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SALA PENAL
RESULTANDO
Por memoriales presentados el 3 y 5 de febrero de 2014, cursantes de fs. 154 a 155 vta. y de
fs. 165 a 167 vta., Esteban Rodríguez Mamani, Jesús Alarcón Jiménez, Mario Guzmán
Quispe y Tomás Luna Huanca, respectivamente, interponen recursos de casación
impugnando el Auto de Vista de 6 de enero de 2014, de fs. 146 a 151 vta., pronunciado por
la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, dentro del
proceso penal seguido por José Napoleón Prado Quiroga contra los recurrentes, por los
delitos de Despojo, Alteración de Linderos y Perturbación de Posesión, previstos y
sancionados por los arts. 351, 352 y 353 del Código Penal (CP), respectivamente.
I.1. Antecedentes
1. En mérito a la acusación particular (fs. 1 a 2) interpuesta por José Napoleón
Prado Quiroga, y una vez desarrollada la audiencia de juicio oral, por Sentencia
12/12 de 21 de diciembre de 2012 (fs. 110 a 116 vta.), el Juez de Partido en lo Penal
Liquidador y de Sentencia de Quillacollo del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, dictó Sentencia condenatoria contra los imputados Tomás Luna
Huanca, Esteban Rodríguez Mamani, Jesús Alarcón Jiménez y Mario Guzmán
Quispe, por la comisión de los delitos de Alteración de Linderos y Perturbación de
Posesión, tipificados por los arts. 352 y 353 del CP, imponiéndoles la pena privativa
de libertad de tres años de reclusión, con costas y resarcimiento de daños y
perjuicios averiguables en ejecución de Sentencia. Asimismo, absolvió a los
imputados, por el tipo penal de Despojo previsto por el art. 351 del citado Código.
De los memoriales de recurso de casación que cursan de fs. 154 a 155 vta., y de fs. 165 a
167 vta., se extraen los siguientes motivos a ser analizados en la presente Resolución.
Los recurrentes denuncian que el Tribunal de alzada no corrigió los defectos observados en
su recurso de apelación restringida, referidos a la insuficiente fundamentación de la
Sentencia y defectuosa valoración de la prueba, por no haberse valorado de forma
minuciosa cada una de las pruebas; además, no absolvió todos los puntos apelados,
limitándose a señalar que no se observó la valoración descriptiva e intelectiva de la
Sentencia; añadiendo los recurrentes que el análisis de una apelación no puede ser
rechazada por el simple incumplimiento de una formalidad, lo contrario implicaría la
vulneración al debido proceso en sus elementos: seguridad jurídica, debida fundamentación
y valoración de la prueba.
Haciendo referencia a los Autos Supremos 589 de 4 de octubre, 284/2004 de 13 de mayo,
287/2004 y 262 de 8 de agosto de 2006, referidos, según los recurrentes, a la revisión de
oficio por el Tribunal Supremo de Justicia, ante la existencia de violaciones al debido
proceso y consiguientes defectos absolutos; manifiestan que conforme a la línea
establecida, el recurso de casación puede ser admitido aún sin invocación oportuna del
precedente contradictorio, por lo que solicitan en definitiva la admisión de su impugnación.
I.1.2. Petitorio
Por lo expuesto los recurrentes solicitan que se anule totalmente la Sentencia impugnada y
se disponga el reenvío para que otro Juzgado de Sentencia realice nuevo juicio oral.
I.2. Admisión del recurso
Mediante Auto Supremo 014/2014-RA de 24 de marzo (fs. 174 a 176 vta.), este Tribunal
declaró admisibles ambos recursos, para su análisis de fondo.
Estando establecido el ámbito del análisis de los recursos de casación formulados por los
imputados, se establecen las siguientes actuaciones vinculadas a los motivos que dieron
lugar a su admisión:
II.3. Ambos recursos son resueltos por Auto de Vista de 6 de enero de 2014, en cuanto a
los motivos alegados por los imputados Jesús Alarcón Jiménez, Esteban Rodríguez
Mamani y Mario Guzmán Quispe, refiere: i) Sobre el primer motivo de la apelación
restringida haciendo referencia al punto “VI.C” (Fijación de la pena) de la Sentencia, el
Tribunal de alzada evidencia que el A quo tomó en cuenta la personalidad de los
procesados conforme al art. 37 del CP, concluyendo que ese motivo es carente de mérito;
ii) En cuanto al segundo motivo argumenta que las observaciones de los apelantes no son
pertinentes por cuanto ese defecto de Sentencia tiene que ver con el contenido formal y no
con el sustancial de la Sentencia, además refiere que “a mayor abundamiento de la revisión
de la sentencia se encuentra que los imputados están suficientemente individualizados, por
lo que tampoco tiene mérito la impugnación”; iii) Respecto al tercer motivo el Tribunal de
alzada considera que los apelantes se limitaron a efectuar su propio y particular análisis
valorativo de la prueba de cargo producida en juicio oral sin tomar en cuenta que el Ad
quem no puede revalorizar prueba, al margen de ello considera que en el recurso de
apelación restringida no existe una exposición concreta sobre cuáles de los principios de la
lógica hubieren sido vulnerados por el Juez de Sentencia, a cuyo fin haciendo referencia a
los Autos Supremos 151 de 2 de febrero de 2007, 111 de 31 de enero de 2007 y 214 de 28
de marzo de 2007, refiere que los recurrentes debieron observar la valoración descriptiva e
intelectiva de la Sentencia impugnada, atacar la logicidad de la Sentencia en lo que atañe la
actividad probatoria y su relación con la vulneración de las reglas de la sana crítica
racional, al margen de ello refiere que de la revisión de la Sentencia impugnada si existe
una fundamentación fáctica y probatoria (descriptiva e intelectiva) de las pruebas
producidas en juicio oral bajo los principios de inmediación y contradicción.
Resolviendo el segundo recurso interpuesto por Tomas Luna Huanca, haciendo referencia a
los Autos Supremos 104 de 20 de febrero de 2004 y 196 de 3 de junio de 2005, refiere que
el Tribunal de alzada no puede ingresar a valorar cuestiones de hecho y pruebas, con esa
introducción en cuanto a los motivos propios del recurso manifiesta que: a) La denuncia de
falta de fundamentación vulnerando el art. 124 del CPP por defectos de la Sentencia
contenidos en el art. 370 incs. 5) y 6) de la Ley Adjetiva Penal, es genérica y no brinda
mayores elementos de juicio para anular la Sentencia apelada; b) El recurrente se limitó a
realizar su propio análisis valorativo de la prueba y no expuso de manera concreta cuáles
principios de la lógica fueron vulnerados; y, c) En cuanto al supuesto defecto contenido en
el inc. 3) del art. 370 del CPP, señala que en el considerando III, fundamentación fáctica y
considerando VI, el Juez de Sentencia realizó una determinación fundada del hecho objeto
del juicio.
En el presente proceso, se han formulado dos recursos de casación por parte de los
imputados, que fueron declarados admisibles por este Tribunal, en cuyo mérito se ingresa a
resolver cada uno de ellos en los siguientes términos.
Los imputados denuncian que el Tribunal de alzada no corrigió los defectos relativos a la
insuficiente fundamentación de la sentencia y defectuosa valoración de la prueba, menos
absolvió todos los puntos apelados, correspondiendo el análisis de estos extremos,
considerando que en el examen de admisibilidad del recurso se concluyó que ante la
denuncia de la existencia de defectos absolutos por vulneración a los derechos al debido
proceso, seguridad jurídica y debida fundamentación, concurrían los presupuestos de
flexibilización para la admisión del recurso.
Con esta precisión, se establece de la revisión prolija del Auto de Vista recurrido, que ante
la primera denuncia contenida en el recurso de apelación restringida relativa al
incumplimiento del art. 360 inc. 2) del CPP, al haberse consignado las generales de ley de
los imputados sin referencia a otros aspectos de su personalidad conforme lo establece el
art. 37 del CP, el Tribunal de alzada concluyó que el Juez de Sentencia efectivamente
consideró las disposiciones previstas en los arts. 37 y siguientes del CP, en el acápite
destinado a la fijación de pena, por la que la impugnación por ese aspecto carecía de mérito,
lo que supone que con relación a este motivo en particular, la Sala Penal Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, no omitió pronunciamiento, por el
contrario otorgó una respuesta clara y concisa.
En cuanto a la supuesta existencia del defecto previsto por el art. 370 inc. 2) del CPP, el
Tribunal de alzada concluyó de la revisión de la sentencia, que los imputados se
encontraban suficientemente individualizados, por lo que carecía de mérito dicha
impugnación; al respecto, si bien ese criterio es correcto en sentido de que el defecto
previsto en la citada disposición legal es formal y no sustancial, teniendo presente que la
exigencia de individualización del imputado tiende a particularizarlo plenamente a través
de los datos que lo hacen una persona única e inconfundible, el Tribunal de apelación tenía
el deber de exponer los motivos por los cuales llegó a la conclusión de que los imputados
fueron suficientemente individualizados en la sentencia, más aun tomando en cuenta que de
la revisión del recurso de apelación restringida, se constata la evidente confusión de la parte
imputada al momento de fundamentar y adecuar sus observaciones a cada uno de los
defectos de Sentencia previstos por el art. 370 del CPP; en consecuencia, se concluye que
respecto a esta problemática, la resolución impugnada contiene una fundamentación
insuficiente que vulnera el derecho al debido proceso que exige que toda resolución judicial
sea emitida con el debido fundamento, de modo que toda autoridad judicial, exponga
imprescindiblemente los hechos, realice la fundamentación legal y cite las normas que
sustente la parte dispositiva de la resolución.
Respecto a la denuncia de que la Sentencia incurrió en los defectos previstos por el art. 370
en sus incs. 5) y 6) del CPP, se tiene que los recurrentes pese a alegar en su apelación la
existencia del defecto previsto por el inc. 2) del art. 370 de la norma adjetiva, observaron e
hicieron referencia a las pruebas documentales y declaraciones testificales, emitiendo
cuestionamientos a las mismas al preguntar cuáles de esas pruebas sirvieron para demostrar
su autoría o participación en los delitos de Alteración de Linderos y Perturbación de la
Posesión; de esta forma, los recurrentes alegaron que la fundamentación de la Sentencia era
insuficiente y que se basó en defectuosa valoración de la prueba y en hechos inexistentes y
no acreditados.
En ese ámbito, el Tribunal de alzada en cuanto a la falta de fundamentación, refirió que los
apelantes se limitaron a efectuar su propio y particular análisis valorativo de las pruebas de
cargo presentadas en el juicio oral, sin tomar en cuenta que en apelación resulta prohibido
realizar una tarea intelectiva de revalorización de la prueba producida en juicio oral; y,
sobre la defectuosa valoración de la prueba, argumentó que los recurrentes incurrieron en el
mismo error que al momento de alegar falta de fundamentación, que no señalaron qué
principios de la lógica hubieran sido vulnerados por el Juez de Sentencia en su labor de
efectuar la fundamentación probatoria intelectiva y que debieron observar la valoración
descriptiva e intelectiva de la Sentencia impugnada.
Al respecto, cabe recalcar que si bien es evidente que la valoración de las pruebas y la
determinación de las conclusiones inferidas de ellas, es potestad soberana del Tribunal de
mérito, por cuanto los hechos probados en juicio se hallan sujetos al principio de
intangibilidad y por esta razón en apelación no puede realizarse un nuevo examen o
valoración de la prueba, toda vez que en el vigente sistema procesal penal no existe la
“doble instancia”; el Tribunal de alzada tiene competencia para controlar si las
conclusiones obtenidas de esas pruebas responden a las reglas del recto entendimiento
humano, lo que se conoce como principio de logicidad y si la fundamentación es expresa,
clara, completa, legítima y emitida con arreglo a las normas prescritas.
En el caso concreto, la decisión asumida por la Sala Penal Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, resulta razonable en cuanto a la denuncia de
valoración defectuosa de la prueba, teniendo en cuenta que el defecto previsto por el art.
370 inc. 6) del CPP, está vinculado a las reglas de la sana crítica y en este supuesto la parte
apelante tiene el deber de señalar cuáles son las normas del correcto entendimiento humano
inaplicadas o aplicadas erróneamente expresando las partes de la sentencia en las que
consta el agravio, sin que los recurrentes al interponer su recurso de apelación restringida
hayan observado esta carga procesal; sin embargo, al resolver el motivo fundado en el art.
370 inc. 5) del CPP, no ejerció la labor de control del iter lógico del Juez de Partido en lo
penal Liquidador y de Sentencia de Quillacollo, al exponer las razones que lo llevaron a
tener por acreditados e históricamente ciertos los hechos que constituyen los elementos
materiales del delito, la enunciación de las pruebas que le sirvieron a dicho efecto y si
expresó la valoración que otorgó a las pruebas incorporadas en juicio; es decir, que exista
una exposición de los motivos que justifiquen la convicción del juez en cuanto al hecho y
las razones jurídicas que determinan la condena de los procesados, habida cuenta que este
defecto se halla vinculado a dos momentos en la emisión de la sentencia, por un lado al
juicio histórico y por otro al juicio jurídico.
En ese sentido este Supremo Tribunal en varios Autos Supremos como el 202 de 16 de
julio de 2013, ha establecido que: “Es indiscutible que la apelación restringida no es un
medio legítimo para revalorización de la prueba puesto que en el sistema procesal vigente
no existe la doble instancia y los hechos probados en juicio se hallan sujetos al principio de
intangibilidad; sin embargo, esa limitación no significa que no sea procedente el control del
inter lógico que ha seguido el juzgador o que el tribunal de apelación, no obstante la
denuncia expresa contenida en el recurso de apelación restringida se encuentre impedido
y/o carezca de competencia para examinar la fundamentación probatoria intelectiva de la
sentencia y con ello la de la aplicación de la sana crítica y sus componentes, en la
eventualidad de que el juzgador haya podido caer en error de logicidad”.
“El juicio oral, público y contradictorio conforme dispone el artículo 1 del Código de
Procedimiento Penal, se halla tutelado por las garantías constitucionales y las normas
procesales que son de orden público y de cumplimiento obligatorio, consecuentemente el
Tribunal de alzada velando por su observancia y la economía procesal, debe emitir sus
fallos fundamentadamente y en forma clara que pueda comprender el texto un ciudadano
común así como debe proceder a anular el proceso cuando no sea posible reparar
directamente la inobservancia de la Ley o su errónea aplicación, cuando exista error in
iudicando el mismo que no influya en la parte dispositiva del fallo recurrido debe proceder
a su rectificación directa sin necesidad del reenvío del proceso a otro Tribunal lo contrario
significaría incurrir en incorrecta aplicación del art. 413 del mismo cuerpo legal”.
Por su parte, el Auto Supremo 5 de 26 de enero de 2007, estableció como doctrina legal
aplicable que:
De ahí que la motivación de los fallos emergentes de los recursos, debe ser expresa, clara,
legítima y lógica.
1. Expresa: porque el Tribunal, no puede suplirla por una remisión a otros actos, o a
las constancias del proceso, o reemplazarlas por una alusión de la prueba. La ley
exige que el juzgador consigne las razones que determinan su decisorio, expresando
sus propias argumentaciones de modo que sea controlable el inter lógico seguido
por él, para arribar a la conclusión.
3. Completa: la exigencia comprende a todas las cuestiones planteadas por las partes
en los diferentes recursos que se analizan, y a cada uno de los puntos decisivos que
justifican cada conclusión. El Tribunal está obligado a considerar todas las
cuestiones esenciales o fundamentales que determinan el fallo. En este sentido,
cualquier aspecto de la indagación susceptible de valoración propia, asume
individualidad a los fines de la obligación de motivar; y sobre la base del principio
de exhaustividad habrá falta de motivación, cuando se omita la exposición de los
razonamientos efectuados sobre un punto esencial de la decisión y sobre los hechos
secundarios alegados en el mismo, porque la obligación de motivar alcanza también
a ellos en cuanto comprenden el iter a través del cual el Tribunal llega a la
conclusión sobre la causa petendi.
La motivación de los fallos emergentes de los recursos, para ser completa, debe referirse al
petitum y al derecho, analizando la resolución impugnada y expresando las conclusiones a
las que se arribe luego de un examen sobre la veracidad de las denuncias formuladas,
resolver apartándose del petitum significa que el fallo incurre en un vicio de incongruencia.
El vicio de incongruencia como desajuste entre el fallo judicial y los términos en los que las
partes han formulado su pretensión o pretensiones, en definitiva constituyen el objeto del
recurso. Al conceder más, menos o cosa distinta a lo pedido, el órgano judicial incurre, en
las formas de incongruencia conocidas como ultra petita, citra petita o extra petita partium.
e) Lógica: finalmente se exige que la sentencia cumpla con las reglas de logicidad, de ahí
que el Tribunal valorará las cuestiones formuladas de un modo integral, empleando el
razonamiento inductivo, verificando la observancia de las reglas de la sana crítica y
exponiendo los razonamientos en que se fundamenta la decisión; es decir, sustentándolos
en las reglas de la lógica, psicología y experiencia.”
POR TANTO
La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, con la facultad conferida por el art. 42.I.1
de la Ley del Órgano Judicial y lo previsto por el art. 419 del CPP, declara FUNDADO los
recursos de casación interpuestos por Esteban Rodríguez Mamani, Jesús Alarcón Jiménez y
Mario Guzmán Quispe (fs. 154 a 155 vta.) y Tomás Luna Huanca (fs. 165 a 167 vta.), con
los fundamentos expuestos precedentemente; y en aplicación del art. 419 del CPP, DEJA
SIN EFECTO el Auto de Vista de 6 de enero de 2014, disponiendo que la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, previo sorteo y sin espera
de turno, pronuncie un nuevo Auto de Vista en conformidad a la doctrina legal establecida
en la presente Resolución.
A los efectos de lo previsto por el art. 420 del CPP, hágase conocer mediante fotocopias
legalizadas el presente Auto Supremo a los Tribunales Departamentales de Justicia del
Estado Plurinacional, para que por intermedio de sus Presidentes, pongan en conocimiento
de los Jueces en materia penal de su jurisdicción.
En aplicación del art. 17.IV de la LOJ, por Secretaría de la Sala comuníquese el presente
Auto Supremo al Consejo de la Magistratura.
Firmado