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POSTEXTRACCIÓN EN
LOS PACIENTES
ESPECIALES
Se describe como paciente especial, aquel paciente que presenta unas características o
condiciones que lo hacen diferente de lo ordinario. Estas características son
fundamentalmente cuatro:
Es importante que el odontólogo identifique a los pacientes con patología previa y que
se establezca una buena comunicación entre el médico y el odontólogo para la mejor
atención de estos enfermos. El tratamiento dental en estos casos deberá realizarse con el
mínimo riesgo para la salud general y con la máxima eficacia posible. Para ello habrá
que valorar el riesgo previo del caso, y seguir unos protocolos para establecer de forma
adecuada y sistemática las técnicas y los procedimientos mas convenientes a llevar a
cabo en estos pacientes.
En estos pacientes especiales, va a haber una serie de casos en los que esté indicado el
tratamiento radical quirúrgico, es decir, la extracción. Estas situaciones son las que se
describen a continuación:
OBJETIVO:
El objetivo de esta revisión bibliográfica es establecer protocolos de actuación
postextracción en este tipo de pacientes especiales, para reducir lo máximo posible las
complicaciones que pudieran aparecer en ellos y las posibles repercusiones en su estado
general.
MATERIAL Y MÉTODOS:
Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en las bases de datos Pubmed y Medline con
las palabras claves “dental extraction”, “post-extraction”, “special
patients”,”hypertension”,”anticoagulated patients”,”adrenal crisis”, “diabetes” ,
“osteoporosis”, “osteonecrosis”, “lupus erythematosus”, “oncology patient” haciendo
una selección de artículos lo más actuales posible, en Google académico introduciendo
las palabras claves “extracción dental”, “paciente con alteraciones sanguíneas”,
“feocromocitoma”, “artritis reumatoide”, así como libros encontrados en la biblioteca
de la facultad de Odontología de la UCM y completada la misma de forma manual.
DISCUSIÓN
La discusión se va a dividir en función de los diferentes aparatos y sistemas que pueden
verse afectados en los pacientes especiales. Se considera que en todos ellos va a ser
necesario llevar a cabo el protocolo postextracción para pacientes que no presenten
ninguna patología previa descrito en la introducción, pero además, se deben realizar
otras medidas específicas que se van a describir a continuación:
B.3. Pacientes con arritmias ventriculares graves: en estos pacientes puede agravarse
el cuadro clínico con descompensación de una insuficiencia cardiaca previa. Existe
peligro también de fibrilación ventricular con consecuencias fatales. Estaría
contraindicada la actuación odontológica a no ser que sea imprescindible y, en todo
caso, consultar antes al cardiólogo. (4)
Brennan y cols (10,15) introdujeron una nueva recomendación para el manejo de estos
pacientes que consiste en no suspender el uso de la aspirina antes de la exodoncia, ya
que los datos indican que el sangrado durante y posterior al procedimiento quirúrgico es
controlable con las medidas hemostáticas habituales como la sutura, compresión
mecánica con gasa, esponja de gelatina, celulosa oxidada o colágeno microfibrilar.
(10,16)
C.4. Tiroiditis: estos pacientes no van a presentar ningún problema ni hay que tomar en
ellos ninguna medida especial. (17)
C.5. Nódulos tiroideos y cáncer de tiroides: estos pacientes tampoco van a presentar
ningún problema ni hay que tomar en ellos ninguna medida en especial. Podemos
encontrar dificultad en la manipulación odontológica debido al tamaño del tiroides. (17)
D) ENFERMEDADES DE LAS PARATIROIDES Y ALTERACIONES DEL
METABOLISMO DEL CALCIO:
D.1. Hipoparatiroidismo e hipocalcemia: si el paciente está controlado y en buen
estado general, no va a presentar ningún problema en los procedimientos odontológicos.
Si no está controlado, el endocrino será el que juzgue si el paciente está o no en
condiciones de someterse al tratamiento odontológico. (17)
H.5. Alteraciones de las proteínas plasmáticas: en estos pacientes hay que tener en
cuenta la disminución de la concentración plasmática de albúmina, que puede producir
un retraso en la cicatrización y mayor riesgo de infecciones tras la intervención
odontológica. En estos casos habrá que tomar medidas con tratamiento antibiótico. (17)
H.6. Gota, porfirias y fluorosis: no hay que adoptar ningún tipo de medida especial.
(17)
4. PACIENTES CON ENFERMEDADES REUMÁTICAS Y
SISTÉMICAS:
J) ENFERMEDADES ÓSEAS:
J.1. Osteoporosis: estos pacientes no presentan ningún problema excepto el riesgo de
fracturas mandibulares durante la extracción. En pacientes con cáncer metastásico en el
hueso en tratamiento con bifosfonatos, se puede presentar un cuadro de osteonecrosis.
Los bifosfonatos también se pueden utilizar en el tratamiento de la osteoporosis, por lo
que hay que estar atento a la aparición de esta complicación ósea.
Como medida posterior a la extracción, en pacientes que previamente han recibido
tratamiento con bifosfonatos, y ante la posible presencia de osteonecrosis, debemos
valorar la presencia de fracturas mandibulares y la presencia de signos locales de
infección, para iniciar precozmente el tratamiento con antibióticos y AINEs. La necrosis
ósea puede obligar a retratar al paciente para extirpar el tejido necrotizado. (25)
Mozzati y cols. en 2013 realizan un estudio en el que someten a 700 pacientes con
osteoporosis en tratamiento con bifosfonatos a extracciones dentales, 864 en mandíbula
y 616 en el maxilar. Se realizan dos protocolos de extracción, uno con cirugía más
delicada y cierre por primera intención (protocolo A) y un segundo con avulsión
atraumática y cierre por segunda intención (protocolo B). Ambos grupos fueron tratados
posteriormente con antibióticos. No se observaron complicaciones intraoperatorias en
ninguno de los dos grupos y tampoco hubo evidencias de osteonecrosis asociada a
bifosfonatos en el seguimiento de 1480 extracciones. Se concluye que la cirugía
atraumática (protocolo B), además de ser más cómoda para el paciente, limita el trauma
tanto en tejidos blandos como en tejidos duros. (27)
Otro estudio realizado por Pazianas y cols. en 2007, observa que considerando los
millones de pacientes en tratamiento con bifosfonatos para la osteoporosis, la
prevalencia de osteonecrosis en ellos es muy baja. Factores como la edad ≥60 años, el
sexo femenino y el previo tratamiento dental invasivo, son las características más
comunes para el desarrollo de osteonecrosis. Aun así, no es posible establecer más
conlcusiones sobre la asociación entre los bifosfonatos orales y el desarrollo de
osteonecrosis. (28)
J.2. Osteomalacia y raquitismo: no hay que tomar ninguna medida en especial. (25)
J.3. Enfermedad de Paget: en estos pacientes pueden aparecer fracturas, por lo que tras
la exodoncia se deberá vigilar su aparición. La sospecha de su existencia viene dado por
el dolor que no cesa después de las dos semanas que se pueden considerar habituales en
una exodoncia. Ante la sospecha, realizar una ortopantomografía. (25)
J.4. Metástasis óseas: pueden facilitar la aparición de fracturas durante las maniobras
de exodoncia. Tras el procedimiento habrá que vigilar la presencia de fracturas y la
presencia de signos locales de infección local para iniciar rápidamente el tratamiento
antibiótico y con AINEs. En caso de pacientes tratados con bifosfonatos, llevar a cabo
las medidas comentadas anteriormente. (25)
K) ENFERMEDADES SISTÉMICAS:
K.1. Lupus eritematoso sistémico: en estos pacientes, tras la extracción, habrá que estar
atentos a la aparición de manifestaciones indicativas de reagudización del lupus
desencadenado por el estrés, del fallo suprarrenal en relación al tratamiento con
glucocorticoides y del mayor riesgo de infecciones por los glucocorticoides o los
citostáticos. (25)
También se han descrito casos de hemorragias postextracción en estos pacientes, por lo
que habrá que vigilar su aparición. (29)
A.2. Enfermedades de las encías: ante la intervención sobre unas encías lesionadas
habrá mayor riesgo de producir dolor, sangrado y mayor riesgo de infecciones. Unas
pruebas de hemostasia antes del tratamiento puede evitar el sangrado imprevisto, y el
recuento y fórmula leucocitario serán útiles para evitar la aparición de infecciones.
Dado que el riesgo de hemorragia está aumentado, nos obligará a llevar a cabo medidas
hemostáticas. También en los casos de leucemia hay mayor riesgo de infecciones en
especial en pacientes leucopénicos, por lo que habrá que extremar la asepsia en los
procedimientos, además de haber solicitado previamente el recuento leucocitario. Los
pacientes diabéticos y con VIH pueden presentar hiperplasia gingival, en ambos habrá
que extremar la asepsia para intentar reducir el riesgo de las complicaciones infecciosas.
Tras la intervención habrá que vigilar la aparición de hemorragias e infecciones. En
caso de leucemias es imprescindible que el hematólogo que lleva al paciente tenga un
papel activo en nuestro tratamiento. (30)
A.5. Cáncer de la boca: es muy importante el diagnóstico precoz del cáncer oral y de
las lesiones precancerosas por parte del odontólogo. Ante un cáncer ya diagnosticado y
tratado, habrá que tomar las mismas consideraciones que en los casos ya citados
anteriormente. (30)
Idealmente, las extracciones deben realizarse entre 7 y 10 días antes del comienzo de la
quimio o radioterapia. La profilaxis antibiótica será necesaria cuando el recuento de
granulocitos sea menos a 2.000/mm3, y la transfusión de plaquetas si el recuento
plaquetario está por debajo de 40.000/mm3 .
Es imprescindible realizar una técnica mínimamente traumática. El cierre completo del
alveolo se consigue utilizando múltiples puntos sueltos, para permitir la cicatrización
por primera intención. En pacientes que van a recibir radioterapia de cabeza y cuello, es
imprescindible evaluar su estado dental previamente en busca de restos radiculares,
dientes no restaurables o dientes con pérdida significativa de hueso, para realizar las
extracciones antes de empezar el tratamiento con radioterapia. Existen muchos
protocolos de actuación en estos casos, pero la clave es prevenir las extracciones post-
radioterapia que puede contribuir a la aparición de osteoradionecrosis. La
osteoradionecrosis se desarrolla frecuentemente después de extracciones en zonas
irradiadas por la disminución de la vascularización y alteraciones celulares,
normalmente en los 3 primeros años después de la radiación. La incidencia de
osteoradionecrosis en mandíbula en pacientes con cáncer de cabeza y cuello irradiados
varía en la literatura entre el 0,4% y 56%. Los factores de riesgo para el desarrollo de la
osteoradionecrosis son: localización, tamaño y estadío del tumor, localización
anatómica, higiene oral, consumo de tabaco y alcohol, otras enfermedades, cirugía
previa a la radiación y estado periodontal.
El tratamiento de la osteorradionecrosis varía desde irrigaciones con soluciones salinas,
antibióticos, biocidas tópicos, eliminación de determinadas zonas óseas, oxigeno
hiperbárico y resección radical de la lesión con posterior reconstrucción.
La radiación va a producir también una hiposalivación, lo que va a producir un aumento
del riesgo de caries en corona y raíces, molestias en la masticación y deglución,
imposibilidad de llevar prótesis, aumento de la aparición de placa, altos niveles de C.
Albicans, infecciones de glándulas salivares mayores por estafilococos e hipertermia
localizada.
Los pacientes pueden utilizar sustitutos salivares con pH neutro o realizar enjuagues con
bicarbonato sódico para elevar su pH y capacidad buffer después de las comidas.
La clave del cuidado en los pacientes oncológicos es el mantenimiento dental regular.
Deben realizarse en intervalos de 3 meses durante el primer año. En cada visita se
deberá realizar la remoción de depósitos de placa, instrucciones de higiene, evaluación
de descalcificaciones y caries recurrentes y aplicación de flúor. En cuanto a las técnicas
de higiene, el paciente debe ser instruido para realizar un cepillado atraumático tres
veces al día, con cepillos suaves y cepillado interdental diario. También se deben
examinar los tejidos orales y periorales en busca de anomalías de tejidos duros y
blandos. (31)
A.6. Enfermedades de las glándulas salivales: en estos pacientes no hay que tomar
ninguna medida en especial. (30)
A.7. Dolor oral de origen no odontoestomatológico: se debe realizar una buena historia
clínica y exploración para iniciar el proceso diagnóstico y remitir al paciente al
profesional adecuado o al médico general para tratarle de forma adecuada. (30)
CONCLUSIÓN
Como medidas postextracción en los pacientes especiales se debe llevar a cabo el
protocolo de actuación descrito para aquellos pacientes sanos sin patología previa, y
además tener en cuenta las características individuales de su enfermedad para llevar a
cabo ciertas medidas específicas en cada uno de los casos. Se debe interaccionar
siempre con el médico especialista que trate al paciente, para minimizar lo máximo
posible las repercusiones en su estado de base y las posibles complicaciones de su
enfermedad.
BIBLIOGRAFÍA