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SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL COMO PRINCIPIO.

Martínez Tinajero María de los Ángeles.

Doctorado en Derecho y Ciencias Jurídicas.

Universidad del Distrito Federal.

Ciudad de México. Febrero 2018.

Abogadamartineza@gmail.com

Miguel Angel Alfonso Peña. Dr.


2

Tabla de contenido

Supremacía Constitucional como principio. ........................................................................... 3


Resumen.............................................................................................................................. 3
Abtract................................................................................................................................. 4
Origen. ................................................................................................................................ 5
Tipo de Constitución. .......................................................................................................... 5
Supremacía y soberanía. ..................................................................................................... 6
Tratados – convencionalidad. ............................................................................................. 7
Constitución vs Tratados Internacionales. .......................................................................... 9
Pronunciamiento de la Corte. ............................................................................................ 10
Conclusión. ....................................................................................................................... 11
Bibliografía. ...................................................................................................................... 12
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Supremacía Constitucional como principio.

Resumen.
Un principio, en su concepto más amplio, es una base de ideales, fundamentos, reglas
y/o políticas de la cual nacen las ideologías, teorías, doctrinas, religiones y ciencias.
Principio viene del latín principium que significa origen, inicio, comienzo. A pesar de aún
ser usado para referirse a un inicio de algo, esta palabra es mayormente usada en un sentido
filosófico moral y ético.

Los principios también son usados para referirse a fundamentos y/o leyes sobre cómo
funciona una ideología, teoría, doctrina, religión o ciencia.
La Supremacía de un país es un principio teórico, este principio ubica
jerárquicamente a la Constitución de un país por encima de todo el ordenamiento jurídico
con el que cuenta y cuya vigencia se logra a través de su capacidad reguladora en la vida
histórica de la nación y sólo puede tener verdadera eficacia siempre y cuando sea garantizada
jurisdiccionalmente. La Constitución de un país se considera la Ley Suprema del Estado y es
el fundamento del sistema jurídico, representa la esencia de la democracia, de la protección
de los derechos fundamentales y de la justicia constitucional. Por otro lado tenemos los
tratados internacionales que al ser ratificados por el presidente del país adquieren el mismo
rango jerárquico que la constitución, siempre y cuando no la contravengan, y definitivamente
estarán en nivel superior a las leyes internas.

“La supremacía de la Constitución no se ha de considerar subordinada a las leyes


ordinarias... (Pedro, 2008). Estas leyes y estas construcciones técnicas edificadas sobre ellas,
tienen solamente un valor relativo, esto es, presuponen las reservas necesarias para que su
aplicación no menoscabe o ponga en peligro los fines esenciales de la ley suprema. Todas las
construcciones técnicas, todas las doctrinas generales no impuestas por la Constitución, valen
en la Corte “sólo en principio”, salvo la constitución misma, que ella sí y solo ella, vale
absolutamente. ¡Se ha extraviado o dejado de existir la supremacía de la constitución? Más
bien, cabría sostener que hay un reacomodamiento de la misma.

Palabras clave: Supremacía, Convencionalidad, Jerarquía,


4

Abtract.

A principle, in its broadest sense, is a basis of ideals, foundations, rules and / or


policies from which ideologies, theories, doctrines, religions and sciences are born. Principle
comes from the Latin principium which means origin, beginning. Despite still being used to
refer to a beginning of something, this word is mostly used in a philosophical moral and
ethical sense.
The principles are also used to refer to foundations and / or laws about how an ideology,
theory, doctrine, religion or science works.

The Supremacy of a country is a theoretical principle, this principle hierarchically


locates the Constitution of a country above all the legal system that counts and whose validity
is achieved through its regulatory capacity in the historical life of the nation and It can only
have true effectiveness as long as it is guaranteed jurisdictionally. The Constitution of a
country is considered the Supreme Law of the State and is the foundation of the legal system,
represents the essence of democracy, the protection of fundamental rights and constitutional
justice.

On the other hand we have international treaties that upon ratification by the
president of the country acquire the same hierarchical rank as the constitution, as long as they
do not contravene it, and will definitely be at a higher level than the internal laws.
"The supremacy of the Constitution should not be considered subordinate to ordinary laws
... These laws and these technical constructions built on them, have only a relative value, that
is, presuppose the necessary reserves so that their application does not undermine or put
endangering the essential purposes of the supreme law. All the technical constructions, all
the general doctrines not imposed by the Constitution, are valid in the Court "only in
principle", except the Constitution itself, which it and only it, is absolutely valid "Has the
supremacy gone astray or ceased to exist? of the Constitution? Rather, one could hold that
there is a rearrangement of it.

Key words: Supremacy, Conventionality, Hierarchy


5

Origen.

Sabemos que de manera originaria, la sociedad se somete de manera voluntaria a un


pacto social, que tiene como fin un orden social justo, en donde surge el gobierno por un lado
y por el otro un grupo mayor de miembros de esa sociedad en particular, han decidido de
manera voluntaria ceder parte de su libertad, esto con la finalidad de lograr una convivencia
más civilizada con las personas que forman el entorno.

Este contrato al que se somete la sociedad de manera voluntaria, es el principio de


legitimación de la sociedad política, es decir de un orden natural cambiamos a la relación
política entre gobernante y gobernado, y en realidad este contrato contiene dos pactos, el de
asociación y el de sujeción. Las reglas quedan establecidas en un modelo normativo que sirve
de guía para esa sociedad, en donde la soberanía reside en el pueblo.1

Este pacto queda establecido definitivamente, en un cuerpo de normas jurídicas que


contienen los derechos esenciales de las personas y que determinan la organización del
estado, constituye la base del ordenamiento jurídico de un país, y es lo que llamamos
constitución.

El término “Constitución” se va adoptar en el mundo eclesiástico con motivo de las


llamadas “Constituciones papales” que tendrían su posterior reflejo en las constituciones de
las diferentes órdenes religiosas. Incluso podemos afirmar que la conceptualización del
término Constitución se produce a lo largo de todo un proceso histórico.

Normalmente suele atribuirse a los hebreos el primer concepto de Constitución, con


la existencia de una norma suprema a los gobernantes y gobernados que, a su vez, actuaba
como límite a la acción de aquéllos. Esta norma suprema se identificaba con la ley divina,
conteniendo una fuerte carga ética o moral, cuya actuación era realizada a través de profetas.

En la antigüedad clásica va a predominar, como ya pusiera de relieve el propio


Jellinek, la idea de una Constitución en sentido material.2

Tipo de Constitución.

La Constitución Mexicana, al igual que muchas constituciones de América Latina es


una Constitución rígida. Se representa la rigidez como una consecuencia de la Supremacía
Constitucional, y esto es correcto desde el punto de vista político, precisamente porque se
quiere asegurar la Supremacía de la Constitución es que se le da un carácter rígido, se puede
hablar de su supremacía puesto que si ella no fuera rígida no se distinguiría, desde el punto
de vista formal, de las leyes ordinarias. 3
6

Supremacía y soberanía.

La Supremacía Constitucional en sus dos vertientes clásicas, concebidas como


“soberanía” y como “jerarquía”.

Es usual sostener que la existencia de una constitución, tuvo un doble e importante fin para
la consolidación del sistema que hemos denominado como “Constitucionalismo”. Por un
lado, permitió elaborar el diseño de una instancia superior, y jerárquicamente prevalente, que
no podría ser alterada por el accionar cotidiano de los poderes constituidos. Por el otro,
acentuó (en el marco del cumplimiento de las reglas del Estado de Derecho) la potestad
irrevisable del Estado para definir sus políticas y actuar sus potestades, en el ámbito interno
regido por la mismísima constitución.

No dudamos en sostener que la gran lucha del sistema constitucional, al menos hasta
promediar el fin de éste milenio, ha sido la de garantizar jurídicamente el hecho político de
la prevalencia de la Constitución, como eje y marco del sistema, que se articula sobre la base
de la organización democrática de Estados soberanos que – en ese marco relacional – se
vinculan a otras Naciones, también soberanas.

Por ello es que el sistema constitucional edificó con solidez el contexto de la


Constitución codificada, a la que califica como “súper ley” y aloja en la cúspide de una
teórica pirámide que determina las jerarquías normativas de las estructuras que ella crea,
desde la acción de los representantes del pueblo (constituyentes), desde el panorama anterior
a la reciente reforma constitucional, no existía duda alguna referente a la supremacía de la
Constitución Nacional, no solo sobre todo el sistema normativo nacional, sino también
respecto de las legislaciones provinciales.

Ello pues con base en un ordenamiento constitucional rígido como el nuestro, la


Constitución es Ley Suprema y todas las demás normas jurídicas se le deben adecuar. Así, la
doctrina constitucional ha explicitado el problema de la supremacía de la Constitución y su
preeminencia, por significar su estructura, la base del ordenamiento jurídico que de ella se
deriva y al cual comunica juridicidad.4

Desde la óptica preanunciada, el concepto "supremacía constitucional" puede


desgranarse, en dos matices claramente identificables.

• Como "soberanía", ya que así se legitima globalmente el sistema, rechazándose su


violación.

• Como relación” jerárquica” entre normas, a partir del ya clásico diagrama kelseniano en
cuya cúspide se encuentra la razón de la existencia de todo el sistema de imputación
normativa.
7

Tratados – convencionalidad.

En el año 3100 (a. C.) se celebró el primer tratado entre Eannatum, victorioso
señor de la ciudad-Estado de Lagash, en Mesopotamia, y los hombres de
Umma, otra ciudad-Estado de la misma región. Este tratado se suscribió en sumerio y fijaba
los límites entre Lagash y Umma, y es anterior en más de mil años al siguiente tratado del
que existe prueba documental.

Del segundo milenio se conservan tratados elaborados en yeso. La mayoría


se refiere a los egipcios y a los hititas, y los primeros se refieren a la paz,
alianzas, fronteras y los de los hititas al establecimiento de Estados vasallos.
El tratado más importante del segundo milenio antes de Cristo es el de paz y
alianza celebrado en 1291 antes de Cristo entre Ramsés II de Egipto y Hattusilo
II de los hititas. El lenguaje es el arcadio babilónico. En este tratado se hizo
un pacto de extradición al que quedaban sometidos los enemigos internos de
cada país si buscaban refugio en el otro país firmante.5

Antes de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969,


el régimen de los tratados se regía por el derecho consuetudinario, la doctrina de
los autores, la jurisprudencia internacional y, en ocasiones, la política del poder.

Sin embargo, pueden citarse los siguientes antecedentes:

• Convención sobre Tratados de 20 de febrero de 1928. Esta Convención ha sido


ratificada por Brasil, Ecuador, Haití, Nicaragua, Panamá y la República Dominicana;
• Proyecto sobre tratados de la Comisión Interamericana de Jurisconsultos;
• Proyecto Harvard de 1935.

El proyecto de Convención fue elaborado por la Comisión de Derecho


Internacional creada por resolución 174 (11) (21 noviembre 1947). El primer
relator fue el jurista británico J. L. Brierly que produjo cuatro informes, tres
sobre tratados y uno sobre reservas en los tratados multilaterales. Luego de haber
renunciado este jurista se designó a H . Lauterpacht, quien produjo dos informes, pero
renunció al ser elegido juez de la Corte Internacional de Justicia.

Luego se designó a Sir Gerald Fitzmaurice, quien entre 1956 y 1960 presentó
dos informes, pero renunció por haber sido elegido juez de la Corte Internacional
de Justicia. Por último, se designó a Sir Humphrey Waldock, quien hizo
seis informes sobre los cuales la Comisión de Derecho Internacional elaboró el
proyecto de convención que se aprobó en 1969.

La conferencia se reunió en los años 1968 y 1969, participaron 110 Estados


y se adoptó el 22 de mayo de 1969. Entró en vigor el 27 de enero de 1980 y ha
sido ratificada por 44 Estados. Colombia la aprobó por ley 32 de 1985, depositó
8

el instrumento de ratificación en marzo de 1986 e hizo reserva al artículo


25 de la misma.

Antes de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969,


el régimen de los tratados se regía por el derecho consuetudinario, la doctrina de
los autores, la jurisprudencia internacional y, en ocasiones, la política del poder.

Sin embargo, pueden citarse los siguientes antecedentes:

• Convención sobre Tratados de 20 de febrero de 1928. Esta Convención ha sido


ratificada por Brasil, Ecuador, Haití, Nicaragua, Panamá y la República Dominicana;
• Proyecto sobre tratados de la Comisión Interamericana de Jurisconsultos;
• Proyecto Harvard de 1935.

El proyecto de Convención fue elaborado por la Comisión de Derecho


Internacional creada por resolución 174 (11) (21 noviembre 1947). El primer
relator fue el jurista británico J. L. Brierly, que produjo cuatro informes, tres
sobre tratados y uno sobre reservas en los tratados multilaterales. Luego de haber
renunciado este jurista se designó a H . Lauterpacht, quien produjo dos informes,
pero renunció al ser elegido juez de la Corte Internacional de Justicia.

Luego se designó a Sir Gerald Fitzmaurice quien entre 1956 y 1960 presentó
dos informes, pero renunció por haber sido elegido juez de la Corte Internacional
de Justicia. Por último, se designó a Sir Humphrey Waldock, quien hizo
seis informes sobre los cuales la Comisión de Derecho Internacional elaboró el
proyecto de convención que se aprobó en 1969.

La conferencia se reunió en los años 1968 y 1969, participaron 110 Estados


y se adoptó el 22 de mayo de 1969. Entró en vigor el 27 de enero de 1980 y ha
sido ratificada por 44 Estados. Colombia la aprobó por ley 32 de 1985, depositó
el instrumento de ratificación en marzo de 1986 e hizo reserva al artículo
25 de la misma.

El 21 de marzo de 1980 se adoptó la II Convención de Viena sobre el Derecho de los


Tratados entre Estados y organizaciones internacionales o entre organizaciones
internacionales. Esta Convención vino a complementar la Convención de Viena i que se
refería únicamente a tratados entre Estados, Colombia la ratificó, previa revisión de la Corte
Constitucional de la ley 406 de 1997, que la aprobó. La sentencia C-400 de 1998, que revisó
la Convención de Viena II (ver la jurisprudencia de la Corte Constitucional en materia de
tratados).

Esta Convención se suscribió el 28 de agosto de 1978, pero todavía no ha entrado en


vigencia internacional (en el momento de escribirse el libro). Colombia no la ha aprobado ni
ratificado.
9

Estas son las convenciones sobre derecho de los tratados que codifican el derecho
consuetudinario en esta materia y que en algunos aspectos pueden aplicarse como costumbre
internacional, aun para los Estados que no las han ratificado. 6

Constitución vs Tratados Internacionales.

La Supremacía de la Constitución estuvo prácticamente intocable y de acuerdo con


los planteamientos de Kelsen, no fue sino hasta las reformas constitucionales del 10 de junio
del 2011, que precisamente por este cambio de paradigma se sacudió de manera importante
la forma de aplicar la jerarquía y supremacía de nuestra constitución. Con el cambio de
paradigma en realidad caímos en una serie de mal interpretaciones.

Ejemplo de lo antes mencionado es la contradicción de tesis 293/2011, por lo que


juristas como Miguel Carbonell mal interpreto y público en el periódico Universal lo
siguiente:

“Se acaba de dar a conocer una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que
va a cambiar la forma en la que entiende e interpreta el derecho mexicano. Me refiero a la
sentencia que resuelve la contradicción de tesis 293/2011 resuelta por el Pleno de la Corte
en diciembre del año pasado”

“En ella se señalan dos cosas de la mayor relevancia: que en México las personas tenemos
los derechos que nos reconoce la Constitución y los que están previstos por los tratados
internacionales, pero además se establece que entre esas dos “fuentes” de los derechos no
hay una relación de jerarquía, sino que entre ambas constituyen una especie de “bloque de
regularidad constitucional” dentro del cual los jueces podrán tomar la norma que resulte
más protectora al momento de resolver un caso concreto”.7

En otras palabras, la Corte deja atrás un viejo concepto con el que nos formamos la
mayor parte de los abogados mexicanos: el de jerarquía normativa. A partir de la citada
sentencia de la Corte esa jerarquía no existe entre la Constitución y los tratados
internacionales.

Se trata de un paso adelante de grandes proporciones y que debemos aplaudir sin


reservas, ya que va a transformar la práctica de los litigios en México al enviar una señal muy
clara a jueces y abogados litigantes para que utilicen de forma indistinta tanto la Constitución
como los tratados para efectos de construir sus argumentaciones jurídicas. Obviamente, este
criterio de la Corte también va a impactar de manera directa en la forma en que se enseña el
derecho en México, la cual tendrá también que modernizarse para ser compatible con el
nuevo criterio judicial.

La segunda cuestión relevante que resuelve la sentencia 293/2011 es el valor de la


jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Hace unos años nuestra
Corte había dicho que solamente eran obligatorias las sentencias interamericanas que se
hubieran dictado en casos en los que México hubiera sido la parte demandada. Ahora ese
criterio cambia y se señala que todas las sentencias interamericanas son obligatorias para los
10

jueces mexicanos, de modo que deben aplicar los criterios en ellas contenidos a menos que
encuentren un criterio jurisprudencial de carácter nacional que resulte más protector.

Pronunciamiento de la Corte.

Llego a tal grado la confusión, que la Corte se tuvo que pronunciar para dejar establecida la
Supremacía de nuestra Constitución.

Época: Novena Época


Registro: 180240
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XX, Octubre de 2004
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a./J. 80/2004
Página: 264

SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL Y ORDEN JERÁRQUICO NORMATIVO, PRINCIPIOS DE.


INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 133 CONSTITUCIONAL QUE LOS CONTIENE.

En el mencionado precepto constitucional no se consagra garantía individual alguna, sino que se establecen
los principios de supremacía constitucional y jerarquía normativa, por los cuales la Constitución Federal y las
leyes que de ella emanen, así como los tratados celebrados con potencias extranjeras, hechos por el presidente
de la República con aprobación del Senado, constituyen la Ley Suprema de toda la Unión, debiendo los Jueces
de cada Estado arreglarse a dichos ordenamientos, a pesar de las disposiciones en contrario que pudiera haber
en las Constituciones o en las leyes locales, pues independientemente de que conforme a lo dispuesto en el
artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Estados que constituyen la
República son libres y soberanos, dicha libertad y soberanía se refiere a los asuntos concernientes a su régimen
interno, en tanto no se vulnere el Pacto Federal, porque deben permanecer en unión con la Federación según
los principios de la Ley Fundamental, por lo que deberán sujetar su gobierno, en el ejercicio de sus funciones,
a los mandatos de la Carta Magna, de manera que si las leyes expedidas por las Legislaturas de los Estados
resultan contrarias a los preceptos constitucionales, deben predominar las disposiciones del Código Supremo y
no las de esas leyes ordinarias, aun cuando procedan de acuerdo con la Constitución Local correspondiente,
pero sin que ello entrañe a favor de las autoridades que ejercen funciones materialmente jurisdiccionales,
facultades de control constitucional que les permitan desconocer las leyes emanadas del Congreso Local
correspondiente, pues el artículo 133 constitucional debe ser interpretado a la luz del régimen previsto por la
propia Carta Magna para ese efecto.

Amparo en revisión 2119/99. 29 de noviembre de 2000. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Leticia Flores Díaz.

Amparo directo en revisión 1189/2003. Anabella Demonte Fonseca y otro. 29 de octubre de 2003. Unanimidad
de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Luis Fernando
Angulo Jacobo.

Amparo directo en revisión 1390/2003. Gustavo José Gerardo García Gómez y otros. 17 de marzo de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Humberto Román Palacios; en su
ausencia hizo suyo el asunto José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Jaime Salomón Hariz Piña.

Amparo directo en revisión 1391/2003. Anabella Demonte Fonseca. 31 de marzo de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
11

Amparo en revisión 797/2003. Banca Quadrum, S.A. Institución de Banca Múltiple. 26 de mayo de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Luis Fernando Angulo Jacobo.

Tesis de jurisprudencia 80/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de veintidós de
septiembre de dos mil cuatro.

Nota: Al resolver el veinticinco de octubre de dos mil once la solicitud de modificación de jurisprudencia 22/2011,
el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó “ÚNICO: Han quedado sin efectos las tesis
jurisprudenciales números P./J. 73/99 y P./J. 74/99, de rubros: “CONTROL JUDICIAL DE LA CONSTITUCIÓN.
ES ATRIBUCIÓN EXCLUSIVA DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN.” y “CONTROL DIFUSO DE LA
CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS GENERALES. NO LO AUTORIZA EL ARTÍCULO 133 DE LA
CONSTITUCIÓN.”, conclusión a la que se arribó en virtud del marco constitucional generado con motivo de la
entrada en vigor del Decreto por el que se modifica la denominación del Capítulo I del Título Primero y reforma
diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicado en el Diario Oficial de
la Federación de 10 de junio de 2011. 8

Conclusión.

En conclusión de lo aquí descrito podemos con certeza manifestar, que la Supremacía


Constitucional en México se mantiene, que auxiliados de la estructura de rigidez con la que
cuenta nuestra Ley Suprema, esta ha podido superar la evolución de nuestros acuerdos
elevados a regulación interna y desde luego los cambios de paradigmas que se nos han
presentado a través del tiempo.

Hoy más que nunca, contamos con una participación muy activa de la Corte
Interamericana, tenemos una influencia importante de criterios basados en la procuración de
los Derechos Humanos, y se le ha dado una gran importancia a la convencionalidad. Pues
con todo y esto es claro que nuestra Constitución sigue siendo la Ley Suprema.

En algún momento de la reforma constitucional del 2011 y debido a la aplicación de


los tratados Internacionales suscritos por México, surgió cierta confusión acerca del lugar
que ocupaban los tratados internacionales frente a la Constitución Política Mexicana, por
supuesto la Corte se pronunció y nos dejó claro, que los tratados están solo por debajo de la
Constitución, pero son de mayor jerarquía que cualquier otro ordenamiento jurídico nacional.

Es decir la Constitución es nuestra máxima regulación, y la convencionalidad debe


trabajar acorde a ella. La convencionalidad solo aplica en caso de que algún ordenamiento
que no esté contenido en la Constitución, no la contravenga y aplique en beneficio más
protector para el caso concreto, está por encima de todo el ordenamiento jurídico con el que
cuenta y su vigencia se ha logrado a través de su capacidad reguladora en la vida histórica
de la nación, y sólo puede tener verdadera eficacia siempre y cuando sea garantizada
jurisdiccionalmente.
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Bibliografía.

1.-Meza Hernández Pedro, Encrucijada Política: Kant entre el liberalismo y el


republicanismo.2008 * Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa.

2. Marco Gerardo Monroy Cabra (Colombia) * Concepto de Constitución. Disponible en


http://www.congreso.gob.pe/Docs/DGP/CCEP/files/cursos/2017/files/clas

3.-Vedel George, Manual Elementaire de Droit Constitutionel, Paris, Sirey, 1949 p. 117.

4.- http://www.profesorjimenez.com.ar/web/wp-content/uploads/2015/07/005_De

5.- Basado en el libro “Derecho Internacional Público”, de Marco Gerardo Monroy Cabra:

6.- http://leyderecho.org/historia-de-los-tratados-internacionales/

7.- CONTRADICCIÓN DE TESIS 293/2011


http://www.miguelcarbonell.com/articulos_periodicos/Constituci_n_o_trata.

8.- SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL Y ORDEN JERÁRQUICO NORMATIVO,


(Jurisprudencia), 9ª. Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XX,
Materia Constitucional.

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