El tema desigualdad económica ha pasado a ser noticia de portada de diarios, revistas y prensa en general. Tal como trabajadores organizados protestaron con violencia para impedir que la máquina desplace al ser humano, al inicio de la Revolución Industrial, actualmente se culpa a la tecnología como principal responsable de crear enorme brecha entre los ingresos de quienes crean y administran empresas tecnológicas y los trabajadores. Frente al reclamo persistente habría que decidir si se quiere un mundo en que la gente tenga los mismos ingresos y detener el progreso humano o encontrar otra alternativa en que se mantenga el mundo de las ideas e innovación y el Estado invierta en emprendimiento y educación tecnológica. He seguido muy de cerca el crecimiento de las empresas tecnológicas y cómo ellas permiten que muchos se beneficien directamente. Cuando Microsoft recién comenzó sus operaciones, todos sus empleados recibieron opciones de ser accionistas de diferentes maneras. Era un gran incentivo de Bill Gates para quienes creían en el futuro de la empresa y así la beneficiaba al no hacer egresos que restaban liquidez en una compañía en crecimiento. Conozco de un guayaquileño que fue beneficiario, cuando renunció vendió sus acciones en un millón de dólares. En pocos años Microsoft había creado numerosos empleados millonarios. En las ciudades donde operan empresas tecnológicas de éxito, el valor de terrenos, casas o arriendos está muy por encima de otras ciudades. La capacidad económica de los empleados les permite repagar. El beneficio no sólo es para quien tuvo la idea y creó la empresa. Estos entran en otra categoría, la de los millardarios. El diario El País de España dedica amplio espacio a la desigualdad: “…la globalización, […] y la tecnología en general parecen estar desempeñando un papel desconocido hasta ahora en España. Se trata de fenómenos buenos para los consumidores, pero con efectos perjudiciales para los trabajadores desplazados o para aquellos con escasa formación”. Así como hay teléfonos y edificios inteligentes, se requiere de Estados inteligentes.