La biofiltración es una tecnología en la cual se usan microorganismos fijados a un
medio poroso (lecho) con el fin de degradar contaminantes presentes en las corrientes de aire de salida de procesos (Devinny, et al. 1999). Los microorganismos crecen en una biopelícula adherida a la superficie del medio. El medio consiste en un material relativamente inerte el cual tiene una amplia superficie de contacto y proporciona, en algunos casos, nutrientes adicionales. Biolechos son sistemas hechos a base de suelo y materiales biológicos, tales como composta y esquilmos agrícolas, en donde procesos fisicoquímicos y biológicos hacen que los contaminantes sean retenidos y degradados reduciendo el potencial de contaminación de las aguas superficiales y subterráneas. Porosidad. es una medida de la capacidad de almacenamiento de fluidos que posee un material y se define como la fracción del volumen total de que corresponde a espacios que pueden almacenar fluidos. Un medio muy poroso garantiza una gran superficie de contacto para la generación de la biopelícula y la transferencia de masa del contaminante.
pH El pH óptimo depende de los microorganismos que degraden el contaminante
de interés. Usualmente se usan soportes con valores de pH entre 6 y 8 para bacterias sulfo-oxidantes, mientras que para microorganismos que degradan AGV’s se usan con valores de pH entre 7 y 8.
Densidad Aparente. La densidad aparente de un material o un cuerpo es la relación
entre el volumen y el peso seco, incluyendo huecos y poros que contenga. Cuando la densidad aparente aumenta, se incrementa la compactación y se afectan las condiciones de retención de humedad. La DA es afectada por las partículas sólidas y por el espacio poroso, el cual a su vez está determinado principalmente por la materia orgánica del suelo. A medida que aumenta la MO y el espacio poroso, disminuye la DA y viceversa