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Leyendas

Leyenda del cenote zací


Los cenotes son pozos de agua dulce creados como consecuencia de la erosión del a piedra caliza. Se encuentran en
México.
El cenote Zaci estaba ubicado dentro de una ciudad con el mismo nombre. Allí vivía una joven llamada Sac-Nicte, que era
nieta de una bruja, que enamorada de Hul-Kin, hijo del cacique del pueblo. Sin embargo, las familias de la bruja y del
cacique eran enemigas, por lo que los jóvenes se veían a escondidas. Cuando el padre se enteró, envió a Hul-Kin a otro
pueblo, a casarse con otra joven. Debido a la tristeza de su nieta, la bruja hizo rituales para que Hul-Kin regresara, pero
fue en vano.
La noche anterior de la boda de Hul-Kin, Sac –Nicte se arrojó al cenote con una piedra atada a su cabello. En el momento
de la muerte de la joven, Hul-Kin sintió un dolor en el pecho que lo obligó a volver a Zaci. Al enterarse de lo sucedido, se
Hul-Kin se arrojó también al cenote y se ahogó. Finalmente los sortilegios de la bruja habían obtenido una respuesta, y
Hul-Kin había regresado para permanecer siempre con Sac-Nicte.
Leyenda de la luz mala
El origen de esta leyenda se encuentra en una fosforescencia que se ve en cerros y quebradas del noroeste argentino,
durante los meses secos.

La leyenda sostiene que este es el farol de Mandinga (el Diablo con forma humana) y que su aparición indica sitios donde
se esconden tesoros. La luz sería también el espíritu del difunto dueño de los tesoros, intentando alejar a los curiosos.

El día de San Bartolomé, que es el 24 de agosto, es cuando se ven mejor estas luces.

Leyenda de la princesa y el pastor

Esta leyenda es la base de las leyenda de Qi xi y Tanabata.

La princesa Orihime (también llamada la princesa tejedora), tejía vestidos para su padre (tejía las nubes del cielo) a
orillas del río. Su padre era el rey celestial. Orihime se enamoró de un pastor llamado Hikoboshi. En un principio la
relación se desarrolló sin dificultades, pero luego ambos comenzaron a descuidar sus tareas por estar tan compenetrados
en su amor.

Al ver que esta situación no se solucionaba, el rey celestial los castigó separándolos y convirtiéndolos en estrellas. Sin
embargo, los enamorados pueden volver a verse una noche en el año, el séptimo día del séptimo mes.

Leyenda de la Mojana

Según la leyenda colombiana, la Mojana es una mujer diminuta que rapta a los niños que se acercan a sus dominios. Vive
en una casa de piedra, debajo del agua, es blanca y tiene larguísimos cabellos dorados.

Para proteger a los niños de la Mojana es necesario atarlos con un cordón.

Leyenda de la Sallana

Esta es una leyenda mexicana de época colonial.

La Sallana es una mujer que se le aparece y aterroriza a borrachos y chismosas. Esto se debe a que los chismes
arruinaron su vida. Cuando vivía, estaba felizmente casada y tenía un hijo. Sin embargo, llegaron a sus oídos los chismes
de que su marido le era infiel con su madre. Enloquecida, la Sallana asesinó y descuartizó a su marido, asesinó a su hijo y
luego a su madre. Por el pecado de haber asesinado a toda su familia, está condenada a vagar eternamente sola

Leyenda de Aka Manto

Esta es una leyenda urbana japonesa. Aka Manto significa “capa roja” en japonés.

Según la leyenda, Aka Manto era una joven humillada por sus compañeras de colegio. Luego de morir, permaneció en los
retretes de mujeres. Cuando una mujer va sola al baño escucha una voz que le pregunta “¿papel rojo o azul?” Existen
diferentes versiones sobre la muerte que le toca a la mujer si elije rojo o azul, pero en todos los casos es imposible
librarse.

Leyenda de la flor del Ceibo

Anahí era una joven guaraní que vivía a orillas del Paraná, era una joven de rostro feo y canto hermoso. Cuando los
conquistadores llegaron a su pueblo, ocurrió un enfrentamiento y Anahí fue apresada con los sobrevivientes. Sin
embargo, logró escaparse por la noche, pero un centinela la descubrió y ella lo asesinó. Al volver a ser atrapada, fue
condenada a muerte.

La ataron a un árbol para quemarla en una hoguera. Cuando el fuego comenzó a arder, ella misma parecía una llama
roja. Pero en ese momento Anahí comenzó a cantar. Cuando el fuego terminó de consumirse, por la mañana, en lugar del
cuerpo de la joven había un manojo de flores rojas, que hoy es la flor de ceibo.La flor de ceibo es la Flor Nacional
Argentina.

Leyenda del Baca

Esta es una leyenda mexicana.

El Baca es una criatura en forma de sombra que los hacendados hacían aparecer gracias a pactos con los demonios. La
criatura protege las propiedad, atemorizando y ahuyentando a ladrones.

El Baca tiene la capacidad de transformarse en cualquier objeto, pero no de hablar. Su única misión eran proteger las
propiedades y herir a quienes se acercaran a las mismas. Por las noches, en las cercanías de los lugares protegidos, se
oyen aterradores rugidos del espíritu. Atemorizados, los pobladores cercanos habitualmente venden al hacendado sus
propias tierras. Es decir que el Baca no sólo protege lo que el hacendado ya tiene sino que lo ayuda a aumentar sus
propiedades.

Leyenda del lobizón

Si bien existe la leyenda del hombre lobo en Europa, la leyenda del lobisón tiene origen guaraní y tiene particularidades
que la distinguen de su versión europea.

El lobizón es el séptimo hijo varón de una pareja, que en las noches de luna llena, los viernes o martes, se transforma en
un ser similar a un perro grande y negro, con grandes pezuñas. En su forma humana, el lobizón siempre es desgarbado,
demasiado delgado y antipático. Su aspecto en general y su olor son desagradables.

Una vez transformado, el lobizón ataca gallineros y ronda los cementerios buscando carroña. También ataca a los niños,
según versiones más recientes ataca a los niños que no han sido bautizados.

Leyenda de Robin Hood

Robin Hood es un personaje del folclore inglés, inspirado en una persona real, probablemente Ghino di Tacco, forajido
italiano. Si bien, como todas las leyendas, su historia fue originalmente de transmisión oral, existen menciones escritas a
Robin Hood desde 1377.

Según la leyenda, Robin Hood era un rebelde que defendía a los pobres y desafiaba el poder. Se escondía en el Bosque
de Sherwood, cerca de la ciudad de Nottingham. Se caracterizaba por su destreza como arquero. Se lo conoce también
como “el príncipe de los ladrones”.

10 CUENTOS CORTOS

Uga la tortuga

Cuento infantil sobre la perseverancia


¡Caramba, todo me sale mal! se lamenta constantemente Uga, la tortuga. Y es que no es para menos: siempre llega tarde, es la última en acabar sus tareas, casi nunca
consigue premios a la rapidez y, para colmo es una dormilona.
¡Esto tiene que cambiar! se propuso un buen día, harta de que sus compañeros del bosque le recriminaran por su poco esfuerzo al realizar sus tareas.
Cuento infantil sobre la perseverancia
Y es que había optado por no intentar siquiera realizar actividades tan sencillas como amontonar hojitas secas caídas de los árboles en otoño, o quitar piedrecitas de
camino hacia la charca donde chapoteaban los calurosos días de verano.
-¿Para qué preocuparme en hacer un trabajo que luego acaban haciendo mis compañeros? Mejor es dedicarme a jugar y a descansar.
- No es una gran idea, dijo una hormiguita. Lo que verdaderamente cuenta no es hacer el trabajo en un tiempo récord; lo importante es acabarlo realizándolo lo mejor
que sabes, pues siempre te quedará la recompensa de haberlo conseguido.
No todos los trabajos necesitan de obreros rápidos. Hay labores que requieren tiempo y esfuerzo. Si no lo intentas nunca sabrás lo que eres capaz de hacer, y siempre te
quedarás con la duda de si lo hubieras logrados alguna vez.
Por ello, es mejor intentarlo y no conseguirlo que no probar y vivir con la duda. La constancia y la perseverancia son buenas aliadas para conseguir lo que nos
proponemos; por ello yo te aconsejo que lo intentes. Hasta te puede sorprender de lo que eres capaz.
- ¡Caramba, hormiguita, me has tocado las fibras! Esto es lo que yo necesitaba: alguien que me ayudara a comprender el valor del esfuerzo; te prometo que lo intentaré.
Pasaron unos días y Uga, la tortuga, se esforzaba en sus quehaceres.
Se sentía feliz consigo misma pues cada día conseguía lo poquito que se proponía porque era consciente de que había hecho todo lo posible por lograrlo.
- He encontrado mi felicidad: lo que importa no es marcarse grandes e imposibles metas, sino acabar todas las pequeñas tareas que contribuyen a lograr grandes fines.
FIN

Las moscas
Fábulas infantiles con moraleja
Las fábulas son cortas y breves narraciones literarias, normalmente en verso, que terminan siempre con un mensaje de enseñanza o moraleja de carácter instructivo.
Los personajes de una fábula casi siempre son animales u objetos ficticios. Las fábulas son una buena vía para entretener y educar a los niños. Esta fábula enseña a los
niños a que tomen las cosas más bellas de la vida de una forma tranquila y serena. Que dejen la ansiedad de lado para disfrutar de los buenos momentos.
Las moscas
En un frondoso bosque, de un panal se derramó una rica y deliciosa miel, y las moscas acudieron rápidamente y ansiosas a devorarla. Y la miel era tan dulce y exquisita
que las moscas no podían dejar de comerlas.
Lo que no se dieron cuenta las moscas es que sus patas se fueron prendiendo en la miel y que ya no podían alzar el vuelo de nuevo.
A punto de ahogarse en su exquisito tesoro, las moscas exclamaron:
- ¡Nos morimos, desgraciadas nosotras, por quererlo tomar todo en un instante de placer!
Las moscas: en verso
A un panal de rica miel
dos mil moscas acudieron,
que por golosas murieron,
presas de patas en él.
Otra dentro de un pastel
enterró su golosina.
Así, si bien se examina,
los humanos corazones
perecen en las prisiones
del vicio que los domina.
FIN

El niño y los clavos


Un cuento para controlar el mal genio de los niños.
Había un niño que tenía muy, pero que muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un
clavo en la cerca de detrás de la casa.
El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los días posteriores. Él niño se iba dando cuenta que era más fácil controlar su genio
y su mal carácter, que clavar los clavos en la cerca.

Cuento sobre los berrinches


Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma ni una sola vez y se lo dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, por
fin, controlar su mal temperamento.
Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su carácter, que sacase un clavo de la cerca.
Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó a su hijo, de la mano, hasta la
cerca de detrás de la casa y le dijo:
- Mira, hijo, has trabajo duro para clavar y quitar los clavos de esta cerca, pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Jamás será la misma.
Lo que quiero decir es que cuando dices o haces cosas con mal genio, enfado y mal carácter, dejas una cicatriz, como estos agujeros en la cerca. Ya no importa tanto
que pidas perdón. La herida estará siempre allí. Y una herida física es igual que una herida verbal.
Los amigos, así como los padres y toda la familia, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan, comparten una
palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.
Las palabras de su padre, así como la experiencia vivida con los clavos, hicieron con que el niño reflexionase sobre las consecuencias de su carácter. Y colorín
colorado, este cuento se ha acabado.
FIN

Daniel y las palabras mágicas Un cuento que fomenta la amabilidad.


Te presento a Daniel, el gran mago de las palabras. El abuelo de Daniel es muy aventurero y este año le ha enviado desde un país sin nombre, por su cumpleaños, un
regalo muy extraño: una caja llena de letras brillantes.
En una carta, su abuelo le dice que esas letras forman palabras amables que, si las regalas a los demás, pueden conseguir que las personas hagan muchas cosas: hacer
reír al que está triste, llorar de alegría, entender cuando no entendemos, abrir el corazón a los demás, enseñarnos a escuchar sin hablar.

Cuento de amabilidad
Daniel juega muy contento en su habitación, monta y desmonta palabras sin cesar.
Hay veces que las letras se unen solas para formar palabras fantásticas, imaginarias, y es que Daniel es mágico, es un mago de las palabras. Lleva unos días preparando
un regalo muy especial para aquellos que más quiere.
Es muy divertido ver la cara de mamá cuando descubre por la mañana un buenos días, preciosa debajo de la almohada; o cuando papá encuentra en su coche un te
quiero de color azul.
Sus palabras son amables y bonitas, cortas, largas, que suenan bien y hacen sentir bien: gracias, te quiero, buenos días, por favor, lo siento, me gustas.
Daniel sabe que las palabras son poderosas y a él le gusta jugar con ellas y ver la cara de felicidad de la gente cuando las oye.
Sabe bien que las palabras amables son mágicas, son como llaves que te abren la puerta de los demás.
Porque si tú eres amable, todo es amable contigo. Y Daniel te pregunta: ¿quieres intentarlo tú y ser un mago de las palabras amables?
FIN

La liebre y la tortuga

Fábula de la liebre y la tortuga


En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa y vanidosa, que no cesaba de pregonar que ella era la más veloz y se jactaba de ello ante la lentitud de la
tortuga.
- ¡Eh, tortuga, no corras tanto que nunca vas a llegar a tu meta! Decía la liebre burlándose de la tortuga.
Un día, a la tortuga se le ocurrió hacerle una inusual apuesta a la liebre:
- Estoy segura de poder ganarte una carrera
- ¿A mí? Preguntó asombrada la liebre.

- Sí, a ti, dijo la tortuga. Pongamos nuestras apuestas y veamos quién gana la carrera.

La liebre, muy ufana, aceptó. Todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. El búho señaló los puntos de partida y de llegada, y sin más preámbulos
comenzó la carrera en medio de la incredulidad de los asistentes.

Confiada en su ligereza, la liebre dejó coger ventaja a la tortuga y se quedó haciendo burla de ella. Luego, empezó a correr velozmente y sobrepasó a la tortuga que
caminaba despacio, pero sin parar.

Sólo se detuvo a mitad del camino ante un prado verde y frondoso, donde se dispuso a descansar antes de concluir la carrera. Allí se quedó dormida, mientras la tortuga
siguió caminando, paso tras paso, lentamente, pero sin detenerse.

Cuando la liebre se despertó, vio con pavor que la tortuga se encontraba a una corta distancia de la meta. Salió corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era muy tarde:
¡la tortuga había ganado la carrera!

Ese día la liebre aprendió, en medio de una gran humillación, que no hay que burlarse jamás de los demás. También aprendió que el exceso de confianza es un
obstáculo para alcanzar nuestros objetivos.
Esta fábula enseña a los niños que no hay que burlarse jamás de los demás y que el exceso de confianza puede ser un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos.

Si conoces alguna otra fábula para niños y quieres compartirla con nosotros y los demás padres, estaremos encantados de recibirla.
FIN

Carrera de zapatillas
Cuentos para niños que fomentan la amistad.
Había llegado por fin el gran día. Todos los animales del bosque se levantaron temprano porque ¡era el día de la gran carrera de zapatillas! A las nueve ya estaban todos
reunidos junto al lago.
También estaba la jirafa, la más alta y hermosa del bosque. Pero era tan presumida que no quería ser amiga de los demás animales.
Ja, ja, ja, ja, se reía de la tortuga que era tan bajita y tan lenta.
Jo, jo, jo, jo, se reía del rinoceronte que era tan gordo.
Je, je, je, je, se reía del elefante por su trompa tan larga.
Y entonces, llegó la hora de la largada.

Cuento infantil sobre la amistad

El zorro llevaba unas zapatillas a rayas amarillas y rojas. La cebra, unas rosadas con moños muy grandes. El mono llevaba unas zapatillas verdes con lunares
anaranjados.

La tortuga se puso unas zapatillas blancas como las nubes. Y cuando estaban a punto de comenzar la carrera, la jirafa se puso allorar desesperada.
Es que era tan alta, que ¡no podía atarse los cordones de sus zapatillas!

- Ahhh, ahhhh, ¡qué alguien me ayude! - gritó la jirafa.

Y todos los animales se quedaron mirándola. Pero el zorro fue a hablar con ella y le dijo:

- Tú te reías de los demás animales porque eran diferentes. Es cierto, todos somos diferentes, pero todos tenemos algo bueno y todos podemos ser amigos y ayudarnos
cuando lo necesitamos.
Entonces la jirafa pidió perdón a todos por haberse reído de ellos. Y vinieron las hormigas, que rápidamente treparon por sus zapatillas para atarle los cordones.

Y por fin se pusieron todos los animales en la línea de partida. En sus marcas, preparados, listos, ¡YA!

Cuando terminó la carrera, todos festejaron porque habían ganado una nueva amiga que además había aprendido lo que significaba la amistad.
Colorín, colorón, si quieres tener muchos amigos, acéptalos como son.

FIN

Sara y Lucía
Cuentos infantiles sobre la sinceridad.
Érase una vez dos niñas muy amigas llamadas Sara y Lucía. Se conocían desde que eran muy pequeñas y compartían siempre todo la una con la otra.
Un día salieron de compras. Sara se probó una camiseta y le pidió a su amiga Lucía su opinión. Lucía, sin dudarlos dos veces, le dijo que no le gustaba cómo le quedaba
y le aconsejó buscar otro modelo.

Cuentos infantiles con valores


Entonces Sara se sintió ofendida y se marchó llorando de la tienda, dejando allí a su amiga.
Lucía se quedó muy triste y apenada por la reacción de su amiga.
No entendía su enfado ya que ella sólo le había dicho la verdad.
Al llegar a casa, Sara le contó a su madre lo sucedido y su madre le hizo ver que su amiga sólo había sido sincera con ella y no tenía que molestarse por ello.
Sara reflexionó y se dio cuenta de que su madre tenía razón.
Al día siguiente fue corriendo a disculparse con Lucía, que la perdonó de inmediato con una gran sonrisa.
Desde entonces, las dos amigas entendieron que la verdadera amistad se basa en la sinceridad.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado, y el que se enfade se quedará sentado.
FIN

Un conejo en la vía
Cuento infantil que fomenta la compasión.
Daniel se reía dentro del auto por las gracias que hacía su hermano menor, Carlos. Iban de paseo con sus padres al Lago Rosado. Allí irían a nadar en sus tibias aguas y

elevarían sus nuevas cometas.


Sería un día de paseo inolvidable. De pronto el coche se detuvo con un brusco frenazo. Daniel oyó a su padre exclamar con voz ronca:
- ¡Oh, mi Dios, lo he atropellado!

Cuento infantil sobre la compasión


- ¿A quién, a quién?, le preguntó Daniel.
- No se preocupen, respondió su padre-. No es nada.
El auto inició su marcha de nuevo y la madre de los chicos encendió la radio, empezó a sonar una canción de moda en los altavoces.
- Cantemos esta canción, dijo mirando a los niños en el asiento de atrás. La mamá comenzó a tararear una tonada. Pero Daniel miró por el vidrio trasero y vio tendido
sobre la carretera el cuerpo de un conejo.
- Para el coche papi, gritó Daniel. Por favor, detente.
- ¿Para qué?, responde su padre.
- ¡El conejo, le dice, el conejo allí en la carretera, herido!
- Dejémoslo, dice la madre, es sólo un animal.
- No, no, para, para.
- Sí papi, no sigas - añade Carlitos-. Debemos recogerlo y llevarlo al hospital de animales. Los dos niños estaban muy preocupados y tristes.
- Bueno, está bien- dijo el padre dándose cuenta de su error. Y dando vuelta recogieron al conejo herido.
Pero al reiniciar su viaje fueron detenidos un poco más adelante por una radio patrulla de la policía vial, que les informó de que una gran roca había caído sobre la
carretera por donde iban, cerrando el paso. Al enterarse de la emergencia, todos ayudaron a los policías a retirar la roca.
Gracias a la solidaridad de todos pudieron dejar el camino libre y llegar a tiempo al veterinario, que curó la pata al conejo. Los papás de Daniel y Carlos aceptaron a
acogerlo en casa hasta que se curara
Unas semanas después toda la familia fue a dejar al conejito de nuevo en el bosque. Carlos y Daniel le dijeron adiós con pena, pero sabiendo que sería más feliz en
libertad.
FIN

El caballo y el asno
Fábulas infantiles para educar en valores
Las fábulas son cortas y breves narraciones literarias, normalmente en verso, que terminan siempre con un mensaje de enseñanza o moraleja de carácter instructivo,
cuyos personajes casi siempre son animales u objetos ficticios. Una buena vía para entretener y a la vez educar a los niños.
Esta fábula enseña a los niños a que se debe ayudar a la gente honesta. Si no le tendemos la mano, podemos estar perjudicando a nosotros mismos.

El caballo y el asno

Un hombre tenía un caballo y un asno.

Un día que ambos iban camino a la ciudad, el asno, sintiéndose cansado, le dijo al caballo:

- Toma una parte de mi carga si te interesa mi vida.

El caballo haciéndose el sordo no dijo nada y el asno cayó víctima de la fatiga, y murió allí mismo.
Entonces el dueño echó toda la carga encima del caballo, incluso la piel del asno. Y el caballo, suspirando dijo:

- ¡Qué mala suerte tengo! ¡Por no haber querido cargar con un ligero fardo ahora tengo que cargar con todo, y hasta con la piel del asno encima!

Cada vez que no tiendes tu mano para ayudar a tu prójimo que honestamente te lo pide, sin que lo notes en ese momento, en realidad te estás perjudicando a ti mismo.

Si conoces alguna otra fábula para niños y quieres compartirla con nosotros y los demás padres, estaremos encantados de recibirla.

FIN

Santilin
Cuentos infantiles sobre la naturaleza
Santilin es un osito muy inteligente, bueno y respetuoso. Todos lo quieren mucho, y sus amiguitos disfrutan jugando con él porque es muy divertido.
Le gusta dar largos paseos con su compañero, el elefantito. Después de la merienda se reúnen y emprenden una larga caminata charlando y saludando a las mariposas
que revolotean coquetas, desplegando sus coloridas alitas.

Cuentos infantiles con valores

Siempre está atento a los juegos de los otros animalitos. Con mucha paciencia trata de enseñarles que pueden entretenerse sin dañar las plantas, sin pisotear el césped,
sin destruir lo hermoso que la naturaleza nos regala.
Un domingo llegaron vecinos nuevos. Santilin se apresuró a darles la bienvenida y enseguida invitó a jugar al puerco espín más pequeño.

Lo aceptaron contentos hasta que la ardillita, llorando, advierte:

- Ay, cuidado, no se acerquen, esas púas lastiman.

El puerco espín pidió disculpas y triste regresó a su casa. Los demás se quedaron afligidos, menos Santilin, que estaba seguro de encontrar una solución.
Pensó y pensó, hasta que, risueño, dijo:

- Esperen, ya vuelvo.

Santilin regresó con la gorra de su papá y llamó al puerco espín.

Le colocaron la gorra sobre el lomo y, de esta forma tan sencilla, taparon las púas para que no los pinchara y así pudieran compartir los juegos.

Tan contentos estaban que, tomados de las manos, formaron una gran ronda y cantaron felices.
FIN

Fabulas

EL LEÓN Y EL RATÓN

Dormía tranquilamente un león, cuando un ratón empezó a juguetear encima de su cuerpo. Despertó el león y rápidamente atrapó al ratón; y a punto de
ser devorado, le pidió éste que le perdonara, prometiéndole pagarle cumplidamente llegado el momento oportuno. El león echó a reir y lo dejó marchar.

Pocos días después unos cazadores apresaron al rey de la selva y le ataron con una cuerda a un frondoso árbol. Pasó por ahí el ratoncillo, quien al oir
los lamentos del león, corrió al lugar y royó la cuerda, dejándolo libre.

-- Días atrás -- le dijo --, te burlaste de mí pensando que nada podría hacer por tí en agradecimiento. Ahora es bueno que sepas que los pequeños
ratones somos agradecidos y cumplidos.

Nunca desprecies las promesas de los pequeños honestos. Cuando llegue el momento las cumplirán.

LA ZORRA Y LAS UVAS


Estaba una zorra con mucha hambre, y al ver colgando de una parra unos deliciosos racimos de uvas, quiso atraparlos con su boca.

Mas no pudiendo alcanzarlos, se alejó diciéndose:

-- ¡ Ni me agradan, están tan verdes... !


Nunca traslades la culpa a los demás de lo que no eres capaz de alcanzar.

LAS RANAS PIDIENDO REY

Cansadas las ranas del propio desorden y anarquía en que vivían, mandaron una delegación a Zeus para que les enviara un rey.

Zeus, atendiendo su petición, les envió un grueso leño a su charca.


Espantadas las ranas por el ruido que hizo el leño al caer, se escondieron donde mejor pudieron. Por fin, viendo que el leño no se movía más, fueron
saliendo a la superficie y dada la quietud que predominaba, empezaron a sentir tan grande

desprecio por el nuevo rey, que brincaban sobre él y se le sentaban encima, burlándose sin descanso.
Y así, sintiéndose humilladas por tener de monarca a un simple madero, volvieron donde Zeus, pidiéndole que les cambiara al rey, pues éste era
demasiado tranquilo.
Indignado Zeus, les mandó una activa serpiente de agua que, una a una, las atrapó y devoró a todas sin compasión.

A la hora de elegir los gobernantes, es mejor escoger a uno sencillo y honesto, en vez de a uno muy emprendedor pero malvado o corrupto.

EL ÁGUILA Y LOS GALLOS


Dos gallos reñían por la preferencia de las gallinas; y al fin uno puso en fuga al otro.

Resignadamente se retiró el vencido a un matorral, ocultándose allí. En cambio el vencedor orgulloso se subió a una tapia alta dándose a cantar con
gran estruendo.

Mas no tardó un águila en caerle y raptarlo. Desde entonces el gallo que había perdido la riña se quedo con todo el gallinero.

A quien hace alarde de sus propios éxitos, no tarda en aparecerle quien se los arrebate.

EL CABALLO VIEJO

Un caballo viejo fue vendido para darle vueltas a la piedra de un molino. Al verse atado a la piedra, exclamó sollozando:

-- ¡ Después de las vueltas de las carreras, he aquí a que vueltas me he reducido !

No presumáis de la fortaleza de la juventud. Para muchos, la vejez es un trabajo muy penoso.

LA RANA GRITONA Y EL LEÓN


Oyó una vez un león el croar de una rana, y se volvió hacia donde venía el sonido, pensando que era de algún animal muy importante.

Esperó y observó con atención un tiempo, y cuando vio a la rana que salía del pantano, se le acercó y la aplastó diciendo:

-- ¡ Tú, tan pequeña y lanzando esos tremendos gritos !

Quien mucho habla, poco es lo que dice.


LA GOLONDRINA Y EL RUISEÑOR

Invitó la golondrina a un ruiseñor a construir su nido como lo hacía ella, bajo el techo de las casas de los hombres, y a vivir con ellos como ya lo hacía
ella. Pero el ruiseñor repuso:

-- No quiero revivir el recuerdo de mis antiguos males, y por eso prefiero alojarme en lugares apartados.

Los bienes y los males recibidos, siempre quedan atados a las circunstancias

que los rodearon.

EL CUERVO Y LA CULEBRA
Andaba un cuervo escaso de comida y vio en el prado a una culebra dormida al sol; cayó veloz sobre ella y la raptó. Mas la culebra, despertando de su
sueño, se volvió y la mordió. El cuervo viéndose morir dijo:

-- ¡Desdichado de mí, que encontré un tesoro pero a costa de mi vida!

Antes de querer poseer algún bien, primero hay que valorar si su costo vale la pena.

LOS DOS PERROS


Un hombre tenía dos perros. Uno era para la caza y otro para el cuido. Cuando salía de cacería iba con el de caza, y si cogía alguna presa, al regresar,
el amo le regalaba un pedazo al perro guardián. Descontento por esto el perro de caza, lanzó a su compañero algunos reproches: que sólo era él quien
salía y sufría en todo momento, mientras que el otro perro, el cuidador, sin hacer nada, disfrutaba de su trabajo de caza.

El perro guardián le contestó:

-- ¡ No es a mí a quien debes de reclamar, sino a nuestro amo, ya que en lugar de enseñarme a trabajar como a tí, me ha enseñado a vivir
tranquilamente del trabajo ajeno !

Pide siempre a tus mayores que te enseñen una preparación y trabajo digno para afrontar tu futuro, y esfórzate en aprenderlo correctamente

Un hombre tenía dos perros. Uno era para la caza y otro para el cuido. Cuando salía de cacería iba con el de caza, y si cogía alguna presa, al regresar,
el amo le regalaba un pedazo al perro guardián. Descontento por esto el perro de caza, lanzó a su compañero algunos reproches: que sólo era él quien
salía y sufría en todo momento, mientras que el otro perro, el cuidador, sin hacer nada, disfrutaba de su trabajo de caza.

El perro guardián le contestó:

-- ¡ No es a mí a quien debes de reclamar, sino a nuestro amo, ya que en lugar de enseñarme a trabajar como a tí, me ha enseñado a vivir
tranquilamente del trabajo ajeno !

Pide siempre a tus mayores que te enseñen una preparación y trabajo digno para afrontar tu futuro, y escórzate en aprenderlo correctamente.

EL CUERVO Y HERMES

Un cuervo que había caído en un cepo prometió a Apolo que le quemaría incienso si lo salvaba; pero una vez liberado de la trampa olvidó su promesa.

Capturado de nuevo en otro cepo, dejó a Apolo para dirigirse a Hermes, prometiéndole también un sacrificio. Mas el dios le dijo:

-- ¿ Cómo voy a creerte ahora, miserable, si ya engañaste y renegaste de tu primer señor ?

Si por nuestra voluntad faltamos a nuestra primera promesa, no tendremos oportunidad de que nos crean una segunda.

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