Hiperdesarrollo descontrolado de las ciudades en Colombia y

desmantelamiento del equilibrio: ambiente, cultura e identidad.

En Colombia existe un incremento poblacional urbano y una tendencia al

predominio policéntrico especifico en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali entre
otras que se han convertido en conglomerados metropolitanos donde habita un
alto porcentaje de la población colombiana.

Como factores del crecimiento urbano policéntrico encontramos:

-Desplazamiento forzado, consecuencia del conflicto armado interno.

-Languidecimiento de las producciones agrícolas locales, caída de las actividades

productivas rurales en beneficio de la agro-industrialización, monocultivo intensivo,
migración hacia las ciudades como alternativa de progreso y subsistencia.

-Desarrollo del sector servicios en las ciudades. La gran ciudad atrae y recoge a
las multitudes pobres expulsadas de los campos, se trata de la búsqueda del
futuro soñado, existen carencias por satisfacer, consumo material e inmaterial,
consumo político y de participación ciudadana.

-Grandes proyectos hidroenergéticos y de infraestructura, como represas,

corredores industriales y establecimiento de la minería como actividad
predominante se convierten en expulsores de la población rural.

El abandono de las tierras rurales, no solo repercute en el cambio de cubierta

vegetal y el uso del suelo. No solo es el descontrolado crecimiento demográfico, el
responsable de alterar lo paisajes rurales cuya evidencia más cercana es la
deforestación sino que el despoblamiento de territorios rurales influye en la
descomposición de los sistemas ecológicos y sociales, puesto que se abandonan
las tierras de cultivo y son sustituidas por una agricultura industrializada que
reduce considerablemente la diversidad biológica, estimulando la pérdida del
equilibrio entre el ambiente, la cultura y la identidad. Es decir, que el
desmantelamiento de las poblaciones rurales implica la transformación de pautas
tradicionales de manejo agrario contribuyendo a la desaparición de culturas
locales.

Adherirse como población de la gran ciudad obliga a enfrentarse con una cultura
ajena, dejando atrás una cultura heredada que puede llegar a ser alienada cuando
los nuevos habitantes se enfrentan a un espacio desconocido, lo cual puede
conducir a un cambio de sus prácticas culturales.

La elevada concentración de población en las zonas urbanas, origina problemas

ambientales, como la acumulación continua de desechos, la dependencia
energética, la contaminación del agua, la eliminación de espacios naturales,
(metropolización de los ecosistemas) la dificultad de la movilidad cotidiana, así
como también grandes cinturones de población marginada (villas miseria),
víctimas de los rigores de ciudades desiguales social y económicamente: dificultad
de acceso a la canasta básica familiar, insalubridad en las viviendas, déficit en los
servicios públicos y un deterioro de la calidad de vida.