Вы находитесь на странице: 1из 2

Sociología 1

Alternativas al matrimonio y a la familia

Comunas

La familia tiene críticos desde hace tiempo. En el siglo XIX, numerosos pensadores propusieron que la familia fuera
sustituída por formas de vida más comunales. Algunas de estas ideas fueron puestas en práctica; uno de los mejores
ejemplos es la comunidad oneida, de Nueva Inglaterra (EE UU), constituída a mediados del siglo XIX. Estaba basada
en las creencias religiosas de Jhon Noyes. Todos los hombres de la comunidad estaban casados con todas las mujeres, y
se suponía que todos eran los padres de los niños de la comunidad. Después de varias dificultades iniciales, el grupo
aumentó hasta incluir a cerca de trescientas personas, y duró unos treinta años antes de disolverse. Desde entonces se
han fundado muchas otras comunidades, en Gran Bretaña y en muchos otros países occidentales. En la década de 1960
se establecieron una gran diversidad de grupos comunales, que a menudo incluían relaciones sexuales libres dentro del
grupo y la responsabilidad colectiva hacia la educación de los niños. Aún hoy siguen existiendo un pequeño número de
tales grupos.
El ejemplo actual más importante de vida doméstica comunal es el de los kibbutzim de Israel. Un kibbutz es una
comunidad de familias e individuos que cooperan en la crianza de los niños. La mayoría de los kibbutzim eran
originalmente empresas agrícolas colectivas, pero hoy muchos se han pasado a la producción industrial. Existen más de
240 kibbutzim en Israel, que totalizan casi 100.000 miembros. Algunos son pequeños, con no más de 50 miembros,
mientras que otros incluyen hasta 2.000 personas. Cada kibbutz opera como un solo hogar, y el cuidado de los niños se
considera la responsabilidad de toda la comunidad y no de la familia. En algunos de ellos los niños viven en «casas de
niños» especiales y no con sus padres, aunque por lo común pasan los fines de semana con sus familias.

Los kibbutzim fueron originalmente establecidos con una intención radical. La propiedad comunal de los bienes, junto
con la crianza de los niños por parte de¡ grupo, habrían de permitir a los miembros de los kibbutzim el escapar de la
naturaleza individualista y competitiva de la vida en las sociedades modernas. Estos ideales no se han abandonado en
modo alguno, pero a lo largo de los años la mayoría de los kibbutzim han optado por formas de vida más
convencionales que las que se favorecían en las fases iniciales. Por ejemplo, ahora es más común que antes el que los
niños duerman en las habitaciones de sus padres. En la actualidad las casas de los niños en los kibbutz quizás queden
mejor descritas como suministradoras de extensas facilidades para el cuidado de los niños y no como indicativas de la
responsabilidad comunal en la crianza de los niños.

Cohabitación

La cohabitación -una pareja convive en una relación sexual sin estar casadase ha ido extendiendo cada vez más en la
mayoría de las sociedades occidentales. En Gran Bretaña hasta muy recientemente la cohabitación solía considerarse un
tanto escandalosa. Durante la década de 1980, sin embargo, el número de hombres y mujeres que compartían una casa
había aumentado en casi un 300 por 100. La cohabitación se ha extendido entre los estudiantes universitarios. No se ha
llevado a cabo prácticamente ninguna investigación sobre la cohabitación en el Reino Unido, pero las encuestas de
Estados Unidos indican que cerca de uno de cada cuatro estudiantes vive con un compañero con el que tiene una
relación sexual en algún momento durante el curso de sus carreras universitarias.
En la actualidad, en el Reino Unido la cohabitación parece ser en su mayor parte una etapa experimental antes del
matrimonio. Las personas jóvenes generalmente se van a vivir juntos más bien dejándose llevar por la marcha de las
cosas que por un plan calculado. Una pareja que ya tiene una relación sexual pasa cada vez mas tiempo junta, y
finalmente deja uno u otro de sus hogares individuales. Los jóvenes que viven juntos casi siempre piensan en casarse
alguna vez, pero no necesariamente con sus actuales parejas. Sólo una minoría de estas parejas lleva sus asuntos
económicos en común. El vivir con un miembro del sexo opuesto sigue siendo una actividad más bien furtiva de
algunas personas a finales de su adolescencia. La mayoría de las mujeres jóvenes siguen tratando de ocultar la
verdadera naturaleza de su modo de vida a los padres, aunque los hombres están menos preocupados por esto.

Familias de padres gay

Muchos hombres y mujeres homosexuales viven ahora en relaciones estables como parejas, y algunas parejas gay han
sido formalmente «casadas», incluso aunque el derecho no reconozca tales ceremonias. La relajación de actitudes
previamente intolerantes hacia la homosexualidad ha ido acompañada de una creciente tendencia a que los tribunales
dejen la custodia de los niños a madres que viven relaciones homosexuales. Las técnicas de la inseminación artificial
significan que mujeres homosexuales pueden tener una familia sin contactos heterosexuales. Si bien prácticamente
todas las familias gay en Gran Bretaña están formadas por dos mujeres, durante cierto período a finales de la década de
1960 y principios de los años setenta las instituciones de asistencia social de varias ciudades de EE. concedieron la
custodia de adolescentes gay sin hogar a parejas homosexuales masculinas. La práctica fue interrumpida, en gran parte a
causa de la reacción pública adversa.
Sociología 2

Quedarse soltero

Varios factores se han combinado para aumentar el número de personas que viven solas en las sociedades occidentales
modernas. Una es la tendencia hacia los matrimonios más tardíos -las personas se casan ahora, como promedio, tres
años más tarde que en 1960-, otra es el aumento en las tasas de divorcio, Otro factor es el creciente número de personas
de edad avanzada en la población cuyos compañeros han muerto. El estar solo significa diversas cosas en diferentes
períodos del ciclo vital. Ahora hay una proporción de personas solteras de veinte anos mayor que antes. A mediados de
la treintena, sin embargo, sólo hay una pequeña minoría de personas que no se hayan casado nunca. La mayoría de los
que permanecen solos entre treinta y cincuenta años están divorciados y «entre matrimonios». La mayoría de los
solitarios con más de cincuenta años están viudos.
Peter Stein entrevistó a 60 individuos solteros en el período de edad de veinticinco a cuarenta y cinco años (Stein,
1980). La mayoría tenían sentimientos ambivalentes hacia la soltería. Reconocían que estar solteros a menudo
contribuía a sus oportunidades profesionales porque podían concentrarse plenamente en el trabajo, que ponía a su
disposición una mayor variedad de experiencias sexuales, y favorecía la libertad y la autonomía globales. Por otra parte,
reconocían la dificultad de estar solteros en un mundo en el que la mayoría de las personas de su edad estaban casados,
y sufrían de aislamiento o soledad. En conjunto, muchos sentían que las presiones en favor del matrimonio eran .
mayores que los incentivos para quedarse solteros.

¿Decadencia de la familia?

En 1859, un colaborador de la Boston Quarterly Review escribía: «La familia, en su antiguo sentido, está
desapareciendo de nuestro país, y no sólo están amenazadas nuestras instituciones libres, sino que también está en
peligro la existencia misma de nuestra sociedad» (citado en Lantz, Schultz y O'Hara, 1977). Este tipo de juicio ha
encontrado eco a lo largo de los años en la mayor parte de los países occidentales, siendo expresado repetidas veces y
con ansiedad. El Partido Conservador hizo de la familia una cuestión política en Gran Bretaña durante los años ochenta.
Margaret Thatcher manifestó en la Conferencia de Mujeres Conservadoras de 1986: «Nuestra política se inicia con la
familia, con su libertad y bienestar.» Los críticos de la familia, por otra parte, han deseado la decadencia, e incluso la
desaparición, de las institticiones familiares.
Como se ha dicho tantas veces -con escasa justificación real de que la familia está desapareciendo, debemos mostrarnos
escépticos ante los juicios rotundos. Sin embargo, sería difícil negar que en la actualidad se están produciendo cambios
fundamentales tanto en la naturaleza del matrimonio como de la familia, lo que expresa cambios sociales más amplios a
la vez que contribuye a ellos. Parece casi seguro que florecerá de forma continuada una variedad de relaciones sociales
y sexuales. Y parece igualmente claro que la familia no está al borde de derrumbarse o de decaer.

Вам также может понравиться