Вы находитесь на странице: 1из 42

Macroeconomía Intermedia

2018

Políticas económicas de los últimos cuatro gobiernos en Colombia

Por: Juan Daniel Mazo Barrientos

I. Descripción

En la actualidad, debido a las elecciones presidenciales, el país se debate alrededor


de un sufragio que fijará el rumbo económico en los próximos años. Por ello, se
hace pertinente analizar las políticas económicas que rigieron en la nación hasta
ahora, haciendo un especial énfasis en los gobiernos de Ernesto Samper, Andrés
Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.

Objetivos

- Describir las políticas económicas del país en los últimos cuatro gobiernos.
- Analizar el comportamiento económico del país en los últimos 25 años.
- Comparar las políticas económicas de los últimos cuatro gobiernos en el país.
- Revisar las propuestas que, en materia de políticas económicas, tienen los
candidatos presidenciales Gustavo Petro e Iván Duque.

Justificación

Hace algunos días el actual presidente, Juan Manuel Santos, anunció al país y al
mundo que Colombia ingresaría al denominado “Club de las buenas prácticas”
(Dinero, 2018). Este club, sin embargo, fija un costo para poder ingresar y
mantenerse en él. Uno de esos costos es, por ejemplo: “Reducir los impuestos y
contribuciones sobre salarios” (El país, 2018). Algo que, necesariamente,
configuraría la política fiscal del próximo gobierno si este se interesa en mantenerse
en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE, que es
como se denomina dicho club.

Por eso, analizar las propuestas que, en materia de políticas económicas, tienen los
dos candidatos a la presidencia, Gustavo Petro e Iván Duque, se hace útil para
determinar la viabilidad de que Colombia permanezca en la OCDE.
Políticas económicas en Colombia

Además, realizar una revisión crítica de estas políticas en los gobiernos que han
precedido al que ahora termina, también se hace necesario para conocer los
caminos que llevaron al país a pertenecer a esta respetada organización
internacional. Procurando, a su vez, por establecer un paralelo entre lo que fueron
estos gobiernos y lo que le depara al país en relación a las propuestas de los
candidatos presidenciales antes mencionados.

Metodología

En vista de que es necesario revisar la literatura existente en cuanto a las políticas


económicas de los últimos cuatro gobiernos del país, se propone una investigación
de carácter exploratorio, en la que la recolección de los datos se realiza a través de
la revisión de publicaciones que sobre esta materia se encuentran en bases de
datos indexadas y páginas de divulgación económica.

Se plantea la revisión de 30 fuentes bibliográficas para consolidar una información


suficiente, que permita establecer un paralelo entre las propuestas que, en materia
de políticas económicas, tienen los candidatos Gustavo Petro e Iván Duque,
comparándolas con las estrategias que en pasados gobiernos se desarrollaron en
el país.

Fundamentación Teórica

Las políticas económicas han sido concebidas como un conjunto de herramientas


técnicas, que permiten a los gobiernos establecer objetivos que maximicen el
bienestar de la sociedad (Mankiw, 2012). Por eso, el estudio de la trayectoria que a
lo largo de las años han seguido los gobiernos, se hace vital para entender qué
fenómenos pueden anticiparse, optimizando así tiempo y resultados.

Tal razonamiento es congruente con lo que, por ejemplo, propuso el economista


inglés John Maynard Keynes en la primera mitad del siglo XX, cuando en su obra
denominada “La teoría general de la ocupación, el interés y el Dinero”, propugnaba
por la importancia de la intervención del Estado en la economía, debido a que el
mercado era incapaz, por sí mismo, de proveer lo necesario para mejorar las
condiciones de vida de los ciudadanos (The School of Life, 2017).

2
De esta manera, gracias al pensamiento de Keynes, el Estado se constituye como
el planificador que debe agenciar los desequilibrios de la economía a través de sus
políticas macroeconómicas. El Estado ya no solo pensado como un ente coercitivo
que monopoliza aspectos de la vida en comunidad, sino como un ente de bienestar.

Sin embargo, la efectividad de esas políticas no depende de la existencia misma del


Estado, sino del interés de quienes asumen las riendas de los gobiernos. Puesto
que, tanto las leyes como los programas sociales, son puestos en marcha por
presidentes, ministros o congresistas. Así, tal y como asegura Mankiw (2012):

En una democracia representativa, el diseño de la política económica no


es una tarea fácil y generalmente los presidentes y otros políticos tienen
razones válidas para no implementar las políticas sugeridas por los
economistas, quienes ofrecen asesoría clave al proceso político, pero su
consejo es sólo uno de los ingredientes de la compleja receta (p. 33).

Si bien los políticos pueden ser conscientes de la necesidad de poner en marcha


estrategias en función de las políticas económicas, o si bien pueden tener asesores
lo suficientemente versados sobre estos temas, en último término tienen la potestad
para atender o no sugerencias encaminadas a ello:

Cuando pensamos en la política económica, debemos recordar que esta


política está hecha no por un rey benevolente sino por personas reales con
deseos propios demasiado humanos. En ocasiones están motivados por
promover el interés nacional, pero en ocasiones están motivados por sus
propias ambiciones políticas y financieras. No nos debería sorprender
cuando la política económica no se asemeje a los ideales derivados en los
libros de texto de economía (Mankiw, 2012, p. 479).

Por eso, no se puede dar por sentado que las políticas económicas establecidas en
el pasado fueron motivadas por una mirada científica o profesional de los temas que
aquí abordamos. Por el contrario, lo pertinente es analizar críticamente estas
políticas para prever cómo será el desempeño del país en los próximos años.
Políticas económicas en Colombia

Resumen, análisis y conclusiones de los cuatro últimos gobiernos

Política Fiscal

En relación a la política fiscal de los últimos años, existe diversa literatura que, al
respecto, es contradictoria entre sí. Por ejemplo, en un análisis propuesto por
Moreno, González & Maldonado (2008), se concluye que:

Desde el punto de vista de economía política, se encuentra que el


ejecutivo utilizó a lo largo del siglo instrumentos excepcionales para lograr
sus objetivos de ingreso y gasto en momentos fiscales críticos y en cuya
aprobación no quería pasar por el Congreso. Esta decisión, fue más exitosa
en términos fiscales con los ingresos que con los gastos (p. 65).

Sin embargo, cuando se analiza cada uno de los períodos de gobierno, se


encuentran conclusiones que permiten poner en duda, o por lo menos rebatir, esta
afirmación. Así, por ejemplo, en relación a la administración de Ernesto Samper, se
afirma que:

La administración Samper no se caracterizó por una posición de defensa


firme del presupuesto público y nunca se le vio dar una pelea con ningún
grupo de presión que se le enfrentó, fueran sindicatos, gremios, militares, etc.
Esto condujo a una soltura del gasto tanto de funcionamiento como de
inversión.

Si bien es cierto que el gobierno debió enfrentar las transferencias


comprometidas por la Constitución de 1991, lo que debió hacer y no hizo fue
reducir su gasto en las áreas que estaba trasladando y reducir en términos
absolutos su tamaño mientras crecía el tamaño de los gobiernos regionales.
Al no hacerlo, provocó el enorme hueco fiscal que le correspondió enfrentar
a las próximas administraciones y a los ciudadanos, no sólo en la forma de
mayores impuestos, sino también con tasas de interés más altas porque el
gobierno requerirá financiarse también en el mercado doméstico de capital.
Por lo demás, se ha causado una duplicación de gastos y funciones que nos

4
lanzan a la más absurda asignación de recursos públicos (Kalmanovitz, 1999,
p. 17).

Por otra parte, en el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), se encuentra que si


bien hubo un estancamiento, algo positivo en materia fiscal fue el acuerdo logrado
con el Fondo Monetario Internacional, algo que repercute hasta nuestros días,
debido a que: “revivió la confianza de los agentes en términos de compromisos
fiscales y redujo la incertidumbre en cuanto a financiamiento externo” (Rhenals &
Torres, 2003, p. 62).

Sin embargo, las características más destacables de este período se desprenden


de:

Un “ajuste fiscal” caracterizado por mayores impuestos, reducción de la


inversión pública y prácticamente nada en materia de gastos de consumo es,
sin duda, recesivo y poco sostenible. Aún más, a juzgar por el déficit
estructural, dicho ajuste no se presentó (Rhenals & Torres, 2003, p. 62).

Además, la administración de Pastrana se destaca por un aumento del presupuesto


destinado a las fuerzas policivas y militares (Portafolio, 2009); algo que si bien era
contrario al interés que tenía el entonces presidente de lograr un acuerdo de paz,
consolidó lo que sería el eje fundamental del gobierno siguiente, el de Álvaro Uribe
Vélez; quien fungió como presidente durante 8 años, desde el 2002 hasta el 2010.

Los dos períodos de Álvaro Uribe como presidente fueron relativamente similares
en materia fiscal. Destacándose el hecho de que:

El Gobierno de Álvaro Uribe Vélez se dio a la tarea de reestructurar el


Estado, mediante la supresión de cargos, fusión de ministerios, el trámite del
referendo y las reformas económicas principalmente en materia de pensiones
y tributos (…) Una vez posesionado el nuevo gobierno, se planteó el grave
problema de las finanzas públicas y los desequilibrios sociales, por ello el
Presidente anunció que los ingresos del Estado deben servir para ayudar a
los más pobres (Moreno, et al., 2008).
Políticas económicas en Colombia

No obstante, al final de su mandato, las cifras en materia fiscal dejaban mucho que
desear, pues se comparaba la situación del país con la que había recibido el
entonces presidente en el año 2002:

Fuente: Dinero (2010).

Y se advertía que el presidente siguiente, Juan Manuel Santos, se encontraría ante


un déficit fiscal que ataría la maniobrabilidad del Estado. Belálcazar (2010) lo
anticipaba así:

Ahora que se termina el mandato del Presidente Álvaro Uribe el tema


fiscal se vuelve a poner sobre la mesa. No sólo porque la emergencia social
en salud puso en evidencia el déficit del sistema sino porque este gobierno
está comprometiendo en sus últimos días vigencias futuras de su sucesor.
Por ahora, Colombia está gastando más de lo que le entra (La Silla Vacía,
2010).

Aunque en el gobierno de Uribe, gracias a su política de seguridad, aumentó la


inversión extranjera, la realidad es que indicadores como el desempleo rozaban
cifras poco alentadoras: “En 2002 la tasa de desempleo era del 14%. Y aunque hoy

6
es del 11,6%, no bajó al 8,8%, como prometió reiteradamente Uribe, quien atribuye
parte de la culpa a la crisis económica mundial de 2007 y 2008.” (Salazar, 2010).

Con esta realidad asume Juan Manuel Santos, quien, por ejemplo, aumentó el gasto
público social en comparación a sus antecesores:

Fuente: CEPAL

Esto, consecuente con las teorías de Keynes, permitió al país mantenerse a flote, a
pesar de las adversidades económicas que, en la comunidad internacional, aún
resonaban como producto de las crisis anteriores:

A pesar de establecer que la política fiscal se ejecutará de manera contra


cíclica, el periodo 2010-2014 marcó otro panorama. La política fiscal se
manejó de las dos maneras (contracíclica y procíclica). A pesar de las crisis
económicas internacionales, Colombia mantuvo una cierta estabilidad
macroeconómica en el cuatrienio. Por otro lado, es una imprecisión que el
gobierno establezca solo una manera de manejar la política fiscal. Es
importante ser coherentes y concertar en que momentos la política fiscal
debe ser procíclica y contracíclica (Zamudio, 2016, p. 22).

Tal estrategia fue una constante en el gobierno de Juan Manuel Santos, pues en el
último año (2017) las adiciones al presupuesto destinado al gasto público fueron
Políticas económicas en Colombia

considerables. Así, tal y como informaba EL PAÍS (2017) el Ministro de Hacienda,


Mauricio Cárdenas:

Explicó que con dicha adición por $8,56 billones el Presupuesto General
de la Nación ascendió a un total de $233 billones, lo que en su opinión
permitirá impulsar la economía nacional, de acuerdo a las inversiones que
podrán comenzar a ejecutar las diferentes entidades y carteras en los
sectores Agropecuario, Minas y Energía, Educación, Inclusión Social, Salud
y el Posconflicto.

No obstante, pese a las alentadoras cifras que respaldaron el gobierno Santos, hay
quienes como Daniel Niño (2017) sostienen que:

Tanto Uribe como Santos, muy a pesar de sus buenas intenciones, no


dejaron, también, de mal gastar; dejaron de construir condiciones
económicas de largo plazo. Favorecieron el menudeo para aceitar el
tejemaneje del Congreso, el poder judicial y comprar la gobernabilidad
(Dinero, 2017).

Lo que, evidentemente, también plantea retos importantes para el eventual gobierno


de Iván Duque o Gustavo Petro, quienes deberán garantizar que la ejecución de los
recursos que ingresan al Estado sean destinados de la mejor manera. Evitando
cometer los errores del pasado, pues, tal y como afirman Guzmán & Ramírez
(2015):

Durante los últimos veinte años Colombia ha necesitado de catorce


reformas tributarias para aumentar su recaudo, y a la vez tendientes a
fortalecer y modernizar el sistema tributario. La necesidad de aumentar el
recaudo se incrementó en gran medida a partir del año 1.991 fecha en la cual
surgieron hechos trascendentales como la apertura económica y la reforma
constitucional, desde esa fecha el gasto ha venido creciendo de forma

8
desproporcionada, el gobernante de turno ve en el fisco la salvación para
brindar el equilibrio que necesita la economía (p. 15).

Fuente: Guzmán & Ramírez (2015)

Política Monetaria

Si bien la política monetaria depende más del Banco de la República que del
gobierno nacional, esta de cierta manera se configura por las acciones que, por
ejemplo en materia fiscal, adoptan los gobiernos. Además de que, constantemente,
el Banco de la República tiene la obligación de responder ante el gobierno nacional,
el congreso o la opinión pública, sobre asuntos de su resorte:

La coordinación entre la política monetaria y la política fiscal es


fundamental para el adecuado desempeño de la economía, la principal razón
es que en el corto plazo, los objetivos trazados por las autoridades pueden
resultar incompatibles; también es importante debido a que las acciones de
política fiscal pueden condicionar las decisiones de política monetaria y
viceversa, poniendo en riesgo la estabilidad de la economía ante
perturbaciones exógenas. Es decir, si las autoridades de política económica
no asumen una posición coordinada entre sus acciones, el resultado
potencial sería una fuerte inestabilidad de la economía, con altas tasas de
interés, presiones del tipo de cambio, un acelerado aumento del nivel de
precios y por supuesto, un impacto negativo sobre el crecimiento del
Políticas económicas en Colombia

producto. (…) Ahora bien, si la misión del Banco de la República es controlar


la inflación, y para ello hace uso de “instrumentos” de política, que a su vez
pueden transmitir efectos sobre algunas de las variables reales descritas
antes, como por ejemplo el empleo ¿cómo debe actuar el gobierno ante esta
situación? si, con razón, ningún gobierno quiere altas tasas de desempleo.
En este sentido, las decisiones de gasto fiscal tomadas por el gobierno se
ven limitadas por las consecuencias que puedan derivar en el nivel de
precios, y a su vez los decisores de la política monetaria manipulan con
cautela instrumentos como las tasas de interés y las OMAS, conscientes de
sus potenciales efectos si no se toma la decisión adecuada (Rodríguez,
Mendoza & Romo, 2014, p. 147).

Por ello, cuando las tasas de interés aumentan, la responsabilidad es compartida


frente a los ojos de los ciudadanos. Pues tanto el Gobierno como el Banco de la
República, cumpliendo el mandato de la Constitución, deben contribuir en mejorar
el bienestar de la población.

En este orden de ideas, se tiene entonces que en el gobierno de Ernesto Samper


pese a los escándalos políticos que caracterizaron la época, puede decirse que el
peso, la moneda nacional, se mantuvo estable en relación a monedas muy fuertes
como el dólar, lo que configuró la banda cambiaria a favor de la estabilidad
económica del país:

Dadas las previsiones sobre flujos de capital y futuras exportaciones de


petróleo, nadie planteaba la eliminación de la banda cambiaria, pues esto
implicaría una fuerte revaluación. La banda garantizaba limitar la revaluación.
El régimen funcionó bastante bien, pues evitó una corrida contra el peso
durante la crisis política en el gobierno de Samper, y una fuerte revaluación
en la época de las privatizaciones en 1996. También evitó una burbuja
especulativa contra el peso a raíz de la incertidumbre política durante las
elecciones de 1998 (Urrutia, 2002, pp. 17-18).

Esta incertidumbre derivada de las elecciones presidenciales, sería además la


antesala de toda la situación del país durante el cuatrenio de Andrés Pastrana e

10
inclusive de años posteriores, como veremos más adelante, pues, tal y como
afirman Mesa & Ramos (2003):

Colombia, en el cuatrienio Pastrana, recuperó el equilibrio externo en


medio de un gran deterioro de la actividad económica (la producción cayó
4,2% en 1999 y se estancó en los cuatro años siguientes) y una baja tasa de
ahorro (12,5% del PIB). En el cuatrienio 1991-1994, la economía colombiana
creció 4,3% anual y su tasa de ahorro se situó en 21,1% del PIB. En la
administración Samper, aunque la economía registró niveles preocupantes
de déficit en cuenta corriente (aproximadamente, 5% del PIB), los resultados
en materia de crecimiento y ahorro fueron mejores (2,8% anual y 17,7%,
respectivamente) (p. 81).

De esta manera, se concluye entonces que en estas dos administraciones pese a


las coyunturas propias del entramado político, la mirada precisa de los miembros de
la junta directiva del Banco de la República estabilizó los aspectos más sensibles
de las políticas económicas del país. Puesto que, mientras los presidentes
expandían su política fiscal, el banco de la república se ajustaba a los apretados
momentos:

El manejo monetario fue particularmente difícil en los noventa porque el


Estado financió un creciente déficit fiscal y un aumento del gasto público con
endeudamiento externo y privatizaciones financiadas en divisas. Los flujos
de capital así generados se sumaron a los destinados al sector privado,
generándose así fuertes tendencias revaluacioncitas que el Banco de la
República solo pudo mitigar parcialmente. (…) La política fiscal fuertemente
expansiva entre 1993 y 1997 en plena bonanza de inversión petrolera y de
construcción dificultó mucho la política monetaria e hizo crecer la demanda
agregada por encima del potencial productivo de la economía (Urrutia, 2002,
pp. 18-25).

De esta manera, a través de mecanismos como la tasa de interés, el Banco de la


República se permitiría hacer un contrapeso a la política fiscal del Gobierno, que se
Políticas económicas en Colombia

ve reflejada, por ejemplo, a través de los flujos de capital destinados al sector


privado.

Fuente: Tasa de interés y devaluación nominal (Mesa & Ramos, 2003).

Ahora bien, con la llegada al poder de Álvaro Uribe Vélez, y debido a la situación
de la política fiscal que se ha descrito previamente durante su mandato, puede
asegurarse que en su primer período de gobierno es válido: “Señalar una mayor
laxitud de la política monetaria, que se reflejó en el descenso de las tasas de interés
y en la mayor volatilidad del tipo de cambio real, especialmente entre 2004 y 2007
donde se agudizó el proceso de revaluación del peso” (González, Gómez & Mesa,
2007, p. 145).

Sin embargo, a partir del 2008, y debido a la situación económica internacional, se


puede apreciar un descenso en los indicadores del país. Esto sería un golpe tan
duro para la administración de Uribe, del cual, como vimos con anterioridad, no
saldría bien librado el entonces mandatario, especialmente en materia fiscal:

Tras un período de auge de cuatro años de la economía colombiana que


finalizó en 2007 con una tasa de crecimiento del PIB de 7,5%, el 2008 se
caracterizó por un importante descenso en la actividad económica que se
reflejó en una caída de 5 puntos en el crecimiento de ese año (2,5% de PIB)

12
y un fuerte aumento de la tasa de inflación (7,67%) que ocasionó el
incumplimiento en la meta del Banco de la República en este período. Para
2009, el deterioro en la tasa de crecimiento de la economía fue notable,
alcanzando un nivel de 0,4% en el promedio del año. Siendo este desempeño
el peor de los últimos 10 años, no alcanzó a igualar el resultado de 1999,
cuando la economía registró en algunos trimestres tasas de crecimiento
negativas que bordearon el 8% (Mesa, González & Aguirre, 2009, p. 70).

Y dicho planteamiento es congruente con el análisis que hacen otros autores, al


apreciarse que una economía pequeña como la colombiana, fue perturbada por la
dinámica de la economía mundial y por los términos de intercambio. En los últimos
años del gobierno Uribe, la inflación dependió mayoritariamente de los precios
internacionales de los bienes importados (Restrepo, Martínez & Lopera, 2011) y,
particularmente, de la tasa de cambio:

Fuente: (Restrepo, Martínez & Lopera, 2011).

No obstante, el gobierno de Juan Manuel Santos iniciaría en el 2011 con muy


buenos indicadores en materia económica. Algo que sería concordante con su
política fiscal, en materia de política monetaria, pues el Banco de la República desde
el inicio de gobierno, tomó las medidas necesarias:

En materia monetaria el Banco de la República mantuvo durante todo el


año las alertas prendidas y actuó desde inicios de 2011 con el fin de evitar
Políticas económicas en Colombia

presiones ocasionadas por el buen dinamismo de la actividad económica en


general, de la demanda interna, del mercado crediticio y de los vaivenes de
los mercados internacionales. Concretamente su intervención en 2011
estuvo caracterizada por 7 incrementos de 25 puntos básicos en la tasa de
interés de política, junto con el programa de subastas diarias de US$20
millones en el mercado cambiario durante los 9 primeros meses del año
(Banco de la República, 2012). La intervención del Banco de la República a
través de la tasa de interés de política monetaria tuvo los efectos deseados
en la economía, pues se nota como a lo largo del año tanto la tasa pasiva
(DTF a 90 días), como la tasa activa (colocación total), y la tasa de interés
interbancaria (TIB), iban reaccionando a cada una de las intervenciones
realizadas por parte del Emisor (Atehortúa, López & Mesa, 2011, p. 18).

Al final del primer año del gobierno de Juan Manuel Santos el panorama para el
país pintaba muy bien en materia macroeconómica, y las cifras serían un constante
respaldo en sus políticas económicas desde un inicio:

Fuente: Atehortúa, López & Mesa (2011)

Ahora bien, el Banco de la República durante los años que han conformado el
mandato de Juan Manuel Santos, ha optado por mantener estrategias que gracias
a la vigorosidad económica de la nación, pueden ayudar a mantener estable la
situación del país, cuando se apuntalan dichas estrategias a la política fiscal del

14
gobierno de turno. La inflación objetivo, por ejemplo, pese a que en el pasado tuvo
sus altibajos, fue importante en materia de política monetaria, tal y como aseguran
Pardo & Clavijo (2018):

Para el caso de Colombia la prueba sí permitió hallar evidencia a favor de


un cambio en la estructura económica del país, al modificar la importancia
relativa de, por ejemplo, la TIB frente a la inflación. Para finalizar, el régimen
de metas de inflación ha ayudado a la economía colombiana a mantener la
inflación en niveles bajos y estables, de acuerdo con la teoría que soporta
esta estrategia (p. 208).

Esto también se refleja, por ejemplo, en los informes que presenta el Banco de la
República, que son de público conocimiento, donde a través de la información allí
signada puede apreciarse el comportamiento, entre otros, de la inflación total al
consumidor en los años del gobierno de Santos, notándose una estabilidad relativa
solo rebasada en los últimos años pero tendiente a normalizarse:

Fuente: Banco de la República (2018)


Políticas económicas en Colombia

Sobre el año pasado, el Banco de la República informaba que: “La inflación anual
en el 2017 se situó en 4,09%, superando la meta de inflación. No obstante, el
resultado de diciembre fue inferior al del mes anterior, interrumpiendo una tendencia
alcista que acumulaba cuatro meses” (Banco de la República, 2018). Por lo que
puede asegurarse que en política monetaria, el Banco de la República durante el
gobierno de Juan Manuel Santos, al igual que con sus predecesores, fue el gran
catalizador de la situación económica del país, tendiendo a lograr metas fijadas y a
estabilizar los indicadores del país.

Formación de precios y salarios

En cuanto a la formación de los precios y salarios, tenemos que los datos utilizados
para ello, por parte de los gobiernos y el Banco de la República, fueron en su
momento vitales puesto que, por ejemplo: “En cuanto a la política monetaria,
conocer cómo se fijan los precios debe llevar a una mejor precisión acerca del
objetivo de inflación óptima” (Banco de la República, 2012).

Por otra parte, la dinámica de los precios de algunos bienes, tiene una correlación
muy estrecha con las distintas actividades económicas del país, como sucede por
ejemplo con el petróleo. Cuyo comportamiento en los últimos años ha sido de la
siguiente manera:

16
Fuente: https://www.notinet.com.co/indices/petroleo.htm

Lo que sirve de ejemplo para lo que sostienen autores como Perilla (2010) cuando
sugieren que existe un impacto directo entre los cambios de precios y el crecimiento
económico nacional. Pues como se evidencia, en años como el 2011 y el 2012, el
aumento del precio del barril de petróleo fue mayor en comparación a años
anteriores, y esto coincide con el buen momento económico que se desató en el
2011 a inicios del primer gobierno de Juan Manuel Santos.

Ahora bien, en lo que tiene que ver con otros ítems, como el salario mínimo legal
vigente, vemos que desde que se establecieron los indicadores a tener en cuenta
para su fijación, según la Ley 278 de 1996, su comportamiento histórico ha sido así:

Variación
Salario mínimo Salario mínimo
Año porcentual Presidente
diario mensual
anual
1994 $ 3.290,00 $ 98.700,00 21,10%
1995 $ 3.964,45 $ 118.934,00 20,50%
1996 $ 4.737,50 $ 142.125,00 19,50% Samper
1997 $ 5.733,50 $ 172.005,00 21,00%
1998 $ 6.794,20 $ 203.826,00 18,50%
Políticas económicas en Colombia

1999 $ 7.882,00 $ 236.460,00 16,00%


2000 $ 8.670,00 $ 260.100,00 10,00%
Pastrana
2001 $ 9.533,33 $ 286.000,00 10,00%
2002 $ 10.300,00 $ 309.000,00 8,00%
2003 $ 11.066,67 $ 332.000,00 7,40%
2004 $ 11.933,33 $ 358.000,00 7,80%
2005 $ 12.716,67 $ 381.500,00 6,60%
2006 $ 13.600,00 $ 408.000,00 6,90%
Uribe
2007 $ 14.456,67 $ 433.700,00 6,30%
2008 $ 15.383,33 $ 461.500,00 6,40%
2009 $ 16.563,33 $ 496.900,00 7,70%
2010 $ 17.166,67 $ 515.000,00 3,60%
2011 $ 17.853,33 $ 535.600,00 4,00%
2012 $ 18.890,00 $ 566.700,00 5,80%
2013 $ 19.650,00 $ 589.500,00 4,02%
2014 $ 20.533,33 $ 616.000,00 4,50%
Santos
2015 $ 21.478,33 $ 644.350,00 4,60%
2016 $ 22.981,83 $ 689.455,00 7,00%
2017 $ 24.590,56 $ 737.717,00 7,00%
2018 $ 26.041,40 $ 781.242,00 5,90%
Elaboración propia con datos del Banco de la República

Algo que también denota la manera en que en materia fiscal o monetaria estaba
siendo direccionado el país, pues como se evidencia, el año de menor variación
porcentual del salario mínimo en el país, fue el 2010, coincidiendo con los duros
momentos por los que atravesó el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe
Vélez en materia económica.

Por otra parte, el panorama en esta materia para el próximo año será determinado
por los indicadores que se desprendan de los informes del Banco de la República y
por los intereses que se han fijado Gustavo Petro o Iván Duque, quienes coincidían,

18
por ejemplo, en disminuir las brechas sociales a través de condiciones justas en
materia de remuneración salarial (Portafolio, 2018).

Política exterior

Durante el gobierno de Ernesto Samper, la política exterior, en materia diplomática


particularmente, estuvo orientada a mejorar las relaciones con los Estados Unidos,
debido al resquebrajamiento de estas a causa de la confirmación del ingreso de
dineros del narcotráfico a la campaña del entonces presidente. Esto hizo que la
desconfianza de los inversores internacionales fuera creciente y las tensiones
diplomáticas llegaran al punto tal de que al entonces presidente se le negara la visa
a los Estados Unidos (Trejo, 2012).

Esto además, repercutiría de manera negativa en la política comercial de esos años,


pues, por ejemplo, las exportaciones no aumentarían de manera significativa, pese
a los acuerdos comerciales establecidos en la época:

Fuente: Ramírez, Cannona, Guerra, Vidal & Sánchez (2002).

No obstante, algo rescatable en materia comercial durante la administración


Samper, fue el hecho de haber impulsado y firmado en 1994, los tratados de libre
comercio con Venezuela y México a través del denominado Grupo de los 3 o G3.
Mismo que, años después, se desintegraría debido a que en el 2006, el entonces
presidente de Venezuela, Hugo Chávez, trazaría la agenda económica de su
administración hacia el Mercosur.
Políticas económicas en Colombia

Por otra parte, la administración Samper también se esforzó en concretar, en 1995,


el Acuerdo de Alcance Parcial sobre comercio y cooperación económica y técnica
entre la República de Colombia y la Comunidad del Caribe (CAPRICOM); que
articularía la economía nacional con la de más de 10 naciones del Caribe.

Sobre el Mercado Común del Sur (Mercosur) es pertinente señalar que el país
suscribiría acuerdos con naciones miembros de este, tales como Argentina, Brasil,
Uruguay y Paraguay, en el 2005, siendo presidente Álvaro Uribe Vélez. Sin
embargo, estos acuerdos comerciales no tendrían efectividad total hasta mucho
tiempo después. Incluso, algunas modificaciones realizadas a estos acuerdos, se
materializarían sólo hasta el 2017, siendo presidente Juan Manuel Santos.

Ahora bien, durante el cuatrenio Samper, pese a los acuerdos suscritos con la
comunidad internacional, la inestabilidad política nacional no propició un buen
ambiente en materia económica. Así, tal y como señalan Ramírez, Cannona,
Guerra, Vidal & Sánchez (2002):

Es importante recordar que entre 1995-1998 la cotización internacional de


los principales productos de exportación colombianos, entre ellos, el petróleo,
el café y el carbón, descendieron a cifras no imaginadas, hecho que agregado
a la crisis económica y financiera mexicana, asiática, rusa y brasileña,
convulsionaron más al endeble sector externo colombiano, disminuyendo a
su paso el índice de apertura, por la reducción en el volumen transable entre
exportaciones e importaciones que afectaron negativamente a la mayoría de
los indicadores macro-económicos nacionales (s. p.).

Esto también tendría repercusiones en materia comercial durante los años


siguientes. Sin embargo, Andrés Pastrana fortalecería los lazos con Estados
Unidos, lo que se vería reflejado, por ejemplo, en la cantidad de exportaciones a
ese país en los años que le siguieron al gobierno de Samper:

20
Pastrana concretaría un tratado de libre comercio con Cuba durante su
administración, no obstante las relaciones comerciales con otras naciones serían
tímidas, lo que quizá fuese reflejo de la desconfianza internacional alrededor de su
fallido proceso de paz con la guerrilla de las FARC (Cardona, 2002). Por otra parte,
no se puede dejar de lado el hecho de que a finales de 2001, durante su mandato,
se ratificó el Tratado de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPA), con el cual se
buscaba una mayor lucha contra el narcotráfico, lo que allanaría el camino para el
Plan Colombia y para los próximos gobiernos.

De igual manera, Álvaro Uribe Vélez dirigiría sus esfuerzos hacia el fácil acceso a
los mercados externos, a través de una política de seguridad, como se ha señalado
previamente, tratando de armonizar las normas que regulaban la actividad
económica en aquel entonces. Las relaciones estratégicas con Estados Unidos, la
Unión Europea y el MERCOSUR, serían eje fundamental de su política comercial
en los primeros años de su gobierno. Pero con un especial énfasis en las
negociaciones del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

Durante el gobierno de Uribe además, se suscribirían tratados con los países del
Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras), y se
dejarían trazadas las rutas para la implementación de los acuerdos a los que se
llegó con Canadá, a través de la Ley 1363 del 9 de diciembre de 2009. Esto
permitiría que las negociaciones adelantadas con esta y otras naciones, se
sintetizaran en los años siguientes.
Políticas económicas en Colombia

Comportamiento de la balanza comercial hasta el 2010

Balanza % Balanza comercial/


Gobierno (Años) Exportaciones Importaciones Comercial Exportaciones

Ernesto Samper P.
1995-98 45.732.350 55.284.872 -9.552.522 -20,90%
Andrés Pastrana A.
1999-2002 51.472.173 52.174.662 -702.489 -1,40%
Álvaro Uribe V. 2003-
06 58.580.597 67.624.649 -9.044.052 -15,40%
Álvaro Uribe V. 2007-
10 69.300.167 79.727.413 -10.427.246 -15,00%

Juan Manuel Santos optaría por mantener y mejorar las estrategias en materia de
apertura comercial a los mercados internacionales, logrando, por ejemplo, tratados
de libre comercio con la Unión Europea, Estados Unidos, la Alianza Pacífico (Chile,
Colombia, México y Perú) y Corea del Sur:

En 2010 asume el mandato el presidente Santos. En su PND, en materia


de comercio exterior, plantea que una de las estrategias para mejorar el
acceso de los productos colombianos al exterior es “avanzar en la
negociación e implementación de acuerdos comerciales en concordancia con
las oportunidades de mercado identificadas en las agendas (PND Gobierno
Santos 2010-2014, 239). El PND estableció una estrategia de política
arancelaria ligada a la “transformación productiva. El Gobierno logra en el
2011 mejorar sus relaciones con Venezuela firmando un AAP. En ese mismo
año, se firma el TLC con Canadá. Análogamente, consolidando los esfuerzos
del Gobierno anterior, entra en vigencia el TLC con Estados Unidos. Además
se negocian y suscriben varios TLC.

El segundo mandato del presidente Santos (2014-2018) ha seguido los


lineamientos del primero, marcado por una fuerte dependencia de las
exportaciones relacionadas con el sector minero–energético y los intentos
por diversificar el portafolio de socios comerciales. El PND 2014–2018
plantea al respecto que uno de los resultados que mostrará una evolución

22
favorable en el desarrollo productivo e internacionalización del país será el
incremento de las exportaciones de bienes no minero-energéticos y de
servicios (Rojas & Gómez, 2018, p. 126).

Desde 1994, cuando asume Samper, los indicadores en relación a las exportaciones
e importaciones denotan considerablemente el avance del país en materia de
comercio internacional, sin dejar de lado, obviamente, las variaciones propias de los
embates imprevistos en el mercado internacional, pero logrando una estabilidad
ostensible en los momentos más difíciles, reconociendo que la balanza comercial
generalmente arrojaba resultados negativos, como se apreciaba en la tabla del
comportamiento de la balanza comercial hasta el 2010, pero siendo vigorosas, por
ejemplo las importaciones en comparación a años anteriores:

Fuente: Banco de la República

Política cambiaria

En lo que tiene que ver con la política cambiaria, vemos que esta es también un
reflejo de la situación de las políticas internas y externas del país en los diferentes
períodos de gobierno. No obstante, a veces aspectos como la tasa de cambio
representativa del mercado, obedecía más a la política monetaria, por ejemplo, o a
la situación económica internacional, que a las crisis internas de la nación. Sin
embargo, se puede observar que durante la administración Samper la desconfianza
Políticas económicas en Colombia

que se ha anunciado con anterioridad tendría repercusiones en el comportamiento


de la TRM, donde claramente se ve una devaluación de la moneda, agudizada
además por la crisis de finales de siglo:

Fuente: Banco de la República

El anterior comportamiento, de hecho, sería constante en los años posteriores, pues


durante la administración Pastrana, que también se caracterizó por una confianza
fragmentada por parte de los inversionistas internacionales (Cardona, 2002), se
puede apreciar una devaluación considerable del peso en la tasa de cambio de la
TRM:

24
Fuente: Banco de la República

Ahora bien, en los dos gobiernos de Álvaro Uribe se apreciaría un comportamiento


de la TRM consonante con el buen clima de las relaciones internacionales,
comportamiento que además reflejaba las situaciones difíciles por las que atravesó
el mundo a raíz de crisis como la del 2008, donde, por ejemplo, el valor del peso
alcanzó precios equiparables a períodos anteriores. Pese a ello, los indicadores
serían óptimos si se comparaban con situaciones del pasado, tales como la crisis
económica de finales del siglo XX. Al respecto, Villar, Romero & Pabón (2015), lo
expresan así:

En línea con lo exhibido por la mayoría de países en el mundo, la


importante turbulencia financiera internacional tuvo un impacto visible sobre
la actividad productiva de Colombia. De hecho, durante el último trimestre del
2008, la economía colombiana presentó una crecimiento de apenas 0,4%. Lo
anterior estuvo explicado, entre otros factores, por la reducción de los flujos
de capital extranjero, así como por la caída de los ingresos por exportaciones
Políticas económicas en Colombia

y remesas. No obstante, frente a lo ocurrido entre 1998 y 1999, esta


desaceleración del comportamiento económico fue mucho menos severa.
Más aún, en términos relativos, encontramos que Colombia experimentó una
recesión más pronunciada que el promedio de región en la crisis de fin de
siglo, mientras en la reciente crisis financiera se observa la relación opuesta
(p. 16).

Por eso es comprensible que la política de seguridad democrática impulsada por el


expresidente Uribe tuviera una correlación positiva con variables como la TRM,
pues al final de su mandato el precio del peso en relación al dólar era cercano a los
$1.800, lo que contrastaba con el inicio de su gobierno, donde el precio era cercano
a los $3.000:

Fuente: Banco de la República

Para Juan Manuel Santos, sin embargo, fue difícil mantener esa vigorosidad en la
moneda nacional. Si bien durante su primer mandato la TRM se mantuvo cercana

26
a los $2.000, desde el 2015 este indicador empezaría a variar de manera drástica,
rayando o sobrepasando los $3.000 hasta nuestros días:

Fuente: Banco de la República

Dicho fenómeno sería explicado por Rincón, Rodríguez & Castro (2017) de la
siguiente manera:

A partir de febrero de 2015, la historia cambia de manera drástica, porque


la inflación emprende una senda creciente y acelerada. Tres perturbaciones
sobresalen en la explicación de esta tendencia ascendente, la oferta, la tasa
de cambio y el PIB externo. En menor grado aparecen las presiones
provenientes del riesgo externo. Por su parte, la demanda, la política
monetaria y el precio del petróleo presionan la inflación a la baja. En resumen,
las perturbaciones del precio del petróleo y las autónomas de la tasa de
cambio y el PIB externo explican, en gran medida, el comportamiento de la
Políticas económicas en Colombia

tasa de cambio del peso a lo largo de la muestra. En cuanto a la inflación, es


difícil establecer una conclusión general. Lo que sí se puede afirmar es que,
de acuerdo con los resultados, la senda creciente y acelerada de la inflación
del último momento de la muestra se explica, principalmente, por las
perturbaciones de la oferta, de la tasa de cambio y del PIB externo (p. 234).

Esto, en consecuencia tendrá importantes repercusiones para los próximos años en


el eventual gobierno de Iván Duque o Gustavo Petro. Pues con este comportamiento
moetario y comercial el panorama al menos para los próximos dos o tres años,
tiende a ser muy igual al que deja Juan Manuel Santos.

Política social

Con el paso de los años los expresidentes son más recordados por lo que hicieron
en materia social que por lo hecho en otros de los aspectos que hemos abordado a
través de estas líneas. Tal es el caso, por ejemplo, de Ernesto Samper quien, tal y
como asegura Ocampo (1998): “mantuvo la reforma de la seguridad social adoptada
en 1993, la prestación descentralizada de servicios sociales dispuesta por la
Constitución de 1991 y la tendencia ascendente del gasto social que acompañó a
ambos procesos.” (p. 155). Durante el gobierno de Samper el gasto público social
incrementó de manera significativa en relación a años anteriores:

Fuente: Ocampo (1998)

28
Sin embargo, pese a las evidentes intenciones del entonces presidente en materia
social, algunos indicadores no son alentadores al analizar su período. El desempleo,
por ejemplo, aumentó significativamente al final de su mandato:

Fuente: Ocampo (1998)

Aspectos como este le valdrían fuertes críticas al expresidente, al punto de que


autores como Jaramillo (1997) llegarían a concluir que:

Pese a la urgente necesidad para Colombia de un Plan de Desarrollo


como el propuesto por el Gobierno de Ernesto Samper Pizano, que buscaba
saldar la gran deuda social, aumentar la inversión social, fomentar el empleo,
modernizar la educación, proteger a los sectores productivos de la
competencia extranjera y recuperar el campo. Lamentablemente, después de
tres años de gestión, los resultados en todos los frentes son realmente
mediocres (p. 128).
Políticas económicas en Colombia

Por otra parte, durante el gobierno de Samper también hubo un debilitamiento


considerable en el desempeño de las fuerzas militares, esto pese a que se aumentó
el presupuesto militar de la nación de forma significativa año tras año:

El debilitamiento de las fuerzas armadas señalado previamente, sería una antesala


a la situación del país durante el mandato de Andrés Pastrana en esta materia.
Algo que resultaba paradójico si se tiene en cuenta que el presupuesto asignado a
la fuerza pública era creciente con el paso de los años:

30
Aunque el aumento en el gasto militar fue importante durante esta administración,
no fue lo único que aumentó, debido a que otros temas como la educación contaron
con una inyección presupuestal considerable. Arteta & González (2014) lo exponen
así: “El gasto educativo también tuvo en los cuatro años un incremento en billones
de pesos constantes así: de $8.62 en 2000 a $12.70 en 2002. Se expresa este
aumento en términos que incrementan notoriamente el valor de los recursos
asignados” (p. 21).

Por otra parte, en materia de desempleo, al final del mandato de Pastrana e inicios
del de Uribe se notaría un constante descenso en la tasa de desempleo con
altibajos derivados de la crisis mundial en el 2008, pero con un índice decreciente
en general hasta nuestros días en el gobierno de Juan Manuel Santos:

Ahora bien, en los gobierno de Uribe el gasto público social no tuvo una constancia
remarcada, sino que obedecía a las condiciones derivadas de los años anteriores,
algo contrario a lo que sucedía con el gasto militar, pues Uribe intentó manejar el
conflicto armado en el país de manera frontal a través de sus políticas de gobierno,
lo que implicó importantes adiciones en esta materia año tras año:
Políticas económicas en Colombia

Fuente: Cardona (2008).

Quizá por esto, autores como Barrios (2010) concluirían explícitamente sobre los
gobiernos de Álvaro Uribe que:

El Presupuesto General de la Nación, superó por primera vez la barrera


de los 100 billones de pesos, gracias a los resultados de su política de
seguridad, pero la ejecución del gasto público privilegió a su programa de la
Seguridad Democrática y muchos analistas consideran que debió hacer más
por la seguridad social de los colombianos. Las acciones que adelantó para
mejorar los resultados económicos, benefició más a los empresarios que
vieron crecer sus utilidades y especialmente al sector financiero que terminó
apropiándose del mayor porcentaje de los beneficios que se puedan generar
dentro de la economía y esto llevó a que los niveles de desempleo se
mantengan en niveles altos y la población más vulnerable sea hoy más pobre
que en pasado. La pobreza superó el 50% y se disparó la informalidad. La
proporción de pobres 50% e indigentes 17% es de dos por cada tres
colombianos. El resultado de este análisis llevó al economista Mauricio

32
Cabrera a afirmar que esos frutos del crecimiento solo beneficiaron a los
poderosos “que a unos pocos les tocó mucho y a muchos les tocó poco” (p.
166).

Ante esta situación asumiría Juan Manuel Santos quien, aun después de haber
sido Ministro de Defensa del gobierno de Uribe, optaría por una forma diferente de
dirimir el conflicto con, particularmente, la guerrilla de las FARC. Como se ha
expresado anteriormente, las adiciones en materia de gasto público social durante
sus mandatos fueron significativas y persistentes a lo largo de su mandato, pese a
que el gasto en materia de salud sería más bien decreciente:

Fuente: Melo & Ramos (2017).

Por otra parte, algo muy loable de los gobiernos de Juan Manuel Santos es que la
población bajo el nivel de pobreza disminuyó elocuentemente, de tal manera que
hasta la fecha Santos se despide con 4,7 millones menos de colombianos en la
pobreza (El País, 2018b):
Políticas económicas en Colombia

Esto no significó tampoco que asuntos como la seguridad se dejara de lado, de


hecho sucedió todo lo contrario, pues durante el gobierno de Juan Manuel Santos
se aumentó también el presupuesto destinado para las fuerzas de seguridad del
Estado. Para el año 2016 el gasto militar sobre el gasto total del gobierno era de
11.8%, en contraste con países como Brasil con una tasa de 3.1%, México 2.3%, El
Salvador 3,9% o Chile en donde llega al 7.1% (Illera & Ruiz, 2018).

Algo que sí quedó claro luego de los Acuerdos de Paz promovidos por Santos es
que el conflicto armado con la guerrilla de las FARC dejara de ser el eje central de
discusión política, tal y como había sido en los últimos años, esto permitió que los
candidatos Gustavo Petro e Iván Duque en materia de políticas económicas
pudieran proponer por ejemplo:

Gustavo Petro: Encaminaría su gobierno a aumentar el gasto público, debido a que


buscaría que el presupuesto nacional fuese asignado mayoritariamente a la
educación, la tecnología y la cultura, logrando una mayor presencia del Estado en
estos tópicos, desde la primera infancia hasta la educación superior. Además, Petro
propone suprimir el salario mínimo legal vigente, para transformarlo en un salario
basado en el capital e ingresos de las personas. Otra característica que tienen sus
propuestas es la de mantener la regla fiscal y bajar el IVA al 16%, a través de una
reforma tributaria, algo que denota que su política económica sería eminentemente
presupuestaria.

34
Iván Duque: Propondría una reestructuración de la regla fiscal, y de la
administración pública, lo que implicaría también una reforma tributaria. Sumado a
lo anterior, buscaría un recorte del gasto público, sin dejar de lado temas sociales
como su propuesta de universalizar la jornada única en materia educativa. Duque
también apuntaría a exonerar del IVA durante seis días al año, con el fin de
simplificar el sistema de recaudo. En relación al salario mínimo legal vigente, Duque
plantea bajar la carga tributaria para las empresas, que son las generadoras de
empleo, y a las familias, con el fin de que puedan optimizar el gasto de sus salarios.
Esto denota que su política económica será enfocada más a lo tributario.

Conclusión:

Si bien hay aspectos en que los candidatos tenían propuestas disímiles, en otras
como la creación de empleos formales, tienen más cosas en común de las que
podría suponerse y de hecho apuntan a estrategias como las puestas en marcha
por Samper o Uribe. Ambos también plantean hacer más transparente el gasto
público, aunque los enfoques en cómo hacerlo efectivo varían, y esto es algo que
en su momento promovió Santos. Siendo que tanto Duque como Petro tienen
formación en economía, se espera que su eventual gobierno sea acorde a las
necesidades del país y a los requerimientos que, por ejemplo, haga la comunidad
internacional o la OCDE.

Aspectos administrativos

No hay ningún requerimiento particular en términos humanos o presupuestarios,


para la realización de esta investigación.

BIBLIOGRAFÍA:

Arteta, P. & González, R. (2014). Seguridad, defensa y educación básica en


Colombia: Una aproximación al gobierno de Andrés Pastrana. Económicas
Políticas económicas en Colombia

CUC, 35 (2), pp. 11-23. Universidad del Norte. [En línea] Recuperado de
https://repositorio.cuc.edu.co/xmlui/bitstream/handle/11323/376/1.%20Arte
ta.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Atehortúa, S.; López, M. & Mesa, R. (2011). Crecimiento económico colombiano en


2011, disparado a pesar de las turbulencias externas: análisis de la
coyuntura y perspectivas en 2012. Perfil de Coyuntura Económica (18), pp.
7-26. Universidad de Antioquia. [En línea] Recuperado de
http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/coyuntura/article/vie
w/13243/11869

Banco de la República (2013) Informe de inflación. [En línea] Recuperado de


http://www.banrep.gov.co/sites/default/files/paginas/amjd_nov_2013.pdf

Banco de la República. (2018). Informe de política monetaria. [En línea] Recuperado


de http://www.banrep.gov.co/sites/default/files/paginas/dmjd_ene_2018.pdf

Banco de la República. (2018). Salario mínimo legal en Colombia. Serie histórica.


[En línea] Recuperado de http://www.banrep.gov.co/es/mercado-
laboral/salarios

Barrios, A. (2010). El gasto público y su influencia en la economía en el gobierno de


la seguridad democrática 2005-2009. Económicas CUC 31(31), pp. 157-
167. [En línea] Recuperado
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5786215.pdf

Belálcazar, J. (2010). El déficit fiscal que heredará el sucesor de Uribe. La Silla


Vacía. [En línea] Recuperado de http://lasillavacia.com/historia/13119

Cardona, A. (2011) Gasto público social: Colombia 2000-2010. Informe final. [En
línea] Recuperado de
https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Estudios%20Econmicos/Gasto%20P
%C3%BAblico%20Social%20Colombia%202000-2010.pdf

Cardona, D. (2002). La política exterior de la administración Pastrana (1998-2002):


Hacia una evaluación preliminar. Colombia Internacional (53), pp. 53-74

36
Universidad de los Andes [En línea] Recuperado de
https://revistas.uniandes.edu.co/doi/pdf/10.7440/colombiaint53.2001.03

Dinero. (2018) ¿Cuánto le costaría a Colombia entrar a la OCDE? [En línea]


Recuperado de https://www.dinero.com/internacional/articulo/cuanto-le-
cuesta-a-colombia-entrar-a-la-ocde/256147

Dinero. (2010). La economía que deja Uribe: promesas vs. avances. [En línea]
Recuperado de https://www.dinero.com/pais/articulo/la-economia-deja-
uribepromesas-vs-avances/96315

Dinero. (2016). Las 5 reformas que han transformado la economía colombiana [En
línea] Recuperado de https://www.dinero.com/edicion-
impresa/caratula/articulo/las-reformas-economicas-en-colombia-de-los-
ultimos-anos/228937

El País (2018a). El costo de entrar a la OCDE: quince retos que enfrenta Colombia
[En línea]. Recuperado de http://www.elpais.com.co/economia/el-costo-de-
entrar-a-la-ocde-quince-retos-que-enfrenta-colombia.html

El País (2018b). Santos se despide con 4,7 millones menos de colombianos en la


pobreza. [En línea] Recuperado de
https://elpais.com/internacional/2018/03/22/colombia/1521736737_403862
.html

El País (2017). Gasto público de Colombia aumenta en $8,5 billones para el 2017
[En línea] Recuperado de http://www.elpais.com.co/economia/gasto-
publico-de-colombia-aumenta-en-8-5-billones-para-el-2017.html

Ferrari, C. (2014). Evolución económica colombiana. EL ESPECTADOR [En línea]


Recuperado de
https://www.elespectador.com/noticias/economia/evolucion-economica-
colombiana-articulo-516666
Políticas económicas en Colombia

García, V. (2000). Para entender la economía política (y la política económica).


CEMLA. [En línea] Recuperado de http://www.cemla.org/PDF/estudios/pub-
lib-vg.pdf

González, J.; Gómez, W. & Mesa, R. (2007). El índice de condiciones monetarias


en Colombia y el perfil de la política monetaria reciente. Perfil de Coyuntura
Económica (10), pp. 129-146. Universidad de Antioquia. [En línea]
Recuperado de
http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/coyuntura/article/vie
w/2332/1904

Guzmán, A. & Ramírez, H. (2015). Descripción y análisis de los ingresos del estado
colombiano, en el periodo 1986-2014. Ley 1607 del 2012. Universidad de
San Buenaventura. [En línea] Recuperado de
http://bibliotecadigital.usb.edu.co/bitstream/10819/3655/1/Descripcion_Ana
lisis_Ingresos_Guzman_2015.pdf

Illera, O. & Ruiz, J. (2018) Entre la política y la paz: Las Fuerzas Militares tras la
firma del Acuerdo de Paz. Araucaria 20 (30). Recuperado de
https://revistascientificas.us.es/index.php/araucaria/article/view/4917/4311

Jaramillo, C. (1997). El fracaso de la política social de Samper. Revista Universidad


EAFIT, 33 (107), pp. 109-131. [En línea] Recuperado de
http://publicaciones.eafit.edu.co/index.php/revista-universidad-
eafit/article/download/1127/1018/

Kalmanovitz, S. (1999). La política fiscal colombiana en un contexto histórico. Banco


de la república. [En línea] Recuperado de
http://www.banrep.gov.co/docum/ftp/borra112.pdf

Ladrón de Guevara, A.; Escobedo, A.; Gavina, A. & Vargas, M. (2000) El ejército
colombiano durante el período Samper: Paradojas de un proceso
tendencialmente crítico. Universidad de los Andes. [En línea] Recuperado
de https://revistas.uniandes.edu.co/doi/pdf/10.7440/colombiaint49-
50.2000.08

38
Mancuso, F. (2015). Cambios en el sector de defensa colombiano entre los períodos
de Uribe y Santos y el actual proceso de paz. Revista Análisis Internacional
6 (1), pp. 133-142. [En línea] Recuperado de
https://revistas.utadeo.edu.co/index.php/RAI/article/view/1028

Mankiw, G. (2006) Macroeconomía. [En línea] Recuperado de


https://albiomarquez.files.wordpress.com/2016/11/mankiw_macroeconomi
a_6_edicion.pdf

Mankiw, G. (2012) Principios de economía. [En línea] Recuperado de


http://www.jaimedv.com/eco/1c1-micro/mankiw-principios-eco-ed6.pdf

Melo, L. & Ramos, J. (2017) El gasto público en Colombia: Algunos aspectos sobre
su tamaño, evolución y estructura. Banco de la República. [En línea]
Recuperado de
http://www.banrep.gov.co/docum/Lectura_finanzas/pdf/be_1003.pdf

Menjura, J. (2015) La política fiscal colombiana. Universidad militar Nueva Granada.


[En línea]. Recuperado de
https://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/10654/7002/1/LA%20POLITIC
A%20FISCAL%20COLOMBIANA.pdf

Mesa, R.; González, J. & Aguirre, Y. (2009) Se esfumó el crecimiento económico


colombiano en 2009: análisis de la coyuntura y perspectivas 2010. Perfil de
Coyuntura Económica (14), pp. 69-111. Universidad de Antioquia. [En
línea]. Recuperado de
http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/coyuntura/article/vie
w/5266/4627

Mesa, R.; López, M. & Rodríguez, A. (2012) Política económica y contexto


macroeconómico colombiano y mundial (2010-2011): Análisis y
perspectivas. Perfil de Coyuntura Económica (16). pp. 9-43. Universidad de
Antioquia. [En línea]. Recuperado de
http://www.scielo.org.co/pdf/pece/n16/n16a02.pdf
Políticas económicas en Colombia

Mesa, R. & Ramos, E. (2003) Sector externo y política cambiaria en Colombia 1999-
2002: del desequilibrio externo al equilibrio precario. Universidad de
Antioquia. [En línea]. Recuperado de
http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/coyuntura/article/vie
w/2285/1843#

Moreno, S.; González, D. & Maldonado, M. (2008) Análisis del impacto de las
políticas fiscales en Colombia, durante el período comprendido entre 1982
a 2006. Universidad de la Salle. [En línea] Recuperado de
http://repository.lasalle.edu.co/bitstream/handle/10185/4628/T17.08%20M
815a.pdf;jsessionid=BD8C0E2478B1EBAC225605218762519E?sequence
=1

Niño, D. (2017) Uribe vs Santos: de cara a la bonanza. DINERO. [En línea]


Recuperado de https://www.dinero.com/edicion-
impresa/opinion/articulo/uribe-y-santos-de-cara-a-la-bonanza-por-daniel-
nino/243922

Ocampo, J. (1998) La política económica durante la administración Samper.


FEDESARROLLO. [En línea] Recuperado de
http://www.repository.fedesarrollo.org.co/handle/11445/2155

Pardo, G. & Clavijo, P. (2018). Una evaluación de la estrategia de inflación objetivo


en Colombia. Revista Finanzas y Política Económica, 10 (1), pp. 189-210.
Universidad Católica de Colombia. [En línea] Recuperado de
http://www.scielo.org.co/pdf/fype/v10n1/2248-6046-fype-10-01-00189.pdf

Perilla, J. (2010) El impacto de los precios del petróleo sobre el crecimiento


económico de Colombia. Revista de economía del Rosario, (1) 13, pp. 75-
116. [En línea] Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4945615

Portafolio. (2009). Colombia entre 1990 y 2008 [En línea] Recuperado de


http://www.portafolio.co/economia/finanzas/colombia-1990-2008-308848

40
Portafolio. (2018). La propuesta para la generación de empleo de Gustavo Petro.
[En línea] Recuperado de http://www.portafolio.co/economia/empleo/la-
propuesta-para-la-generacion-de-empleo-de-gustavo-petro-516351

Portafolio. (2018). La propuesta para el sector empresarial y el emprendimiento de


Iván Duque. [En línea] Recuperado de
http://www.portafolio.co/negocios/emprendimiento/la-propuesta-
economica-de-ivan-duque-516461

Ramírez, F.; Cannona, A.; Guerra, M.; Vidal, T. & Sánchez, T. (2002) Exportaciones
colombianas: De nuevo el motor jalonador de la economía en momentos de
crisis (1990 - 2005). Semestre Económico (5) 9. Universidad de Medellin
[En línea] Recuperado de
https://revistas.udem.edu.co/index.php/economico/article/view/1355/1378

Restrepo, S.; Martínez, E. & Lopera, M. (2011) Una estimación de los impactos de
la tasa de interés en el ciclo económico de Colombia: 1986-2010. Perfil de
Coyuntura Económica (18), pp. 53-77. Universidad de Antioquia. [En línea]
Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/pece/n18/n18a3.pdf

Rhenals, R. & Torres, A. (2003) El desempeño macroeconómico colombiano en el


cuatrienio Pastrana: Recesión y recuperación frágil. Universidad de
Antioquia. [En línea] Recuperado de
http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/coyuntura/article/vie
w/2286/1844

Rodríguez, R.; Mendoza, J. & Romo, E. (2014) La política fiscal y monetaria en


Colombia: Un análisis experimental desde la toma coordinada de
decisiones. Revista de la Facultad de Ciencias Económicas y
Administrativas (15) 1, pp. 145-172. Universidad de Nariño. [En línea]
Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4820647.pdf

Rojas, C. & Gómez, A. (2018). Los acuerdos comerciales bilaterales: El caso


colombiano (1990-2015). Apuntes del CENES (37) 65, pp. 117-149.
Universidad Tecnológica y Pedagógica de Colombia. [En línea]
Políticas económicas en Colombia

Recuperado de
https://revistas.uptc.edu.co/revistas/index.php/cenes/article/view/5961/60
40

Salazar, H. (2010) Colombia: el legado económico de Uribe. BBC. [En línea]


Recuperado de
http://www.bbc.com/mundo/economia/2010/08/100802_colombia_uribe_g
obierno_balance_economia

Trejo, L. (2012) La política exterior del Estado colombiano (1958-2002) Muchas


continuidades con pocas rupturas. Justicia (22), pp. 154-173. Universidad
Simón Bolívar. [En línea] Recuperado de
http://revistas.unisimon.edu.co/index.php/justicia/article/view/713/701

The school of life. (23 de junio de 2017). Teoría Política - John Maynard Keynes.
[Archivo de video] Recuperado de
https://www.youtube.com/watch?v=qtAeINU3FKM

Urrutia, M. (2002). Una visión alternativa: La política monetaria y cambiaria en la


última década. Banco de la República. [En línea] Recuperado de
http://www.banrep.gov.co/sites/default/files/publicaciones/archivos/May-
Nota.pdf

Villar, L.; Romero, J. & Pábon, C. (2015). Política cambiaria, monetaria y fiscal: ¿Ha
aprendido Colombia a mitigar los efectos de las crisis?
FEDESARROLLO. [En línea] Recuperado de
http://www.repository.fedesarrollo.org.co/bitstream/handle/11445/2381/
Repor_Julio_2015_Villar_Romero_y_Pabon.pdf?sequence=2&isAllowe
d=y

Zamudio, L. (2016) La política fiscal en los ciclos de la economía colombiana.


Universidad del Rosario. [En línea] Recuperado de
http://repository.urosario.edu.co/bitstream/handle/10336/12894/1020778
229-2016.pdf?sequence=1

42

Вам также может понравиться