Alumnos: Matías Ignacio Rodríguez Corvalán

Lección: Guía de Lectura 2

¿Cómo es que el Antiguo Testamento testifica a Cristo?

La persona de Cristo se encuentra escondida en el Antiguo Testamento para ser revelada en

el periodo del Nuevo Testamento (postreros tiempos). Él, es el mistesterio escondido que

Dios tenía preparado desde antes de la fundación del mundo y con quien ideó reconciliar

consigo mismo todas las cosas. De esta forma no es de extrañar que todo el Antiguo

Testamento de testimonio y apunte hacia Cristo. Si el Nuevo Testamento es Cristocéntrico,

el Antiguo, también lo es. Ahora bien, ¿Cómo se nos testifica de Crsito en el Antiguo

Testamento?. A través de profecias, a traves de figuras, tipos, narraciones, poesía. Por

ejemplo, iniciando la Biblia nos encontramos en Génesis con el protoevangelio, donde se nos

enseña que la simiente de la mujer, es decir Cristo, dará un gólpe mortal a la siminete de la

serpientes, es decir Satanás. Y este golpeará el talón de Cristo. Todo esto nos apunta hacia el

evangelio que se revela completamente en el Nuevo Testamento. Así obsevamos que Cristo

en la Cruz, da un gólpe mortal a Satanás al romper el ministerio de la muerte que es la

escravitud al pecado, abriedo paso, por la fe en Su nombre, al Padre. Así también Satanás da

un golpe no mortal a Cristo con todo lo que fueron sus padecimientos.

Siguiendo con el Pentateuco, por ejemplo en Éxodo, muchos interpretes ven prefigurada la

vida del creyente y en especial, la obra de Cristo. Él, nos libera de la escrabitud de Egipto

(pecado y Satanás) y nos hace caminar por el desierto de la vida mientras nos va trasformando

(santificación) y acompañandonos fielmente tanto de día como de noches hasta llegar a la

tierra prometida que figura el cielo. En esta historia, nos encontramos con dos personajes

importantes. Por un lado con Moisés, quien libera al pueblo de Egipto y que en este sentido
es un tipo de Cristo, quien nos ha liberado del reino de las tinieblas y por otro lado tenemos

a Josué, quien conquista y abre paso a la tierra prometida, tipificando también de esta manera

a Cristo, quien nos ha abierto el camino a la vida eterna.

Saltandonos a otros libros, vemos a Cristo prefigurado en todo el sistema sacrificial Hebreo;

en el cordero sin mancha que es sacrificado por los pecados del pueblo. Así también Cristo,

es el cordero de Dios, perfecto que fue inmolado por el pecado de muchos.

En el libro de los Salmos, nos encontramos con varios de estos que profetizan acerca de

Cristo. Así por ejemplo, el Salmo 22, nos muestra claramente su vivencia en la Cruz. El

Salmo 23 nos lo muestra como el buen Pastor que guía, alimenta y cuida a las ovejas. En el

Salmo 24, es el Rey de Gloria.

Por su parte, en el libro de Proverbios, está representado por la sabiduría, la que debe ser

buscada ferborosamente. En el libro de Isaías, el capitulo 53, nos muestra claramente los

sufrimientos vicarios de Cristo por nuestros pecados.

Se podrían poner muchos más ejemplos de tipos, nombres y profesias hacerca de Cristo... lo

cierto es que el Antiguo Testamento es completamente Cristocéntrico, pero requerimos que

el Espíritu Santo, nos ilumine para encontrar la joya que es Cristo, nuestro salvador.

¿Que son las colecciones de libros del Nuevo Testamento?

Son grupos de libros a los cuales se les reconoce la autoridad (inspirados) divina.

En un comienzo, podemos encontrar la colección de los Evangelio y las cartas paulinas. La

unión de estas dos colecciones, se vio afianzada con la aparición del libro de Hechos, el cual

continúa la historia al evangelio de Lucas (el médico).

En la actualidad y ya con un cánon cerrado, el Nuevo Testamento se organiza en las

siguientes colecciones: Evangelios y Hechos, Cartas Paulinas, Cartas Generales y

Apocalípsis.

¿Qué son algunos de los eventos significantes en la formación del canon del Nuevo

Testamento?

Agustín

Agustín heredó el canon de la escritura como algo recibido y con el tiempo se preguntó en

relación a los libros que contenía: ¿Por qué estos y no otros?. Hasta este momento ningún

concilio ecleiastico se había pronunciado acerca del canon. A el y a sus contemporaneos les

habían llegado los 27 libros pero no todos con la misma autoridad prevaleciendo

generalmente el prestigio de la Iglesia. Dado esto, Agustín hizo su propio canon pero las

discuciones en relación a los libros persistierón y resurgió en siglos posteriores.

Concilios de Hipona y Cartago

El “Concilio de Hipona” (393), probablemente fue el primer concilio de la Iglesia que

estableció los límites del canon de la Escritura que se repitió en el “tercer Concilio de

Cartago” (397).

El “sexto Concilio de Cartago” (419) ratifica la misma resolución de su antesesor.

Durante la Edad Media la forma del canon del Nuevo Testamento en Europa oxidental,

permaneció invariable salvo discretos cambios locales y transitorios. Tampoco las

dimensiones del canon del Nuevo Testamento se vieron afectadas seriamente por el

avivamiento de la enseñanza en el siglo XV y la reforma del siglo XVI.

El Concilio de Trento (abril 1546)

Se enumeraron los 27 libros aceptados del Nuevo Testamento existiendo una diferencia en

relación con los reformadores con respecto al valor o igual veneración que se les entregaba a

las tradiciones no escritas en relación a las Escrituras y también en su especificación de que

la antigua edición de la “Vulgata latina” era el único texto con autoridad de la Escritura. Ya

que algunos pensaban que la autoridad de los originales hebreo y griego debía reconocerse

de forma explícita. Finalmente esto no se logró hasta la asamblea de teólogos de Westminster.

La confesión de fe de Westminster

Acá se da una lista exacta de los libros del Nuevo Testamento como los del antiguo. Se puede

ver que los teólogos de Westminster no estuvieron a favor de la autoría paulina de Hebreos,

señalando también que la autoridad de las Escrituras no depende del testimonio de ningún

hombre o iglesia; sino que nuestra persuasión y completa seguridad de su infalible verdad y

divina autoridad provienen de la obra interior del Espíritu Santo, quien da testimonio a

nuestro corazón con la Palabra y por medio de ella. (1). Así también esta confesión señala

que nada ha de añadirse, ni por nuevas revelaciones del Espíritu, ni por las tradiciones de

hombres. (1).

El canon de la Escritura es un canon cerrado.

1. Bruce, F. F. El Canon de la Escritura. Barcelona : Andamio, 2014, pág. 253.