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Anuario IEHS 32 (2) 2017, 250-253

Andy Bennett & Ian Rogers, 2016.  3


Popular Music Scenes and Cultural Memory.
Londres: Palgrave Macmillan. 206 p.

La propuesta de esta obra consiste en re- and Influence” (“Teoría de la Escena: his-
pensar la noción teórica de escena musi- toria, uso e influencia”) recopila el estado
cal, presentada por Straw en 1991 1 para del arte de los estudios acerca de las co-
abordar la actividad musical a partir de munidades musicales. En este desarrollo,
sus articulaciones con el tiempo y el espa- se revaloriza la noción de escena musical
cio. Dentro de ambos ejes, estudios pre- como un abordaje más dinámico que el
vios han hecho hincapié en el carácter propuesto por los estudios subcultura-
geográfico de las escenas y en las carac- les. Se la caracteriza como un mapa que
terísticas locales y translocales. En el pre- nunca es ordenado y permite abordar la
sente libro, Bennett y Rogers enfatizan la construcción de significado e identidad,
dimensión transtemporal de las escenas y la práctica creativa, las culturas colabora-
a dichas articulaciones suman las vincula- tivas y las comunidades que se asocian a
ciones con lo virtual y lo afectivo. la música popular.
De esta manera, a partir del trabajo En el siguiente capítulo, “Music, Me-
empírico realizado en diferentes ciudades mory, Space and Place” (“Música, me-
de Australia (Adelaine, Brisbane, Canbe- moria, espacio y lugar”), los autores con-
rra, Hobart, Melbourne, Perth y Sidney), sideran que la música no sólo posee co-
los autores proponen una reformulación nexiones con asuntos sociopolíticos y
de la teoría de las escenas musicales que, culturales sino que también se vincula
según ellos, puede ser aplicada a las esce- con sensibilidades estéticas y afectos ge-
nas y a los participantes de cualquier par- neracionales. A partir de los ejemplos de
te del mundo. La innovación consiste en los fans adultos, que han hecho de la mú-
utilizar las nociones de memoria cultural sica un estilo de vida, y del marketing de
y geografía emocional para abordar los as- colección (memorabilia), Bennett y Ro-
pectos intangibles de la escena (vincula- gers proponen la idea de la música como
dos con lo afectivo) y la forma en que las un objeto de memoria que permite a las
características del presente se articulan personas entenderse como “seres cultu-
con las del pasado. rales” en el tiempo.
La primera parte del libro se refiere a De esta manera, retoman las nocio-
los conceptos teóricos. Allí, el capítulo nes de memoria cultural de Bal (1999) 2
titulado “Scene ‘Theory’: History, Usage
2  M. Bal, 1999. Introduction, en M. Bal, J. Crewe y
1  W. Straw, 1991. Systems of articulations, logics L. Spitzer (eds.) Acts of Memory: Cultural Recall in
of change: Communities and scenes in popular the Present (pp. vii-xvii). Hanover: University Press
music. Cultural Studies, vol. 5 nº 3, pp. 368-388. of New England.
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y Huyssen (2000), 3 quienes consideran la y circunstanciales, pueden ser tematiza-


memoria como un proceso cultural indi- das y entendidas como partes activas de
vidual y colectivo por el cual el pasado es la construcción de la escena.
representado y reproducido en el presen- Como consecuencia, se propone una
te. Al mismo tiempo, Bennett y Rogers li- visión optimista del gusto en contraposi-
gan esta noción a la de memoria mediada ción a los abordajes homológicos que lo
de van Dijck (2006) 4 para relacionar dicho determinaban a la clase social de perte-
proceso con el contexto de la globaliza- nencia. Por el contrario, Bennett y Rogers
ción y la mediatización. Los ejemplos cita- lo entienden como más autoconstruido
dos son archivos personales fotográficos y y abierto, rescatando la agencia de los
grabaciones audiovisuales y documenta- sujetos. A partir del trabajo etnográfico,
les, los cuales forman parte de la memoria llegan a la conclusión de que en los pro-
emotiva de los fans. cesos de conformación del gusto no sólo
También se utiliza la noción de geogra- operan una serie de instituciones sociales
fía emocional de Davidson, Bondi y Smith hegemónicas sino que también aparecen
(2007) 5 para entender el carácter afecti- varias instancias de creación, cocreación
vo de la escena musical. A partir de dicho y empoderamiento, como, por ejemplo,
concepto, Bennett y Rogers proponen la casos en que la música es utilizada como
escena musical como una mediación so- un bálsamo para circunstancias afectivas.
cioespacial de la emoción. Entonces, las El capítulo siguiente se titula “Scenes,
escenas no sólo consisten en lugares fí- Memory and the Spaces of Music Con-
sicos sino también en espacios de perte- sumption” (“Escenas, memoria y los es-
nencia afectiva. La música es así un medio pacios de consumo musical”) e intenta
para la memoria cultural en circunstancias recuperar los espacios de performance y
locales particulares de la vida cotidiana. escucha musical, entre los que se mencio-
En la segunda parte del libro, se descri- nan los venues (espacios para realizar con-
ben varios casos de estudio que, previa- ciertos) –desde empresas con licencias
mente, son enmarcados en la noción de hasta lugares alternativos y autogestivos
gusto. La escena es propuesta como una (DIY venues) 6 – y los puntos de compra –
forma de mapear y narrativizar las accio- desde disquerías hasta espacios de adqui-
nes de los participantes basadas en el gus- sición alternativa por medio de transfe-
to. De esta manera, tanto las memorias rencia virtual–. De todas formas, se acla-
como las ideologías del gusto, históricas ra que la escena musical abarca tanto el
consumo público como privado, por lo
3  A. Huyssen, 2000. Present pasts: Media, poli- que la intención es investigar las dimen-
tics, amnesia. Public Culture, vol. 12 nº 1, pp. 21-38. siones afectivas e intangibles que se aso-
4  J. van Dijck, 2001. Record and hold: Popular cian al significado de la escena como un
music between personal and collective memory.
Critical Studies in Media Communication, vol. 23
sitio de la vida musical.
nº 5, pp. 357-374.
5  J. Davidson, L. Bondi y M. Smith (eds.), 2007. 6  La sigla DIY se refiere a la frase en inglés Do it
Emotional Geographies. Aldershot: Ashgate. yourself (Hazlo tú mismo).
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Para este abordaje, se retoman las compartir archivos en formato MP3, en


nociones de escena afectiva de Bennett las narrativas y las memorias escénicas. En
(2013) 7 y de usuario, desarrollada por de este capítulo, los autores concluyen asu-
Certeau (1984). 8 Como consecuencia, se miendo un error en sus viejas concepcio-
visualiza la importancia del espacio den- nes sobre el carácter virtual de las esce-
tro de la coproducción de significado en la nas, ya que antes consideraban que éste
vida cotidiana. Al incorporar momentos se desarrollaba de forma separada de la
del pasado que son retenidos corporal- actividad cara a cara. Por el contrario, en
mente por los individuos y transpuestos el presente estudio afirman que lo virtual
en el paisaje urbano, la escena trasciende constituye una extensión de la actividad
las cualidades tangibles del espacio y las offline. En la capa virtual se plasman frag-
limitaciones temporales. Esto se ejempli- mentos de memoria que permiten visua-
fica en las respuestas de los entrevistados lizar movimientos circunstanciales y dis-
que demostraban valorar ciertos lugares cursos de participación. De esta forma, lo
del espacio urbano como un “hogar”, los virtual se constituiría como una abstrac-
que en su mayoría eran espacios autoges- ción de las escenas locales y translocales.
tivos, en donde se destacaba la agencia de El último capítulo, titulado “The Dis-
los participantes. tance from an Unknown Centre: The Dis-
A continuación, el capítulo titulado courses of Periphery and Edge in Music
“Spaces of Local Music Production” (“Es- Scenes” (“La distancia desde un centro
pacios de producción musical local”) rea- desconocido: los discursos de la periferia
liza un mapeo de los espacios de produc- y el borde en las escenas musicales”), es-
ción, los cuales no sólo interfieren en las tudia cuatro temas clave: el aislamiento,
biografías personales sino también en las el déficit, la apropiación y la revisión. En
historias musicales locales. En ese senti- varios estudios de caso, los conceptos de
do, los autores caracterizan el proceso periferia y marginalidad toman diferentes
de producción musical y de performance significados: en algunos lugares constitu-
como fluido y móvil. yen una restricción, pero en otros permi-
El capítulo titulado “Virtuality: Images ten la creatividad musical y son utilizados
and the Local Archive” (“Virtualidad: imá- como forma de empoderamiento y pro-
genes y el archivo local”) se enfoca en el moción de una fuerte actividad autoges-
rol que desarrolla la tecnología digital en tiva. En ellos, la periferia aparece como
la creación, articulación y mantenimiento una forma de resistencia.
de la escena, a través del estudio del im- Para concluir, podemos decir que este
pacto de plataformas tales como blogs, si- trabajo constituye un avance teórico den-
tios de transmisión de videos y redes para tro del campo de los estudios sociales y
culturales de la música, ya que aporta
7  A. Bennett, 2013. Music, Style and Aging:
Growing Old Disgracefully? Philadelphia: Temple
una nueva mirada enfocada en aspectos
University Press. que antes no se habían tenido en cuenta,
8  M. de Certeau, 1984. The Practice of Everyday como son la dimensión intangible de lo
Life. Los Ángeles: University of California Press. afectivo y la caracterización de los partici-
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pantes como coproductores. Sin embar- emocional sólo permite estudiar la reper-
go, consideramos que la inclusión de las cusión del pasado en el presente de la es-
nociones de memoria cultural y geografía cena y no la evolución histórica de ésta.

Manuela Belén Calvo


CONICET / Universidad Nacional del Centro

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