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CONTRASTES ENTRE XRONOS, KAIROS Y ESJATOS

SEGÚN EL EVANGELIO DE JUAN: APORTES A LA TEOLOGÍA ESCATOLÓGICA

JOSUÉ GUERRERO GUTIÉRREZ

Monografía para optar al título de Magíster en


Sagrada Teología y Bíblia

Monitor

Dr. Fernando A. Mosquera Brand

SEMINARIO BÍBLICO DE COLOMBIA


PROGRAMA DE MAESTRÍA
MEDELLÍN
2004.
TABLA DE CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCIÓN 1
1. ACERCAMIENTOS SEMÁNTICOS 7
1.1. e;scatoj 7

1.1.1. rx;a; 8

1.1.2. #qe 15

1.2. h`me,ra 16

1.2.1. ~Ay 16

1.2.2. t[E 26

1.2.3. rq,Bo 27

1.3. aivw/n ( aivw/noj ) 28

1.3.1. d[; 29

1.3.2. ~l'A[ 30

1.3.3. ~d,Q, 34

1.3.4. !Arx]a 35

1.3.5. xc;n< 34

1.4. cro,noj 36

1.4.1. !m'z> 37

1.4.2. ~Ay 38

1.5. w[ra 39

1.5.1. d[]Am 39

1.5.2. t[e 40
1.6. kairo,j 42

1.6.1. d[eAm 43

1.6.2. t[e 44

2. CONCEPTO DEL TIEMPO EN EL EVANGELIO DE JUAN 47


2.1. w[ra 47
2.1.1. No ha llegado la hora 51
2.1.2. Ha llegado la hora 59
2.2. cro,noj 64
2.2.1. Jn. 5:6 64
2.2.2. Jn. 7:33 65
2.2.3. Jn. 12:35 68
2.2.4. Jn. 13:33 69
2.2.5. Jn. 14:9 72
2.2.6. Jn. 16:16 74
2.3. kairo,j 77
2.4. aivw/n ( aivw/noj ) 80
2.5. e;scatoj y h`me,ra 86
2.5.1. e;scatoj 86
2.5.2. h`me,ra 87
a. Jn. 6:39 88
b. Jn. 7:37 89
c. Jn. 12:48 89
d. Jn. 16:23,26 90

3. ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE cro,noj, kairo,j y e;scatoj:


IMPLICACIONES PARA UNA TEOLOGÍA ESCATOLÓGICA 92
3.1. Conceptos cro,noj, kairo,,j y e;scatoj dirigidos hacia una teología
Escatológica en Juan 92
3.1.1. cro,noj 93
3.1.2. kairo,j 95
3.1.3. e;scatoj 97
3.2. Escatología 103
3.3. Implicaciones de cro,noj, kairo.j y e;scatoj para la teología escatológica 108
a. Escatología realizada 110
b. Escatología no realizada 112

CONCLUSIONES 122

BIBLIOGRAFIA 125
INTRODUCCIÓN

El hombre desde su creación ha vivido en función "del ahora", "del instante" o "dentro de un instante",
a la vez, vive en un concepto escatológico, es decir, de tiempo en el futuro, e incluso con una idea de
"tiempo final." Esto lo ha llevado a reflexionar profundamente sobre qué sea este fenómeno al que ha
denominado tiempo.

La definición de tiempo es uno de los problemas más difíciles dentro del pensamiento humano y por tal
razón para su entendimiento, lo ha definido en cada una de sus diferentes disciplinas tales como la
filosofía, la teología, la física y es así cómo en cada una de ellas hay una definición diferente.

Para el cristiano es importante entender el concepto de tiempo y sólo en las Escrituras puede tener una
compresión clara de este término. La Biblia presenta una concepción distinta del tiempo, diferente a
las otras definiciones, lo cual se refleja en el uso particular de los términos empleados para designar la
idea temporal. Es por esta razón que en lugar de mirar el tiempo de una manera abstracta como un
problema, se debe plantear el tiempo como una esfera creada en la que se actualiza el plan redentor.

Nicholas Berdiaev1[1] llega a la conclusión que el tiempo es de tres tipos: cósmico, histórico y
existencial. Para él, el tiempo cósmico es el de los calendarios y relojes, calculado matemáticamente
sobre la base del movimiento alrededor del sol y simbolizado por el círculo. Describe al tiempo
histórico como algo calculado también por los matemáticos en términos de décadas, siglos y milenios y
simbolizado por una línea. Este tipo de tiempo, para él se extiende hacia el futuro y es irrepetible.

El tercer tipo, el tiempo existencial, continúa diciendo Berdiaev 2[2] no está sujeto a la medición
matemática. Considera que es caracterizado por la intensidad de la experiencia y simbolizado por un
punto, el movimiento en profundidad. Este tercer tipo de tiempo es, para Berdiaev "afín a la eternidad,
no teniendo distinción entre el futuro y el pasado, entre el fin y el principio".

Estas distinciones y descripciones son útiles en cuanto se reconoce que el tiempo en cualquier sentido
está relacionado con la eternidad, que el tiempo existencial es afín a la eternidad, pero que el tiempo no
debe confundirse con la eternidad. El Nuevo Testamento no distingue entre tiempo cósmico y tiempo
histórico, pero sí distingue entre tiempo cronológico (cro,noj ) y un tiempo oportuno, sazón,
cumplimiento o decisión (kairo,j).

El tiempo cronológico o histórico no se puede volver atrás al igual que hacia delante, como es posible
en el espacio. El tiempo histórico no permite detenerse o volver atrás cuando el "no todavía" da lugar

1[1]
BERDIAEV, Nicholas. The Beginning and the End. Translated by R.M. FRENCH. New York : Harper &
Brothers,1952. pag. 206. Citado por STAGG, Frank. New Testament Theology. Nashville : Broadman Press, 1962. p.300.
2[2]
Ibid., p.300.
al "ya no". En este sentido, es lineal, no siendo ni cíclico ni reversible. Se mueve hacia delante, pero
se mueve hacia un fin.

El evangelio de Juan resalta la función que ocupa el tiempo en la historia humana, la cual debe
enfocarse en un propósito divino específico. Es por esta razón que el cristiano que está dentro del
tiempo y el espacio debe entender que en Cristo ya lo ha trascendido. Los padres de la antigüedad en
Israel "bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo" (1 Cor. 10:4). De allí que para
Brunner3[3] aquellos que de acuerdo al tiempo cronológico vivieron antes de Cristo, trasciendan ese
tiempo lineal y vivan después de Cristo, en Cristo. Si el tiempo puede ser superado a ese extremo, el
camino está abierto para ver una nueva trascendencia del mismo en aquellos que están en Cristo y
ciertamente para los cristianos que han muerto.

Aunque la eternidad y el tiempo están relacionados, hay una diferencia cualitativa entre ambos. Ambos
son reales para Dios y para el hombre. La eternidad no es tiempo sin fin, como Marsh y Brunner han
argumentado contra Cullmann4[4]. Hay más que una diferencia cuantitativa entre el camino de la
existencia divina y el que nosotros conocemos en los límites del tiempo.

Dios a través de su revelación escrita ha manifestado que él es el Señor de los tiempos, dándonos a
entender que es un Ser eterno, como indica Moisés en el Salmo 90:2 "Antes que naciesen los montes
y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios" Este pasaje indica que
Dios existe en sí mismo eternamente. Él es el origen y fuente del ser. Sólo el tiene, dentro de sí mismo
el poder de ser.

Dios está por encima del tiempo; su "presente" no es de los que "van esfumándose", así como el
"todavía no" se transforma en el "no más". Dios es el Señor del tiempo, "para quien las distinciones de
tiempo, tiempo-distancias no tienen significado, puesto que para él, no hay pasado ni futuro; de allí
que el salmista escribe: "desde el siglo y hasta el siglo (o "desde siempre y hasta siempre"), tú eres
Dios" Por esta razón, Cristo pudo decir: "Antes que Abraham fuese, yo soy" (Jn 8:58) y "Yo soy el
primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; más he aquí que vivo por los siglos de los siglos,
amen. (Apoc. 1:17:18). ..."

Juan 1:1 dice que "En el principio era..." y este principio se sitúa antes de la creación. Esta referencia a
la segunda persona de la trinidad, Jesucristo, no solo presenta su pre-existencia, sino también su
existencia dentro de las dimensiones existentes en la tierra. Es por eso que encontramos a Jesús
diciendo palabras tales como: "Todavía un poco y no me veréis, y de nuevo un poco y me veréis,
porque yo voy al Padre" ( Jn 16:16).

Teológicamente, hay confusión sobre el "todavía un poco", puesto que al hombre le es difícil
comprender las palabras de Jesús viviendo bajo los parámetros del tiempo mundano, esto ha generado
malas interpretaciones en cuanto al devenir de las cosas reveladas.

Siendo el personaje central de la historia, Jesucristo, es evidente que los sucesos realizados en el tiempo
y en el espacio se deben estudiar a la luz que él mismo brinda. Es por esta razón que se pretende
contrastar el cro,noj, kairo,j y e;scatoj , vocablos utilizados como idea temporal.

En el Nuevo Testamento se halla cro,noj en una relación concreta con la historia de la salvación con
3[3]
BRUNNER, Emil. Eternal Hope. Translated by Harold Knight. London : Lutterwrth Press, 1953. p. 43.
4[4]
CULLMANN, Oscar. Cristo y el Tiempo. Barcelona : Estela, 1968. p.62.
un sentido próximo a kairo,j y que se refiere a un tiempo de salvación, un tiempo que no está
determinado por el hombre sino por la consumación de la obra de Cristo y de su regreso al Padre (Jn.
7:32).

En cuanto al uso del término kairo,j es aplicado a la historia de la salvación con la idea de mostrar el
momento propicio para el determinado plan salvífico. El uso de éste término aplicado a la historia de
la salvación da la idea de que no se trata de apreciaciones humanas, sino que es un decreto divino que
hace tal o cuál fecha un kairo,j, y ello con miras a la realización del plan eterno de salvación.

En el evangelio de Juan se encuentra una alusión al "último día" que recoge la expresión profética del
"día de Yahveh" y la lleva más allá. Para Coenen5[5] la característica decisiva del "último día" es según
el testimonio de Juan, la resurrección de los muertos, puesto que el juicio para los incrédulos (Jn.
12:48) presenta sólo una cara negativa. Con ello en la expectación escatológica de los profetas está en
primer término, no en el pensamiento del juicio, sino de la salvación universal.

Con el fin de tener una mejor comprensión a la luz bíblica y teológica en cuanto al énfasis que se da al
tiempo en el evangelio de Juan tanto en su momento como en lo venidero; se pretende elaborar un
contraste entre ellos con el fin de hacer un aporte a la teología escatológica.

Es importante notar que en el presente trabajo se utilizará la concordancia de la LXX6[6] con el fin de
analizar las palabras hebreas traducidas al griego por los LXX como idea de sucesión temporal y de
esta forma encontrar el significado que se le daban a ellas en su época y de acuerdo a esto, analizar el
cambio que tuvieron en el tiempo, si lo hubo, hasta el momento en que fue escrito el evangelio de Juan.

1. ACERCAMIENTOS SEMÁNTICOS

En algunos pasajes esenciales del evangelio de Juan se encuentran con relativa frecuencia ciertas
expresiones relacionadas con el concepto tiempo, tales como: e;scatoj , h`me,ra , aivw/n (
aivw/noj ) , cro,noj , w[ra , kairo,j.

Con el fin de conocer el transfondo de estos vocablos en los LXX, se realizará un análisis semántico de
cada uno de ellos, para lo cual se usará la Concordancia de la Septuaginta, y de esta forma extraer las
5[5]
COENEN, Lothar. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. Vol. III. Salamanca : Sígueme, 1983. p.79.
6[6]
HATCH, Edwin, Henry A. A Concordance to the Septuagint. Grand Rapids : Baker Books, 1998. 1497 p.
palabras hebreas que fueron traducidas en relación al tiempo. Posteriormente se le dará continuidad en
el Nuevo Testamento, específicamente en el evangelio de Juan.

1.1. e;scatoj

El vocablo e;scatoj es usado en los LXX 97 veces aproximadamente, dentro de las palabras hebreas
traducidas por los LXX como e;scatoj se encuentran:

1.1.1. rx;a;: Según Ernst Jenni "Este vocablo procede de la raíz" semítica 'hr, la cual sirve para
expresar, en diversas combinaciones y composiciones, una serie de significados derivados todos ellos
de la idea de la sucesión temporal"7[7].

Esto se puede observar en los versículos en donde el término rxa, traducido como después, se usa en
sentido temporal con el fin de dar la idea de lo que sucederá luego del intervalo entre un suceso
presente y otro suceso futuro: ejemplos de esto se encuentran en: Lev. 27:18 "Mas si después del
Jubileo dedicare su tierra..."; Núm. 31:2 "después serás reunido a tu pueblo"; Deut. 31:27,29 "..¿cuánto
más después que yo haya muerto?" "Porque yo sé que después de mi muerte..." Jos. 10:14 "Y no hubo
día como aquel, ni antes ni después de él..."; Jue. 15:7 "...Ya que así habéis hecho, juro que me vengaré
de vosotros, y después desistiré."

Con relación a la raíz rxa , se conectan otros tipos de palabras tales como: rAxa' , !Arx]a y
tyrIx]a en donde:
a. rAxa es traducido como después, refiriéndose a un acontecimiento futuro, con relación al tiempo
presente: Is. 41:23 "declarad lo que ha de venir después".

b. !Arx]a;: De acuerdo con Shökel8[8], este vocablo funciona como adjetivo y como adverbio:

Como adjetivo: Se debe tener en cuenta que domina el sentido temporal, distinguiendo el grado de
distancia por el contexto. Puede traducir de las siguientes formas: segundo, futuro, último, postrero.

 Segundo: la idea de este término es mostrar la distancia temporal entre uno y otro suceso: Ex. 4:8
"y acontecerá que si no creen el testimonio de la primera señal, quizá crean el testimonio de la
segunda señal". Rut. 3:10 ".....Has hecho tu última bondad mejor que la primera...".

 Futuro: da la idea de lo por venir, de lo que vendrá más adelante. Prov. 31:25 "fuerza y dignidad
son su vestidura, y sonríe al futuro."

 Último, postrero: resalta el espacio de tiempo que ha transcurrido de una acción determinada, hasta
que se realiza el "último" evento. Un ejemplo de esto se encuentra en los siguientes versículos: II
Sam. 19:12. " Sois mis hermanos; mi hueso y mi carne sois, ¿por qué, pues, sois los últimos en
hacer volver al rey?". 23:1 " Estas son las últimas palabras de David...".
7[7]
JENNI, Ernst. Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento. Tomo I. Madrid : Cristiandad, 1985. p 183
8[8]
SCHÖKEL, Luis A. Diccionario Bíblico Hebreo-Español. Valladolid : Simancas, 1994. p.50.
También se puede encontrar el término "último" en expresión polar con respecto a un suceso
realizado primero, es decir, de principio a fin: Neh. 8:18 " Y leyó Esdras del libro de la ley de Dios
cada día, desde el primer día hasta el último día". II Cron. 9:29 "Los demás hechos de Salomón, los
primeros y los postreros, ¿no están escritos en las palabras del profeta Natán y en la profecía de
Ahías Silonita....".

Como Adverbio: Significa después, último, retaguardia, detrás, alfin, al final. Se encuentra a menudo
con la preposición b, significando: después, último, retaguardia.
 Después: esta palabra implica e indica un tiempo transcurrido entre un suceso y otro que ha de
venir. I Re. 17:13 " entonces Elías le dijo: No temas; ve, haz como has dicho, pero primero hazme
una pequeña torta de eso y tráemela; después harás para ti y harás para tu hijo."

 Último: aquí se trata de mostrar un intervalo de tiempo entre un primer suceso y otro posterior,
llamado último. Dan. 8:3 "Alcé, pues, mis ojos y miré, y he aquí que un carnero estaba delante del
río. Tenía dos cuernos, y los dos cuernos eran altos, pero uno era más alto que el otro, y el más alto
creció el último (también traducido como "creció después").

 Retaguardia: aquí el término no muestra una idea temporal, sino espacial, sin embargo, es
importante porque se usa para indicar el final, en este caso, el final de un grupo de personas. I Sam.
29:2 "Y los príncipes de los filisteos iban avanzando por cientos y por miles, y David y sus hombres
marchaban en la retaguardia con Aquis.

c. tyrIx]a;: Recibe los significados de futuro, por venir, desenlace, final; extremo; descendencia,
sin embargo, Jenni al respecto dice lo siguiente : "Debemos tener en cuenta que el hebreo no tiene una
forma especial para el adjetivo comparativo o superlativo y que al igual que en la mayoría de los
idiomas no se ha formado un concepto abstracto sobre el contenido del tiempo" 9[9], puede explicarse
claramente el uso de tyrIx]a; con el significado fundamental de "lo que viene después" en todos
los textos del A.T.

Para Van Gemeren10[10], tyrIx]a; adquiere una coloración más comparativa ('tiempo posterior =
tiempo siguiente, futuro') o superlativa ('tiempo último = salida, fin') según el punto del tiempo que
tiene presente el que habla, aunque nunca llegue a significar un punto final en el sentido del corte
definitivo. Este vocablo se puede encontrar significando de diferentes formas: ya sea en sentido
espacial o en sentido temporal. Se tratará el sentido temporal, porque es el que interesa en el presente
trabajo.

En sentido temporal: Indica un futuro: indeterminado, próximo, remoto, final; lo que sucede en ese
tiempo: futuro, porvenir, desenlace, posteridad. Con respecto a este sentido temporal, es bueno notar
que puede referirse tanto a un futuro, ya sea este el final de algún evento, o un futuro remoto, el cual

9[9]
JENNI. Tomo I., Op cit., p. 190.
10[10]
VAN GEMEREN, Willem A. Dictionary of Old Testament Theology ä Exegesis. Vol 1. Grand Rapids : Zondervan,
1977. p. 360.
deja ver la idea de algo indeterminado. Un ejemplo de futuro al final, se puede observar en Prov. 25:8
" No te apresures a litigar; pues ¿qué harás al final, cuando tu prójimo te avergüence?. Según Jenni :

En los pasajes tardíos de Eze. 38:8,16 y Dan. 2:28; 10:14, el contexto es ciertamente escatológico en el
sentido estricto del término, pero también aquí se habla propiamente de predicciones sobre un futuro
lejano: al traducir por "el tiempo final" (compárese con Dan. 8,19,23; 12:8), se colorea la expresión,
en sí misma elástica, con concepciones propias del ambiente. Pero terminológicamente el libro de
Daniel posee la palabra qes para indicar el final en el sentido estricto de la palabra, término que no es
todavía sinónimo de atarit. Eze. 38:8 " al cabo de muchos días recibirás órdenes; al fin de los años
(al terminar los años, al cabo de muchos años) vendrás a la tierra recuperada de la espada..., Dan. 8:23
" al final de tu reinado, Dan. 8:19: al final de la ira, porque se refiere al tiempo señalado del fin 11[11].

En cuanto al término tyrIx]a;, encontrándose unido a B., como se indica con la siguiente
expresión, ~ymiY"h tyrIx]a;B., de acuerdo con Schökel 12[12]
, indica un futuro remoto
indeterminado, esto se encuentra en Gen. 49:1 en donde está escrito de la siguiente manera: "...lo que
ha de acontecer en los días venideros".

En el caso de Deut. 4:30 el autor del texto se refiere a un futuro indeterminado desde el punto de vista
ficticio de Moisés, al tiempo presente, lleno de necesidades, " En los postreros días cuando estés
angustiado y todas esas cosas te sobrevengan, volverás al Señor tu Dios y escucharás su voz., de igual
forma se encuentra en Jer. 23:20 "...En los postreros días lo entenderéis cumplidamente."

Para aclarar las palabras "postreros días" en Jer. 23:20, se hace necesario comentar a cerca de este
pasaje que habla sobre la forma de reconocer a los falsos profetas por su mensaje. Responden a los
deseos populares: siempre predicen la paz aunque los días sean malos. Sin embargo, la verdadera
palabra de Yahvéh no era paz, sino una tempestad...que saldrá con furor y un torbellino furioso que
gira alrededor de la cabeza de los malos. Esto es lo que un profeta que estaba en el secreto de Yahvéh
debería haber oído.

Según Thompson13[13], el Texto Masoreta dice "al fin de los días" ('aharit hayyamim), pero la frase
probablemente no es escatológica sino que sólo significa "después", es decir, cuando el juicio haya
tenido lugar. Los profetas deben haber comenzado a entender lo que Jeremías dijo en el año 597 a.C., y
aún más, después del 586 a.C. Sin embargo, los profetas que fueron al exilio en el 597 a.C.
continuaron su obra en Babilonia y no parecen haber comprendido lo que Jeremías estaba diciendo (29:
21-23).

Se necesitaba una nueva orientación radical en su comprensión de los propósitos de Dios. Esta sólo
podía alcanzarse por medio del juicio que estaba por caer sobre la nación. Había necesidad de una
relación nueva y más profunda con Dios que la que ellos habían entendido. Dios tenía propósitos para
su pueblo y, por medio de ellos, para el mundo. Sin embargo, éstos sólo podían llevarse acabo dentro
del pacto. Sólo después del juicio de los falsos profetas se iban a dar cuenta de lo vacía que había sido
su predicación e, incidentalmente, de la profundidad de la predicación de Jeremías.

11[11]
JENNI. Tomo I., Op cit., p. 193.
12[12]
SCHÖKEL., Op cit.., p.51.
13[13]
THOMPSON, J.A. Jeremías : Introducción, Comentario y Notas. Buenos Aires : Nueva Creación, 1992. p.475.
El término tyrIx]a;, usado en Is. 2:2 como "postreros días" según Simpson 14[14], puede adquirir
un sentido escatológico, puesto que el Reino de Dios vencerá finalmente a todos los reinos de este
mundo, por lo tanto hay que mirarla como la época del retorno de Cristo, al final de la presente época,
para el cumplimiento definitivo de esta profecía. En este versículo se concede un atisbo de la meta
última de Dios para Israel y para la raza humana. (Exaltado sobe los collados.) El Reino de Dios será
exaltado sobre los reinos de ese mundo (Dan. 2:35)

Esto se puede observar también en Os. 3:5, que, los hijos de Israel volverán y buscarán al Señor su
Dios y a David su rey; y acudirán temblorosos al Señor y a su bondad en los últimos días. Con
respecto a este versículo, dice Pfeiffer15[15], que después que Israel hubiera sido quitada de su tierra, y se
hubiere quedado sin su rey, y sin su adoración idolátrica, Dios les restauraría David su rey, esto es, al
rey davídico, el Mesías, que gobernaría como el rey de derecho de Israel (Mal. 3:1). La dinastía sería
en "el fin de los días". Esta expresión se utiliza para escribir la era mesiánica, el punto culminante de la
historia, cuando el Mesías de Dios regirá sobre todo el mundo.

Continuando con el término y atendiendo más al contenido, se usa como el por venir de alguien,
desenlace de una conducta o actividad, final, término, conclusión. Tanto las ideas de desenlace y fin
están incluidas en el significado "salida (de una cosa)".

Se puede observar en Is. 41:22 lo siguiente: "Que nos expongan y nos declaren lo que ha de suceder en
cuanto a los hechos anteriores, declarad lo que fueron, para que los consideremos y sepamos su
resultado, o bien, anunciadnos lo que ha de venir." Al respecto Shökel afirma que, "En tales casos el
sustantivo tyrIx]a; puede transformarse en la traducción en formas verbales del tipo: ir a parar,
terminar, salir, resultar, llegar"16[16]. Un ejemplo de esto lo encontramos en Prov. 19:20, "Escucha el
consejo y acepta la corrección, para que seas sabio el resto de tus días."

1.1.2. #qe: Esta palabra sólo traducida por los LXX como e;scatoj en Ez. 35:5 donde se usa
como "final", sin embargo, va acompañada de la palabra kairo,j, la cual será tratada más adelante. Al
respecto, Jenni observa lo siguiente : "el concepto se refiere al tiempo final, también se emplea en
forma absoluta, mientras que Ez. 35:5, amplía esta expresión en forma lapidaria en #qe !wO[]
t[e "tiempo del castigo final"17[17].

Se puede concluir con respecto a los términos : rx;a;, rAxa' , !Arx]a , tyrIx]a y
#qe que son usados por los masoretas para indicar la idea de sucesión temporal, con el fin de
mostrar lo que sucederá luego del intervalo de tiempo entre un suceso presente y otro suceso futuro.
Este suceso futuro, puede ser algo real cuando llega a su fin como algo ya alcanzado o por alcanzar,
pero establecido por una serie de eventos que han llegado a ser realidad.
También puede significar un futuro remoto indeterminado, en el cual se sabe que hay un espacio de
tiempo, pero se desconoce su duración. En otras palabras, no se sabe cuando ha de ocurrir. Ezequiel y
Daniel se refieren a este tiempo como el tiempo final o como el final de los años. (ver 2.5 y 3.1.3.).

14[14]
SIMPSON, A.B. Las Profecías de Isaías. Barcelona : CLIE, 1985. p.37.
15[15]
PFEIFFER, Charles F. Comentario Antiguo Testamento. Grand Rapids : Portavoz, 1993. p.605.
16[16]
SHÖKEL., Op cit. p. 51.
17[17]
JENNI, Ernst. Diccionario Teológico del Antiguo Testamento. Tomo II. Madrid : Cristiandad, 1985. p.832.
1.2. h`me,ra

Este sustantivo aparece con numerosos significados, lo cual se debe principalmente a la variedad del
uso del término en el hebreo del Antiguo Testamento. Dentro de los vocablos empleados por los LXX
traducido como h`me,ra se encuentran:

1.2.1. ~Ay: Según lo expresado por Van Gemeren 18[18], este sustantivo común, aparece en todo el
ámbito lingüístico semítico. En hebreo están documentados 'yom', 'día', y el adverbio yomam, "de día,
durante el día".

El significado base de ~Ay es día (desde que sale el sol hasta el ocaso). Es muy frecuente la
contraposición y la unión de día y noche, especialmente en el empleo adverbial "de día / de noche", por
ejemplo en Gn. 1:14 "entonces dijo Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el
día y la noche y sean para señales y para estaciones y para días y para años." De igual forma lo
podemos observar en Ex. 10:13, en donde el Señor hizo soplar un viento del oriente sobre la tierra todo
aquel día y toda aquella noche.
Al respecto, Ernst Jenni expresa que : "Al igual que en la mayoría de lenguas, también aquí el
significado fundamental se extiende para designar el "día (de veinticuatro horas)" como unidad
astronómica registrada en el calendario. El siriaco distingue terminológicamente el día (imama) como
contrapuesto a la noche y el día (yauma) como unidad de veinticuatro horas; en hebreo no se da tal
distinción terminológica aunque resulte fácil detectar en cada caso el sentido pretendido" 19[19]. Así por
ejemplo en Gn. 1:5b se narra que fue la tarde y la mañana un día, la cual se sobrepone a la narración de
Gn 1:5ª en donde a la luz se llama día y a las tinieblas noche.

En muchas ocasiones, ~Ay pierde su significado específico de "día" y se convierte en término


genérico y vago en el sentido de "tiempo, fecha", con lo cual se acerca a 'et (ver numeral 1.2.2.). Con
respecto a esto dice Jenni : "Es relativamente frecuente la construcción beyom más infinitivo "el día
en que... = en la época en que... = cuando...", en lugar de be pueden aparecer también min "desde" o
'ad, "hasta" y en lugar del infinitivo pueden aparecer también algunas veces formas de perfecto e
imperfecto"20[20]. Esto se puede observar en Gn. 2:4 donde se registra: "Cuando Dios, el Señor, hizo los
cielos y la tierra, esta expresión aparece en infinitivo; en II Sam. 22:1, al igual que en Sal. 18:1:
"cuando Yahvéh lo salvó de la mano de todos sus enemigos", con perfecto; Sal. 102:3: "cuando yo
llamo", con imperfecto.
Los casos tratados anteriormente nos llevan a las frecuentes expresiones en las que ~Ay, en el
sentido de "día" o de "tiempo" en general, es cualificado por una frase relativa con rv,a] por un
genitivo o por un adjetivo. La construcción ~Ay más rv,a] se emplea frecuentemente para
describir determinados acontecimientos importantes desde un punto de vista histórico-salvífico como la
creación (Dt. 4:32), el éxodo (Dt. 9:7), la comunicación de la ley (Nm. 15:23), la conquista de la tierra

18[18]
VAN GEMEREN, Willem A. Dictionary of Old Testament Theology ä Exegesis. Vol 2. Grand Rapids : Zondervan,
1997. P.419-420.
19[19]
JENNI. Tomo I., Op cit., p. 978.
20[20]
Ibid., p. 980.
(Dt. 7:11), la edificación o conquista de Jerusalén (Jr. 32:31); colocación de la primera piedra del
templo (Hg. 2:18); intervención escatológica de Yahvéh (Mal. 3:17).

Los casos en que el día es cualificado por un genitivo son de diversa índole. Esta construcción puede
formar expresiones fijas que se refieren a determinados días del calendario como día de reposo. Esto
se puede observar en Jer. 17:21, en donde el Señor dice: "Guardaos, pues vuestra vida, de llevar carga
en día de reposo...." De igual forma en Eze. 46:1, en donde se habla del día de la luna nueva.

También ~Ay forma otras expresiones más o menos fijas al igual que expresiones ocasionales que
se refieren a días marcados por acontecimientos naturales o actividades humanas tales como: "el día de
la batalla; en medio de una tempestad en el día de la tormenta (Am. 1:14)". También debe incluirse aquí
toda una serie de festividades y celebraciones cúlticas y no cúlticas. Un ejemplo de esto se observa en
Os. 9:5 "¿qué haréis

el día de la fiesta señalada, y el día de la fiesta del Señor? Salmo 84:10 "un día en tus atrios", Is. 58:3
"día de ayuno".

La expresión ~Ay sin otra determinación que el sufijo pronominal puede referirse al día del
nacimiento como en el caso de Jb. 3:1, o al día de muerte como en el caso del Sal. 37:13.

En algunos textos, el adverbio hace referencia al "hoy" del narrador, es decir, el momento en el cual se
encuentra el narrador de Génesis escribiendo su relato. Esto se puede observar en Gn 19:38 " y en
cuanto a la menor, también ella dio a luz un hijo, y lo llamó Ben-amni; él es el padre de los amonitas
hasta hoy." Otras citas similares son: Gn 35:20, Josué 4:9, Ezequiel 20:29.

La expresión adverbial "este día" se refiere a un tiempo contemporáneo del que habla; aWhh;
~AYB;, "aquel día" alude a un tiempo alejado en el pasado o en el futuro. La expresión normal es
aWhh; ~AYB;; cuando se refiere al pasado puede traducirse por "en aquel día", "el mismo
día" o más genéricamente "entonces" como en el caso de Gn. 15:18 " en aquel día el Señor hizo un
pacto con Abraham..."

El plural ~ymiy" es empleado en primer lugar para referirse a un determinado número de días
(Gn. 1:14 cf Jb 3:6). Jenni21[21], observa que la expresión días unida a datos temporales imprecisos
recibe el significado genérico de "tiempo" - no lejano del antes señalado- en el sentido de "duración,
espacio de tiempo. Un ejemplo de esto lo tenemos en Gn 4:3, " al cabo de algunos días", "todos los
días", todo el tiempo, siempre (Gn 43:9). Cuando al término "días" sigue un genitivo se hace
referencia normalmente -siempre que se trata de los días vividos por personas concretas- a "los días de
la vida" o a la "duración de la vida" es el caso de Gn 3:14, Jer 52:33,34; Sal. 23:6; 27:4.

En muchas ocasiones puede traducirse por "tiempo" en vez de "por días". Como por ejemplo en Jl. 1:2
"mientras estuvo en el trono". En este sentido de "tiempo de vida" ~ymiy" puede aparecer
también determinando diversos adjetivos (y participios ); se trata de expresiones que designan una edad
aumentada como en el caso de Dan. 7:13 " el Anciano de días".

21[21]
Ibid., p. 989.
Ernst dice al respecto : "También se emplea la expresión ymey> (yeme), "días = duración..."
seguido de genitivo impersonal, para referirse (de modo hiperbólico) a un período de tiempo
excepcionalmente largo. Un empleo de esto lo encontramos en Is. 65:22 "lo que dura un árbol durará
también mi pueblo". Entre las composiciones constructas deben mencionarse: 'los días de los Baales'
(Os. 2:16)"22[22].

~ymiy" aparece también en expresiones que indican duración como en el caso de Jr. 2:32
"tiempo sin fin" (innumerables días). También deben mencionarse las expresiones formadas con
~ymiy" en el sentido de "pasado" o "futuro". El pasado remoto es indicado por medio de
ymey> , en tiempos remotos: Is. 51:9, Sal. 77:5. Al tiempo futuro: ~yaiB' ~ymiy"-
hNEh, "mira, vienen días" Jr. 7:32; Am. 8:11.
Jenni indica que : " Los numerosos modos de empleo del término yom/yamim muestran que el vocablo
sirve no sólo para designar diversas divisiones importantes del tiempo, sino que se ha convertido en un
concepto temporal de importancia decisiva, que se refiere tanto a momentos concretos como a diversos
espacios temporales. Se parece a 'et y 'olam en cuanto que se emplea casi exclusivamente para referirse
a determinaciones temporales concretas, es decir, a contenidos temporales determinados, y nunca para
expresar el tiempo en abstracto"23[23].

Al igual que todos los demás fenómenos humanos, también el día y la noche están sometidos al
dominio de Dios, ya que han sido creados por él. Esto lo podemos observar en Gn. 1:5,14; Salmo
74:16 "Tuyo es el día y tuya la noche", "tu estableciste las estrellas y el sol".

Un empleo teológico especial es el que aparece en torno a la concepción del hw"hy> ~Ay,
"el día de Yahvé" Ez.13:5, Jl. 1:15; pero además de esta expresión, se emplean también otras formas
para referirse a la actividad judicial de Yahvé: Is. 2:12 " Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá
sobre todo..." También se encuentran expresiones en contextos semejantes sin la mención del nombre
divino y caracterizan el temor del día de juicio esperado: Is.10:3 "¿Y qué haréis en el día de castigo?
Jr.46:10 "Mas ese día será para Jehová día de retribución...", Os. 5:9 "Efraín será asolado en el día del
castigo...", Miq 3:6 "... y el día se entenebrecerá sobre ellos." Is. 22:5 "Porque día es de alboroto, de
angustia y de confusión..."

La expectación del día de Yahvéh es un caso especial, ya que siempre que aparece en la profecía,
culminan las afirmaciones en una venida totalmente personal del mismo Yahvéh. La pregunta sobre el
origen de esa idea se ha planteado a menudo, y con razón pues si se pudiera responder, se estaría
mucho más cerca de la compresión de las cosas.

Los comentaristas están de acuerdo con que uno de los temas proféticos mayores que ha sido
interpretado escatológicamente es el día de Yahvéh, encontrado en Am. 5:18-20, que data del siglo VIII
a. C:

22[22]
Ibid., p. 991
23[23]
Ibid., p. 995.
"¡Ay de los que ansían el día del Señor! ¿de que os servirá el día del señor si es tenebroso y sin luz?
Como cuando huye uno del León y topa con el oso, o se mete en casa, apoya la mano en la pared y le
muerde la culebra. ¿No será el día de Yahvéh tinieblas, y no luz: oscuridad, que no tiene resplandor?"

Israel esperaba que ese día le fuera favorable. Amós desmiente esa falsa seguridad y lo presenta como
día de juicio contra Israel y los pueblos. El profeta desenmascara la religión utilitarista que recurre a la
alianza como elemento de salvación. Aún cuando Amós concede poco margen a la esperanza, el día de
Yahvéh constituye una llamada a la conversión.

El anuncio del día de Yahvéh hecho por Sofonías se remonta al siglo VII a.C. El profeta proclama la
cercanía de ese día y lo describe con tonos estremecedores. Será un día de angustia y oscuridad (Sof.
1:7ss). Pero en medio de un clima tan pesimista y destructivo se vislumbra una esperanza de salvación
para "un resto de Israel", para los pobres (Sof. 3: 12-13).

Ezequiel se refiere varias veces al día de Yahvéh en una serie de textos que datan de comienzos del
siglo VI a.C. Habla también de su cercanía (Ez. 7:7,10,12; 30:2-3) y lo presenta como un día de
nubarrones en que la espada caerá sobre Egipto y sus aliados (Ez. 30:4ss).

Según Acosta24[24], al tiempo de la cautividad pertenece la descripción del día de Yahvéh contra
Babilonia que hace Is. 13. En el cuadro del juicio aparecen rasgos cósmicos, como el oscurecimiento
de las estrellas, del sol, de la luz, cuyo significado no parece que sea el anuncio del fin del orden
cósmico presente, sino el triunfo de Yahvéh sobre las divinidades siderales de Babilonia.

El primer resultado de esta mirada de conjunto es que ese día de Yahvéh esperado por los profetas
constituye indudablemente un hecho bélico. El amplio uso de esa idea en los profetas hace suponer
como ya se ha dicho que trata de un elemento escatológico de la tradición firmemente establecido.
Pero según Von Rad25[25], frente a él se alza el hecho de que en ocasiones la expresión "día de Yahvéh"
puede aplicarse a sucesos del pasado (Ez. 13:5; 34:12; ; cf. Lam. 1:12; 2:22).

Sin embargo, para Tamayo26[26] el juicio es descrito como una catástrofe histórica, como un
acontecimiento bélico. Los profetas recurren a imágenes cósmicas, cuyo significado no es el anuncio
del fin de este mundo, sino el triunfo de Yahvéh sobre las divinidades naturales. Esta es una cara del
juicio. La otra se refiere a la salvación de "un resto". El día de Yahvéh se anuncia cercano y es una
invitación a la conversión.

La valoración sobre el carácter escatológico de este tema profético difiere entre los exegetas. Hay
quienes consideran que el día de Yahvéh se refiere al fin de los tiempos y es, por tanto, una realidad
escatológica. Así por ejemplo Hagg- Vorn 27[27], para quien los profetas preexílicos conocen ya un día
escatológico como un día de desgracia y castigo, pero también como día de salvación. Continúa
diciendo Hagg-Von28[28], los profetas postexílicos acentuarán el carácter salvífico sobre el condenatorio.
"La idea del día de Yahvéh es como una breve síntesis de cuanto, con referencia a salvación y

24[24]
ACOSTA TAMAYO, Juan José. La Escatología Cristiana. Navarra : Verbo Divino, 1993. p.68.
25[25]
VON RAD, Gerhard. Teología del Antiguo Testamento. Sexta ed. Vol. II. Salamanca : Sígueme,1990. p. 420.
26[26]
ACOSTA., Op cit., p.69.
27[27]
HAGG VON, Ausejo. El diccionario de la Biblia. Barcelona : Herder, 1975. p.463 citado por : TAMAYO ACOSTA,
Juan José. La Escatología Cristiana. Navarra : Verbo Divino, 1993. p.69.
28[28]
HAGG-VON., Op cit., p.463.
desgracia, aguardan los israelitas para sí y para la humanidad entera en el último fin de los tiempos: un
trasunto de los tiempos mesiánicos".

G. Von Rad29[29], considera infundado el planteamiento del exegeta escandinavo y observa que en los
textos proféticos no aparece la unión del día de Yahvéh con la idea de Yahvéh rey. Cree, a su vez, que
el día de Yahvéh forma parte de un círculo de ideas familiares a los profetas y común a narraciones
antiguas sobre Yahvéh, que en rigor no puede considerarse escatológico. En ese sentido aboga por la
relativización de la fuerza probatoria que otros autores hacen recaer sobre Am. 5:18.

De acuerdo con lo anterior, no es fácil interpretar el significado del "día de Yahvéh", sin embargo es
interesante notar las palabras de Beacon quien dice : "Los padres y los primeros comentaristas
entendían que el sol de justicia era Cristo; y tenían razón por cuanto el periodo de su advenimiento es el
que prevé el profeta.30[30]"

Cabe recordar que en ninguna persona o acontecimiento se ha cumplido esta profecía tan
satisfactoriamente como en la venida de Jesucristo, quien es para nosotros la justicia de Dios (Jn 5:22).
Siendo un acontecimiento de bendición para quienes le reciben, pero de dolor para quienes le rechazan
(Jn 5:24)

1.2.2. t[E: Con respecto a este vocablo, Jenni31[31] dice que este sustantivo tiene un significado
básico, el cual se puede expresar así: momento de tiempo; "determinado" y

"de/para"; según los elementos contextuales del campo semántico. Estos componentes pueden estar
diversamente reforzados o debilitados, produciéndose así diferentes significados ocasionales.

Agrega Jenni: "Tanto el uso común de la palabra 'et como su derivado 'atta, "en este tiempo = ahora",
prueban que es un concepto temporal y sobre esto no hay discusión. Frente a la palabra castellana
"tiempo", 'et tiene, en todo caso, menos amplitud de significado, en cuanto que no indica la duración o
un espacio temporal amplio"32[32].

Entre las preposiciones unidas a t[E, la más frecuente es B. , en donde puede indicar: en/por aquel
tiempo, época, entonces, por entonces, en aquella ocasión, como en el caso de Jue. 3:29 "Y en aquel
tiempo mataron de los moabitas como diez ml Hombres...", I Re. 8:65 "Así Salomón celebró la fiesta
en aquella ocasión...", Jr 3:17 ""En aquel tiempo llamarán a Jerusalén 'Trono del Señor' ...", Dn 12:1
"En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que vela sobre los hijos de tu pueblo..."

Con respecto a este vocablo, es de notar que en los libros históricos o profetas anteriores, se da la idea
de fecha, especificando el tiempo en el que se realizó una actividad importante. Como en el caso de I
Re. 8:65 en donde se hace la dedicación al templo, realizándose en aquel tiempo una fiesta, dirigida por
Salomón. Mientras que en los profetas, da una connotación diferente refiriéndose específicamente al
día de la ira de Yahvéh, el día del arrepentimiento de Israel y de Judá, el tiempo del fin (ver numeral
1.2.1. )
29[29]
VON RAD. Vol. II., Op cit., p. 420.
30[30]
Comentario Bíblico Beacon. Los profetas menores. Tomo V. Casa Nazarena de Publicaciones. Missouri. p 445.
31[31]
JENNI. Tomo II, Op cit., p. 473.
32[32]
Ibid., p. 473
1.2.3. rq,Bo: Este vocablo puede ser traducido de diferentes maneras : Si se refiere al comienzo
del día, puede traducirse como: Mañana, aurora, alba, albor, alborear, amanecer, amanecida,
madrugada, alborada, romper el alba, entre dos luces, temprano, como en el caso de Ex. 14:27 "sobre
el mar, y al amanecer, regresó el mar a su estado normal, y los egipcios al huir se encontraban con él;
así derribó el Señor a los egipcios en medio del mar.

Al tomar la mañana como mitad del día, entonces tenemos: tarde, mañana y mediodía, ejemplo de lo
anterior se encuentra en Gn. 1:5 : " Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la
tarde y la mañana un día". También puede referirse al día siguiente, se puede observar Est. 2:14 " ella
entraba por la tarde y a la mañana siguiente volvía...".
Si se trata de mañana, se puede estar refieriendo a matutino, matinal, temprano: I Sam. 14:36 "Y dijo
Saúl : Descendamos de noche contra los filisteos, y los saquearemos hasta la mañana...".

Este vocablo es usado para designar el comienzo del día ~Ay, en correlación con br,[, que
designa el comienzo de la noche hl;yEl;; es la mañana, el amanecer. Como mitad del

día dividido por el medio día. b) El día siguiente. c) mañana; porque el día comenzaba por la tarde,
rq,Bo equivale para nosotros al día siguiente.

Con respecto a los términos ~Ay, t[E y rq,Bo, se llega a la conclusión que son usados por
los LXX para indicar el día de veinticuatro horas, fecha; describir acontecimientos importantes, tiempo
en general, un período de tiempo largo, un día específico como el día de Yahvéh. Es muy importante
notar, que al igual que todos los demás fenómenos humanos, también el día y la noche están sometidos
al dominio del señor, ya que han sido creados por él.

El vocablo rq,Bo traducido por los LXX como h`me,ra, se debe tener en cuenta, ya que la
palabra h`me,ra es muy usada en el evangelio de Juan para indicar el paso del tiempo, ya sea en días,
o a una determinada hora del día; cuyo fin va dirigido hacia un momento determinado escogido por
Dios (ver 2.5).

1.3. aivw/n ( aivw/noj )

El vocablo aivw/n ( aivw/noj ) es usado por los LXX 206 veces, dentro de los vocablos hebreos
empleados por los LXX como aivw/n ( aivw/noj ) se encuentran:

1.3.1. d[;: Este sustantivo es usado en su mayoría de veces como "eternidad, siempre". Al respecto
Ernst Jenni33[33], dice que es documentado sólo en hebreo principalmente en uso adverbial, se suele
poner en relación con la preposición 'ad, "hasta", y con la raíz 'dy, "seguir, pasar delante", y se
interpreta como "duración permanente.

33[33]
Ibid., p. 270
Continúa diciendo Ernst Jenni: "'ad de manera parecida a 'olam, a la que acompaña con frecuencia, se
utiliza solamente en conexión con preposiciones, como acusativo adverbial o como genitivo en lugar de
una expresión correspondiente. Sólo en un caso aparece el significado pretérito: Jb 20:4, minni-'ad
"(no sabes) desde siempre" (paralelo, "desde que establecía al hombre sobre la tierra)"34[34].

Fuera de este caso se expresa siempre el futuro inabarcable, concretamente con los giros siguientes:
d[;-yde[] , "por siempre" Is. 26:4, d[;-yde[] "por toda la eternidad; por siempre, para
siempre. Y d[,w" ~l'[o, Ex. 15:18 "por siempre jamás". Miq. 4:5 "Aunque todos los
pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová
nuestro Dios eternamente y para siempre". Dan. 12:3 " Los entendidos resplandecerán como el
resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua
eternidad".

De acuerdo con Jenni : "La mayoría de los usos de 'ad aparecen en contextos teológicos, para los que
en general se pueden remitir al tratamiento en 'olam (ver numeral 1.3.2.). Hay que tener en cuenta
especialmente que nunca ha de suponer un concepto teológico elaborado de tiempo y eternidad, sino
que sólo se afirma de muchas maneras con lenguaje enfático el carácter definitivo e irrevocable de una
cosa. A ello corresponde el uso prevalente de la palabra en los Salmos, por ejemplo Ex. 15:18 "Yahvéh
es Rey por siempre jamás"35[35].

1.3.2. ~l'A[: A excepción de unos pocos pasajes tardíos ~l'A[ tiene en el AT el


significado básico "el tiempo más remoto", tanto respecto al pasado como al futuro o a ambos.

De acuerdo con Ernst : "'olam puede expresar por sí sola el contenido de todo el giro adverbial "desde
el/ hasta el tiempo más remoto", es decir, adoptar el significado 'duración (ilimitada, inabarcable),
eternidad', pero únicamente en uso atributivo ('duradero', eterno")"36[36].

Ernst Jenni coincide con Schökel al decir : "Tanto si 'olam tiene significado futuro como, sobre todo,
si lo tiene pretérito, se puede probar que el "tiempo más remoto" es un concepto

relativo, según el horizonte temporal que se presupone en el contexto. Como en otros conceptos
temporales (yom, 'et), no hay que suponer una concepción del tiempo puramente abstracta, según la
cual en el uso de 'olam podrían resonar también toda una serie de connotaciones cualitativas como
"durable, definitivo, inmutable"37[37].

En el caso del plural ~ymil'[o, como en el caso del Sal. 145:13 "Tu reino es reino por todos los
siglos, y tu dominio permanece por todas las generaciones", según Jenni 38[38], no se refiere a una
multiplicidad numérica de "espacios temporales", sino que, como plural emotivo-intensivo, está en la
línea de formas acumulativas como (le)'olam wa'aed, y está sometido a ellas, como ellas, a un cierto
deterioro.

34[34]
Ibid., p.270.
35[35]
Ibid., p. 272.
36[36]
Ibid., p.299.
37[37]
Ibid., p. 299.
38[38]
Ibid., p. 299.
Así como los sinónimos d[; ( Jb. 20:4 ) y rD ( Ex. 17:16), ~l'A[ se une a la preposición
~ymi, "desde", para designar el origen del pasado más remoto, como en el caso de I Cr 16:36
"Bendito sea Jehová Dios de Israel, De eternidad a eternidad..." y Dn 2:20 (en arameo) "...sea bendito
el nombre de Dios de siglos en siglos...".

Jenni prosigue diciendo lo siguiente :

En bastantes pasajes, min podría haber conservado el significado ablativo "a partir de, desde"; en todo
caso, 'olam nunca designa una dimensión temporal antiquísima cerrada, sino, incluso en la traducción
"desde el tiempo primitivo". Sólo cuando en contextos teológicos se supone un principio de la
creación o a Dios como existiendo antes de todo principio, se puede traducir por "desde el principio
originario" como en los casos de Is. 46:9; 63:16; en los casos restantes bastan expresiones adverbiales
como "de antaño" Gn 6:4; "largo tiempo" Jr 2:20.
Cuando me'olam tiene como términos correlativos "ahora/luego, (no) ahora mismo", el significado
puramente temporal está en primer plano como en el caso de Jr 2:20; pero junto a ello, también se
puede acentuar la larga edad y, con ello, una cualidad especial de las realidades que se remontan al
tiempo primitivo: Gn 6:4.
Cuando 'olam está en construcción de genitivo, el significado pretérito, "tiempo primitivo, tiempo
remoto", y adjetival, "antiquísimo, sólo se puede conocer por el contexto, y debido a ello, no siempre
es posible hacerlo con toda seguridad, fuera de los casos en que el sustantivo regente contiene ya una
determinación temporal (días, años", "generaciones"): "acuérdate de los días remotos" Amos 9:11, Mal
3:4, Esdras 4:15,19: "desde días remotos = desde antiguo. 39[39]

Si se califican con ~l'A[ personas o cosas que no contienen ya en sí mismas una determinación
temporal, es más difícil delimitar si se refiere al futuro o a toda la duración, porque algo "antiquísimo"
en virtud de su permanencia se puede considerar también como "eterno". Un ejemplo del caso
anterior, se encuentra en las expresiones "ruinas para siempre" Jr 49:13, y "pueblo remoto" Ez 26:20.

Con la preposiciónd[;, "hasta", ~l'A[, en analogía con sus sinónimos, se une para formar la
expresión ~l'A[-d[;, "por siempre, perpetuamente, hasta la eternidad" (en negación, "nunca" I
Sam 20:15), donde eternidad no significa otra cosa que el futuro ilimitado. ~l'A[-d[; expresa
casi siempre el sucesivo avance temporal en el futuro, como manifiestan los giros aquí frecuentes, que
indican una sucesión de generaciones. Un ejemplo de esto se encuentra en Gn 3:15 "toda la tierra... te
la daré a ti y a tus descendientes ~l'A[-d[;.

Sirva como ejemplo de la diferencia entre ~l'A[-d[; y ~l'A[l> I Re 2:33, donde la


maldición, definitivamente eficaz, que debe impedir la permanencia del maldito y de su descendencia,
~l'A[l>
está unida a , mientras que el deseo positivo para el rey y su dinastía va unido a
~l'A[-d[;.

39[39]
Ibid., p.300-301.
~l'A[ significa también el futuro más lejano, pero no un determinado periodo temporal futuro, o
simplemente el futuro o la duración en sí misma, en cuyo caso `~l'[ol, puede significar
prácticamente "de por vida" como en el caso de Ex 21:6: "entonces será su esclavo para siempre". Las
palabras d[,w" ~l'[ol., "(por/para) siempre y eternamente", aparecen como fórmula solemne
de conclusión y ratificación como en Ex 15:18 " Jehová reinará eternamente y para siempre"; de igual
forma en Miq 4:5; Dn 12:3.

Una negación puede referirse o bien directamente a ~l'[ol. ("no para siempre": Is 57:16), o
también a todo el predicado ("para siempre no, igual que, nunca") como en Jue. 2:1 " ...No invalidaré
jamás mi pacto con vosotros"; de igual forma en Jl 2:26,27 y Dn 2:44.

De acuerdo con Jenni40[40] , en frases verbales y nominales, le-'olam expresa una situación permanente
(conseguida, efectuada, inmutable) y tiene, por tanto, en buena medida, el significado de la
durabilidad, definitividad, inmutabilidad por ejemplo, Gn 3:22: "para que no viva eternamente"; Ex
32:13: "la poseerán para siempre".

Según Jenni: "Cuando se habla de "precepto", "obligación", se suele añadir, sobre todo en la fuente
sacerdotal, el predicado 'olam. Junto a ello, las situaciones de salvación y de calamidad se describen
como 'perpetuas'"41[41], por ejemplo Is 61:7; 'bondad eterna'; Sal 145:13. Continúa diciendo Jenni : "La
profecía escrita más antigua utiliza 'olam muy poco (Os 2:21) y en todo caso no lo hace en sentido
técnico escatológico-profético"42[42].

Aunque este término se usa de una forma sencilla para indicar un significado fundamental de tiempo
muy remoto, tanto referido al pasado como al futuro, sin embargo, a partir de los libros de Jeremías y
Ezequiel se abre camino a un nuevo uso de 'olam para expresar la definitiva actuación escatológica de
Dios, ante todo en la dimensión del juicio ( Jr 20:11, 'vergüenza perpetua' ; Jr 49:13. Ez 26:21). A
partir de allí, se hace más interesante este vocablo, debido a la connotación que adquieren estos pasajes
en el evangelio de Juan con respecto al juicio del Señor (Jn 5:22,24).

1.3.3. ~d,Q,: Este vocablo adquiere el significado de, "tiempo anterior, remoto", con significado
temporal, puede tener como ~l'A[, una resonancia que acerca más o menos a la esfera divina de las
realidades así cualificadas. Según Deut. 33:27, el mismo Dios es un remoto Dios eterno: ~d,q,
yhel{a/ . También aquí como en ~l'A[, la distancia temporal respecto al presente es relativa;
puede tratarse de una antigüedad como por ejemplo: Sal. 55:19 "Dios oirá y les responderá, el, que
reina desde la antigüedad, porque no hay cambio en ellos ni temen a Dios; Sal. 74:12 "Con todo, Dios
es mi rey desde la antigüedad, el que hace obras de salvación en medio de la tierra.

Con respecto a ~d,Q,, Jenni dice lo siguiente : " En todas las ramas lingüísticas semíticas existe
la raíz ~dq, con frecuencia en diversas categorías gramaticales (sustantivo, 'parte interior'; adjetivo,
40[40]
Ibid., p. 304.
41[41]
Ibid., p. 306.
42[42]
Ibid., p. 310.
'anterior', preposición, 'ante'; verbo, 'avanzar, anticiparse, etc'), en sentido espacial y temporal. En el
AT hebreo el verbo está documentado sólo en piel (' ir al encuentro, oponerse ' o similares, con el
significado 'anticiparse, adelantarse' y 'ser el primero en hacer', quizá por influjo arameo; y en hifil
'acercar' "43[43].

Es los pasajes citados anteriormente, el tiempo remoto, la eternidad, está referida única y
exclusivamente a Dios, no a las personas, lo cual deja ver claro lo que Juan dice en su evangelio con
respecto a Jesucristo, quien era desde el principio y en él estaba la vida. (ver 2.5.).

1.3.4. !Arx]a: Is 48:12 " óyeme, Jacob, Israel a quien llamé: Yo soy, Yo soy el primero y
también Soy el último.

En este pasaje, Yahvéh invita a reconocer su sabiduría soberana en la utilización de un instrumento


pagano para liberarlos. Como creador eterno, Dios es el Señor de la historia humana, el cual no tiene ni
principio ni fin, es decir, no está ligado al concepto del tiempo, aunque sí interviene en él.

1.3.5. xc;n<: Este vocablo, puede expresar en el tiempo: duración, perennidad, perpetuidad.
Muy frecuentemente se usa en sentido positivo para/por siempre como en el caso de II Sam 2:26 y en
Is 25:8; pero también se usa en sentido negativo como en el caso de Is 13:20 "Nunca más será poblada
ni habitada de generación en generación...".
Sal. 49:19 " irá a reunirse con la generación de sus padres, quienes nunca verán la luz".

Los términos d[;, ~l'A[, ~d,Q,, !Arx]a, xc;n< son utilizados por los LXX para
indicar eternidad y tiempo remoto. Dándole sentido a algún suceso en función de su creador, el cual es
eterno. En el AT significa que Dios siempre existió (Gn 21:23) y existirá (Dt 5:23), en contraste cono el
hombre mortal. Para el tiempo de Isaías (40:28) esto llegó a significar que Dios es eterno, "el primero
y el último" cuyo ser es "desde la eternidad y hasta la eternidad" (Sal. 90:2). En el evangelio de Juan
esta eternidad se hace presente en la tierra en la persona de Jesucristo, para que todo aquel que en él
crea, no se pierda mas tenga vida eterna. (ver numeral 2.5.).

1.4. cro,noj

Con respecto al vocablo cro,noj no es muy común en los LXX. Se usa principalmente para la palabra
"día" cuando ésta denota un período de tiempo. Por ejemplo: el "tiempo" del reino de un gobernante, el
tiempo de una "vida", la "edad" de alguien. Otro uso es para "demora" en Daniel 2:16, El significado
en Job 14:13 es un "tiempo fijo". Los LXX también lo usan para la numeración del reinado en Daniel
5:26.

Dentro de las palabras hebreas traducidas por los LXX como cro,noj se encuentran las siguientes:

1.4.1. !m'z>: Este vocablo viene de la raíz !mz la cual en el AT frecuentemente significa un
punto específico en el tiempo. En el caso de Ecl. 3:1 se usa para introducir la idea de que "para cada
cosa hay un tiempo señalado". Este versículo precede la sección comprendida por 3:2-8, la cual
nombra diversas actividades que atañen al ser humano desde el nacimiento hasta la muerte y afirman

43[43]
Ibid., p. 738.
que cada cosa tiene su tiempo. Según Van Gemeren 44[44], hay un sentido leve de predestinación, es
decir, que el tiempo para sucesos seguros ha sido determinado por Dios y por lo tanto está más allá del
control humano.

Este vocablo también significa un conjunto de duración, o longitud de tiempo, en Dn 2:16. En este
versículo Daniel le pide al rey que le dé !m'z> (tiempo - cro,noj) para declarar la
interpretación al rey. De igual forma ocurre en Dn. 7:12 en donde a las bestias les fue concedida una
prolongación de la vida por un tiempo determinado.

Este vocablo se usa para determinar el tiempo cronológico, el tiempo que las personas pueden medir.
Pero también indica que para todo hay un tiempo, un período determinado y una hora (un
acontecimiento predeterminado) para lo que tiene lugar bajo el sol. Los sucesos aparentemente
fortuitos forman todos ellos parte de un inmenso plan. En el evangelio de Juan , se puede observar
como este cro,noj hace parte del tiempo medible por las personas, pero que a su vez es un tiempo
propicio para un plan salvífico. (ver numerales 2.2. Y 3.1.1.).

1.4.2. ~Ay: Este vocablo ya ha sido tratado en el numeral 1.2.1. traducido como h`me,ra. No
obstante, aunque en menor cantidad de veces se usa como cro,noj para indicar:

a. La época en la que vivió una persona, sirviendo ésta como referente: Ejemplo
de esto se encuentra en Gn. 26:1,15 "...además del hambre anterior que había ocurrido en los días de
Abraham..." en donde se observa que se menciona a Abraham para hacer alusión a un momento
histórico específico.

b. El tiempo de vida de una persona contado a través de sus días: Esto se hace relativo, debido a
que no todas las personas viven la misma cantidad de días, sin embargo para esa persona específica se
refiere en todo momento hasta que muera. En Deut. 12:19 y
en 22:29 se observa respectivamente esto: "Cuídate de no desamparar al Levita mientras vivas" "... y
ella será su mujer porque la ha violado; no podrá despedirla en todos sus días"

c. En todo tiempo: Jos. 4:24 " ... a fin de que temáis al Señor vuestro Dios en
todos los días."

d. Tiempo futuro incierto especificado por un acontecimiento histórico: Jer.


38:28 " ...hasta el día en que Jerusalén fue tomada."

1.5. w[ra

De acuerdo con Kittel : "En la LXX se encuentran los sentidos habituales de 'tiempo fijo', 'tiempo',
'tiempo acostumbrado', 'tiempo designado', 'breve lapso de tiempo'. El sentido de 'ahora' aparece sólo
en obras que no tienen un original hebreo. A veces se da la idea de inminencia ( cf. pro wras,
'prematuramente', 'o kata thn wran tauthn, 'ahora')"45[45].

Aunque los LXX traducen varias palabras como w[ra las más significativas son:
44[44]
VAN GEMEREN. Vol. 1.,op cit., p. 1115.
45[45]
KITTEL, Gerhard y FRIEDRICH, Gerhard. Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. Trad.
Carlos Alonso Vargas. Grand Rapids : Libros Desafío, 2002. p. 1341.
1.5.1. d[]Am: Esta palabra, adquiere diferentes significados como: encuentro, cita,
entrevista; reunión, asamblea; acuerdo, convenio; fecha, plazo; punto, sazón, estación, ocasión; fiesta,
festividad, solemnidad. De las cuales se tendrá en cuenta "fecha", debido a que es la pertinente para
este estudio.

Como fecha puede indicar: "tiempo, plazo, día señalado según Nm. 9:2s "Los hijos de Israel celebrarán
la pascua a su tiempo", Dn. 8:19 "y dijo: he aquí te voy a dar a conocer lo que sucederá al final de la
ira, porque se refiere al futuro tiempo señalado del fin." Dn. 11:35 "...porque aún está por venir el
tiempo señalado."

1.5.2. t[e: Este vocablo ya ha sido tratado en el numeral 1.2.2. donde es traducido como
h`me,ra, sin embargo es bastante común encontrarlo en los LXX bajo la traducción de w[ra.

t[e aparece en Jue. 11:26 : "Cuando Israel ha estado habitando por trescientos años a Hesbón y sus
aldeas, y todas las ciudades que están en el territorio de Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en ese
tiempo? Para Jenni t[e46[46], no significa los "300 años", añadidos por el glosador, de ocupación
israelita de la región junto al Arnón, sino el "entonces" del tiempo de Balac en contraste con la
situación presente.

Entre las preposiciones unidas a t[e la más frecuente es B.. Solamente la expresión ayhih;
t[eB' , "en aquel tiempo", como en el caso de Sof 3:20, referida la mayoría de las veces a un
momento del pasado y muy pocas veces al futuro (la mayoría de las veces con imperfecto como en
Miq 3:4, Jr 50:4, 20, Jl 4:1).

El momento de la acción se indica también con l. , con el singular de t[e : Dt 32:35 "en el tiempo en
que vacile tu pie".

Otras preposiciones unidas a t[e son: d[; , "hasta" como en el caso de Eze 4:11, Miq 5:2, Neh 6:1;
me , "desde" como en 1 Cro 9:25.
Jenni dice lo siguiente : " 'et funciona como parte independiente de la frase, por una parte, en
afirmaciones que valoran cualitativamente un momento (Am 5:13; Miq 2:3); por otra en diversas
afirmaciones sobre la existencia de un determinado momento"47[47].

Prosigue diciendo Jenni : "Si se quiere clasificar los textos en singular teniendo en cuenta la indicación
del contenido de tiempo, resultan dos grupos principales: uno contiene las referencias a un momento
(pasado, presente o futuro) ya mencionado o que se supone conocido y suele utilizar preposiciones y el
artículo ( 92 veces; fuera de estos casos, el artículo aparece sólo 3 veces con ba'et como sujeto: Ez
7:12), el otro incluye los textos que precisan concretamente el contenido y no lleva artículo." 48[48] La
46[46]
JENNI. Tomo II., Op cit., p.474.
47[47]
ibid., p. 476.
48[48]
Ibid., p. 478.
t[e ya está precisado por un
característica de la referencia al contenido puede atenuarse cuando
concepto temporal y también puede estar acentuada, sobre todo cuando t[e expresa el momento
característico, adecuado, justo para alguien/algo como en el caso de la tercera persona del singular: Sal
1:3 " que da su fruto a su tiempo", Jr 5:24 "...que da lluvia temprana y tardía en su tiempo..."

Jenni49[49], señala que el plural aparece sólo en textos tardíos. La mayoría de los pasajes se entienden
simplemente a partir del significado singular 'et. Hay un plural numérico, 'momentos', 'en
determinadas' épocas (Esd. 10:14; Neh 13:31, 'para la ofrenda de la leña en determinadas épocas').

Continúa diciendo Jenni : "Es frecuente , que los momentos concretos indeterminados constituyan una
suma de 'ittim, que, como el plural yamim "días", indican prácticamente un "espacio de tiempo"; así
ocurre en Ez 12:27, "(predice) sobre tiempos lejanos" y en la expresión "en aquellos tiempos" Dn
11:14; 2 Cr 15:5"50[50].

t[e se utiliza con frecuencia poco antes del exilio y durante él para indicar un momento específico de
la futura actuación de Dios. El giro adverbial que introduce una sección ayhih; t[eB' , " en
aquel tiempo" , se emplea en amenazas Jr 4:11 y en promesas Is 18:7; Jr 3:17; unido a "en aquellos
días". Jeremías caracteriza el juicio como el tiempo de pedir cuentas Jr 10:15.

1.6. Kairo,j

De acuerdo con Kittel51[51], este vocablo es usado principalmente como equivalente del hebreo t[e y
d[eAm, significa primeramente 'punto decisivo en el tiempo', pero con más énfasis en la
designación divina que en la exigencia ética. La referencia, entonces, es al tiempo de Dios.

También es muy común un sentido puramente temporal, por ejemplo punto del tiempo en Gn 17:21,23,
o extensión de tiempo (cf Ez 12:27). Es así como hallamos un uso para los festivales, o para tiempos
biológicos o meteorológicos regulares. También se pueden indicar etapas de la vida. En general, sin
embargo, este uso más común es de menos interés teológico.

Dentro de las palabras usadas en hebreo, para significar kairo,j, se tienen:

1.6.1. d[eAm: Este vocablo es traducido como: Encuentro, cita, reunión, asamblea,
acuerdo, convenio, fecha, plazo, punto, sazón, estación, ocasión, fiesta, festividad, solemnidad. De
todos estos significados el que guarda relación al tema en estudio es el término "fecha": Gn 17:21 "
Pero mi pacto lo estableceré con Isaac, el cual Sara te dará por este tiempo el año que viene." Nm. 9:3
" en el día catorce de este mes, al atardecer, la celebraréis a su tiempo señalado; la celebraréis
conforme a todos sus estatutos..." Sal. 75:2 "Cuando yo escoja el tiempo oportuno, seré yo quien
juzgará con equidad." Sal. 102:13 " ... pues ha llegado la hora." Aunque la visión tardará aun por un
tiempo, más se apresurará hacia el fin..." Dn. 11:14 " En aquellos tiempos, muchos se levantarán
contra el rey del sur..."
49[49]
Ibid., p. 481.
50[50]
Ibid., p. 481.
51[51]
KITTEL, Gerhard y FREDERICH, Gerhard. Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. Trad.
Carlos Alonso Vargas. Grand Rapids : Libros Desafío, 2002. p.384.
En estos versículos, este término es empleado para indicar un tiempo oportuno para realizar una
actividad especial, específicamente un hecho realizado por Yahvéh, según el tiempo que él señale, será
un tiempo en el que Yahvéh decide actuar. De igual forma esto se puede observar en el NT,
específicamente en el evangelio de Juan, cuando Jesús dice que aún no es el momento oportuno (Jn
7:6s).(ver numerales 2.3. y 3.1.2.).

1.6.2. t[e: Este vocablo ya ha sido tratado en los numerales 1.2.2. y 1.5.2. Sin
embargo, es bueno mencionar algunos de los versículos en los cuales aparece la palabra observando así
el uso que se le da a ésta. La referencia es al tiempo de Dios:
a. Dios cuida de su creación a su tiempo : Lev. 26:4 " Yo os daré lluvias en su tiempo..." Jb. 38:32
" ¿Haces aparecer una constelación a su tiempo, y conduce la osa con sus hijos?" en este versículo
Dios le cuestiona a Job que él no es quien decide cuándo han de suceder las cosas, sino que es Dios
mismo quien lo decide. Ecl. 3:1 " Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada
suceso bajo el cielo." Jer. 5:24 " Y no dicen en su corazón : Temamos ahora al Señor nuestro Dios, que
da la lluvia a su tiempo...".

b. Dios da Salvación en el tiempo de angustia : Sal. 37:39 "Más la salvación de los justos viene
del Señor; Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia. Sal. 102:13 " Tú te levantarás y tendrás
compasión de Sión, porque es tiempo de apiadarse de ella, pues ha llegado la hora."

c. Dios fija el tiempo de la muerte : Ecl. 7:17 " No hagas mucho mal, ni seas insensato; ¿por qué
habrás de morir antes de tu tiempo?"

d. Dios hace llegar el tiempo final o de Juicio : Miq. 3:4 " Entonces clamarán al Señor, pero El no
les responderá; sino que esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo, porque han hecho malas obras."
Jer 51:6 " Huid de en medio de Babilonia y salve cada uno su vida. No perezcais por su culpa, pues
este es el tiempo de la venganza del Señor; El dará su pago." Ez. 7:7 " Te ha llegado tu turno, oh
habitante de la tierra. Ha llegado el tiempo, se acerca el día; pánico y no júbilo en los montes."

Se puede concluir que el concepto del tiempo en el Antiguo Testamento no está abarcado por una sola
palabra, sino por muchas, debido a su complejidad. Todas ellas en conjunto muestran el concepto de
temporalidad de diversas maneras. Es así como e;scatoj (en griego) y sus correspondientes palabras
en hebreo, dan la idea de sucesión temporal, con el fin de mostrar lo que sucederá en un intervalo de
tiempo entre un suceso presente y otro futuro, del cual se puede o no saber su momento exacto.

De igual forma h`me,ra da la idea de día, fecha, determinado tiempo, sin embargo, es importante
notar cómo a partir de los profetas se abre camino a un nuevo uso de día para expresar la definitiva
actuación escatológica de Yahvéh. Aivw/n nota un tiempo remoto, eternidad, la cual está
exclusivamente referido a Yahvéh, no a las personas en sí, lo cual deja ver que sólo hay eternidad en él,
Siendo Dios el Señor de la historia humana, el cual no tiene principio ni fin, es decir, no está ligado al
tiempo, aunque sí interviene en él.

Cro,noj, aunque muestra un tiempo cronológico, el tiempo que las personas pueden medir, no
obstante, aunque es un tiempo medido por el hombre, todos estos sucesos son permitidos por el Dios
creador, el Señor de la historia, por tal razón cabe muy bien el concepto de kairo,j, empleado para
indicar un tiempo oportuno para realizar una actividad especial, específicamente un hecho realizado por
Yahvéh, es un tiempo en el que Yahvéh decide actuar.

La idea de tiempo entonces, en el AT no se puede separar de Yahvéh su creador, quien permite tanto el
día como la noche, las estaciones, los años, los siglos, el transcurrir de cada uno de ellos, pero que a su
vez van encaminados hacia un propósito dirigido por él y para él.

2. CONCEPTO DEL TIEMPO EN EL EVANGELIO DE JUAN

De la lectura del evangelio de Juan surgen algunos interrogantes en cuanto a la forma como debe
interpretarse el término tiempo (y sus equivalentes) y es por esta razón que se hace difícil entender las
palabras de Jesús referentes al tema. Recordando las expresiones temporales analizadas en el primer
capítulo, se tratará cada una de ellas en el evangelio de Juan, teniendo en cuenta el pasaje en su
contexto con el fin de observar su significado en dicho evangelio.

Debido a que las palabras cro,noj,, kairo,j, y e;scatoj son de mucha importancia para el presente
trabajo, se desarrollará de forma más amplia en el capítulo III del presente trabajo el contenido
conceptual de estos vocablos en el evangelio de Juan.

2.1. w[ra

En el Nuevo Testamento w[ra se usa 93 veces, de las cuales 26 las encontramos en el evangelio de
Juan. Este sustantivo, de acuerdo con Lother Coenen: "designaba originariamente el paso o curso y
por ello llegó a significar el tiempo que transcurre regularmente y de ahí un determinado período
natural de tiempo, el momento oportuno para algo (kairós) o bien una determinada unidad de tiempo, la
hora"52[52]. Sin embargo, w[ra puede significar también año, día, instante, o bien una estación del año;
además, tratándose de hombres, puede referirse a una edad de la vida.

En unión con números ordinales w[ra sirve para fijar cronológicamente cualquier suceso en el
transcurso del día como en el caso de Jn 1:39 "Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba,
y se quedaron con él aquel día, porque era como la hora décima".

Con respecto a "la hora décima", Raymond anota lo siguiente:

Literalmente la "hora décima" eran las cuatro de la tarde, pues Juan cuenta seguramente las horas del
día a partir de las seis de la mañana. N. Walker, The Reckoning of Hours in the Fourth Gospel: Nov T
4 (1960) 69-73, ha vuelto a proponer la sugerencia de Belser y Westcott en el sentido de que, a
diferencia de los sinópticos, Juan cuenta las horas a partir de la media noche, como era costumbre de
los sacerdotes romanos, egipcios, etc. Afirma que las diez de la mañana tendría más sentido en el
presente contexto. Sin embargo, está claro que en el relato joánico de la muerte de Jesús, el día
siguiente, el de la Pascua, se empieza a contar a partir de la tarde de la víspera no a media noche; este
detalle está a favor de que las horas de la noche se contaban a partir de las seis de la tarde y las del día
a partir de las seis de la mañana53[53].

Parece que en algunas ocasiones poseen una importancia especial las anotaciones joánicas sobre el
tiempo, y por tal razón se sugiere que aquel día era un viernes, víspera de sábado. Por consiguiente, los
discípulos habrían permanecido con Jesús desde las cuatro de la tarde del viernes hasta la tarde del
sábado, en que se daba por finalizado este día, ya que no podían recorrer una distancia notable, una vez
que el sábado había comenzado con el atardecer del viernes.
Otro versículo donde se puede observar cronológicamente un suceso se encuentra en Jn 4:6 "Y estaba
allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la
hora sexta." De acuerdo con "la hora sexta", Raymond agrega:

mediodía. Literalmente, "la hora sexta". No parece muy normal la hora del día que ha elegido la
mujer para ir a buscar agua, pues esta tarea solía realizarse de mañana o al atardecer. No parece
muy verosímil la sugerencia de que esta escena se pone deliberadamente en relación con la
crucifixión, que también tiene lugar a mediodía (19:14) y en que Jesús también dijo que tenía sed
(19:28). Sin embargo, en el Dies Irae, el gran himno medieval, parece que se establece esta misma
conexión: "Quarens me sedisti lassus; redimisti crucen passus." La idea de que las horas han de
contarse a partir de la media noche en vez de las seis de la mañana cambiaría por completo el
sentido de la notación temporal de este versículo, que se referiría a las seis de la mañana. Esto iría
bien con la escena del pozo, pero no con el sentido de la "hora sexta" de Jn 19:14 "Era la
preparación de la pascua, y como la hora sexta. Entonces dijo a los judíos: ¡He aquí vuestro Rey!"
Donde difícilmente sería llevado Jesús ante Pilato al romper el día (cerca de las seis de la mañana;
v. 18:28) para ser sometido a un juicio en el que se incluirían la flagelación y los escarnios, y
recibir su sentencia a las seis de la mañana 54[54].

Esto vale especialmente para momentos determinados dentro de la historia de la pasión de Jesús. Al
igual que otros términos temporales como año, mes y día, w[ra también significa una duración
limitada de tiempo, en este caso una hora que puede medirse: "Respondió Jesús ¿no hay doce horas de
luz? El que anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo " (Jn 11:9).
52[52]
COENEN, Lothar. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento Vol. IV. Salamanca : Sígueme, 1984. p.276.
53[53]
BROWN, Raymond E. El Evangelio según San Juan I-XII. Madrid : Cristiandad, 1999. p. 288.
54[54]
Ibid., p. 411.
En general una hora es tenida por algo relativamente breve. Esto queda también de manifiesto en
pasajes donde evidentemente no se ha pensado sólo en un espacio temporal de 60 minutos como en el
caso de Jn 5:35 "El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un
tiempo (w[ran) en su luz.
De acuerdo con el evangelio de Juan, w[ra recibe su significado de acuerdo al acontecimiento que "ha
tenido, tiene o tendrá lugar" en una hora determinada. Y es por esa razón que Raymond 55[55] dice que
para los autores neotestamentarios no es, en absoluto, irrelevante el momento en que ha ocurrido algo,
pero para ellos es más importante aquello que da la calidad esencial a esta determinada unidad de
tiempo.

Lo anterior se puede observar en el ámbito humano. Por ejemplo: en la vida de la mujer la w[ra en
que tiene un hijo recibe su valor propio por el paso rápido de dolor a la alegría: "La mujer cuando da a
luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda
de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo" (Jn. 16:21). Con respecto a
"su hora", Raymond dice lo siguiente:

Su hora. El códice de Beza, P66, VL y VS dicen "día", pero nosotros seguimos aquí a la mayor
parte de los testigos textuales. Hay buenos argumentos por ambas partes para explicar los motivos
que pudieran haber inducido a los copistas a cambiar una palabra por otra. Puede argumentarse que
se insertó "hora" por ir más de acuerdo con la teología joánica, en que la pasión y la resurrección
constituyen "la hora" de Jesús; nótese también el empleo de "hora" en los vv. 25 y 32. Pero también
pudo insertarse "día" para establecer una referencia al "día del Señor" con sus tribulaciones y
dolores; nótese el uso de "día" en los vv. 23 y 2656[56].

El evangelio de Juan se refiere repetidamente a periodos concretos de tiempo, durante los cuales en
Jesús o bien por su medio acontecen cosas que revelan su autoridad y su dignidad incomparables. Este
es el caso por ejemplo de la w[ra en que Jesús sana al hijo de un noble (ayer a la hora séptima (a la
una de la tarde) Jn 4:52,53).
Juan en su evangelio subraya repetidas veces que estos signos milagrosos no han de servir a una
autoglorificación de Jesús, sino que remiten a Dios Padre. Pero para que la gloria de Dios pueda
brillar, debe esperarse la hora propicia, el kairo,j. Esto resulta válido, no sólo para las obras
milagrosas de Jesús (Jn 2:4), sino también para sus sufrimientos (Jn 7:30, 8:20, 13:1).

Analizando el evangelio de Juan es digna de atención especial de la connotación que se da a "la hora"
en el mismo. En los restantes evangelios, w[ra se refiere casi siempre a la hora del día, pero Juan usa
frecuentemente esta palabra para designar una etapa especial y significativa de la vida de Jesús.

Para determinar el contenido de "la hora", se analizará primeramente por separado los pasajes en que se
dice que aún no ha llegado o que va a llegar y en segundo lugar los que dicen que ya ha llegado.

2.1.1. No ha llegado la Hora: Para el análisis de esta oración, se tomarán las siguientes citas:

 Jn 2:4 " Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo mujer? Aún no ha venido mi hora."

55[55]
Ibid., p. 411.
56[56]
BROWN, Raymond E. El Evangelio según San Juan XIII-XXI. Madrid : Cristiandad, 2000. p.1073.
El hecho narrado en este versículo tiene lugar en Caná de Galilea, en donde Jesús es invitado con sus
discípulos (2:2). Sin embargo, Juan destaca la presencia de la madre de Jesús en las bodas (2:1,3). No
se sabe si Jesús dispuso el viaje de modo que pudiera estar en las bodas o si fue invitado con sus
discípulos después de llegar a Galilea. Si lo ocurrido fue lo último, resulta fácil de explicarse que
faltara vino. Puede que otros huéspedes inesperados hayan llegado también (v. 2).

María le trajo a Jesús la noticia de que se había agotado el vino. En su respuesta, dijo: ¿Qué tienes
conmigo, mujer? Según León-Dufour,57[57] tal vez María esperaba que Jesús aprovechara la
oportunidad para atraerse la atención en forma que promoviera su programa mesiánico. Pero su hora
no había llegado todavía. Referencias posteriores señalan la cruz como el punto preciso de su hora (Jn.
7:30, 8:20, 12:23, 13:1, 17:1).

Continúa Dufour diciendo : "Jesús quería que su madre comprendiera que la antigua relación entre
ambos (Lc. 2:51) había terminado. Ella no debía interponerse en su misión. Prudentemente, María se
abstuvo de discutir el punto. Si no podía darle órdenes, podía en cambio indicar a los sirvientes que
obedecieran las órdenes de él. Mostró así su confianza en él"58[58]

Teniendo en cuenta la parte en este texto que nos interesa con respecto al tiempo se analizará la frase
Todavía no ha llegado mi hora. ou;pw h[kei h` w[ra mou (Todavía no llega la hora mía)
en donde:

ou;pw : adverbio (todavía no, aún no) Con respecto a este adverbio, Raymond dice lo siguiente:

La antigua traducción de esta frase como una interrogación afirmativa ("¿Acaso no ha llegado mi
hora?"), apoyada por Gregorio de Nisa y Teodoro de Mopsuestia, ha sido sacada de nuevo a recluir
por Boismard, Du Bapteme, 156ss, y Michel, art. Cit. Se trata , en efecto, de una construcción griega
posible, cuando la frase empieza con la palabra oupo, por ejemplo, Mc 8:17. Sin embargo el término
oupo aparece doce veces en Juan, y en todos los demás casos tiene sentido negativo. La
comparación con la construcción, muy parecida, de 7:30 y 8:20 sólo serviría para convencernos de
que la frase tiene aquí sentido negativo, en consonancia con la negación implícita en "¿Quién te mete
a ti en esto?59[59].

w[ra : Sustantivo nominativo femenino singular común: La interpretación de "hora" en este


versículo puede tomarse como referida al momento de comenzar el ministerio de Jesús o al de su
glorificación inicial en virtud de su primer milagro resulta comprensible a la vista del contexto. Pero
se opone a ello todo el uso joánico del término, así como la reiteración del mismo en 7:6,8,30; 8:20, en
que se afirma que aún no ha llegado la w[ra de Jesús. Ha de rechazarse sobre todo la sugerencia de
que Jesús adelantó la hora de hacer milagros, a petición de María, ya que, en el pensamiento joánico, la
w[ra no depende de la voluntad de Jesús, sino de la decisión del Padre (12:27; también Mc 14:35).

Mou : (mía) Pronombre personal, genitivo singular. Con respecto a este pronombre, se puede
analizar lo siguiente: "hora" se usa con artículo determinado o con un adjetivo posesivo ("la hora",
"mi hora", "su (de Jesús) hora") y en aquellos otros en que "hora" va sin artículo ("una hora").
En los primeros casos se hace una referencia clara a un momento determinado de la hora de Jesús, cuya
mejor definición tenemos en 13:1: la hora de su retorno al Padre. Este retorno se realiza en la pasión,

57[57]
LEON-DUFOUR, Xavier. Lectura del Evangelio de Juan Vol. I. Salamanca : Sígueme, 1193. p.181.
58[58]
Ibid., p. 181.
59[59]
BROWN I-XII., Op cit., p. 320.
muerte y resurrección, y abarca desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua. En 7:30 y
8:20 se advierte que esta hora comprenderá también la prisión y la muerte de Jesús. La primera vez
que dice Jesús que ha llegado la hora (12:23) es después de su entrada triunfal en Jerusalén. Para
entonces ya ha decidido el Sanedrín darle muerte, ha sido ungido para la muerte y la venida de unos
gentiles es la señal de que los planes salvíficos de Dios están a punto de cumplirse. Como la salvación
no podrá ser efectiva sino mediante su muerte y resurrección, Jesús conoce entonces con toda seguridad
que la hora ya ha sonado.

En 12:23 y 17:1 vemos también que la hora incluye la resurrección y la ascensión al Padre; la hora, por
tanto tiene como fin la glorificación.

 Jn 4:21 "Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén
adoraréis al Padre."

Este versículo está dentro del texto del encuentro que tuvo Jesús con la mujer samaritana (Jn 4: 1-42) la
cual lo ha reconocido como profeta (v. 19), Jesús le responde diciéndole "Créeme" (con dativo, el verbo
pisteu,w puede tener el sentido débil de "tener confianza, fiarse de una persona", como en Jn 2:24;
4:50; 9:18.), que equivale sin duda al doble amén - en 5:25 - que procede a otro anuncio sobre "la hora
que viene". La revelación concierne aquí a la adoración del Padre en espíritu y en verdad. Los vv. 21-
24 comprenden cuatro frases. Dos de ellas comienzan de forma paralela: "llega la hora" (21b) y "¡sí!
Llega la hora y es ahora" (23a); el contenido del anuncio se expresa en futuro: "adoraréis..." y
"adorarán". La primera elimina toda indicación de lugar ("ni..., ni...": 21c), la segunda dice cuál es el
nuevo modo de la adoración (23b). Cada una de estas dos frases va seguida de una afirmación
explicativa en presente (22c y 24).

Con Jesús dice que llega la hora, el verbo en presente e;rcetai equivale a un futuro próximo. En 4:23
este anuncio se precisará mediante "y es ahora"). Según Harrison: "En este punto Jesús está en línea
recta con la tradición profética, que anunciaba que en la llegada del Mesías el conocimiento del Señor
llenará la tierra, como las aguas cubren el mar (Is 11:9)."60[60]

o[ti e;rcetai w[ra o[te ou;te evn tw/| o;rei tou,tw| ou;te evn
~Ierosolu,moij proskunh,sete tw/| patri,Å que viene una hora cuando ni en el monte
éste ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

La hora. En los manuscritos más antiguos w[ra va sin artículo. En este caso, o cuando no va
acompañado de un posesivo, w[ra en Juan no se refiere necesariamente a la w[ra de la glorificación.
Aquí, sin embargo, podría tener este significado. Con respecto a esto Brown dice lo siguiente:

Teniendo en cuenta los pasajes que hablan de "una hora", podemos preguntarnos si guardan alguna
relación con "la hora" de Jesús. Parece que estos pasajes aplican las consecuencias de la hora de
Jesús a los que creen en él. Por ejemplo, hay cuatro pasajes en que se dice: "Llega una hora." En
4:21, esta hora que va a llegar supondría un cambio en la manera de dar culto a Dios, en que tanto
Jerusalén como el Garizín perderán toda su importancia; en 5:28,29 se dice que traerá consigo la
resurrección de los cuerpos; en 16:2 marcará una época de persecución; en 16:25 traerá consigo un
conocimiento claro de lo que significan las palabras de Jesús (¿por la acción del paráclito?).
Evidentemente, estas referencias a la hora que ha de llegar nos remiten al periodo que sigue a la
resurrección de Jesús, cuando la fe en él ya se haya difundido. Los efectos que se producirán en esa
hora que ha de venir no tienen todos la misma inmediatez; ello significa que ninguna de las

60[60]
HARRISON, Everett F. Comentario Bíblco Moody. Grand Rapids : Portavoz, 1999. p.151.
sentencias de Jesús acerca de los acontecimientos futuros se sitúa en una perspectiva cronológica
clara.
El tercer pasaje, corresponde a unas palabras anunciadas durante la última Cena, en 16:32, referidas
a la dispersión de los apóstoles, seguramente con motivo de la muerte de Jesús. Pero aquella cena
formaba ya parte de la hora, y por ello puede decir Juan: "Una hora... ya ha llegado." Sin embargo,
como el efecto concreto de la dispersión tendrá lugar después de la cena, en un momento posterior de
"la hora", Juan puede decir con toda propiedad que se acerca la hora. 61[61]

Jn 4:23 dice: "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren". Analizando la
parte a del versículo se tiene.

Mas la hora viene y ahora es: Si se comparan estas palabras con el v. 21, se halla en Juan la misma
tensión escatológica que se advierte en las referencias de los sinópticos al reino, que se sitúa en el
futuro, pero que ya está próximo. La idea parece ser que ya está presente aquél que, llegada la w[ra de
la glorificación, hará posible adorar en Espíritu, porque va a otorgar el don del Espíritu.
En 4:23, esta hora futura, pero ya presente, es la de dar culto al Padre en espíritu y verdad; en 5:25
implica el don de la vida eterna a los espiritualmente muertos. Aunque el don del Espíritu, y por
consiguiente el don de la vida, no será efectivo hasta después de la resurrección (7:39; 20:22), en la
acción de Jesús a lo largo de su ministerio ofrecía ya a cuantos creían en él una anticipación de estos
dones celestes. Como dice Hovey : "Después
de todo, la acción del Jesús resucitado venía a continuar todo lo que ya se había iniciado durante su
ministerio, y por ello durante el ministerio puede decirse que los efectos de la hora van a llegar, pero
que ya están aquí."62[62]

Jn 5:25 "De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del
Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán". La hora viene y ahora es (cf. 4:23).
Jn 5:28 "No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros
oirán su voz;

Jn 16:2 "Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará
que rinde servicio a Dios".

Hora. No es seguro que aquí y en el v.4 se tenga un juego de palabras con el simbolismo joánico de la
"hora" de Jesús, si bien Hoskyns63[63], opina que la "hora" que trajo consigo el dolor de Jesús se
amplifica hasta abarcar también los sufrimientos de los discípulos. Sin embargo, en el concepto
joánico de la w[ra, el dolor y la crucifixión se subordinan al retorno de Jesús a su Padre.

La expresión "llega la hora" traduce a la manera joánica el comienzo de los anuncios proféticos o
apocalípticos: "Llegarán días en que...". Con respecto a esto Léon-Dufour afirma: "Por tanto, se vacila
en ver aquí una trasposición a los discípulos del tema de la "hora" propia de Jesús solo, teniendo en
cuenta que en el v. 4 la hora que viene es la de los perseguidores." 64[64] Sin embargo, Juan no deja de
aludir indirectamente a la comunión de los discípulos con Jesús, con quien los identificó el texto
anterior como objeto del odio.
61[61]
BROWN XIII-XXI., Op Cit., p. 1633.
62[62]
HOVEY, Alvah. Comentario Sobre el Evangelio de Juan. Trad. Sara A. Hale.Texas: Casa Bautista,1937,

p.156.
63[63]
HOSKYNS, Edwin. El Enigma del Nuevo Testamento. Buenos Aires : La Aurora, 1949.p.483.
64[64]
LEON-DUFOUR, Xavier. Lectura del Evangelio de Juan Vol. III. Salamanca : Sígueme, 1995. p.167.
Jn 16:4 "Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo
había dicho."

(Su) hora. Con respecto a este término, Raymond65[65] agrega que importantes manuscritos omiten el
pronombre posesivo, pero ello podría ser debido a un deseo de amoldar la expresión al "la hora". Si
bien cabe la posibilidad de entender "su" como referido a "estas cosas", lo más probable es que aluda a
la hora de los perseguidores. En Lc 22:53 dice Jesús a los sumos sacerdotes y a los que han ido a
prenderle en Getsemaní: "Ésta es vuestra hora".

Jn 16: 32 "He aquí viene la hora, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me
dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo." Con respecto a este versículo: Es
frecuente que se combine w[ra con o[te, "cuando, en que" (4:21,23; 5:25; 16:25), pero aquí y en otros
tres casos (12:23; 13:1; 16:2) se construye con i[na, Zerwick66[66], niega que hina tenga matiz final,
por lo que no advierte diferencia alguna de sentido en ambas construcciones. Pero no deja de resultar
tentadora la idea de que hina implique que lo sucedido fue para que se cumpliera la profecía de
Zacarías sobre la dispersión del rebaño.
2.1.2. Ha llegado la Hora:

Jn 12:23 "Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea
glorificado".
Jn 12:27 "Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he
llegado a esta hora.

Jn 12: 20-36 Este pasaje del capítulo 12 no está ligado al anterior (entrada triunfal en Jerusalén: 12.12-
19). Del hecho de que los griegos están en Jerusalén y hablaban con los discípulos diciéndoles que
querían ver a Jesús (v.20-22), se puede deducir que Jesús se encuentra allí. El texto consiste
esencialmente en un discurso de Jesús (v.23-32), introducido por lo que sirve de ocasión (v. 20-22) y
seguido por una exhortación a creer en la luz (v.35s). Su contenido se resume en la nota del evangelista
en el v. 33: Jesús acaba de decir "de qué muerte iba a morir".

Jesús había anunciado su muerte cercana y había señalado que el Hijo del hombre sería "elevado"
(3:14; 8:28), pero aquí declara que la hora ha llegado y que termina en la "gloria" (v.23, 28). Según
Léon-Dufour : "El cumplimiento de la hora tiene un alcance cósmico: es la victoria del Hijo sobre el
príncipe de este mundo y concierne a todos los hombres (v. 31s; cf. v. 24-26)."67[67]

En el v. 27 este discurso se convierte momentáneamente en una oración al Padre, cuya voz se hace oir
(v. 28). Se señalan dos intervenciones de la gente: la primera después del sonido de la voz del cielo; la
segunda, al final del discurso, da lugar a la invitación de Jesús a creer en él. Después de esto, el
narrador dice que Jesús "se ocultó de ellos" (v.37). Este relato dominado por el tema de la glorificaión
a través de la muerte, pone punto final a la vida pública de Jesús.

Jn 12:23. Este versículo es el título de todo el discurso. La hora, que no había llegado todavía cuando
fracasaban los intentos de prender a Jesús ( 7:30; 8:20), está ya allí, reconocida por él a través de un
signo de su gloria futura, la venida de los griegos. Continúa diciendo Dufour: "El discurso toma
65[65]
BROWN XIII-XXI. Op Cit., p. 1035.
66[66]
ZERWICK, Maximiliano. El Griego del Nuevo Testamento. Navarra : Verbo divino, 1997. p.428.
67[67]
LEON-DUFOUR, Xavier. Lectura del Evangelio de Juan. Vol. II. Salamanca : Sígueme, 1992.p. 364.
entonces un carácter existencial: es como si Jesús se hablara a sí mismo y no sólo a los que le rodean.
El discurso se refiere al misterio de la hora, definida ante todo como aquella en la que va a ser
glorificado el Hijo del hombre."68[68] Se sabe ya que esa hora incluye la muerte; aquí la expresión es
general: indica no solamente el paso pascual, sino también su culminación. El autor de esta
glorificación es el Padre, como indica el verbo "glorificar" en pasivo, utilizado por primera vez a
propósito de la hora. Se puede observar que desde el comienzo del discurso el Padre está presente en el
pensamiento de Jesús.

En Jn 12:27 "Ahora mi alma está turbada": el verbo teta,raktai es el mismo que en 11:33; sintetiza
la descripción sinóptica de aquel que está "lleno de pavor", "triste hasta morir...". Los críticos están de
acuerdo en reconocer en los v. 27-28 la trasposición del relato de Getsemaní. Juan hace eco, además, a
otro relato de la transfiguración, que no se refiere en su evangelio: la voz que viene del cielo y la
palabra del Padre vuelven a encontrarse en el v. 28. Juan conjuga las tradiciones sobre la turbación y la
gloria, en función de su presentación de la hora, que es a la vez pasión y glorificación.

En Juan, la hora "ha llegado", Jesús ya no puede pedir que le sea quitado el proceso de la pasión.
Cuando se interpreta la oración de 12:27 como ficticia, se presupone sin embargo que su contenido es
el mismo que en el relato de Getsemaní y que, por consiguiente, "salvar de la hora" significa "preservar
de la hora".

Pero el verbo "salvar" (sw,zw), propio de Juan en este contexto, no tiene ese sentido. Aparte de su
empleo en 11:12 en el sentido de "curar", en el cuarto evangelio designa la salvación en sentido
definitivo, opuesto al juicio (3:17; 12:47) y coincidiendo con la vida eterna (5:34; 10:9). No significa
nunca "preservar" de un peligro. Así pues, Jesús no pide, como en los sinópticos, que se le evite la
cruz. El objeto de su oración es la vida en plenitud.

Esta interpretación además corresponde a la perspectiva del discurso anterior (v.23-26), en donde se
subraya el aspecto "muerte", pero siempre con la contrapartida positiva de la vida producida a través de
la muerte; de este modo el anuncio de la hora llegada es el de la glorificación, el grano caído en tierra
da un fruto abundante, la vida eterna prometida al que no se aferra a su propia vida y el Padre recibe el
honor debido del discípulo que sirve. Aunque la turbación ha invadido a Jesús, su oración se refiere a
la victoria sobre la muerte.

Con respecto a este pasaje, San Agustín afirma lo siguiente:

Habiendo señalado la causa de haber dicho todas estas cosas, a saber, para que en El tuvieran paz en
las tribulaciones del mundo; y habiéndoles animado a tener confianza, porque él venció al mundo,
concluido el sermón, que a ellos se enderezaba, dirige sus palabras al Padre y da comienzo a su
oración. Y así continúa diciendo el evangelista: Estas cosas dijo Jesús, y, levantados los ojos al
cielo, exclamó: Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo. Hubiera podido el Señor, unigénito y
coeterno del Padre, en la forma de siervo y en cuanto siervo, si necesario fuera, orar en silencio; mas
quiso aparecer como suplicante ante el Padre, acordándose de que era nuestro maestro. Y así, la
oración que hizo por nosotros nos la dio a conocer a nosotros, ya que no sólo las pláticas a ellos
dirigidas por tan excelente Maestro sino también su oración por ellos al Padre servía de edificación a
los discípulos. Y si era de edificación para ellos, que la escuchaban, también había de serlo para

68[68]
Ibid., p.366.
nosotros, que le habíamos de leer escrita. Por tanto , al decir: Padre, ha llegado la hora; glorifica a
tu Hijo, manifestó que todos los tiempos, y cuando había de hacer o dejar de hacer algo, eran
dispuestos por Aquel que no está sujeto al tiempo; por que todas las cosas que han de ser, cada cual
en su tiempo propio, tienen su causa eficiente en la sabiduría de Dios, en la cual no existe el tiempo."
No se crea pues que esta hora vino por casualidad, sino por la ordenación de Dios. Como tampoco
una fatal necesidad sideral determinó la pasión de Cristo, porque no se puede pensar en que las
estrellas forzasen a morir a Cristo, su Creador. No fue, pues, el tiempo el que impelió a Cristo a la
muerte, sino que El determinó el tiempo en que había de morir, como determinó el tiempo en que
debía de nacer de una virgen, juntamente con el Padre, del cual nació sin tiempo. 69[69]

Jn 17:1 "Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado;
glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;"

Ha llegado la hora. Ya se ha visto la misma expresión en 12:23 y 13:1; evidentemente, "la hora" es un
período de tiempo de bastante duración; empieza con las primeras señales de que se ha puesto en
marcha el proceso que llevará a Jesús hasta la muerte y finaliza con su vuelta al Padre.

La única vez que se empleó "la hora" sin modificación, durante el discurso final fue en 13:1, y en ello
se basa Bultmann70[70] para su reordenación en que 17:1 sigue inmediatamente a 13:1. Piensa este autor
que "consciente de que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre"sería una buena
introducción a la plegaria que Jesús dirige al Padre en relación con la hora.

Juan utiliza en dos pasajes kairo,j,, "el momento" (señalado)" como sinónimo de "hora". En 7:6,8
anuncia Jesús: "Para mí no ha llegado el momento." Estos versículos se parecen al uso de "hora" en
2:4; 7:30; 8:20. El hecho de que en Mt 26:18, en un ambiente que precede inmediatamente a la Última
Cena, Jesús dice: "Mi momento (kairo,j,) está a punto de llegar."

Junto a los pasajes en que w[ra figura en sentido temporal y cristológico, en el NT desempeñan un
papel importante las concepciones escatológicas del tiempo. Desde los evangelios hasta el Apocalipsis
se anuncia claramente, junto a la fe en la hora de la plenitud lograda por Cristo, la expectación de una,
hora última, la cual desembocará en la hora suprema del juicio (Jn 5:24ss). Es cierto que nadie, ni tan
siquiera Jesús, sabe indicar exactamente "el día y la hora" (Mc 13:32; Mt 24:36,44,50; 25:13).

2.2. cro,noj

En el N.T. aparece cro,noj 54 veces, de las cuales 4 de ellas se encuentran en el evangelio de Juan:
Jn 5:6, 7:33, 12:35, 14:9. En otras porciones bíblicas encontramos otros versículos con la idea
implícita de tiempo cro,noj: como en el caso de: Jn 14:19 "todavía un poco (de tiempo)" y Jn 16:16
"Todavía un poco (de tiempo)".

Cro,noj como los restantes términos que expresan tiempo, sirve ante todo para determinar un
período de tiempo o incluso un instante. Así la duración más o menos larga de una situación o de una

69[69]
SAN AGUSTÍN. Tratado Sobre el Evangelio de Juan. Madrid : Católica, 1957.p.587.
70[70]
BULTMANN, Rudolf. Teología del Nuevo Testamento. Salamanca : Sígueme, 1981. p.60.
actividad se describe con la palabra cro,noj (cf. Jn 5:6: una enfermedad larga). Cro,noj puede,
finalmente, señalar un período breve de tiempo (Jn 7:33; 12:25).

2.2.1. Jn 5:6 "Cuando Jesús lo vió acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo:
¿Quieres ser sano?

Este versículo se da en un contexto donde se celebraba la fiesta de los judíos y Jesús había subido a
Jerusalén (v.5:1). Hay en Jerusalén, junto al estanque de los rebaños, un lugar que los judíos llaman
Betesda. Tiene cinco portales (v.2), y allí yacían muchos inválidos, ciegos, cojos y paralíticos
(esperando el movimiento de las aguas) (v.4). entre ellos había un hombre que llevaba treinta y ocho
años inválido (v.5). Viéndolo Jesús allí acostado y notando que llevaba ya mucho tiempo inválido, le
preguntó: "¿Quieres ser sano? (v.6). El inválido le contestó: "Señor, no tengo a nadie que me meta en
el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo." (v.7)
Cuando Jesús lo vió acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?
Parece que lo único trascendente con respecto a la palabra tiempo, es mostrar la duración de la
enfermedad de aquella persona, es decir, un lapso de treinta y ocho años (v. 5).

Con respecto a esta duración, Raymond dice lo siguiente: "No se dice que hubiera permanecido junto
al estanque todo ese tiempo. La sugerencia es que la cifra tiene un valor simbólico (por ejemplo, los 38
años de peregrinación de Dt 2:14) es innecesaria. En los milagros del NT es frecuente indicar que la
enfermedad en cuestión no era una dolencia temporal; la mujer de Lc 13:11 llevaba 18 años enferma.
Es una manera de indicar que se trataba de casos desesperados."71[71]

En este pasaje el tiempo cro,noj es un tiempo limitado de 38 años, que constituyen el periodo en el
cual un hombre estuvo enfermo.

2.2.2. Jn 7:33 "Entonces Jesús les dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que
me envió."

El envío de los alguaciles para arrestar a Jesús (Jn 7:32) ha indicado que la situación se va agravando y
que se acerca el momento de su muerte. Por eso Jesús, que sigue todavía en el templo enseñando
anuncia su partida (Jn 7: 33-36).

A diferencia de lo que ha hecho hasta ahora, no anuncia su muerte en términos que sugieren su
glorificación o que el don de su persona habría de ser fuente de vida (6:51). Habla de su desaparición
para invitar a los oyentes a comprometerse con él, ya que se va acortando el tiempo de su presencia.
De acuerdo con esto, Xavier Leon dice: "Según la tradición sinóptica, Jesús predicó a veces la
urgencia de la conversión, ya que su ministerio inauguraba el reino de Dios: "Sabéis reconocer el resto
del cielo y la tierra, ¿y el tiempo presente como es que no lo sabéis reconocer?" (Lc 12:56), y amenazó
con la perdición definitiva (Lc 13:3,5). En Juan, es el exordio el que da el tono: "Por un poco de
tiempo..."(fórmula frecuente: 12:35, 13:33, 14:19, 16:16-19). Jesús seguirá estando con ellos; pero
pronto "se vuelve" al Padre y ya no lo podrán encontrar. La advertencia es grave, ya que la revelación
acaba con la desaparición del revelador."72[72]

71[71]
BROWN I-XII, Op Cit., p. 459.
72[72]
LEON-DUFOUR Vol. II, Op cit., p.182.
En los versículos 34, 36, "me buscaréis y no me hallaréis" podía evocar a los oídos de los judíos la
llamada a buscar a Dios, dispuesto a dejarse encontrar, a buscarlo con todo el corazón y continuamente
(v.39). Esta llamada está sin duda en el trasfondo de la palabra de Jesús. Pues bien, ante el Enviado
deberían ahora los judíos "buscar y encontrar".

La exhortación de Jesús en 7:33 se convierte en 8:21 en una amenaza explícita contra los fariseos que
corren el riesgo de "morir en su pecado (de incredulidad)". En un tono muy distinto, se dirigía a los
discípulos en el discurso de despedida (13:33).

La frase "...y a donde yo estoy (eimi), vosotros no podéis ir" (v. 34), indica que Jesús cambia
definitivamente de lugar. Esto supone que el verbo griego eimi toma aquí un sentido futuro: "a donde
yo estaré". Con respecto a esto Hovey 73[73] dice que de hecho, como conviene mantener el presente y
leer "donde yo estoy", Jesús deja vislumbrar, como en un abismo, su propio misterio. Si vuelve al lado
del Padre, en realidad está siempre con él.

Jesús anuncia que va a abandonar el mundo. Sin embargo, según Juan, el Resucitado sigue estando
presente en medio de los suyos. Es verdad, pero para cada hombre el momento de la opción decisiva
tiene lugar a lo largo de su breve historia personal; habrá un "antes" y un "después" del encuentro, un
"todavía no" y un "demasiado tarde". Con respecto a esto Dufour afirma: "No se trata de admitir una
doctrina, una verdad intemporal, sino de reconocer el kairós, el tiempo de la visita."74[74]

Con respecto al versículo 7:33, San Agustín escribe lo siguiente:

Queriendo decir con esto: Pronto seré glorificado con la resurrección, pero no subiré inmediatamente
al cielo, sino que aún "estoy con vosotros un poco de tiempo; conforme está escrito en los Hechos de
los Apóstoles, que después de su resurrección estuvo con ellos durante cuarenta días, entrando y
saliendo, comiendo y bebiendo, no porque tuviese necesidad de comer y beber, sino para manifestar
la necesidad de su carne, que ya no tenía necesidad de comer, pero que tenía el poder de hacerlo. ¿A
estos cuarenta días se refirió cuando dijo: Aún estoy con vosotros un poco de tiempo, o a algún
otro tiempo? Puede También entenderse de este modo: Aún estoy con vosotros un poco de tiempo;
como vosotros, en esta flaqueza de la carne también estoy yo hasta que muera y resucite, porque
después de resucitado estuvo, sí, con ellos cuarenta días, manifestándoles su presencia corporal,
pero no participando con ellos de la humana flaqueza.

Hay además otra presencia divina, escondida de los sentidos corporales, de la que así mismo dice:
He aquí que yo estoy con vosotros hasta la consumación de los siglos. Ciertamente no es esto lo que
significa: Aún estoy con vosotros un poco de tiempo; pues no es poco tiempo hasta la consumación
de los siglos. Y aunque todo este tiempo sea un poco de tiempo (porque el tiempo vuela, y mil años
ante el Señor son como un día o como la velada de una noche), sin embargo, no debemos creer que
aquí quiso dar a entender este tiempo, por lo que, continuando, añadió: Me buscaréis, y, como dije a
los judíos, a donde yo voy vosotros no podéis venir. Después de este poco de tiempo que estoy con
vosotros, ciertamente me buscaréis, pero a donde yo voy, no podéis venir vosotros. ¿Acaso después
del fin del mundo no podrán ir ellos a dónde él va? Entonces ¿por qué en este mismo sermón ha de
decir poco después: Padre quiero que donde yo estoy estén ellos con migo? No habló, pues, de
aquella presencia suya con la que ha de estar con los suyos hasta la consumación de los siglos,
cuando dijo: Aún estoy con vosotros un poco de tiempo; sino que habló de la flaqueza mortal con
que había de estar con ellos hasta su pasión o de aquella presencia corporal con que estaría con ellos
hasta su ascensión. Cualquiera de estas dos interpretaciones que se elija, no está en pugna con la fe.
73[73]
HOVEY, Op Cit., p. 227.
74[74]
LEON-DUFOUR. Vol. II, Op Cit., p. 183.
Y para que no le parezca a alguno poco conforme con la verdad este sentido que damos a las
palabras Aún estoy con vosotros un poco de tiempo, o sea, el tiempo que el Señor estuvo en carne
mortal con sus discípulos hasta su pasión, atienda a lo que después de su resurrección dice por otro
evangelista: Os he dicho estas cosas cuando aún estaba con vosotros; como si entonces ya no
estuviese con ellos, que le acompañaban, le veían, le tocaban y hablaban con otros, sino cuando aún
estaba en la carne mortal en que vosotros estáis? Entonces estaba resucitado en la misma carne, pero
ya no estaba con ellos en la misma carne mortal. Y así como allí, vestido ya de la inmortalidad de la
carne, dijo con toda verdad: Cuando aún estaba con vosotros, donde no puede entenderse sino
Cuando aún estaba con vosotros en carne mortal, así también aquí no es un poco de tiempo, como si
dijese: Aún por un poco de tiempo soy mortal, como vosotros. Pasemos , pues, adelante. 75[75]

2.2.3. Jn 12:35 "entonces Jesús les dijo: Aún por un poco (de tiempo) está la luz entre vosotros;
andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en
tinieblas, no sabe a donde va.

En este pasaje, Jesús no responde directamente a la pregunta de la multitud. En vez de hablar del Hijo
del Hombre o del Mesías, insiste en que su presencia como luz va a durar ya muy poco. Parece que
esto apenas tiene relación alguna con el Hijo del Hombre, pero se debe recordar que el cap. 9 se inicia
con la imagen de Jesús como luz del mundo (9:5) y finaliza con la identificación del mismo Jesús con
el Hijo del Hombre (9:35-37). Con respecto a esto Harrison dice: "Es de notar que la descripción
isaiana del Siervo doliente, constituye el trasfondo de la idea de la exaltación en gloria, ofrece también
un transfundo a la imagen de Jesús como luz. Is 49:5-6 presenta al Siervo como luz de las naciones,
del mismo modo que Juan retrata a Jesús como luz en el contexto de la llegada de los griegos."76[76]

La multitud está preocupada por conocer la naturaleza y la identidad del Hijo del Hombre, pero para
Jesús es mucho más importante que piensen en el juicio que está asociado con ese Hijo del Hombre, un
juicio que exige acercarse a la luz para no sumergirse en las tinieblas. Y esto es urgente, pues la
oportunidad de acercarse a la luz va a durar ya muy poco. Jesús por consiguiente, pone fin a su
ministerio entre los judíos con una nota de desafío. Si la hora ya ha llegado, eso significa que es
también el momento de que la luz desaparezca de este mundo.

2.2.4. Jn 13:33 "Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos,
así os digo ahora a vosotros: A donde yo voy, vosotros no podéis ir."

Un poco. En el evangelio de Juan tenemos dos casos de la expresión e;ti cro,non mikro.n:
"Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros" (7:33); "Aún por un poco está la luz entre vosotros"
(12:35). En el v. 12:35, se omite chrónos, "tiempo, rato" y se utiliza el neutro mikron como sustantivo.
Encontramos eti ("todavía, sólo, apenas") mikro.n aquí y en 14:19, pero en 16:16 se omite e;ti.
Bultmann,77[77] indica que se trata de una expresión de fuerte sabor semítico, que no es normal en
griego. Sin embargo Raymond afirma: "La expresión apenas indica una duración cronológica, como
puede verse por el hecho de que se usa en 7:33, cuando Jesús tiene aún por lo menos seis meses de
vida ante sí, y en el contexto actual, cuando a Jesús le quedan tan sólo unas horas de vida. Es una
expresión usada en el AT por los profetas para indicar en tono optimista la inminencia de la salvación
(Is 10:25; Jr 51: 33)."78[78]
75[75]
SAN AGUSTIN, Op Cit., p. 353.
76[76]
HARRISON, Op Cit., p. 167.
77[77]
BULTMANN., Op Cit., 445.
78[78]
BROWN XIII-XXI, Op Cit., p. 930.
Jesús se dirige a los suyos que le rodean. Al respecto Dufour dice : "lo mismo que el patriarca que, a
punto de morir, reúne a sus descendientes para darles su testamento: "hijitos". Pero esta palabra no va
seguida del anuncio explícito: "Voy a morir" (cf. Gén. 50:24); aquel que va hacia su glorificación en
Dios, ¿podía decir, como David: "Voy a emprender el camino de toda la tierra" (I Re. 2:2), es decir, el
sheol?"79[79]

Jesús anuncia a sus discípulos que pronto estará lejos de ellos. El verbo u`pa,gw ("irse"), y utilizado
por Marcos en el contexto de la "entrega"de Judas, para decir que el Hijo del hombre "se va como está
escrito" (Mc. 14:21), designa en el lenguaje propio de Juan la muerte de Jesús como separación de los
discípulos y del mundo: la presencia en la tierra de Cristo termina con el acto deliberado de aquel que
sabe adónde va o, mejor dicho, adónde vuelve.

Este anuncio recoge expresamente lo que Jesús había dicho a los "judíos" en 7:33s y 8:21. Aunque se
mantienen en una buena disposición para con él, los discípulos son asimilados a los incrédulos en
cuanto que son totalmente incapaces de llegar a donde él va. De acuerdo con Harrison 80[80], este primer
versículo evoca la condición humana tal como la concibe Juan, como un dato de hecho: el terreno de
Dios es de suyo inaccesible al hombre. Detrás de esto se reconoce, no sólo la noción de la alteridad y
de la trascendencia de Dios, sino la larga experiencia de un fracaso: desde los orígenes, los hombres en
su conjunto no han acogido la luz del Logos que viene a ellos (cf. 1:10s), prefiriendo las tinieblas; el
resultado de ello ha sido una profunda alienación. Lo mismo que la idolatría que caracteriza a las
"naciones", la infidelidad persistente de Israel es un leitmotiv del Antiguo Testamento; en el
Deuteronomio, Moisés denuncia la conducta rebelde del pueblo en el pasado y muestra su temor de que
se perpetúe.

Sin embargo, aquí Jesús no añade, como al dirigirse a los "judíos": "no me encontraréis" (7:34) o
"moriréis en vuestros pecados" (8:21). Tan sólo afirma su incapacidad para llegar al "lugar" adonde él
se dirige. Pero Jesús no indica expresamente, como lo había hecho en 7:33, que se va "a aquel que (lo)
ha enviado". El recuerdo del anuncio anterior tendría que bastar para que sus discípulos se acordasen
de la precisión que dio entonces. Aun sin esto, ¿no deberían ellos adivinarlo, al estar tan familiarizados
con Jesús? Gracias a esta omisión, que deja entre paréntesis el lugar aludido, puede entablarse ahora el
diálogo con la pregunta de Pedro: "¿Adónde te vas?". Pero antes nos encontramos con los versículos
34-35 sobre el mandamiento nuevo.
2.2.5. Jn 14:9 "Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido,
Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo pues, dices tú: Muéstranos al Padre?

El capítulo anterior a este pasaje (13:31-38) anunciaba el tema de la partida de Jesús; la parte del
discurso final que sigue está dedicada a dar respuesta a los problemas que plantea su marcha, pero no
los problemas relacionados con lo que ha de suceder a Jesús (su glorificación es simplemente
mencionada), sino los problemas que se plantearán a los discípulos que Jesús deja tras de sí.

El capítulo 14 comienza con la nota de la seguridad que se da a los discípulos de que no quedarán
separados de Jesús, porque él volverá para llevarlos consigo (v.3) Tomás descubrió un doble problema
en las palabras de Jesús. Puesto que ni él ni los otros conocían el punto de destino, ¿cómo habrían de
conocer el camino? (v.5). Jesús entonces afirma que él es el camino para llegar al Padre (v.6); la idea
era que los discípulos no habían logrado conocer a Cristo tal como en realidad era.

79[79]
LEON-DUFOUR., Op cit., p.68.
80[80]
HARRISON., Op cit., p.156.
Sin embargo, no había excusa por no conocer al Padre como al Hijo. El versículo nueve es la respuesta
a una proposición hecha por Felipe a Jesús en el v. 8: "...Señor, muéstranos el Padre, y nos basta."
Jesús responde: "¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe?..." De
acuerdo a este pasaje, el "Tanto tiempo hace" quiere decir que todo el tiempo pasado (desde que los
escogió) que Jesús había estado con los discípulos, dentro de los cuales se encontraba Felipe, y no le
había conocido realmente. Sin embargo, Jesús le dice (v. 11): "Créeme que yo soy en el Padre, y el
Padre en mi; de otra manera, creedme por las mismas obras.

El Padre y el mismo Jesús responderán a sus demandas (vv. 12-13); vendrá a ellos el Espíritu Santo
como una forma de la presencia continuada de Jesús (v. 16-18). Cuando en el v. 18 Jesús dice:
"volveré" a vosotros, ha de interpretarse probablemente en términos de la venida del Espíritu Santo.
Sin embargo, según Raymond: "hemos de preguntarnos por la referencia original de estas palabras si,
como es probable, en algún momento fueron independientes de la promesa del Paráclito. Los Padres
latinos pensaban que se refería a la parusía prometida en 14:2-3. El versículo 19 implica que esa
venida se producirá dentro de poco tiempo, pero ello no es obstáculo a esta interpretación, ya que la
frase no constituye en realidad una indicación cronológica (ver 13:33), y las palabras "aquel día" del v.
20 estarían a favor de la parusía."81[81]

Pero en el versículo se dice que el mundo no verá a Jesús, y ello no encaja con la idea de la parusía,
por lo tanto continúa diciendo Raymond: " Los Padres orientales en general entendieron que se hacía
referencia a las apariciones de Jesús después de la resurrección; en esta interpretación se toma al pie de
la letra el 'de aquí a poco'."82[82]

En el v. 20 Juan da un paso más y propone la idea de que, si los cristianos han recibido la vida de Jesús,
habrán de reconocer que se trata de una vida compartida por el Padre y el Hijo.
En el v. 14:19 "Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo
vivo, vosotros también viviréis." En este versículo implica que esa venida se producirá dentro de poco
tiempo. Según Raymond "De aquí a poco (Eti mikron) se refiere al intervalo que habrá de transcurrir
hasta la etapa escatológica, como puede verse por la referencia del próximo versículo al cumplimiento
de la promesa de ver a Jesús 'aquel día'."83[83]

2.2.6. Jn 16:16 "Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al
Padre"

El v. 16 ilustra la grave dificultad que supone determinar qué significa exactamente en el último
discurso el retorno de Jesús. Si se estudia el v. 16 como una sentencia pronunciada en el contexto de la
última Cena, a primera vista parece que se entendiera así: Jesús morirá en breve, y por ello dentro de
poco ya no le verán los discípulos, pero dentro de otro poco volverán a verle, pues después de ser
sepultado, resucitará y se les aparecerá.

Pero en la descripción que hace Juan del estado de los discípulos después de ver a Jesús hay ciertos
elementos que no encajan bien con una referencia a las apariciones después de la resurrección. Es
cierto que en la perspectiva joánica se cumplieron hasta cierto punto las promesas de alegría y paz
(16:20-22,24,33) en las apariciones de Jesús resucitado (20:20,21,26), pero, ¿puede decirse que
aquellas apariciones significaron realmente "una alegría que nadie podrá quitaros"? Gran parte de lo

81[81]
BROWN XIII-XXI, Op Cit., p. 974.
82[82]
Ibid., p. 974.
83[83]
Ibid., p. 967.
que dice Juan en 16:16ss anticipa una unión con Jesús más permanente que la establecida en las
apariciones después de la resurrección.

En el v. 23ª se promete a los discípulos un conocimiento pleno, de forma que ya no necesitarán hacer
más preguntas. Este conocimiento tan profundo difícilmente se hubiera alcanzado en la etapa siguiente
a la resurrección durante la que Jesús se les apareció. El tema de hacer peticiones y obtenerlas (23b-24,
26) parece implicar un largo período de tiempo.

De acuerdo con Raymond: "Se ha propuesto otra solución. Agustín entendió el segundo "poco" del v.
16 como referente al período que precederá a la parusía, y sugiere que los discípulos (los cristianos)
verán de nuevo a Jesús cuando él venga al final de los tiempos."84[84]

Dentro de poco. Mikro.n; cf . nota 13:33. En otras sentencias parecidas (7:33; 12:35 y 13:33), en que
Jesús afirma que estará (todavía) un poco con sus oyentes, suele añadir la amenaza de que se dispone a
partir a un lugar donde ya no podrá ser visto. En 14:19 tenemos un paralelo del versículo que
comentamos: "De aquí a poco el mundo no me verá más; vosotros sí me veréis."

Ya no me veréis. La negativa es ouvke,ti. El verbo es qewre,w, mientras que en el verso siguiente


será o,ra,w (o;yesqe,), que según algunos alude a una visión espiritual más profunda.
Pero poco más tarde. De acuerdo con Hovey: "La idea de que pasará poco tiempo antes de encontrar
la felicidad junto a Dios aparece, dentro de un contexto apocalíptico, en Is 26:20: "Escóndete todavía
un poco hasta que haya pasado la ira del Señor." Es interesante este pasaje, porque Is 26:17 es parte del
v. 21."85[85]

Me volveréis a ver. "La tradición greco-bizantina, junto con las versiones latina y siríaca, añade:
"Porque voy al Padre." Esta frase, que en 7:33 sigue a una sentencia relativa al tema de no ver más a
Jesús, ha sido introducida para justificar la segunda cita del v. siguiente (17). Pudo ocurrir que un
copista pensara que las dos citas del v. 17 se habían tomado del v. 16.

La advertencia de la prueba en el v.16 "Dentro de poco ya no me veréis" tiene su equivalente en el v.32


"¡Cuando se acerca la hora, o cuando ha llegado, de que os disperséis...!. La nota de consuelo que
acompaña a esta predicción en el v.16 "pero poco más tarde me volveréis a ver" corresponde a la del v.
33 "para que gracias a mi tengáis paz".

Las intervenciones de los discípulos en los vv. 17-19 y 29-30 se relacionan explícitamente con la
referencia en el v. 19. Finalmente, los dos grupos más extensos del discurso (vv. 20-23ª; 23b-28) tienen
casi la misma amplitud, y cada uno de ellos es introducido con la fórmula "sí, os aseguro". Ambos se
refieren a lo que habrá de suceder a los discípulos "en ese día" (vv. 23ª y 26), cuando haya llegado del
todo "la hora" (vv. 21 y 25). En el primero se promete a los discípulos (vv. 20-23ª) una alegría
duradera (vv. 20-22) y el conocimiento (v.23ª); en el segundo (vv. 23b-28) se les promete que sus
peticiones serán otorgadas (vv. 23-24, 26) y el conocimiento (v. 25).

2.3. kairo,j

84[84]
Ibid., p. 1084.
85[85]
HOVEY, Op Cit., p. 394.
En el NT kairo,j aparece 85 veces, de las cuales 3 se encuentran en el evangelio de Juan. Los
versículos en los cuales aparecen la palabra kairo,j en el evangelio de Juan, son tres, de los cuales
dos de ellos guardan relación al tema del presente trabajo, por esta razón serán analizados en este
trabajo:

Jn 7:6 "Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está
puesto."

Juan, al igual que los otros evangelios, coinciden unánimes en afirmar que Jesús no fue comprendido
por su entorno familiar. Sus hermanos, que le habían seguido de Caná a Cafarnaúm (2:12), no
entienden su misión; para ellos, es un hombre como los demás. Les resulta desconcertante su
comportamiento, a juzgar por la contradicción que subrayan (7:4). Si dejando la oscura Galilea ( cf.
1:46; 7:52) Jesús se desplazase a Judea, demostraría que sabía manejarse entre el público influyente,
incluidos sus discípulos, y obtendría notoriedad. Había que aprovechar la ocasión que ofrecía la fiesta
de las tiendas, dado que se reunían entonces en Jerusalén numerosos peregrinos. De ahí el imperativo:
"¡Manifiéstate al mundo!" (7:4). Sin embargo el evangelista comenta: "Ni siquiera sus hermanos..."
(7:5).

En su respuesta Jesús señala otra oposición entre dos clases de tiempo, el suyo y el de sus hermanos.
Con respecto a las palabras "mi tiempo", Raymond dice lo siguiente: "Este término, kairós, tiene en
general un significado teológico, como designación del momento salvífico decisivo, más profundo que
chrónos que ordinariamente se refiere al tiempo del calendario. "Momento" es en Juan una alternativa
de "hora" (cf. 2:4); en Mt 26:18,45 encontramos exactamente la misma alternancia. Aquí, en el v. 6, los
dos usos de "momento" tienen significados distintos: en el primer caso se alude a la hora salvífica de la
muerte de Jesús; en el segundo, se trata de una referencia más genérica."86[86]

En los dos casos el término es kairo,j, que no debe confundirse con cro,noj, que es el tiempo del
reloj. Designa el momento singular que cualifica un acontecimiento o una acción. La diferencia entre
el "tiempo de Jesús" y el de sus hermanos se percibe en el contraste entre los adverbios "todavía no" y
"siempre". Según Léon-Dufour : " Para Jesús, el momento de la partida a Judea depende de un
designio que le da su sentido; para sus hermanos, la decisión no depende más que de su antojo. Según
el pensamiento bíblico, para el judío que permanece interiormente ante Dios, el tiempo está
secretamente impregnado de su presencia y marcado por sus intervenciones" 87[87] Ordinariamente,
kairo,j, designa un momento que tiene importancia en el destino de un ser y en el que se
percibe la voluntad de Dios. Continúa diciendo Dufour : "El hombre que no se preocupa de Dios se
determina sin más referencia que las circunstancias de este mundo, y el tiempo se desarrolla para él sin
profundidad ni relieve."88[88]

En el v. 7 la oposición entre dos maneras de vivir el tiempo se convierte en oposición entre Jesús y el
"mundo". Según Dufour : "Este vocablo, utilizado por los hermanos, recibe un sentido negativo que,
desde el prólogo (1:10), no había tenido en el evangelio: el "mundo" designaba toda la humanidad a la
que Dios ama y en la que se hace presente la luz del Hijo. Aquí sigue designando a los hombres, pero
en cuanto que rechazan la revelación divina. Y Jesús toma aquí la decisión contraria al proyecto de sus
hermanos; en vez de querer seducir al mundo, da testimonio de su iniquidad."89[89]
86[86]
BROWN I-XII. Op Cit., p. 590.
87[87]
LEON-DUFOUR Vol. II, Op Cit., p. 170.
88[88]
Ibid., p. 171.
89[89]
Ibid., p. 172.
Con respecto al versículo de Jn 7:8. "Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque
mi tiempo aún no se ha cumplido." Harrison dice: "No ha llegado. Literalmente, 'se ha cumplido'. En
el NT, y sobre todo en relación con la pasión (19:24,36), es común el tema del cumplimiento
escatológico del AT o de los planes divinos.90[90]

Algo decisivamente nuevo y constitutivo para cualquier concepción cristiana del tiempo es la
convicción de que con la venida de Jesús ha empezado un kairós absolutamente singular, que califica
todos los restantes tiempos. Mc 1:15 lo pone gramaticalmente de manifiesto. El tono básico de la
proclamación de Jesús es: ha comenzado la hora del cumplimiento, el
reino de Dios se está manifestando ya aquí y ahora; pronto llegará la catástrofe que servirá de
introducción a la venida definitiva. Aprovechad el tiempo antes de que sea demasiado tarde; está en
juego la muerte o la vida.

El tiempo de gracia que esperaron los profetas ahora con Cristo es un hecho ( Rom 3:21; 1 Pe 1:10ss;
Rom 16:25s; Ef 3:8ss; Col 1:26). Quien ahora le escuche tendrá vida eterna (Jn 5:25; cf. 3: 36; 10:27s).
Con la vida, y especialmente con los sufrimientos y la muerte de Jesús, ha fenecido el eo,n antiguo, y
con el nu,n kairo,j,, el tiempo de ahora, de la justicia divina, la única verdadera (Rom 3:26), se ha
iniciado una época nueva, ha hecho eclosión la plenitud de los tiempos (sobre kairo,j, como
designación del tiempo del sufrimiento cf. Jn 7:6s; Rom 5:6: "en su momento, Cristo murió por los
culpables"). "La salvación se ha buscado en el mundo su propio tiempo y su propio lugar, para
transformar desde dentro el tiempo y el espacio, que constituyen las coordenadas esenciales del
mundo, es decir, para redefinirlos desde ahí como el tiempo y el espacio de Jesús.

2.4. aivw/n ( aivw/noj )

Este vocablo es atestiguado más de 100 veces en el NT. En Juan aparece 12 veces. En dicho evangelio
se encuentra unido con las preposiciones eivj o evk. Se puede observar que en el NT se usa para
designar el tiempo sin fin. Encontramos en forma negativa las palabras evk tou/ aivw/noj en Jn
9:32 para expresar jamás (se escuchó que se curase un ciego de nacimiento).

Con respecto a este sustantivo, Coenen dice: "En el NT este sustantivo puede referirse a: Largo tiempo,
duración, con lo que se puede aludir, tanto a un tiempo limitado exactamente como a un tiempo
ilimitado, sobre todo si el término va unido a una preposición. El significado de eternidad es acertado
sólo bajo ciertas condiciones, porque el pensamiento veterotestamentario sobre el tiempo, por lo cual
viene determinado principalmente el neotestamentario, es incapaz de concebir la eternidad como
categoría opuesta a la temporalidad."91[91]

Observando aivw/n en el evangelio de Juan, encontramos citas en las que significa lo siguiente:

En Jn 8:35 se refiere al esclavo que no permanece para siempre en casa, aquí podría escucharse ya una
referencia escatológica. Más claramente aún aparece esto por el contexto de Jn 10:28: "Mis ovejas
nunca se perderán". En Jn 14:16, la promesa de que el Espíritu Santo permanecerá en la comunidad
podría referirse al futuro de esa comunidad.

90[90]
HARRISON.,Op cit.,p.155.
91[91]
COENEN, Lothar. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento Vol. IV. Salamanca : Sígueme, 1984.p.264.
Se piensa, finalmente, en el futuro escatológico, que no está ligado ya al mundo y a sus condiciones, en
las promesas hechas a los creyentes en Jn 4:14. En todo esto es siempre el contexto que determina tal
significado.

Jn 14:16 " Y yo rogaré al Padre, y os dará otro consolador, para que esté con vosotros para siempre."
Con respecto a la porción Para que esté para siempre con vosotros, Raymond dice:
Quienes creen que estas palabras subyacen un original arameo sugieren que el hina, conjunción
griega que expresa intención, es una traducción errónea del relativo arameo de (= "que esté con
vosotros"). Esta hipótesis no es necesaria, ya que en la frase hay realmente un matiz de intención.
Los manuscritos que contienen el verbo "ser" (= estar) presentan considerables variantes en cuanto a
la secuencia de las palabras; al mismo tiempo hay numerosas pruebas a favor de la lectura
"permanecer" (menein). Hay autores que también en este caso encuentran un apoyo para su tesis de
un original semítico, ya que en hebreo se usa frecuentemente el verbo "ser = estar" con el sentido de
"permanecer", por ejemplo, el griego de Mt 2:13 refleja este uso semítico: "Estad (es decir,
permaneced) allí hasta que yo os diga."92[92]

Para Juan, vida eterna, es la adhesión a Cristo en la fe, en la esperanza y en el cumplimiento de los
mandatos de Cristo (Jn 3:15s; 5:24; 17:3). Con la palabra "eterna" se insinúa aquí una cualidad
determinada: se trata de una vida distinta de la existencia de antes, dominada por el odio, el desamor y
el pecado, el dolor y la muerte. Por eso la vida eterna no empieza en el futuro; ya ahora es posesión de
aquellos que han entrado en comunión con Cristo (así Jn 3:15: "tenga vida eterna", en presente).

Pero también hay un sentido temporal, de manera que el adjetivo "eterna" (vida eterna) indica la
"cantidad" de esa vida: puesto que pertenece a Cristo, que es la vida en persona (Jn 14:6). Esta vida no
tiene fin, y no cesará aún con la muerte (8:51; 11:25s). Además es digno de notarse que en el NT no se
habla de una muerte eterna, porque la concepción de eternidad se corresponde hasta tal punto con la
vida, que incluso la negación de la vida
eterna sólo puede ser concebida como una perdición "vivida". También aquí "eternidad" es siempre
tiempo experimentado, vivido y convertido en vivencia (cf. por el contrario cro,noj,).

Evidentemente, "vida" es un término teológico favorito de Juan, hasta el punto que puede decirse que el
cuarto Evangelio es el evangelio de la vida, pues en 20:31 se dice que la intención fundamental con que
se escribió fue "que tengáis vida en su nombre". De acuerdo con lo anterior, François Vouga dice lo
siguiente:

Esta expresión zoe aionios, "vida eterna", aparece diez y siete veces en Juan y otras seis en 1 Juan.
(Aion, "edad", "eon", "segmento de tiempo" es la traducción hebrea de 'olam, un periodo de tiempo
sin comienzo ni fin visibles).
Aún sin el adjetivo cualificativo aionios, zoe no se refiere en Juan a la vida natural. Para designar la
vida que finaliza con la muerte se emplea el término psych (13:37; 15:13). Esto no significa que no
fuera la vida natural la que originalmente pudiera sugerir el uso de "vida" como símbolo para
expresar un don especial de Dios. La vida natural es la posesión más valiosa del hombre; la "vida",
por consiguiente, es un excelente símbolo para designar el más valioso de los dones divinos a que el
hombre pudiera aspirar.93[93]

92[92]
BROWN XIII-XXI, Op Cit., p. 965.
93[93]
VOUGA, François. Una Teología del Nuevo Testamento. Tad. Pedro Barrado. Navarra : Verbo divino, 2001.p. 89.
La expresión hebrea subyacente al griego zwh, aivw/noj aparece por primera vez en un libro
protocanónico del AT, Dn 12:2, donde se dice que los justos que ya murieron despertarán para
~l'A[ yYEx;, "la vida de la edad eterna". Lo raro que resulta esta expresión se explica por el
hecho de que hasta una etapa muy tardía del AT no aparece explícitamente atestiguada la creencia en
una vida que trasciende a la muerte.

En el evangelio de Juan, "vida eterna" se trata ante todo de la vida misma con que vive
Dios, que el Hijo de Dios posee también porque la ha recibido del Padre (5:26; 6:57). El Hijo tiene un
destino específicamente orientado hacia los hombres, pues es la Palabra divina pronunciada con el
propósito de dar la vida eterna a los hombres (1:4; 1 Jn 1:1-2) y es precisamente para cumplir este
propósito por lo que el Hijo ha venido a los hombres y vive entre ellos (Jn 10:10). Por lo que a los
hombres se refiere, Jesús es vida (11:25; 14:6); sus palabras son espíritu y son vida (Jn 6:63).

En griego, para referirse a vida, se usan las expresiones zwh, y Bi,oj. Según Horst Balz94[94], como en
otras religiones, el concepto de "vida" se usa en el cristianismo primitivo para designar la salvación. Es
común al AT, al judaismo y al cristianismo el término de "el Dios vivo". En común con el judaísmo de
pensamiento apocalíptico, que espera una resurrección, el cristiano tiene la esperanza de la dzoe
aionios, "la vida eterna" después de la resurrección de los muertos, la vida del eón futuro. Este
concepto aparece también en casi todos los escritos del NT.

Bi,oj aparece 9 veces en el NT. Este término se encuentra en Marcos y Lucas, en las epístolas
pastorales (cartas primera y segunda a Timoteo) y en la primera carta de Juan. En cambio Biwtiko,j se
halla tan sólo en Lc. 21:34 y 1 Cor. 6:34. En contraste con zwh,, se observa que bi,oj / biwtiko,j, no
describen en el Nuevo Testamento ningún bien salvífico. Se refieren más bien al ámbito de lo humano
y secular y comprenden los intereses y preocupaciones de la existencia material. A veces bi,oj
aparece con el significado de bienes (riquezas) o herencia Lc. 15:12,30, 1 Jn. 3:17.
Otro significado de bi,oj se encuentra en 1 Tim. 2:2, donde se observa que la vida civil se encomienda
a la protección de las autoridades. En 2 Tim. 2:4 se advierte que no debe perderse en los asuntos
ordinarios de la vida cotidiana. En Lc. 8:14, bi,oj designa sencillamente a la vida humana, cuyos
cuidados y satisfacciones distraen al hombre del destino que Dios le ha señalado. Señala Balz que :
"bíos, en la parénesis cristiana primitiva, se considera como un ámbito que está en competencia con las
exigencias que Dios impone al hombre.95[95]"

De acuerdo con lo anterior, los hombres sólo pueden recibir la vida de Dios si creen en él (3:16; 5:24;
20:31). ¿Cómo se comunica esta vida? La vida natural surge cuando Dios infunde su espíritu o su
aliento sobre el polvo de la tierra (Gen 2:7); también la vida eterna se comunica cuando Jesús insufla el
Espíritu Santo de Dios sobre sus discípulos (Jn 20:22). El Espíritu es la fuerza vivificadora (6:63), pero
el Espíritu sólo podrá ser comunicado una vez que Jesús haya derrotado a la muerte (7:39).

Según Brown96[96], las diferencias existentes entre la vida divina y la vida natural son ante todo de orden
cualitativo, la mejor traducción de zoe aionios sería "vida eterna" en vez de "vida perdurable", ya que
en la segunda traducción se destacaría ante todo el matiz de la duración. Pero con ello no negamos que
en Juan pueda darse también el matiz de "perdurable". Si la muerte no puede destruirla, es evidente

94[94]
BALZ, Horst y SHCHNEIDER, Diccionario Exegético del Nuevo Testamento. Vol I. Salamanca : Sígueme,1996.
p.1746.
95[95]
BALZ., Op Cit., p.657.
96[96]
BROWN XIII-XXI., Op cit., p.966.
que esta vida no tiene un término preestablecido. En 6:58 se dice: "Quien coma de este pan vivirá para
siempre".

2.5. e;scatoj y h`me,ra

Se tatarán estos dos vocablos al mismo tiempo, porque se encuentran unidos en todos los versículos
donde aparece el vocablo e;scatoj y en un alto porcentaje en los versículos donde aparece el
sustantivo h`me,ra.

El adjetivo e;scatoj se halla atestiguado 52 veces en el NT, de las cuales 8 de ellas se encuentran en el
evangelio de Juan. El sustantivo h`me,ra aparece 389 veces en el NT de las cuales 24 se encuentran
en dicho evangelio.

2.5.1. e;scatoj : En amplios sectores del NT e;scatoj aparece en diversos contextos como por
ejemplo en Mc. 12:6, el dueño de la viña envía como último a un hijo suyo. Cuando los saduceos
preguntan a Jesús acerca de la resurrección, le hablan de la muerte de los siete hermanos; "en último
lugar (igual a la última de todos) murió también la mujer" (Mc.12:22). Mateo y Lucas emplean aquí (y
también en Mt 21:37) el término u[steron en lugar de e;scatoj. (u[steron, que es un término
empleado con bastante frecuencia por Mateo, designa una sucesión temporal en el sentido de "luego,
más tarde", en vez del final irrevocable expresado más bien por e;scatoj).

Este sentido de "último" aparece también cuando se hace referencia al último día (el séptimo o el
octavo) como punto culminante de la fiesta de los tabernáculos, que duraba siete días (Jn. 7:37).
Con respecto a este vocablo, Coenen dice lo siguiente:

La lengua griega emplea el término éschatos para designar el punto final de una serie de estados de
cosas pensada sin solución de continuidad. Esto corresponde con el pensamiento naturalista griego
que presenta "lo más lejano" primero espacialmente como "confín del mundo" (Demóstenes, Ep. 4,
7; Jenefonte, Vect. 1, 6; Teócrito, 15, 8). Desde un punto de vista éschatos designa el punto extremo
de una gradación, tanto positiva como negativa (Píndaro, Od. 1, 113: lo supremo culmina en los
reyes; Platón, Resp. 361ª: la máxima injusticia; Gorg. 511d: el peor peligro). En Aristóteles el
término señala la conclusión de un razonamiento lógico, y sirve con ello a la sistematización de la
secuencia del pensamiento (An. III, 10,433 a 16).
La dimensión temporal se expresa en miradas ocasionales al fin (p. Ej. Diodoro Sículo, 19, 59, 6: La
decisión última, es decir, concluyente y definitiva) y en la designación comprehensiva de Dios como
el primero y el último. En el ámbito del pensamiento griego es evidente que no se ha desarrollado
una comprensión del tiempo escatológica, es decir, orientada hacia una finalidad futura o hacia un
término futuro del transcurso de la historia.97[97]

En el evangelio de Juan e;scatoj pasa a tener una función de una promesa escatológica y universal
que se distingue por la venida de Jesús (Jn 11;24). El evangelio de Juan toma del AT un concepto
escatológico, el "último día", que está estrechamente vinculado con las tradiciones del día de Yahvéh
(ver 1.2.1. y 3.1.3.).

97[97]
COENEN, Lothar. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento Tomo III. Salamanca : Sígueme, 1983. p.76.
2.5.2. h`me,ra : Es bueno recodar que h`me,ra puede entenderse, o bien como un intervalo de
veinticuatro horas que incluye por consiguiente, la noche o también a un intervalo de tiempo mayor que
rebasa los límites del día natural, por ejemplo, al tiempo de la vida, o de un modo genérico, al tiempo.
El evangelio de Juan toma del AT un concepto escatológico, el último día ", que está estrechamente
vinculado con las tradiciones del "día de Yahvéh" (ver 1.2.1.)
En la conversación entre Marta y Jesús en torno a Lázaro, que ha muerto, el evangelio de Juan hace que
la hermana, en medio de su duelo, dé testimonio de la fe tradicional en la resurrección: "El resucitará
en la resurrección en el último día" (11:24). A lo cual replica Jesús: "Yo soy la resurrección y la vida.
El que cree en mi, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mi, no morirá jamás" (11:25s).

Algunos de los versículos que tienen en común las palabras e;scatoj (postrero) y h`me,ra
(día) son:

a. Jn 6: 39 " Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda
yo nada, sino que lo resucite en el día postrero."

El último día (día postrero). Alusión al día del juicio, lo mismo que en 11:24 y 12:48. En este caso se
trata de la resurrección de los justos; compárese con la doble resurrección de buenos y malos de que se
habla en los vv. 28-29.

Jn 6: 40 " Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él,
tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero."
Jn 6: 44 " Ninguno puede venir a mi, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día
postrero."
Jn 6: 54 " El que come de mi carne y bebe de mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día
postrero."

b. Jn 7: 37 " En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si
alguno tiene sed, venga a mi y beba."

El último día , el más solemne. Surge un interrogante con respecto a este día: ¿Se trata del séptimo o
del octavo día? Teniendo en cuenta que el octavo día se añadió tardíamente a las fiestas, era más bien
un día dedicado al descanso que a las celebraciones. Según Raymond : "las palabras que en esta
ocasión pronuncia Jesús encajan mejor en el séptimo día. La calificación de "el más solemne" también
cuadra mejor el séptimo día. De hecho, dado que "el más solemne" falta en algunos manuscritos
menores, esta frase podría ser una adición posterior precisamente para indicar que se trataba del
séptimo día."98[98]

c. Jn: 12:48 " El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he
hablado, ella le juzgará en el día postrero."

Jn 12:48 recoge la idea veterotestamentaria de un juicio en el último día. Pero esta idea tradicional es
interpretada como: la palabra de Jesús califica escatológicamente ya desde ahora al creyente en virtud
de la aceptación o del rechazo de la palabra. En ese aspecto se anticipa ya el juicio en la palabra de
Jesús. Al encontrarse uno con el Revelador se encuentra con Dios mismo, y se efectúa el juicio, en el
cual la voluntad de Dios domina como voluntad de salvación y de redención ( "vida eterna" ).

98[98]
BROWN, I-XII., Op Cit., p. 607.
En el evangelio de Juan hay que mencionar tres características, que parecen estar íntimamente
relacionadas con la refundición de la escatología tradicional. Se trata, en primer lugar, de la expresión
que es única en el NT (y en los escritos apocalípticos) que habla de el "último día". En Juan 11:24 el
evangelista, le da quizás una nueva interpretación mediante los vv. 25s, pero que en los demás lugares
podría haber sido insertada redaccionalmente para corregir una comprensión unilateral de la escatología
joánica de presente (6: 39,40,44,54; 12:48).

En segundo lugar, la expresión cristiana primitiva "aquel día", a la que ordinariamente se da un sentido
futuro, recibe una nueva interpretación. En el discurso joánico de despedida la expresión se refiere al
día de la nueva comunión actual con el Señor exaltado, un día en el cual ellos le "conocerán" y, por
tanto, no tendrán ya nada que "preguntar" (14: 20; 16:23,26)

En tercer lugar, "mi día", que Abrahán vio y en el que se regocijó (Jn 8:56), es seguramente el día del
Mesías, es decir, el tiempo de la revelación (cf Jn 9:4; 11:9)

d. Jn 16 : 16-33 (16:23,26)
Jn 16: 23 "En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto
pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará". Esta expresión aparece aquí y en el v. 26; cf. nota a 14:20.

Jn 16:26 "En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,"

Raymond dice de este "aquel día" : "cuando la hora mencionada en el v. 25 haya llegado a su plenitud.
En el v. 23 se dijo: "Este día no me preguntaréis nada." Se trata de preguntas en demanda de noticias y
conocimiento, no de peticiones; ahora vemos que "en ese día" se harán también peticiones."99[99]

De los cuatro evangelios, sólo en Juan se encuentra una alusión explícita al "último día" (evsca,th|
h`me,ra|: Jn 6:39; 44:54; 11:24; 12:48), que recoge la expresión profética del "día de Yahvéh" y la
lleva más allá. La característica decisiva del "último día" es, según el testimonio de Juan, la
resurrección de los muertos, puesto que el juicio para los incrédulos (12,48) presenta sólo su carga
negativa. Con ello en la expectación escatológica de los profetas está en primer término, no el
pensamiento del juicio, sino la salvación universal.

En todo el evangelio de Juan, hay la expectación de una w[ra, la w[ra de Jesús; la w[ra oportuna
para su obra. La convicción de que con la venida de Jesús ha comenzado un kairo,j absolutamente
singular, que califica todos los restantes tiempos. El tiempo de gracia que esperaron los profetas ahora
con Cristo es un hecho. La salvación se ha buscado en el mundo su propio lugar y su propio tiempo,
para quien ahora le escuche tenga vida eterna. Se ha iniciado con Jesús una época nueva, ha hecho
eclosión la plenitud de los tiempos.

3. ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE XRONOS, KAIROS y ESCATOS :


IMPLICACIONES PARA UNA TEOLOGÍA ESCATOLÓGICA.

El Nuevo Testamento habla del tiempo preferentemente con las palabras y conceptos que indican la
duración temporal como cro,noj, el momento puntual (kairo,j), el día (h`me,ra) y la hora (w[ra).

99[99]
BROWN XIII-XXI, Op Cit., p. 1074.
Son conceptos que no pueden separarse con absoluta precisión, aunque hay que tener en cuenta que
kairós designa el momento puntual aislado, mientras que h`me,ra, evsca,th| h`me,ra| y w[ra
se refieren al tiempo escatológico.

3.1. Conceptos cro,noj, kairo,j y e;scatoj dirigidos hacia una teología escatológica
en Juan

De los conceptos cro,noj, kairo,j y e;scatoj se establecerá un paralelo entre ellos, con el fin de
observar el aporte que estas palabras hacen a la teología escatológica, de acuerdo con el evangelio de
Juan. Se tratarán por separado cada una de ellas.

3.1.1. cro,noj

Ninguna de las expresiones que sirven para designar el tiempo en el Nuevo Testamento tiene por objeto
el tiempo concebido como una abstracción. Esto es también verdad para el término cro,noj. Este
término no es nada como en la filosofía griega en donde designa el tiempo en sí, con los problemas que
implica. En el Nuevo Testamento se halla "cro,noj", en una relación concreta con la historia de la
salvación, con un sentido próximo a kairo,j y aivw/n; se refiere a un tiempo de salvación, un tiempo
el cual no está determinado por el hombre sino por la consumación de su obra y su regreso al Padre
(7:33).

Según Coenen100[100], más importantes que las indicaciones genéricas de tiempo son aquellos pasajes en
que chrónos aparece inmediatamente como tiempo pleno en su contenido. Esto empieza al hablar del
tiempo del nacimiento (Lc. 1:57) se continúa en la fórmula histórico-salvífica de la acción de Dios en el
desierto durante 40 años (Hech. 13:18; cf. sobre ello Ex. 16:35; Nm. 14:34; Dt. 1:31) y encuentra su
culminación en una serie de afirmaciones cristológicas. Pues con Jesucristo el tiempo recibe de una
vez para siempre la plenitud decisiva.

Continúa diciendo Coenen101[101] que los autores neotestamentarios no se interesan por especulaciones
sobre la constitución o sobre una posible naturaleza sustancial, o quizás divina, del tiempo; también
queda lejos de ellos la reflexión metodológica sobre el tiempo como categoría. Su reflexión se orienta
preferentemente a Jesucristo como figura que ha dado la afirmación de Gál. 4:4 "pero cuando se
cumplió la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo..." La expresión empleada aquí, plenitud del
tiempo, según Coenen102[102], "debe ser entendido claramente como apuntando el momento en que el
chrónos queda lleno, lo cual equivale a decir que el tiempo, en el sentido del transcurso temporal,
alcanzó su medida plena, es decir, tocó a su fin"

Sin embargo, con la muerte de Jesús no terminó en absoluto el tiempo de salvación. Jesús mismo había
hablado claramente de un fin del mundo no excesivamente lejano (Mc. 13; Mt. 24s) y con ello había
instruido a los fieles sobre un tiempo intermedio que se extendería desde pascua hasta la parusía. Una
y otra vez se ocupan los autores neotestamentarios del tiempo restante (cf. 1 Pe. 4:2) y de los
acontecimientos del tiempo final. Aquí es característico de la concepción cristiana del tiempo que ya
de antemano quedaron excluidos cálculos astrológicos, por ejemplo, en Mt. 2:7,16.
100[100]
COENEN VOL IV., Op cit. p.274.
101[101]
Ibid., p.274.
102[102]
Ibid., p.275.
De acuerdo con Tuggy 103[103], es cierto que se citaron algunos "signos de los tiempos" como la aparición
de falsos doctores y de quienes se ríen de todo (Jd. 18), pero esto debía servir de estímulo a la
vigilancia más que de invitación a especulaciones sobre el final. Dios era el Señor del tiempo:
privilegio suyo fue determinar la hora definitiva para la consumación de su reino ( cf. Hech. 1:6s). Ni
los ángeles ni tan siquiera Jesús sabían cuando llegaría el escatológico "día del Señor" (Mc. 13:32);
llegará como un ladrón de noche ( 1 Tes. 5:1ss).

3.1. 2. Kairo,j

El uso pagano de esta palabra significa para Stagg 104[104] la ocasión particularmente propicia para
emprender algo, es decir, el momento del que se habla mucho tiempo antes sin conocer su vencimiento.
Generalmente, un momento nos parece propicio para la ejecución de tal o cual proyecto, lo cual se
convierte en un kairós. En este sentido le dice Félix al apóstol Pablo en Hech. 24:25: "Cuando llegue
el momento, te volveré a llamar."

En el Nuevo Testamento, el uso de este término, aplicado a la historia de la salvación, sigue siendo el
mismo. Pero con la salvedad de que ya no se trata de apreciaciones humanas; es un decreto divino que
hace de tal o cual fecha un Kairo,j, y ello con miras a la realización del plan divino de la salvación.
Cullman con respecto a este plan dice lo siguiente : "Este plan, en su realización, está ligado a unos
kairoi, a unos momentos escogidos por Dios, por lo que es una historia de la salvación. No son todas
las partes de la línea continua del tiempo las que forman la historia de la salvación propiamente dicha;
sino mejor estos Kairoi, estos puntos aislados en el conjunto del curso del tiempo"105[105].

El Nuevo Testamento no da más razón a la "elección" que Dios hace de los Kairoi que "la propia
autoridad de Dios." Un ejemplo de esto se observa en Hech. 1:7 en donde dice: "No os toca a vosotros
saber los tiempos ( Kairoi) o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad ". Por tal razón no es
dado a los hombres, ni si quiera a los discípulos, el conocer la fecha de los Kairoi que han de venir.

El sentido que el Nuevo Testamento da al término kairo,j se halla bien expresado en el pasaje del
evangelio de Juan 7: 3ss., en donde Jesús les dice a sus hermanos : "Mi Kairo,j (para ir a Judea) no ha
llegado todavía; para ustedes el Kairo,j es siempre bueno" (v.6). En otras palabras lo que Jesús quiere
decir a sus hermanos es que para ellos no hay Kairo,j , en el sentido de que este término tiene relación
con la historia de la salvación.

Esta misma idea, aunque sin usar el término Kairo,j sino w[ra, se halla presente en el relato de las
bodas de Caná en Jn 2:1-12, en donde, según Cullmann 106[106], esto constituye el paralelo exacto de la
perícopa: Jn 7: 1-13. Cuando Jesús dice a su madre: "Mujer, ¿por qué te inmiscuyes en lo que me
concierne a mi? Mi hora no ha llegado todavía", esta respuesta equivale a la que dará a sus hermanos
en el capítulo 7.

103[103]
TUGGY, Alfred E. Léxico Griego Español del Nuevo Testamento. Bogotá : Mundo Hispano, 1996.p.975.
104[104]
STAGG, Frank. Teología del Nuevo Testamento. Trad. Arnoldo Canclini. Cuarta Edición. U.S.A. : Casa Bautista
de Publicaciones, 1993. P.300.
105[105]
CULLMANN, Oscar. Cristo y el Tiempo. Barcelona : Estela, 1968. p.29.
106[106]
Ibid., p.31.
Así pues para los demás el término Kairo,j se aplica únicamente en sentido profano, allí donde
depende solamente del hombre decidir si un kairós es favorable o no. Y precisamente, esto les
aconteció a los hermanos de Jesús, pues ellos pueden en todo tiempo subir a Jerusalén, pero para Cristo
no es igual, puesto que se sitúa en el centro mismo del plan divino de la salvación cuyos kairoi están
exactamente fijados por Dios.

Por tal razón, tanto en el pasado, así como en el presente y en el porvenir, existen Kairoi divinos
distintos los unos de los otros y su reunión forma la línea de la salvación. Sin embargo para
Ratzinger107[107], esta concepción de los momentos distintos en los cuales Dios, en su revelación, opera
la salvación en cumplimiento de su plan, no está ciertamente ligada a la sola expresión de kairós sino
que se emplean otros términos temporales utilizados especialmente en el Nuevo Testamento y
relacionados igualmente con el pasado, con el presente y con el porvenir. Tales como los términos:
"día (h`me,ra) " y "hora (w[ra)".

3.1.3. e;scatoj

Para designar el momento en que llegará el fin del mundo, el cristianismo primitivo tomó del judaísmo
la noción de "día del Señor" (hw"hy> ~Ay)108[108]. Pero ocurre que los acontecimientos
decisivos ligados a la obra de Jesús, de aquel que se manifestó según la carne, reciben también ellos la
designación particular de "día" u "hora" que es el término utilizado por Juan.

Es importante, ante todo, recordar los numerosos pasajes del evangelio de Juan en que Jesús habla de
su "hora", con el cual siempre quiere expresar la hora de su muerte 109[109]. Es el punto central, la hora
central, para la historia de Cristo y para toda la historia bíblica. Y surge de ella una luz que alumbra a
las otras horas en el relato de Juan acerca de la vida de Jesús110[110].

Es realmente interesante ver cómo el evangelio de Juan, fija algunos relatos con una precisión
cronológica importante. Un ejemplo de esto se encuentra en Jn. 1:39; 4:6. "Era como la hora décima..."
Al respecto Cullmann dice : "La única explicación plausible es la siguiente: el autor de este cuarto
evangelio quiere mostrar que esta vida, en la cual la salvación se realiza verdaderamente, está ligada al
tiempo fijado por Dios. El tiempo de Cristo no es "siempre favorable" como el de sus hermanos
incrédulos (Jn 7:6)"111[111].

En el Evangelio de Juan se encuentra una alusión explícita al "último día" (e;scath h`me,ra);
6:39s, 44,54; 11:24, 12:48, que recoge la expresión profética del "día de Yahvéh" y la lleva más allá.
Para Coenen112[112], la característica decisiva del "último día" es según el testimonio de Juan, la
resurrección de los muertos, puesto que el juicio para los incrédulos (12:48) presenta sólo una cara
negativa. Con ello en la expectación escatológica de los profetas está en primer término, no en el
pensamiento del juicio, sino la salvación universal.

107[107]
RATZINGER, Joseph. Curso de Teología Dogmática "Escatología". Tomo IX. Barcelona : HERDER,1984.p.170.
108[108]
Ver capítulo I. Numeral 1.2.1.
109[109]
Ver capítulo II. Numeral 2.1.
110[110]
CULLMANN, Op Cit., p. 32.
111[111]
CULLMANN., Op cit. p. 32.
112[112]
COENEN, Lothar. Diccionario Teológico del Nuevo Testamento. Vol. III. Salamanca : Sígueme, 1983. p.79
Para Cullmann113[113], cuando se habla de juicio y escatología, se debe notar que en griego el verbo
krínein tiene un sentido básico de separar, distinguir, entresacar, escoger, discernir; y de ahí decidir,
disputar, juzgar, parecer, criticar. Puede también usarse algunas veces como "condenar", "pasar
sentencia negativa", sinónimo de katakrínein.

Uno de los puntos centrales del Nuevo Testamento es la espera del juicio final, cuyo día sólo Dios
conoce (Mt 24:36). Día del Señor, es decir de Jesucristo, puesto que éste volverá en gloria para juzgar
a la humanidad. Día de triunfo y gloria para los creyentes fieles, pero de condenación para todos los
enemigos de Dios. De acuerdo con Casabó : "El cuadro final conserva los elementos apocalípticos,
cósmicos e históricos del AT.; pero ya no se plantea en beneficio de un pueblo determinado, y se
mantiene acentuada la individualización de la responsabilidad y de sus consecuencias.114[114]"

Continúa diciendo Cullmann115[115], que en todo el NT krínein y sus derivados se usan prevalentemente
dentro de un contexto escatológico, y están reservados al juicio final. Además toman un sentido
predominantemente negativo, como juicio condenatorio. En Juan tal carácter se vuelve exclusivo
cuando hable del juicio de Dios o de Cristo. El verbo krínein adquiere matiz de condenación. Cuando
el sujeto del juicio es el hombre, suele haber más énfasis en el acto de juzgar; pero siempre con
tendencia condenatoria.

Por la forma como Jesús habla durante su vida del juicio que realiza o que se realiza con su venida
(5:22, 27, 30; 8:16; 12:31) pero sobre todo por Jn. 3:19ss, se difundió ampliamente en los últimos
años como uno de los elementos primordiales de la teoría de la escatología realizada 116[116], la
interpretación de la actualización del juicio por la presencia de Jesús.

Quienes sostienen esta escatología según Casabó, argumentan lo siguiente:

El cuadro mitológico del juicio final que los sinópticos heredaran de la apocalíptica judaica -con su
pintura de fuego y ángeles, trompetas y cataclismos, y del Hijo del Hombre viniendo sobre las
nubes acompañado de las legiones celestiales para separar a su derecha e izquierda las ovejas de los
carneros-, habría sido desmitologizado por Juan, quien lo redujo a su esencia teológica y en lugar
de protraerlo al final de los tiempos, los mostró como ya realizado al venir Cristo con todos los
demás acontecimientos escatológicos: muerte, juicio, resurrección, acceso a la vida eterna, ocurren
en el momento en que Cristo habla o su mensaje es anunciado, y en el que los hombres con su
decisión, por su fe o incredulidad, toman partido por o contra Cristo. El juicio es que la luz ha
venido al mundo... El juicio se realiza ya, ahora: los que creen se salvan; los que no creen ya están
condenados. El juicio escatológico resulta radicalizado, hecho actual en cada instante de la
historia.117[117]

A pesar de la amplia aceptación lograda por la escatología realizada, continua diciendo Casabó118[118],
que el estudio cuidadoso de los textos joánicos evidencian que no se da en ellas tal eliminación de la
perspectiva escatológica final. De su visión dual de "arriba" y "abajo", Juan tiene indudablemente un

113[113]
CULLMANN, Op Cit., p. 181.
114[114]
CASABÓ S., José María. La teología Moral en San Juan. Madrid : FAX, 1970. p.181.
115[115]
CULLMANN, Op Cit., p. 181.
116[116]
Ver Capítulo III. Numeral 3.2.
117[117]
CASABO.,Op Cit. p.183.
118[118]
Ibid., p. 184.
sentido lineal del desarrollo temporal, con momentos claramente determinados por una decisión divina
: el mundo es creado - el Verbo se hace carne - la "hora" de Jesús - Jesús se va y vuelve - el último día.
La expectación del último día tan típica del Judaísmo tardío y de todo el NT aunque con énfasis
distinto, se halla presente en el cuarto Evangelio (5:24; 6:34,40,44; 11:24; 12:48; 13:19; 14:27-29;
15:6; 21:22).

En el NT se produce una diversificación respecto al juicio escatológico del AT. La justificación se


separa de la salvación definitiva y también del juicio. La justificación se hace presente con la venida
de Jesús. En cambio el juicio, si bien continúa siendo anunciado y con más énfasis aún, se mantiene
sin embargo dentro del horizonte escatológico de la segunda venida de Cristo.

Para Vila119[119], la primera venida de Cristo es salvífica y la justificación no se presenta bajo formas
jurídicas. En cambio la segunda es como juez escatológico y definitivo; el marco es netamente
procesal. Jesús en su encarnación no tiene el aspecto de justiciero anunciado. En Juan, Jesús afirma
repetidamente que ha venido a salvar, no a juzgar al mundo (3:17; 8:15; 12:47). Parece darse por lo
menos la primera parte de esa separación neotestamentaria entre salvación y juicio.

Por otra parte, Jesús afirma indudablemente que en el último día el será el juez, que todo poder y juicio
le ha sido entregado por el Padre, que a su voz resucitarán unos para la vida y otros para la condenación
(5:22,27,28-30); o que su palabra juzgará a los que la han rechazado (12:48). Parecería pues darse aquí
también esa separación entre la primera venida salvífica y la segunda venida como juez.

La palabra de Jesús confronta al hombre a lo largo de su vida; si la rechaza, ella le condenará en el


"último día" (12:48). Casabó agrega : "Así como los "juicios" de los judíos sobre Jesús (7:24; 8:15) no
son todavía el juicio oficial en que Cristo es condenado, pero lo preparan y determinan; así el "juicio
justo" de Jesús calificando a los hombres en su vida, no es todavía el juicio definitivo aunque tiene
íntima relación con el que un día

pronunciará. A los ojos del juez, la materia del juicio se realiza ya; pero no es todavía juicio
formalmente.120[120]"

Por tal razón, se puede dejar sentado que Juan, como el resto del NT, separa en la primera y en la
segunda venida de Cristo, el don de los bienes salvíficos del juicio final condenatorio.

El Hijo Unigénito es enviado por el Padre para salvar a la humanidad, a la que libera de la esclavitud
del pecado y de Satanás; actuando como juez tan sólo contra satanás y el mundo que se le adhiere,
verdadera realización del juicio escatológico contra los enemigos de Dios. La venida salvífica es
revelante y confrontante para el hombre. La salvación en Cristo debe ser aceptada en la fe a él.

En su segunda venida Cristo viene como juez. Los que han creído en él son salvos, resucitan para la
vida, no van a juicio condenatorio. Los que han creído y han obrado mal, resucitan para el juicio
condenatorio. Sólo este juicio es el escatológico y definitivo. Existe pues en Juan una tensión
escatológica entre lo ya realizado por Cristo, su presencia en el corazón de la historia, y su culminación
final.
119[119]
VILA, Samuel. Cuando El Venga. 5 ed. Barcelona : CLIE, 1986. P.24.
120[120]
CASABÓ., Op cit., p. 195.
3.2. Escatología

Con el fin de introducir a una teología escatológica, se analizarán diferentes posiciones en cuanto a la
definición de escatología:

De acuerdo con Bertomeu121[121], al hablar de la escatología nos referimos a un orden futuro. Pero esta
referencia personal no es suficiente para definir la escatología: no basta un futuro simple, se requiere un
futuro definitivo. El primero nos lleva gradualmente al final de los tiempos, al último momento de la
historia, el segundo nos instala más allá de la historia. Último es el acontecimiento límite del tiempo,
definitivo es el acontecimiento que sobrepasa el orden temporal y se instala en el orden trascendente.
En lo escatológico confluyen los dos órdenes por cuanto se indica el límite en el orden cronológico y el
de trascendencia. Así, lo opuesto a escatológico no es sólo lo provisional, sino también lo caduco.

Continúa diciendo Bertomeu : "Por cuanto el orden trascendente se halla más allá del espacio y del
tiempo, se puede hablar de un orden trascendente original (al principio, antes de comenzar el tiempo), y
de un orden trascendente final (al término de los años, al final de los tiempos). De algún modo el orden
escatológico dice el orden trascendente, pero insiste en la condición definitiva y última (e;scaton =
final).122[122]"

Para Berkhof : "El nombre "escatología" encuentra su base en aquellos pasajes de la Escritura que
hablan de "los últimos días" (eschataihemerai) (Is 2:2; Miq 4:1), "el último tiempo" (eschatos ton
chronon) (I Ped 1:20), y "la última hora", (eschate hora) (I Juan 2:18.)123[123]"

Es verdad que estas expresiones algunas veces se refieren a toda la dispensación del Nuevo
Testamento, pero aun así, incorporan una idea escatológica. Para Meinertz 124[124], la profecía del AT
distingue sólo dos períodos, es decir, "esta época" (clam hazzeh, en griego eon houtos), y "la edad que
viene" (hollam habba, en griego aion mellon). Puesto que los profetas explicaban la venida del
Mesías y el fin del mundo como coincidentes, los "últimos días" son los días que preceden en forma
inmediata tanto a la venida del Mesías como al fin del mundo.

Para Berkhof125[125], se hace evidente en el Nuevo Testamento que la venida del Mesías es doble, y que
la Edad Mesiánica incluye dos etapas, la presente Edad Mesiánica y la futura consumación. En
consecuencia, la dispensación del Nuevo Testamento debe ser considerada bajo dos diferentes aspectos.
Si se fija la atención sobre la futura venida del Señor en gloria, y la consumación final. Si, por otra
parte, centramos la atención sobre la primera venida de Cristo, es natural considerar a los creyentes de
esta dispensación, aunque sólo sea en principio, como los que viven ya en la edad futura.

Esta explicación de su condición no es rara para el Nuevo Testamento. El reino de Dios ya está
presente, la vida eterna está realizada en principio, el Espíritu de Dios ya está presente, el Espíritu es
las arras de la herencia celestial, y los creyentes ya están con Cristo en lugares celestiales.

121[121]
BERTOMEU COLLADO, Vicente. Escatologías de los Profetas. Valencia : Seminario Metropolitano, 1972. p.12.
122[122]
Ibid., p. 12.
123[123]
BERKHOF, L. Teología Sistemática. Trad. Felipe Delgado Cortés. Grnad Rapids : T.E.L.L., 1983. p.797.
124[124]
MEINERTZ, Max. Teología del Nuevo Testamento. 2 ed. Madrid : FAX,1966. p.570.
125[125]
BERKHOF., Op cit. p. 797.
Sin embargo, algunas de las realidades escatológicas que se proyectan de esta manera en el presente, no
se realizan por completo sino hasta el tiempo de la consumación futura. Y cuando se habla de
"escatología", se recuerdan particularmente los hechos y eventos que tienen relación con la segunda
venida de Cristo, y que marcarán el fin de la presente dispensación, introduciendo las glorias eternas
del futuro.

Para Moltmann escatología significa : "doctrina acerca de la esperanza cristiana, la cual abarca tanto lo
esperado como el mismo esperar vivificado por ello. En su integridad, y no sólo en su apéndice, el
cristianismo es escatología; es esperanza mirada y orientación hacia delante, y es también, por ello
mismo, apertura y transformación del presente. Lo escatológico no es algo situado al lado del
cristianismo, sino, que es sencillamente, el centro de la fe cristiana.126[126]"

Continúa diciendo Moltmann127[127], la expresión "escato-logía" es errónea. No puede existir una


"doctrina" de las cosas últimas, si por "doctrina" se entiende un conjunto de enunciados doctrinales,
que podemos comprender basándonos en experiencias que se repiten siempre y que cualquier hombre
puede tener. La expresión griega "logos" se refiere a la realidad que está ahí, que está siempre ahí y
que es reducida a verdad en la palabra que le corresponde.

En este sentido, para Moltamann128[128] no resulta posible ningún logos del futuro, a no ser que éste sea
la continuación o la repetición simétrica del presente. Pero si el futuro hubiera de traer algo nuevo y
sorprendente, entonces no está permitido decir nada sobre él; no se puede decir nada con sentido sobre
él, pues solo en lo permanente y en lo que se repite con regularidad, y no en lo nuevo y contingente,
puede residir una verdad expresable en un logos.

Para Moltamnn:

La escatología cristiana no habla del futuro en general. Arranca de una determinada realidad
histórica y enuncia el futuro de ésta, la posibilidad y la potencialidad de futuro de esta. La
escatología cristiana habla de Jesucristo y del futuro de éste. Conoce la realidad de la
resurrección de Jesús y predica el futuro del resucitado. Por esto, el fundar en la persona y en la
historia de Jesucristo todos sus enunciados acerca del futuro representa la piedra de toque de los
espíritus escatológicos y utópicos.
En todo el Nuevo Testamento la esperanza cristiana se dirige a lo que todavía no se ve; es, por
ello, "esperar contra esperanza"; por esta razón condena lo visible y lo ahora experimentable,
presentándolo como una realidad perecedera, como una realidad abandonada de Dios, que
nosotros debemos dejar atrás. La contradicción en que la esperanza coloca al hombre con
respecto a la realidad actual de sí mismo y del mundo, es precisamente la contradicción de la que
nace esa esperanza, es la contradicción de la resurrección con respecto a la cruz. La esperanza
cristiana es esperanza de resurrección y manifiesta su verdad en la contradicción con que el futuro
de la justicia - prometido y garantizado en ella- se enfrenta al pecado; la vida, a la muerte; la
gloria, al sufrimiento; la paz, al desgarramiento. 129[129]

Diferente a lo que piensa Moltmann, para Berkhof : "El nombre escatología llama la atención al hecho
de que la historia del mundo de la raza humana alcanzará finalmente su consumación. No es un
proceso indefinido e interminable, sino una historia verdadera que se mueve hacia un final divinamente

126[126]
MOLTMANN, Jürgen. Teología de la Esperanza. 3 Ed. Salamanca : Sígueme, 1977. p.20.
127[127]
Ibid, p. 21.
128[128]
Ibid., p. 21.
129[129]
Ibid., pp. 22-23.
señalado. Según la escritura ese fin vendrá como una potentísima crisis, y los hechos y eventos
asociados con esta crisis forman el contenido de la escatología. Hablando en forma estricta, estos
acontecimientos determinan también los límites de la escatología."130[130]

Pero debido a que otros elementos tienen que incluirse bajo el término escatología, se acostumbra
hablar de la serie de eventos relacionados con el retorno de Jesucristo y el fin del mundo como los
elementos que constituyen la escatología general. Los asuntos que llaman la atención en esta división
son: retorno de Cristo, la resurrección general, el juicio final, la consumación del reino y la condición
definitiva tanto de los justos como de los injustos.

Continúa diciendo Berkhof131[131], además de la escatología general, también tenemos la individual, una
escatología que debe tomarse en consideración. Los eventos nombrados deben constituir el todo de la
escatología en el sentido estricto de la palabra, y sin embargo no podemos hacer justicia a esto sin
demostrar cómo las generaciones que han muerto participarán en los eventos finales.

Según Meinertz : "Para el hombre el fin de la existencia presente viene con la muerte, la cual lo
transfiere por completo desde esta edad presente y lo introduce en la futura. Hasta donde tiene que ver
su remoción de la edad presente con su desarrollo histórico, el individuo queda introducido en la edad
futura, la cual es la eternidad. En la misma medida en que hay un cambio de localidad, hay también un
cambio de edad (aeon)."132[132]

De todas estas definiciones de escatología, se puede observar en común que el carácter definitivo de la
escatología neotestamentaria está determinado por la convicción de que en la historia de Jesucristo el
acto escatológico decisivo de Dios ya se ha realizado, aunque de manera tal que la consumación del
mismo sigue siendo futura. Hay en la escatología neotestamentaria tanto un "ya" de cumplimiento
realizado, como un "todavía no" de promesas pendientes.

3.3 Implicaciones de cro,noj, kairo.j y e;scatoj para la teología escatológica.

Pese a todo lo que se diga del significado de e;scaton, el hecho de la escatología en el Nuevo
Testamento está más allá de toda discusión. Todo el Nuevo Testamento es escatológico en cuanto ve a
la historia como algo movido por Dios hacia una meta. Por un lado, esta meta debe ser entendida como
juicio; y por otro lado, como la redención.

Para Stagg : "La extensión en que esta meta o ésjatón ha sido realizada o sigue sin realizar es algo
sujeto a debate, pero todo el Nuevo Testamento da por sentado que un ésjatón es definitivo. Sólo
Filemón y 3 Juan, de veinticinco y quince versículos respectivamente, carecen de referencias "a las
esperanzas y expectativas concernientes al futuro y a las 'últimas cosas'.133[133]"

Hacer de la escatología, el último de un libro, de alguna manera lleva a confusión, porque la


escatología corresponde a todo el estudio de la teología neotestamentaria. No es sólo una añadidura al
final de la Biblia.

130[130]
BERKHOF., Op cit. p. 798.
131[131]
Ibid., p. 798.
132[132]
MEINERTZ., Op cit. p. 798.
133[133]
STAGG, Frank. Teología del Nuevo Testamento. Trad. Arnoldo Canclini. Cuarta Edición. U.S.A. : Casa Bautista
de Publicaciones, 1993. p.299.
El punto de vista escatológico de la historia, que caracteriza al Nuevo Testamento, contrasta con los
diversos puntos de vista no bíblicos. Ha habido un punto de vista cíclico en el cual la historia es vista
repitiéndose a sí misma, retomando periódicamente sus pisadas. De acuerdo con Stagg 134[134], este
punto de vista cíclico, que presume la recurrencia de los hechos y aun la reencarnación de los
individuos, no es el del Nuevo Testamento.

Para Stagg : "En el punto de vista escatológico, en el evangelio de Juan, Dios es visto como comienzo
de la historia, por encima de la misma y, sin embargo, dentro de ella y moviéndola hacia su meta.135[135]"

Continúa diciendo Stagg : "La escatología es una interpretación de la historia, tal como se la ve desde
su fin o meta. No es simplemente algo adosado al final de la teología. Su preocupación "no es la de
proveer un mapa para el futuro, sino aportar un criterio para el presente"136[136]

De acuerdo con Robinson: "La escatología se refiere a las cosas últimas (eskatón significa "último") y
sobre su fin (telos), pero su preocupación es por lo mismo con las eternas consecuencias del presente.
El hecho de que la historia se está moviendo hacia su meta, cuando el juicio y la liberación serán
llevados a su consumación, hace claro la importancia de una decisión ahora.137[137]"

Dentro de la escatología, cuando se habla de la escatología como una realidad ya alcanzada, se está
refiriendo a una escatología realizada, pero si se trata de una escatología todavía no terminada, se
refiere a una escatología no realizada:

a. Escatología realizada

Según Ratzinger : "Dodd es el principal responsable por el énfasis actual y por mucho de la
comprensión del ésjaton como ya realizado. Arguye convincentemente que en Jesucristo "el eskatón ha
entrado en la historia; la norma escondida de Dios ha sido revelada; la era que había de venir ha
venido.138[138]" Para él, de acuerdo con Richardson 139[139], la realización o el establecimiento del ésjatón
dentro de la historia es indicado de varias maneras:

 Cumplimiento: Jesús predicó el evangelio de Dios, diciendo: Mr 1:15 "el tiempo se ha cumplido,
y el reino de Dios se ha acercado". Pablo escribió que "cuando vino el cumplimiento del tiempo,
Dios envió a su Hijo" (Gál. 4:4).

 Lo sobrenatural: Los milagros del Nuevo Testamento son escatológicos. Anticipan lo que será
finalmente la completa victoria sobre la posesión de demonios, enfermedad y muerte por el reinado
de Dios.

 Derrocamiento de los poderes del mal: Jesús explicó así el significado de los exorcismos: Mt.
12:48 "Si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el
reino de Dios."
134[134]
Ibid., p. 300.
135[135]
Ibid., p. 300.
136[136]
Ibid., p. 301.
137[137]
ROBINSON, John A. Jesus and His Coming. New York : Abingdom Press, 1957.P.94.
138[138]
RATZINGER, Joseph. Escatología "La muerte y la vida eterna". Tomo IX. Barcelona : Herder, 1984. p.63.
139[139]
RICHARDSON, Alan. An Introduction to the Theology of the New Testament. New York : Harper & Brothers,
1959.p.33-38.
 Juicio: El evangelio de Dios son las buenas nuevas de que él ha venido en juicio así como para
liberación (Jn. 3:19). De allí que el evangelio reclame arrepentimiento tanto como fe (Mr. 1:15).

 Vida eterna: La vida de la era que ha de venir ha venido en Jesucristo (Jn. 3:16; 6:54,58). Es la
vida bajo el gobierno de Dios.

Es así como la escatología concierne con el punto de vista de que la historia tiene una meta en la cual el
juicio y la redención son llevados a su última expresión. La escatología realizada consiste en que
cuando Jesús vino al mundo, vinieron el mismo juicio y su redención.

Lo que será completado finalmente ya está presente en Jesús. Cuando la Palabra se hizo carne, Dios
vino a la historia con su don y su reclamo definitivos. Jesús citó sus obras, en particular la expulsión de
demonios, como evidencia de que el reino de Dios había venido y estaba venciendo el reino de Satanás.
El dijo (Mt. 12:28): "Si yo por el Espíritu de Dios echo fuera demonios, ciertamente ha llegado a
vosotros el reino de Dios".

b. Escatología no realizada

Decir que el reino de Dios ha venido no es negar que aún debe venir su consumación. Ver el
e;scaton como algo realizado es verlo como establecido, pero no agotado en la historia.
Paradójicamente, el e;scaton ha venido y aún ha de venir.

Dodd140[140], de acuerdo con muchos de sus críticos, al menos en sus primeros escritos, parece haber
excluido cualquier idea futura de la escatología: Sin embargo escribe:

Si bien el Nuevo Testamento afirma con toda seriedad que si bien el gran hecho divino ha
ocurrido, aún queda un residuo de escatología que no se ha agotado en la "escatología realizada"
del evangelio, o sea el elemento de la misma finalidad. Mientras que la historia aún continúa, un
punto de vista sobre el mundo, que, como el punto de vista profético y cristiano, insiste en que la
historia es una unidad, debe necesariamente representarse como teniendo un fin así como un
principio, por muy imposible que sea para la filosofía admitir la idea de tiempo finito. De ese
modo, la idea de una segunda venida de Cristo aparece junto con la enfática aserción de que su
venida en la historia satisface todas las condiciones del hecho escatológico, excepto la de la
finalización absoluta.141[141]

Aquí Dodd parece entender que la historia tiene un "fin" ligado con la "segunda venida" de Cristo. Sea
lo que fuere verdad en cuanto a Dodd, esto parece ser la enseñanza neotestamentaria.

Jesús habló de hechos catastróficos, como son descritos en Marcos 13 y sus paralelos (Mateo 24: 1-36;
Lucas 21:5-36). Aparentemente, uno de sus principales propósitos fue el de dar seguridad de que la
vida va más allá de esos hechos. Mr. 13:7 "Aún no es el fin (te,loj)." Su muerte y la destrucción de
Jerusalén exigirían mucho de la fe de sus discípulos. Cada uno de esos hechos parecía ser el fin, pero
no lo eran. El fin en el sentido de lo definitivo, habría de estar conectado con su muerte-resurrección.

140[140]
DODD, C.H. The Apostolic Preaching and Its Developments. New York : Willet, Clark & Co., 1937.p.93.
141[141]
Ibid., p.94.
Jesús predijo un tiempo cuando él sería alejado de sus discípulos (Mr 2:20) y, sin embargo, ellos no
quedarían huérfanos, pues en un sentido real él estaría con ellos (Jn 14:18).

En cuanto a los últimos días, Stagg142[142] dice que los autores del Nuevo Testamento se vieron a sí
mismos como viviendo en ellos. En pentecostés, Pedro interpretó la venida del Espíritu Santo como el
cumplimiento de la promesa en Joel de que Dios derramaría su Espíritu "en los postreros días" (Hech.
2:17). En Hebreos, Dios al hablar de su Hijo es descrito diciendo "en estos postreros días" (1:2). Juan
dice explícitamente: "Ya es el último tiempo" (1 Jn. 2:18). Las condiciones descritas como las que
corresponden a los últimos días (2 Tim. 3:1; Jd. 18) tienen por intención describir los tiempos del autor
bíblico. Los tiempos peligrosos y malos descritos eran los de esos autores y lectores. Los "últimos
tiempos" habían comenzado cuando la Palabra se hizo carne.

La mención del futuro, así como al presente, se encuentra en referencia de Juan al "día postrero", al
emplearse la forma singular para "día" (Jn 11:24). Jesús declaró ser la resurrección y la vida (v.25). en
Jn. 6:39,40, la vida eterna es considerada una realidad presente, pero se hace referencia en tiempo
futuro a una resurrección "en el día postrero". Hay un elemento futuro en la referencia a un juicio por
venir "en el día postrero" (12:48). De modo que el juicio no es sólo una realidad presente (3:19);
también pertenece al último día. Considerado como futuro (12:48).

Stagg al respecto dice lo siguiente: "La paradoja que se encuentra a lo largo del Nuevo Testamento se
basa en las frases "los últimos días" o "el día postrero". El juicio es presente y futuro. De la misma
manera, la resurrección es presente y futura. Tanto el juicio como la vida resurrecta vienen ahora en
Cristo; ambas vendrán en plenitud en Cristo. Lo que ha de venir en plenitud ya está presente en él.
Los últimos días vienen con él; el último día nos espera en su venida.143[143]"
El evangelio de Juan es enfático sobre una futura venida (14:3, 18,19,28; 16:16,22) y habla claramente
de la resurrección y del juicio final "en el día postrero" (5:28,29; 6:39,40,44,54; 11:24; 12:48); sin
embargo a lo largo de este cuarto evangelio, la vida eterna, el juicio y la resurrección son realidades
presentes (3:18,19; 4:23; 5:25; 6:54; 11:23,24; 12:28,31; 13:31,32; 14:17; 17:26). En Hebreos el
"reposo" de Dios es tanto presente como futuro; los hombres entran en él y deben pugnar por entrar.
Los cristianos están "en los últimos días" (1:2; 9:26) y, sin embargo, verán que "aquel día se acerca"
(10:25).

La palabra te,loj, normalmente traducida "fin", no es tan simple como puede parecer. Puede designar
la terminación o cesación, una clausura o conclusión, un fin o meta puede tener alguna fuerza
adverbial.

Jesús se refirió al "fin" en una advertencia a los discípulos de que no fueran desviados por los falsos
profetas y los falsos Mesías y que no confundieran las "guerras y rumores de guerras" con las señales
del fin. Para Stagg144[144], presumiblemente las guerras fueron las provocadas por los zelotes judíos, que
enseñaban que de ese modo ellos harían venir el reino de Dios. Jesús dijo que estas cosas vendrían
"pero aún no es el fin" (Mr 13:7). Pablo habló de la resurrección del pueblo de Cristo en su parusía,
agregando "luego (eita) el fin" (1 Cor 15:24).

142[142]
STAGG. Op cit., p. 302.
143[143]
Ibid., p. 303.
144[144]
Ibid., p. 309.
Kennedy145[145] cree que telos significa mucho más que "terminación", sosteniendo que expresa la idea
de una meta. Trata de referirlo a "la consumación final, la perfecta realización del propósito divino",
hecho posible por la abolición de todo poder rival o autoridad con potencia. El fin (telos) es
distinguido de la parusía, aunque la palabra "luego" (eita) no tiene por qué implicar un intervalo de
cualquier duración.

Para Kennedy : "El "fin" o meta designa la completa destrucción de toda hostilidad a Dios, poniendo a
todos los enemigos bajo sus pies, siendo el último enemigo la muerte (1 Cor. 15:25,26). Jesús advirtió
que el "fin" o meta no sería alcanzado por tales guerras "mesiánicas" como imaginaban muchos
(Marcos 13:7). Pablo escribió que el "fin" o meta se alcanza cuando la muerte como último enemigo,
sea vencida en la resurrección de aquellos que están en Cristo (1 Cor. 15:22-26)."146[146]

En Cristo se puede entrar a la vida aquí y ahora (Jn 6:54,68; 10:28; 17:3). Así el tiempo y la eternidad,
aunque cualitativamente distintos están relacionados. Según Stagg : "El eterno se ha hecho presente en
la historia y las decisiones hechas en el tiempo son de significado para la eternidad. La Palabra, el
Verbo, se hizo carne (Jn 1:14) y Jesús, el nacido de mujer (Gál. 4:4), ahora está a la diestra de Dios
(Hech. 7:55,56). En un hecho, consumado una vez para siempre, la eternidad ha entrado al tiempo.
"Aquel que está por encima y más allá
de todo el tiempo, Cristo, el que es el mismo, hoy, ayer y por los siglos, ha entrado en el tiempo."147[147]
Para Brunner148[148], se han hecho muchos intentos para describir el tiempo en términos de alguna
imagen, pero ninguno es adecuado. Es común hoy el rechazar el "concepto griego" del tiempo cíclico a
favor del concepto lineal. El problema del tiempo, sin embargo, no puede ser resuelto simplemente
escogiendo entre el concepto cíclico y lineal. El concepto lineal que ve al tiempo como una línea que
se mueve hacia delante con cada hecho, único e irrepetible, está más cerca del concepto
neotestamentario, pero es inadecuado. El Nuevo Testamento presenta dos épocas (aiones)
sobrepuestas. El cristiano vive en esos dos órdenes a la vez: el histórico-cronológico y el eterno, que
trasciende el tiempo, pero está relacionado con él.

El concepto cíclico, comúnmente llamado "concepto griego" de acuerdo con Bultmann149[149], representa
a la historia repitiéndose a sí misma, con los hechos volviendo a ocurrir en ciclos similares a los de las
estaciones del año. Por ejemplo, Platón reaparecerá en la historia cuando los ciclos reaparezcan. Así
entendida, la historia no va a ninguna parte y no tiene significado final. El punto de vista "espiral" ve
el progreso en los ciclos de la historia, repetición con diferencias, pero sin meta ni significado último.
El punto de vista lineal ve el tiempo y la historia como moviéndose sobre una línea que no prevé para
reversibilidad o repetición de un hecho en particular, pues cada uno es único o irrepetible.

Como se dijo antes, el Nuevo Testamento en su concepción del tiempo y la historia está más cerca del
concepto lineal que del cíclico o del espiral, pero no es idéntico a él. La gran diferencia está en que el
punto de vista neotestamentario ve que el fin del proceso lineal ya ha aparecido en el medio de la línea;
el e;scaton (fin) ya ha entrado a la historia en la persona de Jesucristo. Fue cuando la plenitud
(plh,rwma) "del tiempo" llegó que "Dios envió a su Hijo" (Gál. 4:4). Cristo es la meta de la historia.
El tiempo y la historia no son infinitos y no terminarán como un reloj que se detiene. Si alguna de
aquellas explicaciones fue cierta, el tiempo sería lineal pero sin significado. Sin embargo, toda la
145[145]
KENNEDY, H.A. Paul's Conceptions of the Last Things. London : Hodder $ Stoughton, 1904.p.578. citado por
STAGG., Op Cit.p320.
146[146]
Ibid., p. 310.
147[147]
Ibid., p. 311.
148[148]
BRUNNER, Emil. Eternal Hope. Translated by Harold Knight. London : Lutterworth Press, 1954.p.47.
149[149]
BULTMANN, Rudolf Karl. The Presence of Eternity. New York : Harper & Brothers,1957. p.24.
Biblia es escatológica en cuanto da por sentado que el tiempo y la historia se están moviendo hacia un
fin que es una meta (e;scaton).

Este e;scaton ya ha entrado a la historia en la persona de Cristo quien es "el primero y el último
e;scatoj y el que vive" (Apoc. 1:17,18). De ese modo, el "fin" de la línea ha entrado en la línea y se
ha convertido en una parte integral de ésta. La historia no continuará para siempre ni terminará sin
sentido. Está siendo captado en lo eterno y así recibirá su significado. Cristo es el único en quien y por
quien todas las cosas fueron creadas (Col. 1:16) y en Cristo todas las cosas se han "reunido" (Efe.
1:10). Cristo, quien es el comienzo y el fin o meta (e;scaton). La eternidad no toma su lugar
simplemente cuando el tiempo deja el suyo, ni la eternidad es sólo tiempo sin fin. En Cristo, el primero
y el último y el que vive, lo eterno ha entrado a la historia para redimirlo.

Juan tiene indudablemente un sentido lineal del desarrollo temporal, con momentos claramente
determinados por una posición divina: el mundo es creado - el Verbo se hace carne - la "hora" de Jesús
- Jesús se va y vuelve - el último día. La expectación del último día tan típica del judaísmo tardío y de
todo el Nuevo Testamento aunque con énfasis distinto, se halla presente en el cuarto evangelio (5:24;
6:34,40,44; 11:24; 12:48; 13:19; 14:27-29; 15:6; 21:22).

Para Lohse : "el Evangelio de Juan no entiende el juicio escatológico como acontecimiento
apocalíptico futuro, sino como acontecimiento presente. Cuando se acepta la palabra de Jesús se
efectúa la liberación de la muerte para una vida que se recibe mediante la fe."150[150]

Según la interpretación del evangelio de Juan, el juicio escatológico tiene lugar ya aquí y ahora. El
Padre no envió al Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él (3:17). Donde el
Hijo es rechazado no hay más que tinieblas y muerte; donde es aceptado hay luz y vida. Por ello, en la
postura que se adopta ante él se consuma la kri,sij, que debe entenderse a la vez como separación y
como juicio: "No he venido para juzgar al mundo, sino para salvarlo", dice el Cristo en el evangelio de
Juan, pero, "el que me rechaza y no acepta mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: el mensaje que he
comunicado, éste lo juzgará el último día" (12:47s).

El juicio que aparece frente a las palabras de Jesús consiste en que "la luz vino al mundo y los hombres
prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus acciones eran malas" (3:19). "Quien cree en el Hijo posee
vida eterna; en cambio, quien niega a creer en el Hijo no sabrá lo que es vida; lleva encima la sentencia
de Dios" (3:36). No es en el futuro juicio final, sino ahora cuando se decide la perdición eterna o la
vida igualmente eterna.

Este modo de entender la fe y la incredulidad, la vida y la muerte caracterizan la escatología de Juan.


"Quien oye mi mensaje y da fe al que me envió, posee vida eterna y no se le llama a juicio; no, ya ha
pasado de la muerte a la vida" (5:24; cf. también 8:51), pues Cristo es la resurrección y la vida. El que
cree en él vivirá, aunque muera. Y aquel que vive y tiene fe en él no morirá nunca (11:25). Para Lohse
: "Lo que en la escatología cristiana se esperaba como cumplimiento futuro, se describe en estas frases
como otorgamiento actual de la salvación.151[151]" La victoria sobre la muerte se consigue cuando
mediante la fe se acepta a Jesús como la resurreción y la vida. Sin embargo, en otros pasajes del texto
transmitido del Evangelio de Juan se habla de la futura resurrección de los muertos (5:28) y del último
día (6:39,40,44,54; 12:48).

150[150]
LOHSE, Eduard. Teología del Nuevo Testamento. Madrid : Ediciones Cristiandad, 1978. p.223.
151[151]
Ibid., p.204.
Continúa diciendo Lohse152[152], la escatología de Juan renuncia a emplear los términos y concepciones
con que la apocalíptica intentaba describir el futuro, y el evangelista no habla, como la escatología
primitiva, de la llegda del Hijo de hombre sobre las nubes del cielo; pese a ello, también él fija su
mirada en el futuro. Con la tradición primitiva, escribe: "Quien desprecia la propia existencia en el
mundo éste, la conserva para una vida sin término" (12:25). Cuando se ha aceptado por la fe a Jesús
como resurrección y vida, se ha ganado la vida y, con ella, el futuro. Los suyos morarán con Jesús
junto al Padre, pues en la casa de su Padre hay muchos aposentos y él se marcha allá para preparales
sitio (14:2). "Padre, quiero que, donde yo estoy, estén ellos también conmigo y contemplen esa gloria
mía que tú me has dado, porque me amabas ya antes de que existiera el mundo" (17:24).

La comunión con el Señor glorificado traerá consigo el final y la culminación del acontecer presente,
porque entonces el cosmos no perturbará ya la unidad con Cristo, ni la sa,rx ocultará la do,xa. Es
verdad que los cristianos han de sufrir la muerte física, pero la muerte corporal no puede arrebatarles
esa vida que dura eternamente porque tienen en Cristo vida eterna.

CONCLUSIONES

El concepto del tiempo tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento no está abarcado por una
sola palabra, sino por muchas, debido a su complejidad. Todas ellas en conjunto muestran el concepto
de temporalidad de diversas maneras. Es así como e;scatoj en los LXX da la idea de sucesión
temporal, con el fin de mostrar lo que sucederá en un intervalo de tiempo entre un suceso presente y
otro futuro, del cual se pude no saber su momento exacto. Esta misma palabra en el evangelio de Juan
se encuentra unida con el vocablo h`me,ra, para hacer alusión al "último día", que recoge la
expresión profética del "día de Yahvéh.". La característica del "último día" es según el testimonio de
Juan, la resurrección de los muertos, puesto que el juicio es para los incrédulos (12:48).

152[152]
Ibid., p.204.
El vocablo aivw/n en los LXX indica eternidad, tiempo remoto. Dándole sentido a algún suceso en
función de su creador, el cual es eterno. Esta eternidad, se hace presente en el evangelio de Juan en la
persona de Jesucristo, para que todo aquel que en él crea, no se pierda mas tenga vida eterna.

Cro,noj en los LXX se usa para determinar el tiempo cronológico, el tiempo que las personas pueden
medir. Pero también indica que para todo hay un tiempo, un período determinado y una hora para lo
que tiene lugar bajo el sol. En los sucesos aparentemente fortuitos forman todos ellos parte de un
inmenso plan. En el evangelio de Juan, se puede observar que cro,noj hace parte del tiempo medible
por las personas, pero que a su vez es un tiempo propicio para un plan salvífico.

En los LXX w[ra es utilizado para indicar un punto decisivo en el tiempo, pero con énfasis en la
designación divina, es decir, indica un momento específico de la futura actuación de Dios. Esto se
puede observar en el evangelio de Juan, en donde se designa en forma frecuente una etapa especial y
significativa en la vida de Jesús, pues para que la w[ra de Dios pueda brillar, se debe esperar la w[ra
propicia.

Kairo,j es usado por los LXX para indicar un tiempo oportuno, para realizar una actividad especial,
específicamente un hecho realizado por Yahvéh, según el tiempo que él señale, será un tiempo en el que
Yahvéh decide actuar. De igual forma esto se puede observar en el evangelio de Juan, cuando Jesús
dice que aún no es el momento oportuno (7:6s), queriendo decir con esto que Dios es el que decide
cuando un momento es oportuno o no.

Dios es el Señor del tiempo y de la historia, por eso es que el tiempo aparece en relación concreta con
la historia de la salvación, un kairo,j , un tiempo de Dios, en el cual él decide la consumación de la
obra de Jesucristo y su regreso al Padre.

Uno de los puntos centrales del Nuevo Testamento es la espera del juicio final, cuyo día sólo Dios
conoce. Día del Señor, puesto que él volverá en gloria para juzgar a la humanidad. Día de triunfo y
gloria para los creyentes fieles, pero de condenación para todos los enemigos de Dios.

Para Juan, el juicio escatológico tiene lugar ya, aquí y ahora. El Padre no envió al Hijo para juzgar al
mundo, sino para que el mundo se salve por él. Donde el Hijo es rechazado no hay más que tinieblas y
muerte; donde es aceptado hay luz y vida.

El punto de vista neotestamentario ve que el fin del proceso lineal ya ha aparecido en el medio de la
línea; el e;scaton ya ha entrado en la historia en la persona de Jesucristo. Cristo es el único en quien
y por quien todas las cosas fueron creadas. Cristo quien es el comienzo y el fin o meta (e;scaton).
BIBLIOGRAFÍA

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