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Los cuerpos celestes, forman parte, por lo tanto, de nuestra Vía Láctea y; lo conforman:
planetas, asteroides, satélites naturales; así como también, cometas, polvo estelar y gases
propios del espacio.
1. LOS PLANETAS
Son esferas semi – ovaladas que giran alrededor del sol. Hasta el momento, sólo se sabe
que el Planeta Tierra, es el único que posee vida. Otra característica de los planetas, es que
carecen de luz; por esto, deben tomarla del Sol. Todos poseen movimientos de rotación y
de traslación; variando de uno a otro, el tiempo que se tardan en realizar este último giro.
Todos los planetas poseen un centro rocoso y, una atmósfera, formada por gases. Algunos,
poseen más gases que otros, lo que permite o impide su habitabilidad.
Se denomina satélites naturales, a cualquier cuerpo, más pequeño, que gira alrededor de
otro, de mayor tamaño. La luna es un satélite natural.
3. LOS ASTEROIDES
Los asteroides pueden definirse como cuerpos formados por roca o metal, que orbitan
alrededor del Sol. Una de sus características principales, consiste en que, cada vez que
ingresan a la atmósfera de un planeta, se transforman en bolas incandescentes; pasando a
denominarse: meteoritos.
4. LAS ESTRELLAS
Son cuerpos que poseen luz propia y están formadas por hidrógeno y polvo cósmico. Existen
los siguientes tipos: Novas, Súper nova, y pulsar. Los grupos de estrellas, se denominan:
Constelaciones.
¿QUÉ ES UNA GALAXIA?
Vivimos en un planeta llamado Tierra, que es parte de nuestro sistema solar. Pero, ¿dónde
se encuentra nuestro sistema solar? Es una parte pequeña de la galaxia llamada Vía Láctea.
Una galaxia es un conjunto de gases, polvo y miles de millones de estrellas y sus sistemas
solares. La galaxia se mantiene unida gracias a la fuerza de gravedad. Nuestra galaxia, la vía
Láctea, también tiene un agujero negro supermasivo en el medio.
Cuando a la noche observamos las estrellas en el cielo, estamos viendo otras estrellas de la
Vía Láctea. Si está muy oscuro, alejado de las luces de la ciudad y de las casas, podemos
incluso ver cómo las franjas de polvo de la Vía Láctea se expanden en el cielo.
Sin embargo, existen muchas otras galaxias además de la nuestra. ¡Son tantas que aún no
hemos podido contarlas a todas! El Telescopio Espacial Hubble observó una pequeña
porción del espacio durante 12 días y descubrió 10,000 galaxias, de todo los tamaños,
formas y colores. Algunos científicos creen que podría haber unos cien mil millones de
galaxias en el universo.
Algunas galaxias tienen forma de espiral como la nuestra. Tienen brazos curvados que
hacen que parezcan molinetes. Otras galaxias son lisas y tienen forma de óvalo. Se las
denomina galaxias elípticas. También existen galaxias que no tienen forma ni de espiral ni
de óvalo. Son de forma irregular y parecen manchas. La luz que nosotros vemos de cada
una de estas galaxias proviene de las estrellas en su interior.
A veces las galaxias se acercan demasiado y se chocan entre sí. Nuestra Vía Láctea algún día
se chocará con Andrómeda, nuestro vecino galáctico más cercano. Pero no te preocupes.
Faltan como cinco mil millones de años para que eso suceda. Y aunque sucediera mañana
mismo, puede que ni te des cuenta. Las galaxias son tan grandes y están tan expandidas en
los extremos que, aunque se choquen entre sí, los planetas y los sistemas solares a menudo
no llegan a colisionar.
EVOLUCIÓN DE LAS ESTRELLAS
El ciclo de vida de una estrella empieza como una gran masa de gas
relativamente fría. La contracción del gas eleva la temperatura hasta
que el interior de la estrella alcanza 1.000.000 °C. En este punto tienen
lugar reacciones nucleares, cuyo resultado es que los núcleos de los
átomos de hidrógeno se combinan con los de deuterio para formar
núcleos de helio. Esta reacción libera grandes cantidades de energía, y
se detiene la contracción de la estrella. Por un tiempo parece que se
estabiliza.
Las estrellas con una masa mucho mayor que la del Sol sufren una
evolución más rápida, de unos pocos millones de años desde su
nacimiento hasta la explosión de una supernova. Los restos de la estrella
pueden ser una estrella de neutrones.
Mientras más roja se observa una estrella, más fría es; las más calientes se muestran
de color azul.
Tipos espectrales:
1.- O. Su color aparente es azul, casi violeta. Las estrellas de este tipo son sumamente
calientes y luminosas, con una temperatura mayor de 28,000 K. Pueden llegar a tener
40,000 K.
2.- B. Estas estrellas muestran un color azul claro y tienen temperaturas de alrededor
de 10,000 a 20,000 o hasta 28,000 K. Son muy luminosas, pero claro, ligeramente
menos que las del tipo O.
4.- F. Presentan un color aparente blanco, pero pueden verse todavía un tanto azuladas
e incluso ligeramente amarillas. ¿Su temperatura? 6,000-7,500 K. Un 3 por ciento de
las estrellas que se observan son de este tipo.
6.- K. Son estrellas de color rojo a rojo anaranjado, que presentan una temperatura de
3,500 a 5,000 K. Son más frías que las de tipo G pero menos que las de M, y
representan un 12 por ciento de las estrellas conocidas.
7.- M. Son las más comunes y las más frías. Su color aparente es rojo y registran
temperaturas menores de 3,500 K.
Tanto los meteoroides, meteoros y meteoritos representan los diferentes estados de los
restos interplanetarios.
Los meteoroides son restos pequeños de roca y metal. Pedazos que suelen ser de
asteroides, cometas y raramente de la luna de Marte. La gravedad terrestre arrastra a
millones de meteoroides. La mayoría se vaporizan al llegar a nuestra atmósfera dejando un
rastro visible de polvo brillante al que popularmente se le llama “estrella fugaz”.
Los meteoritos son meteoroides que consiguen cruzar la atmósfera terrestre y llegar a
tierra.
Un meteoro es el fenómeno luminoso que se produce por la ionización del aire cuando los
meteoroides son atraídos por la gravedad terrestre y entran en contacto con la atmósfera.
El fenómeno también se conoce como “estrella fugaz”.
¿QUÉ ES ASTRONOMÍA Y PARA QUE NOS SIRVE?
La Astronomía es la disciplina que se ocupa del estudio de los cuerpos celestes, también
conocidos como astros, sus posiciones, movimientos y todo cuanto existe relacionado a los
mismos.
Se trata de una disciplina que existe desde tiempos remotísimos, desde que el ser humano
pisó el planeta. Siempre ha sido un interés especial el que el hombre ha tenido por conocer
todo cuanto incumbe a los astros.
Siente una profunda fascinación y asombro por ellos y muestra de esto ha sido que desde
los tiempos más antiguos de la humanidad se ocupó en desarrollar elementos que le
permitiesen su estudio y avanzar cada día más en su conocimiento.
Un interés fanático y antiquísimo el del ser humano por el conocimiento del universo
Los cuerpos celestes u objetos astronómicos es cualquier entidad física significativa que se
confirma a través de la ciencia que existe como tal en el universo, como ser: el sol, los
planetas, la luna, los asteroides, los meteoroides, entre otros.
En tanto, tendremos idea de su existencia y datos sobre sus características y origen a partir
de la información que nos provee la radiación electromagnética o cualquier otro medio
acorde.
Si bien la Astronomía es una ciencia moderna, la misma ha tenido una importante relación
con el ser humano desde tiempos inmemoriales; de alguna u otra manera, desde la
antigüedad, todas las civilizaciones han tenido algún tipo de contacto con esta ciencia.
Aristóteles, Tales de Mileto, Nicolás Copérnico, Galileo Galilei e Isaac Newton, entre otros,
han sido varios de los grandes pensadores que se encargaron de promoverla y elevarla, cada
uno en el momento histórico en el que le tocó actuar.
El antecedente de la astronomía fue la Cosmogonía, la cual era una rama dentro de las
religiones antiguas que trataba de explicar el origen del universo, ligándolo especialmente
a los elementos mitológicos tan abundantes e importantes por aquel entonces.
La cultura griega fue sin dudas la primera en hacer grandes aportes a la materia, tales como:
la definición de la magnitud. Por su lado, la astronomía pre colombina contaba con
calendarios súper exactos.
Entre los siglos XVI y XVII se produjeron grandes avances en el tema y la astronomía, de a
poco, se empezaría a acercar a la física para traernos grandes e importantes novedades.
La incorporación del telescopio por parte de Galileo Galilei trajo una inigualable precisión
en las observaciones y también despertó nuevas preguntas que progresivamente fueron
hallando respuestas.
Entre las variadas cuestiones que los astrónomos fueron descubriendo se destacan la
descubierta hace unos 400 años y que señala que el planeta tierra orbita alrededor del Sol,
una de las máximas estrellas.
En tanto, Copérnico, sería recordado por siempre y ensalzado en la Astronomía por su
aporte que señala que el centro del universo no está en la tierra sino que es el sol el
auténtico centro del mismo.
La mencionada teoría se denomina heliocentrismo y sobre ella se desarrolló el
conocimiento astronómico que le sucedió.
En el siglo XVII, Galileo, avanzó en una cuestión relevante, la determinación de las fases
lunares, los movimientos de los planetas, el principio de la gravedad, que es la fuerza que
rige el movimiento en nuestro universo.
Sería a partir de este momento que la astronomía alcanzaría un desarrollo fantástico e iría
sumando disciplinas afines para seguir avanzando en los conocimientos.
BIOGRAFÍA GALILEO GALILEI
Galileo Galilei fue un físico y astrónomo italiano del siglo XVI y XVII (nació el 15 de febrero
de 1564 y murió el 1642 a los 77 años) conocido principalmente por:
– Defender, a través del método científico y a riesgo de su propia vida, la teoría heliocéntrica
de Nicolás Copérnico.
Nació en la ciudad de Pisa (Italia), en el seno de una familia de comerciantes. A los diez años
de edad, sus padres se trasladaron a Florencia, dejándolo al cuidado de un vecino religioso
que acabaría introduciéndole en la vida eclesiástica. Pocos años más tarde, tan pronto como
se enteró; su padre, un hombre no muy devoto, sacó a su hijo del convento en el que se
hallaba y lo inscribió en la Universidad de Pisa para que estudiara medicina.
Con tanta imprudencia como entusiasmo, Galileo hizo públicos sus resultados aún sabiendo
que contradecir la teoría geocéntrica podría llevarle ante la Inquisición por herejía. Y así fue.
Poco antes de morir tuvo que retractarse y negar la verdad para no acabar quemado en la
hoguera. Dicen algunos historiadores, que en voz baja, justo después de abjurar, murmur ó
la famosa frase: “Eppur si muove” (en español: “y sin embargo, se mueve“) refiriéndose al
movimiento de la Tierra alrededor del sol.
AURORAS POLARES
¿QUÉ SON?
Las auroras polares, como su propia etimología indica (aurora proviene del latín «aura» =
brillo; y polar hace referencia a los polos terrestres), son fenómenos luminiscentes que se
producen ocasionalmente en el cielo nocturno de los zonas polares (aunque también
pueden observarse fuera de esta regiones).
Estos espectáculos lumínicos se manifiestan por las noches dando lugar a un juego de luces
de uno o varios colores sobre el cielo más boreal (Norte) y/o austral (Sur) de la Tierra. * Por
esta razón se denomina auroras boreales a las auroras polares del Polo Norte y auroras
australes a las del Polo Sur.
Todo comienza en el Sol. Allí, de vez en cuando, se produce un fenómeno conocido como
vientos solares, que son potentes eyecciones de electrones y protones (plasma solar) que
escapan del Sol y se propagan por el espacio.
Cuando estas partículas subatómicas llegan a la Tierra y chocan contra el campo magnético
de nuestro planeta, son automáticamente conducidas hacia los polos terrestres, donde
entran en contacto con la atmósfera. La colisión de los electrones y protones provenientes
del viento solar contra los átomos y moléculas que componen la atmósfera terrestre
(principalmente O, N y N2) causan la excitación de estos últimos a niveles superiores de
energía; energía extra e inestable que es automáticamente expulsada en forma de radiación
electromagnética a diferentes longitudes de onda (luz visible en diferentes colores) para
devolver a los átomos a su estado energético original. Esa luz visible de diferentes colores
que arrojan los átomos y moléculas excitados de la atmósfera es lo que conocemos como
aurora polar.
CUERPOS CÓSMICOS
EL ORIGEN DEL UNIVERSO
La teoría más conocida sobre el origen del universo se centra en un cataclismo cósmico sin
igual en la historia: el big bang. Esta teoría surgió de la observación del alejamiento a gran
velocidad de otras galaxias respecto a la nuestra en todas direcciones, como si hubieran
sido repelidas por una antigua fuerza explosiva.
Antes del big bang, según los científicos, la inmensidad del universo observable, incluida
toda su materia y radiación, estaba comprimida en una masa densa y caliente a tan solo
unos pocos milímetros de distancia. Este estado casi incomprensible se especula que existió
tan sólo una fracción del primer segundo de tiempo.
Los defensores del big bang sugieren que hace unos 10.000 o 20.000 millones de años, una
onda expansiva masiva permitió que toda la energía y materia conocidas del universo
(incluso el espacio y el tiempo) surgieran a partir de algún tipo de energía desconocido.
La teoría mantiene que, en un instante (una trillonésima parte de un segundo) tras el big
bang, el universo se expandió con una velocidad incomprensible desde su origen del
tamaño de un guijarro a un alcance astronómico. La expansión aparentemente ha
continuado, pero mucho más despacio, durante los siguientes miles de millones de años.
Los científicos no pueden saber con exactitud el modo en que el universo evolucionó tras el
big bang. Muchos creen que, a medida que transcurría el tiempo y la materia se enfriaba,
comenzaron a formarse tipos de átomos más diversos, y que estos finalmente se
condensaron en las estrellas y galaxias de nuestro universo presente.
Orígenes de la teoría
Un sacerdote belga, de nombre George Lemaître, sugirió por primera vez la teoría del big
bang en los años 20, cuando propuso que el universo comenzó a partir de un único átomo
primigenio. Esta idea ganó empuje más tarde gracias a las observaciones de Edwin Hubble
de las galaxias alejándose de nosotros a gran velocidad en todas direcciones, y a partir del
descubrimiento de la radiación cósmica de microondas de Arno Penzias y Robert Wilson.
Fue uno de los más importantes astrónomos estadounidenses del siglo XX, famoso
principalmente por que en 1929 demostró la expansión del universo midiendo el
corrimiento al rojo de galaxias distantes. Concluyó que la única explicación consistente con
los corrimientos hacia el rojo registrados, era que, dejando aparte a un "grupo local" de
galaxias cercanas, todas las nebulosas extragalácticas se estaban alejando y que, cuanto
más lejos se encontraban, más rápidamente se alejaban. Esto sólo tenía sentido si el propio
universo, incluido el espacio entre galaxias, se estaba expandiendo.
Asimismo es considerado el padre de la cosmología observacional.