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El honor militar fecunda día a día en el sagrado cumplimiento de la misión. Recíprocamente, con
el avance cualitativo en el cumplimiento de sus deberes, el militar asume nuevas y mayores
responsabilidades, acordes con las nuevas jerarquías en reconocimiento de sus méritos
profesionales.
Es precisamente en los mayores grados, cuando el militar asume las mayores responsabilidades
en las que se ponen en evidencia los méritos y el honor militar de quienes conducen los repartos,
ocupan los más altos cargos y asumen las funciones más delicadas y sensitivas de la institución.
FRANCIA:
Cualquier renunciamiento antes que comprometer la misión.
ESTADOS UNIDOS:
En los momentos más comprometidos y decisorios, como cuando el Comandante debe asesorar,
el espíritu militar se manifiesta frontal, veraz, integro.
Los generales consultados le dijeron a Trump el problema de reclutar transexuales, el costo que
representó al Ejército la transexualidad del traidor soldado Bradley “Chelsea” Manning
comprometido con Snowden.
En el certero asesoramiento militar que recibió Trump, seguro que escuchó la sentencia de algún
general: “en el Ejercito no queremos ‘mar…’ ”.
ESTADOS UNIDOS:
“El nuevo jefe de Gabinete tiene ahora la misión de sacar la corneta e imponer disciplina militar
en las guerras intestinas que plagan la Casa Blanca”.
MILITARES BOLIVARIANOS:
VENEZUELA:
El sacrificio lleva a los soldados al cumplimiento de su juramento hasta las últimas
consecuencias: la entrega de la propia vida para salvaguardar la heredad y soberanía. Su
fortaleza y virtud se fundamentan en valores como: el espíritu de sacrificio, la abnegación, el
compañerismo, el propio valor, el respeto a la bandera y a los demás símbolos de la Nación y
del Estado, su lealtad a la Constitución y al Estado de Derecho y, por encima de todo, su amor y
entrega total a la Patria.
En pugna frontal con la Constitución, el Almirante Diego Molero, Ministro de Defensa Nacional,
dijo: “Quiero ratificar nuevamente que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana es
revolucionaria, antiimperialista, socialista y chavista” […] “La Fuerza Armada está unida
plenamente a este sentimiento bolivariano y revolucionario de nuestro comandante Hugo
Chávez, y se hace solidaria, en cuerpo y alma, en forma incondicional, con esa ideología”1.
Los militares bolivarianos han cometido las peores tropelías contra su pueblo: Reprimen, tiran
al cuerpo al pueblo manifestante, asaltan, secuestran, roban, se han hecho cargo de la
administración y distribución de las raciones alimenticias. Cuando el hambre provocó
protestas y saqueos, Maduro entregó a los generales el poder total sobre la comida;
Según The Associated Press, el Ejército de Venezuela trafica alimentos en medio de escasez;
Serviles y esbirros han servido de carceleros de los presos políticos;
Forman parte de los “colectivos” que intervienen activamente contra el pueblo manifestante;
Los colectivos tienen armas rusas, fueron entrenados militarmente por guerrillas como las
FARC y hacen negocios con grupos narcos colombianos como los Rastrojos. Operan
principalmente en el barrio 23 de Enero, en el oeste de Caracas y actúan como grupos de
tarea del chavismo para reprimir brutalmente a los opositores;
Los mandos están comprometidos en el narcotráfico.
ECUADOR:
Los farsantes del “buen vivir” lograron sus objetivos: en su ataque alevoso a nuestra Institución,
con ignominia y estulticia han cosechado algunas metas trazadas por el Foro de Sao Paulo:
introducir en la Institución la lucha de clases, minar la jerarquización, romper la unidad,
desorientarnos, dividirnos y dispersarnos.
1
Crnl. (SP) Alberto Molina Flores.
Marco Hernández Cajiao
Actuario UNAM 2
Ingenuos, inconmovibles, desidiosos los mandos militares correistas se mantuvieron sumisos, y
cobardes ante la implementación agresiva del “ejército popular” (Foro de Sao Paulo).
Ataque a las bases de la organización, jerarquización y disciplina. Socavar el bien ganado
prestigio de los militares, llevar la lucha de clases a los cuarteles. Meterles a los militares en el
régimen general de seguridad social.
Sumisos, los esbirros mandos militares correistas aceptaron sin reparo y dilaciones la
malhadada Ley de Fortalecimiento del Régimen Especial de Seguridad Social de las Fuerzas
Armadas que ataca a la parte más sensible de nuestra estructura, organización y doctrina: la
“jerarquización”, médula, ADN, columna vertebral de la que emanan nuestra organización
vertical militar, la subordinación, el mando, la disciplina.
Al encasillarnos en el régimen general de seguridad social, la remuneración, retribución o
estipendio que percibe el militar ya no es función de su jerarquía, grado, capacitación,
experiencia, responsabilidad, jurisdicción; ahora la pensión se califica en los términos de la
jubilación civil: por edad y por aportes.