domingo, agosto 12, 2018 6:00 PM
El poder del enfoque.
Hay un poder impresionante en lo que es
una vida enfocada. Cuando no tenemos
enfoque vivimos vidas improvisadas.
Si no tenemos enfoque no tendremos
direccién. lremos siempre cémo a la deriva.
Una vida que no esta enfocada no puede
causar impacto en otra vida. Cuando
hacemos las cosas de manera equivocada es
porque no sabemos hacia donde vamos.
Josué 1:9, cuando no hay enfoque podemos
tomar cualquier direccién, Dios nos ha
levantado a cumplir con su propésito no a
hacer cualquier cosa. Una persona enfocada
es aquella que empieza algo se mantiene y
termina. Una persona enfocada ain sabe
lidiar con sus estados emocionales, atin es
una persona disciplinada., Dios y su
palabrapa siempre nos va a colocar en el
lugar indicado. El propdsito de Dios es que
en cada ciclo de nuestra vida podamos decir
consumado es. Una persona enfocada sabe
sien debe relacionarse con un hombre
casado. El enfoque nos da la posibilidad de
desechar lo que no corresponde. Proverbios
2:1-5 Perdemos el enfoque por la falta de
continuidad. Donde no esta el enfoque no
esta nuestra atencion. El enfoque trabaja en
dos vertientes o para distraernos o para
llevarnos a lograr lo que queremos.
conquistar. Jueces 6 Una persona enfocada
esta pendiente de lo que puede hacer a
Davos de otros. El que esta enfocado no
para de hacer lo que tiene que hacer a pesar
de la circunstancia Hebreos 12:1-3
Despojemonos de todo peso que nos asedia
Despojarse: quitarse con violencia algo
Puestos los ojos en Jestis el autor y
consumador de la fe. Mirar a Jesus nos
fortalece, nos da seguridad, nos da
fortaleza. Cuando se pierde el enfoque se
pierde la realidad de las cosas y podemos
tomar decisiones equivocadas. Caminar por
fe y no por vista.
Qué hace que perdamos el enfogie: la
desesperanza, una expectativa negativa de
las cosas.
La desesperanza detiene nuestros suefios
Juan 21 Pedro pescando desesperanzado. La
desesperanza nos lleva a resolver por
nuestros propios medios.
Otra cosa que nos desenfoca es la
demandas de las personas. Filipenses
3:13-14