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Tabla de contenido
Resumen.
Un principio, en su concepto más amplio, es una base de ideales, fundamentos, reglas
y/o políticas de la cual nacen las ideologías, teorías, doctrinas, religiones y ciencias.
Principio viene del latín principium que significa origen, inicio, comienzo. A pesar de aún
ser usado para referirse a un inicio de algo, esta palabra es mayormente usada en un sentido
filosófico moral y ético.
Los principios también son usados para referirse a fundamentos y/o leyes sobre cómo
funciona una ideología, teoría, doctrina, religión o ciencia.
La Supremacía de un país es un principio teórico, este principio ubica
jerárquicamente a la Constitución de un país por encima de todo el ordenamiento jurídico
con el que cuenta y cuya vigencia se logra a través de su capacidad reguladora en la vida
histórica de la nación y sólo puede tener verdadera eficacia siempre y cuando sea garantizada
jurisdiccionalmente. La Constitución de un país se considera la Ley Suprema del Estado y es
el fundamento del sistema jurídico, representa la esencia de la democracia, de la protección
de los derechos fundamentales y de la justicia constitucional. Por otro lado tenemos los
tratados internacionales que al ser ratificados por el presidente del país adquieren el mismo
rango jerárquico que la constitución, siempre y cuando no la contravengan, y definitivamente
estarán en nivel superior a las leyes internas.
Abtract.
On the other hand we have international treaties that upon ratification by the
president of the country acquire the same hierarchical rank as the constitution, as long as they
do not contravene it, and will definitely be at a higher level than the internal laws.
"The supremacy of the Constitution should not be considered subordinate to ordinary laws
... These laws and these technical constructions built on them, have only a relative value, that
is, presuppose the necessary reserves so that their application does not undermine or put
endangering the essential purposes of the supreme law. All the technical constructions, all
the general doctrines not imposed by the Constitution, are valid in the Court "only in
principle", except the Constitution itself, which it and only it, is absolutely valid "Has the
supremacy gone astray or ceased to exist? of the Constitution? Rather, one could hold that
there is a rearrangement of it.
Origen.
Tipo de Constitución.
Supremacía y soberanía.
Es usual sostener que la existencia de una constitución, tuvo un doble e importante fin para
la consolidación del sistema que hemos denominado como “Constitucionalismo”. Por un
lado, permitió elaborar el diseño de una instancia superior, y jerárquicamente prevalente, que
no podría ser alterada por el accionar cotidiano de los poderes constituidos. Por el otro,
acentuó (en el marco del cumplimiento de las reglas del Estado de Derecho) la potestad
irrevisable del Estado para definir sus políticas y actuar sus potestades, en el ámbito interno
regido por la mismísima constitución.
No dudamos en sostener que la gran lucha del sistema constitucional, al menos hasta
promediar el fin de éste milenio, ha sido la de garantizar jurídicamente el hecho político de
la prevalencia de la Constitución, como eje y marco del sistema, que se articula sobre la base
de la organización democrática de Estados soberanos que – en ese marco relacional – se
vinculan a otras Naciones, también soberanas.
• Como relación” jerárquica” entre normas, a partir del ya clásico diagrama kelseniano en
cuya cúspide se encuentra la razón de la existencia de todo el sistema de imputación
normativa.
7
Tratados – convencionalidad.
En el año 3100 (a. C.) se celebró el primer tratado entre Eannatum, victorioso
señor de la ciudad-Estado de Lagash, en Mesopotamia, y los hombres de
Umma, otra ciudad-Estado de la misma región. Este tratado se suscribió en sumerio y fijaba
los límites entre Lagash y Umma, y es anterior en más de mil años al siguiente tratado del
que existe prueba documental.
Luego se designó a Sir Gerald Fitzmaurice, quien entre 1956 y 1960 presentó
dos informes, pero renunció por haber sido elegido juez de la Corte Internacional
de Justicia. Por último, se designó a Sir Humphrey Waldock, quien hizo
seis informes sobre los cuales la Comisión de Derecho Internacional elaboró el
proyecto de convención que se aprobó en 1969.
Luego se designó a Sir Gerald Fitzmaurice quien entre 1956 y 1960 presentó
dos informes, pero renunció por haber sido elegido juez de la Corte Internacional
de Justicia. Por último, se designó a Sir Humphrey Waldock, quien hizo
seis informes sobre los cuales la Comisión de Derecho Internacional elaboró el
proyecto de convención que se aprobó en 1969.
Estas son las convenciones sobre derecho de los tratados que codifican el derecho
consuetudinario en esta materia y que en algunos aspectos pueden aplicarse como costumbre
internacional, aun para los Estados que no las han ratificado. 6
“Se acaba de dar a conocer una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que
va a cambiar la forma en la que entiende e interpreta el derecho mexicano. Me refiero a la
sentencia que resuelve la contradicción de tesis 293/2011 resuelta por el Pleno de la Corte
en diciembre del año pasado”
“En ella se señalan dos cosas de la mayor relevancia: que en México las personas tenemos
los derechos que nos reconoce la Constitución y los que están previstos por los tratados
internacionales, pero además se establece que entre esas dos “fuentes” de los derechos no
hay una relación de jerarquía, sino que entre ambas constituyen una especie de “bloque de
regularidad constitucional” dentro del cual los jueces podrán tomar la norma que resulte
más protectora al momento de resolver un caso concreto”.7
En otras palabras, la Corte deja atrás un viejo concepto con el que nos formamos la
mayor parte de los abogados mexicanos: el de jerarquía normativa. A partir de la citada
sentencia de la Corte esa jerarquía no existe entre la Constitución y los tratados
internacionales.
jueces mexicanos, de modo que deben aplicar los criterios en ellas contenidos a menos que
encuentren un criterio jurisprudencial de carácter nacional que resulte más protector.
Pronunciamiento de la Corte.
Llego a tal grado la confusión, que la Corte se tuvo que pronunciar para dejar establecida la
Supremacía de nuestra Constitución.
En el mencionado precepto constitucional no se consagra garantía individual alguna, sino que se establecen
los principios de supremacía constitucional y jerarquía normativa, por los cuales la Constitución Federal y las
leyes que de ella emanen, así como los tratados celebrados con potencias extranjeras, hechos por el presidente
de la República con aprobación del Senado, constituyen la Ley Suprema de toda la Unión, debiendo los Jueces
de cada Estado arreglarse a dichos ordenamientos, a pesar de las disposiciones en contrario que pudiera haber
en las Constituciones o en las leyes locales, pues independientemente de que conforme a lo dispuesto en el
artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los Estados que constituyen la
República son libres y soberanos, dicha libertad y soberanía se refiere a los asuntos concernientes a su régimen
interno, en tanto no se vulnere el Pacto Federal, porque deben permanecer en unión con la Federación según
los principios de la Ley Fundamental, por lo que deberán sujetar su gobierno, en el ejercicio de sus funciones,
a los mandatos de la Carta Magna, de manera que si las leyes expedidas por las Legislaturas de los Estados
resultan contrarias a los preceptos constitucionales, deben predominar las disposiciones del Código Supremo y
no las de esas leyes ordinarias, aun cuando procedan de acuerdo con la Constitución Local correspondiente,
pero sin que ello entrañe a favor de las autoridades que ejercen funciones materialmente jurisdiccionales,
facultades de control constitucional que les permitan desconocer las leyes emanadas del Congreso Local
correspondiente, pues el artículo 133 constitucional debe ser interpretado a la luz del régimen previsto por la
propia Carta Magna para ese efecto.
Amparo en revisión 2119/99. 29 de noviembre de 2000. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Leticia Flores Díaz.
Amparo directo en revisión 1189/2003. Anabella Demonte Fonseca y otro. 29 de octubre de 2003. Unanimidad
de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Luis Fernando
Angulo Jacobo.
Amparo directo en revisión 1390/2003. Gustavo José Gerardo García Gómez y otros. 17 de marzo de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Humberto Román Palacios; en su
ausencia hizo suyo el asunto José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Jaime Salomón Hariz Piña.
Amparo directo en revisión 1391/2003. Anabella Demonte Fonseca. 31 de marzo de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
11
Amparo en revisión 797/2003. Banca Quadrum, S.A. Institución de Banca Múltiple. 26 de mayo de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Luis Fernando Angulo Jacobo.
Tesis de jurisprudencia 80/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de veintidós de
septiembre de dos mil cuatro.
Nota: Al resolver el veinticinco de octubre de dos mil once la solicitud de modificación de jurisprudencia 22/2011,
el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó “ÚNICO: Han quedado sin efectos las tesis
jurisprudenciales números P./J. 73/99 y P./J. 74/99, de rubros: “CONTROL JUDICIAL DE LA CONSTITUCIÓN.
ES ATRIBUCIÓN EXCLUSIVA DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN.” y “CONTROL DIFUSO DE LA
CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS GENERALES. NO LO AUTORIZA EL ARTÍCULO 133 DE LA
CONSTITUCIÓN.”, conclusión a la que se arribó en virtud del marco constitucional generado con motivo de la
entrada en vigor del Decreto por el que se modifica la denominación del Capítulo I del Título Primero y reforma
diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicado en el Diario Oficial de
la Federación de 10 de junio de 2011. 8
Conclusión.
Hoy más que nunca, contamos con una participación muy activa de la Corte
Interamericana, tenemos una influencia importante de criterios basados en la procuración de
los Derechos Humanos, y se le ha dado una gran importancia a la convencionalidad. Pues
con todo y esto es claro que nuestra Constitución sigue siendo la Ley Suprema.
Bibliografía.
3.-Vedel George, Manual Elementaire de Droit Constitutionel, Paris, Sirey, 1949 p. 117.
4.- http://www.profesorjimenez.com.ar/web/wp-content/uploads/2015/07/005_De
5.- Basado en el libro “Derecho Internacional Público”, de Marco Gerardo Monroy Cabra:
6.- http://leyderecho.org/historia-de-los-tratados-internacionales/