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7.

Las actividades humanas: su naturaleza y efectos


El «trabajo» humano (ya sea un trabajo o jugar a golf o a bridge) oscila en un amplio
espectro que va de lo que es estrictamente mental, pasa por lo que es
esencialmente psicomotriz y llega hasta lo que es predominantemente físico.
Cualquier actividad determinada puede variar en lo que respecta a su »tipo» o a su
nivel de «intensidad». Snook e lrvine al afirman que los niveles elevados de
intensidad de trabajo aumentan las probabilidades de agotamiento y que los niveles
bajos aumentan las de aburrimiento, con lo que los niveles intermedios resultan ser
los óptimos, tal como se demuestra en la figura 7-1. (Con todo, deberíamos apuntar
aquí que el «aburrimiento• es una reacción del individuo y no un atributo de la
actividad que representa el trabajo.) Existen fundamentos para convenir que existe
una noción de nivel «óptimo• de intensidad del trabajo, aunque éste sea muy
diferente entre un individuo y otro, de lo que se desprende que los esfuerzos en lo
concerniente a los factores humanos deberían estar en-caminados a alcanzar este
óptimo. Los outputs inmediatos de la actividad humana en la mayoría de las
situaciones que implican trabajo incluyen la realización de respuestas o
comunicación de tipo físico, con las cuales se consigue (supuestamente) algún
objetivo deseado. Este capítulo tratará fundamentalmente de la naturaleza de las
respuestas y actividades físicas del hombre, puesto que están implicadas en mucho.
aspemos de los factores humanos tales como: diseño de aparatos de control, de
herramientas y de otros ingenios; el manejo de materiales; el planteamiento del
espacio físico y la distribución de los espacios de trabajo, y los métodos y
procedimientos de trabajo. Puesto que nos interesamos fundamentalmente por la,
actividades físicas, se describen en primer lugar las bases físicas y fisiológicas de
tales actividades. Sin embargo, hay que apuntar que algún tipo de combinación de
preces. fisiológicos está comprendido, virtualmente, en cualquier forma de le
actividad humana, no sólo en actos físicos tales como trabajar con una máquina o
descargar basura, sino también en el trabajo mental y actos •no físicos• tales como
administrar el sueldo o echar una siesta.
Bases de las actividades motoras humanas
Le habilidad para realizar diferentes tipos de actividades motoras depende
esencialmente de le estructura física del cuerpo (el esqueleto), los músculos del
esqueleto, el sistema nervioso y los procesos propios del metabolismo.
La estructura del esqueleto
Le estructura básica del cuerpo está formada por el esqueleto, que consta de 206
huesos. Algunas estructuras óseas sirven fundamentalmente para albergar y
proteger órganos esenciales del cuerpo, tales como el cráneo (que protege el
cerebro) y las costillas (que protegen el corazón, los pulmones y otros órganos
internos). Los otros huesos (del esqueleto) —los de las extremidades superiores e
inferiores y los huesos articulados de la columna vertebral— están relacionados,
fundamentalmente, con la ejecución de actividades físicas. y ellos son, pues, los
que más nos interesan. Los huesos del esqueleto están conectados con el cuerpo
mediante unos puntos de unión. Existen dos tipos generales de unión que se usan
sobre todo en las actividades de tipo físico, denominadas articulaciones sinoviales
y articulaciones cartilaginosas. Las articulaciones sinoviales son aquellas que
permiten una flexión (como las articulaciones de los dedos y rodillas), un movimiento
giratorio (como el del codo, que también es una articulación diartrósica como las
anteriores) y las articulaciones esféricas (como las del hombro y la cadera). El
ejemplo más claro de articulación cartilaginosa lo ofrecen las vértebras de la
columna que, en conjunto, permiten un grado considerable de rotación y que el
cuerpo se incline hacia adelante.
El sistema muscular del esqueleto
Los huesos del cuerpo están unidos a las articulaciones mediante ligamentos. Los
músculos del esqueleto (también llamados músculos •estriados• o •voluntarios•)
consisten en haces de fibras musculares que tienen la propiedad de ser contráctiles;
las fibras de los músculos sirven para convertir la energía química en trabajo
mecánico. Los dos extremos de cada músculo forman los tendones, que, a su vez.
están unidos a los diferentes huesos del esqueleto de tal manera que. cuando
activamos los músculos, éstos actúan como lo haría una palanca mecánica.
El control nervioso de la actividad muscular
Los nervios que forman parte de un músculo son de dos clases y se les o denomina
nervios sensoriales y nervios motores. Algunos de los nervios sensoriales están
relacionados con las sensaciones cutáneas (tacto, calor y frío, el dolor, etc.). Los
restantes nervios sensoriales son los receptores propios distribuidos entre los
músculos, los tendones y la cubierta de los huesos y que, forman un circuito de
realimentación cinestésico de gran utilidad en el control muscular. En realidad, los
nervios motores controlan las acciones de los músculos. La realización de
actividades físicas depende de un aprendizaje que Id puede ser examinado desde
un sistema jerárquico de coordenadas en dos etapas. Empleando la terminología
de los cerebros electrónicos, la primera etapa, el programa ejecutivo, trata del
propósito total o del planeamiento del acto y, esencialmente, está bajo el control
consciente del sistema nervioso central. La segunda etapa, la subrutinaria, trata del
control de los movimientos específicos necesarios para llevar a cabo el acto físico
en cuestión. En la práctica, las sub-rutinas típicas llegan a estar tan aprendidas que
se realizan automáticamente cuando el «plan ejecutivo« se pone en marcha. El
«aprendizaje» de estos actos de subrutinarios se basa en el establecimiento de
conexiones nerviosas en el centro nervioso del sistema de nervios motores. Así
pues, si uno decide, a nivel de plan ejecutivo, subir escaleras, la subrutina de hacer
esto constantemente se realiza sin un control consciente. Metabolismo muscular a
El metabolismo es el proceso químico colectivo que convierte los alimentos de dos
maneras, denominadas trabajo mecánico y calor. Parte del trabajo mecánico se
emplea, naturalmente, en los procesos de respiración y digestión. Otro trabajo
mecánico es de empleo externo, como, por ejemplo, el hecho de pasear o realizar
tareas físicas. En cualquier caso, generamos calor, por lo general en cantidades
que superan las necesidades del cuerpo, y este superávit de calor debe ser
eliminado por el cuerpo. La contracción de un músculo requiere energía, y la base
de esta energía es el glucógeno, que puede ser explicado como un gran número de
moléculas de glucosa que se reúnen para formar una molécula de gran tamaño. La
conversión de glucógeno en energía consiste en una reacción química que finaliza
produciendo ácido láctico. Sin embargo, el ácido láctico ha de disolverse formando
agua y dióxido de carbono. La primera etapa (la conversión del glucógeno en ácido
láctico) no requiere oxígeno, y se la llama anaeróbica. La segunda etapa (la
disolución de ácido láctico en agua y dióxido de carbono) es aeróbica. En el
momento en que se inicia la actividad física, los músculos pueden utilizar glucógeno,
que ya está disponible. Pero la cantidad de glucógeno, y de ahí la disponibilidad de
glucosa, es pequeña; de modo que si la actividad es continua, el cuerpo necesita
tomar nuevas cantidades de estos elementos de la sangre, junto con un suministro
de oxígeno necesario para la segunda etapa. Cuando hay un adecuado suministro
de oxígeno no hay acumulación de ácido láctico, o ésta es casi nula. Si el nivel de
actividad requiere más oxígeno que el que proporciona la afluencia normal de la
sangre a través del sistema cardiovascular, el sistema se reajusta hasta conseguir
la demanda exigida, sobre todo aumentando las respiraciones, a fin de proporcionar
el oxígeno adicional a los pulmones y aumentando los latidos del corazón para
bombear más sangre a través de los «conductos» del sistema cardiovascular. El
corazón bombea la sangre hacia los pulmones, donde ésta se carga de oxígeno que
luego es llevado por la sangre hasta los músculos donde se necesita. En unas
proporciones moderadas de trabajo, aumentan normalmente pulso y respiración
hasta alcanzar el nivel que proporciona suficiente oxígeno para realizar actividades
físicas durante un período continuado de tiempo. Sin embargo, cuando la cantidad
de oxígeno entregada a los músculos es escasa (por ejemplo, cuando el nivel de
actividad física elevado), el ácido láctico tiende a acumularse en la sangre. Si la
proporción: a duración de la actividad física dan como resultado una acumulación
continua a ácido láctico, los músculos acabarán por no responder. Si la proporción
de eliminación de ácido láctico no se equilibra con su formación, el oxígeno adicional
debe ser suministrado una vez haya cesado la actividad a fin de eliminar el ácido
láctico restante. Llamamos a esto deuda de oxígeno y. puesto que esta deuda debe
ser saldada, pulso y respiración no vuelven a sus niveles normales inmediatamente
después de cesar el trabajo, sino que lo hacen lentamente hasta haber reemplazado
todo el oxígeno prestado. Metabolismo basal. La proporción de metabolismo basal
es la que se necesita, simplemente, para mantener el cuerpo en un estado de
inactividad. Aunque varía de un individuo a otro, el promedio de los adultos oscila,
por lo general, entre 1500 y 1800 kcal/día (Tuttle y Schottelius "1.* Tornando corno
base el nivel basal más la energía necesaria para una existencia relativamente
seden-taria, Passmore " supone que se gastan unas 500 kcal durante 8 horas de
descanso en la cama, además de unas 1400 kcal durante el tiempo en que no se
trabaja, lo que supone un total de unas 1900 kcal por día; a su vez, Lehmann calcula
estas exigencias (metabolismo basal y ocio) en unas 2300 kcal al día, y Tuttle y
Schottelius estiman que el adulto típico que lleva una vida casi sedentaria emplea
unas 2400 kcal al día. Por lo tanto, las diversas suposiciones de total de calorías
exigidas durante el tiempo de no trabajo oscilan entre 1900 y 2400 kcal por día.
(Posteriormente se hará mención a los costes fisiológicos del trabajo.)
Los concomitantes de la actividad humana
La actividad humana que está en el nivel óptimo de intensidad ilustrado por la figura
7.1, por lo general puede ser realizada sin, tal como se dice ahora, ningún stress o
strain (esfuerzo excesivo o agotamiento). No obstante, ciertas actividades y
determinados medio ambientes pueden exceder los límites razonables y con ello
ejercer algún tipo de •stress• sobre los individuos.
La naturaleza del stress y del strain
La palabra stress hace referencia a cualquier aspecto de la actividad humana o del
medio ambiente que, al actuar sobre el individuo, dé como resultado algún efecto o
reacción no deseada. Algunas de las posibles causas del stress aparecen en la
figura 7.2, divididas en dos grupos: las que son de naturaleza psicológica y las de
naturaleza fisiológica. A su vez, el strain es el •coste• o efecto consecuencia del
stress sobre el individuo. En la figura 7-2 también aparecen algunas de las
reacciones del strain, tanto psicológico como fisiológico.
Medición de las funciones fisiológicas
Las mediciones fisiológicas que aparecen en la figura 7-2 pueden emplearse para
evaluar la actividad fisiológica de los individuos, o bien la relacionada con cualquier
actividad laboral o con el medio ambiente en general (empleando para ello grupos
o individuos aislados).
La unidad de energía utilizada generalmente en fisiología es la kilocaloría (abreviada
Kcal) o Caloría (con C mayúscula para distinguirla de caloria-gramol. La kilocaloría
es el total de calor necesario para aumentar la temperatura de un kilogramo de agua
de 15 a 16 °C. La relación de la kilocaloría con otras unidades de medición de
energía es:
kcal = 426.85 kg/m
1 kcal = 3087,4 pies/libra
1 kcal = 1000 cal = 1 C
Algunas de estas mediciones son, por sí mismas, indicativas del nivel general de
demanda fisiológica de la actividad en cuestión, mientras que otros tipos de
mediciones reflejan la actividad de grupos musculares específicos, y otras son
importantes si se las considera como índices de la actividad mental.
Medición de la demanda fisiológica general. Las demandas fisiológicas de trabajo
son medidas, generalmente, mediante el ritmo cardíaco (o algún derivado del
mismo) y el consumo de oxígeno. Estas dos mediciones están estrechamente
relacionadas entre sí por lo que respecta a los niveles variables de trabajo muscular
dinámico general, pero ninguna de las dos resulta un índice sensible del trabajo
muscular estático, del trabajo muscular dinámico «(ocal» (el de músculos
específicos o grupos de músculos), o del trabajo mental (Burger .1. El pulso indica,
de forma razonable, los efectos del stress calórico o emocional, pero también está
relacionado con factores individuales (constitución, condición física, sexo, etc.) y,
por tanto, resulta menos aconsejable que el consumo de oxígeno como índice
absoluto de la presión exigida por diferentes tipos de trabajo. Puesto que el ritmo
cardíaco y el consumo de oxígeno tienen sus propias limitaciones como medidas de
demanda fisiológica sobre una amplia base, Borges a propone el empleo de un
índice de presión sanguínea como una especie de índice combinado de la presión
de sistemas orgánicos diferentes. Esto sería aproximadamente el producto del ritmo
cardíaco, la presión media arterial y la capacidad pulmonar. Existen ciertas
mediciones derivadas del ritmo cardíaco y el consumo de oxígeno que algunas
veces se emplean. La deuda de oxígeno, por ejemplo, es la cantidad de oxígeno
exigido por los músculos después de iniciar una actividad, por encima de la que
viene suministrada gracias al sistema circulatorio. Esta deuda ha de ser «saldada»
una vez ha finalizado el trabajo, y se refleja en un promedio elevado (es decir, por
encima del nivel de descanso) de consumo de oxígeno durante el proceso de
recuperación. Una medición algo parecida basada en el ritmo cardíaco es la que
Davies denomina déficit de pulsaciones (DP). El DP refleja el déficit del output
cardíaco en los primeros momentos del ejercicio y, por tanto, resulta indicativo del
nivel de metabolismo anaeróbico. Operacionalmente, el DP se calcula tomando el
pulso del quinto minuto como referencia y calculando el área delimitada por la curva
de pulsaciones/minuto durante los cuatro primeros minutos del ejercicio. Sin
embargo, Shephard » pone en duda este procedimiento, argumentando que el
promedio de pulsaciones, por lo general, continúa subiendo durante los segundos
cinco minutos del ejercicio y considera que la medición del déficit de pulso basada
en los segundos cinco minutos tendría mucha más significación como medida dii la
1,ansIdad del ejercicio. Otra medición basada en el ritmo cardiaco es la curva de
recuperación del pulso normal tal como es empleada por Brouha,' que es la curva
resultante de la medición de las pulsaciones a intervalos determinados después del
trabajo (como, por ejemplo, 1. 2 y 3 minutos). En términos generales, cuanto más
extenuante es la actividad, más tiempo tarda el corazón en recuperar su ritmo
norma, de pulsaciones. El total de energía requerida por el trabajo se mide,
frecuentemente, en términos de calorías o consumo de oxígeno, que por lo general
se expresan en unidades por minuto o por hora.
Medición del trabajo muscular local. Una de las posibilidades de medir el trabajo
muscular «local» es el empleo de registros electromiográficos (EMG). Son trazos
sombreados de los impulsos eléctricos que se producen durante el trabajo y que
proporcionan una estimación de la magnitud de la actividad muscular voluntaria. En
le figura 7-3 mostramos una serie de tales registros de cuatro músculos de un
individuo cuando aplica una cifra constante de 60 ft-lb (Pies-libras) y otra de 15 ft-lb
a una rótula de acero. Existen diversos problemas relacionados con la recolección,
cuantificación e interpretación de tales registros, y e este respecto, Khalil " ha
desarrollado diversos procedimientos para sumar la acción potencial de varios
músculos que sean activados simultáneamente. Los valores que aparecen en la
figuara 7-3 son los valores. considerados tanto en

Fig. 7.3. Electromiogramas de cuatro músculos de un sujeto que mantenía una


fuerza constante de 828 kg/cm y de 207 kg/cm. La suma de los cuatro valores es
un índice del total del consumo de energía. (Según Khalil,37 fig. 3.)
conjunto como individualmente, de los cuatro músculos. Khalil proporciona algunas
pruebas de que el método es aconsejable tanto para los esfuerzos musculares
dinámicos como para los estáticos, y sugiere que podrían emplearse a fin de evaluar
el total de esfuerzo necesario para la realización de diferentes tipos de actividades.
Medición de la actividad mental. Puesto que las actividades mentales
comprenden procesos fisiológicos, es supuestamente posible el empleo de
mediciones fisiológicas muy ajustadas como índices de carga mental de diferentes
tipos de actividades mentales. Determinados sistemas de medidas técnicas
empleados hasta la fecha (tales como EEG y el EMG) no han resultado, con todo,
completamente satisfactorios, de modo que posteriormente se ha intentado sacar
medidas fisiológicas de la carga mental, una de las cuales es la arritmia senoidal (o
cardíaca). En esencia, se trata de medir las irregularidades de la actividad del
corazón. Los problemas que comporta tal tipo de mediciones son explicados por
Kalsbeek 3,55 y por Luczak y Laurig su y es innecesario que los describamos, pero
sí hay que decir que caben numerosas variaciones posibles en las mediciones. En
términos generales, Kalsbeek 34 llega a la conclusión de que un aumento de la
carga mental (medida por el número de elecciones binarias hechas por minuto) se
refleja en una disminución del registro de irregularidades del modelo de pulsaciones.
Por ejernplo, en uno de los análisis que publ:có, lae mar,as de arritmia senoldal para
tres niveles de carga mental eran las siguientes:

En la actualidad no puede afirmarse que las medidas de arritmia senoidal sean


definitivamente «la respuesta» a la medición de carga mental, pero parecen
presentar muchas posibilidades.
Biomecánica del movimiento
La biomecánica del movimiento trata de diversos aspectos de los movimientos
físicos del cuerpo y de los miembros de las operaciones de los miembros del cuerpo
pueden caracterizarse en términos cinemáticos (la ciencia del movimiento) y los
huesos, conectados a sus articulaciones, en combinación con los músculos
relacionados con ellos, funcionan como palancas.
Tipos de movimientos de los miembros del cuerpo Algunos de los movimientos que
hacemos con los brazos, las piernas y otros miembros se consideran básicos.
Enumeramos algunos de estos movimientos, junto con su respectiva terminología
en biomecánica (Damon, Stoudt y McFarland a):
— Flexión: doblarse, o disminuir el ángulo entre las partes del cuerpo.
— Extensión: enderezarse, o aumentar el ángulo entre las partes del cuerpo.
— Aducción: acercarse a la línea media del cuerpo.
— Abducción: alejarse de la línea media del cuerpo.
— Rotación media: dirigiéndose hacia la línea media del cuerpo.
— Rotación lateral: alejándose de la línea media del cuerpo.
— Pronación: girar el antebrazo de modo que la palma de la mano quede hacia
abajo.
— Supinación: girar el antebrazo de modo que la palma de la mano quede hacia
arriba.
Esencialmente, estos movimientos de los miembros del cuerpo están descritos en
términos del funcionamiento de los músculos (flexión y extensión P., ejemplo) y de
la dirección de los movimientos respecto al cuerpo (por ejemplo, aducción y
abducción). En la figura 7-4 ilustramos algunos de estos movimientos básicos junto
con los valores correspondientes a cada uno (basados en una muestra de 39
hombres seleccionados en el servicio militar para repre-sentar los tipos físicos más
importantes): ángulo medio (en grados) y ángulos de 5 y 95 grados centesimales
(computados a partir de las desviaciones tipo de la muestra). Tanto en éste como
en otros aspectos de la biomecánica, hay que tener siempre presentes las
diferencias individuales, incluidos los efectos de-la condición física y de la edad.

Fig. 7.4. Serie de determinados


movimientos de las
extremidades superiores e
inferiores, basado en un
conjunto de 39 hombres
seleccionados a fin de
representar los tipos físicos más
importantes que cumplen el
servicio militar. Los tres valores
(en grados) que se dan para
cada ángulo son,
respectivamente, el porcentaje
5, el medio y el porcentaje 95 de
movimientos voluntarios, no
forzados. (Basado
fundamentalmente en datos
procedentes de Dempster.' y
analizados nuevamente por
Barter et alt.1
Sin embargo, al realizar actividades específicas, como en el trabajo, los
movimientos de los miembros del cuerpo pueden describirse en términos más
operativos. En realidad, existen diferentes formas de clasificar estos movimientos,
y una de tales posibilidades es la que ofrecemos a continuación: — Los movimientos
de posición son aquellos en los que la mano o el pie pasan de una posición
específica a otra, como se hace al buscar una palanca de mando.
Los movimientos continuos son aquellos que requieren algún tipo de ajustes del
control muscular durante el movimiento, como al manejar el volante de un coche o
guiar una pieza de madera mientras pasa por la sierra cinta. — Los movimientos de
manipulación comprenden el manejo de elementos, herramientas y mecanismos de
control, que por lo general se hace con los dedos o las manos. — Movimientos
repetitivos son aquellos en los que se repite el mismo movimiento, como al utilizar
un martillo o un destornillador, o al cerrar un grifo. — Los movimientos de secuencia
son movimientos que están relativamente separados e Independientes dentro de
una secuencia de movimientos. — Un reajuste estático es la ausencia de
movimiento que consiste en mantener una posición específica de un miembro del
cuerpo durante un período de tiempo.
Tal como se indica anteriormente, en una secuencia pueden combinarse diversos
tipos de movimientos de modo que se mezclen unos con otros. Por ejemplo, colocar
el pie encima de un pedal de freno es un movimiento de. posición, pero puede ser
seguido por un movimiento continuo a fin de ajustar la presión del freno a las
condiciones de la situación. De forma parecida, un movimiento continuo puede
incluir el tener que adoptar una posición (un reajuste estático) durante un breve
tiempo. Naturalmente, estas categorías operacionales están consideradas grosso
modo (o, si se quiere ser más correcto semánticamente, podemos hacer referencia
a ellas empleando el término macromoción (macrornotions). Para según qué casos,
se emplean categorías de menor entidad (micromoción). Tal es el caso de las
prácticas de ingeniería industrial en el análisis de métodos, en los que ciertos
movimientos elementales se identifican en las actividades laborales. Los sistemas
más elementales de movimiento arrancan del concepto original de los ,,therbligs•
desarrollado por Gilbreth 24 hace ya muchos años. Una versión más reciente de
ellos es el Sistema de Métodos para la Medición de Tiempos (Maynard 44).
Criterios operacionales de la actividad física Lo que designamos bajo el epígrafe de
criterios operacionales incluye las técnicas de mediciones, o cualquier otro tipo de
descripción, de las realizaciones que llevan a cabo el cuerpo o los miembros del
mismo. Los criterios operacionales más evidentes, y también los más comunes,
hacen referencia a la actividad de los miembros del cuerpo al realizar tipos
específicos de movimientos, como las realizaciones que, por lo general, pertenecen
a los siguientes grupos: tipo de movimiento, fuerzas aplicadas durante la actividad
(por ejemplo, la misma fuerza), duración, velocidad y precisión. Para calcular estos
aspectos se emplean diferentes recursos, tales como mediciones de tiempo,
fotografías del movimiento, dinamómetros, etc. Aparte de estos criterios referentes
a los movimientos del cuerpo y de sus miembros, existen determinadas técnicas de
descripción, o de registro de información de los movimientos físicos comprendidos
en una actividad y estas técnicas incluyen las fotografías del movimiento
(cronofotografías), los grabados que representan movimientos, y determinadas
técnicas electrónicas y mecánicas. Una de estas técnicas, la plataforma de fuerza,
la emplearemos como ilustrativa. Una plataforma de fuerza es una pequeña
plataforma en la que permanece un individuo mientras realiza alguna actividad
física. Mediante el empleo de algunos elementos sensibles debajo de la plataforma
(tales como cristales pieza-eléctricos), es posible sentir, y por tanto registrar
automáticamente, las fuerzas generadas por el individuo en cada uno de los tres
planos, denominados vertical, frontal y transversal. La primera plataforma de fuerza
fue desarrollada por Lauru Morris» otras han sido empleadas de forma experimental
por Barany' y Greene y Wiebers.. Tales artificios son muy sensibles a las pequeñas
diferencias existentes entre los movimientos físicos y por lo tanto pueden prestarse
a ser empleadas para comparar fuerzas tridimensionales en diferentes actividades.

Fig. 7.5. Fuerzas en tres dimensiones (vertical, frontal y transversal) en el manejo


de una máquina de escribir eléctrica y una manual, registradas gracias a una
plataforma de fuerza. (Según Brouha,s p. 106.)
Se ha propuesto que tales registros fuerza-tiempo, como posibles indicios de
consumo de energía, son casi tan precisos como los análisis metabólicos y, por
tanto, pueden utilizarse corno sistema para medir el coste fisiológico de un
movimiento determinado (Brouha,a p. 103). De hecho, Brouha presenta datos
referentes al consumo de oxígeno de determinadas actividades laborales que
muestran elevadas correlaciones (que oscilan entre 0,83 y 0,96) con los datos
conseguidos en una plataforma de fuerza (áreas fuerza-tiempo, es decir, el área
que queda bajo la curva generada por la plataforma). Aunque posteriores datos
probablemente requerirían determinar la generalidad de las relaciones de las
medidas de trabajo efectuadas en una plataforma de fuerza y mediciones
estrictamente fisiológicas, la plataforma de fuerza parece ofrecer considerables
perspectivas como técnica para estudiar las actividades laborales.
Consumo ale energía en actividades físicas
Aunque los seres humanos no son utilizados en la actualidad como recurso
energético, como lo fueron en siglos pasados, algunas ocupaciones todavía exigen
un esfuerzo físico sustancial, ya sea corno mínimo en momentos determinados o
como acumulación de esfuerzos a lo largo del trabajo cotidiano, y en algunos países
la utilización de los seres humanos como recurso energético fundamental viene casi
dictaminada por consideraciones económicas. Cuando la actividad física humana
que se realiza en un trabajo pone, al menos, potencial• mente en peligro la salud y
la vida, ineludiblemente se ha de proceder a alguna modificación en tal tipo de
trabajo, ya sea un nuevo diseño más adecuado, tanto del equipo como del espacio
de trabajo, ya sea modificando los métodos, o bien mediante la reducción de los
periodos de trabajo o de la velocidad a la que éste se efectúa.
Consumos de energía en las actividades generales del cuerpo A fin de dar algún
•sentido• a los valores numéricos de consumos de energía en diferentes clases de
actividades físicas, puede ser útil presentar aquí los costes fisiológicos de algunas
actividades cotidianas. Los siguientes ejemplos se facilitan en kilocalorías por
minuto,dormir; 1,3; estar sentado 1,6: , lo que en la figura 7-6 queda demostrado
de forma evidente. La figura muestra una carrera de 1600 m en la que 18 Individuos
desarrollaron velocidades situadas pasea, correr , precio por un ta30 170 - j le. 2,25.
En relación con la proporción de movimiento del cuerpo (como Tr.8, 15.2 12 11.1.
6.5 72 Peri«. de recuperación después de una marcha de 1, km
Al alcanzar velocidades de 8,1 km/11 y superiores. Además, el tiempo de
recuperación también aumenta notablemente. Los costes de energía en ejercicios
del cuerpo de intensidades diferentes se ilustran posteriormente en la figura 7-7.
Las cargas de trabajo fueron la consecuencia de correr por una pista de circuito
cerrado a determinadas combinaciones de velocidad e inclinación. Las curvas de
consumo de oxígeno son, evidentemente, Más pronunciadas a mayor carga de
trabajo; el trabajo más ligero producía agotamiento en casi 3 minutos, y el más
pesado en unos 30 segundos. Estos ejemplos y otros indican claramente los
factores que pueden afectar el trabajo humano: en particular, el precio fisiológico de
trabajo, por unidad de trabajo, es superior en promedios elevados de trabajo a los
promedios más moderados.
La anterior trataba, de los consumos efectuados al mover el cuerpo, por ejemplo, a
diferente velocidad, inclinación .Los consumos de energía en diferentes tipos de
actividad varían algo per 'in' respecta a los individuos, pero en la figura 7-8 se
proporcionan mociones los costes aproximados de energía en determinados tipos
específicos de Los costes de energía de éstos oscilan entre 1,8 y 16,2 kcal/min.
Sin embargo, el consumo de energía en determinado tipo de trabajo puede variar
según la manera de realizarlo. Los costes diferenciales de métodos al realizar una
actividad se ilustran por los diferentes métodos que, para transportar una carga,
emplean diferentes culturas. Siete de tales métodos fueron comparados por Datta y
Ramanathan '4 basándose en las necesidades de oxígeno, y en la figura 7-9 se
muestran tales métodos y sus resultados. La exigencia del método más eficiente (la
alforja) se utiliza como base arbitraria de 100 Los diversos métodos tienen sus
ventajas y desventajas por lo que respecta a sus exigencias de oxígeno, pero el
denominador común de los métodos más eficientes, utilizado en éste y en otros
estudios, es el de poder mantener una buena postura de equilibrio. aquella que
afecte menos al centro de gravedad.
Consumos de energía en diferentes posiciones
La postura que adoptan los trabajadores cuando realizan algunos trabajos puede
influir sobre el consumo de energía. Vamos a poner como ejemplo determinadas
labores agrícolas, en particular aquellas que tienen que ser efectuadas cerca del
nivel del suelo, como la de recoger fresas. Cuando se realiza tal trabajo, cabe
adoptar diferentes posiciones. Los costes de energía de tales posturas fueron
determinados en un estudio hecho por Vos," en el que éste empleó el trabajo de
recoger arandelas metálicas situadas en un pattern standard en el suelo. En la figura
7-10 se hace una comparación del consumo de energía en cinco posturas
diferentes. La figura ilustra cómo la postura arrodillada

apoyándose con una mano en el suelo y la postura en cuclillas exigen menos


energía que las restantes posturas. (Con todo, la postura arrodillada impide el uso
de una mano y puede originar dolores en la rodilla al cabo de un cierto tiempo.) En
otra fase del estudio se demostró que la postura sentada (en un taburete bajo o
escabel) era algo mejor que estar en cuclillas, pero estar sentado no es factible si la
tarea exige el desplazamiento de un lugar a otro. Aunque este determinado análisis
solamente trata de las posiciones que se adoptan en las tareas que se desarrollan
cerca del nivel del suelo, cabe deducir que las diferencias por lo que respecta a las
posiciones adoptadas en otras tareas llevarán aparejadas costes diferenciales de
energía.
Consumo de energía y promedio de actividad
Los costes de energía están relacionados con la marcha media o velocidad. a la
que se desarrolla una actividad, lo mismo que con el tipo de actividad. Una -
indicación de tal aserto es la que aparece en la figura 7-11, la cual presenta la
eficiencia relativa de subir una escalera a diferentes velocidades. No obstante, ha,
pruebas de que el óptimo varía según la edad de los grupos (Salvendy Pilitsis ") y
según los individuos, y de que los individuos parecen ser capaces d, determinar el
paso• que les parece más natural, que tiende a ser aquel que incluye el gasto
mínimo de energía para cada ciclo
Relacionada con la noción de una marcha óptima para cualquier actividad
determinada. está la cuestión de si. en ciertos tipos de trabajo (como las
operaciones de las cadenas de montaje), la velocidad a la que se desarrolle la tarea
debe ser determinada para el trabajador o controlada por el trabajador (Morral. nada
o autodeterminada.
Mantener el gasto de energía dentro de límites Si quienes están interesados por la
naturaleza de las actividades laborales humanas (diseñadores de ingeniería,
ingenieros industriales. supervisores, administradores, etc.) quieren mantener los
costes de energía dentro de unos límites razonables. les conviene conocer dos
cosas: cuáles deben ser esos límites y cuáles son (o serian) los costes en las
actividades específicas como las que aparecen en I. figura 7-8).

Al explícar los consumos de energía a lo largo del periodo convencional de


jornada.do trabajo, supone que el output energético máximo que puede suministrar
n I ig d pool es de unas 4800 kcal/día; restando da aquí los supuestos calóricos
basalos y de descanso, estimados en unas 2300 kcal/día, queda un 'máximo de
unas 2500 kcal/dia disponibles para trabajo cotidiano. Esto hace suponer que se
pueden gastarunas 5 kcal el /minu „ere, aunque esto sea lo que el investigador
propone corno máximo, sugiereto. que gasto más normal es el de unas 2000
kcal/día, lo que daría un promedio de ' unas 4,2 kcal/min. Erlholm. (p. 91) propone
unes valores algo más bajos, en e, supuesto de que un gasto de unas 2000 kcal/dia
debería ser considerado como máximo y de que los niveles de trabajo deberían
mantenerse, preferentemente, por debajo de este margen. Puesto que las
diferencias entre estos y Sise modelos fisiológicos son de poca monta, obtenemos
le impresión de que los costes fisiológicos no deberían superar estos niveles
generales. Trabajo y descanso. Si aceptamos algún tope (como el de 4 o 5 kcal/min)
como el aconsejable para coste de energía media en tiempo de trabajo, es evidente
que si una actividad determinada excede, ye de por sí, este límite, debe haber algún
tipo de descanso e fin de compensar el exceso. A este respecto, Murreil (p. 376)
nos presenta una fórmula para valorar la cantidad total de descanso (programada o
no) que exige cualquier actividad laboral dada, dependiendo de su coste medio de
energía. Esta fórmula (con sus acotaciones correspondientes) es la que sigue:
D =T (K — S)/ K — 1,5
en la que D es el tiempo de descanso exigido en minutos, T es el tiempo total de
trabajo, K es la media de kilocalorías por minuto de trabajo, y S son las kilocalorías
por minuto tomadas como estándar. El valor 1,5 en el denominador es una
aproximación del nivel de descanso en kilocalorías por minuto. Si tomamos como S
un valor de 4 kcal/min y buscamos obtener D para el período de 1 hora = 60 min) la
fórmula sería: D=60 (K — 4) /k-1,5
Aplicando esta fórmula a una serie de valores de K, podemos obtener los valores
de D que aparecen a continuación en la curva superior de la figura 7-12 (S = 4).'Las
restantes curvas (obtenidas mediante valores de S = 3, 5 y 6) se presentan aquí
para que se las compare cuando los estándares de consumo de energía más bajos
(S = 3 kcal/min) o más elevados (S = 5 o 6 kcal/min) parecen ser los apropiados. La
curva más baja (para un valor de S = 6), no obstante, representa un nivel de
actividad que probablemente no podría ser mantenido durante mucho tiempo,
exceptuadas tal vez las personas más resistentes. Esta formulación general ha de
ser considerada cum grano salís, debido, sobre todo, a las diferencias individuales
en cuanto a condición física. Además, aunque las curvas de la figura 7-12 oscilen
entre la parte baja y la línea de descanso cero, debernos tener presente que esta
formulación solamente nos informa de los costes fisiológicos del trabajo. Puesto que
existen otras consideraciones, tales como los factores —más psicológicos— del
aburrimiento y de la pérdida de atención, debe programarse algún tipo de descanso
para virtualmente cualquier tipo de trabajo continuo, aun en el caso de que los
costes fisiológicos sean nominales. Límite de trabajo de un grupo local de músculos.
Aunque el coste total de energía de una actividad se mantenga dentro de unos
límites razonables, cae, naturalmente, dentro de lo posible que los músculos, o un
grupo de ellos, se cansen con un empleo excesivo. Si el promedio de contracción
de un músculo un grupo de músculos es bastante bajo, puede funcionar casi
indefinidamente, pero si los promedios son elevados puede llegar al cansancio total
y cesar en Su funcionamiento. Esto es lo que se demuestra en el ejemplo siguiente,
tomado de Tuttle y Schottelius " (tabla 6).

Podernos comprobar que el promedio de una contracción muscular cada 10 s no


produce una fatiga completa y permite una continuación casi indefinida del trabajo;
los promedios más rápidos (una contracción cada 4, 2 o 1 segundo) producen tal
cansancio que el músculo deja de funcionar después de 31, 18 o 14 contracciones,
respectivamente.
Comentario. Si un tipo determinado de actividad física está dentro de unos límites
razonables de capacidad física de un individuo (y, evidentemente, los individuos
varían por lo que respecta a tales limites), los límites externos de la capacidad del
individuo para continuar la actividad quedan prescritos por los costes de energia
total y:o los promedios de recuperación de los músculos o de los grupos de
músculos. En efecto, estas posibles restricciones dictarían el promedio de trabajo
que no debería ser superado en busca de una efectividad continuada del individuo
al realizar la actividad.
Fuerza y aguante
Fuerza es la intensidad máxima que los músculos pueden ejercer isométricamente
en un solo esfuerzo voluntario, es decir, la capacidad muscular para ejercer una
fuerza bajo condiciones estáticas (Kroerner '5), que por lo general ti es medida con
el uso de algún dispositivo externo, corno un dinamómetro de 0 cualquier aparato
que sirva para medir la fuerza ejercida contra cualquier tu. Sin embargo, la medición
de tal fuerza no sólo depende de la fuerza Intrínseca del músculo, sino también de
las motivaciones del sujeto, las instrucciones del investigador e incluso el índice de
medida empleado (por ejemplo, si emplea ut valor máximo o un promedio de dos
o tres esfuerzos). Puesto que In mayoría de las actividades humanas consisten en
esfuerzos dinámicos antes gua esfuerzos estáticos, Kroemer se plantea serias
dudas sobre la utilización de que do fuerza per se, aduciendo que resulta
mecánicamente difícil, si no imposible el predecir la capacidad de un Individuo para
realizar una tarea ica (por ejemplo, darle vueltas a una manivela) basándose en la
medición, de su capacidad de fuerza estática (por ejemplo, levantar un peso).
Fuerza del brazo
Teniendo presentes las anteriores advertencias, vamos a Ilustrar estudios ce mos
de fuerza máxima con algunos datos tomados de Hunsickes,'. quien comprobó las
fuerzas de los brazos de 55 sujetos que hacían movimientos en diversas diese-rento
dones, manteniendo la parte superior del brazo en cada una de las cinco posiciones
que ilustra la figura 7-13. En la figura 7-14 se muestran algunos de los resultados
obtenidos. La figura exhibe, para cada uno de los seis movimientos, la fuerza
máxima del quinto percentil y la fuerza media máxima. Tratándose de datos ,nte
relacionados con la fuerza, es frecuente la práctica de empleo del valor del quinto
percentil como la fuerza máxima que hayan de superar quienes utilicen el equipo ar
en que he de ser diseñado, puesto que, por lo general, este máximo aseguraría que
el 95 % de los individuos en cuestión alcanzarían este nivel de fuerza o lo
rebasarían. Podemos observar que los movimientos de estirar y empujar son,
claramente, los más fuertes, pero quedan notablemente influidos por la posición de
la mano, y que las posiciones que permiten ejercer mayor fuerza son las de

ángulos en 150' y 180. Las diferencias existentes entre los restantes son acusadas,
pero los modelos que emergen son la consecuencia'' tele% ventajas mecánicas de
tales movimientos, considerando incluidas las paian,:a3 y la efectividad de las
contracciones del músculo al aplicar el anclaje miembros del cuerpo. Deberíamos
añadir aquí que, aunque no se indican de la mano izquierda, la fuerza de los
movimientos de la roano izquierda. aproximadamente un 10% inferior a la d a e la
ruano derecha.
Aguante (endurance)
Si alguien investiga el aguante de la gente por lo que raspada lútta a man. , tener
en ejercicio una fuerza muscular determinada, todos podemos atestiguar, reos por
propia experiencia, que tal capacidad está relacionada con la magnitud de la fuerza.
Esto es lo que se ilustra en la figura 7-15, que describe el modelo general de tiempo
de aguante como una función de exigencia de fuerza por parte de la o a tarea.
Resulta evidente que se consigue mantener muy breve tiempo un esfuerzo
concentrado, en tanto que es posible mantener una fuerza de casi un 25 % o menos
de su máximo, durante un período bastante largo (10 minutos o más). ' (Nótese que
estas relaciones se basan en las propias estimaciones de fuerza que hace cada
individuo.) La implicación de estas relaciones es bastante evidente, 1 puesto que si
se requiere de los individuos mantener una fuerza durante un debería estar por
debajo de la propia capacidad. Deberíamos añadir que un concepto primario de
aguante hace referencia capacidad de mantener alguna actividad general del
cuerpo durante un periodo de tiempo de músculos). En este marco de referencia de
determinado individuos estaría en función del coste total de energía de la actividad
del consumo de energía que los individuos puedan mantener razonablemente
durante un tiempo. Si los costes de energía superan los límites razonables, debería
de unos límites programarse ro un tiempo de es. descanso para mantener las
exigencias de energía total
Levantamiento y transporte de cargas
Partiendo del supuesto de que, siempre que sea posible, debería la utilización de
un máximo de fuerza, diversos individuos y organizaciones se han interesado por
determinar las cargas máximas que son permitidas levantar a los individuos.
Métodos de levantamiento.
Las conclusiones de las pruebas efectuadas sobre métodos de levantar pesos a
partir del suelo (o cerca del nivel del suelo) apoyan la siguiente técnica (tomada de
Davies '5): 1) pies suficientemente separados para equilibrar la distribución del
peso; 2) rodillas y caderas flexionadas, espalda razonablemente recta; 3) los brazos
tan cerca del cuerpo como sea posible, con la carga tan cerca del cuerpo como sea
posible; 4) siempre que sea posible, debe usarse la mano entera, y no solamente
los dedos; 5) levantar la carga suavemente, sin tirones bruscos. Este método de
levantamiento se realiza sobre todo mediante una extensión de las piernas. Una
postura semejante es la que aparece en la figura 7-16 (ejemplo 1), junto con otra
técnica de levantamiento (ejemplo II) que fue utilizada por Tichauer 84 en un estudio
comparativo de estos dos métodos, del que obtuvo registros electromiográficos de
dos músculos (el glúteo máximo y el sacroespinal). Lós ejemplos de estos registros
muestran menos actividad muscular en la técnica I que en le técnica II, lo que lleva
a recomendar el método propuesto por Davies.
Variación entre ambas técnicas y entre los diferentes tipos de carga. aunque de las
~himnos pueden atribuirse a las condiciones experimentales y a los métodos
empleados para conseguir los datos, Aunque posteriormente se presenten, con
finalidad meramente ilustrativa, diferente de entandares recomendadas y resultados
conseguidos, deberían recordarse de las que se ha hablado. Una serie de
recomendaciones han propuestos por al International OccupatIonal Safety and
Health Information Center,. y netas recomendacnee, que cubren unos razonables
límites de peso qua puedan levantaran ormelonalmente con cualquier método,
tienen en cuenta los relaciono« entre la eficiencia y la edad y son las que Be
expresan a continua, Reconociendo la gama de diferencias Individuales, Incluyendo
aquella. relacionadas con la edad, Snook, Irvine y Base" proponen para los varones
siguientes límites de peso en el ejercicio de levantamiento (que tienden hacía, el
límite más bajo de loe Indicados en el cuadro anterior):
Altura libras kg Desde el suelo al nivel de los nudillos 37,3 16,7 De los nudillos al
nivel del hombro 344 15,1 Del hombro a lo quo alcance el brazo 294
Ritmo del trabajo y coste de energía el levantar cargas. Cuando la actividad
laboral consiste en un continuo levantamiento de peso, ya sea virtual o frecuente, la
eficiencia del trabajo —o lo que es lo mismo, el coste de energía por unidad do
trabajo— está influida por dos cosas: la magnitud del levanta.** y 01 ritmo del
trabajo. Por lo que respecta a la magnitud, por ejemplo, el coste do energía para
levantar objetos desde el suelo a 50 cm es casi el doble de lo que se consume en
levantar el mismo peso de 50 a 100 cm (Davies la que se debe al esfuerzo adicional
de tener que agachar y endereza, el cuerpo. En la figura 7-17 se presentan algunas
indicaciones acerca de la efectividad relativa de levantar varios pesos a
determinadas alturas (Frederick.). citado por Paulen." Se muestra, para cada una
de las cuatro alturas, el peso más eficiente que se puede levantar en términos de
coste de energía por unidad de trabajo. El hecho de que la altura comprendida entre
un metro y metro y medio sea la mis efectiva nos hace suponer que los lugares de
trabajo deberían ser diseñados. preferentemente, de modo que los levantamientos
primarios quedasen comprendidos entre estas alturas. En una posterior elaboración
del estudio inicial. Frederidc desarrolló tmI fórmula para estimar el coste de energía
para cualquier número dado de levantamientos por hora para cualquier peso y altura
determinados.

Otros aspectos de fuerza y aguante


No son éstos ni el momento ni el lugar para reproducir algunas series de datos
biomecánicos que están a nuestra disposición. Sin embargo, y atendiendo a
propósitos de mera información, resumiremos a continuación unos pocos datos y
unas cuantas generalizaciones procedentes de ciertos estudios, si entrar en detalles
de métodos ni de resultados. — Acción de levantar: Al levantar objetos pesados a
diferentes niveles, los más pesados pueden ser levantados por varones de 17 a 32
año hasta un nivel bajo de 42 cm, y a un nivel o intermedio de 104 cm o más alto,
siendo respectivamente los valores para hombres bajos, medios y altos: nivel bajo,
56, 62,5 y 66 kg; nivel intermedio, 33, 42 y 43,5 kg; nivel alto, 24, 28,5 y 30,5 kg
(Switzer .3). No obstante, tal como se indicó anteriormente, levantar desde el nivel
del suelo es menos eficiente por lo que respecta al coste de energía que levantar
pesos a partir de un nivel intermisa casi un 90 % de edio. — Empujar y estirar: Las
fuerzas que puede real trabajadores industriales varones, en tareas que implican
(Snook, empujar yIrvine y estir Basoar en2): distancias cortas, son,
aproximadamente, las siguientes

-Fuerza de giro manual. al hacer movimientos de giro con la mano(corno los que
hay que hacer con los cierres de las puertas de los refrigeradores industriales o con
algunos tipos de llaves de paso de camiones establecerse las siguientes
generalizaciones Salten y Darcus La, j,„;'."'''' que se pueden ejercer aumentan tanto
en el movimiento de pronaciun ,%; mano hacia adentro a partir de la posición de la
mano con la palma hacia %" ,11 y en el movimiento de supinación (girando la mano
hacia fuera); en ambos movimientos la relación entre la posición de la mano (tanto
si gira hacia corno hacia fuera) y la fuerza es mayor cuando el codo está flexionado
a go o j y menor cuando lo está a 30.. - Flexión del codo versus extensión: Una
acción de flexión del codo • (doblarlo) ejerce la mitad de fuerza que la acción de
extensión (Provins y Salte, - Codo versus fuerzas del hombro: La acción de rotación
del hombro ejerce la mitad de fuerza que la del codo y tiene triple poder estático
(Provino.] Tal corno se indicó anteriormente, existen ciertas variables humanas
relacionadas con la fuerza muscular y le resistencia. A continuación Se enumeren
unas cuantas observaciones sobre estas variables, basadas sobre todo en las
explicaciones de Damon. Stoudt y Mcfarland:" - Edad: Le fuerza alcanza su máximo
de los veinticinco a loe treinta años, y disminuye desde entonces, lenta pero
progresivamente, hasta los 65 momento en que la fuerza es, aproximadamente, el
75 de lo que se poseía durante la juventud. Sin embargo, e pesar de esta
disminución de la fuerza. exhit - indicios de que la capacidad de trabajo continuo del
hombre no disminuye con' la edad, si no es hasta los 60 (Snook al menos en medios
ambientes. Con todo. Snook supone que esta teoría no puede aplicarse en medios
ambiental cálidos o en trabajos intermitentes que exijan pequeños periodos de gran
consumo de energía. - Sexo. La tuerza de las mujeres es. aproximadamente. dos
terceres partes de la del hombre — Constitución fati.: Aunque está relacionada con
lo tuerza y el aguante, las relaciones son compleNes. Por ejemplo, loe individuos de
aspecto atlético son, por lo general. istás fuertes que los demi.. pero personas de
apariencia lisica menos podiume pueden set mis eficientes; por lo que respecta a
los ejercicios arduos, de hele. ripios, loe sujetos delgados son mejores, mientras
que los obesos serian los peores, y, por lo que respecta a ejercicios mode los
mejores practicantes serian los de constitución !laica normal. — Ejercido: El ejercicio
puede aumentar le hiena y le resistencia Meta ciertos limites, que suelen ser del
orden del 30 o 50% respecto a loe rue• les inicia:es.

Velocidad y precisión de los movimientos


Por lo general, la velocidad es exigencia fundamental en lo realización_ de
movimientos que ni con «kan ni *Ideen stencion. como el de apretar el .5 pedal de
freno de un coche o ensamblar elementos. En cambio, la preciaste ee fundamental
al 'fechar movimiento. teles como la verificación de piezas (40.'1 exige un control
continuo). en ciertas acciones de posición que regio etrn precie y control, y en
determinadas actividades de manipulación. Sin embargo, en circunstancias se
exigen a la vez velocidad y precisión.
A intervalos de una hora o incluso de varios días; a esto se le -denominó •condición
sorpresa•, aunque, naturalmente, los conductores estaban enterados de la
existencia del mecanismo. Estos conductores también pasaron (a prueba del primer
método y sus valores medios fueron los de 0,73 (condición k sorpresa) y 0,54
(anticipación). Le proporción entre ambas (0,73/0.54, e 1,351 fue considerada como
factor de corrección que reflejaba la proporción aproximada cie, tiempo adicional
que se necesita para responder a la condición sorpresa. En la figura 7.18 aparece
la distribución de los tiempos de respuesta de los 321 condutones bajo las
condiciones de expectativa, junto con el tiempo estimado para la Fig. 7.18.
Distribución uniforme de los tiempos de respuesta reales para 1111%1 ert del freno,
entre 32condición de • sorpresa - B. La estación consistía en aplicar un factor de
corrección de 135, conseguido a partir de los datos de un pequeño número de
conductores que respondían bajo condiciones de sorpresa (según Johansson y
Rumar.")
condición sorpresa, ajustado ya con el 1,35 del factor de corrección. Aun teniendo
en cuenta lo poco elaborado del proceso, se supuso que la capacidad de respuesta
ante eventos inesperados de casi la mitad de los conductores sería de 0,9 s (900
ms) o superior. Sean cuales sean las implicaciones que conlleva el aumento del
tiempo de respuesta frente a estímulos inesperados (como el aumento de la
distancia de frenado en el caso de los conductores), tales aumentos deben ser
considerados como parte Integrante de la vida y que merece, por lo tanto, una mayor
investigación. Tiempo de movimiento. El tiempo necesario para efectuar un
movimiento que se corresponda con una señal variará según el tipo y distancia del
movi-miento, pero se ha supuesto (Wargo ..) que lo que se espera en la mayoría de
actividades que implican un control es como mínimo de unos 300 ms (0,30 s).
Sumando este valor al tiempo de reacción estimado en 200 ms, se obtendría como
resultado un tiempo total de respuesta de unos 500 ms. Sin embargo, la naturaleza,
dístancía y situación del mecanismo de respuesta puede influir sobre el tiempo total.
Esto se demostró, por ejemplo, mediante los resultados de un estudio hecho por
Pattie,. quien investigó sobre el tiempo necesario para activar cuatro tipos de
interruptores de emergencia que cabía utilizar en los tractores agrícolas. Los
tiempos medios para activarlos como respuesta a una señal acústica fueron los
siguientes:

En algunos casos, el tiempo total exigido puede tener una constancia, sustancial.
Por ejemplo, el tiempo de respuesta del piloto de un avión enana trayectoria de
colisión puede ser de 1.7 s, considerando este supersónico1 a simple suma de 0.3
s para ver al otro aparato, 0,6 s para cerciorarse peligro inminente. 0,5 para elegir
una nueva ruta, y 0,3 para iniciar la re: es' deseada de control. Súmese a esto el
tiempo de respuesta del mismo aparato y se comprobará que cualquier tipo de
acción sería inútil en el caso de que los aviones estuvieran a menos de 4 millas.
Cuando el tiempo resulta, como se dice, esencial, uno no debe dejarse abatir por
los retrasos de las respuestas humanas. Por descontado, existen sistemas que
sirven para ayudar y animar a las personas a responder rápidamente a los
estímulos. Por ejemplo, las exigencias de rapidez pueden reducirse emprendiendo
acciones tales como las de emplear modalidades sensorias con tiempos de reacción
más cortos, utilizar dos o más sentidos a fin de reducir el tiempo de reacción,
presentar estímulos de manera clara e indudable, reducir el número de alternativas
de elección, avisar la existencia del estímulo siempre que sea posible, utilizar los
miembros del cuerpo más cercanos a la corteza a fin de disminuir el tiempo de
transmisión nerviosa, y emplear mecanismos de control que reduzcan el tiempo de
respuesta y el entrenamiento de los individuos. En circunstancias más exóticas, uno
puede incluso pasar por alto la respuesta fisica humana mediante el uso directo de
potenciadores musculares eléctricos para efectuar las respuestas de control (Wargo
fs).
Sistemas de tiempo predeterminado
Al referirnos, en especial, al tiempo empleado en efectuar diferentes tipos de
movimiento, debemos mencionar algunos sistemas de tiempo predeter-minado que
se aplican en ingeniería industrial a fin de desarrollar tiempos estándar en
operaciones laborales. Tales sistemas (como el sistema de Métodos de Medición
de Tiempo, MMT, expuesto por Maynard") disponen valores específicos de tiempo
para movimientos elementales específicos ejecutados durante una ope-ración; el
tiempo estándar que dura la operación completa se basa en la suma de los tiempos
de los elementos individuales, por lo general incluyendo ciertas •concesiones». La
mayoría de tales sistemas se exponen basándose en la acumulación de datos
empíricos obtenidos de observaciones extensivas de los estudios sobre tiempo.
Señalemos que existen pruebas de que algunos tiempos relativos as cada e ada
elemento no son estrictamente aditivos, debido a que existen posibles
ínterrelaciones entre los tiempos mínimo, .de los elementos. Algunos sistemas de
tiempo predeterminado prevén, como, unas cuantas interrelaciones de éstas por lo
que respecta al uso de tablas de datos para un tipo determinado de movimiento en
las diferentes condiciones bajo las que puede realizarse tal movimiento.
Movimientos de posición
Los movimientos de posición se hacen cuando una persona intenta alcanzar algo o
cuando cambia algo de sitio, generalmente con la mano: son movimientos de los
miembros del cuerpo que denominamos de «traslación». El tiempo y/o la precisión
de tales movimientos pueden resultar influidos por factores tales como la naturaleza
del estímulo que provoca el movimiento, la distancia y la dirección del movimiento,
la posible terminal única contra terminales alternativas, la terminal fija (con paro
automático) contra la posición terminal precisa bajo el control de un individuo, y el
control visual contra el no visual (ciego•). Algunos movimientos de posición pueden
ser analizados separándolos en dos o tres componentes relativamente distintos,
denominados tiempo de reacción (el tiempo que se tarda en iniciar la respuesta
correspondiente al estímulo que la provoca), tiempo de traslación primario o bruto
(llevar el miembro del cuerpo)
Dirección de los movimientos de posición. Las diferencias en lo que respecta a
tiempo y precisión de los movimientos del funcionamiento de posición hechos en
varias direcciones, son un funcionamiento biomecánico de una combinación
determinada de los movimientos del cuerpo y de los músculos activados. Los
resultados de ciertas investigadores nos explicaran este efecto, pero pasaremos
por algo la mayoría de los procedimientos experimentales, ya que es preferible
presentar algunos de los resultados que nos informan sobre este aspecto. Como
primer ejemplo, Briggs llevo a cabo una serie de experimentos con el movimiento
de un punzón de acá para allá en un plano horizontal, entre un zumbador (de 8 cm)
y una diana. La diana podía estar in (enfrente del cuerpo) o out (a diferentes ángulos
y distancias del cuerpo), con el zumbador situado en el lado opuesto (out o in). Los
círculos de la diana estaban dibujados sobre un trozo de papel desplegado que era
atravesando por el punzón. Se determina la precisión contando las perforaciones
en el interior de la diana que podía tener 1/4, ½, ¾ o 1 pulgada de diámetro. La
puntación se basa en el número de aciertos conseguidos en 20 intentos y de aquí
se desprendía una combinación de velocidad y precisión. La figura 7-21 nos muestra
la puntación conseguida en cuanto a precisión de movimientos de posición de 14
pulgadas, repetidos a diversos ángulos a la derecha respecto de la frontal del
cuerpo, con posiciones de diana in y out. Nos viene a demostrar que la precisión
alcanza su optimo cuando los ángulos del movimiento están a unos 60% a la
derecha respecto al centro.
Movimientos de posición ciegos.
Cuando el control visual de los movimientos no resulta factible, los individuos
dependen de su sentido cinestésico el feedback. Probablemente, el tipo más
corriente de movimientos de posi-ción r„ ciegos es aquel en el que el individuo
mueve su mano (o su pie) en un espacio libre entre une situación y otra, tal como
sucede al intentar alcanzar cr, aparato de control cuando los ojos están ocupados
en otra tarea. El conocido estudio efectuado por Fitts " es, probablemente, el que
nos proporciona los datos más fiables en lo que respecta a la precisión de la
dirección de tales movimientos en un espacio libre. Fitts empleó un sistema que
consistía en disponer unas dianas alrededor del sujeto, en ángulos, tanto a la
izquierda como a la derecha, de 0, 45, 90 y 135'; en tres hileras, a saber, una hilera
central (de referencia) e hileras a 45° por encima y por debajo de la hilera central.
Los sujetos, con los ojos vendados, estaban provistos de un rotulador de punta fina
que presionaban contra las dianas cuando intentaban alcanzarlas. La diana central
estaba marcada ce, y los círculos subsiguientes estaban puntuados de 1 a 5, con
una puntuación de 6 para las marcas hechas fuera de los círculos.
Fig. 7.23. Tanteos de precisión relativa correspondientes a diferentes áreas en un
estu-dio sobre la posición ciega efectuado por Fitts, Le posición de los círculos
repre-senta la situación de las dianas que oscilaban entre los 135' a la izquierda
(número 1) y los 135° e la derecha (número 7), siendo el número 4 le diana situada
en posición recta enfrente. Las tres hileras representan las dianas situadas arriba,
en el centro y abajo. El tamaño de cada círculo representa el número relativo de
errores, de modo que cuanto más pequeño es el circulo mayor es la precisión. El
tamaño relativo de los cuatro círculos negros inscritos en uno blanco es proporcional
e los errores en cada cuadrante de la diana. (Cortesía de USAF, AFHRL, Human
Engineering Division.)
En la figura 7-23 aparecen los resultados. Cada círculo de la figura representa la
precisión del sujeto al acertar la diana en la posición correspondiente. La dimensión
del círculo es proporcional a la precisión media de acierto registrada en aquella
diana; a menor tamaño, mayor precisión. Los círculos en el interior de círculos
(aquellos que aparecen en los cuatro cuadrantes) informan, de forma relativa, el
número proporcional de marcas que se hicieron en cada cuadrante. De esta figura
se desprende que los movimientos de posición ciegos pueden hacerse con mayor
precisión en posiciones frontales y con menor precisión en posiciones laterales. Por
lo que respecta al nivel ocupado por las dianas, la precisión resultó mayor en la
hilera más baja.

Movimiento continuo
Tal corno indicábamos anteriormente, los movimientos continuos son
aquellos que requieren algún tipo de control muscular durante el
movimiento. En realidad, hay dos tipos de movimientos continuos: 1) los
movimientos de terminal continua, y 2) los movimientos de control
continuo (corno sucede, ejemplo, en una tarea de rastreo). Movimientos
de terminal continua. Son movimientos que tienen una, terminal, pero
que requieren un control muscular continuo mientras duran. Sin
embargo. las variaciones que experimentan tales movimientos en
circunstancias prácticas son muchas, como sucede el dibujar a mano o
decorar, al controlar el tejido al coser, al enhebrar una aguja, o al hacer
un grabado a mano. Sr ejemplo de laboratorio de este tipo de
movimiento fue el realizado por Corrigen y Brogden 11 en el que unas
personas movían un punzón a lo largo de una pista horizontal estrecha
de 35 cm, formada por dos placas metálicas sobre una plataforma de
cristal, y tuvieron que controlar el punzón de forma contínua
una diana de velocidad constante que se [novia debajo del cristal nación de la
trayectoria estaba programada a 24 ángulos diferentes alrededor un centro, a
intervalos de 15'. Los errores se registraban automática meando punzón tocaba
cualquiera de las placas. Los resultado mente 'ten la figura 7-24. Muestra el indice
de error a diferencia que se cometen menos errores (y. por lo tanto, la precisión es
mayor) „alrededor de 3.5 y 3, (las posiciones de las agujas del reloj que
corresponden a estos ángulos son las de 11.1.30 y de las 7.30), y la máxima de
errores asteria alrededor de los 45 y los 225°. Las desviaciones de un movimiento
sobre una trayectoria determinada Iori producidas por temblores de los miembros
del cuerpo. Una investigación interesante sobre el estudio del temblor durante tales
movimientos fue la que Interesante a cabo Mead y Sampson,. en la que unas
personas movían un punzón ¡de 39 cm de longitud, con una curvatura de 90. en su
extremo) a lo largo de , estrecha ranura en cada tina de las cuatro posiciones que
se ilustran en la ,,gura 7-25. A medida que el sujeto moví« el punzón en las
direcciones que se indican en la figura, cada vez que el punzón tocaba un lado de
la ranura se registraba electrónicamente un .error•. Estos errores, que pueden ser
considerados, mediciones del temblor, aparecen en la figura 7-25.
Indican que el temblor era mayor durante un movimiento del brazo desde dentro
hacia fuera en el plano vertical (en el que el temblor era de arriba abajo), y que era
mínimo durante un movimiento del brazo de derecha a izquierda en el plano
horizontal (en el que el temblor era de dentro afuera). , Resulta interesante hacer
notar que estos hallazgos guardan ce paralelismo razonable con los de Corrigen y
Brogden, explicados anteriormente, en lo que respecta a movimientos que tienen
un componente esencialmente lateral (de abajo a la izquierda hacia arriba a la
derecha, de izquierda a derecha, o viceversa) que tienden a dar como resultado una
disminución del temblor, cosa que no se produce en los que siguen una dirección
de dentro afuera (como de abajo a la derecha hacia arriba a la izquierda, de dentro
afuera, o viceversa). Además, las similitudes de le figura 7.24 (tomada de Corrigen
y Brogden), basada en la precisión de los movimientos continuos, y da la figura 7-
22 (tomada de Schmidtke y Stier), que está basada en los movimientos de posición,
dan crédito a la noción de la biomecánica generalizada de la ventaja de un
movimiento de giro del codo frente a otro que necesite una actuación en mayor
grado del antebrazo y del hombro. Movimientos de control continuo. Las tareas de
control continuo (como en el rastreo) se explicarán con mayor extensión en el
capítulo siguiente.
Movimientos de manipulación
La mayor parte de los movimientos de manipulación comprenden el uso de la mano
y/o los dedos, como en el manejo de elementos sueltos, en las piezas de
ensamblaje, o al emplear herramientas manuales o servicios de Movirn control. (Con
todo, el autor ha visto a carniceros de la India y Pakistán cortar carne con cuchillos
que sostenían con los dedos de los pies.) Debido a la variada naturaleza de los
movimientos de manipulación, no resulta muy adecuado pre. mismo ser una
explicación general. No obsta., en el siguiente capítulo incluiremos el toc, alguna
explicación sobre la utilización de aparatos de control
Movimientos repetitivos

Los movimientos repetitivos de cualquier clase que realiza un individuo son, por
supuesto, coy parecidos. Sin embargo, existe alguna prueba de que el modelo
específico de tales movimientos no es necesariamente el mismo para todas las
personas. Tales diferencias resultaron evidentes, como mínimo, en el detallado
análisis del manejo de una manivela activada por diferentes individuos. En este
estudio, Glencross halló, por ejemplo, dos modelos de movimiento de muñeca: un
grupo de sujetos alcanzaba el grado máximo de flexión de muñeca muy pronto y el
máximo de extensión muy tarde, mientras que el otro grupo de sujetos tenia el
modelo inverso. También había otras diferencias indivi. duales, tales como la
cuantía de abducción del hombro. Sea cual sea el origen de tales diferencias,
reflejan diferentes «subrutinas» de respuesta muscular que los individuos habían
adquirido y que eran automáticamente ejecutadas según el control del «programa
ejecutivo» mencionado anteriormente. En esta tarea, tales diferencias en lo que
respecta a los modelos de movimiento no ejercían ningún efecto sobre la velocidad
de la ejecución, aunque estos efectos pueden aparecer en otros tipos de tareas. La
información disponible acerca de diferentes clases de movimientos de repetición es
bastante escasa, pero a continuación damos unas cuantas generalizaciones y datos
acerca de las actividades en las que se dan golpes:
— Promedio de golpeteo: el promedio máximo oscila entre 5 y 14 golpes por
segundo, con una media de unos 8,4; con todo, los promedios preferentes están
entre 1,5 y 5 golpes por segundo (Moles.').
Los promedios de los dedos de la mano derecha son sistemáticamente altos que
los de la izquierda, y disminuyen a partir del dedo índice, el 1, al meñique. el 4. -
Distribución de los estímulos: Si las respuestas de golpeteo de los individuos se
corresponden con señales individuales, las señales deberían mantener una
separación entre sí de 0,5 si de otro modo se producirían interferencias (Visco ..).
Si las respuestas son más frecuentes, es preferible disponer de una señal que
provoque series de golpeteos en vez de una señal separada para cacle respuesta.
- Mantenimiento de los movimientos de golpeteo: Pueden mantenerse a un
promedio COTIstante mucho más preciso y consistente los movimientos separados
y repetidos que los movimientos continuos (Gottsdanker "1.
Movimientos de secuencia
En la mayoría de los casos. los movimientos de secuencia son d I mismo tipo
general, variando en cuanto a algunos aspectos característico el tocar un teclado.
Sin embargo, en algunos casos aparece en una secuse m° una mezcolanza de tipos
de movimientos, como los que se producen al conciliar en una noche lluviosa. que
podrían incluir el girar la llave del contacto accionar el starter, encender las luces y
poner en funcionamiento el limpiaparabrisas. La mayoría de las investigaciones
acerca de los movimientos de secuencia están relacionadas con el primer tipo
(movimientos del mismo tipo), sobre todo en lo que hace referencia al empleo de
teclados. En el capítulo 10 hay una discusión sobre teclados. En relación con los
movimientos de secuencia en los que la mano se desplaza de un lugar a otro,
debernos prestar especial atención a un punto: el de que hay indicios de que el
tiempo necesario para cambiar de una posición a otra (tiempo de traslación) puede
resultar afectado por la naturaleza de la manipulación que se realice en cada
posición. Esta interacción se demuestra, por ejemplo, mediante una comparación
del tiempo de traslación entre situaciones localizadas en un panel (el Universal
Motion Analyzer) cuando las manipulaciones consisten en una operación de giro de
un conmutador comparada con una operación de clavar un alfiler (Wehrkamp y
Smith.) y cuando las manipulaciones consistían en tres variaciones del ángulo de
giro del interruptor situado en lugares diferentes (40, 80 y 120) (Harris y Srilith :9.
Una revisión de esta investigación relacionada a esta interacción ha conducido a
Schappe 3. a suponer que el tiempo de traslación de un miembro del cuerpo (una
mano, por ejemplo) está, de hecho, influido por las actividades de manipulación de
las terminales del movimiento de viaje, y que ambos quedan influidos por factores
perceptivos. Tales interaciones plantean problemas acerca de la actividad de los
tiempos permitidos en varios movimientos elementales por lo que respecta al uso
de sistemas de tiempo predeterminado para calcular los tiempos conseguidos en
operaciones completas. Con todo, el grado hasta el cual la estimación de tiempos
totales puede resultar adversamente afectado por tales interacciones no nos es
conocido,
Reacciones estáticas
En las reacciones estáticas, algunos músculos operan, por lo genera, oponiéndose
a otros e fin de mantener el equilibrio del cuerpo o partes de ¿I. Así pues, si un
miembro del cuerpo, como le mano, se sostiene en una posición fija, los diversos
músculos quo controlan el movimiento de la mano están en un equilibrio tal que no
permiten un movimiento neto en un sentido o en otro. Sin embargo, las tensiones
que tienen lugar en los músculos a fin de conseguir este equilibrio exigen un
esfuerzo constante, como todos podemos atestiguar si alguna vez hemos intentado
mantener durante cierto tiempo una postura de Inmovilidad. De hecho, se ha
comprobado que mantener una posición estática produce más cansancio que un
tipo de postura acomodaticia (Harston'°). Por ejemplo, se ha averiguado que
mantener un peso era de tres a seis veces más fatigoso que ol levantarlo y bajarlo.
Las desviaciones a partir de las posturas estáticas son de dos tipos: las llamadas
de temblor (pequeñas vibraciones del miembro del cuerpo) y aquellas que se
caracterizan por un desplazamiento notable del cuerpo o del miembro del cuerpo a
partir de la posición original. Temblor al mantener una posición estática. El temblor
es de particular importancia en las actividades laborales en las que un miembro del
cuerpo debe mantenerse en una posición inmóvil y precisa (como puede ser la de
aguantar un electrodo mientras se está soldando). Un aspecto bastante interesante
del temblor es que a más que una persona intenta vencerlo, peor es 1Young Tt).
Hay algunas maneras de reducir el temblor, tal como dicen Craik " y otros informes,
y a continuación exponemos cuatro condiciones que ayudan a disminuirlo:

1. El uso de una referencia visual. 2. El soporte del cuerpo en general (por ejemplo
cuando se está sentado) y del miembro del cuerpo implicado en la reacción estática
(como la mano o el brazo). 3. La posición de la mano (existe menos temblor de la
mano si ésta se encuentra dentro de los 20 cm por encima o por debajo del nivel
del corazón). 4. La fricción. (Contrariamente a la mayoría de las situaciones, la
fricción mecánica de los aparatos utilizados puede disminuir el temblor al añadir
bastante resistencia al movimiento a fin de contrarrestar, en parte, la energía de las
vibraciones del miembro del cuerpo.)
Resumen

La mayoría de los bocetos y planos en la mesa de dibujo predeterminan la


naturaleza de las actividades físicas que posteriormente se exigirán al emplear los
sistemas, incluyendo sus costes de energía, la magnitud de los movimientos y su
fuerza, aguante, velocidad y precisión. Cualquier consideración oportuna que se
aplique a estos aspectos durante los procesos de diseño del sistema, será, con toda
probabilidad, rentable en lo que respecta a la posterior aplicación del sistema, e
incluso puede aliviar el dolor de espalda en más de un caso o a man- tener en forma
la musculatura y la •bola• del bíceps.

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