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La primera referencia de esto, se la puede hallar en 1:9, donde dice: “Yo Pues bien, hasta aquí se puede entender las condiciones en las que Juan se
Juan, vuestro hermano y copartícipe en la tribulación y en el reino y en la encontraba y cómo iba escribiendo su libro. A manera de resumen: En lo
perseverancia en Jesús, estaba en la isla llamada Patmos por causa de la geográfico, se hallaba en una isla con muchas limitaciones para la comodidad
palabra de Dios y del testimonio de Jesús”. El apóstol, junto con los y pericia de escribir. Se mantenía en constante intimidad espiritual y
hermanos de las iglesias cristinas, fueron víctimas de la opresión romana. La adoración al Padre. Pudo escuchar y ver al Hijo del hombre quien le dio la
furia de los romanos se encendía cuando los creyentes se mantenían revelación. Y se dedicó a la escritura después de cada visión que tenía.
perseverantes en la doctrina de Jesús. Esto ocasionó que Juan fuera separado
de las iglesias y puesto en prisión en una isla llamada Patmos. Las A esto, se agrega que fue trasladado en el espíritu a diferentes escenarios (de
condiciones precarias en las que tuvo que vivir de seguro que fue muy duro la tierra y el cielo). Su energía física fue desgastada, esto se evidencia al
para las condiciones físicas (su edad y energía) del prisionero. dormir o caer como muerto. Recibió la interpretación directa de un ángel
acerca de algunas visiones. Tuvo expresiones de temor o tristezas profundas.
Una segunda referencia, se halla en el versículo siguiente: “Yo estaba en el Con todas estas referencias, se entiende que este escrito es muy peculiar en el
Espíritu en el día del Señor…” (v.10a). Es difícil descifrar el significado cómo fue escrito a diferencia de los textos del NT.
exacto en la frase en el espíritu, pues no se puede distinguir si se refiere a su
propio espíritu humano o al Espíritu Santo. Lo que sí se puede asentar, es que
era un momento de intimidad, adoración de Juan hacia Dios. Y por supuesto,
es el Espíritu Santo quien faculta al espíritu humano para tener una íntima
adoración con el Padre (Juan 4:23-24).