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SUMARIO
INTRODUCCIÓN
¿QUÉ ES LA TEORÍA DEL CASO?
CONSTRUCCIÓN DE LA TEORÍA DEL CASO
CONCLUSIONES
RESUMEN
El presente artículo de investigación define qué es la teoría del caso, instrumento
indispensable de todo abogado litigante en el proceso penal. A partir de ello, desarrolla
los pasos necesarios para una construcción eficiente de la misma. Para ello, realiza un
recorrido por las herramientas a emplearse para un diseño e implementación eficaz de la
misma, es decir, cómo se deben planear y realizar los alegatos de apertura y de cierre,
cuáles son las técnicas que se deben manejar en el interrogatorio y contrainterrogatorio
de testigos y peritos, y cómo se debe introducir la prueba material y documental a
juicio.
*
Abogado y Maestro en Ciencias Penales por la Universidad de San Martín de Porres. Premio a la
Excelencia Académica en Derecho “José León Barandiarán Hart” otorgado por el Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos. Miembro del Instituto Panamericano de Derecho Procesal, del Instituto
Iberoamericano de Derecho Procesal, del Instituto Vasco de Derecho Procesal, del Instituto Peruano de
Criminología y Ciencias Penales, del Centro de Estudios en Criminología de la Facultad de Derecho de la
Universidad de San Martín de Porres, de la Comisión Consultiva de Criminología y Política Criminal del
Ilustre Colegio de Abogaos de Lima, y del Instituto de Investigación de la Facultad de Derecho de la
Universidad de San Martín de Porres. Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de San
Martín de Porres.
ABSTRACT
The present research article defines what is the theory of the case, indispensable
instrument of every litigant lawyer in the criminal process. From there, it develops the
necessary steps for an efficient construction of it. To do this, it takes a tour of the tools
to be used for an effective design and implementation of the same, that is, how to plan
and make the opening and closing arguments, which are the techniques that should be
handled in the interrogation and cross-examination of witnesses and experts, and how to
introduce the material and documentary evidence to trial.
PALABRAS CLAVES
Litigación, teoría del caso, proceso penal, estrategias, técnicas.
KEYWORDS
Litigation, case theory, criminal process, strategies, techniques.
INTRODUCCIÓN
El litigante en el juicio oral debe narrar y persuadir. Esa será su principal tarea y
primordial objetivo. Esto no sólo se logrará con tener habilidad histriónica y talento
intuitivo sino será necesario el diseño de una teoría del caso consistente,
suficientemente probada y adecuadamente expuesta que tenga por finalidad lograr una
decisión favorable por parte del juez.
Es un ángulo, un punto de vista desde el cual mirar la prueba, en términos tales que si el
juez la mira desde allí verá en ella lo que nosotros vemos. Es nuestra simple, lógica y
persuasiva historia acerca de lo que realmente ocurrió, la brújula del litigante, un mapa
que se diseña desde el momento en que se tiene conocimiento de los hechos y que tiene
tres elementos:
Podemos afirmar entonces que la teoría del caso es una herramienta importante porque
permite:
Sin lugar a dudas todo proceso penal esta sujeto a diversos avatares, por lo tanto, resulta
trascendental el diseño correcto de la teoría del caso, pues permitirá al litigante afrontar
con solvencia el debate oral. En este sentido esbozaremos un intento de lo que debiera
ser la construcción de una teoría del caso.
Como parte del proceso preparatorio de un caso debemos cerciorarnos que todos los
testigos estén disponibles para comparecer al juicio y además, se debe evaluar si
contamos con todos los medios probatorios para asegurarnos que el caso esté completo
el día de su señalamiento. El familiarizarnos antes del juicio con la prueba no
testimonial nos permite además, precisar las bases probatorias que debemos establecer y
los testigos necesarios para su reconocimiento. En los casos apropiados, se deberán
tomar medidas con antelación para asegurar la disponibilidad de los recursos técnicos
necesarios para presentar en la sala del tribunal determinada evidencia científica o
ilustrativa.
Se recomienda también, siempre que sea posible, visitar el lugar de los hechos.
Tenemos de tener presente que para convencer al juzgador de que es confiable lo que
declara un testigo debemos tener la perspectiva correcta de lo que paso en la escena del
delito para formular las preguntas apropiadas a nuestros testigos o para poder
contrainterrogar eficazmente a los testigos de la parte contraria.
Para que la declaración testimonial sea creíble no sólo es suficiente que el testigo diga la
verdad sino que es importante aconsejarlo que, mediante su comportamiento correcto y
sereno mientras declara y la seguridad de sus respuestas, debe además parecer que esta
diciendo la verdad.
Asimismo, se le debe describir las funciones del juez, del fiscal y del defensor. Inclusive
cuando se lleva a cabo la practica de las preguntas y respuestas demos formularle las
preguntas al testigo como si estuviera en un turno de contrainterrogatorio, lo que
permite que el testigo comprenda la naturaleza de las preguntas a las cuales pueda estar
sometido y lo prepara para enfrentarse con éxito a aquellas que vayan dirigidas a atacar
la credibilidad de su versión. Finalmente se debe orientar al testigo que debe ser cortés y
forme al contestar las preguntas que le formulen y que cuando alguno de los abogados
presente una objeción debe detener su declaración hasta que el juez resuelva la misma.
Alegato de apertura.
La teoría del caso debe ser amena y realista demostrándole al juzgador que estamos
convencidos en la eficacia de nuestra prueba. La exposición debe ser clara, ordenada,
sistemática y organizada, generalmente se comienza haciendo una narración general de
los hechos en forma cronológica. Luego se ataca o se crítica de forma indirecta las
alegaciones de la parte contraria para quitarle efectividad a las mismas. Si los hechos
del caso lo permiten es prudente terminar la exposición con un final climático para
apelar a las emociones y comprometer al juzgador con nuestro caso. En tales situaciones
los abogados modulan el tono de la voz para darle emotividad al alegato que están
haciendo
Examen de testigos.
El principal objetivo del examen es extraer del testigo la información que requerimos
para construir la historia o el trozo de la historia que este nos puede proporcionar,
constituye la principal oportunidad de que dispone el litigante para probar su teoría del
caso al tribunal. El examen nos permite relatar nuestra teoría del caso desde la prueba
concreta y no desde las puras afirmaciones del litigante que hasta el momento han sido
solo una promesa (Baytelman y Duce, 2005, p. 110).
Estrategias en el examen
Tipos de preguntas
Contraexamen de testigos.
Estrategias en el contraexamen
a. El contraexamen debe estructurarse de manera temática más que cronológica,
dispuesta de acuerdo con las áreas en que queremos evidenciar las debilidades
de la prueba de la contraparte, o extraer información que sea útil a nuestra propia
teoría del caso.
b. Determinar hasta cuando es necesario preguntar, a fin de no hacer preguntas de
más que contribuyan a la versión de la contraparte.
Tipos de preguntas
Objeciones.
Preguntas objetables
Los peritos son personas que cuentan con una experticia especial en un área de
conocimiento, derivada de sus estudios o especialización profesional, del desempeño de
ciertas artes o del ejercicio de un determinado oficio. En cambio, un testigo experto es
quien, sin ser ofrecido como perito, porque el área de declaración no constituye
estrictamente una experticia, tiene, sin embargo un conocimiento de cierta
especialización en una determinada materia (Baytelman y Duce, 2005, p. 262).
Estrategias en el examen
a. Sólo recurrir al perito en los casos en que el tribunal necesite de una opinión
experta, de lo contrario será innecesario.
b. Nuestras primeras preguntas deben dirigirse a que el perito demuestre su
experticia o experiencia de modo de legitimar su declaración.
c. El examen se debe estructurar de forma temática, es decir, primero cubrirá las
distintas conclusiones y luego los procedimientos llevados adelante para arribar
a las mismas. Esto se debe a que nos debe interesar destacar la conclusión para
luego revisar los detalles y otros aspectos que llevaron a la misma.
d. Al explicar el procedimiento se debe seguir un orden cronológico que se haga
cargo de los distintos pasos que se fueron dando en el tiempo para llegar a la
conclusión expuesta.
e. Si el experto insiste en utilizar términos difíciles hay que pedirle que explique su
significado en términos legos.
f. Debido a la amplitud del objeto potencial de la declaración de los peritos y al
poder del conocimiento experto, el litigante, al presentar al perito en el juicio,
debe tener especial cuidado en destacar cómo la apreciación de los hechos por él
presentados, así como las opiniones por él vertidas, exigen de un conocimiento
especializado, en donde la mirada común del lego resulta abiertamente
insuficiente para su adecuada comprensión.
g. Es importante hacerle ver al tribunal que ellos también están en la categoría de
legos respecto de dicho conocimiento, por lo que, si le creen al perito, deberán
preferir sus conclusiones técnicas a las que los propios jueces puedan detentar en
forma autónoma.
h. En importante el control del examen con la finalidad de evitar que los peritos
dicten cátedra o aporten más datos que los solicitados.
Tipo de preguntas
Estrategias en el contraexamen
Aquellos instrumentos que sirvieron para la perpetración del delito, o que surgen como
consecuencia de él. De esta manera, estos instrumentos, pueden constituir prueba “real”
o simplemente “demostrativa”. La prueba real es aquella que efectivamente formó parte
de los hechos del caso; sin embargo, muchas veces será útil para las partes utilizar
prueba demostrativa que, sin formar parte de los hechos del caso, los ilustran o aclaran
(Baytelman y Duce, 2005, p. 243).
Objetivos
Alegato final.
Características:
a. Conclusiones: el alegato sirve para extraer conclusiones sobre los hechos y las
pruebas. Una conclusión es una especifica visión acerca de que proposición
fáctica resulta acreditada por la prueba presentada en juicio y del modo en que
ésta debe ser valorada (Baytelman y Duce, 2005, p. 317).
b. Es importante señalar de qué manera dichas proposiciones fácticas satisfacen
exactamente la teoría jurídica utilizada en nuestra teoría del caso, como ofrecer
razones que sustenten la veracidad de las conclusiones sugeridas, apoyadas en
criterios lógico formales que le den coherencia al alegato.
c. Prueba directa: es aquella que no exige proceso de razonamiento alguno para
concluir, desde la prueba, la proposición fáctica: si el juzgador cree en la
autenticidad de la prueba, la proposición resulta probada sin más. Entonces, no
tendremos que sugerir al juzgador ningún razonamiento a través del cual debe
llegar a la conclusión que proponemos, pero sí tendremos que preocuparnos en
asentar la autenticidad y credibilidad de dicha prueba. Esto sucede normalmente
con las pericias y los documentos, debido a que tienen mayor fuerza acreditativa
(Baytelman y Duce, 2005, p. 320).
d. Prueba Indiciaria: es aquella que, para demostrar una proposición fáctica, no es
suficiente dar por auténtica la pieza probatoria, sino que requiere la mediación
de razonamiento judicial, utilizando para ello una inferencia lógica, la cual debe
ser sustentada por el abogado litigante de forma tal que convenza al juez de que
dicha proposición fáctica esta probada. Por lo tanto, lo relevante en este tipo de
prueba es darle fuerza a la inferencia lógica, de acuerdo a las máximas de la
experiencia y el sentido común, para que pueda así cumplir su objetivo.
e. Suficiencia jurídica: se debe argumentar la idoneidad de las proposiciones
fácticas acreditadas para satisfacer cada uno de los elementos de la teoría
jurídica utilizada. Se debe invocar normas jurídicas solamente cuando sean
relevantes para la teoría del caso (Baytelman y Duce, 2005, p. 334).
f. En resumen, un buen alegato debe parecer un borrador de una sentencia para los
jueces, una argumentación de lo que la prueba, prueba y una relación entre
dichos hechos y las teorías jurídicas aplicables que, ubique a los jueces en
condiciones de poner su firma en dicho razonamiento y hacer de él la sentencia
del caso (Baytelman y Duce, 2005, p. 339).
CONCLUSIONES
- No puede existir, por lo tanto, un divorcio entre la teoría procesal y las destrezas
de litigación. La teoría nos permite comprender mejor la realidad y resolverla,
sin embargo, el que no conoce de litigación no puede elaborar teorías, tan sólo
copiar las de otras personas. Esa es la razón por la cual, como lo apuntan Andrés
Baytelman y Mauricio Duce, las cuestiones de litigación han campeado por su
ausencia. Esa es la razón por la cual, sin un conocimiento genuino de las
cuestiones de litigación en juicio orales, es difícil ver un jurista haciendo
dogmática procesal.
FUENTES DE INFORMACIÓN
Fuentes bibliográficas