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Tolerancia:

La tolerancia es la admisión del otro con la aceptación de la diferencia. Aprender a ser


tolerante es aprender a convivir: salir del etnocentrismo y conocer otras formas de hacer y de
vivir; aprender el respeto por otras culturas, ambientes sociales, religiosos, étnicos, políticos.
Educar en la tolerancia es poner las bases para construir una sociedad sin barreras.

Cooperación:
La cooperación consiste en el trabajo en común llevado a cabo por parte de un grupo de
personas o entidades mayores hacia un objetivo compartido. El trabajo cooperativo no
compite, sino que suma fuerzas hacia el objetivo. Puede suceder que un grupo cooperativo
compita con otro, pero dentro del grupo, nadie quiere ganar a su compañero, sino juntos, al
otro equipo.

Fraternidad:
La fraternidad es el lazo de unión entre los hombres basada en el respeto a la dignidad de la
persona humana, en la igualdad de derechos de todos los seres humanos y en la solidaridad
por de unos por los otros.

Sinceridad:
la honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se
observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quien lo que le es
debido.

Trabajo en Equipo:
El trabajo en equipo se define como la unión de dos o más personas organizadas de una
forma determinada, las cuales cooperan para lograr un fin común que es la ejecución de un
proyecto.

Respeto:
El respeto es una de las bases de la ética humana es el valor que uno le debe dar al aceptar
y tolerar tanto el propio como otros pensamientos diferentes a los nuestros.

El valor más importante:


La honestidad. Supone que como personas debemos decir siempre la verdad. No significa
ser hirientes, ya que la honestidad debe ir acompañada siempre de otro valor fundamental
que es el respeto. Ser honesto significa ser objetivo, hablar con sinceridad y respetar las
opiniones de otras personas.
Corrupción política: todos somos responsables

Si el siglo XX fue identificado como la plataforma de los derechos humanos en todo el


mundo, el siglo XXI debería ser considerado como el espacio temporal para las obligaciones
humanas. Hay derechos inalienables fundamentales: el derecho a la vida, el derecho a la
libertad, el derecho a la organización social y el derecho a la propiedad. Pero curiosamente
poco se considera que alcanzar y consolidar esos derechos, implica ganarlos a partir de
cumplir con una serie de obligaciones. El ser humano generalmente prefiere exigir derechos
y evadir responsabilidades. Haré énfasis en lo referente a nuestros derechos y obligaciones
políticas. De 1986 a la fecha, lejos que la denominada transición política nos transportarse a
un estado democrático, lo que ocurrió fue la espectacular consolidación de una partidocracia
corrupta que asaltó sin piedad el poder público para enriquecer a financistas y financiados,
se degradaron las instituciones estatales y el ciudadano quedó burlado. Pero realmente en
todo ello: ¿No tenemos una alta cuota de responsabilidad todos los ciudadanos que sin ser
corruptos no participamos en política, dejando el espacio libre para que criminales
disfrazados de políticos asaltaran el poder? Porque un pueblo que durante 30 años acepta la
vigencia de gobiernos corruptos —electos mediante rituales perversos y periódicos— no es
precisamente un pueblo víctima, realmente es un pueblo cómplice. En todo este tiempo
hemos enarbolado siempre nuestros derechos políticos, pero hemos simultáneamente
evadido nuestras responsabilidades políticas.

Debo reproducir las palabras de Bertolt Brecht por su vinculación a lo planteado: “El peor
analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos
políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de las alubias, del pan, de la harina, del
vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto
político es una persona torpe que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la
política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el niño abandonado y el
peor de todos los bandidos, que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de sus
financistas que lo perfilan como el peor servil”. Por lo anterior creo que es el momento justo e
impostergable para que todos los guatemaltecos reconozcamos que por acción u omisión,
cargamos con una alta cuota de responsabilidad respecto a lo que sucede hoy en
Guatemala. Si nos hubiésemos organizado mejor, si hubiésemos participado más
activamente en la política, si hubiésemos fiscalizado más estrictamente a los políticos, la
corrupción, la crisis generalizada en los servicios sociales, el colapso de nuestra
infraestructura y la alucinante espiral de la corrupción, jamás hubiesen llegado al extremo
que llegaron.

Pero el colapso definitivo del actual sistema político guatemalteco tiene su parte positiva. Hoy
todos los guatemaltecos estamos de acuerdo respecto a que ese sistema se degradó y que
no da para más. Hemos hecho consciencia respecto a que la política sí importa y que incide
en nuestras vidas. Hemos llegado a la conclusión que sólo organizándonos y participando
podremos dar paso a un nuevo modelo, democrático y funcional. Nuestro derecho a una
Guatemala mejor, implica nuestra obligación de participar políticamente, comprometida y
responsablemente. Exigir derechos sin cumplir con nuestras obligaciones, ha sido el peor de
nuestros errores. Una nueva política exige un nuevo ciudadano. Asumir nuestros errores y
aceptar nuestras responsabilidades, será el inicio del verdadero cambio nacional.
Que es Plagio:
De acuerdo con la definición de la RAE, plagiar es copiar en lo sustancial obras ajenas,
dándolas como propias. Hoy día, y debido al uso generalizado de Internet y otras tecnologías
de la información y la comunicación, en el ámbito académico el tipo de plagio más extendido
es el ciberplagio.

Tienes que tener en cuenta que al plagiar estás engañando tanto a la autora o autor de la
obra original como a la persona a la que va dirigida la tuya. Es decir, no es ético, ya que
tratas de hacer pasar una obra propia sin serlo. Además, es ilegal porque estás incumpliendo
los derechos de autoría de una o varias obras, atentando contra sus derechos morales y
patrimoniales, y esta acción puede suponer un delito.

Para evitar incurrir en un plagio, siempre debes citar las fuentes (libros, artículos de revista o
prensa, páginas web...) que has empleado para realizar tu trabajo.

Plagio intencionado vs plagio no consciente

Plagio intencionado
Es un plagio intencionado cuando se presenta como propia una obra lo que no lo es:
 Copiar y pegar de Internet.
 Copiar las palabras o ideas de otros, sin citarlas, para hacerlas pasar como propias.
 Comprar, robar o tomar prestado un trabajo redactado por otra persona para hacerlo
pasar como propio.
 Descargar trabajos ya hechos.
 Presentar el trabajo de otra persona como propio.
 Pagar a otra persona para que escriba el trabajo y hacerlo pasar como propio.

Plagio no consciente
Generalmente, el plagio no consciente se produce por desconocimiento de lo que constituye
el plagio.
 No se incluyen las citas o no se hacen correctamente.
 Se parafrasea sin realmente alejarse del texto original.
 Se desarrollan pensamientos o teorías basadas en ideas ajenas, sin citar.

Educación

El fracaso escolar sigue siendo uno de los grandes problemas por resolver en países como España,
que sigue siendo líder negativo de la Unión Europea, según Eurostat 2015.

La búsqueda de nuevos planes de estudio, técnicas de aprendizaje e implementación de recursos en


centros escolares pueden ayudar a reducir este problema. Así que si te interesa la educación, este es
tu ámbito de investigación ideal.

Otro aspecto que se está analizando últimamente y que está muy relacionado con la educación es el
bullying o acoso escolar. Este problema ya ha provocado varios suicidios en niños y adolescentes.

Este problema se está haciendo aún mayor con las nuevas tecnologías y las redes sociales. Las
soluciones a este conflicto también están por descubrir.

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