la lesión física grave, con
frecuencia asocia con la amenaza que se recibe hacia los objetivos importantes en la
vida. Y la pérdida potencial.
Reseña de bibliográfica
La sala de urgencias ha sido un refugio para muchos expacientes que han tenido
problemas de adaptación. El incremento en su utilización se atribuye también a una
confianza general en el modelo médico convencional, al estigma social de buscar ayuda
en los centros de salud mental, la disponibilidad durante las 24 horas del día de salas de
urgencias, etc.
Trabajadores sociales
Grumet y Trachtman describen un programa que utiliza trabajadores sociales del ámbito
psiquiátrico en un centro de salud mental de Rochester, vinculado a la sala de urgencias
de un hospital general. Existen algunas ventajas en la utilización de los trabajadores
sociales: están alertas con respecto a las complejidades familiares y sociales, están
familiarizados con los recursos comunitarios, no resultan intimidantes para los pacientes
y pueden permanecer con un paciente.
Enfermeras
Equipos multidisciplinarios
Consulta externa
Paraprofesionales
Seguimiento
Cumplimiento de canalización
Reincidentes
Wilder refiere que la visión de estas personas es la del pabellón de urgencias como su
cabecera. Bassuk y Gerson sugieren que estos reincidentes no se benefician de la
evaluación y la canalización tradicionales, y llaman a una mayor atención hacia las
necesidades especiales de estos pacientes.
Retroalimentación
Política administrativa
Cada hospital debe decidir que parte del personal se ocupará del otorgamiento de los
aspectos relacionados con los primeros auxilios psicológicos. La bibliografía acerca de
las salas de urgencias sugiere que el uso de equipos multidisciplinarios, con trabajadores
sociales y otro personal no médico miembros, disponible para comunicaciones con
duración desde media hora hasta varias horas y con personas en crisis, es el enfoque
más rentable, puesto que libera al personal médico de tratar problemas médicos
Entrenamiento del personal
Espacio físico
Para permitir que el otorgamiento de los servicios para atención de crisis en espacios
físicos adecuados, lo que incluye salas de espera, de revisión medica y para realizar
entrevistas en forma privada, aumentando la comodidad y con suficiente espacio para
familiares y amigos.
Contacto psicológico
Se debe contar con personal capacitado dentro del área de urgencias en el hospital
de salud mental así como estar alerta a las necesidades de los pacientes y familiares,
menos vinculados con el modelo médico y más conscientes de los recursos de la
comunidad, estableciendo una relación más empática.
De igual manera, se debe de contar con espacios adecuados para brindar los
servicios en crisis.
Posibles soluciones
Se debe brindar servicio de seguimiento, para así poder juzgar su propia efectividad,
y analizar el progreso y efectividad del paciente.
El orientador debe prestar la suficiente atención con el paciente en crisis para así
tener mejor rendimiento tanto en el paciente como en la familia.
Seguimiento
Habrá de canalizar al paciente a redes de enlace, ya sea por edad, sexo o etapa en la
que se encuentre.
preguntas abiertas: “¿Qué es lo que ha estado pasando de manera reciente para hacer que las
cosas sean tan difíciles para usted así mismo” o, “dígame más acerca de lo que le ha estado
angustiado recientemente”? Estas y otras preguntas del tipo quién, qué, dónde, por qué, cuándo y
cómo, pueden plantearse de manera no amenazante y tener el potencial para deducir información
creen que aquellos que están disponibles para ellos (familia, amigos, compañeros de trabajo) no
deberían estar implicados en los problemas en ese momento. Un contacto telefónico, entonces,
proporciona una excelente oportunidad para que el orientador pregunte acerca de las varias vías
que el usuario del servicio ha intentado, para analizar los obstáculos que éste ha encontrado (que
incluyen, con mucha frecuencia, el entendimiento en quien llama de que “el no entendería”, o de
que “yo nunca le podría decir esto a ella”). El objetivo es crear tantas direcciones potenciales
como sea posible, como el fin de actuar sobre las necesidades urgentes