LINEAMIENTOS FUNDAMENTALES DE LA PROPIEDAD TERRITORIAL EN LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
1.1.- LA FUENTE ORIGINAL DE LA PROPIEDAD
PRIVADA.
El artículo 27 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos establece. "La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro del t~rritorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, 1 constituyendo la propiedad privada" <l
Esa declaración consagra la suprema propiedad que
tiene el Estado sobre su plataforma territorial. Esta, es un 2 elemento de existencia del estado mismo, <l sobre la cual •• ejerce su dominio y despliega su soberanía, para la realización de sus fines, consolidándose en 10· ·nterno y proyectando su individualidad en el concierto internacional.
Se consolida en lo interno porque sobre ese territorio
su pueblo encuentra y construye su historia, Sl.lS costumbres, su cultura y su desarrollo, afianzando su voluntad de permanecer unido y organizado mediante disposiciones que constituyen directrices para garantizar su armonía y estabilidad y, por ende, lograr su desarrollo. Se proyecta universalmente, porque un pueblo que así surge, se une y organiza, no pasa desapercibido como entidad colectiva y soberana universalmente.
En tal virtud, dentro de un contexto nacional, la fuente
o raíz de toda propiedad territorial es el Estado dentro del cual se encuentra inmersa. A él corresponde y se debe a él, de ahí que nuestra Constitución Política expresamente declara, según se dijo, que la Nación ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de sus tierras y aguas a los particulares, constituyendo la propiedad privada.
Mediante esa transmisión de dominio, las personas
fí$icas o morales adquieren una porción del territorio nacional, par.a imponer en ella su propio dominio en los términos de las leyes secundarias.
2.1- LA CAPACIDAD DE ADQ_UISICIÓN
Y SUS CONDICIONES.
Ahora bien, el acceso a la propiedad territorial se
encuentra delimitado, lógicamente, por nuestra propia Carta Magna. Y no podría ser de otra manera, pues si en ella se declara la existencia de los Estados Unidos Mexicanos como nación libre y soberana, sentando los principios de su estructura, entonces muy propio de se esencia lo .es que precise los requisitos y condiciones que deberán ser cumplidas , para otorgar capacidad de adquisición territorial a título de propiedad.
Así pues, el marco jurídico para acceder a la
propiedad privada sobre las tierras y aguas nacionales tiene como punto de partida la propiedad originaria prevista en la fracción 1 del artículo 27 Constitucional, cuyo tenor literal fue transcrito anteriormente; y la capacidad para para ello se rige por las siguientes prescripciones:
"1.-Sólo los mexicanos por nacimiento o por
naturalización y las sociedades mexicanas tienen derecho a adquirir el dominio de las tierras, aguas y sus accesiones o para obtener concesiones de explotación de minas o aguas. El Estado podrá conceder el mismo derecho a los extranjeros, siempre que convengan ante la Secretaría de Relaciones Exteriores en considerarse como nacionales respecto a dichos bienes y en no invocar, por lo mismo, la protección de sus gobiernos por lo que se refiere a_aquellos; bajo la pena, en caso de faltar al convenio, de perder en beneficio de la Nación los bienes que hubieren adquirido en virtud del mismo En una faja de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y de cincuenta en las playas, por ningún motivo podrán los extranjeros adquirir el dominio directo sobre las tierras y aguas.
El Estado, de acuerdo con los intereses públicos
internos y los principios de reciprocidad, podrá, a juicio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, conceder autorización a los Estados extranjeros para adquirir, en el lugar permanente de la residencia de los Poderes Federales, la propiedad privada de los bienes inmuebles necesarios para el servicio directo de sus embajadas o legaciones" <3l.
Como se puede ver, son sujetos del derecho a la
propiedad privada sobre las tierras y aguas nacionales las personas físicas y las personas morales, siempre y cuando sean mexicanas. El modo excluyente de esta particularidad proyecta el espíritu de dominio nacional cristalizado en el primer párrafo del precepto aludido, pues en realidad , sólo es una derivación lógica de aquél, porque al ser la nación originariamente propietaria de su plataforma territorial, entonces es natural que solo los mexicanos tengan el derecho de adquirir el dominio privado sobre tierras y aguas".
He aquí pues, el vínculo jurídico de los mexicanos con
su territorio, el que antepone el .;libre acceso de ellos a la posesión, uso y disfrute del mismg, con las modalidades que precisen las leyes secundarias.
Los valores que esta directriz protege son la soberanía
nacional y el bienestar de los propios mexicanos.
Lo anterior se corrobora en el párrafo primero,
segunda y tercera parte de la fracción en comento, referidas a los extranjeros. En efecto, respecto de ellos no se constituye derecho alguno de adquisición, sino una facultad del estado para concedérselos, "siempre y cuando convenga con la Secretaría de Relaciones .Exteriores en considerarse nacionales respecto de dichos bienes y en no invocar, por lo mismo, la protección de sus gobiernos, por lo que se refiere a aquellos, bajo la pena, en caso de faltar al convenio, de perder en beneficio de la nación los bienes que hubieren adquirido en virtud del mismo"
En otras palabras, para que una persona extranjera
física o moral pueda adquirir el dominio privado sobre tierras y aguas nacionales, requiere contar previamente con la autorización expresa del estado mediante el convenio aludido; empero, la aceptación que hicieren de las condiciones impuestas por la Constitución no genera obligación alguna al estado mexicano, el cual, si por alguna circunstancia considera inconveniente el acceso de una persona o sociedad extranjera al dominio territorial, puede negqr tal autorización, pues la expresión "podrá conceder'', literalw ente no da lugar a dudas de que es una facultad soberana efe la Nación el admitir o no el dominio de extranjeros en el territorio Nacional.
Además, inmediatamente en seguida la constitución
dispone que dichas . entidades por ningún motivo podrán adquirir "el dominio directo sobre tierras y aguas comprendidas