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1) Descartes: El discurso del método:

El Discurso del método, es una obra que pretende dar a conocer el método para poder llegar
al conocimiento verdadero y encontrar la verdad. Fue escrito por René Descartes en 1637, este tratado es una de sus
obras más importantes, considerada como una de las primeras obras de la filosofía moderna.
El contenido de esta obra es extenso y variado está dividida en seis partes:

 Primera parte: Sienta las bases del método cartesiano y habla acerca de una nueva teoría del conocimiento.
 Segunda Parte: Es la parte más famosa de la obra. Aquí Descartes habla acerca de su método el cual es capaz
de perfeccionar el conocimiento, el cual tiene como principio base la duda, como lo refleja su máxima: "pienso,
luego existo".
 Tercera Parte: Aquí Descartes habla acerca de su "moral provisional" la cual le ayudaría a no extraviarse en la
búsqueda de la verdad mientras reestructuraba su razón con ayuda del método que había descubierto.
 Cuarta Parte: Pretende demostrar aquí Descartes la existencia de Dios como garantía de todo conocimiento
perfecto.
 Quinta parte: Descartes expone sus teorías acerca de la tierra y el universo, aunque no declara abiertamente
que concuerda con las teorías de Galileo por temor a ser perseguido por la iglesia.
 Sexta parte: Habla acerca de la utilidad de la ciencia, como puede beneficiar al hombre y que debe y que no
debe ser divulgado.
Primera parte:
En la primera parte del Discurso del Método, Descartes habla acerca del método que ha logrado desarrollar para elevar
y aumentar sus conocimientos de forma gradual y paulatina, y de la confianza que tiene en él ya que menciona por
propia experiencia los beneficios que le ha proporcionado este método. Aunque el mismo hace una advertencia al
lector: " ... mi propósito no es enseñar aquí el método que cada uno ha de seguir para conducir bien su propia razón,
sino tan solo permitir ver de qué manera he tratado de conducir la mía." Por lo que el lector debe ser objetivo y no
tomar este método como absoluto, más bien debe juzgarlo, analizarlo y mejorarlo si le es posible.
Posteriormente Descartes habla acerca de su formación intelectual, su deseo por aprender y adquirir conocimiento
para poder vivir mejor, sin embargo después de tanto leer decide estudiar el "Gran Libro del Mundo y de Sí Mismo",
esto es encontrar el conocimiento exacto por medio de las experiencias que hay el mundo y por medio de la
meditación, ya que según él, el conocimiento no se adquiere pasivamente.
Lo cual creo que es muy cierto ya que no es posible tener un conocimiento global y exacto si se ven las cosas desde un
solo ángulo, por lo tanto, es necesario cambiar de perspectiva constantemente.
Segunda parte:
Esta es la parte central del libro, en esta Descartes expone los pasos del método que ha descubierto.
Descartes se había dado cuenta de que existían muchas ciencias, pero no todas ellas son verdaderas ni tampoco útiles,
tal como lo habían hecho los matemáticos de su tiempo quienes según el "se han sujetado tanto a ciertas reglas y a
ciertas cifras que han hecho de ella un arte confuso y oscuro, que confunde al espíritu, en lugar de una ciencia que lo
cultive."
Por eso él creyó que debía existir un método que sin ser demasiado extenso en sus pasos permitiera lograr el
conocimiento verdadero, ya que si un método o una fórmula es muy larga, en la práctica resultara difícil de aplicar y
bastante confusa.
Por lo que Descartes condensa su método en cuatro pasos fundamentales:
 "El primero era nunca aceptar como verdadera ninguna cosa que no conociese con evidencia que lo era"
Con esto Descartes nos dice que no debemos precipitarnos al aceptar una proposición como verdadera si
dudamos que de alguna forma lo es, no debemos aceptar algo como verdad solo porque es lo que queremos
oír.
 "El segundo, dividir cada una de las dificultades que examinase, en tantas partes como fuese posible y como
requiriese su mejor solución". Para resolver un problema es necesario hacerlo ordenadamente, o sea hay que
averiguar qué se necesita y qué posible respuesta será necesaria para resolverlo.
 "El tercero, conducir por orden mis pensamientos comenzando por los objetos más fáciles de conocer, para
ascender poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más compuestos..."
Aquí Descartes evidencia su forma de pensar la cual se basa en las matemáticas donde para resolver un
problema matemático es necesario comenzar por lo más fácil y después se resuelve lo más difícil con el fin de
no perdernos y no lograr un resultado erróneo, o confundirnos de tal manera que nos quedemos atorados en
una encrucijada.
 " Y el último hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que adquiriese
la seguridad de no omitir nada". Para que la solución a un problema sea lo más completa y general posible, es
necesario que sea revisada y puesta a prueba a fin de que no pueda ser rebatida ni puesta en tela de juicio por
alguien más, con lo que se lograría un conocimiento certero.
A partir de estos cuatro pasos Descartes menciona que le fue posible aumentar sus conocimientos e incluso logró
entender cosas que parecían bastante complicadas.
Tercera parte:
Descartes habla aquí de lo que él llama su "Moral provisional" la cual consistía en 5 máximas.
Descartes creyó que era adecuado apegarse a ciertos principios para no "extraviarse en su búsqueda de la verdad"
que mientras reestructuraba su mente y sus conocimientos por medio de su método antes descrito.
La primera máxima consistía en llevar un estilo de vida moderado y obedecer las leyes del país, para así poder convivir
mejor con la gente de su sociedad.
La segunda consistía en ser de carácter firme y decidido, esto es "siempre caminar lo más directamente hacia un lugar
determinado y no cambiar de dirección por débiles razones". Descartes creyó que solo así podía evitar arrepentirse
de efectuar una mala acción por ser de espíritu débil.
La tercera máxima consistía en dominarse a sí mismo debido a que en la vida nada es seguro, las cosas cambian
constantemente y no todo está bajo nuestro poder. Sería decepcionante intentar esperar que todo resulte tal y como
lo planeamos.
Como conclusión a moral provisional Descartes destaca la importancia de elegir la ocupación que se debe seguir en la
vida y el concluye que lo mejor que podría hacer es continuar en la búsqueda de la verdad por medio de su método.
Cuarta parte:
"Pienso, luego existo", es la premisa fundamental sobre la cual Descartes fundamenta su método, ya que según el este
razonamiento es tan sólido y veraz que no puede ser rebatido ni ignorado. Así que la duda es el primer principio de la
filosofía cartesiana.
Es imposible fingir que no existimos ya que nuestra naturaleza se basa en el hecho de pensar, si no pensamos no
existimos, Descartes menciona que es posible fingir que no se tiene cuerpo, que no se está en permanencia en algún
lugar, pero al negar la existencia esta queda irremediablemente reafirmada, por lo que Descartes creyó que esa parte
del ser que puede seguir existiendo es el alma, la cual no depende de ningún lugar, ni de ninguna cosa material.
En esta parte Descartes demuestra la existencia de Dios, según él nosotros tenemos en la mente metida, por decirlo
así la idea de perfección, aunque nosotros mismos no somos perfectos, así que de algún modo o de alguna parte
hemos adoptado esa idea. Descartes llega así a la conclusión de que debe de existir algo o alguien de donde provenga
esa idea, ya que sería ilógico decir que proviene de la nada y más ilógico sería decir que lo más perfecto proviene del
no-ser. Por eso para Descartes la idea de Dios es una idea innata, en la cual Dios es eterno, inmutable, omnisciente y
omnipotente, es decir posee todas las cualidades que podemos imaginar, pero no podemos poseer.
Quinta parte:
La quinta parte del Discurso del Método trata temas científicos en contraste a la cuarta que es más bien metafísica,
Descartes concordaba con Galileo en sus teorías pero por miedo a la Iglesia decide cambiar lo que originalmente tenía
preparado y hace una vaga teoría sobre la creación y la evolución, para así no contradecir a la Iglesia.
Esta parte es más variada, habla acerca de biología, cree que los animales y los hombres son iguales desde un punto
de vista biológico, pero lo único que nos distingue es el uso de la razón, por lo tanto los animales son almas de grado
inferior.
Hace una analogía diciendo que el corazón de un hombre y un animal de sangre caliente son similares y habla acerca
de los mecanismos y funciones del mismo.
Por último hace un estudio sobre la razón o alma racional diciendo que no se deriva de la materia sino que fue creada
para conducir al cuerpo como lo hace un piloto en su nave.
Sexta parte:
Descartes en la última parte de su tratado nos habla acerca de la utilidad de la ciencia.
La sexta y última supone un análisis de la investigación científica en general y en ella el autor confía en la necesidad
de una comunidad científica que permita extender los conocimientos, así como en la necesidad de cultivar la salud del
propio cuerpo para poder pensar adecuadamente.
2. Aplicación del método.
A continuación se plantea un breve problema para resolverlo mediante el método cartesiano.
Supongamos que se presenta ante nosotros alguien y nos dice que el conocimiento que adquirimos siempre
ha estado en nuestra mente y por tanto nacemos sabiéndolo todo.
Lo primero que debemos hacer según el método cartesiano es dudar para poder razonar, es decir preguntarnos si es
cierto eso o no , pues no tenemos una evidencia certera de que eso sea cierto.
Lo segundo sería dividir por partes la cuestión esto es hacer planteamientos a el primer razonamiento: ¿ Si supiéramos
todo por qué no lo recordamos?, ¿Qué caso tendría ser sabio uno sin saberlo?, ¿Entonces para que aprendemos?
Lo tercero sería ordenar los pensamientos: No es posible que nazcamos sabiéndolo todo, en dado caso no
necesitaríamos aprender, nuestra existencia es un continuo aprendizaje, siempre tenemos algo que aprender porque
todas las cosas cambian constantemente y por tanto es imposible saberlo todo.
Lo cuarto sería simplemente hacer una recapitulación para estar seguros que lo que decimos es completamente cierto
y no pasamos por alto algún punto de vista que podría hacer nuestra respuesta incierta:
El hombre está dotado de razón y sentidos que le permiten por medio de la experiencia aprender, no es posible saberlo
todo porque no somos eternos y las cosas cambian constantemente.
3. Conclusiones
Creo que este libro es variado y me pareció bastante interesante. Creo que la razón es la base que nos permite
construir una vida feliz y que esta debe ejercitarse ya que no siempre nos es fácil distinguir algo bueno de algo malo.
No concuerdo con la demostración de la existencia de Dios, de Descartes, pues según el nada puede provenir de la
nada, esto sería algo erróneo y sin embargo Dios es increado y eterno, tal vez las limitaciones de nuestra mente no
nos permiten imaginarnos cómo es realmente Dios si es que existe, tal vez es o fue como nosotros.
Me parece muy interesante la moral cartesiana ya que resume principios éticos básicos como ser moderado,
respetuoso y tener confianza en uno mismo, esto nos enseña también como era Descartes con la demás gente.
Por último creo que el método que propone Descartes es algo muy personal y no debe ser utilizado como una regla,
pues creo que sirve muy bien para aprender cosas a partir de cosas que uno ya sabe, pero no puede servir si nos
planteamos una cuestión de algo que no sabemos, si no somos físicos y queremos aprender sobre reactores nucleares
usando el método de Descartes, no vamos a llegar muy lejos, tendríamos que informarnos primero.
1) Luego de finalizar sus estudios académicos Descartes se da cuenta que tiene más dudas que certezas. Decide
examinar los principios que le habían sido inculcados en su juventud para así descartar los falsos
redefiniéndolos y mantener los verdaderos. Crea para esto el método basado en cuatro preceptos.
a. No aceptar nunca cosa como verdadera que no la conociese evidentemente como tal.
b. Dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como fuera posible y como se
requiriese para su mejor resolución.
c. Conducir ordenadamente los pensamientos, comenzando por los objetos más simples y fáciles de
conocer para ascender poco a poco, hasta el conocimiento de los más complejos.
d. Hacer en todas partes enumeraciones tan completas y revistas tan generales que estuviese seguro de
no omitir nada.
2) Conforma una moral provisoria para moverse en el mundo en el tiempo que le tome analizar sus propias ideas
compuesta de tres máximas:
a. Obedecer las leyes y costumbres de su país, conduciéndose en el resto de las cosas por las opiniones
más moderadas.
b. Ser lo más firme y resuelto que pudiese en las acciones, y no seguir con menos constancia las opiniones
más dudosas.
c. Tratar de vencerse siempre a sí mismo antes que a la fortuna.
3) Descartes comienza por dudar de todos los datos entregados por los sentidos y de todos los datos grabados
en su memoria. Mientras piensa esto comprende que él mismo que es quien está pensando todo esto,
necesariamente debe ser algo. Llega así a su primera máxima: “pienso, luego existo”.
4) Este pensar es la naturaleza misma del alma humana y es de una naturaleza absolutamente distinta a la del
cuerpo y existiría, aunque el cuerpo no existiera. Continúa su razonamiento al darse cuenta de que en este
pensar duda y que debió haber aprendido a pensar en algo más perfecto que él mismo o sea Dios.
Hay ciertas leyes establecidas por Dios en la Naturaleza e impresas en el alma humana de tal modo que no
podrían dejar de cumplirse en todo lo que existe.
Todo lo que se sigue de estas leyes lo escribe en un Tratado que no publica para no tener problemas con la
creencia aceptada de la época (la Iglesia Católica había quemado a Galileo Galilei pocos años antes).
En el Tratado explica, que si en un mundo imaginario Dios dispusiese la materia del modo más desordenado y
se aplicaran las mismas leyes se terminarían formando los cielos y la tierra y planetas y cometas, etc.
Explica también, en el tratado, el funcionamiento de los cuerpos animado e inanimados, de las plantas, de los
animales y, finalmente, de los cuerpos de los hombres.
2) Hume: El Microscopio de Hume y el recurso de la imaginación:

Hume utiliza el principio de copia, pone fin a las ideas innatas (de Descartes) dice que no es necesario saber el origen
de las impresiones y de cómo las ideas llegan a nosotros, si es por dios o por el encuentro de nuestra mente con el
mundo. Lo que le interesa a Hume es un análisis de la facticidad en la mente humana.

ASOCIACION DE IDEAS:

A las ideas complejas, el ser humano tiende a juntar, dividir, asociar, mezclar datos de impresiones.

Aristóteles: La imaginación entre dos datos pone lo que no está, llena los espacios vacíos

Hay tres tipos leyes:

 Asociación por semejanza: Cuando un cuadro o una foto nos conduce a la original. Por ejemplo: El cuadro de
la mona lisa.

 Por contigüidad en el tiempo y espacio: Cuando una idea de una habitación nos remite a otra y un suceso
nos lleva otro tiempo. Por ejemplo: La torre Eiffel a Paris, o el obelisco a buenos aires.
 Por causa y efecto: El humo de una chimenea nos remite a la idea del fuego.

EL MICROSCOPIO DE HUME

El criterio para determinar la validez de una idea es el microscopio de Hume, consiste en buscar la idea en la
impresión que le corresponde, si es una idea compleja se divide en ideas simples y se busca las impresiones de cada
una de ellas, si no se encontrase una impresión, quiere decir que no se trata realmente de una idea sino de una
palabra sin un significado preciso.

Ejemplo: La idea de dios, la idea de centauro, cosas semejantes como el alma, sustancia, el yo, son ideas ficticias,
nunca las vimos, y no sirve como válido para la ciencia.

CRITICA DE LA IDENTIDAD

Una de las creencias más extendidas es la existencia continua a los objetos, también creemos en la sustancia e
identidad, y en nuestra ubicación en el mundo, todo esto se basa en creencias, LA CREENCIA TIENE ORIGEN EN LA
IMAGINACION.

Tenemos una inclinación a fingir la existencia continua de los objetos sensibles, esto surge por alguna impresión vivaz
de la memoria, concede vivacidad a la ficción o en otras palabras, nos hace creer en la existencia continua de los
objetos.

Las cosas van cambiando y nosotros no nos damos ni cuenta, esto es producto de la combinación entre la memoria y
la imaginación.

CRÍTICA A LA CAUSALIDAD

Conectamos nuestras experiencias pasadas o presentes con eventos de los que no tenemos experiencia. La
Causalidad, nos permite ir más allá de lo que nos muestran nuestros sentidos o nuestra memoria.
Efecto de causa que no vemos: Ejemplo: Una casa en una isla ahora desierta, nos lleva a pensar que hubo seres
humanos allí.
Para que haya causalidad, debe haber movimiento.
Conexión necesaria: Algo tiene que ser así y no de otra manera.
Causa: (posee poder de fuerza)……… conexión necesaria……….. Efecto.
Hume rechaza esta idea, Porque habla de hábito.
Si podemos anticipar un acontecimiento, es por habito.
El Hábito se basa en la experiencia. Estamos habituados por la experiencia.
“Somos hijos del hábito”. El hábito siempre nos dice de antemano antes que la fuerza. Esta creencia se basa en la
costumbre.

OPERACIONES DEL ENTENDIMIENTO – TIPOS DE CONOCIMIENTO - RELACION DE IDEAS Y CUESTION DE


HECHO

Todos los objetos o cosas de la razón pueden dividirse en:

Relación de ideas: Se trata de una conexión universal, necesaria y verdadera que relaciona ideas.

No necesitamos de la experiencia son análisis a priori.

Aquí se encuentra la geometría, algebra, aritmética.

Por ejemplo: Si hablamos de un triangulo deducimos la idea que tiene 3 lados.


Otro ejemplo es 2+2=4.

Cuestiones de hecho: No alcanza la razón, sino que utiliza la experiencia, son análisis a posteriori, pueden ser

verdaderos o falsos, se determina con la experiencia.

Por ejemplo: La casa es blanca. (Lo comprobamos con los sentidos, la experiencia, lo empírico).

CRITICA A LA SUSTANCIA

Hume dice que la sustancia no es un problema ontológico sino una impresión de reflexión, de origen psicológico, solo
tienen nombre para poder identificarlo, critica a la sustancia de Descartes, al “yo” como sustancia pensante, porque
no es una impresión, no la podemos ver ni tocar, es algo producto de nuestra imaginación, no es válido porque no se
separa ninguna impresión.

La sustancia no es perceptible somete a la sustancia a encontrar una impresión.

Si nos dicen sustancia de una rosa (flor) solo le atribuimos cualidades, pero no podemos saber la verdadera sustancia
en sí.

Hume critica a Aristóteles por la sustancia primera… y a descartes por la sustancia pensante.

El punto de partida de la filosofía de Hume es el mismo que desde Locke fundamenta todo el Empirismo: no hay
conocimiento válido sino en la medida en que el análisis pueda reducirlo a lo sensible, ya que todo conocimiento tiene
su origen en la experiencia.

A partir de aquí, las concepciones de Hume y de Locke se separan porque el primero no está de acuerdo con el modo en que Locke
usa el término "idea" para referirse a todos nuestros contenidos de conciencia - también las percepciones son llamadas "ideas":

”Sólo puede observarse como una inexactitud de ese famoso filósofo [se refiere a Locke], el que comprenda todas las
percepciones bajo el término de idea” .

Hume reservará este término para aplicarlo a una parte de esos contenidos de conciencia.

“Llama percepción a todo aquello que pueda estar presente en la mente, ya sea que empleemos nuestros sentidos o
estemos movidos por la pasión, o ejercitemos nuestro pensamiento y reflexión. Divide nuestras percepciones en dos
clases, a saber, impresionese ideas”

Hume distinguirá entre impresiones e ideas, donde las impresiones son el conocimiento inmediato producido a través
de los sentidos (impresiones de sensación) y las impresiones de reflexión (pasiones, emociones…)

“Cuando sentimos una pasión o emoción de cualquier tipo o tenemos las imágenes de objetos externos que nos han
transmitido los sentidos, la percepción que posee la mente es lo que el autor llama una impresión”.

Y las ideas serán las representaciones o copias en el entendimiento de las primeras.

“Cuando reflexionamos sobre una pasión o un objeto que no está presente esta percepción es una idea” 59

Las impresiones y las ideas pueden ser simples o complejas.


La nueva forma de clasificar los contenidos de la mente (impresiones e ideas), significa un cambio importante con
respecto a Locke en un doble sentido: mientras que en el Ensayo sobre el entendimiento humano (1690, elaborado
desde 1671) se estudia la composición de las ideas complejas a partir de las ideas simples, en Hume - aún admitiéndose
la distinción entre ideas simples y complejas- lo fundamental será el paso de lo vivaz a lo débil, o sea, la pérdida de
vivacidad que experimentan nuestras vivencias cuando pasan a ser ideas.

Con esto, no sólo resulta que las impresiones son primeras genéticamente, sino que también poseen otra cualidad
que las coloca por encima de la ideas, a saber, la de depararnos una imagen más precisa e intensa. Cuando la mente
ha recibido las impresiones éstas pueden reaparecer de dos modos: - con un grado de viveza intermedio entre la
impresión y la idea. Aquí usamos la memoria donde conservamos las impresiones simples, el orden y posición entre
ellas. - como meras ideas o imágenes de nuestras impresiones. Aquí usamos la imaginación, en donde, la cual puede
combinar libremente las ideas.

Existen relaciones entre nuestras impresiones e ideas (internamente). Estas relaciones pueden ser de dos tipos:
naturales (ver un ojo y asociarlo al otro que constituye el par), en virtud de las cuales dos ideas están relacionadas en
la imaginación y donde una introduce "naturalmente" a la otra; y filosóficas (la que habrá entre unas rejas y la cárcel),
cuando dos ideas tienen una unión arbitraria en la imaginación y a nosotros nos parece bien tal unión. Las más
importantes son las naturales, la asociación de este tipo refleja la atracción newtoniana trasladada al mundo del
pensamiento. Las leyes de la asociación de ideas son: la de semejanza, contigüidad espacio - temporal y la causa efecto,
siendo la última la más importante desde el punto de vista científico

“Es evidente que todos los razonamientos que se refieren a asuntos de hecho están fundados en la relación de causa
y efecto”.

Por otra parte, Hume entiende que la génesis de las ideas en las impresiones, nos suministra un criterio para conocer
mejor nuestras ideas y constatar que son realmente ideas y no sólo términos (influencias del Nominalismo)[5].

Este criterio, que algunos autores conocen como el microscopio de Hume, es para aplicar cuando tengamos la más
mínima sospecha de que se está empleando un término filosófico sin significado ni idea, entonces no tenemos más
que preguntar: ¿de qué impresión se deriva esa idea? Si fuera imposible asignarle una, esto serviría para confirmar
nuestras sospechas.

Pero además hay un segundo principio del empirismo que Hume es el primero en formular de manera nítida y precisa:
para el mundo fenoménico no son válidas las demostraciones deductivas - en contra de lo mantenido por una
metafísica racionalista. Hume distingue dos clases de proposiciones o juicios, que reflejan dos tipos de conocimiento:
relaciones entre ideas y cuestiones de hecho. Es una distinción paralela a la de Leibniz entre verdades de razón y de
hecho.

Las primeras son proposiciones deductivas que no tienen nada que ver con la experiencia sino que establecen
relaciones entre ideas, mientras que las cuestiones de hecho son proposiciones acerca del mundo sensible y sólo
pueden tener justificación en los propios hechos o en las impresiones.

Lo primero que merece comentarse de esta postura es que supone la irracionalidad del mundo exterior: si es verdad
que no poseemos conocimiento deductivo (de lo general a lo particular y absolutamente cierto) de la realidad sensible
¿Cómo es posible la seguridad que poseemos de que el mundo es de una cierta manera y de que los fenómenos
ocurren de un modo ordenado y sucesivo?

Hume no se limita a afirmar la contingencia de los acontecimientos empíricos y la posibilidad lógica de que ocurra lo
contrario de lo esperado, sino que su pensamiento apoya tal postura.

Entiende que nuestras percepciones/ impresiones son elementos aislados entre si que la mente asocia. Así, en el caso
de la relación causal - única que proporciona certeza en las cuestiones de hecho- cada efecto será distinto de su causa
y, por tanto, no lo podemos descubrir en su causa ( a la manera de Espinosa); nuestra razón no puede, sin ayuda de la
experiencia, realizar una inferencia acerca de lo realmente existente.

En este punto, Hume está siendo consciente y sistemáticamente empirista, puesto que, si la razón no es responsable
de nuestras inferencias causales, es necesario buscar otro principio que las fundamente y ese principio será la
experiencia: recordamos haber tenido ejemplos frecuentes de la existencia de una clase de objetos y recordamos que
los objetos pertenecientes a otra clase, han acompañado siempre a los primeros y que se han dado según un orden
regular de sucesión. Así, la experiencia pasada y vivida, permite un proceso inductivo; lo que Hume llama razonamiento
experimental aplicado al futuro.

Con respecto a la experiencia pasada se admite que da una información directa y segura sólo de aquellos objetos y sólo de aquel
periodo de tiempo en donde cayeron bajo estudio. Pero esta experiencia se suele extender a otros objetos y a tiempos futuros,
que a juzgar por lo que nosotros podemos saber sólo son semejantes con los anteriores en lo que respecta a la apariencia.

Hume acude a una mente que se ha formado una serie de hábitos asociativos en virtud a la experiencia pasada[6] y que
por ello anticipa determinados hechos al ver otros. La costumbre será el último fundamento de nuestras creencias, y
no certezas porque son contingentes, sobre el mundo fenoménico.

“La costumbre es la guía de la vida humana”

El análisis precedente muestra hasta qué punto reduce Hume el papel de la razón y le señala límites muy estrechos.
No podemos tener certeza «racional» sobre las cuestiones de hecho», sino únicamente creencia. En su existencia en
el mundo, la creencia es laguía del ser humano, y no un conocimiento racional objetivo y cierto.

La creencia no es sino un sentimiento de tipo particular que acompaña a una asociación de ideas, de tal manera que
dicha asociación se impone a la mente, convirtiéndola en principio regulador de nuestras acciones. Por tanto, la
creencia no es una asociación libre- como en las ficciones de la imaginación - sino una asociación que se impone a la
mente.

La creencia se apoya siempre en un hábito o costumbre mental es decir en una propensión a renovar el mismo acto u
operación. sin estar impelido por ningún razonamiento o proceso del entendimiento A su vez, el hábito se crea a partir
de la experiencia repetida de la conjunción de determinadas impresiones. He experimentado repetidas veces, por
ejemplo, la conjunción fuego quemadura. Entonces, si vuelvo a contemplar el fuego, se me impondrá, sin necesidad
de razonamiento alguno la idea de quemadura Y esta asociación fuego - quemadura (causa- efecto) será acompañada
por un sentimiento vivísimo - la creencia- que hace aparecer la quemadura como algo tan real y evidente como si se
tratare da une impresión». Es decir, si una impresión» - por su intensidad y vivacidad- nos indica lo que es real, una
idea sobre el futuro, al estar acompañada por la creencia, posee prácticamente la misma intensidad y vivacidad, y nos
hace obrar en consecuencia.

Gracias al hábito y la creencia ha podido subsistir la humanidad, y en ello no nos diferenciamos mucho de los animales.
Hume concluye con dos afirmaciones:

1) Perece haber une armonía preestablecida entre el curso de la Naturaleza (que nos es desconocido) y el curso de
nuestras ideas. Y es la costumbre la que ha realizado esta correspondencia tan necesaria para nuestra supervivencia.
2) La sabiduría de la Naturaleza ha asegurado que la inferencia causa - efecto se realice mediante un instintoo
tendencia mecánica y no mediante laboriosas deducciones racionales.

La crítica de Hume a la causalidad adquiere forma negativa: trae a la luz la limitación del conocimiento humano sobre
el mundo, que nunca se podrá equiparar al conocimiento riguroso que podemos conseguir a través de las relaciones
entre ideas. Sin embargo, y la crítica a la metafísica racionalista lo muestra claramente, resulta que la relación causal,
precisamente por apoyarse en la experiencia pasada tiene valor modélico, constituye una exigencia a la que se tienen
que acomodar nuestros conocimientos empíricos para ser aceptables.

Para Hume, como para el moderno Neopositivismo, universalidad y necesidad sólo caben en las ciencias formales,
mientras que la ciencia real no puede aspirar más que a la probabilidad. Precisamente, el precio que pagan las
verdades formales o relaciones entre ideas por su certeza absoluta es el de no poder decir nada acerca del mundo.

Nuestro conocimiento del mundo viene dado a través de las cuestiones de hecho, pero éstas no nos ofrecen el grado
de certeza que poseen las anteriores porque no se rigen por el mismo principio: lo contrario de un hecho empírico es
posible, no implica contradicción. Los hechos empíricos no son posibles de ser deducidos del análisis de sus ideas:
nadie puede deducir de la idea de una cosa qué efectos producirá ni qué causa la ha producido puesto que causa y
efectos son hechos individuales existentes e independientes.

La Física versa sobre hechos, que reduce a leyes; su finalidad es «enseñarnos cómo controlar y regular acontecimientos
futuros por medio de sus causas» (es decir, hacerprevisiones para el futuro). Así pues, todo cuanto se ha dicho más
arriba respecto a las ideas de causa y efecto es aplicable a la Física. Pero Hume lleva sus análisis un poco más lejos y
examina dos conceptos fundamentales en la Física de entonces: las ideas de fuerza y de conexión necesaria (las leyes
físicas eran concebidas como leyes necesarias, es decir, leyes que establecen una conexión necesaria entre la causa y
el efecto). ¿De dónde proceden estas ideas?

Hume echa mano de su recurso habitual: ¿corresponden a alguna «impresión>? La respuesta es: no. Ni siquiera la
introspección nos permite descubrir experiencia alguna de «fuerza» o de «conexión necesaria». Por más que
examinamos la Naturaleza no podemos encontrar, sino que «un suceso sigue a otro, sin que seamos capaces de
comprender la fuerza o poder en virtud del cual la causa opera, o alguna conexión entre ella y su supuesto efecto».
Para la experiencia, «un acontecimiento sigue a otro, pero nunca hemos podido observar un vínculo entre ellos.
Parecen conjuntados, pero no conectados. [...] La conclusión necesaria parece ser que no tenemos ninguna idea de
conexión o poder, y que estas palabras carecen totalmente de sentido»). En definitiva: la Física debe abstenerse de
hablar de «fuerzas» en la Naturaleza; y cuando hablemos de «causas» físicas (que impliquen una conexión necesaria
causa - efecto>, debemos ser conscientes de que estamos hablando únicamente de acontecimientos habitualmente
conjuntados en el pasado (nada sabemos del futuro) «que han adquirido una conexión en nuestro
pensamiento», gracias a las leyes de asociación de ideas (contigüidad y causa - efecto). La Física, pues, no puede
formular sino leyes probables, no necesarias. Pero ello es suficiente para que podamos manipular la realidad.[10]

Pero la relación causal no es producto de una quimera, sino de una creencia sólida que puede ser sometida a pruebas
empíricas, pero que no tienen nada de demostración necesaria.

Es en lo anterior en donde hay que integrar lo manifestado por Hume sobre las regularidades de la naturaleza y las
posibilidades de la inducción. La experiencia sólo da información cierta y directa de los objetos directamente
observados; la extensión de ese conocimiento a otros objetos y tiempos se da gracias a la costumbre y la esperanza
de que ante objetos de apariencia similar se produzcan acontecimientos similares.

Las inferencias causales y la costumbre frenan el escepticismo, pero éste será el que funciona cuando Hume ponga
entre paréntesis las ideas básicas de la metafísica tradicional: la idea de substancia, la existencia del mundo exterior,
la identidad personal, la existencia de Dios.

3) Hans Kelsen: Teoría pura del derecho:


Prólogo a la primera edición:

El objetivo de Kelsen es desarrollar una teoría del derecho purificada de toda ideología política y de todo elemento
científico-natural. Su objetivo es elevar la ciencia del derecho, al nivel de una auténtica ciencia, de una ciencia del
espíritu. Despliega sus tendencias orientadas, exclusivamente al conocimiento del derecho, para acercarla al ideal de
toda ciencia: objetividad y exactitud.

Su doctrina ha provocado, con reconocimiento e imitación, contradicción; una oposición y que no puede expresarse a
partir de las oposiciones objetivas que aparecen. Esta teoría pura, puede ser como una continuación de tesis que ya
se anunciaban en la ciencia jurídica del siglo XIX. En la lucha contra la Teoría pura del derecho, actúan motivaciones
científicas, y políticas, cargadas por emotividad. Puede tratarse de poner en movimiento más acelerada a la ciencia
del derecho, poniéndola en contacto inmediato con la teoría general de la ciencia. Se trata de la relación de la ciencia
del derecho con la política, de la separación entre ambas.

La Teoría pura del derecho, toca a los intereses más vitales de la sociedad, y los intereses profesionales del jurista.
Dado que la Teoría pura del derecho, se mantiene libre de toda política, se alejaría de la vida palpitante, convirtiéndose
en científicamente carente de valor. No hay orientación política alguna de la que la Teoría pura delderecho no haya
sido sospechada; pero ello demuestra, su pureza.

La diferencia que aparece es en entre la ciencia natural y las ciencias sociales. Si la ciencia natural ha conseguido
establecer casi enteramente su independencia de la política, ello proviene que en ese triunfo residía un interés social
en el progreso de la técnica, que sólo podía garantizar una investigación libre. Con respecto a las ciencias sociales falta
aún una fuerza social que pueda contrarrestar al interés que, los que cuentan con el poder y los que aspiran a él, tienen
por una teoría que satisfaga sus deseos, por una ideología social. El ideal de una ciencia objetiva del derecho y el
Estado sólo tiene perspectivas de un reconocimiento general en un período de equilibrio social.

Kelsen, hace su teoría con la esperanza de los que valoran más el espíritu que el poder, sea mayor de lo que en ese
tiempo parecía, y con el deseo de que una generación más joven no permanezca, en la batahola de sus días, sin fe en
una ciencia jurídica libre.

Teoría pura del derecho:

La “pureza”

La Teoría pura del derecho constituye una teoría sobre el derecho positivo. La jurisprudencia se ha confundido con la
psicología y la sociología, con la ética y la teoría política. Esta confusión puede explicarse por referirse esas ciencias a
objetos que, se encuentran en relación con el derecho.

Lo que acontece y su significado jurídico

Se plantea el interrogante de si la ciencia jurídica es una ciencia natural o una ciencia social. De los acontecimientos
fácticos considerados jurídicos, o que se encuentran en relación con el derecho, cabe distinguir dos elementos: uno
es un acto perceptible que acaece en el tiempo y en el espacio; el otro elemento está constituido por la significación
jurídica. Se ha resuelto dictar una ley, se ha producido derecho.

La norma

La norma como esquema de explicitación conceptual . El acontecimiento externo objetivo que, en cuanto suceso que
se desarrolla en el tiempo y en el espacio, es un trozo de la naturaleza, determinado por leyes causales. Pero no
constituye nada que sea derecho. Lo que hace de ese acontecimiento un acto conforme a derecho (o contrario a
derecho) es el sentido objetivo ligado al mismo, la significación con que cuenta. El acontecimiento en cuestión logra
su sentido específicamente jurídico, a través de una norma que se refiere a él con su contenido. Un acto de conducta
humana situado en el tiempo y el espacio es un acto de derecho es el resultado de una explicitación específica, una
explicitación normativa. La norma, recibe su significación jurídica de otra norma. El contenido de un suceso fáctico
coincide con el contenido de una norma tenida por válida.

Normas y producción de normas . El conocimiento jurídico está dirigido, hacia normas jurídicas; que otorgan a ciertos
acontecimientos el carácter de actos conforme a derecho (o contrario a derecho). El derecho, es una ordenación
normativa del comportamiento humano; es un sistema de normas que regulan el comportamiento humano. Con la
palabra “norma” se alude a que algo deba o no producirse; que un hombre deba comportarse de determinada manera.
Aquel que ordena o autoriza, quiere; aquel que recibe la orden, o al que se da el permiso o la autorización, debe.
“Norma” es el sentido de un acto con el cual se ordena o permite, se autoriza, un comportamiento. La norma es un
deber, el acto de voluntad, cuyo sentido constituye, es un ser.

El comportamiento estatuido como debido en la norma, en cuanto contenido de la norma, puede cotejarse con el
comportamiento correspondiente a la norma. La conducta debida en cuanto contenido de la norma, no puede ser el
comportamiento fáctico, correspondiente a la norma. El deber “vale” aunque haya cesado el querer. Ese deber, como
un deber “objetivo”, es una “norma válida”, que obliga a quien está dirigida. El acto constituyente cuenta con un
sentido subjetivo, y con un sentido normativo objetivo, cuando se presupone que corresponde actuar como lo
prescribe el constituyente.

Cuando los actos constituyentes del hecho de la costumbre han sucedido durante cierto tiempo, aparece en cada
individuo la representación de que debe actuar como los miembros de la sociedad suelen hacerlo, y el querer que los
restantes miembros de la sociedad se deban comportar así. El hecho de la costumbre se convierte en una voluntad
colectiva, cuyo sentido subjetivo es un deber. Dado que el hecho de la costumbre está constituido por actos de
conducta humana, las normas producidas por la costumbre son establecidas por actos de conducta humana y, las
normas cuyo sentido subjetivo es ser actos legislativos, son normas impuestas, positivas.

Validez y dominio de la validez de la norma. Con el término “validez” se designa la existencia específica de una norma.
La norma puede valer aun cuando el acto de voluntad, cuyo sentido constituye, haya dejado de existir. Su eficacia, esel
hecho real de que ella sea aplicada y obedecida en los hechos, de que se produzca una conducta humana
correspondiente a la norma. Una norma jurídica es considerada objetivamente válida cuando el comportamiento
humano que ella regula se le adecúa en los hechos. Un mínimo de la llamada “efectividad” es una condición de su
validez. Una norma jurídica adquiere validez antes de ser eficaz; antes de ser obedecida y aplicada. Una norma jurídica
deja de ser considerada como válida, cuando permanece sin eficacia duraderamente. La eficacia debe aparecer en la
imposición de la norma jurídica, para que no pierda su validez.

La validez de las normas jurídicas es una validez espaciotemporal, esas normas tienen como contenido sucesos
espacio-temporales. La norma, siempre vale para algún espacio y para algún tiempo; ella se refiere a una conducta
que sólo puede producirse en algún lugar y en algún momento. La relación de la norma al espacio y al tiempo
constituye el dominio de validez espacial y temporal de la norma. La norma puede valer sólo para un espacio y un
tiempo determinados, en cuanto sólo regula acontecimientos que se producen dentro de determinado espacio y en
determinado tiempo. Puede también, valer para todo lugar y siempre, cuando no tiene determinaciones
espaciotemporales particulares, y cuando ninguna otra norma superior delimita su dominio de validez espacial o
temporal

Una norma jurídica puede eliminar, con fuerza retroactiva, la validez de una norma promulgada antes de su creación.
Lo que se encuentra sujeto a la norma, es una conducta determinada del hombre. El orden jurídico total, es ilimitado,
puede regular cualquier conducta.

Regulación positiva y negativa: obligar, facultar, permitir. La conducta humana está regulada por el orden normativo
en manera positiva, cuando se exige a un hombre una determinada acción, o la omisión de una acción determinada.
Cuando el hombre actúa como la norma lo exige, cumple su obligación; con un comportamiento opuesto, “viola” la
norma, viola su obligación. Cuando un hombre actúa en la manera como lo faculta una norma, o actúa en la manera
en que, a través de una norma, positivamente se le permite conducirse así, aplica la norma.De una manera negativa;
la conducta humana está regulada por un orden normativo cuando esa conducta no está prohibida por el orden, sin
estar positivamente permitida por una norma que limite el dominio de validez de una norma obligatoria.
Norma y valor. La conducta que corresponde a la norma, tiene un valor positivo; la conducta que contradice la norma,
tiene un valor negativo.Sólo un hecho real puede ser enjuiciado, como valioso o desvalioso; puede tener un valor
positivo o negativo. Las normas establecidas por los hombres constituyen valores relativos. Una norma, es válida o no
válida.

El sistema social

Sistemas sociales que estatuyen sanciones. La relación en que el comportamiento de un hombre, frente a otro o varios
hombres, se encuentra, puede ser una relación inmediata, o una relación mediata. Premio y pena pueden
comprenderse conjuntamente bajo el concepto de sanción. La conducta obligatoria no es la conducta debida; debida
es la sanción. Que una conducta sea obligatoria significa que lo opuesto de esa conducta es condición de que la sanción
sea debida. El cumplimiento de la sanción es obligatorio. Bajo cierto orden jurídico puede darse una situación en que
una determinada conducta humana, y la conducta contraria, tienen como consecuencia una sanción. Ambas normas
pueden tener validez paralelamente y ser aplicadas, puesto que no se contradicen. Un ordenamiento puede otorgar
un premio a una conducta, sólo cuando la misma no está motivada por el deseo de obtener el premio.

¿Existen sistemas sociales sin sanciones? La moral, es considerada como un sistema social semejante y distinguido del
derecho, en cuanto éste constituye un sistema que estatuye sanciones. Cuando el sistema moral exige determinada
conducta, exige que la conducta que sea exigida a un sujeto sea aprobada por los otros, y la conducta contraria, sea
desaprobada. Quien desprecia la conducta exigida, aprueba la conducta contraria, se conduce inmoralmente y es él
mismo moralmente desaprobado. La aprobación y desaprobación por parte de los restantes miembros de la
comunidad son percibidas como premio y pena, y pueden, ser entendidas como sanciones. La norma moral que ordena
una terminada conducta, y la norma moral que prescribe desaprobar la conducta contraria, constituyendo una unidad
en su validez. La distinción únicamente relevante entre los sistemas sociales radica en los diversos tipos de sanciones.

Sanciones trascendentes y sanciones socialmente inmanentes . Son sanciones trascendentes aquellas que, según las
creencias de los hombres sujetos a ese orden, provienen de una instancia sobrehumana.

El orden jurídico

El derecho: orden de la conducta humana . Una teoría del derecho tiene, que determina conceptualmente su
objeto.Las normas de un orden jurídico regulan conducta humana. El orden jurídico es un sistema social, y regula
positivamente la conducta de un hombre cuando se refiere, inmediata o mediatamente, a otro hombre. Es el
comportamiento recíproco de los hombres lo que configura el objeto de esa regulación. La autoridad jurídica exige
una determinada conducta humana porque la considera valiosa para la comunidad jurídica de los hombres.

El derecho: un orden coactivo . Los sistemas sociales designados como “derecho” son órdenes coactivos de la conducta
humana. Ordenan una determinada conducta humana, y enlazan a la conducta contrapuesta un acto coactivo. Faculta
a determinado individuo para dirigir contra otro individuo un acto coactivo como sanción. Las sanciones estatuidas
por un orden jurídico son, socialmente inmanentes, socialmente organizadas. El acto coactivo normado por el orden
jurídico puede ser referido a la unidad del orden jurídico, o puede ser interpretado como una sanción. Que el derecho
sea un orden coactivo quiere decir que sus normas estatuyen actos de coacción atribuibles a la comunidad jurídica. El
momento de coacción es el criterio decisivo.
Los actos coactivos estatuidos por el orden jurídico como sanciones. Cuando aparece el acto coactivo estatuido por el
orden jurídico como reacción ante una conducta humana determina por ese orden, el acto coactivo adquiere el
carácter de sanción, y la conducta humana contra la cual se dirige un comportamiento prohibido. La coacción, no debe
ser confundida con el estatuir el acto obligatorio.

El monopolio de la coacción por la comunidad jurídica. Hay que distinguir entre el uso de la fuerza prohibido y el
permitido: el uso de la fuerza como reacción autorizada ante una circunstancia de hecho socialmente indeseada, y la
reacción ante un comportamiento humano socialmente perjudicial. El monopolio de la coacción es descentralizado
cuando el orden jurídico autoriza a los individuos que se consideran lesionados por el comportamiento antijurídico de
otros individuos, a emplear la fuerza contra éstos, cuando aún persiste el principio de la defensa propia.

Orden jurídico y seguridad colectiva. Cuando el orden jurídico determina las condiciones bajo las cuales la coacción,
debe ser ejercida, protege a los individuos a él sometidos contra el uso de la fuerza por parte de otros individuos.
Cuando esa protección alcanza cierta medida mínima se habla de seguridad colectiva, mientras sea garantizada por el
orden jurídico como orden social.La paz del derecho sólo es una paz relativa, no absoluta, puesto que el derecho no
excluye el recurso de la fuerza. Si fuera menester considerar la paz como un valor moral absoluto, no podría designarse
el asegurar la paz, como el valor moral esencial a todos los órdenes jurídicos, como el “mínimo moral” común a todo
derecho.

La sanción es la consecuencia de la antijuricidad; el acto antijurídico, una condición de la sanción. La determinación


del hecho ilícito, y el cumplimiento de la sanción, son reservados a órganos que funcionan dividiéndose el trabajo:
tribuales y funcionarios ejecutivos. El principio de la defensa propia es limitado en todo lo posible, no puede ser
enteramente excluido.

Actos coactivos carentes del carácter de sanciones. Acto ilícito, o delito, es una determinada acción humana, o la
omisión de tal acción, que, por ser socialmente indeseadas, es por ello prohibida, a la misma se enlaza un acto coactivo.
Los actos coactivos que no constituyen sanciones en el sentido de consecuencias de una ilicitud están condicionados
por otros hechos. La coacción del hombre por el hombre es un delito, o una sanción.

El mínimo de libertad. Puesto que una determinada conducta humana o bien está permitida, o bien está prohibida, y
dado que, cuando no es prohibida, debe vérsela como permitida por el orden jurídico, puede considerarse que toda
conducta de los hombres sujetos a un orden jurídico estaría regulada, en un sentido positivo o negativo, por ese orden
jurídico.

La libertad que así el orden jurídico deja simplemente en forma negativa al hombre, en cuanto no le prohíbe una
determinada conducta, debe distinguirse de la libertad que le garantiza positivamente. La libertad de un hombre
consiste en que determinada conducta se le permita porque no le está prohibida. No toda conducta humana de efecto
perjudicial sobre algún otro hombre está prohibida.

El derecho como orden coactivo normativo. Comunidad jurídica y “bandas de ladrones” . El sentido de una amenaza
radica en que será infligido un mal bajo determinadas condiciones. Determinados actos coactivos deban ser ejecutados
bajo determinadas condiciones. Éste es el sentido subjetivo de los actos mediante los cuales se instaura el derecho, y
su sentido objetivo.
Los actos instauradores de derecho sólo tienen el sentido subjetivo de algo debido. Dado que consideramos a las
normas que facultan al órgano legislativo como el sentido subjetivo, y como el sentido objetivo de actos efectuados
por determinados hombres, entendemos esas normas como una constitución. El derecho consiste en un sistema de
normas, en un orden social, y una norma específica sólo puede ser considerada como norma jurídica en la medida en
que pertenece a ese orden.Si este orden coactivo se encuentra limitado, en su dominio de validez territorial, y es
efectivo en ese territorio y excluye la validez de todo otro orden coactivo de ese tipo, puede ser visto como un orden
jurídico y la comunidad, por él constituida, como un “Estado”, aun cuando éste desarrolle hacia el exterior una
actividad que, según el derecho internacional positivo, sea una actividad delictuosa. El hecho de que el contenido de
un orden coactivo eficaz sea juzgado como injusto, no constituye fundamento para no aceptar ese orden coactivo
como un orden jurídico.

¿Obligaciones jurídicas sin sanción? La coacción entre los hombres debe ser ejercida en la manera y bajo las
condiciones que se determinan en la primera constitución histórica. La definición del derecho presupuesta con la
norma fundante tiene como consecuencia, que sólo pueda considerarse una conducta como jurídicamente obligatoria,
o, como contenido de una obligación jurídica. El acto coactivo mismo no tiene que ser obligatorio en este sentido,
puesto que tanto el disponerlo como el cumplirlo pueden ser sólo facultativos. Si la norma fundante presupuesta es
formulada como una norma que estatuye un acto de coacción, el sentido subjetivo del acto no puede ser interpretado
como su sentido objetivo; la norma que constituye su sentido subjetivo tendrá que ser vista como jurídicamente
irrelevante. Puede ser que el sentido subjetivo de un acto ejecutado en un procedimiento conforme a la norma
fundante sea considerado como jurídicamente irrelevante, ya que el sentido subjetivo de ese acto puede ser algo que
no tenga en forma alguna el carácter de una norma que exija, permita o autorice una conducta humana. Dado que el
derecho regula el procedimiento mediante el cual él mismo es producido, hay que distinguir entre ese procedimiento
regulado por el derecho, como la forma jurídica, y el contenido producido a través de ese procedimiento, como la
materia jurídica.

Normas jurídicas no independientes. Si un orden jurídico contiene una norma que prescribe una determinada
conducta y otra que enlaza al incumplimiento de la primera una sanción, la primera está ligada a la segunda; ella
determina sólo negativamente la condición a la que la segunda enlaza la sanción. Normas jurídicas no independientes
son también aquellas que permiten positivamente una determinada conducta. Las normas que facultan una
determinada conducta son normas no independientes, mientras se entienda por “facultad” otorgar a un individuo un
poder jurídico. La norma general que, estatuye el acto coactivo, es una norma independiente de derecho, aun cuando
el acto coactivo no sea obligatorio, en cuanto a su incumplimiento no se ligue ningún acto coactivo posterior.

CAPITULO I: Derecho y naturaleza

La Teoría Pura del Derecho es una teoría sobre el derecho positivo, que lo que quiere es excluir del conocimiento orientado
hacia el derecho, todos aquellos elementos que le son extraños, es por ello que el autor afirma que los acontecimientos
fácticos considerados jurídicos tienen dos elementos: el acto perceptible y la significación jurídica, es decir, la
significación que ese acontecimiento tiene para el derecho. Este acontecimiento logra su sentido jurídico cuando una
norma en su contenido se refiere a él, es decir, cuando el contenido de un suceso fáctico coincide con el contenido de
una norma válida.

Según Kelsen "el derecho es una ordenación normativa del comportamiento humano, es un sistema de normas que regulan
el comportamiento", por lo tanto considera a una norma como el sentido de un acto con el cual se ordena o permite y
en especial se autoriza un comportamiento. Estas normas son producidas por el órgano legislador, pero también
pueden ser producidas consuetudinariamente, es decir, cuando la comunidad establece a la costumbre como un hecho
productor de derecho reconocido por el sistema jurídico. Las normas tienen dos características importantes la validez
y la eficacia; mediante la validez designamos la existencia específica de una norma, mientras que con la eficacia nos
referimos a que la norma sea verdaderamente aplicada y obedecida en los hechos.

Aunque una norma jurídica adquiere su validez incluso antes de su eficacia, es decir, antes de ser aplicada y obedecida
por los miembros de la sociedad; según el autor la norma necesita un mínimo de efectividad como condición de su
validez, pues cuando una norma permanece sin eficacia durante mucho tiempo deja de ser válida. Es por este motivo
que es necesario que el tiempo y el espacio en que se producen los acontecimientos estén determinados en el
contenido de la norma, pues la norma siempre vale para un determinado tiempo y espacio, de allí que podemos hablar
de validez espacial y temporal de la norma.

Las normas de un ordenamiento siempre regulan una determinada conducta del hombre y lo hacen de dos maneras,
mediante una regulación positiva, cuando se exige a un hombre la acción u omisión de determinada conducta, y a
través de una regulación negativa cuando esa conducta no está prohibida por el orden, pero tampoco está permitida
por éste. De esta forma podemos establecer un juicio de valor pues cuando la conducta fáctica, hecho real existente
en el tiempo y en el espacio, es tal como debe ser conforme a una norma objetivamente válida nos referimos al
valor objetivo, pero cuando existe la relación de un objeto con un deseo o voluntad dirigido hacia éste estamos
hablando del valor subjetivo.

Un orden es un sistema de normas cuya unidad se basa en que todas las normas tiene el mismo fundamento de validez,
que según el autor lo constituye la norma fundante, de cual se deriva la validez de todas la normas del orden, pues en
este presupuesto se encuentra el último fundamento del orden jurídico.

Un orden normativo constituye un sistema social debido a que está en relación con otros hombres pues con sus
normas regula el comportamiento humano y además porque la función de todo sistema social es obtener un
determinado comportamiento del hombre sujeto a ese orden, es por ello que la moral y el derecho son
considerados sistemas sociales. En todo sistema social funciona el principio de retribución, según el cual un
determinado comportamiento humano tiene una respuesta que consiste en un premio o una pena, es decir una
sanción. Una determinada conducta sólo puede ser considerada jurídicamente ordenada cuando el comportamiento
opuesto a ella es la condición de una sanción.

Cuando la sanción deba infligirse aún en contra de la voluntad del afectado y en caso de oposición, recurrir a
la fuerza física, se dice que la sanción es coactiva. Es por ello que un orden normativo que establece actos de coacción
como sanción, reaccionando contra determinada conducta, es considerado un orden coactivo. Existen dos tipos de
sanciones: las sanciones trascendentes, son las que según las creencias de los hombres sujetos a ese orden, provienen
de una instancia sobrehumana (Dios); y las sanciones socialmente inmanentes que son aquellas que se producen en
la tierra, dentro de la sociedad y son ejecutadas por los mismos hombres.

El derecho es un orden coactivo de la conducta humana, pues establece sanciones cuando la conducta del hombre se
opone a lo que establecen las normas, estas sanciones estatuidas por el orden jurídico son socialmente inmanentes y
socialmente organizadas. Y como el orden jurídico es coactivo, él mismo determina las condiciones para que ciertos
individuos puedan ejercer la coacción física cuando sea necesaria; protegiendo de esta manera a los individuos sujetos
al orden contra el uso de la fuerza por parte de otros individuos garantizando así la seguridad colectiva.

Como ya lo mencionamos el orden jurídico regula el comportamiento humano de manera positiva y negativa, cuando
lo hace en sentido negativo es decir cuando no establece ningún acto coactivo a una determinada conducta y por lo
tanto ni prohíbe esa conducta ni la conducta opuesta, se dice que el hombre es jurídicamente libre. Es por ello que a
pesar de que el orden jurídico limita en más o menos la libertad humana a través de sus sanciones, siempre existe un
mínimo de libertad, un espacio de la vida del hombre en el cual ningún orden o prohibición interviene.

A pesar de que el orden jurídico es coactivo, existen normas que no aparecen necesariamente como sanciones, como
es el caso de las normas que facultan al órgano legislativo a producir normas, sin obligarlo a ello. Se dice que las normas
jurídicas no son totalmente independientes, pues cuando una norma prescribe una conducta y hay otra norma que
establece una sanción ante el incumplimiento de ésta, la primera norma está fundamentalmente ligada a la segunda,
o en el caso de que una norma limite la validez de otra (norma derogatoria) o determine con mayor especificidad el
sentido de otras normas, ambas normas están ligadas dejando de ser independientes.

CAPITULO II: Derecho y moral

Junto a las normas jurídicas existen otras normas que regulan el comportamiento de los hombres llamadas normas
sociales, estas normas se pueden abarcar bajo el concepto de moral y a la ética como la disciplina encargada de su
conocimiento y descripción, ya que la justicia es una exigencia de la moral, la relación que se establece entre el derecho
y la moral es la relación entre derecho y justicia.

Se ha tratado de hacer una diferencia entre la moral y el derecho, afirmando que la primera regula conductas internas
mientras que el derecho regula

conductas externas, pero esta distinción no es satisfactoria porque tanto el derecho como la moral determinan ambos
tipos de conductas. Sólo podemos reconocer una diferencia entre el derecho y la moral en cuanto a cómo ellos obligan
o prohíben una determinada conducta humana. Pues mientras que el derecho como orden coactivo puede establecer
sanciones a la conducta opuesta de lo establecida en la norma, la moral como orden social reduce sus sanciones a la
aprobación o desaprobación de la conducta del individuo. Kelsen separa el derecho de la moral, pues según este autor,
"la validez de un orden jurídico positivo es independiente de su correspondencia o su no correspondencia con cierto
sistema moral". Además el autor afirma que una justificación del derecho por parte de la moral es inaceptable porque
no existe una única moral, una moral absoluta, sino numerosos sistemas morales que muchas veces son
contradictorios; por tanto la ciencia jurídica que sólo tiene que conocer y describir el derecho no tiene por qué
justificarlo ni con una moral absoluta ni con una moral relativa.

CAPITULO III: Derecho y ciencia


Para Kelsen el objeto de la ciencia del derecho son las normas jurídicas, y la conducta humana porque está contenida
en dichas normas. Podemos distinguir dos teorías del derecho: la teoría estática, que tiene como objeto el derecho en
cuanto sistema de normas con validez, es decir el derecho en su equilibrio; y la teoría dinámica que tiene como objeto
el proceso jurídico en el que el derecho se produce y aplica, es decir, el derecho en su movimiento.

Tenemos que hacer una clara diferencia entre la ciencia del derecho y el derecho, la primera se encarga de los
enunciados jurídicos, es decir, de las oraciones que describen las relaciones jurídicas; mientras que el derecho se
encarga de las normas jurídicas producidas por los órganos del derecho que constituyen prescripciones puesto que
ordenan, permiten o facultan determinadas conductas.

La ciencia del derecho es considerada una ciencia social, porque su objeto de estudio, el derecho, constituye un
fenómeno social ya que regula el comportamiento de los hombres. Y como ciencia social no puede regirse bajo el
principio de causalidad propio de la ciencia natural que sostiene que si se da el hecho A (causa) se tiene que dar
necesariamente el hecho B (consecuencia), sino que se rige bajo el principio de imputación o de atribución que
sostiene que cuando se da A, B debe ser (condición).

Y es el principio de imputación el que afirma la libertad de la voluntad del hombre, ya que el hombre deja de estar
sujeto al principio de causalidad y puede hacerse responsable de su conducta, puesto que la imputación jurídica enlaza
dos hechos, el hecho determinado por el orden jurídico como condición (una conducta determinada), con la
consecuencia por el determinada (sanción), que el individuo debe acatar o cumplir.

CAPÍTULO IV: Estática jurídica

Los actos coactivos son aquellos que deben cumplirse aun en contra de la voluntad del afectado, hay dos tipos: las
sanciones como actos de coacción estatuidos como reacción contra una determinada conducta y actos coactivos que
no tienen ese carácter, como es el caso de la internación que se hace de los individuos que
padecen enfermedades peligrosas. Las sanciones dentro de un orden jurídico pueden ser de dos tipos: sanción penal o
sanción civil, que son la consecuencia del acto ilícito o delito. Lo ilícito de ninguna manera se presenta como una
negación del derecho sino por el contrario es una condición del derecho, pues a partir de ella se puede establecer la
sanción.

El orden jurídico establece una obligación jurídica, cuando una norma jurídica positiva ordena determinada conducta
de un individuo, y establece al comportamiento contrario a esa conducta una sanción. Cuando un individuo realiza
una conducta contraria al derecho se le considera jurídicamente responsable de él y se le establece una sanción, es
decir responde por el delito. Podemos decir que un individuo está obligado a un comportamiento conforme a derecho
y responde por un comportamiento contrario a derecho. Pero esta responsabilidad puede ser de dos tipos, es individual
cuando el individuo responde por una conducta propia o cuando es responsable por una conducta ajena (de un
tercero); y es colectiva cuando la consecuencia de lo ilícito (sanción) está dirigida a los miembros de
un grupo determinado, este tipo de responsabilidad es característica de las comunidades primitivas. También podemos
hacer una distinción entre la responsabilidad intencional, cuando ese acontecimiento ha sido buscado por el individuo
pues tiene interés en él; y la responsabilidad por el resultado, donde el hecho se ha producido sin ninguna intención o
previsión, es decir accidentalmente.
El derecho subjetivo puede ser entendido como un interés jurídicamente protegido pues cuando se lesiona ese interés
se establece una sanción; como un poder jurídico otorgado a un individuo para reclamar a través de una acción por
incumplimiento de la obligación; como una autorización para efectuar determinados negocios jurídicos (como es el
caso de las licencias de funcionamiento). Los derechos y libertades fundamentales están garantizados por
la constituciónen la medida que constituye la norma jurídica de mayor jerarquía en la pirámide de Kelsen.

La capacidad de derecho se refiere a la capacidad que tienen las personas de tener derechos subjetivos
y obligaciones jurídicas, es decir, ser sujeto de derechos y obligaciones, de esta manera se establecen relaciones
jurídicas, cuando se relaciona el sujeto de una obligación jurídica con el sujeto del derecho subjetivo correspondiente.
Pero tenemos que establecer una distinción entre la persona como persona física y como persona jurídica (ambas
construcciones de la ciencia del derecho) , en el primer caso nos referimos al hombre como portador de derechos y
obligaciones, y en el segundo caso nos referimos a una sociedad (asociación de hombres con derechos y obligaciones)
dotada de personalidad jurídica, que también tiene obligaciones y derechos y por tanto también tiene responsabilidad
jurídica pero no por un delito propio de la agrupación, sino por un delito ajeno pues el delito es cometido por un
miembro determinado por el estatuto de la asociación para cumplir cierta obligación (órgano social). Sin embargo
como constituyen una asociación responden con su patrimonio colectivo el incumplimiento del órgano social. Lo mismo
sucede con los derechos subjetivos de la persona jurídica, pues deben ser ejercidos por un órgano determinado por el
estatuto de la asociación.

La teoría pura del derecho deja de lado el dualismo entre el sentido subjetivo y objetivo del derecho, pues considera
a la totalidad del derecho en su validez objetiva, como un todo jurídico en el cual los problemas jurídicos deben ser
planteados y solucionados como problemas del orden jurídico, liberando de esta manera al derecho positivo de todo
juicio político o ético

CAPÍTULO VI: Derecho y Estado

El estado es un ser jurídico, como tal es sujeto de deberes y facultades. El pensamiento tradicional le atribuye una
existencia particular con respecto al derecho. Es decir que tanto el derecho como el estado son seres diferentes. El
estado crea su propio derecho siendo éste de existencia anterior, por lo tanto la organización de una sociedad es
anterior a la formación del derecho, además como rasgo característico es que el estado utiliza la coacción para
justificar su poder en orden jurídico establecido.

El estado tal cual lo conocemos ahora es distinto de las formas de agrupación primitivas, donde la fuente principal de
su "derecho" era la costumbre o la ley del talión, el estado como orden jurídico limita su accionar al ámbito de su
territorio o al espacio donde su ordenamiento jurídico tenga validez, en cualidad el estado no se diferencia mucho de
otros ordenamientos jurídicos para imputar responsabilidades a sus miembros es necesario recurrir a una norma
jurídica válida. Una vez superada las formas primitivas del estado, el orden jurídico proveerá de órganos estatales o
funcionarios los cuales recibirán ciertas tareas. Así el estado estará representado no solo judicialmente sino
administrativamente.
Con el desarrollo de un sistema de órganos que realizan funciones distribuidas, el concepto de órgano del estado en
sentido estricto, como órgano jurídicamente calificado, como funcionario se coloca frente al concepto de súbdito
como particular constituye la forma de organización más compleja del estado. "funcionarios del estado".

"El estado de derecho" es aquel que tiene un orden jurídico, porque no puede haber un estado que no tenga un orden
jurídico, siendo que el estado solo es un orden jurídico que protege los derechos de libertad, las garantías
constitucionales y los métodos democráticos de producción de derecho. Así pues se concluye que el estado es ni más ni
menos que el derecho mismo.

4) Kant: Crítica de la Razón Pura:


Las tres obras más importantes de Kant son:

 “Crítica de la razón pura” (1781=> con 57 años)


 “Crítica de la razón práctica” (1788)
 “Crítica del juicio” (1790)

El período precrítico es anterior a 1770.

Desde 1970 hasta 1981 no publica nada.

El período precrítico se suele dividir en dos partes:

 La primera transcurre desde 1747 hasta 1760. En este período a Kant le interesa la física (sobretodo Newton)
y Kant empieza a discutir la identificación entre filosofía y el método matemático.

 La segunda transcurre desde 1760 hasta 1770. En este período Kant se interesa más por la metafísica y está
muy influenciado por Wolff, aunque Kant nunca fue una representación de esta filosofía, un racionalismo muy
fuerte donde se identificaba a la razón como un método matemático donde todas las verdades podían deducirse
matemáticamente a partir de unos Principios de la razón sin contar con la experiencia (las realidades sensibles).
En este segundo período Kant también es influenciado por Rousseau y Hume, que es empirista (todo
conocimiento llega por los sentidos y, por tanto, no podemos conocer cómo son realmente las cosas).La filosofía
de Kant va a ser una mezcla de la corriente empirista y la corriente racionalista. Kant, en este segundo período,
se empieza a preguntar seriamente si los propósitos de la metafísica son posibles (conocer la realidad), es decir, si
la metafísica puede ser o no una ciencia.

La crítica a la razón pura es el esfuerzo de Kant para responder a la pregunta de que si la metafísica es o no una ciencia,
a ¿qué puedo saber?Es una crítica en cuanto que se esfuerza por conocer la propia razón para ver dónde están sus
límites y hasta dónde puede llegar.

Según Kant la metafísica de Wolff es dogmática pues habla de las cosas sin llevar a cabo una crítica de la razón.

Kant parte de un faletum (hecho) de la física y de la matemática pues para él éstas son ya ciencias y entonces se
cuestiona qué tipo de conocimiento hace que la física y las matemáticas sean ciencias; se trata de averiguar las
condiciones de posibilidad de una ciencia para ver si se cumple o no en la filosofía.
Se trata de saber los límites de nuestra razón de forma que ésta sea capaz de conocerse a sí misma para ver si puede
o no puede hacer una metafísica. A este movimiento por el que la razón se conoce a sí misma Kant lo llama crítica.

(Problemas: cómo va a ser la razón capaz de conocer sus límites sin estar por encima de ellos. Ser consciente de los
límites es el primer paso para poder superarlos. En resumen, Kant va a decir que la metafísica no es una ciencia).

En la crítica de la razón pura Kant dice que la metafísica no es posible, que no es una ciencia, pues no es capaz de
responder a las últimas cuestiones.

Pura se refiere a lo que es la razón antes de estar afectada por la experiencia. Kant se pregunta por los enunciados de
una ciencia, cómo son los juicios de dicha ciencia, y responde que los juicios son sintéticos a priori. Un juicio significa
junto (viene de síntesis y es contrario a análisis).

Hay juicios sintéticos y analíticos, estos últimos para Kant no aumentan nuestros conocimientos porque el predicado
está incluido en el sujeto. (El ejemplo de juicio analítico que propone Kant es: “lo cuerpos son extensos” (ocupan
espacio); dice que es analítico porque en el análisis del sujeto se encuentra el predicado).

La ciencia, por tanto, tiene que estar hecho de juicios sintéticos que son aparte conocimiento.

Los juicios pueden ser también a priori (sin experiencia) o a posteriori (tras la experiencia). Kant estaba convencido de
que los juicios a posteriori.

Lo que hace que Kant en la crítica de la razón pura es explicar cómo los juicios de las ciencias (física y matemáticas)
son a priori y sintéticos.

Kant piensa que tanto en la física como en la matemática hay partes con juicios a posteriori, pero sus partes centrales
sí son juicios sintéticos a priori y esas partes centrales él las llama matemática pura y física pura.

La mayoría de los filósofos anteriores defendían en contra de Kant que los juicios de las matemáticas eran analíticos.
En la física se aceptó que los juicios eran sintéticos, por lo que Kant se enfrenta en las matemáticas a los anteriores
filósofos.

Un juicio matemático es “la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos”. Según Kant el concepto de línea
recta no está incluido en el adjetivo recta que tiene que ver con la magnitud; para él una cosa no está seguida de la
otra. Kant dice que si los juicios de la ciencia son a priori en nuestro conocimiento debe haber elementos que
provengan de la experiencia, tiene que haber elementos a priori.

En a crítica de la razón pura tiene como objetivo detectar estos elementos a priori y conseguir saber si podemos hablar
de aspectos metafísicos como Dios, su existencia…

Para los racionalistas toda la razón está formada de ideas innatas sin necesitar la experiencia mientras que para los
empiristas todo el verdadero conocimiento proviene de la experiencia y tanto uno como otros reconocen que q el
conocimiento de la experiencia no nos da una necesidad el empirismo suele ser escéptico. La idea o la teoría de Kant
es intermedia a ambas.

Kant sigue el llamado idealismo trascendental y consiste en afirmar que todos los objetos de nuestro conocimiento
son una composición entre lo que recibimos de nuestra experiencia y lo que ponemos nosotros con nuestras facultades
de conocimiento. (Un objeto de conocimiento es todo aquello a lo que nos referimos con nuestras palabras: un boli,
una mesa, un estadio…) Los objetos están formados por materia y forma, para Kant la forma la pone la facultad de
conocimiento correspondiente y la materia la recibimos mediante nuestros sentidos.

Las facultades de conocimiento para Kant son la sensibilidad, el entendimiento y la razón (razón pura simplemente se
refiere a todo nuestro conocimiento, a todas las facultades de conocimiento en cuanto a priori, que no procede de la
experiencia, mientras que aquí se toma en sentido de facultad de conocimiento).

La sensibilidad tiene que ver con los sentidos, el entendimiento con los juicios y la razón con la metafísica. La forma es
el elemento a priori de los objetos, para Kant las formas que pone la sensibilidad son el espacio y el tiempo. (A priori
= condiciones transcendentales de la experiencia de todo objeto posible).

El contacto inmediato lo llama intuición, entonces la realidad se nos da en una intuición sensible y tenemos, por tanto,
una relación inmediata con el objeto de conocimiento.

La crítica de la razón pura se divide en:

Estética trascendental que tiene que ver con el conocimiento de las formas a priori de la sensibilidad y con las
condiciones de posibilidad de la matemática, las matemáticas como ciencia está constituido como forma a priori
de la sensibilidad.

Analítica trascendental que se dedica al conocimiento de las formas a priori del entendimiento y se ocupa de las
condiciones de posibilidad de la física.

Dialéctica trascendental encargado del estudio de la razón y se cuestionara las condiciones de posibilidad de la
metafísica.

 Estética trascendental -> sensibilidad -> matemática

 Analítica -> entendimiento -> física

 Dialéctica -> razón -> metafísica

En el conocimiento tiene que haber un elemento constitutivo que me implique necesidad. Este elemento no viene de
la experiencia sino que la ponemos nosotros, sale de las propias estructuras de conocimiento. Para que halla un objeto
de experiencia (algo de lo que podamos hablar) la materia ha tenido que ser formalizada por unas estructuras de
conocimiento.

La estética trascendental es el esfuerzo por aclarar las condiciones de posibilidad de la matemática, la sensibilidad
como la facultad de conocimiento es una facultad receptiva que recibe sensaciones o impresiones sensibles a través
de las cuales se nos da la materia y en esa receptividad, dice Kant, yo tengo una relación inmediata con el objeto
llamado intuición sensible. Igual que existe una intuición sensible, piensa Kant, que para que existiera la metafísica
debería existir una intuición intelectual que está convencido de que no la hay y por ello piensa que la metafísica no es
posible como ciencia. Piensa que la única intuición que tenemos es la sensible, por ello toda referencia del
entendimiento a la realidad se tiene que apoyar en la intuición sensible.
La sensibilidad, también llamada intuiciones puras (diciendo intenciones Kant quiere destacar que no son conceptos
de entendimiento sino formas de la sensibilidad. Kant piensa que no son conceptos de entendimiento, pues un
concepto es un universal que se aplica a muchos individuos y se aplica íntegramente a todos esos individuos (no hay
un ser humano hasta cierto punto, o es humano o no lo es) el espacio y el tiempo sólo existe un solo espacio y un solo
tiempo que se pueda dividir en partes, el espacio y el tiempo Kant lo toma de Newton.

Kant piensa que la sensibilidad tiene modalidades. Por una parte está el tiempo y el tiempo es una condición de todo
objeto sensible, pero además es la condición del conocimiento de los estados internos del sujeto, por tanto la
sensibilidad tiene dos modos:

 referida al exterior

 referida al interior

Ambos sentidos están sometidos al tiempo, pero sólo la exterior está sometida al espacio.

Hay diferencia entre las sensaciones que podemos ubicar en el espacio y hay otro tipo de sensaciones que no se sitúan
en el espacio como por ejemplo la sucesión de los estados internos del sujeto.

Para Kant toda la matemática está construida sobre estos, la gramática está construida sobre la intuición pura de
espacio y la aritmética está construida según el orden de la sucesión temporal el orden de según se va sumando unos
momentos a otros.

La sensibilidad tiene dos modos:

 La sensibilidad interna

 La sensibilidad externa

La forma pura de la sensibilidad interna, es decir, de los estados internos del sujeto es sólo el tiempo. Así las
sensaciones están “en” el espacio pero todas (externas e internas) son temporales, es decir, toda sensación está
relacionada a otra en una relación según sea antes, al mismo tiempo o después, pero sólo hay unos que están
distanciados. El espacio y el tiempo son formas a priori de la sensibilidad y no pertenecen a las cosas en sí.

El fruto de la unión de la materia y forma es el objeto, fenómeno llamado por Kant (fenómeno = lo que aparece;
fenómeno es contrario de “nolímeno”, lo que las cosas son en sí mismas).
El planteamiento de Kant es que lo que las cosas son en sí mismas nosotros no lo conocemos, lo único que vemos es
la materia que recibimos ya formalizada. Nuestra experiencia usa sólo el ámbito de los fenómenos. Podemos decir
que las cosas están en espacio y tiempo, pero espacio y tiempo no son propiedades de las cosas.

-ANALÍTICA TRASCENDENTAL (A.T)-

La Analítica Trascendental se ocupa del entendimiento y de las condiciones de posibilidad de la física como ciencia
pura. Son nuestras facultades de conocimiento las que aportan los conocimientos a priori que sirven para establecer
leyes necesarias.

El entendimiento “se dedica” a realizar juicios a partir de la producción de los conceptos.


La materia que nos viene a través de la sensibilidad, para poder comprenderla le adjudicamos un concepto según Kant,
y el concepto lo ponemos en un juicio.

En el entendimiento hay conceptos empíricos (gato, mesa, libro…) que hemos sacado de la experiencia a través de un
proceso de abstracción, y conceptos puros que son los elementos a priori del entendimiento, llamados categorías, y
es lo que el conocimiento necesita para formar juicios.

Kant piensa que no primero se da la intuición sensible y luego el concepto, sino que sólo podemos entender algo
cuando una intuición sensible es a la vez ordenada por los conceptos del entendimiento (empíricos y categóricos).

Sólo conocemos cuando la sensibilidad y el entendimiento funcionan conjuntamente, de aquí la frase de Kant que
dice: “las intuiciones sin conceptos son ciegas, los conceptos sin las intuiciones están vacías”.

Kant está pensando el decir esta frase también en las categorías o conocimientos puros, los conocimientos incluidos
los puros sólo pueden proporcionar si se ponen en contacto con la intuición sensible que les de contenido.

Kant dirá que la metafísica no es posible pues los conceptos sólo se pueden aplicar a la intuición sensible porque no
poseemos una intuición intelectual, si la tuviésemos podríamos hacer metafísica, podríamos aplicar los conceptos o
algo que no fuese sólo sensibilidad.

Si analizamos los tipos de juicios que el entendimiento es capaz de formar, seremos capaces de aclarar cuales son las
categorías del entendimiento.

Hay, para Kant cuatro tipos de juicio y dentro de cada tipo d juicio se dan tres posibilidades. En todo juicio, piensa
Kant, se debe dar cantidad, cualidad, relación y modalidad.

1. CANTIDAD CATEGORÍA

Universales unidad

Particulares pluralidad

Singulares totalidad

2. CUALIDAD CATEGORÍA

Afirmativos realidad

Negativos negación

Infinitos limitación

“Esto no es un gato”

3. RELACIÓN CATEGORÍA

Categóricos inherencia y subsistencia (sustancia y accidente)

Hipotéticos causalidad y dependencia

Disyuntivos comunidad -> acción recíproca agente - paciente

4. MODALIDAD CATEGORÍA
Problemáticos posibilidad e imposibilidad

Asertóricos existencia y no existencia

Apodícticos necesidad y contingencia

La física para Kant se ocupa de la Naturaleza, pero de la Naturaleza como conjunto de los fenómenos en cuanto
determinados por leyes generales que deben ser sintéticos a priori. La Naturaleza son los fenómenos y no las cosas
consideradas en sí mismas, son los fenómenos los que están sometidos a las condiciones de la posibilidad de la
experiencia, así las reglas del uso de las categorías son también las leyes de la Naturaleza, propiamente nosotros no
conocemos la cosa en sí misma, es decir, en relación al sujeto, las leyes mas importantes de la física son los que tienen
que ver con las categorías de relación que son las que explican y aclaran los presupuestos fundamentales de la física
de Newton. A estos principios relacionados con las categorías de relación las llama Kant análogas d la experiencia. En
primer lugar está el principio de la permanencia de la sustancia, en segundo lugar el principio de sucesión temporal
según la ley de la causalidad este principio es en el que todos los cambios tienen lugar con la ley que enlaza causa y
efecto.

Si todos los cambios de la Naturaleza tienen que ver con cambio y efecto, ¿dónde está la libertad? , en tercer lugar
está el principio de simultaneidad según la ley de acción recíproca o comunidad.

-ESQUEMATISMO-

Para Kant es un problema conectar las categorías con la intuición sensible (categorías = conceptos puros = a priori).
Cosas que me vienen por los sentidos las relaciono con la causa. (Ej: gato blanco -> sustancia; sol -> calentamiento de
una piedra -> causa). Problema -> ¿cómo las relaciono? El esquematismo es la solución para este problema.

Un concepto empírico es todo. Para explicar el esquematismo se utilizan conceptos empíricos, así, en el concepto de
“gato” está “ser vivo”, “mamífero”… es decir una serie de características sensibles (notas que se ven por los sentidos).

Conjunto notas sensible = concepto empírico

En el caso de los conceptos empíricos no tenemos estas notas que nos hagan conectar estas notas sensibles con el
concepto, porque NO HAY EXPERIENCIA, no se ve nada por los sentidos.

La relación de las categorías con lo sensible es posible a través del esquematismo, en virtud del cual, cada categoría
tiene una relación única con el tiempo. Es como si cada categoría tuviese un significado temporal, precisamente
porque cada categoría tiene un significado temporal, eso es lo que permite poner en relación las categorías con las
intuiciones sensibles.

Cada categoría tiene un tiempo diferente

(Significado temporal distinto)

La categoría de sustancia es la permanencia de la realidad en el tiempo, por su parte la causalidad es la sucesión de la


diversidad en el tiempo, es decir la regularidad temporal en la sucesión de dos fenómenos, por ejemplo el sol y el
calentamiento de la Tierra.
La noción de necesidad sería la existencia en todo el tiempo. Donde vemos una sucesión de conceptos ampliamos la
causalidad. Lo que permanece en el tiempo a través de los cambios es la sustancia.

-DIALÉCTICA TRASCENDENTAL-

Uso de la razón y estudio de la posibilidad de la metafísica como ciencia.

Razón => facultad para realizar silogismos, razonamientos y establecer una unidad cada vez mayor a partir de los juicios
del entendimiento.

Razón => relaciona conocimientos para conexionarlos. Unidad de conocimientos = unidad de experiencia. Esta unidad
cada vez mayor va tendiendo en tres direcciones:

ALMA MUNDO DIOS

(Sujeto) (Fenómeno) (Cualquier objeto)

Kant llama a estas tres totalidades “ideas”, que sirven para orientar el proceso de unificación que realiza la razón. Estas
tres ideas representan, cada una a su manera, la totalidad de la experiencia. El alma la representa en relación al sujeto,
el mundo en relación a los fenómenos y Dios en relación a cualquier objeto posible fenoménico o no fenoménico. La
totalidad de la experiencia (saberlo todo) no es objeto de experiencia y, por tanto, las ideas no son un objeto de
conocimiento, es decir, no es algo de lo que podemos decir que es un objeto real, sino son ideas que según Kant son
eso, “ideas”, y no objetos de conocimientos. Las ideas tienen un valor regulativo, es decir, ayudan a la razón.

Para que haya conocimiento tiene que haber una intuición, pues sino no hay experiencia. Así la única intuición que
tenemos es la sensible y la única experiencia se da cuando se aplican las categorías del entendimiento a la intuición
sensible. Esta experiencia es en la que la razón estable establece relaciones.

Nosotros sólo podemos aplicar las categorías del entendimiento a la intuición sensible, pero nosotros tendemos
inevitablemente a aplicar las categorías no sólo a los fenómenos sino también a las cosas en sí mismas (ámbito de los
neúmenos) porque las categorías del entendimiento no provienen de la experiencia.

Cuando aplicamos las categorías al ámbito de los neúmenos se está produciendo una ilusión trascendental que
consiste en que la razón produce unos errores que son en cierto modo distintos según se trata del alma, el mundo o
Dios, pero que en cierto modo son iguales porque consisten en aplicar las categorías a las cosas en sí mismas.

En el caso del alma el error es que la razón realiza unos argumentos erróneos => paralogismos, que consisten en hablar
del sujeto, del yo, aplicándole la categoría de sustancia y por tanto convertir el “yo” en sustancia simple, inmaterial e
inmortal. (Cuando Kant habla de de metafísica está hablando la de metafísica de Wolff:

Psicología racional (paralogismos) -> alma (explicado arriba)

Cosmología racional (antinomias) ** -> mundo = contradicciones

Teología natural * -> Dios

* Cuando razón habla del mundo como totalidad, la razón cae en contradicciones -> mundo tiene comienzo en el
tiempo y es limitado en el espacio, y puede demostrar lo contrario.
** Clasificación de tipos de demostraciones de Dios:

Prueba ontológica * -> viene de San Anselmo

Prueba cosmológica -> a partir de la contingencia = Dios existe

Prueba físico-tecnológica -> a partir del orden del mundo = Dios ordenador del mundo.

Las dos últimas dependen de la primera.

* Este argumento no es válido -> la existencia no es un predicado que añada nada a la definición de una cosa
(perfección de un concepto invalida el argumento ontológico).

-IDEAS DE LA RAZÓN-

La existencia para Kant es una categoría vacía rellenada por una intuición y como sólo tenemos intuición sensible es
con ella con la que se ve la existencia.

La existencia no se puede deducir, sólo se conoce por medio de la intuición sensible.

La metafísica (ideas que no tienen un conocimiento objetivo, sino que son regulativas) como ciencia es imposible.

Lo que es erróneo es pensar que esas ideas nos hablan de cosas reales pero esas ideas relativas son necesarias porque
marcan la dirección en la que tiene que trabajar la razón (= razonamientos que unían los juicios de los entendimientos)
y sin la razón el entendimiento estaría desordenado.

La razón vive de las ideas regulativas, pero no tienen un valor real.

-CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA-

Kant piensa que hay una sola razón que tiene dos usos:

 práctico

 teórico

Puro = a priori -> le sirve para hablar de lo necesario.

Busca un juicio sintético a priori de la práctica (= imperativo categórico) -> dar un fundamento absoluto a la moral, a
cómo debemos comportarnos, es decir, cuáles son los principios que ha de seguir para llegar a una razón absoluta.

Fundar una ética universal (para todos) y necesaria.

No es moral porque todo el mundo lo haga.

Ej.: “Sé veraz” -> esto sería verdadero aunque todo el mundo mintiese.

El conocimiento de que algo es veraz no depende de que la gente lo haga. No viene por la experiencia el que algo sea
universal y necesario.

Es necesario un fundamento a priori (= puro), que esté en la razón pura en tanto que en la práctica. Todas las
reflexiones van a partir de un hecho (Factum) que es la conciencia del deber.

Uno sabe que tiene que ser veraz, que tiene el deber (tiene valor necesario y universal) de hacerlo.
Da por supuesto que tenemos el deber absoluto de que algo es así; por ejemplo: “sé veraz”.

El problema es fundamentar la conciencia del deber porque nosotros ya tenemos esa conciencia.

Hay que buscar las condiciones de esta moral.

A la razón pura práctica también la llama voluntad racional, es una cosa que se determina por principios.

DETERMINACIÓN DE LA VOLUNTAD = ORDENA LA VOLUNTAD

-TIPOS DE PRINCIPIOS PARA ORDENAR LA VOLUNTAD-

- Máximas -> principios subjetivos porque el sujeto los entiende válidos para sí mismo en determinadas circunstancias.
Ej.: norma de conducta que te das a ti mismo.

- Imperativos -> Hipotéticos -> tienen la forma: “Si quieres A, haz B”.

“Si quieres ser abogado, estudia derecho”.

-> Categóricos ->Forma: “Haz A, incondicionalmente”.

Tipo de imperativo que busca Kant.

Piensa que el Imperativo categórico (es el que él busca) no puede depender de lo que él llama ética material, ya que
él busca la formal.

La ética material es la que propone un bien concreto y unos medios para conseguir el fin. (Ej.: felicidad, placer,
tranquilidad…). En una ética como ésta, las acciones son buenas y malas si se ajustan a los medios de este fin. Para
Kant estas éticas no sirven para fundamentar a la moral porque son:

Empíricas -> viene de la experiencia sensible. Lo empírico no puede dar necesidad, son empíricas sólo por medio
de la experiencia podemos obtener un conocimiento de los medios que llegan al fin. Pero si viene de la experiencia
no puede ser universal y necesario.

Hipotéticas -> porque si quieres algo, haz esto (condiciones). Para él la voluntad no está obligada ni a la
tranquilidad, placer, …

Heterónomas -> depender de otro; porque la voluntad se determina de una manera mediata porque es un fin
exterior el que rechaza el deseo de la voluntad y es desde fuera desde donde se dice lo que está bien y lo que está
mal. La voluntad no es la que se da a sí mismas las reglas, sino que estas vienen dadas por el bien (= fin).

Contra las éticas materiales Kant dice que el imperativo categórico tiene que ser a priori, universal, necesario y formal
(= no propone un fin concreto). Que es lo que tiene que hacer ese principio, para Kant lo que expresa es la misma
forma de la razón en tanto que puede ser determinada, universal y necesaria, y por eso la primera formulación del
imperativo categórico es “obra de tal modo que puedas creer que la máxima de tus conductas sea una ley universal”.

Con este principio la razón se hace inmediatamente práctica.

Esta inmediatez es la que garantiza la autonomía de la voluntad por eso Kant da la otra formulación: “obra de tal
manera que la voluntad pueda considerarse a sí misma mediante su máxima como legisladora universal”. La moral de
Kant es formal porque una moral formal no manda sola para algo haz esto sino se mueve por respecto al deber, por
respeto a la ley universal. No se puede elevar la ley universal a lo concreto.

El sentido de las palabras depende de su verdad. Hay determinadas leyes (“miente”) que si se convierten en una ley
universal sale una contradicción (se anula) las normas que valen son aquellas que se pueden convertir en ley universal.
Para Kant, el único motivo de actuación es el respeto a las leyes universales y al deber.

La razón es la que hace las leyes universales -> la razón es la que se obliga a sí misma.

Kant dice que el deber sólo sale de la universalidad; la ley universal está dentro de la razón.

Es la ley lo que dice lo que está bien; las leyes necesarias son las que nos dicen lo que está bien.

Kant piensa que hay cosas que nos gustan que no están bien, por eso, no se rige por nuestras inclinaciones. Para Kant
nuestra inclinación no es criterio moral que está bien (concreta la experiencia del deber). Hay acciones que son
contrarias al deber (no matarás = matar) y hay acciones que son por respeto al deber (las únicas que le parecen lícitas).

Las acciones conforme al deber no son morales porque las mande el deber, porque no tienen motivos lícitos. Decir la
verdad = porque no se puede mentir. (Ej.: notas)

Conforme al deber (pero no lícito):” no robo porque la policía me pilla”. Admite que la voluntad se mueva por respeto
al deber, no porque no me guste ni me de beneficios, así la conducta sólo porque el deber es la única que se puede
llamar virtuosa (respeto al deber).

Una persona que se conduce por respeto al deber es una virtuosa y sólo a esa persona se le puede dar el premio de la
felicidad. La felicidad es lo que le convendría a una persona perfectamente virtuosa.

En la razón pura Kant dice que la metafísica no es posible, por lo que Dios… son ideas regulativas. Vuelve a sacar el
tema de la metafísica. Los postulados (principio indemostrable, pero es una condición necesaria para que exista el
sumo bien (unión de la virtud perfecta y de la felicidad. Para que se de el sumo bien tienen que ser real libertad,
inmoralidad de alma y Dios; así estas son las condiciones de posibilidad del fin = objetode la razón pura práctica) -> Si
existe A, tiene que existir B) de la razón práctica son libertad, inmortalidad del alma y Dios.

-POSTULADOS DE LA RAZÓN PURA PRÁCTICA-

 Libertad -> existencia de la libertad -> en el caso de la libertad es uno de los postulados. Viene demostrada por
la experiencia del deber. La experiencia del deber es que uno es libre, por eso necesita órdenes porque podemos
elegir su contrario. La experiencia del deber es la ratio (deber) essendi (libertad) de la libertad.

La experiencia del deber me hace conocer que soy libre. Puede elegir (conflicto moral). El que seamos libres es la razón
de ser del deber. El ser humano libre está más allá del mundo de los fenómenos (= mundo de la causalidad natural =
física = causas y efectos)

A partir de la experiencia moral accedemos al sujeto como parte del mundo de las cosas en sí mismas (= mundo
nouménico).

Si existe la libertad es porque el sujeto existe en un plano que no es el plano de los fenómenos sino en el mundo
neuménico.
Actuar libremente es no ser un eslabón en el mundo de los fenómenos. En la experiencia moral Kant accede al mundo
de la cosa en sí misma en concreto al sujeto como libertad. Aquí no sabemos lo que es el alma. Sabemos que el ser
humano es un fin en sí mismo, es decir, que no puede ser utilizado como un medio.

Obra de tal manera que trate siempre a los demás como fines y nunca como medios.

Legislador universal -> ley universal (según Kant hechas por la razón)

 Inmortalidad del alma -> tenemos que adecuar nuestra voluntad a la ley moral. Muchas veces nuestra voluntad
se determina por otras inclinaciones.

Santa: una voluntad tan buena que el mal ya no es una opción. La moral

Aparece como un deber (imperativo) porque no somos santos y

Tenemos otras inclinaciones.

Hay que postularlo porque es el tiempo que necesitaría el alma para

Llegar a ser bueno.

 Existencia de Dios -> la virtud perfecta exige, en parte, la felicidad

(premio a la virtud perfecta). Dios es el que garantizaría la conexión

entre la virtud perfecta y la felicidad.

Fe racional -> actitud vital que podríamos tener respecto a la libertad, la inmortalidad del alma y Dios (Sumo Bien). No
puedo demostrar, pero está de acuerdo con la razón. Es una exigencia de la vida moral

5) Kant: Crítica de la Razón Práctica:


Tradicionalmente, todas las éticas hasta Kant eran materiales (Aristóteles, Epicuro, moral cristiana…), es decir nos
dicen el objetivo y el modo de conseguirlo, son heterónomas. No nos proporcionan contenidos morales sino que se
limitan a imponer desde fuera nuestra conducta.

Sin embargo, la ética de Kant se presenta en la historia de la filosofía como una ética formal, que permite a la persona
seguir su propia ley moral. Para ser moral nuestra acción debe estar orientada por el puro cumplimiento del deber.

Según Kant, hay tres preguntas que se plantea el ser humano: ¿qué puedo saber?, ¿qué puedo hacer? y ¿qué me cabe
esperar?

Recordemos que la razón tiene dos usos: uno teórico y otro práctico. Con el uso teórico respondemos a la primera de
éstas. Su función es por tanto, ayudarnos a entender como es el mundo.

Pero necesitamos de otro uso práctico con el que responder las otras dos, orientar nuestro comportamiento, dirigir
nuestra voluntad.Kant identifica el uso práctico con la moral.

Así, podemos diferenciar dos ámbitos de la realidad: el del “ser” y el del “deber ser”, el de la ciencia y el de la moral.

En su obra, Crítica de la Razón práctica, transmite las condiciones que hacen posible el deber, partiendo de:
. una acción desinteresada no condicionada a ningún fin /el deber por el deber/

. que existe una ley moral universal

Esa ley moral, que no cuestiona,[<< De dos cosas estoy seguro: del cielo estrellado sobre mi cabeza y de una ley moral
en mi>>] posee según Kant un carácter de imperativo categórico (mandatos universal, formal y que posibilita el
autogobierno), distinguiendo dos tipos:

_ los hipotéticos aquellos que ordenan algo como medio para conseguir un fin, su validez siempre está condicionada.

_ los categóricos que son mandatos incondicionados, es decir aquellos que ordenan algo como un fin absoluto. Tienen
validez por sí mismos.

Así, la ley moral sólo puede tener carácter de imperativo categórico, ya que ésta debe ser universal.

El deber proviene de la razón, y obrar moralmente consiste en cumplir la ley por respeto a la ley misma.

La bondad o malicia de las acciones dependerá de la intención de la voluntad al actuar.

La moral de Kant es una moral formal en la que lo importante no es el contenido, sino la intención, el cómo se actúa.

Por ello, Kant no nos va a decir qué es el bien, sino que nos ofrece el procedimiento, un modo de hallar esa ley moral
que se halla en nuestro interior. Son imperativos meramente formales donde no se nos da el contenido, sino la forma.

Las dos características principales de la ley moral serán la autonomía: la ley moral está dentro de nosotros y al cumplirla
nos obedecemos a nosotros mismos; y la universalidad, al provenir de la razón será común a todos los seres humanos.

De estas características obtiene Kant sus dos postulados más importantes:

· “Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre al mismo tiempo como principio de legislación
universal”.

· “Obra de tal manera que trates siempre a la humanidad, tanto en tu persona como en la de los demás, como fin y
nunca como mero medio”.

Los postulados (hipótesis) son, para Kant, las condiciones indispensables para la existencia de un hecho. Los postulados
de la razón práctica, que le sirven a Kant para explicar el hecho de la ley moral, son tres:

LA LIBERTAD

Es la “razón del ser” de la moral, y ésta a su vez, es la “razón de conocer” de la libertad. El deber supone el poder, por
lo que el ser humano debe tener un dominio de sus actos para que exista una norma que le sea impuesta como deber
desde su razón.

LA INMORTALIDAD

Todo deber exige ser realizado, por lo que para alcanzar la perfección (actuar sólo por deber) sería necesario alargar
esta vida, la inmortalidad.

DIOS
El deber y la felicidad no parecen seguir el mismo camino en esta vida. En tanto que el hombre es cuerpo, cuya
tendencia dominante es la búsqueda de felicidad; y alma cuya tendencia dominante es el cumplimiento del ideal
moral.

Pero no tendría sentido una vida virtuosa sin recompensa.

Por ello ha de existir un ser que garantice la felicidad tras el cumplimiento del deber, éste es Dios. En un mundo
perfecto felicidad y deber coincidirían.

6) Hegel: El idealismo absoluto.


Idealismo

Hegel elaboró la forma más compleja y más acabada del idealismo. Recordemos que el idealismo es una teoría
filosófica que dice que las ideas son más importantes que el resto de las cosas y que, incluso, dichas ideas pueden
existir de forma independiente. Es así que, según los idealistas, los objetos no podrían existir sin alguien que los perciba
y que sea consciente de ellos.
El idealismo de Hegel trata de interpretar la totalidad de los hechos y de la historia en función de la
identidad panlogista entre lo real y lo racional, expresada mediante su célebre lema: "todo lo real es racional, todo lo
racional es real", es decir, lo real es el desarrollo de la idea y la idea es el desarrollo de lo real; no puede existir lo uno
sin lo otro.
Este pensamiento es, ciertamente, oscuro, muy difícil de entender, como indicaron feroces críticos de Hegel como
Arthur Schopenhauer. Sin embargo sí que, de alguna manera, se puede intuir: ¿puede existir la realidad sin una idea
o un espíritu que la origine? ¿Puede existir la idea sin una realidad que la sustente? Según se responda a ambas
preguntas será uno más o menos hegeliano.
Hegel ve al estudio de la historia como un medio para conocer al Geist (Espíritu). En su Fenomenología del
espíritu Hegel quiere mostrar que todo el desarrollo intelectual humano hasta el tiempo en que él escribe es la
elaboración lógicamente necesaria del Espíritu en su proceso de conocerse a sí mismo.
El idealismo absoluto consiste en que la única cosa que es real al final (es decir, la realidad última) del proceso
dialéctico es la idea absoluta, es decir, el Espíritu que se conoce a sí mismo como la entera realidad.
Solamente el Espíritu es todo lo que es real, y cada espíritu finito es una parte de ese Espíritu. De este modo el Espíritu
absoluto se conoce a sí mismo en nosotros. Se puede apreciar que el pensamiento hegeliano es muy próximo al
religioso, si no es absolutamente coincidente, dado que el Espíritu Absoluto coincidiría con la divinidad.

Las distintas etapas de la evolución del espíritu según Hegel.


Dialéctica

"Las vacaciones de Hegel" de Magritte (1958). Creo que a Hegel le hubiera gustado este objeto que cumple dos funciones opuestas: repeler y recibir agua. Ciertamente

le hubiese divertido, tal como uno se divierte durante las vacaciones.. Citado por Marcel Paquel en Magritte. El pensamiento visible, Taschen, p. 30

Hegel piensa que la razón es espontáneamente dialéctica. Apenas ha afirmado una cosa, tiende a negarla o a contradecirla y luego a superar esa
contradicción. Por tanto el movimiento dialéctico del pensamiento es ternario:
1. Tesis: afirmación simple.
2. Antítesis: negación de la tesis.
3. Síntesis: superación reunificadora de la oposición anterior.
Ejemplo de la filosofía de la historia hegeliana:

 Tesis: La moralidad usual de la antigua Grecia

 Antítesis: la moralidad de la conciencia individual propia de la Reforma

 Síntesis: la comunidad racional.


El movimiento dialéctico del pensamiento es infinito: toda síntesis, se convierte en una nueva tesis, que llama a una
antítesis, y así sucesivamente. De todas formas para Hegel habría una Síntesis Última llamada "Espíritu Absoluto".
La dialéctica es el ser mismo de la realidad. La realidad es contradictoria, y la razón también. La realidad no existe toda
al mismo tiempo, ni se puede conocer en un determinado momento, sino que va siendo. La dialéctica es la fuerza que
impulsa dicho movimiento hacia el Espíritu Absoluto.
Imagen ampliada.

La filosofía de Hegel surge estrechamente vinculada con la situación social, cultural y filosófica de su tiempo, a la vez
que es una respuesta racional a los problemas planteados por esa situación.

La guerra de los Treinta Años dejó a Alemania atrasada política y económicamente. No existía un Estado moderno,
sino uno carente de justicia centralizada, fundamentado sobre un despotismo feudal. El campesinado aún era muy
numeroso, la industrialización era mínima y carecía de una clase media poderosa que pudiese transformar ese estado
de cosas.

El espíritu y la dialéctica

En relación con esto, es muy importante el concepto de espíritu del pueblo. Este espíritu es el único concreto y
efectivo, ya que el espíritu individual no es sino abstracto. Para Hegel, el espíritu del pueblo da plenitud al individuo.

La Revolución Francesa significó para Hegel el triunfo de la Razón, pues estableció el principio de que el pensamiento
debe gobernar la realidad y el orden político-social.

El término ”dialéctica”, aunque no fue Hegel el primero en utilizarlo, sirve para caracterizar toda su filosofía,
llamándola método dialéctico o naturaleza dialéctica de la realidad.

La dialéctica de Hegel concibe la realidad como un todo, sin que ello afecte para nada a la relativa independencia de
cada cosa en su singularidad.

Espíritu no es lo opuesto a la materia. Es lo más fuerte, profundo y real de lo existente. Es el espíritu del mundo o
espíritu universal, la fuerza de todas las fuerzas, la profundidad de todas las profundidades. Es la reconciliación del
hombre con la realidad, la reconciliación del sujeto pensante con el objeto pensado.
La historia es la cumbre en el Espíritu Absoluto: es la total superación de todo proceso, la máxima unidad de contrarios,
la culminación y la plenitud de todo ser, la expresión máxima de la Libertad, de la Verdad, del Pensamiento.

La comprensión filosófica de la Historia se convierte para Hegel en una justificación del protagonismo de Dios en la
Historia, en lo cual todo lo negativo aparece como algo subordinado al Todo, al plan total del Espíritu.

Hegel tiene una visión teológica de la historia que implica que todos los acontecimientos crueles, injustos y bárbaros
que se han producido en la historia no tuvieron más remedio que hacerse. Fueron unos instrumentos en manos del
Espíritu del Mundo.

La obediencia al Estado

El Estado es la realización de la libertad, la unión de la voluntad universal del Espíritu y de la voluntad subjetiva del
individuo. Sólo en la obediencia al Estado es el hombre verdaderamente libre. Por eso los grandes individuos históricos
han sido los creadores de los grandes Estados.

Hay que tener muy en cuenta, que Hegel no intenta justificar ninguna forma política concreta. Lo único que intenta
justificar es la racionalidad del Estado. El que algunos grupos políticos hayan querido justificar su propia doctrina
(totalitarismo) apoyándose en Hegel, es otra cuestión.

La interpretación que hace Hegel del Estado hay que situarla dentro de una época determinada, y tal vez no valga para
otra época.

7) Hegel: La doctrina del Ser:


A. Categorías fundamentales del ser: cualidad, cantidad y medida

En la primera sección de la lógica, titulada la Doctrina del ser, aparecen tres categorías básicas y fundamentales sobre
el mismo. La cualidad, la cantidad y la medida. Examinémoslas someramente.

a) Cualidad. Esta categoría está conformada, por así decirlo, por las subcategorías de ser en sí, ser determinado
(Dasein) y ser para sí. De alguna manera, en lo dicho páginas atrás ha quedado bastante claro el significado de cada
una de esas subcategorías. Lo que pretendemos ahora es puntualizar el carácter unitario de esos tres momentos en la
categoría de cualidad. Pues bien, para Hegel la cualidad, siendo la unidad de esos tres momentos, es lo que determina
el carácter de una realidad dada como distinta radicalmente a otra. Es en la acepción más rigurosa del vocablo “ser
para sí”. Expresa la realización más plena de una determinada realidad; esa realidad ha alcanzado un perfil propio
relativo a las demás cosas y a sí misma. Como escribe Hegel: “El ser para sí, como relación consigo mismo, es
inmediatividad, y como relación de lo negativo consigo mismo, es lo que es para sí lo uno; lo que por ser diferenciado
en sí mismo excluye lo otro”(38). Es justo esta diferenciación de sí respecto de lo otro, así como la propia inmediatez,
lo que hace a una realidad cualitativamente distinta de otra; radicalmente distinta de ella. Y, recordémoslo, una
determinada realidad sólo alcanza la plenitud de sí —el desarrollo pleno de sus determinaciones, su máxima
concreción Ontológica—, cuando ha alcanzado el estadio de realidad para sí. Es en ese momento cuando la cosa se
constituye como Una; como una cosa diferenciada y contradistinta de las demás. Ser una realidad Propia, Unitaria, es
la que cualifica a una realidad. Por ello, la categoría de Cualidad es, más que expresión teórica (lógica) de la Realidad,
del Ser, un momento constitutivo del mismo: el momento por el cual una realidad es esta y no otra; es el Ser para Sí
de ella internamente cualificado y especificado.

b) Cantidad. Esta es la segunda categoría Lógica-Ontológica constitutiva a la que el filósofo tiene que remitirse para
dar cuenta de la estructura del Ser. Ella permite caracterizar al Ser como cantidad; como ocupando un lugar espacio
temporal, con unas determinadas dimensiones. Su rasgo esencial es que, dentro de unos límites, sus modificaciones
no alteran la estructura cualitativa del ser de lo real. Tal es el caso de la Magnitud. Esta propiedad cuantitativa de lo
real —cuantitativa porque hace referencia a un aspecto puramente físico— es la que sirve a Hegel para aclarar su idea
de lo que es la categoría de cantidad. En la Enciclopedia señala: “la matemática suele definir la magnitud como lo que
puede ser aumentado y disminuido… la determinación de la magnitud es tal, que es puesta como mudable e
indiferente, de modo que, no obstante sus mutaciones, un aumento de intensidad o de extensión, la cosa, por ejemplo,
una cosa o el color rojo, etc., no deja de ser una casa o color rojo”(39). Es decir, la magnitud física de una realidad, no
obstante sus mutaciones ya sean en intensidad o extensión —y dentro de unos limites físicos precisos— no altera su
carácter cualitativo. Este aspecto físico medido como magnitud es justamente la cantidad de una cosa, su momento
cuantitativo.

Sin embargo, la cantidad no se agota ni mucho menos con lo dicho. En ella, Hegel distingue tres momentos básicos y
constituyentes, a saber: la cantidad pura, el cuanto y el grado. Describámoslo brevemente.

En primer lugar, la cantidad pura. Este momento cuantitativo es, de algún modo, el que caracteriza al momento
cualitativo del ser en sí. Y consiste en una indeterminación de la magnitud física en cualquiera de sus aspectos. “Lo
absoluto —escribe Hegel— es pura cantidad: este punto de vista coincide en general con aquello que da a lo absoluto
la determinación de materia, en la cual existe ciertamente la forma, pero es una determinación indiferente. También
la cantidad constituye la determinación fundamental de lo absoluto cuando es concebida de modo que en él, en lo
absolutamente indiferente, toda diferencia es sólo cuantitativa. Por lo demás, el espacio puro, el tiempo, etc., pueden
ser tomados como ejemplos de la cantidad, si lo real es concebido como llenando indiferentemente el espacio y el
tiempo”(40). Es decir, que tomado lo real en su indiferenciación cualitativa, como ser en sí, se tiene, igualmente, una
cantidad indiferenciada e indeterminada; una cantidad pura. Hegel escribe al respecto: “la cantidad es el puro ser en
quien la determinación es puesta, no ya como una con el ser mismo, sino como superada e indiferente”(41). Esta
determinación cuantitativa “indiferente” (y, por tanto, estrictamente indeterminada) es la cantidad pura, que, como
tal, se identifica con lo Absoluto indiferenciado: se trata del puro ser, que es igual a la pura cantidad.

En segundo lugar, el cuanto. Este momento cuantitativo hace referencia a una magnitud ya no indiferente —
como era el caso de la cantidad pura—, sino una magnitud discreta, finita, limitada. “La cantidad puesta esencialmente
con la determinación exclusiva que en ella está contenida —dice Hegel—, es el cuanto, la cantidad limitada”(42). Esto
es, que la realidad adquiere estatus físico de cuanto, solamente cuando sus magnitudes físicas propias han comenzado
a diferenciarse; cuando la cantidad en ella contenida ha mostrado sus determinaciones. En ese momento, en el
momento en que la propiedad cuantitativa de una realidad se determina y diferencia, es cuando la cantidad se vuelve
cuanto: se vuelve una cantidad limitada. Los números, cree Hegel, son la determinación y desenvolvimiento de este
elemento de la cantidad. “El cuanto —dice Hegel— tiene su desenvolvimiento y su completa determinación en el
número, que teniendo como elemento propio lo uno, contiene en sí… la multitud o número particular… [y] la unidad
que son los elementos cualitativos de lo uno”(23). Por otro lado, no hay que dejar de decir que, de alguna
manera, este momento de cuantificación de la cantidad corresponde al momento cualitativo del ser determinado.
Porque sólo cuando una realidad ha mostrado en el proceso de su desarrollo sus internas determinaciones, en virtud
de la negatividad, se puede encontrar en ella (porque ella lo muestra) su momento cuántico. Por tal razón hay que
afirmar que el momento Lógico-Ontológico del ser determinado del cuanto está en unidad indisoluble con el momento
Lógico-Ontológico del Ser determinado; igualmente, están en unidad inseparable la Cantidad Pura y el Ser en Sí; y, en
general, tal como están en unidad lo cuantitativo y lo cualitativo.

Esta unidad, en tercer lugar, se expresa en el grado. Este es el otro momento de la cantidad al que hay que
prestar atención. En él se hayan ligados unitariamente los momentos cualitativos y cuantitativo de la realidad.
Claramente lo apunta Hegel cuando dice que “en él [en el grado] se hayan reunidos la exterioridad, es decir, lo
cuantitativo y el ser para sí, es decir, lo cualitativo”(44). Por tanto, en el momento Lógico-Ontológico de grado lo que
se tiene es la unidad del Ser para Sí (la cualidad de la cosa realizada plenamente) y de la exterioridad (lo cuantitativo
bien determinado). Y para articular lo que estamos diciendo con lo anterior, anotemos que el grado es la exterioridad
del Cuanto, pero una exterioridad cualificada. Es por ello por lo que se puede expresar la unidad de lo cualitativo y de
lo cuantitativo en este momento de grado. Como escribe Hegel, “esta exterioridad del cuanto en su determinación,
determinabilidad en sí mismo, constituye su cualidad; esta exterioridad es precisamente lo que es y está en relación
consigo mismo”(45). Es en este sentido que el grado muestra y, mejor aún, constituye la unidad cantidad-cualidad.
Manifiesta, por esto, tanto el nivel más elevado de la cantidad, como el nivel más elevado de la cualidad, en una
síntesis que los asume y supera.

En resumen, entre cantidad y cualidad (ambos momentos ontológicos y lógicos de lo real) hay una unidad
intrínseca que se expresa en las conexiones que se dan entre ambas categorías. Así, hay una correspondencia entre
Ser en sí y Cantidad pura, entre Ser determinado y Cuanto y entre Ser para sí y Grado. Pero, en general, el vínculo
estructural que los une es lo cuantitativo y lo cualitativo tomados como totalidad. El grado es expresión de esta unidad.
Sin embargo, la expresión más acabada de dicha unidad se capta en la tercera Categoría del Ser que señalamos antes:
la Medida.

c) Medida. De entrada, en la Enciclopedia, Hegel define lo que es la medida. Al respecto escribe: “la medida es el
cuanto cualitativo, primero como inmediato, un cuanto al cual está ligado un ser determinado o una cualidad”(46);
cosa que se parece mucho a lo que ya hemos dicho sobre el grado, Y no es por casualidad. De hecho, la categoría de
medida subsume dentro de sí al momento de grado; por lo cual es en ella en donde aparece con mayor nitidez el
vínculo unitario entre lo cuantitativo y lo cualitativo. Pero la medida no es sólo un cuanto cualificado, ni tampoco es
sólo la unidad inmediata de cualidad y cantidad. Lo más propio de ella consiste en que expresa los límites cuantitativos
—en cambios y modificaciones— que una realidad internamente cualificada puede soportar y seguir siendo
la misma realidad.

No es otra cosa lo que Hegel quiere decir cuando escribe que “el cuanto específico [la magnitud cuantitativa
determinada de una cosa] es, por consiguiente, en parte un simple cuanto; y el ser determinado capaz de aumento y
disminución, sin que la medida, la cual es una regla, sea por esto suprimida; pero, en parte, el cambio del cuanto es
también un cambio de la cualidad”(47). ¿Qué está diciendo Hegel en estas líneas? Está diciendo dos cosas, en lo
fundamental.

Primero, que la medida es una regla; una regla que limita y que registra los cambios cuantitativos que una cualidad
determinada puede aceptar (dicho antropomórficamente) y seguir siendo esa misma cualidad; una regla que mide,
que mensura, las posibilidades de cambio cuantitativo de una determinada estructura cualitativa, que al ser
sobrepasado daría paso a otra cualidad radicalmente distinta, así como a otra medida, a otra regla, que correspondería
a la nueva estructura cualitativo-cuantitativa instaurada. Segundo, está diciendo, también, que de algún modo las
variaciones cuantitativas que admiten una cualidad dada conllevan un cambio sobre ésta; aunque no radical. O sea,
pues, que la cualidad propia de una cantidad no es estática, sino que es dinámica, marcando la pauta de estos
dinamismos los cambios cuantitativos, tanto dentro de una misma cualidad como de cualidad a cualidad.

Por otra parte, además de los puntos extraídos de la cita de Hegel, podemos dejar apuntadas dos ideas que nos salen
al paso. En primer lugar, que la Realidad, el Ser, es para Hegel intrínsecamente dinámico; cosa ya admitida a
propósito de la dialéctica hegeliana. En segundo lugar, que para Hegel la realidad en su totalidad, así como en sus
momentos particulares, está conformada estructuralmente. Lo cuantitativo y lo cualitativo, como momentos de lo
real, no son más que expresión físico-material (la primera) y organizativa-específica (la segunda) de esa estructuración.
Más aún, una cantidad y una cualidad determinadas, además de corresponderse recíprocamente en una determinada
realidad, son la cantidad y la cualidad de esa realidad, y no de otra.

Con lo dicho hemos caracterizado a grandes rasgos las tres categorías fundamentales del Ser: la cualidad, la
cantidad y la medida. Son tres categorías esenciales de la estructura lógica de lo real y de la conceptualización teórica
de la misma. Son, por ello, tres momentos Lógico-Ontológicos de la Realidad, del Ser. Son, Asimismo, tres momentos
unitaria y dinámicamente estructurados en orden a la procesualidad de lo real, y juntos caracterizan lo que Hegel llama
el Ser: el En sí, el Ser determinado y el Ser para sí. Para finalizar, citemos el texto de Hegel con el que inicia la primera
sección de la Lógica, ya que en el mismo se sintetiza lo que venimos apuntando. “El Ser es el concepto puramente en
sí; las determinaciones del ser, en cuanto son (Seiende) y en su distinción opuestas a otras; su determinación ulterior
(la forma de la dialéctica) es un pasar a otras. Esta ulterior determinación es, a la vez, un ponerse exteriormente, y con
ello un desarrollarse del concepto que era primero en sí (des an sich seinenden Begriffs) y a la vez el ir así (Insichgehen)
del ser, un sumergirse de éste en sí mismo. El desarrollo del concepto en la esfera del ser se hace la totalidad del ser;
al mismo tiempo la inmediatividad del ser o la forma del ser, como tal, es suprimida (aufgeheben)”(48). La cantidad,
la cualidad y la media son tres momentos esenciales de ese desarrollo del ser, como concepto, en la esfera de la
totalidad del ser. El En sí, el Ser determinado y el Ser para sí son los tres estadios cualificantes del ser, a través de los
cuales éste marcha hacia su plena realización.

Por tanto: Cualidad, Cantidad y Medida, por un lado, y Ser en sí, Ser determinado y Ser para sí, por otro, son
determinaciones momentuales del Concepto de Ser abstraídas del desarrollo Histórico-Real y expuestas,
como determinaciones conceptuales, por el intelecto filosófico, al igual que el propio concepto del Ser. Este no es
otra cosa que un momento esencial de la totalidad de lo real captado en y a través del desarrollo empírico de esta
totalidad, que es expuesto por el filósofo desde su despliegue inicial, pero en su movimiento puro, como concepto. De
más está decir que, en su despliegue real y efectivo, el Ser está recubierto de las formas empíricas más variadas; y que
su movimiento de Puro ser a Ser empírico ha sido dinamizado por el antagonismo Nada-Ser. Justamente por ello la
tarea del filósofo consiste, y ha consistido —según Hegel— en descubrir ese movimiento lógico-esencial del Concepto
bajo su caparazón empírica-accidental y exponer

lo tal y como subyace en el fondo de los procesos concretos-empíricos. Claro está, ello sólo es posible en la culminación
dialéctica de los procesos.

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