Вы находитесь на странице: 1из 3

Se estima que los trastornos de alimentación afectan entre el 20 al 80% de los niños de todo el mundo,

siendo mayor en niños con problemas familiares, y están asociados con alteraciones en el desarrollo. De
los niños con inapetencia o cualquier otro problema de alimentación, aproximadamente el 25-45% tiene
un desarrollo normal y hasta un 80% de estos tendrá un retraso en su desarrollo. Los diferentes estudios
han sugerido que solo un 16-30% de los casos de problemas de alimentación son orgánicos, y que hasta
el 80% de los pacientes con este trastorno se remiten a un especialista. Aunque hay factores propios del
niño, tales como el temperamento, hay también otros como el medio ambiente y factores parentales
que igualmente pueden interactuar para influir y mantener el problema. Las anomalías orgánicas,
estructurales, o problemas de disfagia se han relacionado así mismo con la patogénesis de la
inapetencia. En muchos niños, la inapetencia será transitoria, será su primera dificultad en la
alimentación, y se resolverá más tarde de manera asintomática y sin problemas.

Fisiología del apetito: El apetito se define como un deseo psíquico o emocional de ingerir un alimento
específico y puede o no ir acompañado de la necesidad urgente de comer, está relacionado con
sensaciones placenteras de comer; y el hambre es el ansia por la obtención del alimento, es la necesidad
física de comer y va acompañada de sensaciones como dolor de estómago o epigastralgia; y la saciedad
es la sensación de plenitud que se acompaña en la satisfacción de haber suprimido el hambre. La
regulación de la ingestión de alimentos se da a nivel del sistema nervioso central y periférico. A nivel
central, encontramos el centro del hambre en el hipotálamo lateral y el centro de la saciedad queda en
el hipotálamo ventromedial. La amígdala cerebral en forma dependiente o independiente del
hipotálamo regula la calidad y el tipo de alimento que más conviene en un momento determinado.
Dentro de las sustancias mediadoras del apetito, están las adrenérgicas que producen saciedad,
mientras que las colinérgicas producen aumento de la ingesta de líquidos. A nivel periférico, los
estímulos fisiológicos que controlan la ingestión de los alimentos pueden proceder de la cantidad
(carbohidratos, lípidos y proteínas) y la calidad de las reservas nutricionales o de los efectos inmediatos
que ejerce la ingestión sobre el tubo digestivo al llegar el alimento al estómago; este estímulo se
transmite por vía vagal al centro de la saciedad.

DISMINUCIÓN DEL APETITO

La anorexia - pérdida del apetito- es la más común de los trastornos del apetito en la infancia, pero
algunas variantes de este trastorno, tal como la anorexia nerviosa, emerge en el primer tiempo durante
la pubertad. Además, la anorexia es un lado de los efectos significantes asociado con muchas
medicaciones que son rutinariamente prescritas en el tratamiento de estas enfermedades. La pérdida
del apetito puede acompañar un amplio rango de problemas psiquiátricos (Steiner, 1996), el más común
de los trastornos de afecto y humor, y es comúnmente presente durante el abuso de drogas, muchos de
los cuales suprimen el apetito (tales como cocaína y otros estimulantes). Trastornos de ajuste, desorden
de estrés post traumáticos, esquizofrenia - especialmente aquellas formas donde las desilusiones
sintomáticas envuelven el alimento- los desórdenes de conversión y los trastornos disociativos, todo
pueden ser acompañados por algunos grados de anorexia.

AUMENTO DEL APETITO

Aspectos desarrollados de Hiperfagia Una pérdida del apetito, hiperfagia aparece en el contexto de
múltiples agudas y crónicas enfermedades psiquiátricas y pediátricas a través de la infancia y de la
adolescencia y requiere cuidadoso diagnóstico diferencial (oski et al., 1990; Ziai, 1983), Hiperfagia es
más común en el contexto de ciertos desórdenes específicos que pueden aparecer en ambos extremos
del espectro desarrollado - durante la edad de la primaria y en adolescencia. Hiperfagia en los años de la
escuela primaria más frecuentemente dirige la obesidad y acompaña ciertas formas de retraso mental.
La hiperfagia típica la bulimia nerviosa típicamente inicia en los primeros momentos de la pubertad. En
un momento dado, pensaríamos que la hiperfagia podría ser incluida también por enfermedad
pediátrica crónica o aguda o iatrogénicamente, por la administración de régimen por tratamiento o
medicaciones que inducen a aumentar el apetito. Los síndromes más comunes asociados con la
Hiperfagia: La hiperfagia es más comúnmente asociada con el seguimiento de diagnósticos pediátricos,
la obesidad, retraso mental (tal como Prader-Willi), hipertiroidismo, diabetes mellitus, fibrosis quística,
Sx de Kleine-Levine , lesiones en el hipotálamo, debido a tumores en la pituitaria, craniofaringiomas,
leucemia en el sistema nervioso central, encefalitis, el síndrome deLaurence-Moon-Biedl , pinealomas y
porencefali. El síndrome psiquiátrico más común acompañando a la hiperfagia son bulimia nerviosa,
abuso de drogas psicoactivas (tales como marihuana o rebound después del uso de estimulantes y
cocaínas), la depresión atípica, síndrome premenstrual y enanismo psicosocial lo que es esto importante
para recordar que hay algunas formas de bulimias no purgantes que usualmente resulta en obesidad.
Algunas alimentaciones raras pueden acompañar profundamente trastorno del desarrollo, pero este
hecho es raro. Las hiperfagias iniciadas iatrogénicamente son variadas y necesitan ser descartadas. Estas
pueden también ser el resultado de regimenes de tratamiento que requieren los pacientes, comer
grandes cantidades de comida para mantener su salud, tales como una fibrosis cística o en el resultado
de los quemados estas son directamente el resultado de algunas medicaciones necesarias para un
tratamiento, tales como insulina, medicación toroidea, fenotiacidas, tricíclicos o algunos medicamentos
antialérgicos tales como ciproheptadine, por nombrar tan solo algunos de los más comunes.

PICA : Ingesta de sustancias no nutritivas o de productos alimenticios en forma cruda, por períodos
superiores a un mes. Este patrón de ingesta es inapropiado para el nivel de desarrollo (estudiar todo
caso mayor a dos años de edad). La conducta ingestiva no forma parte de prácticas sancionadas
culturalmente. Asociada con sonambulismo, pesadillas y terrores nocturnos; trastornos del desarrollo,
(autismo, T. de aprendizaje y del desarrollo generalizado como el síndrome de Kleine-Levin). Se aumenta
el riesgo con la pobreza, la privación, el abandono, las deficiencias nutricionales, la anemia y la falta de
supervisión. Descartar siempre: intoxicación por plomo, anemia, infestación parasitaria.

RUMIACION: Regurgitación de alimentos ingeridos, que se vuelven a masticar, se tragan de nuevo o son
escupidos. Este proceso se repite varias veces. La regurgitación se efectúa en ausencia de náuseas o
enfermedad gastrointestinal asociada. Esta conducta tiene una duración mínima de un mes, con
antecedente de funcionamiento normal. Pérdida de peso o incapacidad para alcanzar el peso normal
según edad y género. En los lactantes, a menudo constituye una forma de auto-estimulación. Se ha
descrito una postura típica: un arco de espalda, inclinación hacia atrás de la cabeza y contracción de los
músculos abdominales (representa los intentos para regurgitar la comida digerida). Se deben descartar
otras causas de regurgitación como reflujo gastroesofágico, estenosis pilórica o infecciones
gastrointestinales. Asociado a privación sensorial y emocional (explica mayor incidencia en niños
institucionalizados). Mayor frecuencia en hombres. En estudios de pacientes institucionalizados, se ha
encontrado una prevalencia con rangos entre 6% y 10%. Diagnóstico más frecuente entre los 3 y 14
meses de edad. Mortalidad en 1 de cada 4 niños afectados.

ANEMIA: Aproximadamente, un 50 por ciento de los niños menores de 3 años padece anemia
infantil, La anemia infantil se caracteriza por una disminución del número de glóbulos rojos en la sangre,
que son los encargados de trasladar el oxígeno a todos los órganos del cuerpo, gracias a la hemoglobina
que contienen.

La hemoglobina es una proteína muy importante para nuestro organismo, pues es la encargada de
transportar el oxígeno necesario para el buen funcionamiento de todos los tejidos y órganos de nuestro
cuerpo.

Causas de la anemia en los niños

La anemia puede estar causada por distintos motivos:

1. La deficiencia de hierro es la principal causa de la anemia infantil. Una alimentación pobre en


alimentos ricos en hierro puede provocar la anemia.

2. Una enfermedad parasitaria intestinal también puede provocar pérdidas de sangre, al consumida por
los parásitos.

3. Algunas enfermedades o infecciones, como las infecciones urinarias, la tuberculosis, el paludismo, los
tumores, la fiebre tifoidea y la leucemia, entre otras, pueden causar anemia.
4. Una ingestión de leche entera de vaca u otros animales en los menores de 1 año puede producir una
pérdida de glóbulos rojos, lo que provocaría una salida periódica de glóbulos rojos hacia la luz intestinal
y con el tiempo, anemia.

5. Una exposición diaria a la contaminación ambiental que producen las fábricas de pinturas, tintes,
baterías y talleres de metalmecánica. Esas situaciones pueden llevar a una intoxicación progresiva por
plomo del organismo y ocasionar una anemia severa.

6. Algunos antibióticos pueden producir anemia cuando se usan por largos periodos de tiempo. Por esta
razón, cuando el pediatra recete algún antibiótico al bebé, es importante seguir estrictamente sus
instrucciones en cuanto a la dosis y al tiempo de duración del tratamiento.

7. La deficiencia en vitamina B12 también puede ser una causa de anemia.

La parasitosis intestinal es una infección que puede presentarse en cualquier persona; sin embargo, es
más común en los niños.

Ascaris: Se caracterizan por alcanzar entre 10 y 30 centímetros de largo en un periodo de tres meses. Se
transmiten a través de la ingesta de los huevecillos fecundados del parásito, los cuales llegan al aparato
digestivopor medio de las manos o de frutas y verduras contaminadas con tierra. Regularmente se
nutren de los alimentos que ingieren los niños. Entre los síntomas se
encuentran: dolor abdominal, diarrea, irritación intestinal y tos.

Oxiurus: Se identifica por vivir sólo en los seres humanos, yl afecta particularmente a niños en edad
preescolar y escolar. Se adquieren al ingerir alimentos contaminados por los huevecillos, los cuales
crecen en los intestinos y con el tiempo son eliminados a través de la materia fecal.

Es el causante de la picazón en el ano, debido a que las hembras recorren el intestino hasta llegar al
esfínter del ano, lugar donde deposita hasta 10 mil huevecillos. Además, se presenta inapetencia y
alteraciones en el sueño.

La ropa interior, sábanas, juguetes y lápices, entre otros son contaminados a través de las manos, por lo
que es muy fácil su contagio.

Giardia: Es la infección intestinal más frecuente en las zonas urbanas y afecta de forma específica al
intestino delgado. Es considerado el protozoario (animal pequeño) más grande que ataca al hombre,
debido a que llega a medir hasta 70 centímetros.

La principal forma de contagio es beber o lavar frutas y verduras con agua contaminada, así como
llevarse las manos a la boca después de haber estado en contacto con superficies contaminadas.

Los pequeños que están infectados suelen tener náuseas, espasmosabdominales, diarrea repentina, y
en casos severos pérdida de peso y anemia. En algunos casos la enfermedad es asintomática.

Вам также может понравиться