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PÉRDIDA DE VALORES Y
PRINCIPIOS DESDE UNA
PERSPECTIVA DE TRABAJO
SOCIAL
FUNDAMENTACIÓN
Nos dice que hace un tiempo los valores han dejado de fomentarse, de inculcarse
en las nuevas generaciones, pero también nos dice que, aun se puede recuperar
estos valores perdidos “Hay muchas cosas que debemos hacer, para evitar, que
después esos niños se vayan por el camino incorrecto. Nosotros, día con día nos
esforzamos por hacer niños bien educados para que mañana sean hombres de
bien, pero también deben contribuir los padres familia con darles los valores
morales desde casa”, muy ciertas esta palabras, siendo la familia la primera
institución en la que se desarrolla el ser humano, es donde se debe inculcar la
base fundamental de valores como el respeto, compromiso, gratitud y empatía son
esenciales para la formación adecuada del ser humano desde que es pequeño.
Según: Lic. Carlos Carrillo/ Lic. Carlos Modesto Santos Villacrés, valores
para la vida.
Este autor nos hace referencia acerca a los principios son los que impulsan a las
personas a hacer el bien en contra del mal, los valores son cualidades que
caracterizan el alma, que destacan el verdadero modelo de imagen ideal de
hombre o mujer, el ánimo es la transmisión de energía moral, que infunde vigor en
los seres vivos, el autor nos guía en hacer una reflexión de la palabra Conciencia,
como una convicción que enmarca el actuar bien, hacer el bien, pero ahora nos y
en los tiempos de hoy debemos preguntarnos ¿Qué es hacer el bien?. Hacer el
bien es la acción es un principio que une a la humanidad que va más allá de la
diversidad de ideologías y de religiones, y creando una cultura de Paz.
La autora hace énfasis en la juventud como la base del pueblo, esto quiere decir,
que los jóvenes están destinados a rescatar los valores, pero esta autora toma en
cuenta que los jóvenes de hoy se enfrentan a problemas más serios, que
anteriores generaciones, por ejemplo se podría decir que el abandono y la
irresponsabilidad de los de padres, ya sea por trabajo, mala función de roles en
la familia trae como consecuencia personas inestables con carencia de valores.
La autora nos dice “A los jóvenes de la actualidad no les gusta sentirse solos y por
eso siempre buscan a otros, por eso aman las fiestas y las reuniones públicas, se
ha comprobado que la diversión es buena para la salud, para evitar el estrés,
depresión, ansiedad, siempre y cuando es llevada con respeto, libertad y sobre
todo responsabilidad” señalando mantener disciplina constante, puesto que la
juventud actual toman todo como burla, broma y negando así, la importancia
necesaria que se debe dar en la formación espiritual y de conciencia de las
personas.
Este autor nos dice que existe una necesidad latente de generar cambios en la
actitud de los adolescentes, la sociedad es la suma de nosotros mismo, nadie
puede cambiar el mundo si genera angustias, miedos, temores, etc. Se debe
enseñar a los jóvenes a enfrentar esta realidad social, a través de políticas
públicas que permitan el ejercicio profesional en busca de recuperar valores y
principios perdidos.
La autora nos dice que las sociedades son cada vez más individualista y menos
familias, podríamos culpar a la globalización por estas nuevas formas de
convivencia, para enfrentarlas se debe fomentar el Diálogo Intercultural, con la
finalidad de construir puentes que permitan localizar aquellos valores que unen a
los seres humanos por encima de las diferencias que nos separan. Debemos
incorporar la enseñanza desde los padres a hijos, de los educadores a los
educados, de cada ciudadano en su conducta publica y en su entorno,
incorporando así los valores y principios humanos como la Verdad, generosidad,
rectitud en la conducta humanas, mejorar las relaciones sociales y sobre todo
respetar a la dignidad, siendo este el factor primordial de subsistencia del ser
humano “que mejor enseñanza se puede dar, si no está enmarcado en el buen
Ejemplo” tomando en cuenta estas dimensiones.