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Prólogo

Patricio Cartagena Díaz


Vicepresidente Ejecutivo, Comisión Chilena del Cobre
Presidente Comisión Técnica Asesora del Presidente de la República
para la revisión del cobre en la Guía sobre la Calidad del Agua
Potable de la Organización Mundial de la Salud 7
Introducción
Santiago Torres Espina
Gerente Corporativo de Desarrollo Sustentable, Codelco 11
Parte I
El Contexto
1. Cobre y Salud Humana: Desafío Estratégico Presente y Futuro para
Chile
Ricardo Uauy & María Soledad Santa Ana 16
2. El Escenario Regulatorio Ambiental en Europa: Oportunidades y
Desafíos para la Industria del Cobre
Katrien Delbeke, Ilse Schoeters & Thierry Gerschel 36
Parte II
La Investigación
1. Importancia del Cobre en la Nutrición Infantil
Manuel Olivares, Fernando Pizarro & Magdalena Araya 56
2. Efectos Agudos del Cobre en el Ser Humano
Magdalena Araya, Manuel Olivares & Fernando Pizarro 66
3. Desequilibrios Genéticos en la Homeostasis de Cobre

Al Lewis 78

Pátina (cobre)
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Para otros artículos sobre este tema, véase Pátina.

Monedas de bronce con pátina

La pátina (del latín «patĭna», plato, por el barniz de que están revestidos los platos
antiguos) es la capa de sales de cobre que se genera sobre la superficie de dicho metal tras
el proceso de su corrosión espontánea, lo que ocurre debido a la tendencia de todos los
metales a regresar a su estado original en la naturaleza, es decir, a la forma de minerales de
los cuales se extrajeron mediante procesos físicos como la aplicación de calor, para ser
luego refinados en metales puros, que también se alearon con otros de forma artificial,
como en el caso del bronce, que es una aleación de cobre y estaño y a menudo contiene
otros componentes, como plomo o zinc.

El bronce y el cobre se degradan lentamente, combinándose nuevamente con elementos del


medio ambiente para volver a su estado natural. El resultado, con el tiempo, será una capa
de sales de cobre sobre la superficie del metal, llamada pátina. El estaño es relativamente
inerte y es estable en aleación con el cobre, y no se separará, como puede ocurrir con la
plata y con el cobre.

En función de las sales de cobre que se formen, esta pátina puede ser estable (la
beneficiosa) o inestable y destructiva, esta última llamada enfermedad del bronce o cáncer
del bronce.

Índice
 1 Pátinas estables
 2 Pátinas inestables o destructivas
 3 Pátinas artificiales
 4 Véase también
 5 Enlaces externos

Pátinas estables
Las impurezas del aire, la tierra y el mar causan corrosión, pero este tipo de pátinas por lo
general protegen el cobre o el bronce contra ella. Una buena pátina no debe ser quitada de
monedas, esculturas o superficies en general. Si se quita, la superficie brillante recién
expuesta se oxidará otra vez, causando una pérdida leve del metal en el objeto

Algunos óxidos de cobre son el óxido cuproso (cuprita) que es el que tiende a formarse
primero y tiene generalmente colores rojizos. Este se convierte en rápidamente óxido
cúprico (tenorita) que es marrón oscuro o negro. Prácticamente todas las monedas antiguas
de bronce tienen sobre la superficie metálica al menos una fina capa de óxido de cobre
marrón.

El sulfato de cobre (antlerita) o sulfuros de cobre (novelita y calcocita) dan un color verde a
azul verdoso.

El carbonato de cobre, la mayoría de las veces hace pátina verde (malaquita) y


ocasionalmente azul (azurita y calconatronita). El carbonato de cobre es una reacción
adicional del óxido de cobre, no del cobre, pues sólo se formará sobre los óxidos de cobre
marrones o rojos. Como el óxido de cobre es más estable que el carbonato de cobre, a veces
se puede quitar sólo el verde dejando la pátina original de color rojo o marrón.

El acetato de cobre (cardenillo), es de color verde y muy venenoso.

Pátinas inestables o destructivas


Escultura de bronce sin pátina y con ella.

La llamada enfermedad o cáncer del bronce es la presencia de sales de cloro, atacamita y


paratacamita, sobre la superficie de monedas, esculturas y otros objetos formadas por
aleaciones de cobre y es muy destructiva.

El cloruro cuproso y el cloruro cúprico, combinados con el oxígeno y el agua del aire
producen ácido clorhídrico ocasionando unas manchas de color verde pálido a azul
verdoso, suaves y polvorientas sobre la superficie del objeto, corroyéndolo y produciendo
más cloruros de cobre, iniciando de nuevo la reacción para producir más ácido clorhídrico,
y así sucesivamente hasta hacer desaparecer el objeto.

Pátinas artificiales
Las pátinas artificiales se aplican al cobre o al bronce utilizando soluciones químicas que
reaccionan con la superficie para formar una capa delgada de corrosión de color. La pátina
puede ser transparente u opaca y a veces se aplica en cierto número de capas para producir
efectos muy variados. La patinación se ha utilizado como una técnica de decoración sobre
metales por muchas diferentes culturas durante miles de años.

El desarrollo de la patinación artificial como ahora la conocemos probablemente comenzó


en la época del Renacimiento, cuando se utilizaba principalmente como un medio para
conferir la apariencia de antigüedad en una escultura. Tradicionalmente, por lo tanto, las
esculturas se han patinado en distintos tonos de marrones y verdes como imitación de los
colores que forman naturalmente el bronce y el cobre expuestos a los elementos.

Véase también
 cardenillo
 cobre

Enlaces externos
 «Cáncer del Cobre». Moneda Hispánica. Consultado el 3 de setiembre de 2008.
 «Denarios forrados». Consultado el 3 de setiembre de 2008.
COBRE

Hay que distinguir la pátina de la incrustación.

Las incrustaciones son depósitos de materia extraña (suciedad, arena, restos de


materia orgánica… etc.) cementada en las superficies y que no se quitan con un simple
lavado. Patinación e incrustación están muy relacionados porque el proceso
cementación que sostiene las incrustaciones en la superficie de la moneda es a
menudo (pero no siempre) parte del proceso del patinación.

La corrosión es un proceso espontáneo, que tiene lugar debido a la tendencia que


tienen todos los metales a regresar a su estado original, es decir a la forma de
minerales, del cual han sido extraídos mediante procesos tecnológicos de aporte de
energía desarrollados por el hombre (por medio de calor, se refinan y se purifican en
metales puros, y se alean con otros)

El bronce es una aleación de cobre y estaño y a menudo contiene otros componentes


como plomo o zinc.

El bronce se degradará lentamente, combinándose la aleación de cobre nuevamente


con elementos de su ambiente (suelo, aire…) para volver a sus estados naturales más
estables, y el resultado con el tiempo será una capa de sales de cobre sobre la
superficie del metal, la pátina. El estaño es relativamente inerte y es estable en
aleación con el cobre, no se separará como puede ocurrir con la plata y el cobre.

En función de las sales de cobre que se formen, esta pátina puede ser estable (la
aconsejable) y la inestable y destructiva (la enfermedad o cáncer del bronce).

Pátinas estables:

Aunque las impurezas del aire, la tierra, y el mar puedan causar la corrosión, este tipo
de pátinas por lo general protegen la moneda contra ella.
Una buena pátina no debe ser quitada. Si se quita, la superficie brillante recién
expuesta se oxidará otra vez, causando una pérdida leve del metal de la moneda

Óxidos de cobre: El óxido cuproso (cuprita) es el que tiende a formarse primero y tiene
generalmente colores rojizos. Este rápidamente se convierte en óxido cúprico
(tenorita) que es marrón oscuro o negro. Prácticamente todas las monedas antiguas de
bronce tienen sobre la superficie metálica al menos una fina capa de óxido de cobre
marrón.

El sulfato de cobre (antlerita) o sulfuros de cobre (novelita y calcocita) dan un color


verde a azul verdoso.

El carbonato de cobre, la mayoría de las veces pátina verde (malaquita) y


ocasionalmente azul (azurita y calconatronita). El carbonato de cobre es una reacción
al óxido de cobre, no del cobre, sólo se formará sobre los óxidos de cobre marrones o
rojos. Como el óxido de cobre es más estable que el carbonato de cobre, a veces se
puede quitar sólo el verde dejando la pátina original de color rojo o marrón.

El acetato de cobre (cardenillo), de color verde.

Pátinas inestables, destructivas:

Enfermedad o cáncer del bronce: es la presencia de sales de cloro, atacamita y


paratacamita, sobre la superficie de monedas formadas por aleaciones de cobre, es
muy destructiva.

El cloruro cuproso y el cloruro cúprico, combinados con el oxígeno y el agua del aire
producen ácido clorhídrico ocasionando unas manchas de color verde pálido a azul
verdoso, suaves y polvorientas sobre la superficie de la moneda, corroyéndola y
produciendo más cloruros de cobre, iniciando de nuevo la reacción para producir mas
ácido clorhídrico, y así sucesivamente hasta hacer desaparecer la moneda.
En climas secos este problema es más raro, porque la reacción requiere una humedad
relativa del aire del 39 % o más para hacerse activa.

“Verrugas” rojizas. Son pegotes escamosos por lo general 3-7 mm de alto que se
forman sobre el metal. Pueden ser quitados, pero son sumamente destructivos,
dejando grandes agujeros y destruyendo la mayor parte de detalles. El bronce que
muestra este tipo de degradación es con frecuencia inestable hasta en las áreas no
directamente afectadas por las incrustaciones verrugosas. No responde bien a la
limpieza.

Ausencia de Pátina en condiciones naturales, Pátina Tiber:

La pátina Tiber es llamada así por la característica superficie de las monedas


encontradas en el fondo del río Tiber.

Es una carencia de pátina, metal de color amarillento, ocre, de superficie granulosa


que aparece en monedas que durante siglos han estado en condiciones libres de
oxígeno y en un ambiente ligeramente ácido. Normalmente por haber estado
enterradas en el lodo, limo, de los ríos, pero también se puede producir en algunas
determinadas condiciones del suelo.

Las condiciones que crean este tipo de pátina destruyen normalmente el bronce, por lo
que se ve generalmente en monedas de latón u oricalco (4/5 partes cobre y 1/5 parte
de zinc) como sestercios y dupondios, que se suelen conservar bien sin pátina.

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