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Curso A Distancia Especializado

"La colección en Bibliotecas: Conceptos esenciales, acceso al


documento, catálogos y Ordenación de Fondos"

Teórico Práctico / A Distancia

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ÍNDICE

TEORÍA……………………………………………………………………………………………5-143

Tema 0: Breve introducción al contenido del curso……………………………………………5-11

Tema 1: La Colección Bibliotecaria…………………………………………………………….13-76

Tema 2: Formas de acceso al documento…………………………………………………….78-82

Tema 3: Tipos de Ordenación en Bibliotecas………………………………………………....84-89

Tema 4: Los Catálogos…………………………………………………………………………91-113

Tema 5: La CDU……………………………………………………………………………….115-136

Tema 6: La Signatura Topográfica…………………………………………………………..138-143

PRÁCTICA……………………………………………………………………………………...145-187

Unidad 1: Ordenación de catálogos sistemáticos y topográficos………………………..145-160

Unidad 2: Ordenación de Catálogos Alfabéticos de Autor, Títulos y Materias.


Ordenación de Catálogos Diccionario………………………………………………………..162-185

Bibliografía………………………………………………………………………………………….187

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Tema 0.- Breve Introducción al contenido


del curso

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Un fondo documental adecuado y actualizado es uno de los requisitos necesarios para


garantizar el buen funcionamiento de toda biblioteca. La formación de una colección de
materiales y recursos documentales capaz de dar respuesta adecuadamente a las necesidades
de sus usuarios parece una condición imprescindible para que cualquier biblioteca pueda
asumir un papel esencial en la sociedad del conocimiento.

Definir qué es una colección de materiales de una biblioteca, es bastante más complejo, e
incluso algo más complicado de lo que puede parecer a simple vista como explicaba Juan José
Fuentes Romero en su artículo “Las definiciones de la colección de materiales de las
bibliotecas” publicado en el Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, nº 88-89,
Julio-Diciembre 2007, pp. 89-108. Esto podemos afirmarlo si nos planteamos dos cuestiones:

• En primer lugar debemos plantearnos la enorme y creciente diversidad de soportes y


formatos con que hay que tratar. Cómo podemos ver en el reciente artículo de Julián
Marquina en su Blog “12 cosas que quizás no sabías que se podían prestar desde las
bibliotecas”:

“Borra la imagen que tienes preconcebida de que las bibliotecas únicamente prestan
libros o DVDs. Desde hace ya algún tiempo algunas bibliotecas han ido sumando
servicios y herramientas útiles en préstamo para sus usuarios. La verdad es que no
son muy comunes, pero si muestran un camino en el cual la adaptación de las
bibliotecas a sus usuarios es pieza clave en el proceso evolutivo de estas y de la
utilidad que quieren mostrar y dar a su comunidad. No estoy diciendo que este sea el
camino que tienen que adoptar las bibliotecas, sino lo que trato de hacer es mostrar lo
que otras bibliotecas como la tuya están haciendo ya.”

• En segundo lugar el tipo de biblioteca que va a formar esa colección.

Llamamos colección al conjunto de documentos y recursos de todo tipo y en diversos soportes


con los que cuenta una biblioteca escolar para el desarrollo de sus actividades pedagógicas,
de lectura recreativa y de información en sentido amplio. El grueso de estos documentos están
ubicados fundamentalmente en la biblioteca. Otra parte de la colección puede localizarse en
otras zonas del centro (aulas, sala de audiovisuales, departamentos, etc.) siempre que estén
registrados de forma centralizada para evitar duplicidades, infrautilización o uso inadecuado.

La creación de la colección es una tarea permanente, ya que el fondo documental de una


biblioteca debe ser algo vivo, dinámico, sujeto a crecimiento y revisión. Los procesos de
evaluación, selección y adquisición deben realizarse de acuerdo con criterios consensuados y
evaluables.

La colección de la biblioteca no es sólo lo que está físicamente en el centro. La biblioteca no es


un ente aislado sino que se inscribe en una cadena documental constituida por diferentes
eslabones, por lo que hay que contar con los recursos que ofrecen otras bibliotecas o centros
de documentación (biblioteca pública, biblioteca municipal, biblioteca de barrio, Centros de
Profesores y Recursos, centros de documentación especializados, etc.).

Por ello podemos decir que uno de los principales ejes del trabajo bibliotecario gira en torno a
la colección. Gran parte del tiempo de los profesionales de las bibliotecas se dedica a su
selección, adquisición, catalogación, clasificación, conservación y difusión y, sin embargo, muy
pocas veces se plantea que la gestión de la colección es una de las piezas claves de la gestión
bibliotecaria porque permitirá marcar las pautas de futuro desarrollo de la biblioteca.

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La colección tiene mucho que ver en la visión y en el desempeño de la misión de la biblioteca y


debe plantearse su gestión como una tarea específica.

La planificación y gestión de la colección es una tarea que exige:

1. Tiempo
2. Recursos (materiales y humanos)
3. Involucrar al equipo:
4. Experiencia
5. Tecnología

La colección de una biblioteca siempre será limitada puesto que no puede disponer de toda la
información y documentación existente en el mercado. Lo importante es que cuente con una
colección básica capaz de dar respuesta a las necesidades que se generan en el centro y que,
a la vez, pueda enriquecerse con los recursos de esas otras bibliotecas o centros de
documentación. Tampoco hay que olvidar las posibilidades que ofrece el acceso telemático a
bases de datos, redes de información, etc.

La colección de la biblioteca no debe limitarse a libros u otros materiales impresos sino que ha
de incorporar además todo tipo de documentos audiovisuales y electrónicos que respondan a
las necesidades informativas, formativas y de ocio de sus usuarios. Es necesario que la
biblioteca cuente con una amplia variedad de materiales y recursos en cuanto a su contenido
(obras de ficción y de información), temas tratados, soportes (impresos, audiovisuales y elec
trónicos) y lenguas empleadas (lenguas del Estado, lenguas minoritarias presentes en el
centro, lenguas extranjeras, etc.).

Los organismos internacionales aconsejan que se guarde un equilibrio entre obras de ficción y
de información para que la biblioteca pueda asumir adecuadamente sus funciones. Existen
diversas pautas que pueden utilizarse como referencia para la constitución de colecciones
adaptadas a un centro educativo, pero como referencia general suele aconsejarse que la
proporción sea de un 70% de obras información y un 30% de ficción (siempre dependiendo del
tipo de biblioteca, como por ejemplo las públicas o las escolares, no siendo así por ejemplo en
bibliotecas universitarias o nacionales por ejemplo).

Los fondos de la biblioteca escolar deben ofrecer a sus usuarios una información actualizada
que abarque todos los ámbitos del conocimiento. Para ello no sólo es necesario que se
incorporen periódicamente nuevos documentos sino también realizar un expurgo de los ya
existentes. Esto permitirá que la colección sea algo vivo, atractivo para los lectores y en
constante renovación.

El fondo de la biblioteca debe responder adecuadamente a las necesidades derivadas del


desarrollo del currículo en los centros. En este sentido es importante que la colección
contemple de manera equilibrada todas las áreas curriculares, temas transversales y materias
comunes, específicas y optativas de las diversas modalidades formativas que se imparten en el
centro.

Además de los documentos más directamente relacionados con el aprendizaje de los alumnos
en los distintos ámbitos formativos, deberían considerarse otros que reflejen sus intereses y
aficiones, destinados a favorecer la lectura recreativa y de ocio.

Para que sea verdaderamente útil, la colección ha de concebirse como algo propio. Por eso
deben existir cauces para que toda la comunidad educativa participe en su configuración. La
persona responsable de la biblioteca debe tomar iniciativas en este sentido y coordinar y
valorar las propuestas realizadas por todos los usuarios.

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La irrupción y el desarrollo de las nuevas tecnologías en la sociedad y por tanto en las


bibliotecas, obliga a prestar atención a los nuevos soportes de difusión de la información que
cada vez son más familiares: CD-ROM, discos compactos, vídeo interactivo, programas de
ordenador, televisión por cable, teletexto, bases de datos en línea, etc.

La tipología de documentos informáticos es cada vez más amplia y continúa en aumento, por lo
que cualquier indicación sobre sus características puede quedar desfasada incluso en meses.
Actualmente asistimos a una proliferación de soportes de la "familia" de los CDs (compact disc)
para distintas aplicaciones: CD-Audio, CD-ROM, CD-Interactivo, CD-Foto... en una progresión
continua hacia la sustitución de los soportes analógicos por los basados en la tecnología digital.
Además del CD-ROM existen otros soportes electrónicos, tanto grabables como no grabables,
siendo los más usuales los disquetes y los discos magneto-ópticos.

Las ventajas de estos soportes son: diferentes posibilidades de utilización (desde la enseñanza
asistida por ordenador hasta la documentación); reducción de espacio (en el caso del CD-
ROM, a niveles espectaculares); mayor precisión en la reproducción audiovisual (parada,
búsqueda de piezas o secuencias etc.); enriquecimiento de las posibilidades de búsqueda
documental; mayor frecuencia en la actualización de versiones que en documentos impresos;
facilidad de conservación etcétera. Por otro lado, uno de sus principales inconvenientes
iniciales, el precio, se va reduciendo proporcionalmente a su generalización.
La combinación de la informática y las telecomunicaciones ha dado lugar a un gran desarrollo
de los sistemas de acceso a la información a distancia: redes informáticas, a nivel nacional, e
Internet, a nivel internacional. El acceso telemático a bases de datos lleva camino de ser algo
muy corriente en la vida cotidiana y el mundo laboral por lo que el centro educativo no debe
permanecer ajeno a ellos. Son muchas las posibilidades didácticas que ofrecen estos sistemas
y existen fuentes de información referencial dirigidas expresamente al mundo educativo. Por
otra parte, son los medios que ofrecen una mayor actualización de la información, pues
cualquier variación se puede integrar en la base de datos prácticamente de forma inmediata.

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Antes, las bibliotecas no se planteaban una gestión y planificación de su colección, sino que
simplemente se ocupaban de hacer un mero desarrollo de la misma.

La biblioteca obviamente, debe contener una cantidad más o menos grande de documentos
que son los que le darán forma y que podrá ofrecer a los usuarios que quieran consultarlos o
sacarlos en préstamo. No obstante, el tamaño y cualidad de la colección será diferente según
el tipo de biblioteca de la que se trate, el tamaño de la misma, los objetivos, los usuarios, etc.
La colección, por ejemplo, de una biblioteca universitaria, irá encaminada a apoyar el estudio
de sus alumnos y la formación de profesores e investigadores. Y la colección de una biblioteca
especializada en Medicina, evidentemente, requerirá un tipo de colección muy específica y
diferente.

En el proceso de formación de la colección existen dos tareas complementarias y


correlativas: La Selección y la Adquisición. Es decir, en primer lugar, debemos elegir qué
documentos vamos a incorporar a la colección (Selección) y, una vez seleccionados,
tendremos que obtenerlos de la manera que creamos más oportuna o conveniente
(Adquisición). La Selección y la Adquisición de fondos son dos procesos que cuentan con
múltiples variantes y elementos. Hay herramientas documentales que nos servirán para
guiarnos en el proceso de Selección; estudios sobre usuarios que nos orientarán para saber
qué documentos vendría bien adquirir, etc., además de principios y criterios que ayudarán al
bibliotecario (o a la persona encargada) a que su elección sea lo más coherente y acertada
posible. Luego, existen diferentes modalidades de adquirir estos documentos, ya que podemos
comprarlos, adquirirlos a través de un Canje, obtenerlos a través de una donación, etc. Todos
estos detalles los veremos a lo largo del tema.

La Selección es un proceso más arduo y difícil, que requiere una formación intelectual,
cultural y en Biblioteconomía más importante, ya que el bibliotecario o bibliotecarios
responsables del proceso de Selección deberán deducir qué documentos son necesarios para
la biblioteca en función de múltiples criterios y deben conocer, además, el mundo editorial y de
los diversos materiales que se vayan a adquirir. La adquisición, por el contrario, es un proceso
más administrativo, ya que el trabajo de decidir sobre qué documentos incorporar a la colección
está ya hecho y sólo quedará saber qué método de adquisición vamos a establecer en cada
caso y formalizar sus trámites pertinentes.

El cuanto al concepto de Desarrollo de Colecciones tal como lo conocemos es relativamente


nuevo, ya que este término se reducía en la mayoría de los casos al proceso de Selección y
Adquisición de los materiales requeridos para la colección. Sin embargo con la introducción de
las nuevas tecnologías de la información que lleva consigo la automatización de biblioteca, se
vio la necesidad de ampliar el horizonte de las colecciones.

La ordenación de las colecciones es un factor muy importante en la accesibilidad a las


colecciones bibliotecarias.

Actualmente el término Desarrollo de Colecciones es utilizado para seleccionar, adquirir,


preservar, y un sinnúmero de procesos paralelos que hacen que los centros de información
cubran en la medida de sus posibilidades, las necesidades de información del universo al que
representan.

La importancia del Desarrollo de Colecciones no impacta en el mantenimiento de la colección,


sino que va directamente ligada con el resto de los procesos del centro de información.

Sin un buen desarrollo de este tópico dichos centros crecerían desmesuradamente y no


estarían aptos para cubrir las necesidades de información. Por el contrario, se convertirían en
un tipo de almacenes de información estática que sólo permanecería en estantería por tiempo
indefinido hasta que algún usuario despistado o tal vez tan erudito en su materia pudiera
rescatar de manera esporádica alguna información.

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También es necesario conocer algunas posturas sobre el Desarrollo de Colecciones y sus


conceptos con el fin de definir su propósito y sus alcances actuales.

• Fuentes J. J. Habla ampliamente del tema, y comienza definiendo que El desarrollo


de colecciones es : La operación básica, esencial y sin la cual no puede existir
mínimamente ningún tipo de centro cuya misión sea la de organizar una colección de
materiales mediante los cuales transmitir información, creación, conocimientos, etc, es,
sin lugar a la dudas, la selección. Al proceso técnico (catalogación, clasificación,
indización, etc.) de los materiales le sigue su uso (referencia, consulta en sala,
préstamo, etc.), pero nada, objetivamente, podrá hacerse sin los adecuados procesos
de selección y adquisición. El desarrollo de colecciones tiene como objetivo mantener
las colecciones actualizadas y suficientes para la satisfacción de información de los
usuarios.
• López Yepes a su vez lo define como la operación básica, esencial y sin la cual no
puede existir mínimamente ningún tipo de centro cuya misión sea la de organizar una
colección de materiales mediante los cuales transmitir información, creación,
conocimientos, etc, es, sin lugar a la dudas, la selección.Al proceso técnico
(catalogación, clasificación, indización, etc.) de los materiales le sigue su uso
(referencia, consulta en sala, préstamo, etc.), pero nada, objetivamente, podrá hacerse
sin los adecuados procesos de selección y adquisición. Fuentes J. J. (1999), por su
parte le da un valor determinante al desarrollo de colecciones y lo coloca en el cimiento
de lo que debe ser un centro de información, dicho autor continúa diciendo que lo
esencial de la selección viene dado porque realmente es la operación primera y básica
de todo el trabajo bibliotecario, de modo que nada puede hacerse sin una adecuada,
eficaz y eficiente selección.
• Jim Agee (2005), plantea que cada vez es menor el presupuesto para las fuentes
impresas y por lo tanto se debe tener mucho cuidado en la selección del material, lo
cual implica también la evaluación de las fuentes existentes.

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Tema 1.- La Colección Bibliotecaria

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1) Una breve introducción

Aunque seguiremos hablando en este tema sobre las nociones básicas de la Biblioteconomía y
la Biblioteca, es necesario recordar que no es el mismo concepto de biblioteca o de libro o
documento o de Biblioteconomía misma los que ahora nos encontramos que los que se
iniciaron en la antigüedad y se han ido transformando a lo largo de toda la historia del ser
humano y de la sociedad.

En un primer término hallamos los libros manuscritos (esto en cuanto a los libros, por
poner un ejemplo), que eran producidos por la operación manual de la escritura, cuando aún no
había técnicas para reproducir mecánicamente los documentos, por lo que se generaban casi
siempre ejemplares únicos y se almacenaban con bastante conservadurismo y rigor; podemos
hablar de esta etapa manual desde la antigüedad hasta el siglo XV. A partir de la aparición de
la imprenta, en este siglo XV, ya hablamos del libro impreso, con más tirada y distribución; y
más tarde, la revolución industrial y la revolución francesa harían también que las bibliotecas se
desarrollaran e impulsaran la evolución del libro impreso y las bibliotecas que lo contenían.

Someramente, pues lo veremos en temas posteriores, diremos que la tercera etapa en


la historia del libro, documento y biblioteca empieza en el siglo XX con la aparición del
hipertexto o hiperdocumento. Internet es la revolución: documentos que enlazan unos con
otros; también nacen nuevos soportes como los discos ópticos, la fotografía digital, etc. y dos

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nuevos tipos de biblioteca: la biblioteca digital y la biblioteca virtual (a la que añadiremos la


híbrida). También, sobre todo, aparecen en los últimos años el e-book y e-reader… todo ello lo
veremos más adelante; lo que queremos dejar patente en este epígrafe, es que a lo largo del
tiempo el funcionamiento de las bibliotecas se sustenta bajo unos mismos pilares, pero los
elementos y las tecnologías y soportes van transformándose.

Para finalizar este punto y no dejar la definición en el aire, aunque todas las personas si
fueran preguntadas sabrían decir con más o menos acierto qué es una biblioteca, nosotros,
pendientes de profundizar más adelante y con la aparición de las Nuevas Tecnologías,
afirmaremos que una Biblioteca es: Una estancia física o virtual, perteneciente a una entidad
física o jurídica, pública o privada, que almacena en su interior (espacio físico o virtual)
documentos de diferentes soportes y/o naturaleza y/o contenido con objeto de conservarlos y/o
difundirlos.

2. ¿Qué es la colección bibliotecaria?

La UNESCO hace alusión ya al término de Colección. Es decir, una biblioteca contiene


un volumen determinado de documentos (físicos o digitales/virtuales) que forman lo que
denominamos la colección o fondo de la biblioteca. Estos documentos, esta colección, es
imprescindible para que la biblioteca exista, ya que debe haber algo que ofrecer, algo que
contener.

La ALA también afirma que una biblioteca es una “Colección de material de información
organizada para que pueda acceder a ella un grupo de usuarios. Tiene personal encargado de
los servicios y programas relacionados con las necesidades de información de los lectores”.

Y el profesor Manuel Carrión se suma a este parecer aseverando que la biblioteca es una
colección de libros debidamente organizada para su uso. Hay que aclarar que Carrión toma el
término libro en un sentido amplio como sinónimo de documento, esto es como soporte de
información destinado a ser leído, y que contiene una parte del conocimiento social. Esta última
precisión excluye a los documentos de archivo, que han sido generados por una persona física
o jurídica en el ejercicio de sus funciones y no pertenecen al conocimiento social.

Hoy día, los profesionales de la información y la documentación llamamos a cualquier


elemento de la colección: RECURSO DE INFORMACIÓN. Es más preciso y en cierta forma
deja abierta la puerta a cualquier formato, tipo de documento, etc. Aunque no deja de ser algo
ambiguo.

Pero… ¿Qué forma parte realmente de la colección de una biblioteca?... Esta


pregunta ha salido a colación en la comunidad de bibliotecarios con la aparición de las Nuevas
Tecnologías: ¿Forman parte de la colección los recursos intangibles (Páginas Web,
Documentos electrónicos)? ¿Y aquellos que tener el usuario/a pero no son propiedad de la
biblioteca sino préstamos, etc.? Estas dos cuestiones, las de la Tangibilidad y la Propiedad,
las considera fundamentales el estudioso Lee, quien las incluye como requisitos para que un
recurso forme parte de la colección de una biblioteca. Como en todo, hay opiniones. Los
autores de este manual pensamos que Lee con su propuesta abre un debate interesante, pero
no estamos de acuerdo, ya que nosotros creemos que todo aquel recurso, tangible o no,
propiedad de la biblioteca o no, pero que el visitante pueda poseer directamente en la propia
biblioteca, forma parte de su colección.

Otro de los conceptos a los que se refieren estas definiciones y que es también
imprescindible para entender la biblioteca es el de Organización. La colección de la biblioteca
ha de estar organizada para poder ser controlada y de fácil acceso a los usuarios. Por tanto, la
organización es otro aspecto inherente al concepto de biblioteca. La ALA hace alusión a ello en
su definición: Colección de material de información organizada para que pueda acceder a ella
un grupo de usuarios.

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Importante también es el concepto de Servicios. La biblioteca, una vez reunida la


colección y organizada, presta unos servicios, difunde su contenido, que es lo que le va a dar
razón de ser, sobre todo en las bibliotecas enfocadas a satisfacer las demandas de los
usuarios, como veremos más adelante al hablar de los tipos de biblioteca que existen. No en el
caso de las bibliotecas virtuales. Este tipo de bibliotecas las veremos en tema aparte porque
cambian, en cierto modo, todo lo que se ha dicho hasta ahora de las bibliotecas.

Por último, vemos que en estas definiciones se habla del término Usuarios. Sobre todo
en bibliotecas públicas, cuya misión es atender a los distintos tipos de personas que buscan en
la biblioteca cubrir variopintas necesidades y el usuario pasa a ser uno de los puntales de la
existencia de estas instituciones / lugares.

Pese a que ya hemos dicho que no sólo el fondo documental o colección es la razón de existir
de una biblioteca, ya que en ella se realizan actividades de tipo formativo, lúdico, cultural… lo
cierto es que lo que de verdad otorga sentido a un ente de este tipo, a una biblioteca, es la
colección documental que alberga. En torno a ella pululan como satélites el resto de elementos
que forman parte de cada biblioteca como usuarios, servicios, instalaciones, profesionales, etc.
Una biblioteca sin fondo o colección que albergar no podría ser, sin lugar a dudas, sin temor a
equivocarnos, una biblioteca.

Ocurre que lo que denominamos “colección” ha ido cambiando su naturaleza, su


enfoque y, sobre todo, los materiales y tipos de documentos contenidos con el paso del tiempo.
Esto se debe, por una parte, a que las demandas de los usuarios cambian y, por otro, a que los
formatos (debido al avance tecnológico), también.

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Juan José Fuentes Romero, en su obra “La colección de materiales en Bibliotecas”,


deja muy claro su parecer a este respecto afirmando que sería imposible hablar de Colección
bibliotecaria como tal de forma aislada porque, aunque ésta, como ya hemos dicho, se trata del
elemento central de la biblioteca y que en cierta manera le da sustento, los tipos de
documentos y soportes, formatos, etc. Que la forman van a depender de múltiples
condicionantes; entre ellos, y los más importantes: De qué biblioteca se trata (no es lo mismo,
por ejemplo, la colección de una biblioteca especializada que la de una escolar; el tamaño de
ésta; su ubicación geográfica; sus presupuestos, etc.) También hace alusión Fuentes Romero a
que con la aparición de los soportes electrónicos y en Red, la cantidad de tipologías de
documentos es casi infinita aunque es tajante al aseverar que: “la idea de que los documentos
digitales hagan superflua la existencia de documentos en papel, es una completa falacia, un
engaño, ya que es imposible que todos los materiales de una biblioteca estén en la Red…”

Sería incompleto y torpe hablar en este epígrafe sólo sobre la colección actual en el
siglo XXI de una biblioteca pública (pongámosla como ejemplo por ser la más universal y con
ella la que más variopintos documentos va a contener). Cierto es que sería hablar de la
realidad actual; pero un temario o manual tiene necesariamente que tener cierto cariz
retrospectivo. Veamos que tipos de documentos ha albergado y alberga en la actualidad el
prototipo de biblioteca por excelencia, la pública, y también el resto de tipología de bibliotecas.
Veamos, en definitiva, de manera breve pero concisa, qué documentos suele albergar una
biblioteca, para qué decirlo de otra manera (los autores de este temario consideran que todo
aquello prestable o conservable que este dentro de la propia biblioteca forma parte de su
colección, incluyendo además de los documentos habituales, los aparatos, ordenadores,
soportes tecnológicos, documentos virtuales, etc.). Los enumeraremos atendiendo al formato y
a diversos autores como el propio Fuentes (y otros) y al nuestro propio y ya tendremos tiempo
más delante de realizar clasificaciones cualitativas dependiendo de otros criterios:

• Libros modernos: Llamamos libro a todo material impreso y encuadernado


que consta de 50 páginas o más. Y llamaremos moderno a todo libro que no
sea considerado fondo antiguo por la política de la propia biblioteca. Por
ejemplo en la BNE se consideran libros modernos los libros publicados a partir
de 1831.

Estanterías repletas de fondo moderno en los depósitos de la BNE.

• Material de Fondo Antiguo: Normalmente formado por manuscritos


(documentos hechos a mano originales), incunables (documentos anteriores a

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1500) y Raros. Cómo anteriormente hemos mencionado a la BNE poniendo un


ejemplo, hay que reseñar que en por consiguiente el fondo antiguo son todos
los documentos anteriores hasta 1830.

• Material menor o efímero: Materiales de importancia menor y de escaso


volumen tales como folletos (menos de 50 páginas; hojas sueltas; informes
ocasionales; etc.)

• Publicaciones seriadas e impresas: Denominamos publicación periódoica a


áquella que es publicada periódicamente con una periodicidad establecida pero
sin fecha final establecida. Y publicación seriada, a aquellas que no tienen una
fecha definida para la aparición de sus partes.

• Literatura gris: También llamada Literatura invisible, es todo aquel documento


publicado pero que no ha llegado a entrar en los cauces comerciales, es decir,
que no se vende (lo veremos con más detenimiento en tema venidero). Entre
este tipo de fondo documental encontramos informes, actas de congresos,
tesis doctorales, patentes y marcas, y normas.

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• Material sonoro

• Material Audiovisual. La utilización más frecuente del concepto está vinculada


al formato de difusión de contenidos que se vale de imágenes ópticas
acompañadas por grabaciones acústicas. Un material audiovisual es visto y
oído por el espectador. Hay muchas definiciones y muchas ideas previas de lo
que son. Lo cierto es que abarcan una variedad enorme como a) imágenes
móviles, cine o video, b) diaporamas, c) radio y televisión, d) fotografías y
gráficos, e) videojuegos, f) CD Rom Multimedia, g) cualquier cosa proyectada
en una pantalla. Como definición podemos decir que una obra audiovisual es
aquella que apela al mismo tiempo al oído y a la vista y consiste en una serie
de imágenes relacionadas y sonidos de acompañamiento registrados en un
soporte adecuado (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual)

DVD, ejemplos de material audiovisual.

• Microformas (en desuso): Es un material ya que a penas se utiliza en


bibliotecas. Las microformas más comunes han sido el microfilm y las
microfichas (reproducciones miniaturizadas de los originales, normalmente
reducciones en 24 ó 48 veces, sobre papel). Ambas formas, necesitaban de un
reproductor para visualizarlas y ambas también respondían casi siempre a
razones de aprovechamiento de espacio.

Microficha y lector de microfilm.

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• Documentos electrónicos: Cualquier documento, del tipo que sea (folleto,


libro, publicación seriada o impresa, etc. Pero que no sea impreso sino digital,
accesible a través de ordenador es llamado así), así por lo tanto podemos decir
que un documento electrónico es un documento cuyo soporte material es algún
tipo de dispositivo electrónico o magnético, y en el que el contenido está
codificado mediante algún tipo de código digital, que puede ser leído,
interpretado, o reproducido, mediante el auxilio de detectores de
magnetización.

• Tesis y otros documentos de estudios de tercer ciclo. Una tesis es la


aseveración concreta de una idea que, de manera fundamentada, se expone
públicamente. También lógicamente colecciones de tesis de fondo antiguo y de
fondo moderno. Por ejemplo, en el fondo antiguo nos encontramos la colección
de Tesis de médicos españoles del s.XIX, cómo se muestra en la siguiente
imagen

• Patentes. Una patente es un conjunto de derechos exclusivos concedidos por


un Estado al inventor (o su cesionario) de un nuevo producto susceptible de
ser explotado industrialmente, por un período limitado de tiempo a cambio de la
divulgación de la invención. El titular de la patente es el único que puede hacer
uso de la tecnología que reivindica en la patente o autorizar a terceros a
implementarla bajo las condiciones que el titular fije.

• Normas. Cómo todos sabemos una norma es una regla u ordenación del
comportamiento dictada por una autoridad competente, cuyo incumplimiento
trae aparejado una sanción.

o Las conocidas como normas UNE (UNE acrónimo de Una Norma


Española) son un conjunto de normas tecnológicas creadas por los comités

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técnicos de normalización (CTN), de los que forman parte todas las entidades y
agentes implicados e interesados en los trabajos del comité. Por regla general
estos comités suelen estar formados por la ENAC, fabricantes, consumidores y
usuarios, administración, laboratorios y centros de investigación.Tras su
creación, tienen un período de seis meses de prueba en la que son revisadas
públicamente, para después ser redactadas definitivamente por la comisión,
bajo las siglas UNE. Son actualizadas periódicamente.

o La Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) es


una entidad dedicada al desarrollo de la normalización y la certificación (N+C)
en todos los sectores industriales y de servicios. Es una institución española,
privada, independiente, sin ánimo de lucro, que contribuye a, mediante la
normalización y certificación(N+C) a mejorar el bienestar de la sociedad a
través de la mejora de la tecnología que producen las empresas.

o La Organización Internacional de Normalización o ISO nacida tras la


Segunda Guerra Mundial (23 de febrero de 1947), es el organismo encargado
de promover el desarrollo de normas internacionales de fabricación (tanto de
productos como de servicios), comercio y comunicación para todas las ramas
industriales a excepción de la eléctrica y la electrónica. Su función principal es
la de buscar la estandarización de normas de productos y seguridad para las
empresas u organizaciones (públicas o privadas) a nivel internacional.

• Soportes Ópticos (Cds, DVDs). Actualmente existen varios soportes de


almacenamiento óptico, los más comunes son los CDs (Compact Disc, Disco
Compacto) y DVDs (Digital Versatile Disc,Disco Versátil Digital; sin embargo
inicialmente los DVDs se conocían como Digital Video Disc, Disco de Vídeo
Digital debido a que se usaba para la reproducción de películas), aunque
actualmente están comenzando a aparecer los Blu Ray Disc (Disco Blu Ray)
que acabaran sustituyendo a los DVDs, al igual que paso en su día con el paso
de los CDs a los DVDs.

Algunos ejemplos de soportes ópticos

• Pendrives con información contenida. Una memoria USB (de Universal


Serial Bus) es un dispositivo de almacenamiento que utiliza una memoria flash
para guardar información. Se le conoce también, entre otros nombres, con los
siguientes: unidad flash USB, lápiz de memoria, lápiz USB, minidisco duro,
unidad de memoria, llave de memoria, pen disk, y pendrive. Aunque
inicialmente fueron concebidas para guardar datos y documentos, es habitual
encontrar en las memorias USB programas o archivos de cualquier otro tipo
debido a que se comportan como cualquier otro sistema de archivos.

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• Material Cartográfico. Según las reglas de catalogación “Se consideran


materiales cartográficos a aquellos documentos que representan totalmente o
parcialmente la tierra u otro cuerpo celeste a cualquier escala, los mapas y
planos en dos o tres dimensiones, mapas digitales, cartas aeronáuticas,
marinas y celestes, los globos, los cortes de terreno, las fotografías aéreas, los
atlas, las vistas a vuelo de pájaro, las imágenes de satélite o de teledetección ,
vistas de ciudades, etc.” Esta definición está basada en las reglas de
catalogación Anglo americanas (2º ed. Actualización) 2003.

“Carte des Iles de Maiorque Minorque et D'Yvice “ gravée par Matthieu Seutter, Graveur de
S.M. Imper. et Cathol. 1741”. Fuente: Biblioteca Nacional de España

• Material gráfico. Según las reglas de catalogación se consideran materiales


gráficos los materiales gráficos bidimensionales, tales como estampas, dibujos,
dibujos técnicos, fotografías, carteles, láminas, etc.,ya sean originales o
reproducciones. Quedarán excluidos aquellos materiales gráficos que
necesiten ser proyectados en pantalla: transparencias, diapositivas,
radiografías, etc.

La Formación de la Colección: Selección y Adquisición de los Fondos

Ya hemos hablado, aunque de soslayo, sobre la colección o fondo de una biblioteca. La


formación de este fondo o colección es una de las misiones primeras de la biblioteca. Ésta,
obviamente, debe contener una cantidad más o menos grande de documentos que son los que
le darán forma y que podrá ofrecer a los usuarios que quieran consultarlos o sacarlos en
préstamo. No obstante, el tamaño y cualidad de la colección será diferente según el tipo de

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biblioteca de la que se trate, el tamaño de la misma, los objetivos, los usuarios, etc. La
colección, por ejemplo, de una biblioteca universitaria, irá encaminada a apoyar el estudio de
sus alumnos y la formación de profesores e investigadores. Y la colección de una biblioteca
especializada en Medicina, evidentemente, requerirá un tipo de colección muy específica y
diferente.

En el proceso de formación de la colección existen dos tareas complementarias y


correlativas: La Selección y la Adquisición. Es decir, en primer lugar, debemos elegir qué
documentos vamos a incorporar a la colección (Selección) y, una vez seleccionados,
tendremos que obtenerlos de la manera que creamos más oportuna o conveniente
(Adquisición). La Selección y la Adquisición de fondos son dos procesos que cuentan con
múltiples variantes y elementos. Hay herramientas documentales que nos servirán para
guiarnos en el proceso de Selección; estudios sobre usuarios que nos orientarán para saber
qué documentos vendría bien adquirir, etc., además de principios y criterios que ayudarán al
bibliotecario (o a la persona encargada) a que su elección sea lo más coherente y acertada
posible. Luego, existen diferentes modalidades de adquirir estos documentos, ya que podemos
comprarlos, adquirirlos a través de un Canje, obtenerlos a través de una donación, etc. Todos
estos detalles los veremos a lo largo del tema.

La Selección es un proceso más arduo y difícil, que requiere una formación intelectual,
cultural y en Biblioteconomía más importante, ya que el bibliotecario o bibliotecarios
responsables del proceso de Selección deberán deducir qué documentos son necesarios para
la biblioteca en función de múltiples criterios y deben conocer, además, el mundo editorial y de
los diversos materiales que se vayan a adquirir. La adquisición, por el contrario, es un proceso
más administrativo, ya que el trabajo de decidir sobre qué documentos incorporar a la colección
está ya hecho y sólo quedará saber qué método de adquisición vamos a establecer en cada
caso y formalizar sus trámites pertinentes.

1. La Selección adecuada: uso intenso de la colección

Veamos ahora como datos de interés y significativos las premisas que establecía el
bibliotecario indio Ranganathan (para muchos, el padre de la Biblioteconomía y creador de la
Clasificación Colonada VER TEMA LENGUAJES DOCUMENTALES) para que una biblioteca
sea eficaz y cumpla su cometido, algo que debemos tener en cuenta a la hora de seleccionar
los documentos, el valor más preciado de la biblioteca. Ranganathan decía que:

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1. Los libros son para usarse: Es decir, de nada nos sirve tener una gran colección,
amplia, variada, si no va a usarse. El principal fin de los documentos es que sean usados
por los usuarios y eso debemos tener en cuenta cuando los seleccionemos.

2. A cada lector su libro: es decir, debemos cubrir las demandas específicas de cada
lector. Cada usuario debe encontrar lo que busca.

3. A cada libro su lector: Los libros adquiridos deben estar pensados para un tipo de
usuario, no deben ser adquiridos sin sentido.

4. Se debe ahorrar tiempo al lector: Se busca satisfacer con eficacia las demandas
documentales.

5. La colección es un ente vivo: Al seleccionar los documentos, debemos tener en


cuenta que la colección no es algo estancado, sino que está en movimiento, por lo que
necesita actualizarse y apartar lo obsoleto.

En definitiva, una selección bien encaminada es aquella que busca un uso más
intenso de la colección. Pues, esto es así, las colecciones son para que sean usadas lo
máximo posible, no para fines estéticos o de otro tipo, aún teniendo en cuenta el fin de
conservación (que también está presente) de una biblioteca.

2. Principios de Selección

El profesor Carrión Gutiérrez distingue 5 principios a tener en cuenta a la hora de llevar


a cabo la Selección de documentos que pueden interesar a la biblioteca. Son éstos:

Principio cuantitativo: Quiere decir que para seleccionar adecuadamente tenemos que ver
cuántos documentos necesita la biblioteca, porque la cuestión del espacio es importante.
Debemos saber qué cuantía es la necesaria para incrementar la colección, no sólo por lo que
haga falta, sino para reponer las pérdidas, robos, etc. La IFLA aconseja que en bibliotecas
públicas menores, haya un libro por cada 3 habitantes y un incremento anual de 250 libros por
cada 1.000 habitantes. Y que, por ejemplo, los libros infantiles sean un tercio de la colección.

Principio cualitativo: Y tendremos en cuenta qué tipos de documentos, además de cuantos,


hacen falta. Por ejemplo, para una biblioteca pública necesitaremos manuales, publicaciones
periódicas, obras de referencia, sobre todo…. En una biblioteca universitaria, manuales de las
materias de estudio en la propia universidad. En una biblioteca escolar, obras adecuadas al
nivel de estudio y literatura infantil y juvenil, etc.

Principio de objetividad o neutralidad: Es evidente que la objetividad debe primar en la


selección de los documentos. Tener el suficiente criterio como para dilucidar si realmente una
obra es adecuada o no, si esa obra conviene a la biblioteca, si va a ser leída o vista…

Principio de demanda: Por supuesto, la Selección también se realiza en función de lo que


demandan los usuarios. Si, mediante estudios de usuario, encuestas o entrevistas, sabemos
que hay ciertos temas o soportes preferidos por los usuarios de la biblioteca, nuestra selección
estará fundamentada por esos datos. Debemos seleccionar obras demandadas. Las
desideratas, que son las peticiones expresas de un usuario/a para adquirir un libro que no hay
en la Biblioteca, son muy importantes en este sentido.

Principio de Selección negativa: Las obras repetidas sin motivo o las ya obsoletas, o las
deterioradas, deben ser eliminadas de la colección. Debemos seleccionar, en función de
criterios técnicos, qué documentos van a ser quitados del fondo documental. Hay autores que
no consideran el Principio de Selección Negativa como un Principio de Selección.

En base a estos principios podemos ver cómo se aplican en las bibliotecas, por ejemplo
en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, en la Biblioteca de la Universidad Autónoma de

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Barcelona y la Biblioteca de la Universidad de León,o dando una visión general de la selección


de material bibliográfico para una biblioteca universitaria... sus recursos, su problemática
actual.

Política de selección y adquisición de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla

3. Criterios de selección de las obras

Además de los principios generales que el bibliotecario o encargado de la Selección


debe tener en cuenta para que ésta sea eficaz y conlleve a un uso intenso de la colección,
existen unos criterios que se aplican sobre las obras en sí para cerciorarnos de si éstas deben
ser seleccionadas y adquiridas. Estos criterios son, de manera general, los siguientes:

• Prestigio y reputación del autor de la obra: Si el autor de la obra es


conocido y su calidad contrastada, será un punto a favor para que ésta sea
seleccionada.

• Interés del contenido o temática: Cuanto más interesante sea el tema del
documento, más nos convendrá adquirirlo.

• Claridad y calidad expositiva: Cuanto mejor redactado o contado esté el


contenido del documento, más interesante será para el lector y más uso
tendrá en la biblioteca.

• Complementos del contenido: Tales como índices, anexos, bibliografías,


etc.

• Calidad del material: Nos convendrá un documento bien encuadernado,


resistente, o de material de calidad sea cual sea su soporte.

• Relación calidad / precio: A favor de su adquisición destaca un documento


económico y de calidad. Aunque ya se sabe que a veces lo barato sale caro y
al revés.

4. Fuentes para la selección

Existen una serie de documentos, métodos y procedimientos que nos servirán de guía
para seleccionar los documentos. Y es que tenemos que informarnos de los documentos
existentes para valorarlos y de lo que realmente quieren los usuarios y necesita la biblioteca
para llevar a cabo así una Selección de las obras fundamentada. Las principales fuentes de

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selección, los documentos secundarios y terciarios en los que nos basaremos para seleccionar
los documentos a adquirir serán básicamente los siguientes:

1. Guías de editores, distribuidores y librerías: Estos tres sectores son los


principales abastecedores de documentos de las bibliotecas, por orden de mayor
volumen de muestra a menor. Pueden ser españoles o extranjeros y editan
normalmente guías que sirven de orientación a las bibliotecas para seleccionar
las obras que elegirán para ser adquiridas. Por ejemplo, la Guía de editores de
España, o la Guía de librerías de España, o el Directorio Ibérico de librerías de
antiguo y de ocasión… Como guías extranjeras podemos destacar, por ejemplo,
The Publisher`s Internacional ISBN Director, etc.

Web de The Publisher`s Internacional ISBN Director

2. Sitios Web de editores, distribuidores y librerías: Con la llegada de Internet,


el fácil acceso a los portales Web de estos proveedores será una manera
cómoda y fácil de acceder al listado de documentos que nos pueden interesar.
Podemos encontrar algunos ejemplos en la Web de la Biblioteca de la
Universidad de León.

Web de la Biblioteca de la Universidad de León en dónde se proporcionan enlaces a


sitios Web de editores, distribuidores y librerías.

3. Catálogos comerciales: Se trata de catálogos o bibliografías de los propios


editores, distribuidores o libreros con todas sus novedades o existencias. A
veces aparecen complementados por documentos con más información y a
veces también aparecen boletines que comprenden varias o varios de estos
catálogos a modo de compendio o catálogo colectivo. Suelen tener periodicidad
anual. Como por ejemplo los catálogos de Everest, Anaya, Santillana, etc.

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Web de la editorial Everest.

4. Repertorio de libros en venta de un país: A través del ISBN (International


Standard Book Number) se codifica y se controla las publicaciones de las
editoriales de un país. Estos números, que ya veremos más adelante en el tema
de Normalización bibliográfica, identifican el país del documento, la editorial y el
título. Los repertorios de libros en venta de un país suelen ser emitidos y
publicados por un centro oficial o un editor privado. En España, se edita Libros
Españoles en Venta por la Agencia Española del ISBN, dependiente del
Ministerio de Cultura.

Web del ISBN español

5. Bibliografías nacionales: Son aquellos repertorios bibliográficos elaborados por


la Biblioteca Nacional de un país que recogen toda la producción documental del
mismo en la lengua de dicho país (a veces también en otras lenguas) e incluso
obras publicadas en otros territorios de especial interés para el país en cuestión.
Es, por así decirlo, el libro de cabecera de la biblioteca del país, su índice más
fiable y completo que se ayuda del Depósito Legal para recoger una lista
realmente verídica. Ya está disponible online gracias a la BNE.

Web de la BNE dónde se proporciona la bibliografía nacional online

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6. Bibliografías retrospectivas: Repertorios bibliográfico de periodos pasados en


el tiempo. Pueden ser útiles para libros o documentos que queramos adquirir y
que ya estén fuera de mercado o para compras de investigadores. Entre las más
conocidos encontraremos: Book Auction Record, Cuadernos de Bibliofilia,
L'Argus du LIvre Ancienne et Moderne.

Cuadernos de bibliofilia: revista trimestral del libro antiguo

7. Bibliografías críticas: Pueden ayudarnos a decidir sobre la conveniencia de


adquirir o no una obra. Conllevan una reseña crítica de cada documento.

8. Catálogos de otras bibliotecas: Revisar y consultar los catálogos de otras


bibliotecas también puede sernos útil de cara a hacernos una idea de lo que
nuestra propia biblioteca puede necesitar. Algunos ejemplos del acceso del
catálogos a otras bibliotecas los tenemos en la Biblioteca de la UNED, en la
BNE, Biblioteca de la Universidad de Alcalá, etc.

Web de la BNE ofreciendo los catálogos de otras bibliotecas.

9. Catálogos colectivos: Catálogos que reúnen obras de varias bibliotecas,


recordamos algunos de los que ya hemos visto en temas anteriores:

• Rebiun
• CBUA: Catálogo Colectivo del Consorcio de Bibliotecas Andaluzas
• CSIC bibliográfico
• CCUC: Catálogo Colectivo de las Universidades Catalanas
• MADROÑO: Catálogo Colectivo de las Universidades de la Comunidad de Madrid
• Bibliotecas Públicas del Estado
• MECANO: Catálogo Colectivo Español de Revistas de Ingeniería

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10. Encuestas/entrevistas: De manera periódica, la biblioteca realizará encuestas a


los usuarios ya sea por correo, mail, de forma presencial o a través de
entrevistas personalizadas y tratará de averiguar qué temáticas son las más
demandadas, qué soportes los más utilizados, qué autores los más leídos, etc.…
y ésta también será una herramienta útil para la Selección de los fondos.
Ejemplos: Las encuestas de satisfacción de usuarios en la Biblioteca de la UAM,
estadísticas del cuestionario de satisfacción de usuarios 2012 de la Biblioteca de
la Universidad de Sevilla, o Encuesta sobre satisfacción de usuarios de la
Biblioteca de la Universidad de Zaragoza, etc.

Encuesta de satisfacción de usuarios UAM. Cuestionario de satisfacción de la Universidad


de Sevilla

11. Desideratas de usuarios: Las desideratas de los usuarios son las peticiones de
éstos a la propia biblioteca para que se adquieran determinados documentos que
no hay en ella. Normalmente estas peticiones se realizaban por escrito y se
depositaban o bien en el mostrador de la biblioteca al bibliotecario
correspondiente, o bien en un buzón habilitado para ello (cosa que se sigue
haciendo en algunas bibliotecas) pero en la actualidad, se realizan en los
catálogos automatizados de la biblioteca, a través de un formulario electrónico. El
bibliotecario tendrá en cuenta estas desideratas a la hora de realizar la selección
de los fondos de la colección. Veamos unos ejemplos de las desideratas online:
Bibliotecas de Albacete, Bibliotecas de Valencia, Bibliotecas de Navarra,
Biblioteca de La Rioja, etc.

Enlace a la página de desideratas de la BMP de Albacete

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5. Método “libros a examen”

El método Libros a Examen permite evaluar al bibliotecario o al especialista de la


biblioteca “in situ” el material para su posible adquisición. El proveedor envía el material
(normalmente las novedades) junto con un albarán con el precio y éste es hojeado y revisado
por el bibliotecario para su posible compra, que puede ser efectuada, o no. Este servicio lo
ofrece por ejemplo la Biblioteca de la Universidad Autónoma de Madrid.

6. La Adquisición

La Adquisición es la segunda y definitiva fase de la formación de la colección en una


biblioteca. Se trata de adquirir mediante diferentes procedimientos (ahora los veremos)
aquellos documentos que ya hemos seleccionado. Es decir, el bibliotecario responsable ya ha
decidido que documentos necesita realmente la biblioteca por razones que ya hemos
enumerado párrafos atrás. Y, ahora, una vez que sabe con certeza qué documentos son esos,
veamos de qué diferentes formas puede adquirirlos e integrarlos en la colección de su
biblioteca. La Adquisición es, obviamente, un proceso más administrativo que la Selección,
cuyo procedimiento es más técnico, creativo y cualificado. Ya lo hemos visto. Veamos ahora el
procedimiento:

• Operaciones previas: comprobar si el documento está ya en la biblioteca o ha


sido pedido.
• Ficha de pedido. Cumplimentar una ficha en la que se indiquen todas las
características del libro y el número de ejemplares que se desean, así como la
forma de pedido. De este documento se harán varias copias.
• Fichero de pedidos. Con una de las copias de la ficha de pedidos se elabora este
fichero provisional que servirá para seguir el proceso de la adquisición.
• Fichero de proveedores. Otra copia de la ficha de pedido se debe incluir en el
fichero de proveedores, con lo cual puede establecerse el grado de fiabilidad de
cada uno de ellos y llevar control de las respuestas recibidas.
• Entrega y recepción de los recursos. Examen del estado individual y colectivo
del pedido y elaboración de las posibles reclamaciones.
• Facturación. Debe realizarse por duplicado, para que quede constancia en el
servicio de biblioteca y en el de contabilidad de la escuela.
• Registro, sellado y catalogación de los fondos recibidos. Si la gestión de la
biblioteca está automatizada todo este proceso es muy sencillo.
• Hoja de proceso, que se utilizará para la evaluación de resultados y la elaboración
de estadísticas.

Desde su elaboración hasta la adquisición por el usuario el libro sigue, en líneas


generales, el siguiente proceso:

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Proceso paso a paso desde la elaboración del libro, hasta la recepción del ejemplar por el
usuario

7. Tipos de adquisición

Las principales formas de adquisición de fondos son las siguientes:

7.1 Depósito legal: El Depósito Legal es una obligación administrativa que exige
depositar en diferentes agencias específicas ejemplares (depende, ver más
abajo) de las publicaciones de todo tipo que hayan sido reproducidas en
cualquier soporte a través de cualquier procedimiento para distribución
pública, alquiler o venta (Definición extraída de las Órdenes reguladoras del
DL ya no vigentes, pero cuya definición nos parece acertada). Actualmente
(ya vigente la Nueva Ley de Depósito Legal en España 23/2001) los que
están obligados a efectuar el Depósito Legal en España son los editores en
publicaciones impresas o editores/productores en el resto de materiales.
Antes, con las anteriores normativas, el encargado de hacer el depósito de
las publicaciones impresas era el Impresor y no el Editor.

El Depósito Legal cumple una serie de objetivos siguiendo lo expuesto por la Ley
vigente en la materia 23/2011, en vigor desde el 31 de enero de 2012:

• Recopilar, almacenar y conservar, en los centros de conservación de la


Administración General del Estado y de las Comunidades Autónomas, las
publicaciones que constituyen el patrimonio bibliográfico, sonoro, visual,
audiovisual y digital español, con objeto de preservarlo y legarlo a las generaciones
futuras, velar por su difusión y permitir el acceso al mismo para garantizar el
derecho de acceso a la cultura, a la información y a la investigación.
• Recoger la información precisa para confeccionar las estadísticas oficiales sobre el
patrimonio de referencia.
• Describir el conjunto de la producción bibliográfica, sonora, visual, audiovisual y
digital española, con el fin de difundirla, y posibilitar el intercambio de datos con
otras agencias o instituciones bibliotecarias españolas y extranjeras.
• Permitir el acceso y la consulta de las publicaciones almacenadas, bien en las
instalaciones de los propios centros de conservación o bien a través de bases de
datos en línea de acceso restringido, asegurando su correcta conservación y
respetando en todo caso la legislación sobre propiedad intelectual; protección de
datos; de la lectura, del libro y de las bibliotecas; accesibilidad; así como lo
dispuesto en esta ley.

El Depósito Legal tiene su origen en la Real Cédula del 15 de octubre de 1726, por la
que Felipe V concedió a la Biblioteca Real el privilegio de recibir un ejemplar de todos aquellos
libros y papeles que se imprimiesen. Esta orden se siguió reiterando y confirmando en años

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posteriores por el tema de la censura (era una forma de control). Así, en 1761 se insiste en que
los impresores deben entregar un ejemplar de todo lo que impriman antes de poner en venta la
obra de manera más oficial.

En el año 1938 se incluye entre el material que debe entregarse en DL las


reproducciones fotográficas, obras cinematográficas y piezas de gramófono, y en 1945
ingresan en la Biblioteca Nacional los primeros discos, procedentes de Vitoria.

La Nueva Ley de D.L en España: 23/2011

Era un trabajo largamente esperado por la comunidad profesional del que ya se ha


escrito bastante. Hubo incluso alguna tentativa de incorporar nuevo contenido a estas
disposiciones legales, como fue el caso de la Ley de la lectura, del libro y de las bibliotecas,
que incluía un capítulo completo en materia de depósito legal pero que finalmente no fue
incluido en ella. Los problemas que se habían detectado ya en 1983, cuando comenzaran las
primeras iniciativas que solicitaban una modernización de esta legislación, aludían
principalmente al surgimiento de las nuevas tecnologías (hoy denominadas TICs (Tecnologías
de Información y Comunicación) y a su impacto en el mundo editorial.

La legislación refleja la nueva realidad de España que ha pasado de un Estado


centralista al actual Estado de las Autonomías y, por tanto, su consecuente traspaso de
competencias, también en materia de depósito legal.

Principales novedades:

• El papel del editor como actor o sujeto depositante.


• La disminución del número de ejemplares a entregar en los centros depositarios (de
cinco a dos en el caso del Estado).
• Se delimita sustancialmente la tipología de publicaciones objeto de depósito legal, por
ejemplo, las reimpresiones.
• Atención al patrimonio digital: Serán objeto de depósito legal todas las publicaciones,
producidas o editadas en España, por cualquier procedimiento de producción, edición o
difusión, y distribuidas en cualquier soporte, tangible o intangible. Por otro lado, se
exonera a los editores de sitios Web del deber de depósito legal y se habilita a los
centros de conservación, tanto de titularidad estatal como autonómica, a detectar y
reproducir los sitios Web libremente accesibles a través de redes de comunicaciones
que resulten de interés para los fines del depósito legal, respetando en todo caso la
legislación sobre protección de datos y propiedad intelectual.

SEGUIMOS CON MÁS FORMAS DE ADQUISICIÓN…

7.2 El Canje

Este método de adquisición de documentos es de los denominados semigratuitos, ya


que la biblioteca que va a adquirir no paga nada, pero sí debe entregar un documento/s a
cambio del/los que va a adquirir. El canje es muy útil para conseguir documentos que están
fuera de los cauces comerciales y que de otra manera no se podrían obtener de manera
inmediata, así como publicaciones oficiales. Los principales documentos que se adquieren
mediante el sistema de canje son:

- Publicaciones oficiales
- Literatura gris (fuera de cauces comerciales)
- Tesis o tesinas
- Revistas de investigación.

Para el investigador Martín Montalvo, podemos encuadrar el canje en función de:

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7.2.1.1 La periodicidad: Permanente (De manera habitual) o Accidental


(esporádica)
7.2.1.2 Por el método empleado: Directo (sin mediadores, directamente entre
las dos bibliotecas) o indirecto (habiendo un centro de canje de mediador)
7.2.1.3 Según el ámbito geográfico: Nacional o internacional.

En las bibliotecas nacionales el canje se centra en el intercambio de publicaciones


oficiales. En las bibliotecas especializadas y universitarias, el canje es muy útil para dar salida
a documentos editados por la propia institución y que están duplicados, o no interesan, o son
fruto del expurgo.

Es a nivel internacional donde está más generalizado este procedimiento y se realiza


de una forma más regular. No obstante, es un método que cada vez se usa menos debido a
una política cada vez más selectiva de las bibliotecas.

Imagen de la sección de canje de la BNE

7.3 Las Donaciones

Las donaciones son un medio gratuito de adquisición de fondos de la biblioteca, ya sea


por iniciativa de terceras personas u organizaciones o por petición de la propia biblioteca a
instituciones o personas individuales (algo muy normal en las políticas de adquisición). En las
donaciones se otorgan documentos a la biblioteca de manera desinteresada y gratuita.
Podemos distinguir tres tipos de donaciones: Los donativos, los legados y los depósitos.

Donativos: Son donaciones desinteresadas que instituciones públicas o


privadas o particulares hacen a la biblioteca. Son importantes los lotes de
libros o documentos, por ejemplo, que las fundaciones o el Ministerio de
cultura hacen a las bibliotecas públicas o los investigadores hacen a las
bibliotecas especializadas. También es normal que los escritores en edad
avanzada donen su biblioteca personal a una biblioteca con la que mantenga
ciertos vínculos personales o profesionales.
Legados: Son las donaciones que se hacen a través de testamento. Se trata
de bibliotecas completas particulares o parte de ellas, normalmente.
Depósitos: Entrega de documentos a una biblioteca por parte de una
institución o persona particular para que ésta los guarde y use (en caso de
que se acuerde eso), pero en calidad de préstamo, sin perder el dueño la
propiedad de los documentos, pero los presta a la biblioteca porque por
alguna razón este dueño originario no puede hacerse cargo de ellos en ese
momento.

7.4 La Compra

La compra es el método de adquisición más común y utilizado en bibliotecas, sobre


todo en las públicas. Veamos cuál es su proceso (EN UN CONTEXTO MANUAL, ANTES DE
LA AUTOMATIZACIÓN, QUE TB VEREMOS UN EPÍGRAFE)

o Operaciones previas a la compra:

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Lo primero que se hará es comprobar si la obra seleccionada está en la biblioteca


consultando el catálogo de la misma (catálogo alfabético de títulos) o está esperando ser
recibido (fichero de pedidos en espera de ser recibidos). Si la biblioteca posee un módulo de
adquisiciones automatizado (que será lo más normal) estás operaciones se realizarán de forma
informatizada. Se comprobará que los datos que poseemos de las obras que vamos a adquirir
son correctos, verificándolos en catálogos comerciales, guías u otras fuentes fiables.

o Petición de los documentos:

En módulos de adquisición automatizada, sólo habrá que seguir los pasos consignados
en el software consignado. Centrémonos en un sistema manual primero. En un sistema de
adquisición manual tradicional existirá un fichero de pedidos, otro de proveedores y otro de
fechas de pedidos. Rellenaremos una ficha u hoja de pedido en la que anotaremos los
siguientes datos fundamentales del documento.

Acto seguido, aunque parezca una obviedad, si no lo hemos hecho ya, comprobaremos
que tenemos el presupuesto necesario y suficiente para realizar la adquisición pretendida.

Elaboración de la hoja de pedido y envío al proveedor.

o Recepción de los documentos:

Al recibir los documentos, lo primero que haremos será que las obras recién llegadas
coincidan con lo que se pidió, y que éstas estén completas y en perfecto estado. Luego
revisaremos la factura y comprobaremos que también esté correcta. Si hubiera algún problema
llamaremos al proveedor y se lo comunicaremos.

Si la factura está correcta la pasaremos al departamento de contabilidad una copia


para que sea pagada y otra al departamento de adquisiciones y los documentos irán a la
sección de proceso técnico para que sean registrados y sellados.

Elaboración de la hoja de proceso y el catálogo provisional mientras el libro pasa


por las diferentes fases de su procesamiento antes de ser puesto a disposición del usuario, se
elaborará una hoja de proceso para calibrar el estado del documento y un catálogo provisional
antecedente del definitivo.

Para ver el proceso de compra en las bibliotecas se pueden mostrar varias maneras de
proceder: en la Biblioteca de la UNED se puede comprar con los presupuestos de la Biblioteca
o con los del Departamento, la Biblioteca de la Universidad de Sevilla es responsable de la
compra, suscripción y contratación de todos los recursos de información solicitados por la
Comunidad Universitaria de la USE. Estos recursos incluyen documentos de todo tipo - libros,
revistas, casetes, videocasetes, CD, CD-ROM, DVD, microformas, etc.-, además de acceso a
bases de datos y a revistas electrónicas, la Biblioteca de la Universidad de Alcalá facilita toda la
información de dicho servicio, etc.

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Web del servicio de adquisiciones y compra de la Biblioteca de la Universidad de Alcalá.

Los módulos de adquisición automatizada

La automatización de las adquisiciones (presente ya en todas las bibliotecas modernas)


supone un gran ahorro de trámites. Puede realizarse por dos vías:

o Creación de una base de datos específica de adquisiciones


o Desarrollo de todo el módulo de adquisiciones incluido en todo el sistema de gestión de
bibliotecas. La mayoría de estos programas disponen de:

Fichero de adquisiciones:
Fichero de solicitudes
Fichero de proveedores

La existencia de un módulo de adquisiciones en formato MARC (Machine Readeable


Cataloguing o catalogación legible por ordenador) permite la catalogación de una obra desde el
momento de su solicitud (precatalogación, que se completa cuando se recibe el libro). Hoy en
día, con Internet y el uso del correo electrónico y demás tecnologías se puede tramitar el
pedido de manera instantánea.

Dicho módulo se encarga de gestionar la elección e ingreso de materiales nuevos,


mediante cualquiera de los procedimientos tradicionales: compra, canje o donación. Maneja,
sobre todo, información bibliográfica (documentos seleccionados, perdidos, recibidos…), de
proveedores, de pedidos, de facturación y contable. Por eso, algunas de sus tareas esenciales
son la búsqueda de ejemplares en el sistema, la atención a las desideratas, la petición en firme
y precatalogación de documentos, el control presupuestario o el seguimiento de los materiales
recibidos.

La elección e implantación del sistema más adecuado en cada biblioteca pasa por
realizar un análisis minucioso de las características específicas de la misma (tamaño,
presupuesto, personal…) y por una buena planificación, que prevea fases bien temporalizadas
y evaluadas.

En la actualidad, los SIGB comerciales más utilizados en las bibliotecas españolas son:

UNICORN

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Comercializado por la empresa SirsiDynix, presenta una arquitectura cliente-servidor, abierta y


modular, que se ajusta fácilmente a las circunstancias de cada biblioteca, pues su ampliación
depende únicamente de la adición o actualización de los módulos necesarios. Ahí radica gran
parte de su éxito. Es compatible con la mayoría de estándares y sistemas operativos actuales e
incorpora las tecnologías documentales más avanzadas. Su OPAC para entornos web se
conoce como WebCat. Desde 2007, es el SIGB utilizado por la BNE, además de haber sido
seleccionado por muchas otras bibliotecas de renombre como las de la UNED, la Universidad
Carlos III o la Universidad Politécnica de Madrid.

ABSYS

Distribuido por la empresa Baratz y caracterizado por utilizar dos gestores de bases de
datos, uno documental, para la creación y recuperación de datos, y otro relacional, responsable
de la gestión bibliotecaria. Contiene la mayoría de módulos anteriormente citados y su OPAC
en línea se conoce como WebOpac. Su versión AbsysNET está especialmente dirigida a
grandes redes de bibliotecas, mientras que Absys express está ideada para bibliotecas de
menor tamaño. Es uno de los SIGB más extendidos en nuestro país, elegido por la mayoría de
BPE, por bibliotecas universitarias, como las de Castilla La Mancha, por REBIUN, por la base
de datos REBECA, etc.

Además de estos dos SIGB principales, cabe mencionar otros importantes como
INNOPAC MILLENIUM (sucesor de LIBERTAS), muy utilizado en la UCM, ALEPH, gestionado
por la red de bibliotecas del CSIC, VTLS, especialmente usado en bibliotecas catalanas, o
DOBIS-LIBIS, que dio origen a la extinguida red RUEDO, sin olvidar sistemas integrados
menos actuales y de menor repercusión, pero de origen español, como SABINI.

8. La adquisición compartida

Por otra parte, en un entorno globalizado como el actual, en el que la cooperación


bibliotecaria cobra cada vez más importancia, las tendencias de presente y futuro pasan por
trabajar con sistemas interoperativos, es decir, capaces de gestionar recursos informativos
propios y asociados. Así, el desarrollo venidero de los SIGB no sólo dependerá de las debidas
labores de análisis y evaluación, sino también de la colaboración.

La adquisición compartida es un proceso en el cual intervienen varias bibliotecas de


manera conjunta en la adquisición de documentos. No hay que confundir este concepto de
adquisición compartida con el de adquisición centralizada, que no es sino que una biblioteca, a
modo de centro neurálgico de un grupo de ellas, se encarga de la compra o abastecimiento de

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documentos por imposibilidad de las otras y luego abastece al resto, las cuales no tienen un
departamento encargado de esta cuestión.

Las causas principales que llevan a las bibliotecas a adoptar modelos de adquisición
compartida son las siguientes:

• Reducir los costes de compra de documentos


• Conseguir una colección más amplia y completa
• Existencia de técnicas fiables de reproducción de documentos
• Se reducen las tareas técnicas

9. Ventajas y desventajas de los tipos de adquisición (María Benitez. Biblogtecarios)

Ventajas

• Prestigio. Donaciones y cesiones suelen provenir tanto de instituciones importantes y


de larga historia, así como de personajes ilustres, literatos, gente del mundo de la
ciencia y la cultura. Su confianza en nuestra biblioteca como custodio de algunos de
sus más preciados bienes debe llenarnos de orgullo, satisfacción y responsabilidad, por
supuesto. Porque nosotros somos profesionales y saben que mantendremos todos sus
libros en las mejores condiciones físicas posibles y los pondremos a disposición de un
público potencial que sabrá valorarlas y utilizarlas como es debido.

• Fondos de calidad y especializados. Las nuevas colecciones pueden contener obras


inéditas, originales antiguos, raros, primeras y segundas ediciones muy codiciadas por
estudiosos y coleccionistas. En ocasiones se explayan en temáticas muy específicas y
raras sólo presentes en instituciones dedicadas a esas temáticas. Otras veces
obtenemos ediciones de libros en idiomas que sería muy complicado obtener en
nuestro país en épocas pasadas (ruso, japonés, holandés…).

• Ahorro económico. Indudablemente supone un ahorro en cuanto a compra se refiere


porque pueden incluir volúmenes que hubiéramos estado pensando adquirir en un
futuro.

• Utilización. Todo lo anterior redunda en la configuración de un fondo más amplio, más


heterogéneo y mucho más rico de cara a los investigadores que, al fin y al cabo son los
principales usuarios de las bibliotecas nacionales. Esto puede verse también desde
otra perspectiva, como es el estudio de la propia persona que ha donado el fondo.
Comprobaremos así por medio de su colección cuáles eran sus áreas de interés, sus
estudios, sus publicaciones (suelen poseer textos de literatura gris bastante
complicados de obtener, folletos, carteles), por no hablar de aspectos más personales
a través de las dedicatorias incluidas en algunos ejemplares o incluso cuando entre la
donación se incluye la correspondencia personal.

Desventajas

• Ruido documental y duplicados. No es oro todo lo que reluce y así como todos
estos fondos contendrán sus propias joyas de la corona, también podemos encontrar
algún que otro montoncito de paja. Después de todo, los eruditos son humanos y no
sólo estudian. También les gusta leer bestsellers y obras de lectura general que,
desgraciadamente ya tendremos mil veces en los depósitos. Eso sin contar carpetas y
papeles sueltos personales traspapelados entre la colección.

• Fondos en mal estado. Como bien sabemos, todo esa innumerable variedad de
hongos y bichitos que atacan al papel se esparce como la pólvora. Y como no siempre

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se tiene cuidado al almacenar los libros en la casas particulares (el clima gallego
tampoco ayuda demasiado) corremos el peligro de que vengan de visita para
quedarse. Habrá que tener mucho cuidado con ellos, además de con el polvo, para no
contaminar el resto de los depósitos.

• Espacio. Para bibliotecas del tipo nacional, el espacio puede llegar a resultar un gran
problema aunque a priori todos pensemos que sus estanterías son infinitas. Eso
piensan también los donantes. Y lo peor del caso es que no suele tratarse de
colecciones reducidas, sino muy abundantes cultivadas a lo largo de amplias vidas.

• Trabajo adicional. Si bien agradecemos enormemente la confianza depositada en la


biblioteca, cualquier fondo que llega nuevo requiere un proceso técnico, una
restauración en casos extremos de ejemplares dañados, etc. No siempre se tiene el
personal necesario ni el tiempo. Requerirá además, y a poder ser previamente, una
valoración del fondo. Desde el momento en el que nos comunican el deseo de donar
una colección, deberíamos analizarla in situ, ver cómo está compuesta, en qué estado,
para estar preparados (en cuanto a sitio, en cuando a personal para tratarlo) una vez
aceptada.

10. El Expurgo

El expurgo o selección negativa, además de considerarlo lo suficientemente importante


para encabezar epígrafe aparte en este tema, también lo hemos considerado un principio de
selección en la formación de la colección. El expurgo consiste en revisar la colección para
localizar aquellos documentos que por cualquier razón han dejado de tener validez para la
colección y para la biblioteca y por ello han de ser retirados de la misma. Repetimos que la
colección es algo vivo. Los objetivos primordiales del expurgo son:

• Mantener la actualidad de la colección


• Hacer las colecciones de más fácil manejo
• Solucionar problemas de espacio
• Eliminar documentos deteriorados
• Eliminar documentos duplicados

¿Pero? ¿Dónde van los documentos que se expurgan? Sus destinos pueden ser muy
variados: Otras instituciones, canje, almacenamiento, etc.

La tarea de llevar a cabo el expurgo en una biblioteca generalmente suele ser mal
acogida. Existen una serie de aspectos que influyen negativamente para su realización como
son las barreas psicológicas del personal que ha de llevarlo a cabo, ya que la tarea del expurgo
está muy ligada a los conceptos “destruir” ,“deshacerse” o “eliminar”. También existen las
barreras prácticas en el sentido de que no se cuenta con los recursos de personal suficiente,
falta de tiempo, de dinero, espacio para el almacenamiento, etc. Sin embargo, el expurgo es la
tarea que va a ayudar a que nuestra biblioteca mantenga y siga desarrollando una colección
viva, y por ende que nuestros usuarios dispongan de una información actual que les anime a
seguir utilizando las bibliotecas. Sin duda, para dar cabida a una colección lo más actualizada
posible, es necesario que ésta se esté renovando constantemente. Ello supone la entrada y
salida de obras de nuestros centros.

En el caso concreto de las Bibliotecas Públicas españolas los fundamentos del expurgo
se basan en el Reglamento de Bibliotecas Públicas del Estado y del Sistema Español de
Bibliotecas (Real Decreto 582/1989, de 19 de mayo). El artículo 8º, de dicho reglamento,
específica que:

”Si, con motivo del recuento o por cualquier otra razón, resultara preciso, las Bibliotecas
Públicas del Estado pueden iniciar expediente de expurgo. A tal efecto, la Dirección de la

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biblioteca hará las propuestas oportunas y razonadas a la Administración gestora, que


resolverá lo que proceda. No serán objeto de expurgo las obras a que se refiere el * artículo
4°, 3, de este Reglamento.”

* ¿Cuáles son las obras que no se expurgarán según este vigente Real Decreto en
materia de Expurgo para bibliotecas públicas españolas?

“Los manuscritos, los incunables y las obras de las que no conste la existencia de al
menos tres ejemplares en bibliotecas o servicios públicos, así como las que, por su relevancia,
han sido declaradas bienes de interés cultural, o estén incluidas en el inventario general de
bienes muebles del patrimonio histórico español, son objeto de especial protección, conforme a
lo establecido en este reglamento y normas de desarrollo. Estos fondos deberán ser incluidos
en un inventario especial de la biblioteca”

Algunos ejemplos de la planificación del expurgo en bibliotecas pueden ser: el expurgo


en la Biblioteca de la Universidad de Valladolid, la Biblioteca de la Universidad Rey Juan
Carlos, la Biblioteca de la Universidad de Cádiz, en las bibliotecas escolares, etc.

Una vez que la biblioteca decide emprender una tarea de expurgo es fundamental
establecer un plan de expurgo en el que queden reflejados todos los pasos que se darán.
En el siguiente organigrama se resume el proceso a llevar a cabo con los documentos
analizados de la colección.

Análisis de la situación actual para iniciar una tarea de expurgo


El primer paso antes de iniciar una tarea de expurgo es analizar la situación en la que
se encuentra tanto nuestro centro como nuestra colección. Algunas de las cuestiones que
habría que tener en cuenta en el análisis:
• Actualidad de la colección con la que contamos
• Si nos permitiría un ahorro de espacio en las estanterías
• Si favorecería y mejoraría el acceso a la información, el usuario ha de llegar con
facilidad a los volúmenes
• Mejoraremos la imagen de la biblioteca, se detectará el material dañado por el uso

Otras razones de peso para iniciar una tarea de expurgo pueden ser el traslado de la
biblioteca a otro edificio, este es uno de los mejores momentos para revisar el estado de la
colección, o por ejemplo el inicio de un proceso de automatización que obligue a poner al día el
catálogo.
Objetivos que se persiguen

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El inicio de un proyecto supone como meta la consecución de unos objetivos. Entre los
objetivos a alcanzar están:
• Aislar el material obsoleto y/o desfasado
• Ampliación de los espacios disponibles de almacenamiento, logrando mayor espacio
para las nuevas adquisiciones
• Restauración de los fondos deteriorados
• Reunir y organizar la colección para permitir al usuario ampliar su formación cultural

Medios de los que se dispone


Una vez establecido el análisis y los objetivos, el paso siguiente es determinar si es
posible llevar a cabo una tarea de expurgo con los medios de los se dispone. Deberemos
constatar que:
• Disponemos de personal. La tarea de expurgo puede llevar un tiempo
considerable, dependerá del fondo a analizar. Sería conveniente establecer un
grupo de trabajo y un calendario e intentar iniciar esta tarea en meses en los que el
nivel de trabajo en la biblioteca sea menor. Por otro lado, la responsabilidad del
expurgo suele estar compartida por el personal bibliotecario y el personal docente
especializado en el caso de las bibliotecas universitarias, esto también sería lo
ideal dentro de una biblioteca pública, pero suele ser difícil encontrar un
bibliotecario especialista para cada materia, el contar con asesoramiento nos daría
seguridad en el proceso.
• Si contamos con espacio de almacenamiento para el caso en el que haya que
reubicar obras de la colección
• Dinero del que se dispone, nos encontraremos con obras que haya que enviar a
talleres para su restauración y en otras cosas la obra tendrá que ser repuestas e
incluso adquirir otro tipo de soporte diferente al original. Sería interesante fijar unos
valores para tomar la decisión, por ejemplo si la encuadernación no supone mas de
1/3 de la obra se podrá adoptar esta medida
• Recursos bibliográficos con los que se cuenta, un buen catálogo ayudará a esta
tarea

Determinación del fondo que será sometido a revisión


Todo fondo de una biblioteca puede es susceptible de evaluación, pero existe parte de
la colección que podría ser considerada como un "fondo protegido contra el expurgo".
En el Reglamento de Bibliotecas Públicas del Estado y del Sistema Español de
Bibliotecas (Real Decreto 582/1989, de 19 de mayo) en su artículo 4º,3 recoge que no serán
objeto de expurgo:
“Los manuscritos, los incunables y las obras de las que no conste la existencia de al menos
tres ejemplares en Bibliotecas o servicios públicos, así como las que, por su relevancia han
sido declaradas Bienes de Interés Cultural, o están incluidas en el Inventario General de Bines
Muebles del Patrimonio Histórico Español , son objeto de especial protección, conforme a lo
establecido en este Reglamento y normas de desarrollo. Estos fondos deberás ser incluidos en
un inventario especial de la Biblioteca.”
Otro fondo que podría ser considerado como exento de expurgo:
• Fondo de historia local
• Libros curiosos, raros
• En el caso de las universidades obras consideradas como “clásicas”, ya que
siempre son recomendadas en las bibliografías
Criterios generales para establecer si una obra será o no expurgada
Quizá esta sea la parte más difícil dentro del expurgo. Se trata de establecer los
criterios por los que una obra será desterrada de nuestra colección. Atendemos a dos tipos de
criterios : criterios objetivos y criterios subjetivos.
Criterios objetivos:
• Antigüedad / Obsolescencia. Determinar si un material tiene un contenido obsoleto
o no va a depender de la disciplina de la que trate. Es aconsejable revisar las
monografías con 5 años de antigüedad, la información científica y técnica suele

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tener mayor grado de obsolescencia. La fecha de Depósito Legal también es uno


de los indicadores a tener en cuenta.
• Uso, la circulación de las obras son un claro indicador para el expurgo, una obra
que no se haya prestado en los últimos cinco años puede ser un referente claro
para ser eliminada de la colección
• Duplicidad de los documentos, en este caso habrá que tener en cuenta que obras
son las que están duplicadas puesto que no es lo mismo la duplicidad en manuales
técnicos que obra de literatura clásica, por ejemplo.
• Estado físico, si las obras están muy deterioradas habrá que plantear su arreglo o
sustitución
• Redundancia en la información, con los nuevos formatos en los que esta se
presenta existen muchas posibilidades de que esta esté repetida en varios
formatos, por ejemplo enciclopedias, bases de datos...

Criterios Subjetivos:

El criterio del personal que va a realizar el expurgo es determinante. Lo ideal sería


contar con ayuda de un especialista en cada materia. En el caso de las bibliotecas
universitarias esta labor puede ser apoyada por el personal docente e investigador, la
bibliografía que se recomienda en cada una de las asignaturas impartidas es un claro indicador
de las obras que van a ser más actualizas.
Ejecución del plan de expurgo. Establecimiento de una metodología de trabajo
Llega la hora de poner en práctica el plan de expurgo. Uno de los métodos que puede
ayudarnos es el IOUPI, también conocido como método Crew.
Es el momento de aplicar los criterios de expurgo, lo recomendable es crear un libro de
registro de las obras en expurgadas:
• Se examinarán cada obra de cada área que se ha decidido expurgar
• Aplicando los anteriores criterios objetivos y subjetivos se decide el destino de la
obra
• Se tomará nota en el libro de registro de las obras expurgadas los datos y el motivo
de exclusión, ejemplo de ficha de expurgo:

Otra tareas derivadas del expurgo son realizar las correcciones en el catálogo
de las obras que han sido expurgadas, llevar a cabo el control estadísticos de las altas y bajas
que se han producido, elaborar un informe para el departamento de adquisiciones y que este
tenga en cuenta las lagunas de contenido que pueden haber quedado en la colección a la hora
de seleccionar.

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11.La Colección Digital y Virtual. El Movimiento Open Access. Bases de datos y repositorios
para gestionar la colección digital

Todos comprendemos, porque hemos sido usuarios de biblioteca o incluso alguno


puede que haya trabajado ya en alguna, que la idea de biblioteca de la antigüedad no es la
misma que la actual, y uno de los puntos clave que diferencia esta evolución es su colección,
como veremos en este temas, y sus servicios, como veremos también a lo largo de este curso,
y que van unidos de la mano.

La UNESCO hace alusión ya al término de Colección. Es decir, una biblioteca contiene


un volumen determinado de documentos (físicos o digitales/virtuales) que forman lo que
denominamos la colección o fondo de la biblioteca. Estos documentos, esta colección, es
imprescindible para que la biblioteca exista, ya que debe haber algo que ofrecer, algo que
contener.

Página web de la Biblioteca de la UNESCO

La ALA también afirma que una biblioteca es una “Colección de material de información
organizada para que pueda acceder a ella un grupo de usuarios. Tiene personal encargado de
los servicios y programas relacionados con las necesidades de información de los lectores”.

Página web de ALA

Y el profesor Manuel Carrión se suma a este parecer aseverando que la biblioteca es


una colección de libros debidamente organizada para su uso. Hay que aclarar que Carrión
toma el término libro en un sentido amplio como sinónimo de documento, esto es como soporte
de información destinado a ser leído, y que contiene una parte del conocimiento social. Esta
última precisión excluye a los documentos de archivo, que han sido generados por una persona
física o jurídica en el ejercicio de sus funciones y no pertenecen al conocimiento social.

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Hoy día, los profesionales de la información y la documentación llamamos a cualquier


elemento de la colección: RECURSO DE INFORMACIÓN. Es más preciso y en cierta forma
deja abierta la puerta a cualquier formato, tipo de documento, etc. Aunque no deja de ser algo
ambiguo.

Pero… ¿Qué forma parte realmente de la colección de una biblioteca?...

Esta pregunta ha salido a colación en la comunidad de bibliotecarios con la aparición


de las Nuevas Tecnologías:

¿Forman parte de la colección los recursos intangibles (Páginas Web, Documentos


electrónicos)?

¿Y aquellos que tener el usuario/a pero no son propiedad de la biblioteca sino


préstamos, etc.?

Estas dos cuestiones, las de la Tangibilidad y la Propiedad, las considera


fundamentales el estudioso Lee, quien las incluye como requisitos para que un recurso forme
parte de la colección de una biblioteca. Como en todo, hay opiniones. Los autores de este
manual pensamos que Lee con su propuesta abre un debate interesante, pero no estamos de
acuerdo, ya que nosotros creemos que todo aquel recurso, tangible o no propiedad de la
biblioteca o no, pero que el visitante pueda poseer directamente en la propia biblioteca, forma
parte de su colección.

Otro de los conceptos a los que se refieren estas definiciones y que es también
imprescindible para entender la biblioteca es el de Organización. La colección de la biblioteca
ha de estar organizada para poder ser controlada y de fácil acceso a los usuarios. Por tanto, la
organización es otro aspecto inherente al concepto de biblioteca. La ALA hace alusión a ello en
su definición: Colección de material de información organizada para que pueda acceder a ella
un grupo de usuarios.

Importante también es el concepto de Servicios. La biblioteca, una vez reunida la


colección y organizada, presta unos servicios, difunde su contenido, que es lo que le va a dar
razón de ser, sobre todo en las bibliotecas enfocadas a satisfacer las demandas de los
usuarios, como veremos más adelante al hablar de los tipos de biblioteca que existen. No en el
caso de las bibliotecas virtuales. Este tipo de bibliotecas las veremos en tema aparte porque
cambian, en cierto modo, todo lo que se ha dicho hasta ahora de las bibliotecas.

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Por último, vemos que en estas definiciones se habla del término Usuarios. Sobre todo
en bibliotecas públicas, cuya misión es atender a los distintos tipos de personas que buscan en
la biblioteca cubrir variopintas necesidades y el usuario pasa a ser uno de los puntales de la
existencia de estas instituciones / lugares.

Pese a que ya hemos dicho que no sólo el fondo documental o colección es la razón de
existir de una biblioteca, ya que en ella se realizan actividades de tipo formativo, lúdico,
cultural… lo cierto es que lo que de verdad otorga sentido a un ente de este tipo, a una
biblioteca, es la colección documental que alberga. En torno a ella pululan como satélites el
resto de elementos que forman parte de cada biblioteca como usuarios, servicios,
instalaciones, profesionales, etc. Una biblioteca sin fondo o colección que albergar no podría
ser, sin lugar a dudas, sin temor a equivocarnos, una biblioteca.

Ocurre que lo que denominamos “colección” ha ido cambiando su naturaleza, su


enfoque y, sobre todo, los materiales y tipos de documentos contenidos con el paso del tiempo.
Esto se debe, por una parte, a que las demandas de los usuarios cambian y, por otro, a que los
formatos (debido al avance tecnológico), también.

Juan José Fuentes Romero, en su obra “La colección de materiales en Bibliotecas”,


deja muy claro su parecer a este respecto afirmando que sería imposible hablar de Colección
bibliotecaria como tal de forma aislada porque, aunque ésta, como ya hemos dicho, se trata del
elemento central de la biblioteca y que en cierta manera le da sustento, los tipos de
documentos y soportes, formatos, etc. Que la forman van a depender de múltiples
condicionantes; entre ellos, y los más importantes: De qué biblioteca se trata (no es lo mismo,
por ejemplo, la colección de una biblioteca especializada que la de una escolar; el tamaño de
ésta; su ubicación geográfica; sus presupuestos, etc.) También hace alusión Fuentes Romero a
que con la aparición de los soportes electrónicos y en Red, la cantidad de tipologías de
documentos es casi infinita aunque es tajante al aseverar que: “la idea de que los documentos
digitales hagan superflua la existencia de documentos en papel, es una completa falacia, un
engaño, ya que es imposible que todos los materiales de una biblioteca estén en la Red…”

Sería incompleto y torpe hablar en este epígrafe sólo sobre la colección actual en el
siglo XXI de una biblioteca pública (pongámosla como ejemplo por ser la más universal y con
ella la que más variopintos documentos va a contener). Cierto es que sería hablar de la
realidad actual; pero un temario o manual tiene necesariamente que tener cierto cariz
retrospectivo. Veamos que tipos de documentos ha albergado y alberga en la actualidad el
prototipo de biblioteca por excelencia, la pública, y también el resto de tipología de bibliotecas.

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12. Colección física y Colección digital y virtual

Cómo bien podemos deducir, este epígrafe va a tratar de las colecciones que custodian y
por ello dan su nombre a tipos de bibliotecas, si una biblioteca contiene una colección física,
ahora mismo suele ser mista, pero cuando antiguamente sólo tenia una colección física se
hablaba de biblioteca, pero como ahora mismo también existen colecciones digitales y
virtuales, por eso las bibliotecas se denominan bibliotecas digitales y virtuales.

Pero para empezar por el principio…¿Qué es una biblioteca digital?

La Biblioteca Digital

La Biblioteca Digital es hoy día una realidad gracias a la existencia de Internet.

Biblioteca Digital Mundial

En este sentido la Biblioteca puede actuar de tres formas distintas:

• Orientando el acceso de los usuario hacia los recursos en Internet


• Digitalizando documentos, creando Bibliotecas digitales propias o apoyando iniciativas
de otras instituciones o particulares
• Sufragando el coste de acceso a los recursos electrónicos (tal y como se viene
haciendo con la colección tradicional)

Generalmente son pocas las Bibliotecas que se acercan a Internet de forma virtual que no
ofrezcan algún tipo o forma de acceso a documentos digitalizados, propios o ajenos. Pero si
algo ha condicionada realmente la existencia de la biblioteca a través de Internet ha sido la
aparición de la publicación digital.

Lo revolucionario de la edición digital ha sido su velocidad de implantación y asimilación


social. La edición de textos en Internet ha pasado en muy poco tiempo de ser una posibilidad
inmediata a ser una alternativa inevitable a la edición convencional. Y si esta afirmación puede
cuestionarse en lo concerniente a la edición literaria o a las "monografías", en lo concerniente a
la edición científico técnica es ya una realidad insoslayable. La edición electrónica ha venido a
dar respuesta a las exigencias y necesidades básicas de este tipo de edición: actualización e
inmediatez. No ha sido así para otro tipo de edición, donde las características de presentación
formal y corrección estilística, imponiendo un tempo de publicación más sosegado. Para la
edición científica la comunicación de resultados representa su razón de ser última e Internet se
nos muestra como el medio ideal.

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Este fenómeno está hoy representado fundamentalmente por el mundo de las revistas
electrónicas, donde tras una etapa en la que se simultaneó la edición en papel y electrónica,
pasamos a una realidad donde muchas revistas ya solo mantienen el formato electrónico, y
algunas de nueva edición incluso, jamás tuvieron edición impresa.

Igualmente, en las grandes obras de referencia, han sido la facilidad física de distribución
(tamaño), el desarrollo de técnicas de búsqueda automatizadas que mejoran los tiempos y
resultados de las búsquedas y las posibilidades de reaprovechar la información extraída de
ellas, las que ha motivado la desaparición de las versiones impresas.

Pero, además, en la red vemos hoy día proliferar todo un género de publicaciones que
no tuvieron otra realidad anterior que la de ser encuadrados en lo que denominábamos
"literatura gris": toda una serie de proyectos de dedican a generar y recopilar tesis, documentos
de trabajo, pre-impresos, actas de congresos, etc. y otro tipo de documentos de circuitos de
distribución más restringidas como patentes, memorias, informes, etc. que hoy día son mucho
más accesibles gracias a su presencia digitalizada en la red.

Además, la aparición de servicios de valor añadido vinculados a estas publicaciones


(DSI, foros, portales, etc.) constituyen un elemento adicional que redunda en su popularidad.

Sin embargo a esta mayor facilidad de acceso se oponen en estos momentos nuevos
problemas relacionados con la propiedad intelectual. El conflicto entre la libre circulación de las
ideas y los documentos y la garantía de los derechos de autor pone a las Bibliotecas en una
situación especial al tener que gestionar dichos derechos para garantizar el acceso.

La consecuencia de todo esto es un cambio en la propia concepción de la colección:


hay que cambiar de idea... la Biblioteca paga por acceder a la información, no por conservar el
documento. Para las bibliotecas científicas y universitarias el problema es menor, pero para
aquellas implicadas en la conservación del patrimonio bibliográfico es una cuestión importante.

Concepto de biblioteca digital

Existen diferentes terminologías que comúnmente son utilizadas de manera indistinta y


confusa: biblioteca digital, biblioteca virtual, biblioteca electrónica, biblioteca híbrida.

• Biblioteca electrónica es aquella que cuenta con sistemas de automatización que le


permiten una ágil y correcta administración de los materiales que resguarda,
principalmente en papel. Así mismo, cuenta con sistemas de telecomunicaciones que
le permitirán acceder a su información, en formato electrónico, de manera remota o
local. Proporciona principalmente catálogos y listas de las colecciones que se
encuentran físicamente dentro de un edificio.

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La Biblioteca Electrónica es la colección básica de documentos en formato digital que


ofrece la Biblioteca de la Universidad de Granada

• Biblioteca virtual, es aquella que hace uso de la realidad virtual para mostrar una
interfaz y emular un ambiente que sitúe al usuario dentro de una biblioteca tradicional.
Hace uso de la más alta tecnología multimedia y puede guiar al usuario a través de
diferentes sistemas para encontrar colecciones en diferentes sitios, conectados a
través de sistemas de telecomunicaciones.

Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

Pero por extensión, muchos autores consideran virtual a aquella Biblioteca que se acerca
"virtualmente" al usuario, es decir, aquella que presta servicios a través de la red al usuario, sin
necesidad de que este se acerque físicamente a la Biblioteca.

• Biblioteca digital, es un repositorio de acervos y contenidos digitalizados,


almacenados en diferentes formatos electrónicos por lo que el original en papel, en
caso de existir, pierde supremacía. Generalmente, son bibliotecas pequeñas y
especializadas, con colecciones limitadas a sólo algunos temas o a determinadas
características (fondo histórico) bibliotecas universitarias que se generan a partir de las
colecciones suscritas a distribuidores o de la digitalización de la documentación
generada por la institución. En este tipo de biblioteca es en la concentraremos este
apartado. Pero también hay proyectos de mayor envergadura, incluso internacional, a
los que se denomina Biblioteca digital.

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Biblioteca Digital Hispánica

• Biblioteca híbrida, por último es aquella en la que conviven la biblioteca tradicional o


física y la virtual o digital y que por lo tanto ha de orientar la gestión de fondos y
servicios a los dos ámbitos. Es el caso de la mayoría de las Bibliotecas en la
actualidad.

En la actualidad "digital" hace referencia a la composición o estructura de los documentos,


y, por extensión, a las bibliotecas que los contienen, mientras que "virtual" se refiere a la
accesibilidad de los documentos y los servicios.

Existen diferentes definiciones de qué es una Biblioteca Digital, en su concepto más


simple, una biblioteca digital es un espacio en donde la información es almacenada y
procesada en formato digital.

"Las Bibliotecas Digitales son organizaciones que proveen los recursos,


incluyendo personal especializado, para seleccionar, estructurar,
distribuir, controlar el acceso, conservar la integridad y asegurar la
persistencia a través del tiempo de colecciones de trabajos digitales que
estén fácil y económicamente disponibles para usarse por una
comunidad definida o para un conjunto de comunidades."

La realidad nos muestra que, en la mayoría de los casos, la biblioteca digital convive
con la biblioteca tradicional, analógica o en papel. La tendencia actual parece dirigirse hacia la
complementariedad: una colección impresa para aquellos documentos de más uso, dejando el
medio digital para documentos de uso más puntual y referencia. De ahí que lo digital se haya
impuesto especialmente en el acceso a revistas y obras de referencia.

En general suponen la presencia de documentos digitalizados cuya consulta se realiza


a través de Internet, sin limitaciones de horario, tipo de usuario o lugar. Peor no
infrecuentemente vemos ejemplos en la red de denominadas "bibliotecas digitales" que no son
más que tradicionales accesos a servicios de bases de datos (la mayoría de ellas referenciales)
o a recopilaciones de recursos en la red gratuitos.

La realidad es que en la mayoría de los casos en estas bibliotecas conviven multitud de


revistas, tutoriales y periódicos electrónicos, bases de datos, obras de referencia on-line, libros
digitalizados, literatura gris de muy diverso tipo, simples documentos html...

En el entorno actual, el impacto tecnológico genera un ámbito muy diferente de


actuación en donde el usuario necesita obtener información sin límites espaciales ni temporales
y necesita poder acceder a esta información de forma completamente autónoma.

Esto obliga a la Biblioteca a integrar todo tipo de recursos de información en una interfaz
única y a proporcionar servicios a distancia : una biblioteca electrónica capaz de proporcionar a

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cualquier usuario el acceso más conveniente, más amigable, más potente y más directo a los
recursos de conocimiento que posee la biblioteca, tales como:

• el catálogo de la Biblioteca cuyo contenido se enriquezca con sumarios, resúmenes,


reproducciones de cubiertas, etc.
• los catálogos de otras bibliotecas
• sitios Webs de interés
• libros y revistas electrónicos
• colecciones digitales
• documentos audiovisuales
• fuentes y colecciones bibliográficas
• bases de datos
• documentación de apoyo / elaborado por la docencia

12.Documentos digitales y virtuales y principales herramientas para su gestión: Bases de


datos, repositorios

Una vez conocidos los tipos de documentos que forman las colecciones bibliotecarias y
los tipos de bibliotecas, y teniendo en cuenta una vez más los servicios que las bibliotecas
deben proporcionar a sus usuarios necesitamos gestionar toda la información se pueden
encontrar. Para ello las herramientas que se utilizan son las bases de datos, los SIGB más
concretamente (Sistemas Integrados de Gestión Bibliotecaria) y los repositorios.

La denominación de Sistema Integrado de Gestión Bibliotecaria (SIGB) se refiere a


una herramienta informática que permite automatizar los procesos inherentes a una biblioteca.
Los principales módulos que deben integrar un SIGB, son:

• Procesos técnicos
• Adquisiciones
• Préstamos
• Usuarios
• Reportes y estadísticas
• OPAC (siglas en inglés que corresponden a Online Public Access Catalog, lo cual se
refiere a catálogo público con acceso en línea)

A continuación, se describen a grosso modo algunos de los SIGB para tener una visión
general al respecto.

1. ABCD
2. Aleph 500
3. Koha
4. OpenBiblio
5. PMB
6. SIABUC 9

ABCD

ABCD corresponde a las siglas de Automatización de Bibliotecas y Centros de


Documentación. Es un SIGB basado en ISIS y su desarrollo y difusión está apoyado por la
UNESCO.

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Entre sus características más relevantes de ABCD, se destacan:

• Software Open Source


• Plataforma multilingüe
• Aplicación web

El sistema integrado ABCD (Automatización de Bibliotecas y Centros de


Documentación), está dirigido a la gestión integrada de procesos de bibliotecas y operación
automatizada en línea, su arquitectura tecnológica está basada en servicios, utilización de
Web Standards, protocolos abiertos, innovación e integración con nuevas metodologías y
tecnologías de información y comunicación, plataforma multi-idioma, accesibilidad a
usuarios y buenas prácticas de seguridad según los patrones internacionales.

Aleph 500

Aleph 500 es un SIGB que data de 1988, por lo que puede afirmarse que tiene una
gran trayectoria en el área de automatización de bibliotecas.

Entre sus características destacadas, se encuentran:

• Sistema propietario (pago de licencias)


• Plataforma multilingüe
• Aplicación web

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Koha

Koha, en maorí, significa obsequio o donación. Es un SIGB que data de 1999 y está
apoyado por una comunidad de desarrollo activa a nivel latinoamericano y mundial.
Sus características más destacadas son:

• Software libre
• Plataforma multilingüe
• Aplicación web

Koha es un sistema integrado de gestión de bibliotecas, único por ser el primero de


código fuente abierto, liberado bajo la licencia GPL. Koha fue creado en 1999 por Katipo
Communications para la Horowhenua Library Trust en Nueva Zelanda. La primera
instalación se logró en enero del 2000. Koha proviene del maorí, y quiere decir obsequio, o
donación.

OpenBiblio

OpenBiblio es un SIGB que data del 2002. Sus funcionalidades han sido reutilizadas
para generar otros sistemas, como es el caso de EspaBiblio y BiblioSur. Los fundamentos de
los tres SIGB antes mencionados son muy parecidos.

Sus características principales, son:

• Software libre
• Plataforma multilingüe
• Aplicación web

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PMB

PMB son las siglas de PHPMyBibli, el cual es un SIGB que data de 2009. Está
desarrollado por PMB Services, empresa ubicada en Francia.

Algunas de sus características, son:

• Software libre
• Multilingüe
• Aplicación web

Funciones principales de SIGB

Como se comentó anteriormente, un SIGB debe contar con una serie de módulos que permitan
automatizar los principales procesos de una biblioteca.

Viendo los procesos inherentes a una biblioteca, el funcionamiento del SIGB debe abarcar la
mayoría de éstos.

Las principales funciones que debe llevar a cabo el SIGB, en una biblioteca, son:

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• Adquisiciones: compras, donaciones y canjes, realizados para incrementar la cantidad


de volúmenes que integran la colección de la biblioteca.
• Procesos técnicos: constituidos por la catalogación y clasificación de los materiales que
conforman la colección de la biblioteca.
• OPAC: consiste en presentar un catálogo, cuya principal función es que el usuario
pueda acceder a la colección que alberga la biblioteca.
• Usuarios: registro de datos de las personas u organizaciones a las que la biblioteca le
concede préstamos.
• Préstamos: registro de material concedido en préstamo a los usuarios de la biblioteca.
• Reportes y estadísticas: generación de reportes de inventario, reportes por signatura
topográfica, estadísticas por préstamos y usuarios, entre otros.

Procesos de las bibliotecas

Basados en la breve descripción de las funciones básicas de un SIGB en las bibliotecas,


suministrada anteriormente, se indicará cuál de los SIGB que se han incluido en este trabajo,
cuentan con la funcionalidad necesaria para la automatización de los procesos de la biblioteca
en sí.

Adquisiciones

El proceso de adquisiciones requiere de un módulo específico para gestionar las compras,


canjes y donaciones de material en las bibliotecas.

La mayoría de los SIGB que poseen el módulo de adquisiciones, sólo permite por defecto,
automatizar las compras de material bibliográfico y no bibliográfico.

Entre los SIGB seleccionados, se determinó que Aleph 500, Koha, PMB y SIABUC, cuentan
con un módulo destinado para gestionar adquisiciones.

Por el contrario, ABCD y OpenBiblio carecen de tal funcionalidad.

Procesos técnicos

Los procesos técnicos de una biblioteca, deben automatizarse a través de un SIGB que permita
catalogar y clasificar el material (monografías, publicaciones seriadas, partituras, material
tridimensional,conjuntos,fotografías,mapas,entre otros soportes).

Además debe permitir el intercambio de información y el uso de estándares y protocolos para


dichos intercambios. ABCD, Aleph, Koha, OpenBiblio, PMB y SIABUC poseen un módulo de
procesos técnicos para la carga de materiales según tipo de soportes.

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OPAC

Luego de cargar el material al módulo de procesos técnicos, el SIGB debe contar con un
módulo que le permita al usuario consultar cuáles títulos integran la colección de la biblioteca,
en este caso sería el catálogo en línea u OPAC.

ABCD, Aleph, Koha, OpenBiblio, PMB y SIABUC cuentan con un módulo de OPAC para que el
usuario pueda consultar la colección de la biblioteca.

Préstamos

Los préstamos en una biblioteca requieren de un módulo específico, donde se puedan


determinar condiciones para concesión del material a algún usuario y registrar las
devoluciones.
La mayoría de los SIGB poseen el módulo de préstamos que permite controlar sólo el
tipo circulante por defecto. Los préstamos en sala e interbibliotecario no son incorporados en
este módulo de control.

Usuarios

En caso de que el usuario consiga en el OPAC material de interés dentro de la colección de la


biblioteca, puede solicitarlo en préstamo.

No obstante, para solicitar el material, es necesario poseer algunos datos del usuario (ficha de
datos personales) para registrar el préstamo con algún responsable del material concedido.

Con ese fin, el SIGB requiere un módulo que permita registrar datos de personas u
organizaciones, a los que la biblioteca ha otorgado en calidad de préstamo algún material que
pertenece a su colección.

ABCD, Aleph, Koha, OpenBiblio, PMB y SIABUC cuentan con un módulo de usuarios para que
se pueda registrar al usuario de la biblioteca.

Reportes y estadísticas

Las bibliotecas generan reportes de inventario, reportes por signatura topográfica, estadísticas
por préstamos y usuarios, entre otros.

Es por ello que un SIGB requiere de un módulo que permita generar los reportes y las
estadísticas antes mencionadas.

ABCD, Aleph, Koha, OpenBiblio, PMB y SIABUC cuentan con un módulo de reportes y
estadísticas de la biblioteca.

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Adicionales

Algunos SIGB ofrecen un módulo exclusivo para la gestión de publicaciones seriadas,


pues se les da un tratamiento particular por sus características de forma, frecuencia y formas
de adquisición.

El análisis realizado, entre los SIGB seleccionados para este trabajo, determinó que
ABCD, OpenBiblio, y SIABUC no cuentan con un módulo para la carga de publicaciones
seriadas.

Contrariamente, Aleph, Koha y PMB ofrecen la posibilidad de cargar publicaciones


seriadas en un módulo exclusivo para tal fin.

También, la impresión de las etiquetas es una característica bastante útil al momento


de identificar y ubicar la colección física en las estanterías de la biblioteca.

Es por ello que sería de gran utilidad un SIGB que imprima etiquetas de identificación
para cada material que integre la colección de la biblioteca.

De los SIGB analizados en este trabajo, se puede afirmar que ABCD y OpenBiblio, no
generan ni imprimen etiquetas.

Sin embargo, SIABUC, Koha, PMB y Aleph sí cuentan con la funcionalidad de generar
e imprimir etiquetas.

Pero no podemos terminar este apartado sin hablar actualmente de una de las joyas de
la corana en cuanto a los SIGB se refiere, debido a la gran cantidad de bibliotecas de todo tipo
que actualmente lo utiliza, ABSYS y todas sus versiones, y algunos más.

Absys y todas sus versiones


Absys es una solución integrada para la gestión de bibliotecas que lleva evolucionando
más de 15 años para aportar a las bibliotecas una herramienta que responda a todas sus
necesidades, así como ayudar a potenciar su eficacia y mejorar su servicio.
Actualmente una de las versiones más extendidas es Absysnet es una solución 100%
web con el más alto nivel deprestaciones, dirigida a la gestión y administración de grandes
redes de bibliotecas o bibliotecas que por su elevado nivel de complejidad no pueden prescindir
de una herramienta de estas características.

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Kobli
Koha-Kobli es un sistema integrado de gestión de bibliotecas (SIGB) desarrollado por
impulso del Grupo de Trabajo de las BAGEs (Bibliotecas de la Administración General
del Estado).

VTLS
VTLS Inc. es una empresa proveedora de software de automatización de bibliotecas y
servicios principalmente a clientes del gobierno y la universidad. VTLS cuenta con más
de 900 bibliotecas en 32 países. VTLS es también uno de los pocos ISO 9001:2000 de
calidad certificados por las empresas dentro de la industria de la biblioteca. VTLS Inc.
tiene su sede en Blacksburg, Virginia , EE.UU. , y cuenta con oficinas en Brasil ,
Canadá , Francia , India , Malasia y España .

PMP (PhpMyBibli)
PMB es un Sistema Integrado de Gestión de Bibliotecas de fuente abierta o libre
basado en tecnologías Web. Cumple con una serie de estándares,como la norma
UNIMARC y la recomendación 995, formato XML, OAI-PMH, entre otros. Permite la
búsqueda de registros bibliográficos en servidores a tarvés del protocolo z3950 e
importar en formato MARC.

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Abies
ABIES es una aplicación informática diseñada para convertirse en la herramienta
tecnológica a partir de la cual se puedan automatizar las bibliotecas escolares. Se trata
de un programa intuitivo adaptado a las técnicas biblioteconómicas, de sencillo manejo
y pensado para ser utilizado tanto por profesores como por alumnos.

Suite 102 Bibliotecas


Suite 102 Biblioteca digital ha sido diseñado para adaptarse a todos estos cambios,
para ello crea una base de datos centralizada y única, basada en los diferentes
lenguajes de metadatos actuales. Se trata de un producto pensado para bibliotecas
públicas, bibliotecas de empresas, de fundaciones, instituciones educativas.
VuFind
VuFind es una herramienta de código abierto para bibliotecas. Permite el desarrollo de
un portal diseñado y para bibliotecas por los propios bibliotecarios. Su objetivo es hacer
que sus usuarios puedan buscar y navegar a través de todos los recursos de la
biblioteca mediante la sustitución de las tradicionales OPAC. Esta aplicación incluye:
Catálogo de Documentos, Biblioteca Digital de artículos, Repositorio Institucional,
Bibliografía Institucional, Otras Colecciones de la Biblioteca y Recursos.

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DIGIBIB
Sistema Digital de Gestión Bibliotecaria. Programa basado en la gestión de metadatos
normalizados de registros bibliográficos y recursos electrónicos MARC 21, MARCXML,
Dublin Core, METS, PREMIS.

Colibrí
Sistema de gestión integral de bibliotecas, Colibrí está diseñado para una fácil y rápida
implantación en bibliotecas y centros de información con un volumen por fondo de
entre 1.000 y 700.000 documentos. La filosofía que ha movido todo el proyecto es
sencilla “hecho por bibliotecarios para bibliotecarios”, lo que proporciona una garantía
de adaptación a cualquier tipo de biblioteca. El programa está pensado para su
adaptación a futuros tipos documentales y tipos de autoridades aportando la máxima
capacidad descriptiva posible, inspirada en las normas MARC, ISBD, ISAD-G e ISAAR-
CPF.

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Evergreen
Evergreen es un sistema integrado de gestión de bibliotecas, software libre,
desarrollado por el Servicio de Bibliotecas Públicas de Georgia (Estados Unidos). Es
usado en el sistema integrado de bibliotecas de todo el estado de Georgia llamado
PINES (Red de información pública para servicios electrónicos), que está en uso en
unas 250 bibliotecas del estado.

Conclusión

Los SIGB tienen diferentes funcionalidades y características particulares que los hacen
adecuados para diversas bibliotecas según sus necesidades, por lo que es recomendable
analizar minuciosamente cada uno antes de realizar la implementación en la biblioteca en la
que se ejerza desempeño profesional.

Implementar un SIGB en las bibliotecas trae consigo ventajas plausibles, que


beneficiarán al usuario en su labor investigativa e incrementará la eficiencia de los
bibliotecarios que laboran en la biblioteca, puesto que muchas de las tareas que se llevaban
manualmente, se realizarán con mayor agilidad.

No obstante es imprescindible destacar que un SIGB es una herramienta para


automatizar los procesos de la biblioteca, si los procesos de la biblioteca no están
correctamente definidos o existen debilidades en la preparación profesional del personal, el
SIGB no resolverá esas situaciones problemáticas.

Concretamente, utilizar correctamente el sistema está relacionado con que los


procesos de la biblioteca estén diagramados y optimizados. Además, la eficiencia del SIGB
dependerá de la aptitud y preparación del talento humano que labora en la biblioteca, que al fin
y al cabo son los que cargan los datos, actualizan y manejan el sistema.

Repositorios

Open access o accesso abierto es aquel que permite el libre accesso a los recursos
digitales derivados de la producción científica o académica sin barreras económicas o
restricciones derivadas de los derechos de copyright sobre los mismos. Esta producción
engloba no sólo artículos publicados en revistas, sino también otro tipo de documentos como
objetos de aprendizaje, imágenes, datos, documentos audiovisuales, etc. El accesso es online
a través de Internet, y salvo limitaciones tecnológicas y de conexión a la red del usuario no
debería estar restringido por otro tipo de imposiciones (Peter Suber, 2006).

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Existen iniciativas pioneras en este sentido como las primeras revistas online que
aparecieron a principios de los 90 (siglo XX), difundidas a través del correo electrónico como
por ejemplo la publicación The Public-access Computer Systems Review. En el año 1991
también se creó el reconocido repositorio temático en física, matemáticas y computación, Arxiv.
Sin embargo, es en este siglo (XXI) cuando se inicia un verdadero movimiento internacional en
torno al open access, en el empieza a fraguarse un consenso tanto en la concepción como en
las vías para alcanzarlo.

Si buscamos las causas del movimiento open access, no solo se fundamentan en


aspectos económicos debido a la desproporcionada subida de precios de las revistas
científicas, iniciada en la década de los 80, conocida como la crisis de las publicaciones
seriadas (serials crisis), sino al control de los derechos de copyright sobre los
trabajos publicados, a las imposiciones de las editoriales en políticas de accesso y distribución
(big deals), al avance de las nuevas tecnologías e Internet, a la respuesta de la comunidad
científica y de la sociedad ante estos abusos editoriales y sobre todo a la libertad intrínseca de
internet para el tráfico y compartición de información (Melero, 2005).

Existe un compromiso social avalado por declaraciones de ámbito internacional que


sostienen y perfilan la definición de open access. Las tres más importantes y de referencia
obligada en la bibliografía, son la Declaración de Budapest (Budapest Open access Initiative,
BOAI) de 2002, seguida de la Declaración de Bethesda (2003) y la Declaración de Berlín
también del año 2003. La primera define open access como el libre accesso a través de
internet a la literatura científica, respetando las leyes de copyright existentes, aunque se aboga
porque sean los autores o las instituciones quienes retengan los derechos de copyright. En la
segunda, además se menciona el archivo inmediato de los trabajos para facilitar este accesso
en abierto.

La Declaración de Berlín fue suscrita en octubre de 2003 en Berlín por diferentes


representantes políticos y científicos (Berlin Declaration on Open access to Knowledge in the
Sciences and Humanities) y en ella, explícitamente se manifiestan las grandes posibilidades
que brinda internet en la difusión del conocimiento, avala el paradigma de open access, y
recoge los términos de las dos declaraciones anteriores. La Declaración de Berlín es
especialmente relevante porque la adhesión a la misma significa un apoyo al paradigma open
access y compromete a las instituciones a favorecer las “vías open access”.

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A partir de éstas se han sucedido numerosas declaraciones emitidas tanto por grupos
de trabajo, sociedades profesionales o instituciones internacionales de apoyo y
reconocimiento del valor intrínseco del open access, no sólo como vía de difusión del
conocimiento y del aumento del impacto de los recursos digitales, sino por el valor que tiene la
preservación de los mismos a través de repositorios cuya gestión recaiga en la propia
institución, es decir albergue, difunda y mantenga los ficheros (Bailey CW Jr., 2005). Entre
estas instituciones se encuentra la UNESCO, la IFLA, la OCDE o la Comisión Europea. Para
una revisión mas exhaustiva de estas declaraciones o consultar los textos originales
se recomienda la lectura de Timeline of the Open access Movement (Peter Suber, 2007).

En la Declaración de Budapest ( Budapest Open access Initiative ) se establecen dos


rutas para alcanzar el open access:

La ruta dorada o la de publicación en revistas open Access y La ruta verde que alude al
archivo o depósito de recursos digitales en repositorios institucionales o temáticos.

Cuando el depósito de los ficheros lo hace el autor hablaríamos de auto-archivo (self-


archiving). Hago esta observación porque cuando se trata de repositorios temáticos el depósito
generalmente lo hace el autor, mientras que en el caso de los institucionales son los autores y
en muchos casos esta ligado a personal relacionado directamente con el repositorio, al
personal de la biblioteca o a personal de apoyo del grupo de trabajo al que están adscritos los
autores, en tal caso hablaríamos del depósito “delegado”.

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Proceso de autoarchivo del “Social Science Open Access Repository (SSOAR)

La tipología de revistas open access cada vez es más diversa debido a los nuevos
modelos híbridos que adoptan las empresas editoriales. El caso más puro según la definición
de open access sería aquella revista que ni lector ni autor paga por publicar y son los autores
los que retienen el copyright sobre sus trabajos cediendo los derechos no exclusivos de
publicación a la revista. Obviamente alguien “tiene que pagar”, en este caso, las revistas
generalmente pertenecen a instituciones académicas o sociedades profesionales,
cuyos recursos incluyen también el mantenimiento de estas publicaciones. Ejemplos de este
tipo de revistas se recogen en el directorio de revistas open access (DOAJ), que en este
momento cuenta con más de 2000 revistas en su base de datos.

Existen casos de revistas totalmente open access en que el autor/institución paga por
su publicación, como son las revistas de BioMed Central o de a Public Library of Science (
PLoS). Entre uno y otro modelo se dan casi todas las posibles combinaciones entre pago y
derechos de copyright. Cuando coexisten artículos open access junto con los de pago por
suscripción, estaríamos hablando de “modelos híbridos”.

Hoy en día las grandes empresas editoriales (Elsevier, Springer, Blackwell, etc. )
ofrecen este tipo de modelos híbridos en algunas de sus revistas, con ello ofrecen la posibilidad
de pagar por publicar a cambio de que el artículo esté en accesso abierto, junto con otros que
no lo están, lo que en términos generales se conoce como open choice. Los precios varían de
editorial a editorial y de revista a revista, en la siguiente tabla se ofrece alguna de esta
información, extraída de las propias páginas web de las editoriales:

Los repositorios, entendidos como archivos donde se almacenan recursos digitales


(textuales, de imagen o sonido, en general llamados objetos digitales) surgen de la llamada
comunidad e-print, preocupada por maximizar la difusión y el impacto de los trabajos
depositados en los mismos. Si el repositorio responde a unas áreas de conocimiento en
particular, hablaremos de repositorios temáticos y si los objetos digitales almacenados
responden a los de una institución hablaremos de repositorios institucionales.

Un repositorio institucional open access es algo más que un archivo donde almacenar
ficheros, no es una simple base de datos. En primer lugar responde al compromiso de una
institución de hacer visible la producción de sus profesores o investigadores, implica la puesta
en marcha de herramientas que lo permitan, el establecimiento de políticas para su uso y
depósito y la implicación de distintos estamentos para su desarrollo, desde el personal de
apoyo (bibliotecarios, servicios de información, técnicos informáticos) a los investigadores y
gestores de la institución. Una eficaz participación de todas las partes permitirá que el

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repositorio sea una realidad y permita que se convierta en “una imagen” de la producción
científica y académica de la propia institución.

La colaboración entre las distintas partes implicadas en la creación y mantenimiento de


un repositorio es esencial para su buen desarrollo (Lynch, 2003), además hay que añadir un
aspecto muy importante: la preservación en el tiempo de los contenidos albergados en los
repositorios. Este es un tema relevante cuando se pone en marcha un repositorio de este tipo,
ya que no tiene sentido crear un archivo, cuyos contenidos, los objetos digitales, no fueran
accesibles con el paso del tiempo.

En la siguiente tabla se contrastan dos definiciones más sobre el significado de un


repositorio institucional dadas por Peter Suber y Stevan Harnad (comunicación personal) a la
pregunta de cual era su opinión sobre el significado de un repositorio institucional. De estas me
gustaría resaltar la concepción de “organismo viviente” que menciona Suber, un repositorio es
algo vivo, que hay que cuidar, alimentar y conservar para que su funcionalidad y crecimiento
sea el adecuado.

Peter Suber Stevan Harnad


1. An institutional repository is 1. The literal meaning of an IR is a
primarily a vehicle for open access locus for depositing an institution's
2. It's more useful if: interoperable, it digital content.
takes steps for the long-term 2. The first priority in content is the
preservation of its contents and institution's own research output,
accompanied by an effective deposited in order to maximize its
institutional policy to fill it with the usage and impact.
research output of the faculty 3. Another important use of the
3. A successful IR is not just research deposited in the IR is for
software, disk space, and content; research performance evaluation.
it's a living organism of institutional 4. There are other uses for IRs
activity, inseparable from the day- besides OA: courseware, grey
to-day research practices of the literature, digital curation and
institution. preservation, electronic publishing,
4. It functions as the academic face etc. but it is a great strategic
of the institution. mistake at this time to give these
5. There is no print publication or other uses priority, or even equal
physical building that can better priority with OA.
represent the research faculty of
the institution performing their
research mission.
6. Administrators should cultivate it
with care and point to it with pride

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Una característica deseable de los repositorios institucionales open access es que


tengan una arquitectura de “ficheros abiertos” (open archives) que implemente un protocolo de
interoperatividad que le haga visible a proveedores de servicios capaces de recolectar los
metadatos de sus objetos digitales.

El copyright hace referencia a los derechos de explotación sobre una obra original, en
los cuales se incluyen los de distribución, reproducción y uso de la misma. En el caso de las
publicaciones científicas las editoriales antes de publicar la obra (artículo, libro…)
generalmente requieren a los autores la firma de un acuerdo donde se establecen los términos
de estos derechos. La cesión exclusiva del copyright a la empresa significa que el autor, salvo
en algunos casos, como para uso personal o con fines didácticos, pierde el control sobre la
explotación y uso de su obra. En el caso de los investigadores cuya producción científica
habitualmente se basa en la publicación de artículos en revistas, esta cesión limita el poder
archivar los ficheros en repositorios institucionales o temáticos, incluso es sus páginas web. La
elección de dónde publicar generalmente se basa en la temática de la revista, su prestigio o
impacto, o la celeridad con se publiquen los artículos, pero pocas veces se hace sobre la
política de la editorial respecto al copyright (Hoorn, 2005; Hoorn y Graaf, 2006).

Para poder depositar en un repositorio institucional o temático los ficheros


correspondientes, es necesario que así se reconozca en el acuerdo que se firma con la
editorial. En el caso de que no exista esa posibilidad, se recomienda incluir una adenda en la
que se especifique que el autor puede disponer de su artículo para su archivo en repositorios
institucionales o en páginas web personales, con la referencia y agradecimientos a la fuente
donde se haya publicado. Hace unos años esta práctica era poco frecuente pero hoy en día
existen formulas acuñadas por entidades o instituciones que están a favor del open access con
el objetivo de ayudar a los autores en estas situaciones.

En todas estas adendas existe un punto en común: la no cesión exclusiva de los


derechos de copyright a la editorial correspondiente. Otra forma de que el autor decida el uso
posterior de su obra es dotarla de las licencias que estime oportuno, está bastante
extendido el uso de las licencias Creative Commons con las que el autor establece los criterios
para la reutilización de su trabajo ( reconocimiento, uso no comercial, etc).

El grupo holandés denominado Zwolle, formado por las diferentes partes que
intervienen en el proceso editorial, autores, editoriales, bibliotecarios y representantes de la
universidad, ha elaborado una serie de recomendaciones tanto desde el punto de vista del
autor como del editor para llegar a un balance equilibrado sobre los derechos copyright de los
artículos. El portal llamado Copyright Management for Scholarship recoge los trabajos de
análisis de este grupo y de sus recomendaciones.

El grupo de trabajo SHERPA (UK) mantiene el proyecto ROMEO (Rights Metadata for
Open Archiving) que analiza los términos de copyright de la editoriales respecto al auto-archivo
de los trabajos que publican. Según la política de la editorial, ROMEO hace una clasificación
por colores: verde (se autoriza al depósito de la versión pre- o post-print), azul (auto-archivo de
la post-print, amarillo (auto-archivo de la pre-print) y blanco (la editorial no permite el depósito
posterior del artículo de ninguna forma). Actualmente de la lista de 324 editoriales registradas
en su base de datos, el 70 % permiten algún tipo de auto-archivo. Por lo tanto, para poder
depositar las publicaciones es relevante tener en cuenta dichos términos y reconsiderar las

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revistas en las que se decide publicar. ROMEO facilita la búsqueda por revista o por editorial
http://www.sherpa.ac.uk/romeo.php e incluye, en aquellas que está disponible, el texto donde
se define la política de la revista sobre el copyright.

Si bien la elección de la revista donde publicar un artículo en función de los términos de


su copyright no resulta un factor relevante para el autor, cuando se pregunta sobre quien
debería decidir sobre el uso posterior de ese trabajo y en que términos, declaran que deberían
ser ellos y no las editoriales tal y como se puso de manifiesto en una encuesta realizada en el
año 2005 por Esther Hoorn de la Universidad de Groningen (Hoorn, 2005) o en un estudio de
la universidad de California en el que se observó claramente la discrepancia entre los hábitos y
actitudes con respecto a los temas de copyright y cesión de derechos sobre el mismo. No
existen muchos datos que analicen esta cuestión, sin embargo parece que el copyright no es
un tema que despierte mucho interés entre los investigadores a la hora de publicar, y además
el desconocimiento sobre el mismo es bastante generalizado.

Hábitos de los autores en cuanto al auto-archivo

A pesar de que el grado de conocimiento sobre el significado de open access aumenta


con el tiempo, de acuerdo con los datos de encuestas realizadas entre diferentes poblaciones,
existe una brecha entre la actitud del investigador y sus hábitos en cuanto a cómo y dónde
publicar y el acceso a las publicaciones, es lo que algunos autores han llamado la paradoja de
Dr. Jekyll and Mr. Hyde

Como autor, la preocupación es publicar en aquellas revistas de mayor impacto sin que
el copyright, el precio o la difusión de las mismas jueguen un papel relevante en la elección de
la revista, sin embargo como lector desearía que el acceso online a los trabajos estuviera
exento de barreras. El comportamiento también varia en función del área de conocimiento de
los grupos de trabajo, en áreas de ciencias de la vida el auto-archivo es mayor que en ciencias
sociales y humanidades, quizás porque al tipología de documentos que generan estas
comunidades sean diferentes (Andrew, 2003). De las dos encuestas llevadas a cabo
internacionalmente por el grupo CIBER de la Universidad de Londres y la Consultora Key
Perspectives sucesivamente en los años 2004 y 2005 para evaluar las actitudes de los
investigadores respecto al open access y al auto-archivo en repositorios, se extraen
resumidamente las siguientes conclusiones comunes a ambos informes (Key Perspectives,
2004; Swan, A & Sheridan B. (2005); Rowlands et al., 2004; Rowlands & Nicholas, 2005):

• El proceso de evaluación peer review es muy importante en el mantenimiento de la


calidad de las publicaciones.
• Las descargas de archivos puede ser un buen indicador del impacto de un trabajo.
• Ignorancia de cuestiones relacionadas con el copyright: derechos propios del autor,
política editorial sobre auto-archivo, etc.

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• 49% de los encuestados al menos han depositado un artículo durante los últimos 3
años, y la mayoría tienen página web personal
• Ignorancia sobre el movimiento open access en general.
• Miedo a la falta de control sobre artículos depositados en repositorios (plagio,
conflictos de interés, dudas sobre la calidad del medio).
• Falta de motivación: “No encuentro el momento...” ¿cómo?
• Resistencia al cambio en el sistema “inercia”
• Simple objeción a la compartición

Si tenemos en cuenta que se publican aproximadamente dos millones y medio de


artículos anualmente en revistas científicas de todas las disciplinas, sólo un 15 % está
disponible en abierto, de lo que se deduce que todavía existe un alto grado de inhibición al
cambio en el sistema de publicación o reticencia al auto-archivo por las razones ya expuestas.
Este dato contrasta con el obtenido en el proyecto europeo DRIVER a través de una consulta
realizada en países europeos con repositorios institucionales, en el que el grado del auto-
archivo alcanzaba el 37%, si bien este dato incluye también los registros sólo con los
metadatos de los objetos digitales.

La Universidad de California a finales del año 2006 realizó una encuesta entre el
personal de sus facultades sobre los hábitos respecto a las publicaciones científicas
(Universidad de California, 2007). Del análisis de las respuestas, por un lado se desprende que
los encuestados son conscientes y están interesados en los temas que afectan a las
publicaciones, también son conscientes de la existencia de formas alternativas de difusión de
su producción, sin embargo por otro, siguen adoptando el modelo clásico de la publicación en
revistas de impacto, motivados por el sistema de evaluación y promoción basado en la
publicación y no en el acceso a la misma. Se detectó también una ignorancia sobre las políticas
open access de la propia institución. En resumen todavía queda camino por recorrer en el
cambio de hábitos de los autores en cuanto al auto-archivo de sus publicaciones, no sólo por
obligación, sino porque el auto-archivo forme parte de las actividades habituales de su trabajo.

Repositorios OAI: plataformas para la creación de repositorios OAI, directorios de


repositorios, políticas institucionales, iniciativas

Existe una amplia comunidad científica involucrada en el desarrollo de plataformas


tecnológicas para la creación de repositorios open access, la utilización de una o de otra
responderá a las necesidades y recursos de la institución que lo ponga en marcha. Existe una
revisión bastante exhaustiva sobre software libre para repositorios publicada por el Open
Society Institute (OSI) en la cual se analizan y comparan las más utilizadas como son Dspace,
Eprints, Fedora, CDSware, entre otras.

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La UNESCO recientemente acaba de publicar un estudio sobre implementación de


repositorios donde además se aborda el tema de la preservación de los mismos (UNESCO,
2007). Todos estas plataformas tienen en común que cumplen con el protocolo OAI-PMH. De
las estadísticas sacadas del directorio OpenDOAR, las dos con mayor número de instalaciones
son Eprints y Dspace.

A continuación se muestra un breve resumen de algunas de estas plataformas y los


enlaces a sus páginas web.

1. CDS Invenio (antes CDSware). El document server software, desde 2006 llamado
CDS Invenio ha sido desarrollado por el CERN ( European Organization for Nuclear
Research) y es el que utiliza este centro de investigación para su propio servidor de
documentos.
2. Dspace. Desarrollado por el MIT, en colaboración con Hewlett Packard
3. Eprints. Es el software más utilizado, hasta la fecha. Se desarrolló en la Universidad de
Southamptom y la primera versión salió en el año 2000.
4. Fedora. Esta basado en Flexible Extensible Digital Object and Repository Architecture
(Fedora). El sistema esta diseñado de forma que sobre el se construyan repositorios y
otros bibliotecas digitales que cumplen con el protocolo OAI-PMH. Lo han desarrollado
la Universidad de Virginia y la Universidad de Cornell.

Directorios de repositorios

Además de existir un repositorio debe poder encontrarse fácilmente, para ello los
directorios o listas de proveedores de datos son de gran utilidad, por eso es importante que
cuando se cree un repositorio se registre en algún directorio internacional para aumentar su

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visibilidad y facilitar su localización. Entre los existentes señalaré aquellos más relevantes y
utilizados, aunque no los únicos, para la búsqueda de repositorios tanto institucionales como
temáticos: ROAR, Open Archives Initiative list y OpenDOAR

OpenDOAR tiene varias herramientas muy interesantes una (Policies Tool) es la de


búsqueda de los criterios o políticas seguidas por el repositorio para el uso y depósito de
ficheros, reutilización de metadatos y de preservación. La otra (Opendoar Search) es una
herramienta para la búsqueda a texto completo en los contenidos de los repositorios que se
encuentran en su directorio y está basada en la aplicación Google Custom Search Engine.
Otra herramienta recientemente incorporada es la de creación de gráficos (OpenDOAr Charts)
que permiten analizar perfiles de repositorios por distintas variables (país, software, idioma,
tipo de documento…). Y por último la Interfaz Application Programmers’ Interface (API)que es
una interfaz máquina-máquina que permite lanzar peticiones contra la base de datos de
OpenDOAR con respuestas en ficheros XML).

Ejemplo de listado por países en Open DOAR

Políticas institucionales

El éxito del archivo en repositorios institucionales se basa en que éstos realmente


cumplan su objetivo, ser una imagen de la producción científica de una institución. Eso se
consigue con la colaboración de los propios autores y del personal vinculado a los repositorios.
Las políticas sobre el requerimiento o recomendación ( “stick or carrot” en el argot inglés)
pueden ejercer una influencia relevante para que el auto-archivo sea efectivo. Existen políticas
o recomendaciones elaboradas desde un entorno local académico hasta las hechas a nivel
gubernamental.

Uno de los pioneros en el requisito para auto-archivo de documentos por decisión del
departamento fue el Department of Electronics & Computer Science de la Universidad de
Southampton, cuyos efectos se han traducido en un alto porcentaje de auto-archivo y menor
retraso en el depósito desde su aceptación o publicación, debido a la difusión y conocimiento
del significado de open access. Este mismo comportamiento se ha observado en algunos
universidades de Australia, como en la Universidad de Tasmania o la Universidad Tecnológica
de Queensland (Sale, 2006).

La Wellcome Trust es una fundación privada que financia proyectos relacionados con
la salud humana y animal, en el año 2005 anunció que en las bases de las convocatorias de
proyectos a partir de 2006 se incluiría la condición de obligado cumplimiento de hacer que

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las publicaciones salidas de los mismos estuvieran en acceso abierto en un plazo no superior
a 6 meses. También en el año 2005 el NIH ( Nacional Institutes of Health) de estados
Unidos también incluía en sus condiciones una cláusula en la que instaban, pero no requerían,
a sus investigadores el depósito de sus trabajos en un plazo no superior a 12 meses desde su
publicación. Después de la evaluación de su cumplimiento se ha comprobado que sólo el 5 %
de los casos habían cumplido con esta disposición, por ello recientemente se ha aprobado en
una Comisión del Congreso Americano una modificación para que en lugar de recomendación
sea un requisito. También esta pendiente de aprobación una ley (Federal Research Public Act
2006, FRPAA) por la cual las agencias federales de investigación americanas con
presupuestos superiores a 100 millones de dólares deberán hacer sus publicaciones open
access ( entre las cuales está el NIH).

Los Research Councils del Reino Unido igualmente en 2006 decidieron apoyar el
acceso abierto a la producción científica e invitaban a los 7 Consejos que financian la
investigación en dicho país a que elaboraran sus propias políticas sobre esta recomendación,
actualmente de los siete Councils, seis ya han definido su política open access, de los cuales 3
es de mandato respecto al auto-archivo.

La OCDE y la UNESCO también en 2005 hicieron sendas declaraciones en que


instaban a la comunidad científica y los estados miembros a avalar el paradigma open access
como vía de difusión del conocimiento y generación de desarrollo.

Por último señalaré la relativa a la Unión Europea. En enero de 2006 la Comisión


Europea publicó un informe sobre el mercado de las publicaciones científicas en Europa y lo
sometió a debate público ese mismo año, una de las recomendaciones de ese informe, con
respecto al acceso a las publicaciones científicas, era que los trabajos derivados de la
investigación de proyectos europeos fueran depositados en repositorios institucionales o
temáticos en un plazo no superior a 6 meses. En diciembre de 2006 y a petición de la Comisión
el EURAB (European Research Advisory Board), elaboró otro informe sobre la política de
open access respecto a las publicaciones científicas, y de nuevo hacía esa misma
recomendación:

“EURAB recommends that the Commission should consider mandating all researchers
funded under FP7 to lodge their publications resulting from EC-funded research in an open
access repository as soon as possible after publication, to be made openly accessible within 6
months atthe latest.”

Con esta documentación la Comisión publicó un documento el 14 de febrero sobre el


acceso, difusión y preservación de la información científica (coincidiendo con la Conferencia
Scientific Publishing in the European Research Area Access, Dissemination and Preservation in
the Digital Age celebrada en Bruselas los dias 15 y 16 de febrero de 2007) para someter al
Parlamento Europeo cuyos principios y objetivos son textualmente como siguen:

….“The Community policy on research looks to maximise the socio-economic benefits of


research and development for the public good. The present Communication represents an initial
step within a wider policy process addressing how the scientific publication system functions
and what impact it has on research excellence. It comes at a strategic moment for European
research with the launch of the Seventh Framework Programme (FP7) for 2007-2013 and the
forthcoming Communication on developing the European Research Area (ERA).”…..This
Communication's objective is to signal the importance of and launch a policy process on (a)
access to and dissemination of scientific information, and (b) strategies for the preservation of
scientific information across the Union. To this end, it announces a series of measures at
European level and points to the need for a continuing policy debate.”

Un consorcio de organizaciones internacionales relacionadas con las publicaciones


cientificas elaboró una petición formal a la Unión Europea en apoyo del open access y en

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demanda de la puesta en marcha las recomendaciones hechas en los informes mencionados


anteriormente. La petición fue suscrita a través de internet por más de 30000 firmas de
ciudadanos e instituciones de toda Europa y de otras procedencias (las firmas se entregaron en
la sede de la Comisión durante la citada Conferencia).

Otro proyecto del grupo SHERPA, JULIET, DULCINEA recogen las políticas
institucionales en favor del open access de entidades encargadas de financiar proyectos de
investigación, en sus listas pueden verse las mencionadas y otras más registrada.

PubMed Central

PubMed Central (PMC) es uno de los repositorios de carácter temático más antiguos
(creado en 2001) y con mayor éxito. Especializado en Medicina, se trata del archivo del NIH
(National Institutes of Health) gestionado por la National Library of Medicine (NLM) de los
Estados Unidos. En estos seis años se ha convertido en una fuente de referencia para
investigadores de todo el mundo. Su éxito ha hecho que se cree una red llamada PMC
International con el objetivo de establecer archivos abiertos en colaboración con instituciones
locales de cada país. Uno de ellos es UK PubMed Central .Se trata de un repositorio creado a
comienzos de 2007 en el Reino Unido. Está financiado por el Wellcome Trust y gestionado por
la British Library, la Universidad de Manchester y el European Bioinformatics Institute (EBI).

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El objetivo de PMC es preservar y facilitar el acceso sin restricciones a la literatura


médica de la misma forma que la NLM ha venido haciendo con la literatura impresa.

La particularidad de PMC es que el archivo de los documentos es llevado a cabo por


las propias editoriales a través de acuerdos con el NIH. Son ellas las que ponen en abierto las
revistas, bien desde el momento de su publicación, bien después de un período de embargo
que puede durar varios meses. La participación de las editoriales es voluntaria aunque deben
cumplir unos estándares de calidad editorial. Se pide que depositen las revistas completas y no
sólo artículos seleccionados para que PMC pueda llegar a convertirse en el equivalente digital
de las colecciones impresas de la NLM. Además, está digitalizando los fondos antiguos de
aquellas revistas que se integran en PMC para disponer de una colección digital tan extensa
como sea posible.

Actualmente almacena artículos de más de 350 revistas con una cobertura cronológica
muy variada, que va desde unos pocos meses a varias décadas como en el caso del British
Medical Journal. Igualmente los fondos archivados de cada revista son muy variables con
algunas colecciones completas y otras con números sueltos. En total almacena unos 950.000
documentos. En el gráfico 1 se puede ver la evolución en el número de documentos
almacenados.

Como ejemplo de depósito institucional en Europa hemos seleccionado DSpace. En


abril de 2006, tras una fase de proyecto, se convirtió en un servicio estratégico de la
Universidad de Cambridge gestionado conjuntamente por la biblioteca y el servicio de
informática. Su objetivo es preservar y difundir los materiales digitales, tanto de investigación
como docentes, creados por personal de o relacionado por cualquier motivo con la Universidad.
Entre sus contenidos se encuentran artículos, prepublicaciones, tesis, informes técnicos en
diferentes formatos como PDF, multimedia, programas interactivos, bases de datos, etc. Hay
que destacar que muchas entradas proceden del banco de datos WorldWideMolecularMatrix y
que algunos documentos tienen acceso restringido. Los usuarios registrados pueden configurar
un sistema de alertas para que se les comuniquen los nuevos materiales añadidos al depósito.

El depósito se ha construido utilizando el software DSpace del MIT, uno de los


sistemas más populares para depósitos institucionales que existen actualmente. Se puede
acceder a su contenido a través de un motor de búsqueda sencilla o avanzada, así como a
través de un sistema de visualización por títulos, autores, materias y fechas. Característico de
DSpace es permitir el acceso también por comunidades de usuarios. En este caso se han
definido una serie de comunidades que se corresponden con los distintos centros de la
Universidad de los que se almacenan documentos.

El número de documentos almacenados está próximo a los 190.000, lo que convierte a


este archivo en el más grande del Reino Unido. Los documentos son archivados en su mayor
parte desde la biblioteca en colaboración con centros, departamentos o servicios de la
Universidad. Gráficamente la evolución en el número de documentos almacenados (gráfico 2)
nos muestra que la inmensa mayoría se incorporó al depósito en su fase de proyecto con
épocas concretas de carga masiva de ficheros. En los dos últimos años el crecimiento se ha
paralizado prácticamente.

Algunos ejemplos de repositorios en España

Mencionamos en esta sección algunos repositorios españoles. Para una relación


completa de repositorios existentes en España pueden consultarse los directorios listados en el
punto cinco o el Buscador de contenidos de repositorios institucionales existentes en España.

E-LIS Eprints in Library and Information Science

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Archivo abierto de carácter internacional especializado en Biblioteconomía,


Documentación y disciplinas relacionadas. Su nacimiento se sitúa en 2003, como proyecto
financiado por el Ministerio de Cultura, en la Universidad Politécnica de Valencia. Actualmente
está alojado en máquinas del Consorzio Interuniversitario Lombardo per Elaborazione
Automatica (CILEA) en Italia.

Su objetivo es mejorar la comunicación en la disciplina mediante la rápida distribución


de documentos. Es el archivo abierto más grande en nuestra disciplina con más de 6500
documentos almacenados. Es también el archivo más multilingüe, ya que recoge trabajos en
turco, serbio, chino o ruso entre otras muchas lenguas.

E-LIS dispone de una política de remisión de trabajos donde se especifican aspectos


como tipo de documentos que se aceptan, lenguas en que se admiten o copyright de los
mismos. En un sentido amplio se acepta cualquier trabajo, publicado o no, relacionado con la
disciplina, y en cualquier formato, aunque se prefiere el PDF. Igualmente se aceptan en
cualquier lengua. Los autores son responsables de garantizar que los documentos depositados
están libres de restricciones en cuanto a copyright. E-LIS no se hace responsable de los
contenidos remitidos por los autores.

Una característica destacable de E-LIS es el equipo de más de 60 editores de


diferentes países que son los encargados de garantizar que los trabajos remitidos se ajustan a
la política del repositorio y que los metadatos son tan completos como sea posible, y que,
independientemente del idioma empleado, siempre haya un resumen en inglés.

E-PrintsUCM

Se trata del repositorio institucional de la Universidad Complutense de Madrid. Se


trata de uno de los archivos institucionales más antiguos de nuestro país ya que data de 2003.
Entre los objetivos del archivo están el incrementar el acceso y la difusión de la investigación
desarrollada en la universidad, así como permitir una mayor visibilidad e impacto de la
investigación publicada.

Actualmente almacena más de 4100 documentos de los que la mayor parte son tesis
depositadas por la Biblioteca. El software sobre el que está implementado es e-prints, igual que
en el caso anterior. En la evolución del número de documentos mostrada en el gráfico 5, vemos
como ha habido un incremento bastante fuerte al comienzo del archivo con objeto de crear una
masa crítica de trabajos y posteriormente se ha estabilizado.

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TDX: Tesis Doctorals en Xarxa

TDR (Tesis Doctorales en Red) es un repositorio cooperativo que contiene, en formato


digital, las tesis doctorales leídas en las universidades de Cataluña y de otras comunidades
autónomas. Es el repositorio con más tradición de nuestro país pues el proyecto nació a partir
de un convenio firmado en 1999.

Permite la consulta remota del texto completo de las tesis, así como realizar búsquedas
por autor, director, título, tema de la tesis, universidad y departamento donde se ha leído, año
de defensa, etc. Los objetivos de este repositorio, gestionado por el Consorci de Biblioteques
Universitàries de Catalunya (CBUC) y el Centre de Supercomputació de Catalunya (CESCA), y
patrocinado por la Generalitat de Catalunya, son:

1. Difundir, por todo el mundo y a través de Internet, los resultados de la investigación


universitaria.
2. Ofrecer a los autores de las tesis una herramienta que incremente el acceso y la
visibilidad de su trabajo.
3. Mejorar el control bibliográfico de las tesis.
4. Impulsar la edición electrónica y las bibliotecas digitales.
5. Incentivar la creación y el uso de la producción científica propia.

Son las propias universidades que participan en TDR las que difunden el repositorio
entre sus estudiantes de doctorado, les dan las recomendaciones y la lista de formatos
electrónicos aceptados para la redacción de las tesis y (una vez presentadas y aprobadas) las
editan y cargan en TDR. Además, a medio plazo, está previsto reconvertir a formato digital
algunas tesis ya presentadas durante los últimos años en otros formatos (microfichas o papel).

La consulta de las tesis es libre y no necesita ninguna clave de entrada al sistema. Los
derechos del autor quedan protegidos mediante un contrato.

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Repositorios y recolectores de información en acceso abierto


• BASE Recolector de documentos alojados en repositorios.
• Bibliothèque numérique RERO DOC Repositorio nacional de Suiza. Acceso a tesis
doctorales y documentos científicos.
• Busca Repositorios Directorio de repositorios institucionales españoles.

• CORE (COnnecting REpositories) Recolector de documentos alojados en repositorios


científicos.
• DRIVER Search Portal Recolector de respositorios europeos.
• EUROPEANA. Europeana es la biblioteca digital europea, de acceso libre, cuyo
prototipo comenzó a funcionar el 20 de noviembre de 2008,1 que reúne contribuciones
ya digitalizadas de reconocidas instituciones culturales de los 27 países miembros de la
Unión Europea. Sus fondos incluyen libros, películas, pinturas, periódicos, archivos
sonoros, mapas, manuscritos y otros archivos. Desde el punto de vista técnico,
Europeana es el portal del patrimonio cultural europeo que comenzó con dos millones
de objetos digitales y cuya colección alcanzó los 29 millones de documentos2 en el año
2013, aportados por unas 2.300 instituciones formadas por Bibliotecas, Achivos,
Galerías y Museos. La colección está formada por una gran variedad de documentos
de 45 idiomas: libros, periódicos, revistas, cartas, diarios, documentos de archivo,
cuadros, pinturas, mapas, dibujos, fotografías, música, tradición oral grabada,
emisiones de radio, películas y otros programas televisivos.

• Hispana Directorio y recolector de colecciones digitales españolas de archivos,


bibliotecas y museos.
• NDLTD Networked Digital Library of Theses and Dissertations Red internacional de
repositorios de tesis doctorales.
• OAI Registry at UIUC Directorio de repositorios mantenido por The University of Illinois
• OAIster Recolector de documentos alojados en repositorios.
• Open Archives - Registered Data Providers Directorio de proveedores de datos en
repositorios.
• OpenDOAR Directorio de repositorios de todo el mundo.

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• Recolecta: recolector de ciencia abierta Recolector de documentos en los repositorios


institucionales españoles.
• Redalyc - La hemeroteca científica en línea Directorio de revistas científicas con
recolección de artículos en acceso abierto.
• Registry of Open Access Repositories (ROAR) Directorio internacional de repositorios.
• Repositorio Español de Ciencia y Tecnología Repositorio Español de Ciencia y
Tecnología de la FECYT.
• Repository maps Directorio de repositorios a los que se accede desde un mapa.
• ROAD Directory of Open Acces scholarly Resources Directorio ISSN de revistas en
acceso abierto.

• Portal de Archivos Abiertos de América Latina - LAOAP Buscador de documentos


inéditos producidos en América Latina.
• Scielo Repositorio internacional de revistas científicas.
• Scientific Commons Recolector de documentos alojados en repositorios.

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Tema 2.- Formas de Acceso al Documento

Auxiliar de
Biblioteca
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Bibliotecaria

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El usuario que accede a la biblioteca puede acceder al documento de diversas formas,


según éstos estén dispuestos de una manera u otra. Los documentos pueden estar en la sala,
en las estanterías, visibles, accesibles, preparados para ser cogidos y usados sin
intermediación ninguna, o pueden estar en un depósito, con lo que haría falta la intermediación
del bibliotecario y del catálogo. Aunque también hay una forma intermedia en la que los
documentos están en depósito y en las estanterías se encuentran carátulas vacías
representativas de los documentos originales (suele ser común este método con materiales
audiovisuales).

Libre acceso

Se ha implantado como método moderno en las bibliotecas españolas, sobre todo en


aquellas cuya función principal es la difusión documental, el libre acceso de los documentos.
En este método, los documentos, ya sean libros, publicaciones periódicas, material audiovisual,
etc. están dispuestos en las estanterías, en la sala consiguiente, a la vista y alcance de los
usuarios, que podrán visualizarlos libremente y podrán acceder a ellos, manipularlos, y
cogerlos, sin la necesidad de utilizar para su elección, de manera previa, ningún catálogo de la
biblioteca, y sin tener que utilizar como intermediario a ningún profesional de la biblioteca, ya
que ellos mismos, como decimos, acceden al documento. Los sistemas de libre acceso
requieren una ordenación sistemática, para facilitar su orden por materias y que el usuario
pueda encontrar los documentos. En el caso de las bibliotecas españolas, una ordenación por
CDU, que suele combinar en la mayoría de las ocasiones con una ordenación alfabética que
consta de las tres primeras letras del apellido del autor y las tres primeras letras del título,
formando una signatura habitual: (n CDU + tres primeras letras autor mayúsculas + tres
primeras letras título minúsculas)

67.45 (098)
PER
ver

El libre acceso, por supuesto, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Veamos
las principales:

Ventajas del libre acceso:

• Mayor libertad y comodidad para el usuario


• Búsquedas más fáciles al ser in situ para el usuario y por materias
• El bibliotecario se puede dedicar a otras tareas al no tener que ir a por los documentos
al depósito
• El usuario puede comparar en el momento la calidad de los documentos, su volumen,
etc.

Inconvenientes del libre acceso

• Mayor deterioro de los documentos (sobre todo libros) por manipulación


• Mayor riesgo de hurto
• No hay posibilidad de hacer estadísticas de uso de los documentos
• Ordenación de los fondos compleja y costosa

Lógicamente también podemos informarnos a través de Internet de cómo acceder al


documento a las bibliotecas. Proponemos varios ejemplos: la Biblioteca de la Universidad de
Alcalá de Henares, la Biblioteca de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la
Biblioteca de la Universidad Pública de Navarra, la Biblioteca de la Universidad de Alicante, la
Biblioteca Pública de Orihuela, etc.

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Libre acceso en la Biblioteca Pública de Teruel

Acceso indirecto

El acceso indirecto consiste en la forma de acceso de los documentos en los que estos
no están dispuestos de manera accesible a los usuarios de la biblioteca. Es decir, no están
visibles en la sala, por lo que tendrán que consultar cualquiera de los catálogos de la biblioteca,
elegir el documento, y una vez elegido, el bibliotecario será la persona que irá al depósito,
cogerá el documento y se lo entregará al usuario. Pero, hagamos una distinción. La forma de
acceder al documento, es diferente si la gestión del préstamo y la consulta en sala está
automatizada o no.

Acceso Indirecto en un módulo de circulación no automatizado

Cuando el módulo de gestión del préstamo (circulación) no está automatizado en una


biblioteca y dicha biblioteca tiene dispuestos sus fondos en acceso indirecto, es decir, en
depósito, el procedimiento es el siguiente:

• El usuario consulta el catálogo, y elige el documento que le interesa.


• El usuario rellena una ficha con los datos propios y los del documento, entre los que se
incluirá la signatura del mismo o simplemente los memoriza
• El usuario entrega la ficha o papeleta o dice la signatura o algún metadato informativo
del documento junto con su carné de la biblioteca al bibliotecario
• Éste le entrega el documento

Acceso indirecto en un módulo de circulación automatizado

El usuario introduce en el OPAC la ecuación de búsqueda o consulta directamente el


catálogo concreto y obtiene la ficha o asiento catalográfico en versión automatizada del
documento que desea.

El bibliotecario coge el documento del depósito y lo entrega al usuario.

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Depósitos de la Biblioteca de Conde Duque de Madrid.

Pero, ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene el acceso indirecto?

Ventajas del acceso indirecto

• Menor manipulación de los documentos


• Menor riesgo de hurtos
• Permite hacer estadísticas
• Ordenación de los fondos menos compleja

Inconvenientes del acceso indirecto

• El bibliotecario pierde mucho el tiempo en ir a por los documentos


• Hace falta un sistema de transporte de los documentos del depósito a donde está el
usuario
• Los documentos no están a la vista y no es tan visual el efecto para los usuarios
• Al no haber una ordenación por materias, no existe una estructuración tan clara y
accesible para el usuario

Acceso semidirecto

El acceso semidirecto reúne las ventajas e inconvenientes del acceso directo y del
indirecto. Consiste básicamente en que en las estanterías se encuentra una representación
física (las carátulas, por ejemplo) del documento, pero no el documento íntegro. Es apropiada y
usual en documentos audiovisuales.

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Tema 3.- Tipos de Ordenación en


Bibliotecas

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El modo de ordenación de las colecciones depende de varios factores:

• Del tipo de biblioteca, del tamaño de la colección y espacio disponible, así como del
ritmo de crecimiento, que obligará a sistemas en los que se aproveche más o menos el
espacio.

• Del tipo y frecuencia de uso, que aconsejará una ordenación que permita más o menos
el acceso.

• Del tipo de usuarios, que puede llevar a criterios por edades o niveles.

• El tipo de ordenación produce la signatura topográfica, que figura tanto en el libro -a


través del tejuelo - como en los asientos bibliográficos. Las posibilidades de ordenación
más habituales son las siguientes:

Una vez aclarados los factores, la ordenación física de los fondos puede ser:

Sistemática, normalmente a través de la CDU: La organización del conocimiento


coincide con la organización física de la biblioteca. Se ordena según el sistema de
clasificación que usa la biblioteca. Ideal para colecciones en libre acceso.

CDU abreviada. Fuente: Biblioteca de Ermua. CDU para niños de la biblioteca escolar.

Por agrupaciones propias según las necesidades de la institución o el usuario (según


niveles académicos en el caso de bibliotecas escolares o universitarias, centros de
interés...)

Por número currens: En una secuencia correlativa de números. En su aplicación más


pura coincide con el número de registro. Se utiliza sobre todo en aquellas bibliotecas
con gran cantidad de documentos en depósitos cerrados. Se asigna una letra seguida
de un guión y un número, es lo más habitual. También existe la modalidad de números

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consecutivos como pasa por ejemplo en el servicio de Bibliometro y Bibliored de la


Comunidad de Madrid, debido al poco espacio de los módulos y las ampliaciones
periódicas de su colección.

Las bibliotecas donde prima la conservación -nacionales, regionales, bibliotecas de


fondos antiguos muy valiosos- normalmente guardan las colecciones en depósitos a los que
no accede el usuario.

Depósito de librosde la BNE Depósito de material cartográfico de la BNE

Igualmente, muchas bibliotecas tienen en depósitos cerrados parte de sus colecciones,


normalmente las que por antigüedad son de utilización poco frecuente, y los materiales que es
difícil mantener en sala, como los folletos, etc. En estos casos, la ordenación es meramente
correlativa, con un número currens. Con éste, siempre es fácil localizar el libro, y la capacidad
de los depósitos se aprovecha al máximo, sin que sea problemático utilizar sistemas de
almacenamiento densos. En este tipo de ordenación sólo se diferencian los tipos de materiales,
pues suele ser interesante que los folletos estén juntos (F-n, F-n+1, etc.), del mismo modo que
los planos, los discos o las estampas.

Las revistas estarán normalmente en acceso directo, ordenadas alfabéticamente,


y dentro de cada título, de modo cronológico y numérico. Los años anteriores se pueden
guardar en depósitos, pues el uso será normalmente escaso una vez pasados algunos años.

Las bibliotecas públicas, escolares, universitarias y especializadas, en las que se da


una prioridad absoluta al uso, deben tener una parte importante de la colección en libre acceso,
ordenada por materias. Así se facilita el acceso directo entre lector y libro. Siempre (o casi
siempre) se aconseja una ordenación sistemática para el libre acceso, y como mínimo, la
sección de referencia, en la misma sala de lectura, y la colección principal de préstamo.

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Revistas en libre acceso en la Biblioteca Cervantes

Las materias, y por tanto la ubicación, vendrán dadas por el propio sistema
clasificatorio que use la biblioteca. Por ejemplo, la CDU simplificada para que la signatura
resulte corta y comprensible (3 dígitos para la sección de adultos y 1 ó 2 para el fondo infantil).
La signatura se completa con las 3 primeras letras del encabezamiento principal de la obra, y
seguidas de las tres primeras letras del encabezamiento del título.

Fuente: AlQUIBLA

En algunas bibliotecas, a la literatura no se aplica este sistema de signatura basado en


la CDU para las obras de creación literaria. En lugar de agrupar la literatura por materias o
países, se agrupa por géneros, mediante una inicial representativa (N para novela, la P para
poesía, la T para teatro). Esto también se aplica a las Biografías (B) y a la literatura infantil (I).
En este último caso se procura también mantener unidas las series o colecciones que los
lectores acostumbran a buscar juntas. También, se suele distinguir por el color de los tejuelos
las secciones de libros apropiados para cada edad en la sección infantil de la biblioteca pública.

ROJO 0-6 años


AMARILLO Desde 7 años
AZUL Desde 10 años

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VERDE Desde 13 años

Imagen de la sal infantil de la Biblioteca de Zafra. Organización de la colección por


colores

La colección de las bibliotecas se articulará normalmente en una colección de trabajo y


uso frecuente en estanterías de libre acceso, y una colección de reserva o menos uso en
depósitos cerrados o de acceso restringido.

Dado que las bibliotecas tienen cada vez mayor diversidad de soportes documentales,
nos parece lo más natural estructurar, en la medida de lo posible, el fondo bibliográfico por
materias y no por soportes. Es decir, se trata de tener al alcance del usuario los documentos
que traten de un mismo tema, puesto que todos pueden interesar y ser complementarios, y
todos se pueden asegurar mediante la magnetización.

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Tema 4.- Los Catálogos

Auxiliar de
Biblioteca
Centro de Formación
Bibliotecaria

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1. ¿Qué es un catálogo, para qué sirve?

Hablar de biblioteca es hablar, indefectiblemente, de su memoria viva, de su tesoro


documental y de su índice visible que es el catálogo. Como todas las herramientas y recursos
bibliotecarios, el catálogo ha ido evolucionando desde que comenzó a ser un elemento activo
de la biblioteca hasta la actualidad, pero algunas características han permanecido intactas,
como, por ejemplo, la de ser el listado de documentos localizables ubicados en la biblioteca a
disposición del usuario y de los propios profesionales.

El catálogo es el producto resultante de la identificación formal de los documentos


(descripción bibliográfica), y de la dotación de puntos de acceso y de signatura topográfica,
así como de la elaboración de asientos secundarios, que son los mismos registros o fichas
del catálogo pero con un encabezamiento diferente (catalogación). Los asientos catalográficos
(los llamaremos así y no “bibliográficos porque contienen la localización del documento, que es
la diferencia entre una bibliografía y un catálogo) ya no tienen que ser sino ordenados mediante
las reglas pertinentes para formar los mencionados catálogos y conseguir ese fin último que se
ha convertido en los últimos siglos en la bandera de cualquier biblioteca: la difusión de los
fondos.

Ejemplo de ficha bibliográfica manual

No obstante, con la automatización de las bibliotecas, el módulo automatizado de


catalogación, el formato Marc, etc. la forma de los catálogos, los OPAC…. todo ha cambiado
en un contexto en el que la esencia de los catálogos, su fin y su objetivo sigue siendo el mismo,
aunque sus medios y sus procesos difieren si miramos unas épocas y otras.

La ALA define catálogo como el fichero de registros bibliográficos, creado conforme a


principios específicos y uniformes de realización y siguiendo las directrices de una lista oficial
de encabezamientos que describe el material de la colección, biblioteca o grupo de éstas. Lo
que está claro es que tres son los elementos indispensables en los catálogos para que éstos
sean considerados como tal y puedan cumplir la misión de ser la memoria viva de la biblioteca
y difusores y recuperadores de los documentos existentes en la misma:

- Datos bibliográficos (documentales) que permitan identificar el documento


- Puntos de acceso que permitan ordenar dicho documento y recuperarlo
- Signatura topográfica

A continuación, en los puntos siguientes, veremos, por una parte, las distintas formas
de catálogo que pueden darse (en fichas, en listado, impresos, en microformas, en línea, en
soporte óptico, aunque muchos de ellos ya no se usan, pero es necesario verlos como pura
acción formativa teórica) y también los tipos de catálogo según su función o punto de acceso
(de autor, alfabético de título, materia o sistemático, topográfico, diccionario, de serie, etc.….).

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En realidad, la naturaleza y objetivo de los catálogos, sea cual sea su forma y fin es la
misma, pero al cambiar su formato, función, punto de acceso, etc. cambian sus características
principales. Veámoslo.

2. Formas de catálogo

Cuatro son las formas fundamentales. En fichas, en lista, en acceso directo en línea
(on-line) y en disco óptico.

El catálogo en fichas

Lo primero que hay que decir del catálogo en fichas es que ya es un catálogo en
desuso, ya que lo impuesto en la mayoría de las bibliotecas, sobre todo en las grandes
bibliotecas públicas y en las universitarias es el catálogo automatizado (y actualmente, el
catálogo automatizado en red, es decir, accesible en Internet desde cualquier terminal como
una página Web cualquiera); no obstante, es un catálogo de obligada revisión en oposiciones y
que debemos ver pues pueden preguntar sobre él y algunas bibliotecas lo mantienen. Además,
todo buen bibliotecario debe tener memoria histórica.

Puede ser en fichas sueltas o en papeletas o cédulas reunidas en mazos y


encuadernadas con tapas móviles (catálogo cedulario). El tamaño de la ficha internacional es
de 75x125 mm y suele llevar una perforación de 8 a 9 mm de diámetro, cuyo extremo inferior
dista de 4 a 5 mm del extremo inferior de la ficha. Su finalidad es la sujeción de la ficha de los
cajones de los ficheros mediante una varilla metálica transversal que evita, en la medida de lo
posible, la sustracción o dislocación de las mismas.

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Ejemplo de catálogo en fichas

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Catálogos manuales e impresos de la BNE. Fuente.

Los dos primeros ejemplos de la imagen anterior son listados (que se estudiará en el
epígrafe posterior) y los 4 ejemplos siguientes son ejemplos de catálogos manuales o en
fichas.

Catálogos en forma de lista

Los catálogos en forma de lista o listado pueden adoptar tanto la forma de libro
impreso (o web) como la de libro en hojas intercambiables o la de listas en microformas
(miniaturas del documento original, que también actualmente están en desuso). Y esta última
puede resultar tanto de la aplicación a las fichas convencionales de un simple procedimiento
fotográfico de reducción como ser producto directamente de datos elaborados
electrónicamente. El procedimiento fotográfico ha sido utilizado por grandes bibliotecas para
igualar los formatos de sus distintos catálogos, así como para la edición provisional de los
viejos, a la espera de poderlos introducir en ordenador. En cuanto al catálogo impreso, de tanto
prestigio y todavía necesario para fondos especiales, baste decir que dejar su nombre ligado a
uno de ellos ha sido siempre el sueño de todo bibliotecario español.

Por supuesto, esta última es la forma ideal sólo para los catálogos de bibliotecas y
colecciones históricas de escaso o prácticamente nulo crecimiento. Cualquier visitante de una
gran biblioteca puede comprobarlo, aunque no dejen de existir índices complementarios en
fichas y, en la actualidad, en instrumentos más sofisticados (OPAC).

Lo que ocurría en las pequeñas bibliotecas o para colecciones especiales no ha dejado


de ocurrir también en algunas mundialmente importantes, como la de la British Museum o la
Nacional de París.

Un ejemplo de este tipo de catálogos en forma de lista lo podemos encontrar en los


servicios de extensión bibliotecaria de Madrid: Bibliometro y Bibliored. En estos servicios el
catálogo está disponible por autor, título y género.

Web del catálogo en fichas del servicio de Bibliometro. Fuente

Hay que tener en cuenta que los listados pueden ser sólo de título- signatura, título-
autor-signatura ( los más simples) o incluso contener referencias completas con la descripción
bibliográfica más o menos extensa.

En los catálogos manuales de fichas, son una ficha por noticia o referencia bibliográfica
(unidad documental), mientras que el listado no tiene separación fisica en fichas u hojas sino
que va continuado y numerado, y por consiguiente no se pueden intercalar otras referencias
entre ellas, a parte de ir encuadernado o grapado (si no es tipo Web como en el ejemplo de
Bibliometro)

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El Catálogo en Línea (OPAC)

Veremos ampliamente este tipo de catálogo en los puntos 5, 6 y 7 de este tema. OPAC
significa Online Public Access Catalogue, en castellano, Catálogo Público de Acceso en
Línea. No obstante, apuntaremos algo a modo de introducción. Con el catálogo en línea, las
bibliotecas se asomaron al futuro. El diálogo informático permite en cierta manera conseguir el
ideal de una permanente y secreta presencia del bibliotecario en cada consulta. El catálogo
propiamente dicho no existe: lo que existe es un conjunto de datos y órdenes, una serie de
posibilidades, que se actualizan en el momento concreto y oportuno. Se trata, por así decirlo,
de un catálogo virtual, que al principio sólo era accesible desde la propia biblioteca, pero todos
los OPACs están tendiendo a convertirse en Catálogos en Línea en Web, es decir, un OPAC
normal, pero presente en Internet, accesible desde cualquier terminal conectado a la Red. Hoy
en día, el 90% de las bibliotecas en España o más usan el OPAC como forma de catálogo
principal.

Ejemplo de registro bibliográfico en el SIGB Absysnet de la Red de Bibliotecas del Ayto de


Madrid

Los catálogos en discos ópticos

La aparición de los discos ópticos solucionó problemas de espacio y multilocación


(facilidad para hacer copias). Se pueden almacenar muchos datos en poco espacio y
transportar bases de datos en un simple disco óptico donde queramos. Su durabilidad no es la
misma que la de un libro impreso que es bastante alta y fiable. Era la era óptica que pasó a un
segundo plano (aunque sigue usándose) con la aparición del OPAC y la consolidación de
Internet. Para poder conocer más a fondo este tipo de catálogos que usaban por ejemplo las
editoriales se recomienda la lectura de “Sistemas y servicios de información digital” de Ernest
Abadal Falgueras.

Criterios para valorar las formas de catálogos

Una vez vistas las formas diferentes de catálogos, veamos los criterios que enumera
Manuel Carrión Gútiez para valorar la tipología de catálogos, sus diferentes formas. Son los
siguientes:

a) Flexibilidad: Mantenimiento y adecuación del catálogo a la actualidad, actualizaciones,


puesta al día del mismo, facilidad para hacer cambios en el mismo. Esta característica

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es propia del catálogo en fichas donde es fácil, sólo hay que colocar o sacar fichas, por
eso ha resistido tanto tiempo, y resistirá algún tiempo todavía en algunas bibliotecas,
sobre todo escolares o públicas municipales de poco presupuesto. Sólo el OPAC
supera en flexibilidad al catálogo en fichas.

Ejemplo de catálogo en fichas. Flexibilidad a la hora de intercalar.

b) Facilidad de consulta y uso: Y esta característica no sólo depende de la forma del


catálogo sino de otros muchos elementos. El catálogo en fichas pierde enteros aquí. El
catálogo impreso es más fácil de usar y el OPAC hay que ser un poco más experto
pero con una buena formación pronto se convierte en tarea asequible.

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Ejemplo de catálogo impreso especializado en cartografía. “Real Academia de la Historia.


Selección de cartografía histórica (siglos XVI-XX)” de Carmen Manso. Fuente.

c) Facilidad de obtener múltiples copias: Esto es, facilidad de multilocación. Ésta es


ventaja grande de los catálogos impresos y de los que van en microforma (en desuso,
casi desaparecidos), mientras que los ficheros, evidentemente, se hallan en
desventaja. En los catálogos on-line todo depende de aumentar el número de
terminales (equipos informáticos). Los catálogos en discos ópticos tienen este asunto
totalmente solucionado, son los más ventajosos en este criterio.

d) Volumen: La consideración total del volumen implica también la de los equipos


necesarios para la consulta, como son las máquinas y puestos de consulta en el caso
de la microficha y de los terminales de ordenador. Por otro lado, las formas inicialmente
poco voluminosas, como las del impreso, se van complicando con la producción de los
necesarios suplementos. El problema de volumen es uno de los más graves que
plantea el catálogo de fichas en las grandes bibliotecas, pero ya solucionado pues no
se usan y han sido suplantados por los OPACs.

3. Criterios para la clasificación de los catálogos

De manera general (aunque puestos a establecer clasificaciones y criterios para


elaborar éstas podríamos escribir líneas y líneas) podemos establecer varios criterios que dan
lugar a ciertas clasificaciones de los catálogos en las bibliotecas. Son los siguientes:

Por su extensión

Así, teniendo en cuenta la extensión de documentos que abarque el catálogo, es decir,


remitiéndonos a criterios cuantitativos, podemos elaborar una clasificación, que será la
siguiente:

a) Catálogos colectivos: contienen asientos bibliográficos de diferentes catálogos de


varias bibliotecas, agrupados en razón de un criterio de semejanza geográfica, o
temática, etc.… pero lo que importa en los catálogos colectivos es que reúnen
documentos de varias bibliotecas y no sólo de una.

b) Catálogos generales: Contienen asientos de toda clase de materiales y no sólo de


una en concreto.

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c) Catálogos especiales: Contienen los asientos bibliográficos de un material concreto.


Por ejemplo, catálogos de mapas, de publicaciones periódicas, de diapositivas, etc.

Catálogos que integran el catálogo de la BNE según el tipo de documento.

Por su uso

a) Internos: Son aquellos que los profesionales de la biblioteca utilizan para uso propio,
para trabajar y navegar entre documentos y poder encontrar asientos y realizar mejor
sus búsquedas y cometidos. Un ejemplo y el mayor exponente es el catálogo
topográfico, que ordena los asientos según el orden de éstos en las estanterías cuando
están en libre acceso.

Ejemplo de registro en AbsysNet, consultando por signatura.

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b) Públicos: Utilizados por los usuarios, aunque también los utilizan los bibliotecarios en
ocasiones.

Ejemplo de catálogo publico. Catálogo de las Bibliotecas públicas españolas

Por su sistema de ordenación

Esta clasificación o este criterio establecen los distintos catálogos según la forma de
ordenar los mismos, es decir, si los ordena a través de letra, números, etc.….

a) Numéricos: por ejemplo, catálogos ordenados por ISBN.


b) Alfabéticos: de autor, materia, etc.….
c) Mixtos: Ordenados por números y letras (por ejemplo, por las cifras y letras del
depósito legal)

Por su forma

Ya lo hemos visto en el punto 2.

a) Catálogo en fichas
b) Catálogo en lista
c) Catálogo on-line (OPAC)
d) Catálogo en disco óptico

Por su función

Los veremos con mucho más detenimiento en un punto venidero de este tema. Pero
hagámoslo más brevemente ahora. Según la misión que cumplan, es decir, según qué
documentos podamos recuperar pues su punto de acceso sea uno u otro, los catálogos
principales podrán ser:

a) Catálogos alfabéticos de autores y obras anónimas: encabezados por el nombre


del autor del documento
b) Catálogos alfabéticos de títulos: ordenados los asientos por los títulos de los
documentos
c) Catálogos alfabéticos de materias: ordenados los asientos por las materias de que
trata el documento
d) Catálogos sistemáticos de materias: ordenados los asientos por las notaciones
resultantes de clasificar los documentos
e) Catálogos diccionarios: mezcla de asientos de catálogos alfabéticos de autor,
materia y título.

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f) Catálogos topográficos: los asientos se ordenan reproduciendo el orden de los


documentos en las estanterías. Catálogos de uso interno de la biblioteca.

4. Los catálogos colectivos

Un catálogo colectivo es eso, un catálogo, es decir, un inventario de asientos


catalográficos, pero no de una biblioteca, sino de documentos comunes a varias bibliotecas.
Puede contener la totalidad de los fondos de éstas o limitarse a sólo algunos, entre ellos: los de
una época; libros extranjeros; publicaciones periódicas, etc. Por lo demás, sigue las normas de
cualquier catálogo como ya hemos visto sus características anteriormente en este tema y en el
tema del análisis formal de documentos.

El catálogo colectivo es internacional por su contenido –documentos en diversas


lenguas- y cualquier otra clasificación que se le aplique –local, regional, nacional, etc.-
designará el espacio o las sedes de las instituciones que ponen sus recursos o documentos en
común. Su presentación puede tomar diversas formas: en fichas, impresos, microfilmados, en
CD ROM, en línea, etc. actualmente, son estas dos últimas las principalmente usadas. En los
últimos años, la confección de este tipo de catálogos ha sido una de las tareas bibliotecarias
más afectadas por la automatización.

Catálogos colectivos. Profesor Manuel Blázquez Ochando. Fuente

Ventajas de los catálogos colectivos

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De la puesta en común de los fondos generales o especiales de varias bibliotecas,


según métodos y planes definidos de antemano, se pueden obtener los siguientes resultados
prácticos:

- La unificación de los catálogos de todas las bibliotecas participantes, por la


adopción de reglas normalizadas

- El reparto homogéneo de fondos, por el establecimiento de intercambios en los


casos en los que el catálogo haga aparecer graves lagunas en unos centros y
ejemplares duplicados en otros

- La coordinación de gastos, por acuerdos entre bibliotecas que se reparten la


adquisición de documentos muy caros o especializados (adquisición compartida)

- La creación de servicios de orientación e información

- La extensión del préstamo nacional e internacional, por la facilidad que ofrecen


para la localización de libros

Necesidad y funciones de los catálogos colectivos

Los catálogos colectivos son elementos muy útiles en las bibliotecas, pero
esencialmente en las situaciones y contextos siguientes:

- En países, ciudades o contextos bibliotecarios descentralizados


administrativamente, donde hace falta tener esa orientación o ese punto de
referencia que aporta el catálogo colectivo

- En países donde el depósito de documentos, legal o voluntario, no se hace en un


centro designado.

- En aquellos países donde la lectura pública y el uso de las bibliotecas está muy
desarrollado.

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Unificación de acceso. Profesor Manuel Blázquez Ochando. Fuente

Ejemplos reales de catálogos colectivos

Agencia Española del ISBN

Base de datos de la Agencia Española del ISBN donde se pueden encontrar todos los
libros editados en España desde 1972

Catálogo Colectivo de las Bibliotecas Especializadas de la Generalitat Valenciana

Catálogo colectivo de las BEGV que permite interrogar sobre los fondos de parte de esos
centros; progresivamente se incorporará la totalidad de bibliotecas. El catálogo, en
realidad, es un sencillo interfaz de consulta contra distintas bases de datos.

Catálogo colectivo de las universidades de Cataluña (CCUB)

Catálogo de las bibliotecas universitarias de Cataluña, contiene más de 2 millones de


títulos equivalentes a 3.800.000 volúmenes en la biblioteca . El interfaz de búsqueda
permite recuperara a través de una búsqueda simple y de una búsqueda avanzada.

Catálogo colectivo del patrimonio bibliográfico español

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Este catálogo colectivo tiene como objetivo el inventario y la descripción del Patrimonio
Bibliográfico depositado en bibliotecas españolas, públicas o privadas.

5. Evolución de los catálogos: Del manual al automatizado

Hasta bien entrado el siglo XX, los catálogos eran de tipo manual. Hoy día, aunque la
mayoría se han convertido en automatizados, aún hay algunas bibliotecas en las que persiste
este tipo de catálogos, ya que todavía hay países que no están muy avanzados
tecnológicamente, o también hay bibliotecas que por causas económicas, se ven con la
imposibilidad de acometer dicha tarea.

También perviven los catálogos manuales en aquellas bibliotecas que, aún estando
automatizadas, no han llevado a cabo la conversión retrospectiva (volcado del catálogo
manual al automatizado) de los catálogos manuales.

Dentro de los catálogos manuales, es imprescindible estudiar los tipos que existen
dentro del mismo, entre los que encontramos el catálogo en fichas.

Catálogo manual

Este tipo de catálogo (en fichas) empezó a utilizarse en Francia a mediados del siglo
XVIII y pasó a ser la forma predominante en el siglo XIX. Cuando las colecciones empezaron a
crecer a un ritmo más rápido, este tipo de catálogos se impuso, frente a los catálogos en forma
de lista, puesto que contaba con la ventaja de la flexibilidad, es decir, una fácil puesta al día
mediante la incorporación o extracción de fichas. Por esta razón ha perdurado hasta la
automatización de las bibliotecas, aunque a medida que las colecciones han ido creciendo, han
empezado a surgir numerosos inconvenientes:

- Al crearse grandes series, el mantenimiento de los catálogos se queda retrasado,


ya que la intercalación de fichas resulta muy costosa, lo que se ve acentuado por la
complejidad cada vez mayor de las reglas de catalogación.
- Como la estructura del catálogo en fichas se basa en varias entradas por el
documento, cualquier modificación debe hacerse en todo el juego de fichas
referidas a todo el documento

- El deterioro por el uso

Para cumplir sus funciones el catálogo en fichas presenta una organización compleja
que se basa fundamentalmente en tres tipos de fichas: fichas principales, secundarias y de
referencia.

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Pero, como no podía ser de otra manera, desde los años setenta, pero especialmente
en la última década, las bibliotecas han recogido el impacto revolucionario de la informática y
de las comunicaciones. Se produce un rápido crecimiento de las instalaciones automatizadas
en las bibliotecas de nuestro país durante el segundo quinquenio de los ochenta.

A mediados de los noventa, las bibliotecas universitarias más importantes de nuestro


país están ya automatizadas, y el plan de automatización de las bibliotecas públicas
dependientes del MECD avanza a un ritmo extraordinario.

Por fin, varias bibliotecas importantes, entre las que se encuentra la Biblioteca Nacional
de España, dieron acceso remoto a sus catálogos a través de Internet (es lo común en la
actualidad) generando desde el punto de vista de los usuarios un auténtico espacio
bibliotecario español virtual. El conocimiento de los OPACS resulta imprescindible desde tres
puntos de vista:

a) Como herramienta de referencia bibliográfica


b) Como instrumento de apoyo al préstamo interbibliotecario
c) Como base desde la que aconsejar y formar a los usuarios a los que les toque servir

La implantación de sistemas de automatización de bibliotecas en nuestro país no se


ha hecho sin problemas. Usuarios, bibliotecarios, y gestores políticos, comprendieron
rápidamente que la automatización iba a suponer un reto a su capacidad de adaptación y a los
menguados recursos dedicados a la promoción y acceso a la cultura. Al principio, nuestra
dependencia tecnológica y escasa cultura informática provocaron experiencias frustrantes.

La forma más visible para el usuario en el proceso de automatización es el OPAC, el


catálogo público de acceso en línea. Es a través del cual se ve el proceso de automatización
de la biblioteca, tanto para los usuarios, que lo va a valorar en la medida que le permita
recuperar mejor la información y conseguir una gestión más amplia y rápida, como para los
bibliotecarios.

6. La conversión retrospectiva de los catálogos

Uno de los principales problemas que se planteaban a la hora de automatizar los


catálogos de las bibliotecas es la conversión de catálogos manuales al entorno automatizado.
Teniendo en cuenta que la catalogación automatizada se aplica fundamentalmente a las
nuevas adquisiciones, manteniéndose a su vez los catálogos manuales, la búsqueda de
documentos se complica puesto que la consulta debía hacerse por duplicado, en el fichero
manual y en el OPAC. Por todo ello, es ésta una de las razones por lo que la conversión
retrospectiva se hace indispensable. Este trabajo supone un gran consumo de recursos tanto
humanos como económicos además de un largo periodo de tiempo invertido.

La conversión puede ser llevada a cabo por la propia biblioteca; por empresas de
servicios contratadas, a través de servicios de descarga masiva de registros o mediante

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sistemas de reconocimiento óptico de caracteres (OCR, que es escanear un documento pero


no como documento gráfico, sino como documento editable).

Algunos ejemplos de esta gran labor bibliotecaria son: Proyecto Biblos: conversion
retrospectiva de los catalogos manuales de la Biblioteca de Cataluña (1997), la
conversion retrospectiva en las bibliotecas del CSIC (1994),

7. Los catálogos automatizados: los OPACs

A partir de los setenta, la tecnología empieza a hacer su aparición en los ámbitos


profesionales y, evidentemente, el bibliotecario no podía ser una excepción. No obstante, es a
partir del segundo quinquenio de los ochenta, cuando hay un fuerte desarrollo de la
automatización en las bibliotecas. A mediados de los 90, las bibliotecas universitarias más
importantes españolas ya están automatizadas y, las públicas, cuya automatización depende
del Ministerio de Cultura, están en “vías de” y su puesta en escena avanza a un ritmo
extraordinario. También son pioneras las Bibliotecas Especializadas aunque tienen menor
repercusión en la ciudadanía.

¿Qué es el OPAC? Concepto

El OPAC o Catálogo Público de Acceso en Línea es la parte de un sistema


automatizado de una biblioteca que se encarga de gestionar la interacción del usuario con el
sistema. Los SIGB (Sistemas integrados de Gestión de Bibliotecas, es decir, todo el
conjunto de aplicaciones que gestionan informáticamente la biblioteca, lo veremos en TEMA
posterior) están estructurados en módulos. Además de los módulos de circulación,
catalogación, publicaciones seriadas o adquisiciones… el OPAC se presenta como un módulo
independiente. Aunque actualmente, los OPAC de las bibliotecas son sitios web accesibles en
la Red (Internet) dentro de portal web de la propia biblioteca, un avance más de la era
electrónica.

El OPAC es un paso adelante sobre el catálogo en fichas, ya que realiza la función que
tradicionalmente correspondía a los catálogos manuales. Permite a los usuarios localizar un
determinado documento. El OPAC, tenido en cuenta como buscador documental, integra en
una sola herramienta los diferentes catálogos en fichas, el catálogo alfabético de autores
y obras anónimas, el alfabético de títulos, el alfabético de materias, el sistemático de
materias, el de series, etc.

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Pero, a día de hoy, el OPAC es mucho más que un buscador documental. El OPAC es
la cara visible de la biblioteca, su interfaz electrónica, su llave de entrada para el usuario. Con
el OPAC podremos acceder a colecciones electrónicas, fondos antiguos y valiosos, podremos
acceder a servicios de reservas de documentos, de desideratas, información bibliográfica,
préstamo interbibliotecario, recursos electrónicos, etc…. Podemos ver un ejemplo en el OPAC
de la Biblioteca Nacional de España: o por ejemplo el OPAC de la biblioteca de la Universidad
de Sevilla . Otra de las ventajas de los OPAC es que es posible acceder a los asientos
bibliográficos desde múltiples puntos de acceso, de manera instantánea, y que además, cada
registro puede multiplicarse en asientos secundarios sin la necesidad de realizar de nuevo los
asientos como en los catálogos manuales, y esto ahorra tiempo y trabajo tanto a usuarios como
a profesionales.

Catálogo FAMA. Biblioteca Universidad de Sevilla.

El OPAC es un conjunto de servicios de acceso público a la colección soportados por el


sistema automatizado de la biblioteca, y no una estructura física como lo era el catálogo
manual. El catálogo automatizado no está separado físicamente del libro de registro, ni del
fichero de circulación, ni existen de forma separada los distintos tipos de catálogos.

El lenguaje de interrogación

Es un lenguaje específico utilizado en los OPAC para realizar búsquedas y que está
compuesto por una serie de términos o signos que facilitan la restricción o ampliación de la
búsqueda. Se puede introducir manualmente, aunque los OPACs actuales lo incluyen ya en la
propia búsqueda a través de menús desplegables, pestañas… por lo que el usuario no debe
escribir los signos usados en dicho lenguaje. Se compone de:

• Operadores booleanos

Son términos que sirven para acotar la búsqueda y que enlazan palabras clave.

Y (and): Sirve para buscar dos o más palabras en un determinado campo. Si introducimos la
palabra “Historia” con el operador “y” y la palabra “literatura” y buscamos ambas en el campo
de título, el catálogo buscará los documentos cuyos títulos contengan las palabras “Historia” y
“Literatura”, ambas. Podemos conjugar este operador y un campo para cada palabra. Por

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ejemplo, mediante “y”, documentos que contengan la palabra “Historia” en su título y la palabra
“Literatura” como materia. Es decir:

Campo: Título Historia Y (AND)

Campo: Materia Literatura

Por lo tanto, con esta orden de búsqueda, nos mostrará los documentos existentes en
el catálogo que tengan en su título la palabra Historia y cuya materia sea Literatura.

Y no (and not): Sirve para incluir una palabra en la búsqueda y excluir otra. Podemos buscar,
por ejemplo, en el campo “Título”, aquellos documentos que incluyan la palabra perro, pero no
la palabra gato (perro y no gato). Siguiendo con ese ejemplo:

Campo: Título Perro Y NO

Campo: Título Gato

Buscará, por tanto, títulos de documentos en los que figure la palabra “Perro” y no figure la
palabra “Gato”. Otro ejemplo:

Campo: Autor Carlos Y NO

Campo: Materia Deporte

Lo hemos complicado un poco. Como vemos, lo bueno de estos buscadores, es que


podemos jugar con todas sus posibilidades para enriquecer la búsqueda. En este caso,
buscará documentos cuyo autor contengan la palabra “Carlos” y que a la vez su materia no sea
“Deporte”. Es así de sencillo.

O (or): Busca un término u otro, o ambos. Por ejemplo. Buscamos un título: Libro o
Documento. Buscará los títulos que contengan la palabra libro, la palabra documento, o ambas
a la vez.

Campo: Título Libro O

Campo: Título Documento

Es el ejemplo comentado anteriormente. Y con la búsqueda avanzada podemos


combinar operador y campos a nuestro antojo.

• Operadores de proximidad

Son operadores para buscar términos por su proximidad en el texto requerido. Se usan
de la misma forma que los operadores oléanos.

Cerca de (Near): Busca dos términos próximos en el texto. Por ejemplo, buscamos títulos que
tengan próximas las palabras clave “el hombre” y “libro”. Buscará los títulos de documentos que
incluyan esas palabras, cerca una de la otra. Un resultado sería, por ejemplo: Título: El libro del
hombre anciano.

Campo: Título El hombre CERCA DE

Campo: Título libro

Con este operador sería absurdo combinar dos campos diferentes, ya que entonces las
palabras claves no van a tener proximidad. Se suele usar para encontrar dos palabras
próximas en el texto de un mismo campo.

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Within nº: Busca dos palabras o dos expresiones que estén la una de la otra a un determinado
número de palabras. Es lo mismo que CERCA, pero especificando el número de palabras que
deben mediar entre un término y otro. Por ejemplo, queremos buscar documentos en cuyos
textos íntegros existan las palabras “Medievo” y “Literatura” a 3 términos o menos entre ellas:

Campo: Texto Medievo WITHIN 3

Campo: Texto Literatura

• Truncamientos

Son símbolos que se utilizan para especificar términos concretos, y que el catálogo busque una
serie de palabras determinadas. Viendo los ejemplos lo entenderemos.

• Asterisco (*): Se emplea a la derecha de la raíz de una palabra y sustituye


de 1 a 5 caracteres. Por ejemplo, si buscamos Constitución*, buscará las
palabras que empiecen por Constitución y a la que sigan de 1 a 5
caracteres cualesquiera: Constitucional, Constituciones, etc…

• Doble asterisco (**) Es lo mismo que el asterisco, se emplea en la


terminación de las palabras, pero el número de caracteres que sustituye es
indefinido. No tienen por qué ser de 1 a 5, busca las palabras que tengan
una raíz determinada y le sigan cuantos caracteres sean. Por ejemplo,
buscamos: Ideal**. Buscará las palabras que empiecen por ideal y a las
que le sigan cuantos caracteres fueren: Idealista, Idealización, Idealismo,
etc…

• Interrogación (¿): Sustituye a un solo oléanos en cualquier lugar de la


palabra. El catálogo busca las palabras introducidas y que en lugar de la
interrogación vaya cualquier letra. Por ejemplo, buscamos: Ca?a. Pues las
palabras buscadas serán Capa, Casa, Cata, Cala, etc… Se pueden usar
más de una interrogación en cada palabra.

Por supuesto, estos truncamientos se pueden usar en combinación con los operadores
booleanos, los campos, etc. Todos son recursos para la búsqueda.

Podemos ver unos ejemplos prácticos de los operadores boléanos en bibliotecas en la


Biblioteca de la UAH, o las recomendaciones generales de búsqueda de la BNE.

Sesión del usuario en el OPAC

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En la interacción que se produce entre el usuario y el Catálogo en línea u OPAC, se


pueden dar diferentes momentos, según su extensión, significación o importancia. Son los
siguientes:

Sesión: Es el conjunto de tareas que el usuario hace desde que entra en el


ordenador hasta que cierra la conexión. La sesión tiene varias fases correlativas:

Sesión de usuario desde el catálogo de Bibliotecas Públicas del Ayuntamiento de


Madrid

• Búsqueda: buscamos un registro o una opción, ya sea a través de ítems o


del lenguaje de interrogación, o de los menús del sistema.

• Filtrado o ampliación: Pueden pasar después de la búsqueda dos cosas,


que haya un resultado demasiado amplio, con resultados que no interesan
o sobrantes (ruido) o al revés, con escasos resultados y resultados
pertinentes que faltan (silencio), para la primera situación haremos un
filtrado, y para la segunda, una ampliación.

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• Visualización: Tras una búsqueda satisfactoria, nos encontramos con la


visualización del registro, que bien suele ser en formato ISBD abreviado o
completo, MARC, o bien como disponga la biblioteca, título, autor, y
ejemplares disponibles, etc.

• Finalización: Se finaliza la sesión

8. El OPAC extendido

Afirman Alicia Sellés-Carot y Jorge Serrano-Cobos en ThinkEpi que: “La evolución de


los sistemas de gestión de bibliotecas ha dado un giro cuantitativo y cualitativo enorme en los
últimos años, en términos de nuevas apariciones de proyectos, iniciativas, y software distintos.
El quid de la cuestión ha sido, por un lado, el tremendo avance en tecnologías de búsqueda de
información vía internet (y así el cada vez mayor predominio de Google en el apartado de
búsqueda y obtención de información por parte de los tradicionales usuarios de las bibliotecas,
ya sean públicas, universitarias, etc. Y por otro lado, la aparición del movimiento open source y
de la open access initiative (OAI). Estos nuevos factores han supuesto una mayor
competitividad y un acicate para desarrolladores e instituciones, necesitadas de mejorar sus
aplicaciones pudiendo cambiar las funcionalidades de los sistemas sin esperar a la industria del
software, para dar respuesta a las necesidades actuales de conjuntos de usuarios cada vez
más acostumbrados a la caja única o a interactuar con la información en portales tipo web 2.0,
y menos interesados en esforzarse a entender las implicaciones de usar una herramienta -por
otro lado tan potente- como un opac.

Del opac extendido a la Biblioteca Expandida

Saorín nos hablaba ya en 2006 del “opac extendido” como una solución posible a la
merma de funcionalidades que los usuarios de hoy día encontraban digitalmente en una
biblioteca, o Játiva Miralles del “OPAC-Portal”, o Nieves González de la “biblioteca expandida”
(González, 2009). La idea general era mejorar el opac para dotarle de unas funcionalidades
que lo convirtieran en un portal de internet como otro cualquiera, en el que los usuarios
pudieran interactuar tanto con información bibliográfica como de otra índole, con los
bibliotecarios y con otros usuarios del mismo. Por otro lado, la creciente generación de distintas
fuentes de información y bases de datos impele a los responsables de las bibliotecas a buscar
soluciones que ayuden a recuperar información de esas distintas fuentes de conocimiento
desde un punto único de consulta, lo que ha dado en la creación de las llamadas “herramientas
de descubrimiento” (discovery tools).

Más allá de las herramientas de descubrimiento

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Descubrir datos e información académica es esencial para la investigación. El desarrollo de


bases de conocimiento, sistemas web, repositorios y otras fuentes de información
heterogéneas, creó la necesidad y permitió generar unas herramientas que impulsaran el
descubrimiento de información más allá del propio catálogo, mediante la búsqueda y la
navegación o browsing basada en la Red, utilizando herramientas de vanguardia que
permitieran encontrar información en las diferentes fuentes a un mismo tiempo, bien mediante
indizadores de información que agregaran los datos y realizaran la búsqueda en su propio
índice ( intercalando una capa intermedia entre las fuentes de datos y el interfaz de interacción
con el usuario), bien mediante una estrategia de consulta en tiempo real a los índices: la vía de
la metabúsqueda. Pero en estos casos sólo se llegaba a la capa de información (lo cual en sí
ya era, obviamente, un importante salto cualitativo). En el caso de las bibliotecas, se utilizaba
sólo la capa de información bibliográfica, lo que nos dejaba sin poder explotar el estado en
tiempo real de la circulación, o de la participación de los usuarios registrados en distintas
bibliotecas de un sistema, por ejemplo, en el caso de catálogos colectivos.”

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Tema 5.- La CDU

Auxiliar de
Biblioteca
Centro de Formación
Bibliotecaria

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1. El concepto de clasificación: ¿Qué es?

En el mundo de las bibliotecas, clasificar es colocar un libro (un documento) en una


clase dentro de un esquema o bien agrupar los libros por características comunes y siempre
por razón de su contenido (esto es importante y no debemos olvidarlo).

Lo primero lo hacen los sistemas analíticos o enumerativos, que prevén todas las
clases o subdivisiones en que, como un inmenso casillero, pueden ser colocados los libros
dentro de un esquema.

Lo segundo lo hacen los sistemas llamados sintéticos, que componen a posteriori,


en el momento de la clasificación, las notaciones. Unos y otros pueden ser universales y
especiales, según se trate de clasificar todos los posibles campos del conocimiento o sólo una
parte de ellos. Y todos tienen una única finalidad: hacer que el bibliotecario pueda dotar a la
descripción bibliográfica de un punto de acceso que servirá con otros muchos para formar un
índice capaz de responder a esta cuestión de los usuarios: ¿Qué hay de una materia, de un
campo determinado del conocimiento, en la biblioteca? Es la finalidad del catálogo
sistemático de materias (catálogo cuyo punto de acceso son las notaciones resultantes de
clasificar los documentos).

Catálogos de una biblioteca

La importancia de este catálogo es mayor allí donde el usuario es un especialista, es


decir, está interesado por campos determinados del saber y es menor allí donde el usuario está
interesado por nombres de autor o por obras determinadas y no por temas. En todo caso, es un
instrumento de trabajo imprescindible en la información bibliográfica.

Y es que clasificar no es sólo una tendencia natural del conocimiento dotado de un


gran poder de formalización conceptual, sino que es imprescindible en la actualidad, sobre todo
en las bibliotecas científicas para domar el flujo de la comunicación.

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Clasificar, por tanto, es dotar de un contenido al documento averiguando su


tema principal, su clase y sus aspectos secundarios y traduciendo éstos a la notación
adecuada según el sistema de clasificación que hayamos elegido. Y la clasificación, como
lenguaje documental (lenguaje que trata de representar los contenidos de un documentos
mediante notaciones que representan ese contenido) es un lenguaje preecordinado,
controlado y de estructura jerárquica. Lo veremos mejor más adelante y estudiaremos
también mejor estos tres conceptos en el Tema LOS LENGUAJES DOCUMENTALES.

2. Tipos de clasificaciones según diferentes criterios

* Los siguientes tipos no son excluyentes unos de otros en una misma clasificación.

En primer lugar, nos encontramos con las clasificaciones UNIVERSALES. Son aquéllas
que permiten clasificar el documento cualquiera que sea la materia de la que traten, es decir,
que abarcan todo el conocimiento o todas las materias. Su ventaja principal es su amplitud y
donde más abundan es en bibliotecas públicas, que es donde hay más variedad de
documentos y más variopintos contenidos. Aunque también nos encontramos con
inconvenientes como su difícil manejo para el usuario y su difícil actualización.

Catálogo de las Red de Bibliotecas Públicas de la Junta de Andalucía donde las clasificaciones
de los documentos son universales

En segundo lugar encontramos las clasificaciones JERÁRQUICAS. Las clasificaciones


jerárquicas tienen una construcción arborescente y decimal, pues cada clase puede dividirse
en diez subclases y así infinitamente. Teóricamente son ilimitadas. Cada concepto puede estar
unido al tema raíz por un camino (un tema no puede colgar de dos ramas distintas del árbol).
Estas clasificaciones jerárquicas son fáciles para el usuario porque le producen la sensación de
un control sobre todo el conocimiento; pero son poco flexibles y tienen algunas carencias de
relaciones semánticas.

En tercer lugar encontramos las clasificaciones FACETADAS. Llamamos faceta a un


punto de vista desde el que se aborda una materia. Las facetas equivalen a los criterios de
subdivisiones que se aplican en las clasificaciones de las clases (el tiempo, por ejemplo). En
estas clasificaciones se eliminan las clases y subclases y sólo se funciona con puntos de vista.
Ranganathan, creador de este tipo de clasificaciones, creó cinco facetas: personalidad,
materia, energía, espacio y tiempo. Estas facetas tienen que aparecer en secuencia. Las
clasificaciones facetadas se encuentran entre las clasificaciones y los lenguajes combinatorios
(tipo de lenguaje documental que veremos en tema venidero).

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Cuarto lugar. Clasificaciones HÍBRIDAS. Son clasificaciones jerárquicas a las que se le


añaden facetas por medio de auxiliares. Hay dos maneras:

- Facetas de atributos generales: a cualquier término de la jerarquía (veremos en un


epígrafe posterior en este tema qué son exactamente y en qué consisten los
auxiliares especiales, pero vayamos poco a poco).

- Facetas de atributos especiales: aplicables solo a algunas partes de la jerarquía


(auxiliares especiales en la CDU, por ejemplo)

Quinto lugar. Clasificaciones ESPECIALIZADAS. Contrariamente a las universales que


abarcaban todo el campo del conocimiento, las especializadas se limitan a un campo concreto
del conocimiento. Necesitan, eso sí, un mayor control terminológico. Y una mayor
especialización y dedicación de los especialistas que la formen y la trabajen.

3. Breve repaso a los principales sistemas de clasificación

Veamos ahora cuáles son los principales sistemas de clasificación que han existido y
existen antes de centrarnos en la CDU, sistema que más nos interesa por ser el más usado en
bibliotecas públicas españolas:

3.1) Clasificación Decimal de Dewey ( DDC)

Creada por Melwin Dewey, bibliotecario norteamericano, es el precedente y


clasificación “madre” de la CDU. Es bastante simple. Tiene una notación muy sencilla y
extensible con un índice alfabético muy claro. Sus características básicas son una división
jerárquica en números decimales en base 10 con dígitos de tres en tres; es una clasificación
enciclopédica, y las materias son ordenadas por disciplinas, que también tienen jerarquía y
todo concepto subordinado a uno superior participa de todas las características de él (Veremos
en la CDU las grandes similitudes).

Fuente

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3.2) Clasificación de la Library of Congress (LC)

El libro prima sobre la materia. Tiene pocos niveles jerárquicos, pero muchos niveles
en cada enumeración. Su estructura es monojerárquica y enumerativa. Cada tabla es
independiente por sí misma. El esquema básico de las tablas fue tomado de la clasificación de
Cutter y responde en líneas generales a la división académica del saber del siglo XIX.

Cada tabla corresponde a una disciplina o clase principal y dentro de ella habrá unos
puntos. Las tablas auxiliares extraen las generalidades de la clasificación. Pueden ser cortas y
simples integradas en la propia tabla o largas y complejas, al final de cada tabla. La notación es
alfanumérica.

Tablas de Cutter usadas por la Library of Congress

3.3) Clasificación de Bliss (BC)

Tiene una notación alfabética con mayúsculas y numérica para las notaciones de forma
y auxiliares. Resulta ser bastante abreviada con alternativa a disciplinas que pueden estar en
más de un lugar. Tiende a sintetizar y tiene 3 tipos de tablas auxiliares:

- Unas que pueden usarse con todas las entradas


- Otras de carácter histórico y filosófico
- Otras especiales

3.4) Clasificación para bibliotecas públicas (BBC)

Esta clasificación es el resultado de una ideología: el marxismo-leninismo en la URSS.


Tiene una estructura arborescente con facetas. Es por lo tanto, un sistema híbrido. La notación
utiliza: Alfabeto cirílico para clases especiales; cifras árabes para especificaciones ulteriores;
signos de conexión, duplicación y relación; letras minúsculas para los auxiliares comunes;
cifras árabes para los auxiliares especiales.

3.5) Clasificación de Ranganathan o colonada

Rompe con todos los moldes anteriores, lo que se empezó como un sistema fácil, se
convirtió en un sistema complejo, tendente a la facetación. En su clasificación no hay estructura
básica, sino que lo importante es conocer qué elementos se deben combinar y determinar la
interrelación entre ellos. Los elementos que forman el sistema son:

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- Tablas de materias básicas


- Materias compuestas: facetas y subfacetas
- Características que pueden aplicarse a una materia principal. En biblioteca éstas se
reducen a 5 categorías principales: Personalidad, Materia, Energía, Espacio y
Tiempo.
- Recursos o subdivisiones comunes que a veces sustituyen a las facetas
- Notación mixta a base de mayúsculas, cifras árabes y otros signos, para las
materias principales; cifras árabes para las facetas; mayúsculas y otros signos para
relacionar los elementos.

Este es un sistema complejo para el que hace falta recursos y gente cualificada.

4. Requisitos de un buen sistema de clasificación

Entre las principales características que debería reunir un buen sistema de


clasificación, según apunta María Begoña García Serrano, para asegurar éste un máximo de
relevancia, pertinencia y precisión en la búsqueda, podemos destacar las siguientes:

• Sistematicidad: El sistema debe proceder de lo general a lo particular


• Exhaustividad: Debe abarcar por entero el campo de cada materia
• Ser Detallado: Debe poder expresar las ideas en todos los grados y
generalidades
• Multidimensionalidad: Debe permitir la combinación de ideas y su
clasificación desde diferentes puntos de vista

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• Lógica: Debe responder a una mecánica de pensamiento formal


• Concisión: Aunque también debe ser explícito
• Sencillez: Con una notación fácil de escribir y recordar, que sirva a la vez
como símbolo y como signatura topográfica (en caso de que la ordenación
de los fondos sea sistemática)
• Expansividad y Flexibilidad: Capaz de incorporar nuevos elementos
• Con elementos complementarios: como tablas o un índice alfabético por
palabras específicas para facilitar su uso
• Aperturismo: que tenga la posibilidad de crecer o cambiar para adaptarse
al dinamismo del conocimiento
• Posibilidad de automatización: Que pueda ser utilizado en sistemas
informatizados. Hoy en día es imprescindible
• Adaptabilidad: que sea capaz de ofrecer varias soluciones alternativas,
así como la posibilidad de ser usado para clasificar materias especializadas
y complejas dadas la interdisciplinariedad de la ciencia.
• Con un sistema de notación en el que los signos sean:

- Breves
- Simples
- Expresivos
- Mnemotécnicos

• Sometido a revisiones periódicas

La Clasificación Decimal Universal, aunque en el estudio de la oposición/profesión de


auxiliar/técnico auxiliar no vayamos a tener la posibilidad de profundizar en su entramado
interno y su desarrollo, sí estamos en condiciones de poder afirmar que cumple todos estos
requisitos y, tanto es así, que se ha consolidado como el principal sistema de clasificación de
las Bibliotecas Públicas Españolas.

5. Historia de la CDU: Nacimiento de un sistema

Los orígenes de la CDU se encuentran en la colosal empresa concebida por dos


abogados belgas a finales del XIX. Paul Otlet y Henri Lafontaine acometieron un ambicioso
proyecto destinado a crear una relación íntegra de cuánto se había escrito desde la invención
de la imprenta; un Repertorio Bibliográfico Universal. Esta meta no estaba demasiado alejada
de la que hoy en día se ha fijado la IFLA mediante su programa de Control Bibliográfico
Universal (CBU). Nuestros pioneros comenzaron a recopilar este repertorio o catálogo en
fichas y decidieron organizarlo de forma sistemática. En consecuencia, buscaron una
clasificación bibliográfica adecuada y se sintieron atraídos por la Clasificación Decimal de
Dewey (CDD), que en ese momento se encontraba en su quinta edición. En 1885 ese sistema
contaba tan sólo con unos pocos miles de subdivisiones pero su notación encerraba grandes
posibilidades de utilización universal, ya que empleaba de forma más amplia los números
arábigos que cualquier otro sistema con notación.

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Otlet y Lafontaine llegaron a un acuerdo con Dewey para utilizar la clasificación de éste
introduciendo ciertas modificaciones y ampliaciones claramente definidas. Por lo tanto,
ampliaron el sistema Dewey para ajustarlo a sus necesidades y añadieron unos cuantos
instrumentos de síntesis y tablas auxiliares que, con el paso del tiempo, convirtieron la
estructura de la clasificación decimal, totalmente enumerativa por aquel entonces, en la
Clasificación Decimal Universal, mucho más flexible y detallada. La primera edición de esta
nueva clasificación fue publicada entre 1905 y 1907 con el nombre de Manual de Repertorio
Bibliográfico Universal. Constaba de unas 33.000 subdivisiones y tenía un índice alfabético
de unas 38.000 entradas.

Con el paso del tiempo, el sistema de clasificación obtuvo primacía sobre el catálogo
bibliográfico al que pretendía organizar y al salir a la luz la segunda edición en 1927-1933, su
finalidad original de servir de herramienta al Repertorio Bibliográfico Universal se vio superada
por el desarrollo de la CDU. El tamaño de esta segunda edición es el doble que el de su
predecesora. Más tarde surgieron la tercera y cuarta edición y otras ediciones en otros
idiomas.

En la actualidad, en España es el sistema de clasificación oficial para trabajar en


bibliotecas públicas, se aprobó el sistema en 1939 y su uso se vuelve a refrendar en la
Constitución de 1978.

6. Historia de la CDU en España

En España, la historia de la CDU no es muy larga, como bien explica Miguel Benito en
su “Manual de aprendizaje de la CDU…”. En 1920 Jordi Rubió i Balaguer publico la
"Classificació decimal de Brusselles. Adaptació per a les Biblioteque Populars de la
Mancomunitat de Catalunya" (Barcelona, 1920), después Javier Lasso de la Vega intervino
decisivamente en la publicación de la Orden Ministerial del 29 de junio de 1939 y publico su
obra básica "La clasificación decimal" (San Sebastián, 1942). Esta fecha se toma como fecha
base de la instauración de la CDU como sistema de clasificación oficial en España a raíz
precisamente de las directrices de dicha orden. De esta obra se publicó una segunda edición
que promovió la edición de las tablas desde la CTT 50 del IRANOR en el Consejo Superior de

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Investigaciones Científicas (a IRANOR ya la ha sustituido como entidad emisora de normas


AENOR).

En 1977 se celebró el "Seminario sobre el presente y futuro de la CDU" en Madrid y


desarrolló el estudio de la CDU en España, publicándose en el Boletín de ANABAD
(Confederación Española de Asociaciones de Archiveros, Bibliotecarios, Museólogos y
Documentalistas, creada en 1949), nº 28 de 1978 por Isabel Fonseca. En España se usa la
CDU en la Biblioteca Nacional, en base a su Reglamento de 1957, y continúa siendo la base
de la ordenación de la Bibliografía Nacional. Actualmente es AENOR (Asociación Española de
Normalización y Certificación) la responsable de la dirección y mantenimiento de la CDU en
España y es miembro del Consorcio de la CDU (entidad de la que hablaremos un poco más
adelante)

7. La CDU: Características

Aumento indefinido de las notaciones a través de números decimales, que son tales
pues no son números enteros sino números derivados de un hipotético numero entero y sus
subdivisiones son ilimitadas. Y, por supuesto, es decimal porque está dividido en 10 clases del
0 al 9 dejando la clase 4 vacante.

Carácter universal: Carácter universal en cuatro vertientes. En primer lugar, porque


abarca todo el conocimiento. En segundo lugar, porque puede ser utilizado con documentos
que abarquen cualquier conocimiento, en tercer lugar, porque se puede usar en cualquier lugar
del mundo y en cuarto lugar, porque puede clasificar cualquier documento u objeto en cuanto a
su material.

Continuidad en su desarrollo, así la CDU está dividida en 10 grandes tablas:

0. Generalidades
1. Filosofía y Psicología
2. Religión. Teología
3. Ciencias Sociales
4. (Vacante)
5. Ciencias puras. Ciencias Exactas. Ciencias Naturales.
6. Ciencias Aplicadas. Medicina. Técnica.
7. Arte. Deporte. Música. Juegos. Espectáculos.
8. Lingüística. Filología. Literatura
9. Geografía. Biografías. Historia

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Fuente.

La CDU es jerárquica: Las clases se subdividen o pueden subdividirse en subclases


derivadas de esta, ya sea por ser partes de un todo o subclases de una clase.

La CDU es sintética: El clasificador puede crear notaciones compuestas a posteriori,


cuando esté combinando las propias notaciones y creando las combinaciones pertinentes. Se
tiende a sintetizar el contenido en un tema y no a analizarlo en varios para luego combinarlo
(enumerativas o analíticas).

8. Gestión y ediciones de la CDU

La CDU está continuamente sometida a actualizaciones y revisiones. Durante años fue


gestionada por la FID (Federación Internacional de Documentación), pero en 1992 todos los
derechos sobre la misma pasaron al Consorcio de la CDU, organización fundada por la propia
FID junto con Holanda, Japón, Reino Unido, Bélgica y España (en la figura de AENOR). Todas
las ediciones que se publiquen en diferentes idiomas tienen que ser aprobadas por el Comité
Ejecutivo del Consorcio. El Consorcio ha creado una gran base de datos con todas las clases
llamada Fichero Básico de referencia (Máster Reference File). Es la única versión de la CDU
a partir de la cual se editan las distintas ediciones de la misma. Las propuestas de cambio que
aparecen son gestionadas por el Consorcio.

La CDU cuenta con ediciones con distinto grado de extensión; son las siguientes:

• Edición completa: Contiene más de 150.000 subdivisiones, suele


utilizarse en bibliotecas especiales y centros de información.
• Edición Media: Contiene el 30 por ciento de subdivisiones de la completa,
se utiliza en grandes bibliotecas públicas y escolares medias
• Edición abreviada: Contiene un 10 por ciento de las subdivisiones. Para
bibliotecas medias.
• Edición resumida: Contiene un 2 ó 3 por ciento de las subdivisiones, se
usa en bibliotecas públicas, escolares y personales pequeñas.

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• Ediciones especiales: Son ediciones parciales de la CDU que se refieren


a un campo específico del saber.
• Ediciones de bolsillo: Para un uso referencial rápido incluye lo esencial
del sistema eliminando lo poco común. Útil también para bibliotecas
pequeñas.
• Ediciones en CD ROM y Ediciones Web

9. Estructura de la CDU: Signos y auxiliares, creación de notaciones compuestas

Un sistema de clasificación puede abarcar un campo del conocimiento específico,


como la Agricultura, la Medicina o la Literatura. Pero también puede abarcar todo el
conocimiento existente, es decir, ser universal. La CDU es universal porque es un sistema
de clasificación que abarca todo el conocimiento existente. No obstante, el sistema de
clasificación decimal universal no es el único que existe, concurren en él, entre otros, el
sistema de Dewey, del que nació la CDU, el sistema de la LC (biblioteca del congreso de
Washington) o el sistema SAP sueco de clasificación.

Hemos dicho también que la CDU es decimal. ¿Por qué? Porque las cifras usadas se
consideran decimales, no números enteros, y se usan los números del 0 al 10, y esta premisa
nos va a ser vital a la hora de ordenar catálogos de CDU, como veremos más adelante. Las
consecuencias de esto es que cada decimal, a su vez, puede subdividirse en un nuevo número
decimal, sin que el orden de los números se altere.

Y la CDU es jerárquica. Jerárquica porque va de lo general a lo específico. A través de


las notaciones, las materias van desarrollándose para alcanzar mayor especificidad bien yendo
del todo a las partes o de la clase a las subclases.

La CDU agrupa los conocimientos en 10 clases, como ya hemos visto, dejando la


clase 4 vacía. Cada una de estas clases se subdivide sucesiva y decimalmente a semejanza
del sistema Dewey, lo que permite a la CDU un aumento indefinido. Estas 10 clases
(repetimos) son las siguientes:

0. Generalidades
1. Filosofía y Psicología
2. Religión y Teología
3. Ciencias Sociales
4. Vacante
5. Ciencias Puras
6. Ciencias aplicadas
7. Arte. Deportes. Espectáculos
8. Lingüística. Literatura
9. Geografía. Biografías. Historia

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Plan de lectura de las bibliotecas escolares de Canarias. Aprendiendo a usar la CDU.

Cada una de estas clases designa una materia de forma global. Pero a través del
desarrollo de estos nueve números en números de más cifras, se van consiguiendo abarcar
materias más específicas. Siempre, claro está, dentro de la clase general a la que pertenezca.
Veamos un ejemplo para comprenderlo mejor:

El número 1 pertenece a la clase de Filosofía y Psicología. Pero, dentro de la


filosofía y psicología, se encuentran muchas disciplinas y materias
subordinadas de ésta. Todas ellas, por lo tanto, irán derivando del número 1
a través de números decimales. El 11, por ejemplo, designa la Metafísica. Y
el 13, la Filosofía espiritual. Pero 11 y 13 no son números como tal, sino

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decimales derivados de un hipotético número entero, e independientes entre


sí, por lo tanto 11 no es once, sino uno uno. Y 13 no es trece, sino uno tres.
Esta aclaración nos va a ser vital para acometer la ordenación de catálogos
sistemáticos, o de notaciones de CDU, uno de los ejercicios que más se
exigen en los exámenes prácticos de la oposición de auxiliar de bibliotecas.
Lo veremos más adelante.

No pasaremos ahora a enumerar las infinitas subclases y materias y sus respectivos


números, pues esa es una tarea puramente clasificatoria, que no corresponde al auxiliar de
biblioteca, por lo que no tendremos que saber todos los números y sus materias
correspondientes en nuestro examen. No obstante, en cualquier guía de la CDU podremos
encontrar las distintas enumeraciones.

Signos auxiliares y auxiliares

La CDU, además de basarse en esos nueve números y en sus correspondientes


desarrollos decimales, utiliza para especificar las materias y ser lo más exacta posible una serie
de signos y de auxiliares. Gracias a estos signos y auxiliares se consigue especificar mucho
más una materia, que de otra forma quedaría inconclusa:

a) Signos auxiliares

Signo de coordinación o adición +. Sirve para unir dos materias


independientes, que no están relacionadas entre sí.

(44+460) Francia y España


622+669 Minería y Metalurgia

Signo de extensión consecutiva /. Sirve para abarcar una serie de números


correlativos en una misma notación.

=1/=2 (a modo de ejemplo) Lenguas indoeuropeas


(7/8) América del norte y central. Sudamérica.

Signo de relación simple : . Sirve para relacionar dos materias. A diferencia


del signo de adición, que une dos materias independientes, con este signo de
relación, como decimos, se unen dos materias que guardan una relación
entre sí y se deja constancia de ello a través de los dos puntos. Este
signo, a diferencia del de extensión, restringe más que amplía.

17:7 Ética en relación con el Arte


341.63 (450:44) Arbitraje Internacional entre Italia y Francia

Signo de los cuatro puntos :: o relación subordinada. Aquí, este signo


sirve al igual que el anterior para relacionar dos conceptos, pero la diferencia
estriba en que con los cuatro puntos se nos indica que de los dos términos
relacionados, el que va detrás de dicho signo guarda una relación de
subordinación con respecto al que va antes. Es decir, la segunda materia
subordinada a la primera.

77.044::355.4 Fotografía de guerra

Corchetes [ ]. Los corchetes se utilizan para agrupamiento de números o


notaciones. No obstante, no tienen valor de ordenación, es decir, como

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veremos más adelante, a la hora de ordenar notaciones los corchetes es un


signo intrascendente que haremos como si no estuviera.

Por otro lado, como hemos dicho, existen unos signos auxiliares que sirven para
designar ciertas características de las materias (lugar, fechas, etc.…) Son los llamados
auxiliares. Nos encontramos con tres clases. Los auxiliares comunes independientes, los
auxiliares comunes dependientes y los auxiliares especiales. Lo importante de estos signos y
de los anteriormente mencionados, para la tarea del auxiliar (que ya hemos dicho que no
clasifica) y los exámenes de auxiliar de biblioteca, es su valor ordenativo, que es lo que nos va
a servir para ordenar notaciones y catálogos. Más adelante nos adentraremos de lleno en la
ordenación de dichas notaciones. Pero veamos ahora brevemente cuáles son estos signos
auxiliares:

b) Auxiliares comunes independientes (pueden formar una notación por sí mismos)

Auxiliar de lengua =

Con este auxiliar designaremos el idioma. Por ejemplo. Si la materia de un


documento es Libros españoles en inglés. Pues utilizaremos el = para
designar el idioma inglés.

53(035)=111 Manuales de física en inglés (siendo el 53(035)


manuales de física y el 111 el idioma inglés)

O si, por ejemplo, la materia del documento es el idioma inglés en sí


mismo, la notación sería =111 (ya hemos dicho que este tipo de auxiliares pueden constituir
una notación por sí mismos).

Auxiliar de forma (0…)

Con el paréntesis cero indicamos el tipo de documento, lo que en términos


bibliotecarios se denomina la forma.

54 (038) Química. Diccionarios (siendo el 038 diccionarios y el 54 química)

Auxiliar de lugar (1/9)

Es igual que el auxiliar de forma pero dentro del paréntesis lleva números del 1
al 9. Indica lugar.

913 (315) Geografía de la antigua China (siendo 913 geografía y 315 la


antigua china)

Auxiliar de razas, pueblos y nacionalidades (=1/9)

Este auxiliar indica nacionalidad o pertenencia a un pueblo o raza. Se


representa con un paréntesis en el que va un igual seguido del número
correspondiente.

78(=411.16) Música hebrea (siendo el 78 música y el 411.16 hebrea)

Auxiliar de tiempo “ “

129
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El auxiliar de tiempo, como su nombre indica, ofrece información temporal,


fechas. Son diversas las formas de expresar una fecha, por esta razón
veremos más adelante las posibilidades del auxiliar de tiempo con más
detenimiento.

78 “1980” Música en el año 1980.

c) Auxiliares comunes dependientes (no pueden ir solos, deben ir acompañando a un número)

Auxiliar de punto de vista .00

Se utiliza para dar un punto de vista CANCELADO POR LA ULTIMA


MODIFICACION DE LA CDU DE 2004 VER DOCUMENTO ADJUNTO AL
TEMARIO EN CD 3

Auxiliar de características generales -0

• -02 Propiedades
• -03 materiales
• -05 personas y características personales

d) Auxiliares especiales (sirven como información local, para especificar conceptos. Se añaden
al número principal solos o en combinación con otros auxiliares)

Auxiliar guión número -1/-9

Señalan componentes, propiedades… en definitiva, detalles del número


principal al que acompañan.

Auxiliar punto cero .0

Sirve para expresar conjuntos y subconjuntos de conceptos

Auxiliar apóstrofo ‘

Indican temas compuestos. Tienen función integradora.

Un punto que separa bloques

Antes de comenzar con la ordenación es preciso recordar que los números de la CDU
llevan punto cada tres cifras, dando lugar así a muchas más notaciones. Pueden llevarlo cada
dos (76.98) o cada una (1.32). Pero no podrá haber una notación con cuatro números seguidos
sin que medie un punto después del tercero. Cuando haya un punto, termina un bloque de
ordenación. Es decir, si existen notaciones con números compuestos, los números existentes
hasta el punto forman un bloque. Por ejemplo:

2.345 (038)
21.654

Aquí, aunque el 1 sea menor que el 3, iría en el orden arriba expuesto, ya que el primer
bloque que se compararía sería el 2 en el primer número (hasta el punto) y el 21 en el segundo
(hasta el punto). Por lo tanto, los puntos separan bloques de ordenación.

Ordenación de catálogos sistemáticos y topográficos

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Los catálogos sistemáticos son aquellos que recogen notaciones de CDU. Es


decir, aquellos cuyo punto de acceso no es el autor, el título o la materia alfabética de un
documento, sino su notación procedente de haber clasificado el documento según su
contenido. Dando por hecho que el sistema de clasificación en la biblioteca para la que
trabajemos será la CDU, el catálogo sistemático estará formado por las distintas notaciones de
los documentos. Ordenar notaciones de CDU es uno de los ejercicios más frecuentes en las
oposiciones de auxiliar de biblioteca. También nos podrán pedir la ordenación de un catálogo
topográfico. El catálogo topográfico es el catálogo que reúne las signaturas de los documentos
siguiendo el orden en las estanterías. Como a buen seguro nuestra biblioteca será de libre
acceso (ver teoría), la signatura estará formada por la notación de la CDU más las tres
primeras letras del autor en mayúsculas más las tres primeras letras del autor en minúsculas.
En este caso, la ordenación se realizará exactamente igual que en el sistemático, únicamente
que a igualdad de números, se tendrá en cuenta la ordenación alfabética de estas 6 letras.
Veamos, pues, cuál es el procedimiento.

1) Los auxiliares comunes independientes solos, sin número al que


acompañen, se ordenan siempre delante de los números normales. Por
ejemplo, si tenemos las siguientes notaciones para ordenar 34.12 (460),
32.67 (08), (081), (460)”190”. La ordenación sería la siguiente:

(081)
(460)”190”
32.67 (08)
34.12 (460)

Sería así porque, como hemos dicho, los auxiliares que forman una notación
por sí mismos, van delante de las notaciones que comienzan por números. En
este caso, hay un auxiliar de forma (081) y un auxiliar de lugar (460). Estos
auxiliares irían primero que los números solos 32.67 (08) y 34.12 (460).

2) Comenzaremos a ordenar teniendo en cuenta el principio de cada notación y


de ahí en adelante. Teniendo en cuenta que los números de la CDU son
decimales, no números enteros. Es decir, el número de una notación de CDU
111 no es ciento once, sino un uno, después otro y después otro.

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3) Los números se ordenarán de menor a mayor. Es decir, empezaremos por el


número más pequeño. Dentro de los que empiecen por ese número miraremos
el segundo, y así sucesivamente. Por ejemplo. 12.5 iría antes que 13.6 puesto
que el 2 es menor que el 3. 82.9 iría antes que 98.9, ya que el 8 va antes
que el 9.

Es muy importante recordar que comenzaremos a ordenar por el principio de la


notación hacia delante, y que lo haremos teniendo en cuenta que se ordenarán
primero los números más bajos a los más altos. (1 antes que dos; 7 antes que
9; 3 antes que 6….)
Veamos la ordenación de un catálogo sistemático para comprobar esto (sin
números auxiliares, cuyo uso veremos a continuación)

12.654
12.765
13.54
13.643
13.7
2.987
4.87
4.91

Vemos que el 13.7 va antes que el 2.987, ya que la ordenación se hace cifra a
cifra. Es decir, no importa que 13 sea mayor que 2. La comparación es entre 1
y 2, por eso va antes el 1, que es menor.

4) Los signos y auxiliares que acompañan a los números también tienen valor
de ordenación. Es decir, primero tendremos en cuenta el valor de los números,
pero si a igualdad de números, cada uno de ellos aparece con un auxiliar o
signo diferente, debemos saber cuál es el orden de cada uno para ver que
notación ordenamos primero. El orden de los signos y auxiliares es el
siguiente:

+ (adición)

/ (extensión)

Número solo

: (relación simple)

:: (relación subordinada)

= (auxiliar de lengua)

(0..) (auxiliar de forma)

(1/9) (auxiliar de lugar)

(=…) (auxiliar de raza)

“ “ (auxiliar de tiempo)

* (notaciones de otros sistemas)

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A/Z (signos alfabéticos)

.00 (auxiliar de punto de vista) CANCELADO POR EL UDC, YA NO


SE USA
-0 (auxiliar de características generales)

-1/9 (auxiliar especial)

.0 (auxiliar especial)

‘ (auxiliar especial)

5) Hemos añadido dos signos nuevos que no habíamos visto hasta ahora. Se
trata de el asterisco * y de las letras alfabéticas A/Z. El asterisco cumple la
función de introducir notaciones ajenas a la CDU, y las letras, normalmente se
usan para complementar la información de una manera alfabética, lo que
también es una notación ajena al sistema.

Ejemplo de un catálogo sistemático de materias ordenado

(034)
(047)”1976”
(460)(087)
(51)“1980/1990”
1.112 (78)
1.113.21
1.2 (054)
2.65 “17”
2.765 (098)
2.765 (460)
24.765-98
35.25=45
35.25(054)
35.25”54”
35.25-027.56
35.25’34.12
46.2/47
46.2
46.2(=543)

Ejemplo de un catálogo topográfico ordenado (ordenamos las notaciones primero, y a


igualdad de notación numérica ordenamos alfabéticamente, primero el autor y luego el
título)

2.65(98) GAR bos


2.65(98) MAR tier
12.65(98) ZAR cam
345.2 ALV des
345.2 NAV ins
453(08) NOG fer

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453“1564“ ALV ter


52.5=460 BER ten
52.5=460 CAC vid
52.5=460 SAN bie
52.6=82 ALV gen
756.87 HER adi
756.87 HER ven
82(098)(=9) JUA his
9/91 GUT som
9 FER his
9(460) ADA bib

Ya vamos teniendo las cosas un poco más claras. El procedimiento es sencillo.


Ordenar de menor a mayor, número por número, y a igualdad de número y presencia de
auxiliares, seguir el orden de auxiliares expuesto anteriormente. Y si es un catálogo
topográfico, comparar primero las notaciones y a igualdad de esta, apellido y después título.

No obstante, hay un auxiliar común independiente, el de tiempo, y un signo, el de


extensión, que tienen cierta complejidad y que van a añadir nuevas reglas a la hora de ordenar,
siempre siguiendo el proceso que ya hemos visto.

La peculiaridad del signo de extensión /

Aunque en la CDU ya hemos visto que se ordena de forma ascendente, es decir, de


número menor a mayor, cuando dos o más notaciones llevan el signo de extensión y el primer
número de la secuencia es igual, se ordenará primero el que más amplitud contenga. Es decir.
Si tenemos las siguientes notaciones: 54/55; 54/56.2; 54/76; 54/65.5; 54/76.765. Al ser el
primer número igual, tendríamos que fijarnos en el segundo, pero esta vez no lo ordenaremos
de menor a mayor. Cuando en una extensión el primer número de las notaciones
coincida, se ordenarán primero los que tengan mayor amplitud. Por lo tanto, el orden
correcto sería:

54/76.765
54/76
54/65.5
54/56.2
54/55

Las dos peculiaridades del auxiliar de tiempo “ “

La primera peculiaridad de este auxiliar también tiene que ver con la ordenación de las
notaciones de la CDU. Pasa exactamente lo mismo que con el signo de extensión, arriba
mencionado. Cuando varios auxiliares de tiempo pertenecientes a varias notaciones
indiquen un periodo de tiempo concreto, y el año de comienzo sea el mismo, se
ordenarán primero los que más tiempo abarquen. Veamos. Si tenemos las siguientes
notaciones: 12.87”1980/1982”; 12.87”1980/1981”; 12.87”1980/1990”; 12.87”1980/1985”. La
ordenación correcta sería de más a menos amplio:

12.87”1980/1990”
12.87”1980/1985”
12.87”1980/1982”
12.87”1980/1981”

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En cuanto a la segunda peculiaridad, tiene que ver con la manera de representar los
años a través de los números. Si nos encontramos un auxiliar de tiempo con un solo número,
equivale a un milenio:

“1” segundo milenio, del 1000 al 1999


“0” primer milenio, del 0 al 999

Si nos encontramos dos cifras, equivale a un siglo:

“15” siglo XVI, 1500-1599


“03” siglo IV, 300-399

Si nos encontramos con tres cifras, equivale a una década:

“145” 1450-1459
“042” 420-429

Y por último el año completo:

“1876”

Las fechas que incluyen día mes y año van en sentido inverso separando un punto el
año, el mes y el día:

“1999.03.15” Quince de marzo de 1999

Secuencia de auxiliares en el interior de las notaciones

Otro ejercicio que podrían ponernos en las oposiciones, además de ordenar notaciones
y signaturas, sería el de saber colocar los auxiliares dentro de cada notación. Es decir, si una
notación lleva varios auxiliares, ¿Cuál iría primero, segundo,…? No hay una respuesta
concreta. La CDU sólo nos aconseja al respecto. Muchos manuales hablan de utilizar un orden
inverso al utilizado en la ordenación de catálogos. Es decir:


.0
-1/-9
-0
.00
““
(=…)
(1/9)
(0…)
=
302´0 No obstante, existe un orden que, como decimos, aconseja la CDU. Concretamente, la
CDU abreviada, 2ª ed., adaptada por Rosa San Segundo Manuel, ed. AENOR, dice lo
siguiente: No hay secuencia fija sobre el orden de secuencia de los auxiliares detrás del
número principal, pero debería seguirse el criterio general de la CDU de que se vaya de lo más
general a lo más particular. No obstante, se añade: Como norma práctica se recomienda el
siguiente orden:

Número principal .00 (1/9) “ “ (0…) =

Es decir, punto de vista, lugar, tiempo y forma. Así que haremos caso a la CDU, fuente
de fiabilidad, en este caso.

651.87.0032(460)”1987”(076)=34

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Con el resto de auxiliares, como hemos dicho al principio del epígrafe, se colocarán
primero de forma inversa al orden que siguen en los catálogos. Es decir, primeros los auxiliares
especiales, los comunes dependientes y los independientes, ya que la CDU nos aconseja ir de
lo general a lo particular. Ejemplo:

67.2-87.2-023(460)

10. La última modificación de la CDU

La nueva primera modificación, de la Clasificación Decimal Universal (UNE


50001/1M:2004) recoge los cambios más importantes que se han realizado desde su edición
en el año 2000, entre otros:

Inclusión de la Tabla de auxiliares comunes de propiedades.


Reestructuración total de Tabla 2 Religión.
Cambios en: cine, bienestar social y ciencias medioambientales.
Algunas cancelaciones importantes, por ejemplo, veterinaria.

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Tema 6.- La Signatura Topográfica

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Podríamos decir que la Signatura Topográfica es el signo numérico, alfabético o


alfanumérico otorgado por la biblioteca a cada documento que indica el lugar del libro en el
estante y distingue a éste entre todos los demás, haciéndolo individual y diferente del resto. Es
la resultante de todo el proceso de clasificación, ya que uno de los objetivos de ésta, cuando
los documentos están en libre acceso, es dotar al documento de un lugar preciso para
posibilitar así su ubicación (de ahí el término topográfica).

En su construcción intervienen varios elementos que, sumados entre sí, sintetizan el


contenido de cualquier tipo de documento constituyendo una fuente de información
imprescindible para el bibliotecario en el momento de su recuperación. Si bien no existe una
sola manera de construirla, hay elementos que siempre deben estar presentes. Ciertos vicios
(o necesidades) en la práctica bibliotecaria con respecto a la clasificación bibliográfica ocasiona
a veces que la Signatura Topográfica de un mismo documento varíe de una biblioteca a otra.
Este aspecto está relacionado con el tipo de bibliotecas para la que se clasifique y además con
el tamaño de su fondo bibliográfico.

También depende del sistema de ordenación de los fondos usado. Y, como decimos,
es el indicador del documento en el espacio físico de las estanterías o en un depósito. Como
casi todas las bibliotecas usan el libe acceso (fondos accesibles en sala), la signatura será el
número de la CDU y algunas añadiduras.

Signatura topográfica. Fuente

Las materias, y por tanto la ubicación, vendrán dadas por el propio sistema
clasificatorio que use la biblioteca. Por ejemplo, la CDU simplificada para que la signatura
resulte corta y comprensible (3 dígitos para la sección de adultos y 1 ó 2 para el fondo infantil).
La signatura se completa con las 3 primeras letras del encabezamiento principal de la obra, y
seguidas de las tres primeras letras del encabezamiento del título.

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Fuente: AlQUIBLA

En algunas bibliotecas, a la literatura no se aplica este sistema de signatura basado en


la CDU para las obras de creación literaria. En lugar de agrupar la literatura por materias o
países, se agrupa por géneros, mediante una inicial representativa (N para novela, la P para
poesía, la T para teatro). Esto también se aplica a las Biografías (B) y a la literatura infantil (I).
En este último caso se procura también mantener unidas las series o colecciones que los
lectores acostumbran a buscar juntas. También, se suele distinguir por el color de los tejuelos
las secciones de libros apropiados para cada edad en la sección infantil de la biblioteca pública.

ROJO 0-6 años


AMARILLO Desde 7 años
AZUL Desde 10 años
VERDE Desde 13 años

Imagen de la sal infantil de la Biblioteca de Zafra. Organización de la colección por


colores

La colección de las bibliotecas se articulará normalmente en una colección de trabajo y


uso frecuente en estanterías de libre acceso, y una colección de reserva o menos uso en
depósitos cerrados o de acceso restringido.

Dado que las bibliotecas tienen cada vez mayor diversidad de soportes documentales,
nos parece lo más natural estructurar, en la medida de lo posible, el fondo bibliográfico por
materias y no por soportes. Es decir, se trata de tener al alcance del usuario los documentos
que traten de un mismo tema, puesto que todos pueden interesar y ser complementarios, y
todos se pueden asegurar mediante la magnetización.

Es decir, que la SIGNATURA TOPOGRÁFICA es el signo o notación numérica,


alfabética o alfanumérica que identifica unívocamente al documento y sirve para poder
localizarlo. Ya sea porque el usuario ha encontrado el documento que quería en el catálogo,
mira su signatura y va en su busca: directamente si hay libre acceso o intermediando el
bibliotecario si los documentos están en un depósito o almacenados.

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Y resumiendo, la signatura se compondrá de:

1) DOCUMENTOS EN LIBRE ACCESO AL ALCANCE DEL USUARIO

SISTEMA DE ORDENACIÓN USADO: SISTEMÁTICO: NOTACIÓN


RESULTANTE DE LA CLASIFICACIÓN A TRAVÉS DE LA CDU + 3
PRIMERAS LETRAS DEL AUTOR O ENCABEZAMIENTO PRINCIPAL EN
MAYÚSCULAS + 3 PRIMERAS LETRAS DEL AUTOR EN MINÚSCULA.

POR LO TANTO. LA SIGNATURA NOS INDICARÁ:

1) LA MATERIA (NÚMERO DE CDU)


2) LAS INICIALES DEL APELLIDO DEL AUTOR (EN MAYÚSCULAS)
3) LAS TRES PRIMERAS LETRAS DEL TÍTULO (EN MINÚSCULAS)

VEAMOS UN EJEMPLO:

Donde 62/69 indica la materia de la que trata el libro según la Clasificación Decimal Universal
que es el sistema de Clasificación que usan las bibliotecas españolas; GON los las tres
primeras letras del apellido del autor del libro; edu son las tres primeras letras del título del
documento.

1) DOCUMENTOS EN DEPÓSITO

Aquí el bibliotecario, pese a lo dicho, va a improvisar. Ya hemos dicho que la signatura


depende del sistema de ordenación, y en un depósito, como nadie va a ver el libro por lo que

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no tenemos que hacerlo accesible ni normalizado, con que el bibliotecario pueda orientarse,
pues así será. No obstante, se hace casi siempre igual.

Se ordenarán los libros por números correlativos, por agrupaciones, por tamaños, etc. Pero
normalmente, lo habitual, es separar el libro por algún criterio y designar ese criterio con una
letra, después un guión, y después números correlativos.

Por ejemplo: Una de las agrupaciones que hemos hecho en el depósito es de libros antiguos.
La signatura topográfica que identificará al libro será, por ejemplo:

A-563
A(libros antiguos)-563(el libro antiguo nº 563 que está en el depósito)

Si ordenamos los libros por espacios en la biblioteca aquí tenemos otro ejemplo de signatura
topográfica de un libro en depósito.

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Práctica (Unidad 1).- Ordenación de


Catálogos Sistemáticos y Topográficos

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1. Ordenación de notaciones de CDU: catálogos sistemáticos y signaturas

Nos encontramos en las bibliotecas con el interesante mundo de la clasificación. Este


manual práctico se ciñe sólo y exclusivamente a explicar aquellas cuestiones que van a ser
objeto de preguntas de examen en las oposiciones a auxiliares de biblioteca de cualquier
organismo público. Básicamente, en los exámenes de auxiliar de bibliotecas, en lo referido a la
CDU en la cuestión práctica, nos van a pedir la ordenación de notaciones (catálogo
sistemático) y ordenación de signaturas (catálogo topográfico). No obstante, exponemos a
continuación una reseña teórica sobre la Clasificación Decimal Universal, sistema de
clasificación más usado en las bibliotecas españolas en la actualidad, y acto seguido,
pasaremos a desentrañar todas las cuestiones prácticas y ejercicios derivados de este singular
e importantísimo sistema de clasificación.

LA CDU: Universal, Jerárquica y Decimal

Un sistema de clasificación puede abarcar un campo del conocimiento específico,


como la Agricultura, la Medicina o la Literatura. Pero también puede abarcar todo el
conocimiento existente, es decir, ser universal. La CDU es universal porque es un sistema de
clasificación que abarca todo el conocimiento existente. No obstante, el sistema de clasificación
decimal universal no es el único que existe, concurren en él, entre otros, el sistema de Dewey,
del que nació la CDU, el sistema de la LC (biblioteca del congreso de Washington) o el sistema
SAP sueco de clasificación.
Hemos dicho también que la CDU es decimal. ¿Por qué? Porque las cifras usadas se
consideran decimales, no números enteros, y esta premisa nos va a ser vital a la hora de
ordenar catálogos de CDU, como veremos más adelante. Las consecuencias de esto es que
cada decimal, a su vez, puede subdividirse en un nuevo número decimal, sin que el orden de
los números se altere.
Y la CDU es jerárquica. Jerárquica porque va de lo general a lo específico. A través de
las notaciones, las materias van desarrollándose para alcanzar mayor especificidad.
La CDU agrupa los conocimientos en 9 clases, dejando la clase 4 vacía. Cada una de
estas clases se subdivide sucesiva y decimalmente a semejanza del sistema Dewey, lo que
permite a la CDU un aumento indefinido. Estas 9 clases son las siguientes:

0. Generalidades
1. Filosofía y Psicología
2. 2. Religión y Teología
3. Ciencias Sociales
4. Vacante
5. Ciencias Puras
6. Ciencias aplicadas
7. Arte. Deportes. Espectáculos
8. Lingüística. Literatura
9. Geografía. Biografías. Historia

Cada una de estas clases designa una materia de forma global. Pero a través del
desarrollo de estos nueve números en números de más cifras, se van consiguiendo abarcar
materias más específicas. Siempre, claro está, dentro de la clase general a la que pertenezca.
Veamos un ejemplo para comprenderlo mejor:

El número 1 pertenece a la clase de Filosofía y Psicología. Pero, dentro de la


filosofía y psicología, se encuentran muchas disciplinas y materias
subordinadas de esta. Todas ellas, por lo tanto, irán derivando del número 1
a través de números decimales. El 11, por ejemplo, designa la Metafísica. Y
el 13, la Filosofía espiritual. Pero 11 y 13 no son números como tal, sino

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decimales derivados de un hipotético número entero, e independientes entre


sí, por lo tanto 11 no es once, sino uno uno. Y 13 no es trece, sino uno tres.
Esta aclaración nos va a ser vital para acometer la ordenación de catálogos
sistemáticos, o de notaciones de CDU, uno de los ejercicios que más se
exigen en los exámenes prácticos de la oposición de auxiliar de bibliotecas.
Lo veremos más adelante.

No pasaremos ahora a enumerar las infinitas subclases y materias y sus respectivos


números, pues esa es una tarea puramente clasificatoria, que no corresponde al auxiliar de
biblioteca, por lo que no tendremos que saber todos los números y sus materias
correspondientes en nuestro examen. No obstante, en cualquier guía de la CDU podremos
encontrar las distintas enumeraciones.
Signos y auxiliares
La CDU, además de basarse en esos nueve números y en sus correspondientes
desarrollos decimales, utiliza para especificar las materias y ser lo más exacta posible una serie
de signos y de auxiliares. Gracias a estos signos y auxiliares se consigue especificar mucho
más una materia, que de otra forma quedaría inconclusa. Existen varios signos que no son
auxiliares en sí, pero son usados para desarrollar las notaciones de la CDU:

• Signo de coordinación o adición +. Sirve para unir dos materias independientes,


que no están relacionadas entre sí.

(44+460) Francia y España


622+669 Minería y Metalurgia
• Signo de extensión consecutiva /. Sirve para abarcar una serie de números
correlativos en una misma notación.

=1/=2 Lenguas indoeuropeas


(7/8) América del norte y central. Sudamérica.
• Signo de relación simple : . Sirve para relacionar dos materias. A diferencia del
signo de adición, que une dos materias independientes, con este signo de relación,
como decimos, se unen dos materias que guardan una relación entre sí y se deja
constancia de ello a través de los dos puntos. Este signo, a diferencia del de
extensión, restringe más que amplía.

17:7 Ética con relación al Arte


341.63(450:44) Árbitraje internacional entre Italia y Francia
• Signo de los cuatro puntos :: o relación subordinada. Aquí, este signo sirve al
igual que el anterior para relacionar dos conceptos, pero la diferencia estriba en
que con los cuatro puntos se nos indica que de los dos términos relacionados, el
que va detrás de dicho signo guarda una relación de subordinación con respecto al
que va antes. Es decir, la segunda materia subordinada a la primera.

77.044::355.4 Fotografía de guerra


• Corchetes [ ]. Los corchetes se utilizan para agrupamiento de números o
notaciones. No obstante, no tienen valor de ordenación, es decir, como veremos
más adelante, a la hora de ordenar notaciones los corchetes es un signo
intrascendente que haremos como si no estuviera.

Por otro lado, como hemos dicho, existen unos signos auxiliares que sirven para
designar ciertas características de las materias (lugar, fechas, etc…) Son los llamados
auxiliares. Nos encontramos con tres clases. Los auxiliares comunes independientes, los
auxiliares comunes dependientes y los auxiliares especiales. Lo importante de estos signos y
de los anteriormente mencionados, para la tarea del auxiliar (que ya hemos dicho que no
clasifica) y los exámenes de auxiliar de biblioteca, es su valor ordenativo, que es lo que nos va
a servir para ordenar notaciones y catálogos. Más adelante nos adentraremos de lleno en la
ordenación de dichas notaciones. Pero veamos ahora brevemente cuáles son estos signos
auxiliares:

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Auxiliares comunes independientes (pueden formar una notación por sí mismos)


• Auxiliar de lengua =

Con este auxiliar designaremos el idioma. Por ejemplo. Si la materia de un documento


es Libros españoles en inglés. Pues utilizaremos el = para designar el idioma inglés.

53(035)=111 Manuales de física en inglés (siendo el 53(035)


manuales de física y el 111 el idioma inglés)
O si, por ejemplo, la materia del documento es el idioma inglés en sí mismo, la notación
sería =111 (ya hemos dicho que este tipo de auxiliares pueden constituir una notación
por sí mismos).

• Auxiliar de forma (0…)

Con el paréntesis cero indicamos el tipo de documento, lo que en términos


bibliotecarios se denomina la forma.

54 (038) Química. Diccionarios (siendo el 038 diccionarios y el 54 química)


• Auxiliar de lugar (1/9)

Es igual que el auxiliar de forma pero dentro del paréntesis lleva números del 1 al 9.
Indica lugar.
913 (315) Geografía de la antigua China (siendo 913 geografía y 315 la
antigua china)

• Auxiliar de razas, pueblos y nacionalidades (=…)

Este auxiliar indica nacionalidad o pertenencia a un pueblo o raza. Se representa con


un paréntesis en el que va un igual seguido del número correspondiente.

78(=411.16) Música hebrea (siendo el 78 música y el 411.16 hebrea)

• Auxiliar de tiempo “ “

El auxiliar de tiempo, como su nombre indica, ofrece información temporal, fechas. Son
diversas las formas de expresar una fecha, por esta razón veremos más adelante las
posibilidades del auxiliar de tiempo con más detenimiento.

78 “1980” Música en el año 1980.

Auxiliares comunes dependientes (no pueden ir solos, deben ir acompañando a un número)

• Auxiliar de punto de vista .00

Se utiliza para dar un punto de vista CANCELADO POR LA ULTIMA MODIFICACIÓN


DE LA CDU DE 2004 VER DOCUMENTO ADJUNTO AL TEMARIO

• Auxiliar de características generales -0

• -02 Propiedades
• -03 materiales
• -05 personas y características personales

Auxiliares especiales (sirven como información local, para especificar conceptos. Se añaden
al número principal solos o en combinación con otros auxiliares)

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• Auxiliar guión número -1/-9

Señalan componentes, propiedades… en definitiva, detalles del número principal al que


acompañan.

• Auxiliar punto cero .0

Sirve para expresar conjuntos y subconjuntos de conceptos

• Auxiliar apóstrofo ‘

Indican temas compuestos. Tienen función integradora.

Un punto que separa bloques

Antes de comenzar con la ordenación es preciso recordar que los números de la CDU
llevan punto cada tres cifras, dando lugar así a muchas más notaciones. Pueden llevarlo cada
dos (76.98) o cada una (1.32). Pero no podrá haber una notación con cuatro números seguidos
sin que medie un punto después del tercero. Cuando haya un punto, termina un bloque de
ordenación. Es decir, si existen notaciones con números compuestos, los números existentes
hasta el punto forman un bloque. Por ejemplo:
2.345 (038)
21.654
Aquí, aunque el 1 sea menor que el 3, iría en el orden arriba expuesto, ya que el primer
bloque que se compararía sería el 2 en el primer número (hasta el punto) y el 21 en el segundo
(hasta el punto). Por lo tanto, los puntos separan bloques de ordenación.

Ordenación de catálogos sistemáticos y topográficos

Los catálogos sistemáticos son aquellos que recogen notaciones de CDU. Es decir,
aquellos cuyo punto de acceso no es el autor, el título o la materia alfabética de un documento,
sino su notación procedente de haber clasificado el documento según su contenido. Dando por
hecho que el sistema de clasificación en la biblioteca para la que trabajemos será la CDU, el
catálogo sistemático estará formado por las distintas notaciones de los documentos. Ordenar
notaciones de CDU es uno de los ejercicios más frecuentes en las oposiciones de auxiliar de
biblioteca. También nos podrán pedir la ordenación de un catálogo topográfico. El catálogo
topográfico es el catálogo que reúne las signaturas de los documentos siguiendo el orden en
las estanterías. Como a buen seguro nuestra biblioteca será de libre acceso (ver teoría), la
signatura estará formada por la notación de la CDU más las tres primeras letras del autor en
mayúsculas más las tres primeras letras del título en minúsculas. En este caso, la ordenación
se realizará exactamente igual que en el sistemático, únicamente que a igualdad de números,
se tendrá en cuenta la ordenación alfabética de estas 6 letras. Veamos, pues, cuál es el
procedimiento.
1) Los auxiliares comunes independientes solos, sin número al que acompañen, se
ordenan siempre delante de los números normales. Por ejemplo, si tenemos las siguientes
notaciones para ordenar 34.12 (460), 32.67 (08), (081), (460)”190”. La ordenación sería la
siguiente:

(081)
(460)”190”
32.67 (08)
34.12 (460)
Sería así porque, como hemos dicho, los auxiliares que forman una notación por sí
mismos, van delante de las notaciones que comienzan por números. En este caso, hay un
auxiliar de forma (081) y un auxiliar de lugar (460). Estos auxiliares irían primero que los
números solos 32.67 (08) y 34.12 (460).

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2) Comenzaremos a ordenar teniendo en cuenta el principio de cada notación y de ahí en


adelante. Teniendo en cuenta que los números de la CDU son decimales, no números enteros.
Es decir, el número de una notación de CDU 111 no es ciento once, sino un uno, después otro
y después otro.
3) Los números se ordenarán de menor a mayor. Es decir, empezaremos por el número más
pequeño. Dentro de los que empiecen por ese número miraremos el segundo, y así
sucesivamente. Por ejemplo. 12.5 iría antes que 13.6 puesto que el 2 es menor que el 3. 82.9
iría antes que 98.9, ya que el 8 va antes que el 9.
Es muy importante recordar que comenzaremos a ordenar por el principio de la
notación hacia delante, y que lo haremos teniendo en cuenta que se ordenarán primero los
números más bajos a los más altos. (1 antes que dos; 7 antes que 9; 3 antes que 6….)
Veamos la ordenación de un catálogo sistemático para comprobar esto (sin números
auxiliares, cuyo uso veremos a continuación)

12.654
12.765
13.54
13.643
13.7
2.987
4.87
4.91

Vemos que el 13.7 va antes que el 2.987, ya que la ordenación se hace cifra a cifra. Es
decir, no importa que 13 sea mayor que 2. La comparación es entre 1 y 2, por eso va antes el
1, que es menor.
4) Los signos y auxiliares que acompañan a los números también tienen valor de ordenación.
Es decir, primero tendremos en cuenta el valor de los números, pero si a igualdad de números,
cada uno de ellos aparece con un auxiliar o signo diferente, debemos saber cuál es el orden de
cada uno para ver que notación ordenamos primero. El orden de los signos y auxiliares es el
siguiente:
+ (adición)
/ (extensión)
Número solo
: (relación simple)
:: (relación subordinada)
= (auxiliar de lengua)
(0..) (auxiliar de forma)
(1/9) (auxiliar de lugar)
(=…) (auxiliar de raza)
“ “ (auxiliar de tiempo)
* (notaciones de otros sistemas)
A/Z (signos alfabéticos)
.00 (auxiliar de punto de vista) (OBSOLETO, HA SIDO SUPRIMIDO
POR LA CDU)

-0 (auxiliar de características generales)


-1/9 (auxiliar especial)
.0 (auxiliar especial)
‘ (auxiliar especial)

5) Hemos añadido dos signos nuevos que no habíamos visto hasta ahora. Se trata de el
asterisco * y de las letras alfabéticas A/Z. El asterisco cumple la función de introducir
notaciones ajenas a la CDU, y las letras, normalmente se usan para complementar la
información de una manera alfabética, lo que también es una notación ajena al sistema.

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Ejemplo de un catálogo sistemático de materias ordenado


(034)
(047)”1976”
(460)(087)
(51)“1980/1990”
1.112 (78)
1.113.21
1.2 (054)
2.65 “17”
2.765 (098)
2.765 (460)
24.765-98
35.25=45
35.25(054)
35.25”54”
35.25-027.56
35.25’34.12
46.2/47
46.2
46.2(=543)

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Ejemplo de un catálogo topográfico ordenado (ordenamos las notaciones primero, y a igualdad


de notación numérica ordenamos alfabéticamente, primero el autor y luego el título)

12.65(98) ZAR cam


2.65(98) GAR bos
2.65(98) MAR tier
345.2 ALV des
345.2 NAV ins
453(08) NOG fer
453“1564“ ALV ter
52.5=460 BER ten
52.5=460 CAC vid
52.5=460 SAN bie
52.6=82 ALV gen
756.87 HER adi
756.87 HER ven
82(098)(=9) JUA his
9/91 GUT som
9 FER his
9(460) ADA bib
Ya vamos teniendo las cosas un poco más claras. El procedimiento es sencillo.
Ordenar de menor a mayor (bloque a bluque), número por número, y a igualdad de número y
presencia de auxiliares, seguir el orden de auxiliares expuesto anteriormente. Y si es un
catálogo topográfico, comparar primero las notaciones y a igualdad de esta, apellido y después
título.
No obstante, hay un auxiliar común independiente, el de tiempo, y un signo, el de
extensión, que tienen cierta complejidad y que van a añadir nuevas reglas a la hora de ordenar,
siempre siguiendo el proceso que ya hemos visto.
La peculiaridad del signo de extensión /
Aunque en la CDU ya hemos visto que se ordena de forma ascendente, es decir, de
número menor a mayor, cuando dos o más notaciones llevan el signo de extensión y el primer
número de la secuencia es igual, se ordenará primero el que más amplitud contenga. Es decir.
Si tenemos las siguientes notaciones: 54/55; 54/56.2; 54/76; 54/65.5; 54/76.765. Al ser el
primer número igual, tendríamos que fijarnos en el segundo, pero esta vez no lo ordenaremos
de menor a mayor. Cuando en una extensión el primer número de las notaciones
coincida, se ordenarán primero los que tengan mayor amplitud. Por lo tanto, el orden
correcto sería:
54/76.765
54/76
54/65.5
54/56.2
54/55

Las dos peculiaridades del auxiliar de tiempo “ “


La primera peculiaridad de este auxiliar también tiene que ver con la ordenación de las
notaciones de la CDU. Pasa exactamente lo mismo que con el signo de extensión, arriba
mencionado. Cuando varios auxiliares de tiempo pertenecientes a varias notaciones
indiquen un periodo de tiempo concreto, y el año de comienzo sea el mismo, se
ordenarán primero los que más tiempo abarquen. Veamos. Si tenemos las siguientes
notaciones: 12.87”1980/1982”; 12.87”1980/1981”; 12.87”1980/1990”; 12.87”1980/1985”. La
ordenación correcta sería de más a menos amplio:

12.87”1980/1990”
12.87”1980/1985”

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12.87”1980/1982”
12.87”1980/1981”
En cuanto a la segunda peculiaridad, tiene que ver con la manera de representar los
años a través de los números. Si nos encontramos un auxiliar de tiempo con un solo número,
equivale a un milenio:
“1” segundo milenio, del 1000 al 1999
“0” primer milenio, del 0 al 999
Si nos encontramos dos cifras, equivale a un siglo:
“15” siglo XVI, 1500-1599
“03” siglo IV, 300-399
Si nos encontramos con tres cifras, equivale a una década:
“145” 1450-1459
“042” 420-429
Y por último el año completo:
“1876”
Las fechas que incluyen día mes y año van en sentido inverso separando un punto el
año, el mes y el día:
“1999.03.15” Quince de marzo de 1999

Secuencia de auxiliares en el interior de las notaciones

Otro ejercicio que podrían ponernos en las oposiciones, además de ordenar notaciones
y signaturas, sería el de saber colocar los auxiliares dentro de cada notación. Es decir, si una
notación lleva varios auxiliares, ¿Cuál iría primero, segundo,…? No hay una respuesta
concreta. La CDU sólo nos aconseja al respecto. Muchos manuales hablan de utilizar un orden
inverso al utilizado en la ordenación de catálogos. Es decir:

.0
-1/-9
-0
.00
““
(=…)
(1/9)
(0…)
=
302´0 No obstante, existe un orden que, como decimos, aconseja la CDU.
Concretamente, la CDU abreviada, 2ªed., adaptada por Rosa San Segundo Miguel, ed.
AENOR, dice lo siguiente: No hay secuencia fija sobre el orden de secuencia de los auxiliares
detrás del número principal, pero debería seguirse el criterio general de la CDU de que se vaya
de lo más general a lo más particular. No obstante, se añade: Como norma práctica se
recomienda el siguiente orden:
Número principal .00 (1/9) “ “ (0…) =
Es decir, punto de vista, lugar, tiempo y forma. Así que haremos caso a la CDU, fuente
de fiabilidad, en este caso.
651.87.0032(460)”1987”(076)=34
Con el resto de auxiliares, como hemos dicho al principio del epígrafe, se colocarán
primero de forma inversa al orden que siguen en los catálogos. Es decir, primeros los auxiliares
especiales, los comunes dependientes y los independientes, ya que la CDU nos aconseja ir de
lo general a lo particular. Ejemplo:
67.2-87.2-023(460)

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Supuestos prácticos con notaciones de CDU

SUPUESTO 1: Ordena las siguientes notaciones de CDU

53: 23.1 (460)


53 / 54.2
53:23.1(083)
53”1987/1989”
53.231
53=21.3
53::23.1(460)
53:24(460)
53:24=98
53

Solución SUPUESTO 1:

53 / 54.2
53
53:23.1 (083)
53:23.1 (460)
53:24=98
53:24(460)
53::23.1(460)
53=21.3
53”1987/1989”
53.231

SUPUESTO 2 Ordena las siguientes notaciones de CDU:

13:12.53(400)
13 Álvarez Gutierrez
13.21 Castro
13.0053
13-052.31(65)
13:13
13-98.7”123/124”
13+24”12”(098)
13
13.22:89.21(98)

Solución SUPUESTO 2:

13+24”12”(098)
13
13:12.53(400)
13:13
13 Álvarez Gutierrez
13.0053
13-052.31(65)
13-98.7”123/124”
13.21 Castro
13.22:89.21(98)

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SUPUESTO 3 Ordena las siguientes notaciones:

11:98.2=54
“198/199”(087)
(460)=48
(46)=48
“198/200”(087)
11/11.2
(098)
(099)
11:98.2(460)

Solución SUPUESTO 3:

(098)
(099)
(46)=48
(460)=48
“198/200”(087)
“198/199”(087)
11/11.2
11:98.2=54
11:98.2(460)

SUPUESTO 4: Ordena el siguiente catálogo sistemático de materias

(038)=134.2’373.421/.422
821.134.2-31.09”19”
016:616.8(460)(043.2)
016(460.22)
011.89”19”
(038)=134.2’373.422/.423
001.89(063)
811.111’25=134.2
811.111-26
016:930.85(460.22)(091)
75.036.1/.2(083.824)
(038)=134.2=512.36
811.111(075.4)
75.036(083.824)
001.89 ”…/14”
016:821.134-2-14”19”
821.134.2(460.35).09”19”
811.111”11/14”(063)
016:616.8-056.7(043.2)
75.036/.038(083.824)
811.111’276.3-053.5
(038)=134.2’282(460.355)
016:(038)
821.134.2.09”09/19”

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001.89:316.66”19”

Solución al SUPUESTO 4:

(038)=134.2=512.36
(038)=134.2’282(460.355)
(038)=134.2’373.421/.422
(038)=134.2’373.422/.423
001.89:316.66”19”
001.89(063)
001.89 ”…/14”
011.89”19”
016:(038)
016:616.8(460)(043.2)
016:616.8-056.7(043.2)
016:821.134-2-14”19”
016:930.85(460.22)(091)
016(460.22)
75.036/.038(083.824)
75.036(083.824)
75.036.1/.2(083.824)
811.111(075.4)
811.111”11/14”(063)
811.111-26
811.111’25=134.2
811.111’276.3-053.5
821.134.2(460.35).09”19”
821.134.2-31.09”19”
821.134.2.09”09/19”

SUPUESTO 5: Ordena las siguientes signaturas topográficas:

272 KRA mar


338 GUN des
799 ESP caz
791.43 GOL cin
1(091) BEL rac
282 VEL doc
617.7 SOL sem
791.8 GIL fun
29 (091) PUE rel
946.0 GON gob
791.43 GAR ter
791.43 GRA can
29 HAL mon
282 LEG
791.43 GAR cin
791.43 GOT dia
282 INS cur
299 LEV mit
791.43 GAS cin
791.43 ROS gua
73(091)GAY esc
745/749 ZAN mor
791.43 AND pri
791.43 GIL fun
791.43 ART cin
791.43 BER car

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Solución al SUPUESTO 5:

1(091) BEL rac


272 KRA mar
282 INS cur
282 LEG
282 VEL doc
29 HAL mon
29 (091) PUE rel
299 LEV mit
338 GUN des
617.7 SOL sem
73(091)GAY esc
745/749 ZAN mor
791.43 AND pri
791.43 ART cin
791.43 BER car
791.43 GAR cin
791.43 GAR ter
791.43 GAS cin
791.43 GIL fun
791.43 GOL cin
791.43 GOT dia
791.43 GRA can
791.43 ROS gua
791.8 GIL fun
799 ESP caz
946.0 GON gob

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SUPUESTO 6: Ordena el siguiente catálogo topográfico


908 OTR
7 VIC art
5(09) DAM his
2-587 PAN del
101 NAN olv
9(=411.21) MON eco
001 MAR his
1(09) ABE his 5/1
7(6) LAU art
51 QUI
257-26(03) MAR peq
159 ROJ qui
97/98 AME 9
23/28 lib
1(38) GAR fil
7.01 BRU his 2
008(4) (09) HIS
128 HIN exp
5/6(03) SCH dic
7(09) ANG his 2
903 SAN neo
1(4) DUQ bue
51-8 CAM pro
7(46) URE van
972.8 HEY mes
2 COR can
5 BRY bre
1(=411.21) CRU his
51(09) KLI pen 2
23(03) JUA dic

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Solución al SUPUESTO 6:
001 MAR his
008(4) (09) HIS
1(09) ABE his 5/1
1(38) GAR fil
1(4) DUQ bue
1(=411.21) CRU his
101 NAN olv
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2 COR can
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23/28 lib
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257-26(03) MAR peq
5/6(03) SCH dic
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5(09) DAM his
51 QUI
51(09) KLI pen 2
51-8 CAM pro
7 VIC art
7(09) ANG his 2
7(46) URE van
7(6) LAU art
7.01 BRU his 2
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908 OTR
97/98 AME 9
972.8 HEY mes

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Práctica (Unidad 2).- Ordenación de


Catálogos Alfabéticos de Autor, Títulos y
Materias. Ordenación de Catálogos
Diccionario.

Auxiliar de
Biblioteca
Centro de Formación
Bibliotecaria

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Alfabetización (Ordenación de notaciones de catálogos alfabéticos)

¿Qué es la alfabetización?

Llamamos alfabetización a la ordenación alfabética de los asientos de los diferentes


catálogos alfabéticos. No obstante, en esta ordenación también intervienen signos no
alfabéticos (comas, guiones, etc…), pero se ha dado en llamarse así. Esta alfabetización nos
sirve para ordenar catálogos alfabéticos de autores y obras anónimas, catálogos alfabéticos de
título, catálogos alfabéticos de materia y catálogos diccionario (mezcla de los tres anteriores).
No existe demasiada oficialidad al respecto. La ordenación de catálogos alfabéticos sigue
generando muchas dudas, no ya en estudiantes, sino entre los propios bibliotecarios. Y es que
el texto oficial que habla expresamente de ordenación alfabética, el capítulo IX de las Reglas
de Catalogación publicadas en 1985 (luego, ediciones posteriores y revisiones no hacen
alusión a la ordenación interna), se deja en el tintero casos que luego aparecen y nadie sabe
bien dónde fijarse. Por eso, debemos seguir al pie de la letra el capítulo IX de las reglas, y a
partir de ahí, hacer las deducciones oportunas para cualquier problema que se nos plantee. A
continuación exponemos íntegramente el capítulo IX de las Reglas de Catalogación.

Capítulo 9 de las reglas de catalogación: ordenación de los asientos bibliográficos

9.1.- REGLAS GENERALES


9.1.1.- LOS SIGNOS
La ordenación de los signos se hace internamente de acuerdo con su propia secuencia,
que es:
a) Secuencia numérica para los signos numéricos
b) Secuencia alfabética para los signos alfabéticos
Los demás signos no alfabéticos ni numéricos se ignoran en la alfabetización, pero la
raya, guión, barra, punto en su uso ordinario equivalen a espacio, cuando no van delante del
primer elemento de alfabetización.
En caso de concurrencia de varias clases de signos, se mantendrá el siguiente orden:
a) Cifras
b) Letras del alfabeto latino
c) Letras de otras escrituras siguiendo el orden alfabético del nombre en castellano del
alfabeto.

9.1.2.- LOS CAMPOS DE ALFABETIZACIÓN


a) El encabezamiento, sea de un asiento principal o de uno secundario. En el caso de
asiento secundario, no se tiene en cuenta el encabezamiento del asiento principal.
b) El título (uniforme, romanizado, o título propiamente dicho, en este orden. En el caso
de los asientos secundarios con encabezamiento de autor-título, el título incluido en el
encabezamiento).
c) El lugar de edición sólo en el caso de las publicaciones seriadas.
d) El año o fecha de edición por orden cronológico, en última instancia.

9.1.3.- LOS ELEMENTOS O UNIDADES ELEMENTALES DE ALFABETIZACIÓN


a) Letras o cifras.
b) Palabras o conjuntos de letras o de cifras separados por espacio.
c) Bloques o grupos de alfabetización compuestos de una o de más palabras. Se
consideran bloques de alfabetización:

a. En los nombres de persona, las distintas partes del nombre, separadas por
coma.
b. En los nombres de entidad, el de ésta y el de la subordinada.
c. En los títulos, el uniforme, el propiamente dicho, el subtítulo e información
complementaria sobre el título y los títulos paralelos.

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9.1.4.- REGLA BÁSICA


Partiendo del primer bloque la alfabetización se hace palabra por palabra y dentro de
ellas, letra por letra. No se tendrá en cuenta la conjunción “y” (y sus equivalentes en otras
lenguas españolas) cuando une dos apellidos.
Aalto, Alvar
Abad, Vicente
Abad Rico, José Ignacio
Abencerraje y la Hermosa Jarifa
Alcaraz, Conchita
Antología de los poetas del 27
Bécquer, Gustavo Adolfo

Autores: Encabezan por apellidos y la coma que precede al nombre separa bloques de
alfabetización. Primero se resuelven los apellidos y luego pasaríamos al nombre.
Campoamor, Ramón de
Cantares del 900
Chamizo, Luis
Chesterton, Gilbert Keith
Cheyney, Peter
Cifuentes García de la Barrera, Esperanza
Continuidad poética
Darío, Rubén
Díaz de Liaño, José Luis
Díaz y Díaz, Manuel C.
Díaz-Plaja, Aurora
Fernández Castañón, María Luisa
Fernández del Barco y la Vega, Alonso
Fernández y Galindo, Leonardo
Fernández y González, Manuel
Fernández Guerra y Orge, Aureliano
Menéndez y Pelayo, Marcelino
Menéndez Pidal, Ramón
Michaelis, Georg
Micó, Francisco
San Martín Uribe, Pedro de
Sánchez Castillo, Manuel
Sánchez de Castilla, Gabriel
Vidal i Pietx, Ramón
Vidal-Quadras Roca, Alejo
Vidas Españolas del siglo XIX
Ybarra y Bergé, Javier de
Ybarra Méndez, Rafael
Zurbarán, Francisco de

9.1.5.- REFERENCIAS
Las referencias de “Véase además” y las explicativas se ordenarán delante de los
asientos cuyo punto de acceso sea idéntico.

9.2.-REGLAS ESPECIALES
9.2.1.- En la alfabetización no se tienen en cuenta los acentos ni los signos diacríticos.
9.2.2.- Las consonantes dobles rr, ll, así como la ch se consideran dos letras.
Cerrón Puga, María Luisa
Checa Cremades, Jorge

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Chela, José
Chiesa, Ruggero
Corbella i Gili, María Dolores
Legorburu Igartua, José
Llinas i Miró, Gloria
López del Castillo, Lluis
Merino Navarro, José Patricio
Merret, Nigel
Merton, Tomas James
Muller, Eugene
Müller, Otto.

9.2.3.- El signo & se traducirá por la palabra correspondiente en cada idioma, a efectos
de alfabetización.
9.2.4.- Cuando el primer campo de alfabetización es el encabezamiento de un asiento
secundario, pueden darse los siguientes casos:

a) Que el encabezamiento del asiento secundario sea nombre de persona o de entidad.


b) Que dicho encabezamiento sea de título
c) Que dicho encabezamiento sea de autor-título

• En el primer caso, el encabezamiento del asiento secundario sustituye al del


asiento principal, si lo hay, y el segundo campo de alfabetización es el título.

• En el segundo caso, el encabezamiento secundario de título alfabetiza delante del


encabezamiento del asiento principal y no se tiene en cuenta el título de este
mismo asiento.

• En el tercer caso, el encabezamiento secundario sustituye al encabezamiento y al


título del asiento principal.

9.2.5.- La ordenación numérica, dentro del orden numérico general, es:


a) Número solo
b) Número, espacio, número
c) Número, espacio, signos alfabéticos
d) Número siguiente.

23
42
101
127
127 españoles ilustres
128
920
Los signos de puntuación usados para la simple legibilidad de un número (por ejemplo,
el punto de los miles) se ignoran. Otros signos de puntuación equivalen a un espacio, así como
la línea horizontal o la barra que separa las distintas cifras de una fracción.
Los números supra o infra escritos se consideran precedidos de espacio. Los números
decimales menores de la unidad van delante de ésta. La ordenación de la parte decimal de un
número se hace cifra por cifra. Las cifras romanas se intercalan con sus equivalentes arábigas.

0,312
1,112
1-2-1983
1,25
1/3
18
XX

166
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527
MCL
1532
MCMLXXXIII
1983/1984

9.2.6.- Las iniciales seguidas de espacio, de raya, de guión, de barra o de punto tienen
valor de palabra y las abreviaturas se alfabetizan tal como están escritas.

A.E.G.
A.G.
Acosta, Luis
Doctor Alonso
Donoso Cortés, Juan
Dr. Fausto
Fr. Pedro
Fray Gerundio
Mister Brown
Mr. Adam
Mrs. Brown
S. José
Saint-Exupéry, Antoine de
San Pedro, Diego de
Santiago, Gabriel de
St.Augustine

9.2.7.- Las siglas sin punto o espacio forman una palabra.

CAMPSA
RENFE
UNESCO
URSS
USA

9.2.8.- Los artículos y las preposiciones que forman parte del nombre y las partículas
que indican relación familiar, vayan o no unidas al nombre por guión o apóstrofo, se considera
que forman una sola palabra con la parte del nombre que les sigue, en el supuesto de que
sean elemento inicial de alfabetización.

A’Beckett
D’Ancona, Alessandro
Del Giudice, Giusepp
De Rossi, Giovanni Battista
Español, El
La Bruyére, Jean de
Laserna, José de
La Serna, Pedro de Jesús María.
Las Heras, José
Lo Savio, Niccolo
Mackenzie, Compton
Mac Kenzie, John
Ocón García, Joaquín
O’Connell, David
San José, Miguel de
San martín Losada, Luis
Sánchez, Gaspar
Sandoval, Adolfo de
Sanmartín Pérez, Julio

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Viti, El.

9.2.9.- Los números que acompañan a los nombres de persona no tienen valor
alfabetizador. Sirven únicamente para la ordenación ordinal o cronológica de encabezamientos
formados con nombres idénticos.

Juan, Marcela de
Juan X, Papa
Juan XXIII, Papa
Juan II, Rey de Aragón
Juan I, Rey de Castilla
Juan Arbó, Sebastián
Smíth, John (1618-1652)
Smith, John (1633-1661)
Smíth, John (1790-1824)
Smith, John (1921- )

9.2.10.-Para la ordenación de nombres de entidad idénticos, se tendrán en cuenta


subsidiariamente los siguientes elementos, cuando consten, en el orden que se enumeran:
a) El número ordinal (congresos, asambleas, etc)
b) Números que indican fechas
c) El lugar

Asamblea Nacional de Astronomía y Astrofísica (2ª . 1977. San Fernando)


Asamblea Nacional de Astronomía y Astrofísica (3ª. 1980. Almería)
Bienal Española de la Máquina Herramienta (6ª. 1970. Bilbao)
Bienal Española de la Máquina Herramienta ( 7ª 1972. Bilbao)

9.2.11.- Los asientos principales cuyo punto de acceso es el título, se ordenarán


teniendo en cuenta que el primer campo de ordenación es el título completo a partir de la
primera palabra destacada.

Contabilidad de empresa
Contabilidad para dirección
Contabilidad y admministración pública
Corrons Prieto, Luis
Curs básic de formació del comerciant
Curso de economía de la mediana empresa
Los directores de grandes empresas españolas ante el cambio social
The directory of British importers
A directory of Church of England social services
El Greco
La innovación industrial
Kolb, David A.
Manual de gestión personal
Schmitt, Alfred
O século XIX em Portugal.

Las preposiciones se consideran siempre tanto al principio de las frase como en el medio.
No se considera el artículo inicial pero sí en medio de la frase:La Revista de Asociación/La
Revista de la asociación.

9.2.12.- No se tendrán en cuenta en la alfabetización los indicadores de función en los


encabezamientos de nombres de persona o de entidad.

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Menéndez Pidal, Ramón, pr


Diccionario General ilustrado de la Lengua Española
Menéndez Pidal, Ramón, comp.
Flor nueva de romances viejos.
Menéndez Pidal, Ramón, dir.
Historia de España
Menéndez Pidal, Ramón, corr. y an.
Poema del Mío Cid
Menéndez Pidal, Ramón, ed. lit.
Primera Crónica General de España

9.3.- ORDENACIÓN INTERNA


La alfabetización interna, es decir, la ordenación alfabética de una pluralidad de
asientos bajo el mismo encabezamiento, se resuelve teniendo en cuenta el segundo campo de
alfabetización y subsidiariamente el tercero. Con todo, en las grandes bibliotecas y en aquéllas
que poseen muchas ediciones de obras de determinados autores, en vez de utilizar la
ordenación alfabética directa, suele usarse una especie de ordenación sistemática basada en
títulos uniformes.
En este sistema, el orden establecido será:

9.3.1.- Las ediciones de obras completas, por orden cronológico ascendente y con
indicación de la lengua en el caso de traducciones. Tanto dentro de este grupo como de los
siguientes, se ordenan en primer lugar las obras en su lengua original (salvo en las ediciones
bilingües en las que prevalece el idioma de la traducción) y a continuación las traducciones sin
el texto original, por orden alfabético del nombre de la lengua en español. Opcionalmente,
puede darse preferencia a la lengua del centro catalogador.

Shakespeare, William
[Obras completas]
Works in eight volumes (1740)
[Obras completas]
The complete works of Shakespeare (1843)
[Obras completas. Catalán]
Obras de Shakespeare
[Obras completas. Español]
La obra completa de Shakespeare
[Obras completas. Italiano]
Opere de W. Shakespeare

9.3.2.- Las ediciones de obras escogidas, con indicación de la lengua en el caso de


traducciones. Ordenación subsidiaria por orden cronológico ascendente. Tanto en éste como
en los casos siguientes, las ediciones de obras enteras preceden a las de trozos escogidos de
varias obras.
Cervantes Saavedra, Miguel de
[Obra selecta]
Obras escogidas (1826)
[Obra selecta]
Obras escogidas de Cervantes (1898)
[Obra selecta. Antología]
Páginas escogidas
[Obra selecta. Inglés]
The selected works

9.3.3.- Las ediciones de obras con título uniforme colectivo de género literario, con
indicación de la lengua en el caso de traducción y con ordenación cronológica ascendente.
Cervantes Saavedra, Miguel de
[Teatro]
Ocho comedias y ocho entremeses (1615)

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[Teatro]
Comedias y entremeses (1749)
[Teatro]
Obra dramática (1864)
[Teatro.Antología]
El teatro de Cervantes
[Teatro.Francés]
Théatre de Michael Cervantes

9.3.4.- Las ediciones de obras individuales (completas o parciales) con título uniforme
si es preciso, y con indicación de la lengua en el caso de traducciones. La ordenación se hace
también por orden cronológico.
Cervantes Saavedra, Miguel de
[Don Quijote de la Mancha]
Primera y segunda parte del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha
(1647)
[Don Quijote de la Mancha]
Vida y hechos del ingenioso cavallero don Quixote de la Mancha (1662)
[Don Quijote de la Mancha]
Historia del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (1808)
[Don Quijote de la Mancha]
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (1826)
[Don Quijote de la Mancha. Antología]
Las mejores páginas del Quijote: precedidas de unos estudios y
comentarios…./Luis Santullano.
[Don Quijote de la Mancha. Alemán]
Der sinnreiche Junker Don Quixote von la Mancha (1825)
[Don Quijote de la Mancha. Alemán]
Leben und Thaten des scharsinnigen Edlen Don Quixote von la Mancha (1868)
[Don Quijote de la Mancha. Francés]
Histoire de l’admirable Don Quixote de la Manche (1704)
[Don Quijote de la Mancha. Francés]
Don Quichotte de la Manche (1800)
[Don Quijote de la Mancha. Francés]
L’ingeniux chevalier Don Quichotte de la Manche (1861)
[Don Quijote de la Mancha. Inglés]
The life and exploits of the ingenious gentleman Don Quixote de La Mancha
(1749)
[Don Quijote de la Mancha. Inglés]
The history of the ingenious gentleman Don Quixote de La Mancha (1870)
[Don Quijote de la Mancha.Italiano]
L’ingegnoso cittadino Don Chisciotte della Mancia (1677)
[Don Quijote de la Mancha.Italiano]
Don Chissiotte della Mancia (1949)
[Don Quijote de la Mancha. Portugués]
Don Quichote de la Mancha (1905)
[Don Quijote de la Mancha. Vascuence. Antología]
Donkituera umill euskalduna Cervantesri opatua Manchako don Quijote seme
argi ta ospatsua agertu zanetik irugarren eunki-urrunean /on Julian Apraiz jaunaren
aginduz eta ustez.

En todos los casos y dentro de cada grupo, las ediciones políglotas, es decir, en tres o
más lenguas, se ordenan en primer lugar. Los asientos totales o parciales de la Biblia se
ordenan según el Canon Bíblico.

9.4.- ORDENACIÓN DE LOS ASIENTOS CON ENCABEZAMIENTOS DE MATERIA

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La ordenación alfabética de los asientos con encabezamiento de materia sigue, en


general, las mismas reglas que la ordenación establecida para el catálogo de autores y obras
anónimas, pero con algunas particularidades de las que conviene resaltar las siguientes:

9.4.1.- En el caso de los encabezamientos de materia, se tiene en cuenta como campo


subsidiario de alfabetización el encabezamiento principal antes que el título y la fecha de
edición.
ESPAÑA-Situación social-1939
Bozal Fernández, Valeriano
El intelectual colectivo y el pueblo…
ESPAÑA-Situación social-1939
Miguel, Amando de
40 millones de españoles, cuarenta años después….

9.4.2.- La subdivisiones cronológicas, precedidas por lo general del


subencabezamiento “-Historia”, se ordenan cronológicamente.
ESPAÑA-Historia-S. VIII
ESPAÑA-Historia-S.XV
ESPAÑA-Historia-Reyes Católicos, 1474-1517
ESPAÑA-Historia-Felipe II, 1556-1598
ESPAÑA-Historia-Felipe III, 1598-1621
ESPAÑA-Historia-Amadeo, I, 1870-1873

Para evitar los inconvenientes que se derivan de este hecho en la ordenación


automatizada, algunos centros utilizan el recurso de reducir los términos cronológicos a
números y en otros casos hacer que el número que acompaña al término preceda a éste.
s. XVII=1601-1700
Reyes Católicos, 1474-1517 = 1474-1517 Reyes Católicos

9.4.3.- Los signos habitualmente utilizados para formar encabezamientos de materia,


es decir, la coma en los casos de inversión y la raya cuando precede a un
subencabezamiento, separan bloques de alfabetización.

Cervantes en Costa Rica (título)


Cervantes en Valladolid (título)
Cervantes Saavedra, Miguel de
El licenciado Vidriera obras individuales, antes.
Cervantes Saavedra, Miguel de
[Novelas Ejemplares] título uniforme
CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de – Biografías
CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de – Crítica e interpretación
CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de – Pensamiento filosófico.
Cervantes y su tiempo. (título)
Las flores (título)
FLORES materia
Flores, Antonio.
FLORES-Comercio
Flores, Diego
FLORES, Lenguaje de las
FLORES ARTIFICIALES
Flores García, Carmen
FLORES (Guatemala) –Descripción- Guías
Flores y Villarroel, Eugenio en apellidos la “y” no cuenta.
Flores y plantas ornamentales (título) en título cuenta la “y”

Sin embargo, los encabezamientos formados con el nombre de un autor seguido del
título de una de sus obras, se ordenarán juntamente con los asientos que correspondan a las
ediciones de la misma obra.

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Cervantes Saavedra, Miguel de


[Don Quijote de la Mancha]
Historia del ingenioso hidalgo Don Quixote de la Mancha
CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de – Don Quijote de la Mancha – Crítica e
interpretación.
Cervantes Saavedra, Miguel de
[Novelas ejemplares]
Novelas ejemplares / Miguel de Cervantes Saavedra; edición preparada por
Mariano Baquero Goyanes.
CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de – Novelas ejemplares- Crítica e
interpretación.
CERVANTES SAAVEDRA, Miguel de – Novelas ejemplares- Ilustraciones.

Aclaración de las reglas


Aunque queda meridianamente clara la explicación y las normas que establece las
Reglas de Catalogación, vamos a repasar someramente las cuestiones más importantes que
nos vamos a encontrar al ordenar catálogos de autores y títulos y de materias.

Recordatorio para ordenar autores y títulos


1) Los signos no alfabéticos ni numéricos se ignoran en la alfabetización, pero la raya,
guión, barra, punto en su uso ordinario equivalen a espacio, cuando no van delante del
primer elemento de alfabetización. Es decir, que si nos encontramos, por ejemplo, una
palabra formada por siglas, separadas las letras entre sí por puntos (R.E.N.F.E.), el
punto equivaldría a espacio, por lo que cada letra se alfabetizaría por separado, como
si fuera una palabra independiente formada por una sola letra.

2) Se alfabetiza por bloques de alfabetización. Es decir, como en la CDU los puntos. En


los nombres de personas, la coma que separa apellidos de nombre separa bloques de
alfabetización. Por lo tanto, en nombres de persona, otros signos no separan bloques
como el punto, el guión, el paréntesis, etc… Solo la coma.

3) Se ordenarán primero los encabezamientos que comiencen por cifras que los que
comiencen por letras. Es decir, “25 lustros a la sombra” iría antes que “A la deriva”.
Luego, para varios asientos que comiencen por números, se ordenará de menor a
mayor, es decir, de forma ascendente. Y los asientos que comiencen por letras,
obviamente, se ordenarán de forma alfabética siguiendo todas las reglas anteriormente
y a continuación expuestas.

4) Teniendo en cuenta los bloques, dentro de éstos, se comparará palabra a palabra, y


dentro de éstas, letra a letra.

5) Es decir, en los encabezamientos de autor, se comenzará a alfabetizar por el primer


apellido, después el segundo y por último el nombre. Siempre teniendo en cuenta que
la coma separa bloques.

6) La “y” que une dos apellidos no se tiene en cuenta. Es decir, que un apellido que
contiene una “y”, como por ejemplo “Vega y Marín, Carlos”. La “y” no contaría, por lo
que para ordenar, ese encabezamiento se tendría en cuenta como “Vega Marín,
Carlos”, sin tener en cuenta la “y”.

7) En la alfabetización los acentos y signos diacríticos no se tienen en cuenta, no sirven


para ordenar.

8) Las consonantes “ll”, “ch” y “rr” se cuentan como dos letras, no como una. Es decir, en
la palabra “coche”, la alfabetización se haría “c-o-c-h-e” y no “c-o-ch-e”.

9) El signo & equivale a una “y”.

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10) Los números romanos equivalen a números normales (XXV = 25)

11) Las siglas sin punto o espacio forman una sola palabra (CAMPSA, RENFE)

12) En encabezamientos de autor, cuando al inicio de dicho encabezamiento, la primera


palabra que precede al primer apellido sea un artículo (el, la, las…), una preposición
(de, …) o una partícula que indique relación familiar (Mac, D`…), éstas se unirán al
apellido formando una sola palabra para alfabetizar, da igual que estén unidas a este
con un apóstrofe o guión (D`Ancona) o que vayan simplemente delante (Mac Pherson,
Las Heras). Vale para cualquier idioma. Es decir, si el encabezamiento empieza por
“Las Heras”, alfabetizaremos: “Lasheras”. Si empieza por “De Rossi”, sería “Derossi”.

13) En los nombres de congresos, los encabezamientos según las Reglas de Catalogación
irán Nombre + (número. Fecha. Lugar) (Por ejemplo: “Asamblea para la revisión de la
teoría marxista (3ª.1997.Huesca)”) Por lo tanto, se tendrá en cuenta para alfabetizar si
nos encontramos con varios encabezamientos de este tipo, el nombre, y se ordenará
de forma alfabética. A igualdad de nombres, se comparará el número, después la fecha
y después el lugar.

14) En encabezamientos de título, el artículo inicial (el, la, un, unos, los, etc..) no se tiene
en cuenta, se empieza a alfabetizar a partir de la primera palabra después de dicho
artículo. Sí se tiene en cuenta el artículo si no es la primera palabra. Las preposiciones,
por el contrario, en los títulos sí se cuentan, sean o no primer elemento de
alfabetización. Por ejemplo, en el encabezamiento de título “El caballero de la
armadura oxidada”, eliminaríamos “El”, por lo tanto se empezaría a alfabetizar por la
palabra “Caballero”.

15) En los nombres de autores que lleven indicador de función (por ejemplo, Sánchez
Lliebre, dir.), dicho indicador no se tiene en cuenta, como si no estuviera: Sánchez
Lliebre (dir no).

16) Muchas veces nos vamos a encontrar una lista de asientos para ordenar que están
formados por el mismo autor y a continuación sus obras. En este caso, podemos
encontrarnos lo siguiente: Autor [obras completas], Autor [obras escogidas], Autor
[Género], Autor [Obra individual]. En este caso, el orden para ordenar los asientos es el
que hemos expuesto:

- Obras completas
- Obras escogidas
- Género
- Obras individuales

Para ordenar asientos bajo el mismo encabezamiento de obras, es decir, tenemos


varios asientos de un autor y todos ellos son de obras completas, o de género, o de obras
escogidas. Pues la ordenación sería en primer lugar los asientos políglotas. Después los
asientos en la lengua original. Dentro de éstos, si hay varios, se tendrán en cuenta las fechas
de menor a mayor. Y después las obras en otro idioma por orden alfabético del idioma en
español.
Es decir, primero las obras completas, dentro de éstas, primero las políglotas, después
las de la lengua del autor (dentro de éstas orden cronológico), después las obras completas en
otro idioma por orden alfabético del idioma en español (por ejemplo: primero catalán, después
francés, después inglés…). Y así también dentro de las Obras escogidas, Género, etc…. Lo
veremos más adelante en los supuestos prácticos.
Cuando una obra sea “Antología”, la palabra Antología será tenida en cuenta como si
fuera obra en otro idioma y se alfabetizará por la “A” de Antología. Y cuando una obra sea una
traducción, el idioma que prevalecerá será el de la traducción. Es decir, si una obra está
traducida del inglés al español, será considerada a efectos de ordenación como español.

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Como este tipo de ordenación es compleja, veamos un ejercicio de este tipo resuelto.
Ejemplo de un conjunto de asientos de este tipo ya ordenados correctamente:

Marías, Javier
[Obras Completas. Políglota]
Obras completas de Javier Marías

Marías, Javier
[Obras Completas. Español]
Obra completa del autor (1997)

Marías, Javier
[Obras Completas. Español]
Bibliografía de Javier Marías (1999)

Marías, Javier
[Obras Completas. Francés]
Une oeuvre de l'auteur

Marías, Javier
[Obras Completas. Inglés]
Complete Works

Marías, Javier
[Obra Selecta]
Obras Escogidas (1989)

Marías, Javier
[Obra Selecta]
Páginas escogidas (1996)

Marías, Javier
[Obra Selecta. Alemán]
Auswahl an Arbeiten

Marías, Javier
[Obra Selecta. Francés]
Des pages choisies

Marías, Javier
[Novela]
Todas las almas (1986)

Marías, Javier
[Novela]
Corazón tan blanco (1990)

Marías, Javier
[Novela. Antología]
Las Novelas de Marías

Marías, Javier
[Mañana en la batalla piensa en mí]
Mañana en la batalla piensa en mí (1995)

Marías, Javier
[Mañana en la batalla piensa en mí]
Mañana en la batalla piensa en mí (1998)

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Marías, Javier
[Mañana en la batalla piensa en mí. Inglés]
Tomorrow in the battle thinks about me (1997)

Recordatorio para ordenar materias

La ordenación alfabética de los asientos con encabezamiento de materia sigue, en


general, las mismas reglas que la ordenación establecida para el catálogo de autores y obras
anónimas, pero con algunas particularidades de las que conviene resaltar las siguientes:
1. En los encabezamientos de autor y título hemos visto que la coma separa bloques de
alfabetización. Pues bien, en los encabezamientos de materia separan bloques de
alfabetización la coma en los casos de inversión (Marxismo, Teoría) y la raya, en el
caso de encabezamiento-subencabezamiento (España-Batallas). Por lo tanto, ni el
paréntesis, ni el punto, ni otro signo que no sea la coma o la raya separa bloques de
alfabetización.

2. Hemos visto reglas especiales para los encabezamientos de autor y título que
empezaban por artículo o preposición. Pues bien, en las materias, se tendrán en
cuenta tanto las preposiciones como los artículos, vayan en el lugar que vayan, para
alfabetizar.

3. La subdivisiones cronológicas, precedidas por lo general del subencabezamiento “-


Historia”, se ordenan cronológicamente.

Ejemplo:
ESPAÑA-Historia-S. VIII
ESPAÑA-Historia-S.XV
ESPAÑA-Historia-Reyes Católicos, 1474-1517
ESPAÑA-Historia-Felipe II, 1556-1598
ESPAÑA-Historia-Felipe III, 1598-1621
ESPAÑA-Historia-Amadeo, I, 1870-1873
4. Al contrario que en los apellidos, la “y” que figure en un encabezamiento de materia, sí
alfabetiza.

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Supuestos prácticos de alfabetización

(Veamos un primer supuesto práctico de alfabetización. Se trata de asientos de un catálogo


diccionario, que incluye encabezamientos de autor, materia y título. En la solución de este
primer supuesto, reseñaremos brevemente que regla hemos seguido para cada
encabezamiento. Será útil como primera toma de contacto. El resto de ejercicios de
alfabetización no llevarán explicación, sólo la solución. Para dudas, consultar las reglas
anteriormente expuestas)
Supuesto 1: Ordena estos asientos bibliográficos de un catálogo diccionario.
Delibes, Miguel, trad.
Diccionario general
Pedro I, Rey de Castilla
20 Actualidad
Vidal i Pietx, Ramón
XXI Boletín
Pérez-Abad, Jorge
Mil libros en la historia de Santiago de Compostela
Actualidad ¾
Merton, Tomás
Pérez, Vicente
A.C.N.U.R.
Actualidad 4 mil
Pérez-Sánchez, Pedro
El 02
Las Heras, Federico
AENOR
Boletín al hilo
Actualidad 4 millones
D’Ancona, Alessandro
Universidad abierta
Abad
Escuela & biblioteca
3x4
Pedro II, Rey de Aragón
Actualidad dos mil
Las 100 mejores poesías líricas castellanas
Galicia. Consellería de Cultura, Comunicación Social e Turismo
V.a. Galicia. Consellería de Cultura
Pérez y González, Amador
Actualidad 2
Der Bibliotekar
1.001 noches
Journal of African administration
La-Gasca, Fausto
Vidal Pietx, Vitoria
Actualidad 4 dolares
XX Simposium de Terapéutica Manual
Merret, Nuria
A. Tomás.
Pedro I, Rey de Aragón
Universidad dos mil
Actualidad 2000

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Del Giudice, Giusseppe


Acosta, Luis
Pérez Sánchez, Julio
Aacter, David A.
Journal (The Gentlemans)
Cela, J.
V. Cela, Camilo José

Solución Supuesto 1 y breves explicaciones :

El 02 No se cuenta el artículo. Los números antes que las letras.


3x4
20 Actualidad
XX Simposium de Terapéutica Manual
Los números romanos equivalen a números normales. XX=20
XXI Boletín XXI=21
Las 100 mejores poesías líricas castellanas artículo inicial no se considera. No se cuenta el
artículo
1.001 noches
A.C.N.U.R. Cada letra, en las siglas con punto, es una palabra independiente
A. Tomás Igual
Aacter, David A. la coma en apellidos separa bloques de alfabetización
Abad
Acosta, Luis
Actualidad 2 los nºs en medio siguen igual regla
Actualidad ¾
Actualidad 4 dólares
Actualidad 4 mil
Actualidad 4 millones
Actualidad 2000
Actualidad dos mil
AENOR Las siglas sin punto forman una palabra
Der Bibliothekar el artículo inicial no se considera (Der, en alemán)
Boletín al hilo
Cela, J.
V.Cela, Camilo José
D’Ancona, Alessandro Las preposiciones y articulos que precedan a apellido y sean
comienzo del encabezamiento, se unen a dicho apellido
Del Giudice, Giuseppe
Delibes, Miguel, trad. No se cuenta la función (trad.)
Diccionario general
26. Escuela & Biblioteca La & equivale a “y”
27. Galicia. Consellería de Cultura, Comunicación Social e Turismo
V.a. Galicia. Consellería de Cultura
28. Journal of African administration
29. Journal (The Gentlesman) Paréntesis no se tienen en cuenta;artículo en medio sí.
30. La-Gasca, Fausto Guión no alfabetiza, como un espacio
31. Las Heras, Federico
32. Merret, Nuria
33. Merton, Tomás
34. Mil libros en la historia de Santiago de Compostela
35. Pedro I, Rey de Aragón Se alfabetiza normalmente y los números solo se
tienen en cuenta en este caso si el asiento es idéntico
36. Pedro II, Rey de Aragón
37. Pedro I, Rey de Castilla
38. Pérez, Vicente

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39. Pérez-Abad, Jorge Guión no alfabetiza


40. Pérez y González, Amador Regla La y de apellidos no se cuenta
41. Pérez Sánchez, Julio
42. Pérez-Sánchez, Pedro
43. Universidad 2 mil
44. Universidad abierta
45. Universidad dos mil
46. Vidal i Pietx, Ramón
47. Vidal Pietx, Vitoria

SUPUESTO 2 Ordena el siguiente catálogo alfabético de autores y obras anónimas:

García Alberti, Rafael


Bonilla, Juan
Pérez Reverte, Arturo
Cela, Camilo José
Millás, Juan José
Pérez Luque, Arturo
La Viña, Bernardo
Suárez García, Javier (Empresario)
García Sanjuán, Alberto
El sueño de los poetas
Lacado Márquez, Enrique
Un abismo en el medievo
Suárez García, Javier (Arquitecto)
O’Connors, Joseph
García, Jesús
Aleixandre, Vicente
El cantar del mio cid

Solución SUPUESTO 2:

Un abismo en el medievo
Aleixandre, Vicente
Bonilla, Juan
El cantar del mio cid
Cela, Camilo José
García, Jesús
García Alberti, Rafael
García Sanjuán, Alberto
Lacado Márquez, Enrique
La Viña, Bernardo
Millás, Juan José
O’Connors, Joseph
Pérez Luque, Arturo
Pérez Reverte, Arturo
Suárez García, Javier (Arquitecto)
Suárez García, Javier (Empresario)
El sueño de los poetas

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SUPUESTO 3 Ordena el siguiente catálogo alfabético de materias:

Herencia (Derecho)
Biblioteconomía-España-Manuales
Mapas urbanos
España-Historia-1950-2000
Arquitectura
Francia-Evolución-s.XV
Ancianos enfermos
García Márquez, Gabriel. El coronel no tiene quien le escriba
Francia-Evolución-s.XVII
Herencia (Biología)
España-Historia-1920-1930
García Márquez, Gabriel. Noticia de un secuestro
Ancianos-Medicina
España-Historia-Guerra Civil-1936-1939
Ancianos-Psicología

Solución SUPUESTO 3:

Ancianos-Medicina
Ancianos-Psicología
Ancianos enfermos
Arquitectura
Biblioteconomía-España-Manuales
España-Historia-1920-1930
España-Historia-Guerra Civil-1936-1939
España-Historia-1950-2000
Francia-Evolución-s.XV
Francia-Evolución-s.XVII
García Márquez, Gabriel. El coronel no tiene quien le escriba
García Márquez, Gabriel. Noticia de un secuestro
Herencia (Biología)
Herencia (Derecho)
Mapas urbanos

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SUPUESTO 4 Ordena los siguientes asientos de un catálogo de autores y obras


anónimas:
Las Heras, José
Boccaccio, Giovanni
Dante Alighieri
Alfonso, Carlos
A. E. G.
Menéndez y Pelayo, Marcelino
Saavedra, Modesto
Alfonso X, Rey de Castilla
Abad Casal, Lorenzo
Llach, Lluis
Checa, Jorge
Ayala, Francisco
Da Costa
Cicerón, Marco Tulio
Menéndez Pidal, Ramón
De Amicis, Edmondo
Cuadrado, Arturo
Chaban Delmas, Jacques
Lobato, Pedro
CAMPSA
Saavedra Fajardo, Diego de
Laserna, José de
Juan XXIII, Papa
Alfonso XII, Rey de España
La Serna, Pedro
Dante, Joe
Alfonso Roca, Mª Teresa
Juan I, Rey de Castilla
Boada, Pedro
Juan II, Rey de Aragón

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Solución SUPUESTO 4:
A. E. G.
Abad Casal, Lorenzo
Alfonso, Carlos
Alfonso X, Rey de Castilla
Alfonso XII, Rey de España
Alfonso Roca, Mª Teresa
Ayala, Francisco
Boada, Pedro
Boccaccio, Giovanni
CAMPSA
Chaban Delmas, Jacques
Checa, Jorge
Cicerón, Marco Tulio
Cuadrado, Arturo
Da Costa
Dante, Joe
Dante Alighieri
De Amicis, Edmondo
Juan XXIII, Papa
Juan II, Rey de Aragón
Juan I, Rey de Castilla
Laserna, José de
La Serna, Pedro
Las Heras, José
Llach, Lluis
Lobato, Pedro
Menéndez y Pelayo, Marcelino
Menéndez Pidal, Ramón
Saavedra, Modesto
Saavedra Fajardo, Diego de

*Nota: Nos encontramos aquí con una circunstancia que no viene explicada en las reglas de
catalogación, pero que sí hemos mencionado en el recordatorio. Números que acompañan a
nombres. Normalmente van a ser nombres de reyes o papas. El número se ignora y se ordena
alfabéticamente a no ser que la parte alfabética de los asientos sea idéntica: 1) Juan XXIII,
Papa 2) Juan II, Rey de Aragón 3) Juan I, Rey de Castilla

Sería así la forma correcta ya que al ignorar los números, Papa iría antes que Rey y Aragón
antes que Castilla. Es así como viene reflejado en las correcciones de muchos tribunales de
oposiciones.

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SUPUESTO 5 Ordena los siguientes asientos de un catálogo de títulos:


Un breve comentario sobre dos comedias del Siglo de Oro
El caballero de Olmedo
El último encuentro
A la luz de los candelabros
El perfume
Curso de economía
El ABC del derecho de autor
25 años de democracia
La charca
Por amor al arte
Del dicho al hecho
Un jardín en Baldapur
A orillas de la laguna
El llanto
La ciencia de la economía política
100 preguntas más frecuentes
El loco mundo
A. Machado y J. R. Jiménez poetas del siglo XX
Al caer la tarde
En busca del tiempo perdido
De parte de la princesa muerta
Del sentimiento trágico de la vida
Lo que el viento se llevó
ACA informa
La que faltaba
Elogio de la infelicidad
Literatura y sociedad
Ensayo sobre la lucidez
Tratado de Biblioteconomía
Lecciones de economía española

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Solución SUPUESTO 5:
25 años de democracia
100 preguntas más frecuentes
A la luz de los candelabros
A. Machado y J. R. Jiménez poetas del siglo XX
A orillas de la laguna
El ABC del derecho de autor
ACA informa
Al caer la tarde
Un breve comentario sobre dos comedias del Siglo de Oro
El caballero de Olmedo
La charca
La ciencia de la economía política
Curso de economía
De parte de la princesa muerta
Del dicho al hecho
Del sentimiento trágico de la vida
Elogio de la infelicidad
En busca del tiempo perdido
Ensayo sobre la lucidez
Un jardín en Baldapur
La que faltaba
Lecciones de economía española
Literatura y sociedad
El llanto
Lo que el viento se llevó
El loco mundo
El perfume
Por amor al arte
Tratado de Biblioteconomía
El último encuentro

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SUPUESTO 6 Ordena el siguiente catálogo de autores y obras anónimas:


La Piedra Mañara, Carlos
Juárez Hiniesta, Manuel Jesús
Álvarez y Toledo, Antonio
El lazarillo de Tormes
García-Ruipérez, Álvaro
D’ancona, Jean Claude
García de Vinuesa, Mª Teresa
Salazar Benítez, Carlos
Navas Benito, Enrique
Juárez Hiniesta, Manuel
Labaca Pérez, Juan
Álvarez Toledo, Enrique
Navas y Ántúnez, Fernando
Diario de un enloquecido
Felipe el hermoso
v. Felipe II, Rey de España
Felipe IV, Rey de España
Benjumea Fernández, Javier

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Solución al SUPUESTO 6:
Álvarez y Toledo, Antonio
Álvarez Toledo, Enrique
Benjumea Fernández, Javier
D’ancona, Jean Claude
Diario de un enloquecido
Felipe IV, Rey de España
Felipe el hermoso
v. Felipe II, Rey de España
García de Vinuesa, Mª Teresa
García-Ruipérez, Álvaro
Juárez Hiniesta, Manuel
Juárez Hiniesta, Manuel Jesús
Labaca Pérez, Juan
La Piedra Mañara, Carlos
El lazarillo de Tormes
Navas y Ántúnez, Fernando
Navas Benito, Enrique
Salazar Benítez, Carlos

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BIBLIOGRAFÍA
• Carrión, M. (2002). Manual de las bibliotecas. Madrid: Fundación Germán Sánchez
Ruiperez.
• Fothergill, R. (1992). Materiales no librarios en las bibliotecas. Madrid: Fundación
Germán Sánchez Ruiperez.
• Pinto, M. (ed.) (2001). Catalogación de documentos: teoría y práctica. Madrid: editorial
Síntesis.
• La nueva Ley del Libro y normativa complementaria. (2007). Madrid: editorial Tecnos.
• Aenor. (2003). Guía para el uso de la CDU. Madrid: Aenor.
• Lorenzo, J. (2003). Las bibliotecas por dentro. Universidad de Valladolid: Secretariado
de Publicaciones e Intercambio editorial.
• De la Fuente, D. (coordinador) (2009). El trabajo del opositor. Sevilla: Fundación
Ecoem.
• Martínez, S. (2007). Biblioteca Digital. Buenos Aires: Alfagrama.
• Fuentes, J.J. (2010). La Colección de materiales en las bibliotecas. Madrid: Arco/Libros.
• Andréu, I. (2007). 1022 preguntas para oposiciones en bibliotecas, documentación y
archivística. Murcia: Isabel Andréu Felipe.
• Bordería, E., Laguna, A., Martínez, F. A. (1996). Historia de la Comunicación Social.
Madrid: editorial Síntesis.
• Olarán, M. (2012). YSBD consolidada MARC21: manual práctico para catalogadores.
Madrid: Arco/Libros.
• Caravia, S. (2009). La biblioteca y su organización. Madrid: editorial Trea.
• San Segundo, R. (2004). Clasificación Decimal Universal abreviada (CDU). Madrid:
Aenor.
• Martínez, J. (2010). Pequeña historia del libro. Madrid: editorial Trea.
• Orera, L. (1996). Manual de Biblioteconomía. Madrid: editorial Síntesis.

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