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1.

DAÑO GENÉTICO

La tecnología genética es de reciente eclosión en nuestra historia, y sus alcances y consecuencias


no pueden ser previstos ni con certeza ni con evidencia científica. Sin embargo, la actual
capacidad humana de hacerlo prácticamente todo por medio de la experimentación
biocientifica genera una responsabilidad mayúscula en términos juridicos, sentar bases legales
suficientes y necesarias no solo para regular y legislar sobre estas materias, sino para identificar
nuevas clases de perjuicios en el ámbito de la reparación; perjuicios, y he aquí lo urgente de la
cuestión, que nunca antes han sido identificados por el derecho positivo, no por una
insuficiencia de este, sino porque cuando el derecho pensó en delimitar y definir los alcances
juridicos del daño a la salud todas las posibilidades de danos y perjuicios abiertas por la
tecnología genética aun no existían. El presente concepto define el daño genético como una
nueva categoría de perjuicio integrada al rubro reparatorio inmaterial del daño a la salud, con
miras a que sea considerado por el ordenamiento jurídico; ofrece una plataforma doctrinaria
para su entendimiento; y específica y explora sus relaciones epistemológicas y metodológicas
con el bioderecho, cuya doctrina ha sido creada recientemente

Consideramos que antes de afrontar la compleja como rica temática del daño a la persona
debemos formular una breve referencia sobre las categorías que presenta el daño en general.
Al respecto, estimamos conveniente precisar que, desde nuestro punto de vista, el daño puede
ser apreciado desde dos distintos planos, no obstante que entre ellos exista una relación
esencial. Cabe, así, distinguir, de una parte, el daño en función de la calidad ontológica del ente
dañado, es decir, en atención a su naturaleza. De la otra, cabe referirse al daño en cuanto a las
consecuencias que dicho daño ha ocasionado en el ente dañado. Evidentemente, no hay daño
sin consecuencias. En atención a la calidad ontológica del ente que sufre las consecuencias del
daño puede diferenciarse claramente dos tipos de daños: uno que podemos designar como
subjetivo o (“daño a la persona” ) y otro que denominamos objetivo ( o daño a las “cosas” ). El
daño subjetivo es el que incide sobre el sujeto de derecho, que no es otro que el ser humano.
Se le conoce generalmente bajo la denominación de “daño a la persona”. De ahí que pueda
utilizarse, indistintamente, las expresiones de “daño subjetivo” o “daño a la persona”. Ambas
apuntan al ser humano. A un ser humano que se despliega existencialmente en un proceso
ininterrumpido desde su concepción hasta su muerte.
El daño objetivo, por el contrario, es aquel que recae sobre lo que no es el ser humano, es decir,
sobre los entes que se hallan en el mundo, que son los objetos conocidos y utilizados por el
hombre. En un segundo plano cabe distinguir otras dos categorías de daños, ya no en función
de la naturaleza misma del ente dañado, sino en cuanto a las consecuencias o perjuicios
derivados del evento dañoso.

Estas consecuencias pueden ser resarcidas en dinero cuando la naturaleza del ente lo permite,
es decir, cuando es dable que dichas consecuencias se cuantifiquen dinerariamente, en forma
directa e inmediata o, en su defecto, cuando el objeto dañado puede ser sustituido por otro
similar. De ahí que se designe a este daño como daño patrimonial o extra personal, como
debería llamársele para dar preeminencia a la persona.

De otro lado, atendiendo a la calidad ontológica del ente dañado, existen casos en que no es
posible otorgar a la víctima una indemnización directa e inmediata en dinero como consecuencia
del daño sufrido. La naturaleza misma del ente dañado no lo permite. En esta peculiar situación
la reparación no posee el carácter compensatorio que tiene cuando se trata del daño objetivo,
sino que ella será meramente satisfactiva. En otros términos, en ciertos tipos de daños al ser
humano - concebido o persona natural - .es del todo impracticable fijar una indemnización en
dinero a título compensatorio, desde que nos encontramos frente a aspectos del ser humano
que no tienen una traducción directa e inmediata en dinero. Ello, en cuanto no están en el
comercio de los hombres, no son objeto del tráfico comercia

2. TEORÍA GENERAL DEL DAÑODAÑO:

Menoscabo a las facultades jurídicas que tiene una persona para disfrutar de un bien patrimonial
o extrapatrimonial. Aminoración patrimonial sufrida por la víctima

Menoscabo material o moral causado a una persona

El daño es la causa de la reparación, y ésta es la finalidad última de la responsabilidad civil

ELEMENTO DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL HECHO – DAÑO – RELACIÓN DE


CAUSALIDAD

Es necesario abordar su estudio con prelación, Si no hay daño no hay responsabilidad, es el


punto de partida de la responsabilidad civil. Ante su ausencia resulta inoficiosa cualquier acción
indemnizatoria. El daño es la causa de la reparación y la reparación es la finalidad última de la
responsabilidad civil.
La ausencia de perjuicio es suficiente para hacer vano una pretensión de responsabilidad,en
estas condiciones, no habiéndose acreditado el daño de la responsabilidad deprecada, inútil
resulta entrar en el análisis de los demás elementos de ésta.

EL DAÑO DEBE SER PERSONAL

Condición de fondo del derecho a la reparación.

Asunto de legitimidad en la causa por activa para pretender la reparación del daño. Título
legítimo para reclamar la indemnización por el daño causado. Víctimas de rebote: Se debe
determinar si el demandante invoca un daño personal o si su daño no es más que el reflejo de
aquel que ha sufrido la víctima directa. Madre con respecto al hijo lesionado.

la legitimación en la causa por activa, es la relación que debe existir entre el demandante y el
interés sustancial en litigio, el cual debe acreditarse

EL DAÑO DEBE SER PROBADO POR QUIEN LO SUFRE

Incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de las normas que consagran el efecto jurídico
que ellas persiguen. El demandante no puede conformarse con hacer afirmaciones generales sin
sustento probatorio si quiere sacar avante su pretensión indemnizatoria, el demandante, por
regla general tiene la carga de la prueba, sobre la existencia y extensión del daño.

3. DETERMINACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD,

La responsabilidad deriva del verbo responder. Como primera noción explica que la
responsabilidad ocurre cuando una persona, dueña de sus acciones, ha de dar cuentas a otras
personas por el incumplimiento de sus deberes y las consecuencias que tienen de ello. El autor
citado señala que para la existencia de la responsabilidad son necesarias dos personas: quien
acciona una conducta incumpliendo un deber, y una segunda, quien resiente el incumplimiento
y se lo imputa a la primera. Como segundo supuesto, el autor señala que la responsabilidad en
sentido estricto significa la necesidad de dar cuentas a otro por el incumplimiento de los propios
deberes

En este sentido, podemos admitir que la definición de responsabilidad posee un contenido


moral, si se toma en cuenta que las normas jurídicas sentaron su base en reglas morales, con
ello la responsabilidad es la consecuencia del daño a los bienes o a la esfera de protección de
todo individuo. Para Reglero, en su obra Lecciones de responsabilidad civil, la responsabilidad
es imputación, porque el sujeto es responsable cuando incumple con un deber, una obligación
o cuando causa un daño, pero siempre que el incumplimiento o el daño le sea imputable.
Por su parte, Trigo Represas comenta que la responsabilidad jurídica consiste en la obligación
de reparar el daño causado a otro por un acto contrario al ordenamiento jurídico. Como
podemos apreciar, para este autor, la responsabilidad nace del acto o hecho ilícito, encuadrando
así tanto a la responsabilidad contractual como a la extracontractual. Podemos decir que la
responsabilidad civil se convierte en una obligación de reparar (resarcir un daño al bien jurídico
de otro) como resultado de una conducta ilícita o negligente.

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