Вы находитесь на странице: 1из 36

Bitácora de un náufrago del silencio:

-Momento 1
De pronto me di cuenta que era la única
alma en ese lugar; lo cual mostraba parte
de mi sentir y de mi realidad. No sé cómo
he llegado aquí, ya llevo un tiempo o al
menos así lo siento; en ocasiones siento
que me acostumbro a esta atmósfera
densa pero intangible, encuentro el
ansiado escape.
A como de lugar me haré de los que pueda
para poder salir, pero como poco conozco
este lugar ni el modo en que llegué aquí
me temo que por más que desee irme de
aquí, puede que no haya modo. Quizás
tendré que quedarme aquí por el resto de
mis días.

Seguiré escribiendo…

Capitulo uno: ¿Solo?

Me presentó, me llaman Hombre Alegre,


aunque no sé porque me llaman así, si no
siento en absoluto nada de alegría. Verán
siempre he sentido sobre mí el pasar de
una “presencia” que me aterra desde niño:
Abandono.

No sé porque pero siempre he tenido


miedo de estar solo y abandonado y hace
unos seis años ese miedo se hizo muy
tangible, real y visible, solo diré que en ese

1
momento fue donde comenzó todo. No voy
a hablar de eso en este momento.

Fue entonces que comencé a sentirme solo


durante ese año muchas cosas
comenzaron a empeorar, relaciones,
familia, trabajo, la vida en general y fue
por ello que decidí mudarme de ciudad,
tratar de vivir una nueva vida y comenzar
desde donde pudiera hacerlo, aun así ese
sentimiento insistía y se agudizaba, y
desesperadamente trate de huir de él y
huyendo fue que conocí por completo esa
sensación…

-Hola, buen día, ¿cómo estás?-


Saludé como lo hacía regularmente,
generalmente únicamente por cortesía.
-Bien, pues estoy, no me quejo-
Dijo con un aire de resignación.

Veía a esta persona casi todos los días


pero algo me hacía notarla de entre otras
personas. Fueron pasando los meses
hasta que se dio la oportunidad de que
pude notar que era lo que realmente hacia
que distinguiera algo notable de esa
persona, a quien le llaman Angelical:
siempre parecía ausente de todo el
mundo, como si no percibiera a quienes le
rodeaban, cosa que se me hacía extraña
pues siempre nos encontramos rodeados
de alguien ¿cómo no notar a alguien?

Quizás por mi propio temor, más que por


empatía, decidí hacerle compañía pasar

2
más tiempo con Angelical que en un inicio
parecía ser algo agradable.

-¿Qué tal, cómo sigues de aquello que me


comentaste? Me quedé preocupado.-
-Bien, ya todo está tranquilo… Sabes, se
siente bien tener algo de compañía.-

Nos miramos en ese momento y nos


entregamos a un abrazó que más que
acercar nuestros cuerpos, se acercaron
nuestras vidas.

Entonces todo parecía estar bien,


Angelical y yo nos acercamos tanto que
nos volvimos una sola existencia, tan
fuerte, que el arrebato de una de las partes
por intentar separase se volvía contra la
otra parte y se vivía como un sismo.

-¿Qué te parece si vamos a ese lugar que


nos comentaron?-
Le dije tratando de hacer más ligero el
ambiente. Pero mis propuestas parecían
no convencerle, ni agradarle, ni nada, su
mirada, su expresión y palabras se
tornaron en esa misma sensación que
notaba antes, estaba dejando de
reconocerme, de percibir que existía a su
lado.

No podía permitirme eso, no señor,


después de haber pasado por lo que pasé,
no iba a dejar que su mirada se dirigiera,
traspasando mi cuerpo a un punto ciego.

3
Sacudí su cuerpo sujetando sus hombros.
-Mírame, estoy aquí, ¿No me notas? ¿De
verdad no puedes mirarme?-
Entonces me notó una vez más, pero esta
vez con una mirada muy pesada, y en su
rostro se dibujó una mueca de enojo.
-¡No vuelvas a hacer eso¡ No eres quien
para tocarme de ese modo y si lo intentas
nuevamente verás de lo que soy capaz.-
Todo eso lo dijo de una manera tan
calmada que provocó que sintiera temor.

Desde ese momento se mostraba diferente


para conmigo, era imposible acercarme a
otra persona pues ambos estábamos
extremadamente unidos y Angelical se
mostraba con disgusto si intentaba
separarme aunque sea un poco. De ese
modo fue que las pocas personas con las
que había tenido contacto se fueron
apartando, alejándose de mí…

Estar acompañado de Angelical me


parecía suficiente, pues su presencia llegó
a resultar en determinado momento algo
embriagante, embriaguez a la que generé
una adicción y dependencia.

Los momentos en que no sabía nada de


Angelical me resultaban angustiantes
pues mil ideas pasaban por mi cabeza, era
tan insoportable sentir aquello que
rondaba mi corazón y mi mente
Pero apenas tenía noticias y todo volvía a
la calma, como un adicto en abstinencia,
creo que no hay mejor manera que

4
describirme en ese momento, pues era
adicto a esa persona y cuando por
circunstancias ajenas no teníamos
contacto sentía como podía temblar mi
corazón temblor que se extendía a mis
manos, y mi pensamiento ataba su
imagen para tratar de disminuir la
angustia.

Así fui embebiéndome de su presencia,


trataba de mantenerle alegre, buscando
mis modos para lograrlo, haciendo lo que
pidiera, dejando mis antiguos gustos
puesto que no le agradaban, dejé de
frecuentar a algunas personas solo por su
petición, me le entregue por completo, sin
embargo siempre encontraba una manera
de mostrar disgusto por algo que
proviniera de mí, así que como yo quería
mantenerle alegre, dejé de ser,
simplemente estaba de pie a su lado,
moviéndome hacia donde se moviera, sin
producir ni un chistido, apague mi
mirada, casi caminaba como un ciego,
pero aun así no estaba feliz con lo que
hacía.

-Sabes, ya no me encuentro agusto,


realmente me aburres, y prefiero estar con
alguien que se muestre más interesante,
ya no ambiciono nada de ti, que puedo
ambicionar de ti, si tú mismo careces de
ambiciones excepto la de pertenecer a mi
lado, entonces mejor me iré, me
desprenderé de ti, pues ya no eres más
que algo que parece un simple trapo que

5
solo puede ser usado para limpiar mi
suciedad.-

Pude percibir como todo lo que mi alma


fue se apartaba de mí y de Angelical, pude
notar como al alejarse no se llevó nada,
porque no había nada que llevarse de mí,
pero tampoco había dejado nada, ¿qué iba
a dejar? Si ya ni siquiera había alguien
para recibir lo que pudo haber dejado.

En ese momento me fui a deambular sin


rumbo, pues ya no tenía camino, una
senda marcada por sus pies, busqué
refugio en las palabras de quien pudiera
haber llamado amigo, sin embargo ya no
se encontraba, y yo no sabía a quién
buscar, no reconocía a nadie para poder
recurrir en busca de calma.

Entonces entendí, me volví mi miedo, soy


la imagen misma de aquello que tanto
temí, pues dejé de lado mi vida y mi ser,
me volví la clara estampa del abandono…

Así fue como llegue al silencio…

6
-Momento 2
Apareció alguien, parece ser un amigo dice que
le llaman Starman. Él me comentó que ha estado
en este lugar recientemente, y ahora parece
tener la capacidad de ir y venir según lo desee,
dice que en ocasiones es agradable, y por su
expresión y la confianza que me inspira me es
difícil no creerle.

Le pregunté cómo es que uno llega aquí, y me


habló de su experiencia, de la cual no ahondare
detalles, puesto que respeto su historia, no
obstante tengo que admitir que me identifico con
varios aspectos de su historia y de su manera de
ser. Así que puedo darme una aproximación del
porque estoy aquí. Aclarado lo anterior le
pregunte sobre lo que él conoce del lugar, me
lanzó una sonrisa como de complicidad, por lo
que pude entender que no me hablaría
tendidamente de sus descubrimientos, pero si
me dio algunos conocimientos básicos que me
serán útiles. Me despedí de Starman
estrechando su mano y el me respondió con un
abrazo de camaradería.

Una vez que se retiró mi amigo a no sé dónde,


yo comencé a explorar un poco más para ver si
hay algo que me explique porque llegué aquí.
Después de explorar un momento creo haber
encontrado algo de utilidad, aparte de esta libreta
y mi pluma fuente, encontré un especie de espejo
que magnifica lo que refleja, lo colocare frente de

7
mi para verme, recordando algo que dijo
Starman y que me intrigó: “El silencio es el que
habla.
Seguiré escribiendo…

Capitulo dos: Un año y silencio.(No sé si dejar


este nombre, no me cuaja del todo)

Han pasado ya varios meses desde que


Angelical se fue y yo sin tener a quien recurrir, no
encuentro el modo para soportar todo lo que
siento, se despiertan en muchas emociones:
enojo, tristeza, asco hacia mi propia persona.
Me he apartado definitivamente de todos los que
he llegado a conocer hasta este momento,
primero porque no recuerdo como acercarme a
ellos y segundo porque el ver las condiciones en
las cuales ellos se encuentran, qué son más
favorables que las mías, me hace sentir mucho
coraje.

Me encuentro desesperado pues no sé qué


hacer ya ha pasado casi un año y yo sigo igual
ahogando en enojo y hundido en depresión.
Sentir esto es algo que le desearía a quien fuera
capaz de ser lo más inhumano que se pueda ser.
Quizás me equivoqué al involucrarme con
Angelical, y ahora me doy cuenta del porque me
equivoqué, o mejor dicho en que me equivoqué,
pero ya de nada sirve puesto que estoy aquí

8
desquiciándome por su recuerdo y no hay nada
que pueda hacer.
Entré en un siclo en el cual realizaba las cosas
solo por hacerlas, realmente todo dejo de
interesarme, llegue a conocer a algunas
personas, con las cuales intentaba reproducir lo
que viví con Angelical, si aún seguía con mi
adicción.

Comencé a sentir desprecio por mí, por seguir


haciendo lo mismo mientras, ganando el dinero
de cada día solo por ganarlo y cuando llegaba a
intimar con alguien parecía que lo hacía solo por
el hecho de querer perpetuar la especie,
engendrando nuevas personas que son producto
de ninguna emoción. Vivía estas cosas
intentando disfrazarlas de algo que mitigara la
tristeza y amortiguara el golpe de mi enojo.
Intenté alojarme en los vicios, para ver si alguno
de ellos podía hacerme olvidar pero ninguno era
más fuerte que su adictiva presencia.

Al final de todo eso solo me sentía desperdiciado


sin nada mejor que hacer solo más que hundir mi
propia vida que carecía de sentido y existencia.
Ya ha transcurrido un año justo desde que
Angelical se fue y dentro de mí existe una rabia
que cada día aumenta despojando de mi todo
buen juicio y sensatez...

9
Mientras no me queda de otra más que estar
aquí, haciendo lo que tengo que hacer, aunque
cada día de obligaciones me sea más y más
pesado.
-Buen día, mi estimado ¿cómo te encuentras?
-Bien Starman, estoy bien.

Él es un compañero del trabajo, es un hombre


callado y a veces parece ser algo solitario y
parece disfrutarlo; me parece muy extraño eso,
¿Quién puede disfrutar de estar solo? ¿Quién
podría disfrutar lo que yo estoy sintiendo ahora?
Al menos yo no podría soportarlo, no puedo
hacerlo, es desgastante.

Un día mientras llegaba al trabajo, tarde por su


puesto justo como los tres meses anteriores. Iba
caminando pensando en Angelical, mientras
podía sentir como mis ojos se enrojecían, a la
vez que brotaban unas pocas lágrimas, en ese
momento pase frente de Starman, ni me inmute
para saludarlo aunque él pudo notar que algo me
sucedía.

-Hombre Alegre ¿todo bien?, he notado como


desde hace un tiempo pareces no preocuparte
por nada, ni por ti y está bien si no te quieres
preocupar por ti, pero al menos haz bien tu
trabajo, dispensa si te lo digo con mucha
crudeza, pero por más cosas que te sucedan
tienes que seguir trabajando.-

10
Ver que aquel sujeto pudo notar que algo no va
bien me despertó una sensación de confianza.
-Pues no, no estoy bien Starman, estoy pasando
por una muy mala racha.-
Starman me dio una palmada en el hombro y dijo:
-No sé qué es lo que te sucede, si gustas
podemos conversar después de trabajar.-
Casi por inercia respondí que si, en búsqueda de
poder encontrar un momento para poder tener
algo de desahogo.

Al momento de concluir el día me reuní con


Starman, mientras caminábamos hacia su casa
comencé a contarle lo que me ha ocurrido hasta
el día de hoy; cómo fue que comencé a sentirme
justo como me siento; como me hacía sentir
Angelical en un inicio; como me hizo sentir al
final, le conté absolutamente todo, no sé si fue
por confianza o por necesidad de hablarlo.
Cuando termine de hablar me sequé los ojos y
tome aire, levante mi cabeza y vi que Starman
me estaba prestando atención, eso me provoco
algo de calma.
Puso su mano sobre mi hombro mientras
suspiraba y entonces dijo:
-Creo que te hablé en el momento oportuno
Hombre Alegre. Yo pasé por algo similar, pero
aprendí algo de eso. Estar solo no está mal, lo
que tu estas sintiendo es algo aparte de la
soledad, se llama dolor y si, el dolor puede estar
acompañado de soledad, pero el aislarse tiene
sus ventajas. Solo quiero que sepas algo, en
estos momentos no estás solo, soy tu amigo.-

11
Escuchar eso me provoco más calma, le sonreí
y le agradecí su apoyo. Me tendió un abrazo.
En ese momento fue a su cocina y trajo un par
de cervezas, mientras bebíamos se produjo en el
lugar una atmósfera de silencio, yo ya no tenía
nada que decir, y Starman tampoco. Entonces
intervino:

-¿Te das cuenta?-


Lo miré extrañado, mientras esperaba a que
continuara hablando.
-Ya no hizo falta que siguiéramos conversando,
y está bien, eso mismo puede pasar cuando uno
está asolas. Mi buen ¡el silencio es el que habla!-
Aunque pude entender lo que Starman me dijo, y
a pesar de que encontré un amigo, sigue estando
ahí la sensación extraña que me provoca el
sentirme abandonado.

-Si ya sé que Angelical no volverá ¿qué es lo que


me hace sentir así? Tengo la certeza que jamás
estaré a su lado nuevamente, puede ser que yo
mismo lo esté deseando así porque a pesar de
sentir tanto por Angelical, hoy día sé que no
podemos estar juntos nuevamente.-

Eso pensé mientras guardábamos silencio,


lagrimas comenzaron a recorrer mis ojos y por
más que me doliera tuve que asimilar la funesta
idea de abandonar el deseo de volver a estar
juntos.

12
Me encontré sorprendido por un momento, ¿de
dónde había venido esa idea? Me detuve a
pensar no en la idea, más bien en cómo había
llegado a mi cabeza. Mientras pensaba en eso
no me di cuenta de lo que pasaba a mí alrededor,
fue tan estremecedor ese pensamiento que no
me había percatado que Starman se había
retirado de su sala de estar, no había prestado
atención de ese detalle. Entonces regresó
diciéndome:
-¿Ya te diste cuenta?
-Si… El silencio es el que habla-

Ahora solo quiero saber cómo.

13
-Momento 3
He visto algo, una silueta en donde
debería estar mi reflejo, esta silueta no se
parece físicamente a mí pero si me
transmite una cierta sensación de que es
parte de mí. La silueta parece estar
expectante a mis reacciones y no sé mueve
desde que apareció.
Intentaré comunicarme con ella, pero no
sé cómo lograrlo.

Estuve pensando en lo que me dijo


Starman “El silencio es el que habla”
retuve esa frase por un buen tiempo hasta
que pude extraer algo de esta frase, en
este espacio solo hay silencio, ni cuando
camino o muevo un objeto se produce
algún ruido, pensé que estaba sordo hasta
que hablé con Starman. En fin, mi idea fue
que si todo lo que hay aquí es silencio y el
silencio es lo que habla, intentaré
comunicarme con la silueta mediante el
silencio, es decir sin producir ruido
alguno. ¿Pero cómo poder expresar ideas
sin hablar? Creo que al sentir esa silueta
como parte mía podré comunicarme con
ella mediante mi pensamiento.
Regresaré a escribir más tarde después de
haber llevado a cabo mi teoría.

Fin del momento 3

-Momento 4
Ha sido muy revelador lo que acabo de
vivir, en efecto, la silueta es parte de mí,
el espejo ha magnificado mi propia mente.

14
Me senté frente al espejo, y se produjo en
mi mente la pregunta si funcionaría lo que
estaba intentando lograr, en ese momento
la silueta alzó su rostro y entonces me di
cuenta que en efecto tenía razón.
Después de eso me pregunté la razón del
porque estaba ahí; ya tenía una idea del
porqué, pero si esta silueta es parte de mí
y a la vez de este lugar, creo que podré
responderme de una manera más clara. La
silueta me mostró una imagen de un tren,
un tren que iba demasiado rápido casi a
punto de chocar o de frenarse
súbitamente. No podía entender de qué se
trataba en un primer momento, pero mi
pensamiento me llevo a preguntar. ¿Voy
yo en ese tren? la silueta asintió y comencé
a entender. Seguí pensando: Tenía que
bajar, lo sé estaba yendo muy rápido,
pude llevarme de encuentro a quienes me
importan, y aún más importante, a mí
mismo.

Las interrogantes siguieron apareciendo,


fue como ver delante de mí, como una
película, recuerdos de mi propia vida.
Recuerdos de este último año, que
verdaderamente hice muchas cosas
algunas buenas otras no tan productivas
y otras que me dañaron. Estoy aquí por
ese último año, pensé y prosiguió un
dialogo con migo mismo: fue muy difícil
lidiar con todas esas cosas, no encontraba
la manera de solucionarlas y de encontrar
un alivio a como me sentía, me sentí
culpable de esa perdida, me sentí

15
incompetente por no hacer lo que sé hacer
perfectamente, me sentí inútil al no saber
qué hacer, me sentí desesperado de volver
a encontrar a alguien. Pero no fue así, todo
fue tornándose gris, justó como este lugar,
me sentí…. Entonces al pensar en todo lo
que había sentido pude tener más
claridad.
Fue ahí cuando entendí el mecanismo del
espejo, la silueta y de todo este lugar,
quienes llegamos aquí, llegamos
justamente para poder hacer ese tipo de
introspección, este lugar está diseñado
para que uno se olvide de la existencia de
los demás, del mundo para poder
aprender a escuchar sus propios silencios
que hablan.

Cuando me di cuenta de esto frente a mi


apareció Starman mostrando su puño
cerrado con el pulgar arriba en señal de
aprobación, le sonreí y así como apareció
se fue.
Sé que pronto tendré una visita más
prolongada de su parte.

Fin del momento 4

-Momento 5

Después del descubrimiento sobre el


espejo y la silueta, estuve durmiendo por
no sé cuánto tiempo, pero fue mucho más

16
de lo que acostumbro. Mientras dormía
venían a mi mente las cosas que
recapitule sobre mi último año y volvió esa
sensación incomoda que sentía en un
inicio pero ahora creo que puedo darle otro
matiz.
Desperté y vi hacia el espejo y la silueta
no estaba, creo que ha cumplido su
objetivo, al menos por el momento. Al
levantarme me percaté que Starman se
encontraba sentado cerca de donde instalé
mi rudimentario campamento, me miró
con una expresión sería pero me seguía
transmitiendo la misma confianza, y dijo
“Mi buen, traes otros aires”; no entendí
esta expresión, me pareció rara. En fin,
después de decir esto él se despidió.

Más tarde de la fugaz visita y del


incomprensible mensaje me dispuse a
explorar un poco más para ver si
encontraba algo más aparte del espejo. Es
extraño no ver edificios, ni nada que
contemple algo de civilización. ¿O será que
lo que yo tengo entendido por civilización
es erróneo en este lugar? Prefiero no
detenerme a pensar en esta pregunta, creo
que me distrae de lo que puedo descubrir.
Encontré unas escalpadas montañas y
decidí subirlas, en contra de lo que mi
vértigo pudiera producirme, sentí un
irrefrenable impulso de escalar. Al llegar a
la cima pude ver el lugar completamente,

17
es una vista impresionante, puesto que
resulta que este lugar es un especie isla
flotante en un espacio oscurecido, incluso
la luz del aparente sol se ve muy tenue. Me
senté y me detuve a pensar y entonces
sentí algo que indudablemente calma
aquella sensación incomoda: La briza de
este lugar, aunque carece de ruido es
perceptible y es tan refrescante. A la par
de que fui sintiendo este soplo
estimulante, se produjeron en mi mente
un sinfín de imágenes, al mismo ritmo que
se creó el universo, impacientes,
incitantes, y sobre todo creíbles
resultaban las ideas que bombardeaban
mi mente. Entonces entendí la expresión
de mi amigo….
Fin del momento 5
-Momento 6
Después de la oleada de meteoritos que
invadió mi mente, después de bajar de la
montaña, al pisar de nuevo la tierra al
mismo tiempo que hice eso las ideas
comenzaron a parecer asequibles como si
el hecho de plantar mis pies sobre la tierra
provocara que estas ideas echaran raíces
inmediatamente.
Al regresar a mi campamento me encontré
con algo tremendamente alucinante,
apareció un árbol con unos frutos
cristalinos, los cuales llevaban dentro

18
imágenes de las ideas que tuve en la
montaña. Después de inspeccionar
debidamente el árbol me di cuenta que
estaba justo en el lugar donde había
dejado el espejo quizás por eso las frutas
eran cristalinas, no sé cómo se produjo
este prodigio, pero entiendo la señal que
me está otorgando este lugar.
Unos minutos después apareció mi amigo,
y su mirada era aún más fija, y me dijo que
él había tardado en entender lo del árbol
cuando esto le sucedió, elogió la astucia
con la que resolví el acertijo.
Ver aquel árbol me produjo una sensación
de satisfacción, y sin duda me tranquilizó
lo que Starman me dijo ya que pude
entender que había acertado. Antes de
emprender mi nueva tarea le estreche la
mano y le ofrecí un abrazo. Entonces me
retiré a proceder con lo que ahora me
ocupa: “echar raíces” y entender que en el
silencio puede existir mucha estabilidad,
nutriendo mis ideas con la sabia de mi
silente pensamiento.

Fin del momento 6


-Momento 7
Decidí explorar un poco más por donde no
he caminado aún, pero antes de irme tome
uno de los frutos que brotaban del árbol.

19
Después de caminar un buen tamo me le
quede observando al fruto, con cierta
nostalgia con un sazón de emoción y
después lo coloque en la tierra y al
momento comenzaron aparecer unos
filamentos del fruto, unos brotes
traslucidos, instintivamente supe que
hacer por lo que pude concluir de la
anterior visita de Starman. Me pose sobre
esos filamentos que comenzaron a
fusionarse con mis venas y otros se
encajaban en el suelo
Me fui transformando en un árbol similar
a aquel árbol fabricado del espejo.
Entonces, inmóvil, con mis brazos vueltos
ramas y mis pies eran raíces, contemple
la existencia, admirando mis
pensamientos en total silencio. Pude
sentir la calidez del sol moverse por mi
corteza según las horas. La idea del fruto
siempre estuvo presente: Dejarme ser,
absoluta naturalidad y fluidez, he tenido
esto en mi mente no solo en este momento
si no desde hace años. Dejar fluir mi
personalidad así como las ideas que
invadieron mi mente, creo que es la única
manera de enfrentarme no solo a este
lugar, si no a lo que me resta de vida,
porque es mi vida.

Al ponerse el sol, y al salir la luna volví a


la naturalidad de mi cuerpo, marcando el

20
inicio de la proveniente naturalidad de mi
ser próxima a brotar.
Fin del momento 7
-Momento 8
Al regresar a mi campamento decidí
dormir pero mientras me quedaba
dormido en mi estómago se estaba
despertando una sensación que no me
agradaba.
Al despertar Starman se encontraba de
visita nuevamente estaba haciendo un
diosito, pues no encontraba al anterior. De
mi boca surgió una pregunta que le
ofendió, y me contestó diciendo: no
despilfarres tu tiempo haciendo esas
preguntas, en este lugar no se viene a
actuar así. Me sentí mal por ofenderlo por
lo que me disculpe. Él se retiró y entonces
intuí que era parte de una nueva tarea lo
que estaba sucediendo, mientras me
preparaba para lo que podría suceder
ahora, pensé en por qué le hice esa
pregunta a mi amigo, mientras asumía
que era un error en el cual seguía
tropezando, en lugar de aprender de él.
Al momento que entendí esto cerré mis
ojos y suspiré y vino a mi mente un
recuerdo, mismo que me ha fastidiado por
casi seis años, entonces apareció frente a
mí un autobús flotante, el letrero decía

21
“5CA” y me pareció familiar, subí pero no
había ni siquiera un chofer, el autobús se
movía por sí mismo.
Avanzó flotando, se alzó por el aire y
llegamos a un camino que conocía
perfectamente: la vereda de la reina osa.
Inmediatamente supe a donde me dirigía.
Al llegar donde sabía bien que tenía que
llegar vi, en lugar de esa casa donde pasé
mi adolescencia, en lugar de ese espacio
se encontraba el árbol con los frutos, llegó
el viento y violentamente hizo que uno de
los frutos se desprendiera de su rama y al
caer al suelo se rompió, inmediatamente
de los trozos de cristal se reconstruyó la
casa de Hek, al ver ese lugar justo como lo
recordaba me fui de rodillas. Me invadió
una gran emoción.

Entré y vi todo lo que ahí me reunía con


Hek, un espejo siempre manchado de
fijador para cabello, una consola de
videojuegos, CD’s de música rock, de la
verdadera música rock, y un envase de
cerveza, Al momento de apreciar todo
aquello sentí una tremenda nostalgia,
misma que había sentido todos estos
años, misma que me encadenaba con un
eslabón oxidado a la perdida.
Fin del momento 8
-Momento 9

22
Toqué aquellos objetos que eran recuerdos
pero comenzaron a llenarse de polvo
demasiado polvo, esto dilucidó en mi
mente el simbolismo del polvo sobre los
recuerdos: mi menté se quedó empolvada
de todo aquello que sucedió y todo aquello
que al final no se dijo. No lo soporté más
lloré y berree por
lo que el tiempo había hecho en mi mente.
Mientras sollozaba pude sentir como una
ligera briza torneaba la habitación, me
cubrí los ojos y la nariz para que no me
fuera a empolvar, más de lo que ya estaba
por supuesto, pero la nube de polvo formó
una silueta que reconocí a la perfección,
me asombré pues Hek había desaparecido
hace seis años.
Me mostró su rostro con su expresión
indiferente ante la vida y las opiniones
que no fuesen las de él. Señaló la
habitación, el espejo se encontraba
tremendamente envejecido, los discos casi
se rompían por estar expuestos a la
intemperie, la botella de cerveza se había
roto de donde el viento la arranco de la
mesa y la entregó al suelo. Entendí su
mensaje, es indispensable para mí
entender que esos recuerdos empolvados
no necesitaban residir más en mi mente.
Lo miré con profunda satisfacción y le
dije: Descansa en paz.
Al momento que dije eso se esfumo y mi
mente me entregó la misma paz que le

23
deseé a Hek.

Me he reconciliado con mi pasado, salí de


esa casa y sentí nuevamente el aire que
removió la casa, regresándola a la forma
del árbol, que a su vez recuperó la forma
de espejo, que se desmoronó en partículas
luminosas que se fueron flotando,
entonces el eslabón oxidado se transformó
en un eslabón perfectamente pulido, que
reparaba mi cadena temporal, conectando
mi pasado con el porvenir.

Regresé al campamento pero ahora tiene


un aspecto como si los años en los que me
quedé reviviendo el recuerdo de Hek se
hubiesen adelantado. Ahora estoy
posicionado en mi propio presente.
Starman apareció, lo saludé con una
sonrisa mientras sentía un primer regreso
de donde he venido para llegar aquí, la
habilidad de Starman de ir y venir a
voluntad comienza a aparecer en mí.
Fin del momento 9
-Momento 10
Han pasado ya varios días desde que
regresé de casa de Hek. Me siento
tranquilo, aun así ciento algo de tristeza
por haber ofendido a Starman.

24
No he tenido noticias de él, creo que es
como tiene que ser, no siempre va a estar
presente aquí, o en otro espacio, por más
amigos que seamos, y creo que en otro
momento será tiempo para reunirnos.

Pero ahora tengo que concentrarme en


otros asuntos. Aprovechando la ausencia
de mi amigo, será tiempo para
concentrarme en mi mismo, en mi silencio
y en mis pensamientos, para arreglar mis
propios asuntos.

Deambulando por el lugar me encontré


con una escultura de cinco hombres, cada
uno de ellos con expresiones diferentes,
grito, dolor, tristeza, resignación y
serenidad. Estaban dispuestos en
semicírculo con sus miradas clavadas al
centro de la escultura, invitándome a
sentarme ahí.
Eso hice, y las figuras se fueron moviendo,
hasta tener justo frente de mi a la que se
expresaba con dolor, mismo que comencé
a reconocer dentro de mí, dicho dolor, era
el que sentí por las pérdidas de mi vida y
el quedarme estancado en esos momentos.
Sentí mi alma vibrar, temblor por el frio de
la ausencia. Es parte de, no solo de este
lugar, si no de la vida misma: enfrentarse
al dolor cara a cara, pero ¿qué cara hay
que ponerle al dolor? Yo reacciono con

25
impotencia, misma que me seduce a gritar
por ayuda ¿cómo puedo hacerle frente al
dolor por mí mismo si siempre pido
ayuda? Pudiera tratar de localizar a
Starman pero no resultaría para nada
evolutivo para mí, además no sé cómo se
encuentre después de la ofensa.
Ya estoy aquí, aunque duela tengo que
hacerle frente a mi modo, no sé hasta qué
punto, pero lo haré.
Fin del momento 10
-Momento 11
Al enfrentarme con la figura del dolor
pude sentir como ese dolor incrementaba
en mi cuerpo, en mi mente, en mi alma, no
podía mover mis músculos, sentía una
gran presión que sujetaba mis
articulaciones y por más que intentaba
moverlos estos no respondían, sentí como
en mi garganta existía no un nudo, más
bien un grupo de rocas filosas que
desgarraban mi laringe, fue
tremendamente doloroso sentir todo
aquello, sin embargo no se comparaba con
la sensación que tenía mi alma, el dolor
de sentirse abandonado, abandono que
sentí desde pequeño, no sé por qué pero lo
sentía. Mis ojos se humedecieron pero no
derrame ninguna lágrima,

26
Durante todos estos años de mi vida había
sentido dolor por el abandono, miedo de
perder a quienes me acompañan y que
verdaderamente quiero, este dolor lo había
tomado y lo había moldeado, para que
otros lo vieran, o peor aún tratar de
contagiar ese dolor a los demás, cosa que
me hace sentir culpable en cierto grado.
Pero llegó el momento de yo hacerle frente
a dicho dolor, mirarlo yo mismo y no los
demás, porque este dolor me pertenece
única y exclusivamente a mí y a nadie
más.
Al pensar esto, al sentirlo y vivirlo de
frente al dolor, la escultura se agrieto y se
desmoronó y sus restos se convirtieron en
partículas luminosas, que se incorporaron
en mi ser.
La estatua dejó de ser una estructura
firme con peso, masa y densidad para ser
ahora una energía más sutil, que al
integrarse a mí, puedo sentirme más ligero
¿curioso, no?
-Momento 12
Ahora era el turno del grito. Esta figura
resultaba demasiado provocadora,
removía demasiados escombros de mi
alma, escombros que intentaban provocar
un gran ruido.

27
El grito giró hacia a mí mostrando su
rostro desencajado, ojos abiertos a mas no
poder y una boca abierta como si fuesen
las fauces de una pitón.
Era muy seductor intentar hacer lo
mismo que esa figura, provocaba mucho
en realidad. El contemplar su expresión
que anunciaba un ruido que no llegaría a
ningún oído. Provocaba en mí esa
sensación de malestar en el estómago,
pero ahora estaba creciendo y no solo
creciendo, se movía por todo mi estómago,
subiendo por mi esófago para llegar hasta
mi garganta, intentando instalarse ahí y
procurar salir por mi boca.

Estuve a punto de caer en el juego


seductor de ésta imagen, pero en mi mente
se produjo la pregunta: ¿Qué ganaré con
gritar? Es decir hay ocasiones en que uno
necesita desahogarse de esa manera, pero
¿de que me serviría estando en el silencio?
En estos momentos no hay quien me
escuche, y en caso de que lo haga, no creo
que en esta ocasión me ayude el gritar,
después de tantos años gritando por
ayuda, de mis padres, de mis maestros,
amigos, etc. Creo que ahora es momento
de gritar hacia mis adentros, sin producir
ruido, y que causa más grito hacia el
interior que el hecho de preguntarme
porque necesito gritar para servirme del
auxilio de mis seres amados.

28
Contuve en mi garganta ese grito, no deje
que avanzara hacia mi boca, apreté mis
dientes, pegue mi lengua al paladar e
incluso deje de respirar con tal de que el
grito no avanzara más.

Me di cuenta que al gritar para llamar a


los otros jamás iba a escucharme a mí
mismo, por ello me permití conservar la
atmosfera del silencio. Entonces la estatua
hizo lo que la anterior, pero ahora en lugar
de introducirse en mi ser, esta se fue
volando en forma de arena cabalgando en
una brisa, quizás fue así porque ya no
necesito ese grito en mi interior, pues
ahora comienza a existir un silencio muy
adecuado.
Fin del momento 12
Momento 13
Estaba posada detrás de mí la estatua que
reflejaba tristeza.
Al saber que era esta estatua sentí un
escalofrío que recorrió todo mi cuerpo,
desde mi nuca hasta la punta de los dedos
de mis pies, una sensación electrificante
que en está ocasión en lugar de invitarme
a reflexionar en silencio, me incitaba a
tener un soliloquio con la tristeza.
Mientras pensaba, la estatua comenzaba
a abrir mecánicamente sus brazos que
intentaban rodearme con un abrazo para

29
nada sutil. Me puse de píe, me di media
vuelta y muy decido le hice frente con mi
discurso:
“¿Qué te deje abrazarme nuevamente?, lo
siento pero ya no va a suceder, tus
pesados brazos ya no se apoyarán en mis
hombros, no necesito sentir más tu
cercanía, ya fue suficiente, en algunos
momentos fuiste necesaria, lo más seguro
es que en otros momentos lo vuelvas a
ser, pero no para quedarte como lo habías
hecho hasta ahora, de la manera más
cortés te digo que te retires hasta que seas
bienvenida para convivir el tiempo justo y
solo ese tiempo. Estuve muchos años
triste pero eso tiene un punto final, así que
nos vemos hasta la próxima, yo mientras
estaré con tu hermana, la felicidad”.

Al decirle estás palabras a la estatua se


desmoronó y se pulverizo, siendo
arrastrada por el aire. A la par que esto
acontecía pude esbozar una sonrisa de
modo tan natural que quien me viera en
estos momentos pensaría que esa sonrisa
siempre ha estado en mi rostro.
Fin del momento 13.
Momento 14
Restaban dos estatuas más del
monumento, no sabía cuál era la siguiente
puesto que ninguna de ellas se movía
hacia mí y pensé que tendría que ser

30
diferente en este momento, yo tendría que
acercarme a la estatua que fuera la
indicada para esta tarea.

Me detuve a pensar mucho tiempo en la


elección, pero no daba pie con bola ambas
eran tan distintas a las anteriores que
adivinar por comparación seria poco
práctico, y podría llevarme a un equívoco.
Quizás la decisión no estaba en mí, la
decisión ya la había tomado alguien más,
y tenía que aceptar que no sería la estatua
que yo escogiera la que fuera la correcta.
Entones me dije resígnate, y a
continuación la estatua que no era la de la
felicidad levantó su mirada y la dirigió
hacia a mí, y antes de esperar que esa
estatua se moviera, yo me le adelante y me
acerque a ella.
Asumí con este acto que no todas las cosas
se van a acercar a mí para que sucedan
cómodamente, es imperioso para mí en
estos últimos momentos dejar esa
comodidad, yo necesito acercarme y
poner de mi parte para que las cosas
sucedan, con esto quiero decir que hay
dos tipos de protagonismos: el que con su
acto de presencia puede dejar que la obra
transcurra a su alrededor, siguiendo el
guion tal cual está marcando, o está el
protagonista que decide improvisar, hacer
algo nuevo, acercarse a los otros actores
para que la atención se dirija a ellos.

31
Le sonreí le extendí un abrazó y la estatua
se transformó en una brillante luz que se
posó sobre mi coronilla y se fue
introduciendo en ella, solo para iluminar
mi pensamiento.
Fin del momento 14
Momento 15

Este es el momento que se había


reservado justo para que yo aprendiera lo
que era necesario aprender. Aprender a
estar feliz con lo que tengo, con lo que
existe a mí alrededor y no pesarme con las
cosas que no han sucedido y que muchas
de ellas no sucederán.

Vi a la felicidad de frente le dije “al fin


después de tantas cosas puedo entenderte
y sentirte, al fin estamos a solas tu y yo,
felicidad. Del vientre de la estatua se
abrieron unas compuertas, como si fuese
un traje, una armadura pero en lugar de
defender del afuera, esta armadura
muestra cómo se siente uno por dentro.
Entré y la estatua se ajustó a mi tamaño
se hizo brillante y traslucida adaptándose
a mi cuerpo, a la textura de mi piel, al
tamaño de mi cabello solo para que yo
pudiera entender un mensaje: la felicidad
no viene de afuera, ni de otros, viene del
interior de uno mismo, pero si se puede
compartir con otros, lo que está prohibido
es depender de otros para sentirse feliz.

32
Me di cuenta de que todo lo que había
ocurrido con las estatuas es lo que había
estado aprendiendo hasta ahora aquí en el
silencio. Me sentí orgulloso, me vi
envuelto en una sabiduría y experiencias
que provenían de mí mismo, y eso me
satisface.
Camine hacia el campamento para poder
redactar los últimos cuatro momentos y
este mismo, cuando recibí la visita de mi
amigo Starman, me alegre de verlo
después de varios días le hice la invitación
para que se quedará un rato para
conversar. Sacó un Six-pack de “Reinas”,
a la par que fuimos abriendo las botellas
le conté mis últimas anécdotas y el me
comentó que la escultura era nueva en
este lugar, quienes llegamos al silencio
podemos compartir algunas tareas pero
hay otras que solamente están diseñadas
para alguien en específico.

Después de conversar un muy buen rato,


de una manera tan amena decidí
retirarme a dormir, lo invité a quedarse
esta noche en el campamento, mientras
preparaba la fogata.

A partir de este momento mi relación con


el silencio se tornará muy diferente, más
amena, más estrecha, gracias a lo que he
aprendido, algunas veces, en su mayoría
solo y otras tantas acompañado de la guía
de Starman, quien se ha vuelto un

33
hermano y un maestro, aunque la idea de
que le llamen maestro le cause cierto
repelús.

Le extendí un agradecimiento a Starman,


y me retiré a dormir.

Seguiré escribiendo desde el silencio.


Hombre alegre.
Fin del momento 15

Momento 16.
Ha pasado mucho tiempo desde la última
vez que escribí en esta bitácora, he
caminado mucho, me siento cansado y
fatigado, muy cediendo y acalorado. Hace
unos meses que sucedió lo de las estatuas
y después de eso regresé a donde vine,
pero pocos días regresé al silencio puesto
que me di cuenta que aún me falta mucho
por explorar.
Justo cuando regresé el silencio me llevo a
un lugar árido con grandes dunas de
arena, arena de cosas que ya no se usan
y quedan en el olvido, arena de las cosas
que efímeramente dejamos ir por otras
menos valiosas. Caminando por este
extraño desierto pude encontrar una vieja
biblioteca con libros gastados, algunos
con la pasta rota, otros deshojados casi

34
por completo, desconozco que es este
lugar, sin embargo hay algo aquí que me
dice que me quede, realmente no sé qué
hacer aquí pero por algún lado he de
comenzar.

Al tratarse de una biblioteca decidí leer,


pero ¿leer que cosa? Habían demasiados
libros, traté de no pensar mucho en
decidirme por uno, así que estire mi brazo
hasta el librero más próximo y tome el
libro que estuvo más cerca de mi mano y
al abrirlo encontré escrito en el anécdotas
de otras personas, todas distintas,
algunas sorprendentemente eran de mi
propia vida, pero había algo en relación
con todas esas historias, la sensación que
dejaba el leerlas. Avanzando en el libro
encontré una página qué solamente
contenía una pregunta: “¿te has sentido
abandonado alguna vez?
Esta pregunta provocó un sobresalto en
mi mente y mi corazón, y comencé a
meditar sobre ese asunto. Claro que me he
sentido abandonado, pero ¿cómo es que se
reconoce el abandono? ¿Qué tiene que
suceder en nuestras vidas para que
conozcamos el significado de esta palabra?
¿El modo en que yo siento el abandono
será el mismo que el de los demás? Y ¿si
no es así, entonces será verdaderamente
abandono? Nunca me había detenido a
cavilar sobre este asunto.

35
¿Cuál fue el primer momento de abandono
que recuerdo? Y entonces apareció en mi
mente la pregunta ¿me he abandonado?
Es claro que de niño necesite a alguien que
mostrara constancia en mi vida, pero
temía que al estar separado de esa
persona fuera a no estar más, entonces en
contra de su voluntad los aferraba a
quedarse ahí, debió haber sido muy
desgastante lidiar con un niño así. Temía
estar solo, no por reconocer que no había
nadie, si no por lo que sucedía en ese
momento, justo como ahora, mi mente
comenzaba a trabajar, haciendo hipótesis,
teorías y pensamientos relacionados con
la soledad y los sentires que la
acompañan, pero heme aquí, estoy en el
silencio, estudiando la soledad. Aquello
que acometía con terrores mi menta
cuando niño hoy se ha vuelto un
apasionante objeto de estudio que me
acerca a mí mismo. De un modo muy
poético parece ser que estoy dejando el
abandono, el abandono de mi espíritu,
para que sea acompañado de las palabras
que expliquen lo que no entendí en mi
infancia.

36

Вам также может понравиться