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TUMORES CEREBRALES

Un tumor cerebral es una masa dentro del cerebro cuyo origen está en el crecimiento
descontrolado de células derivadas, bien de componentes propiamente cerebrales, o bien
provenientes de células tumorales localizadas en otras zonas del organismo (metástasis).

1. TIPOS

Los tumores cerebrales primarios comienzan en el cerebro y tienden a permanecer en el


mismo

a) Tumores cerebrales primarios

Un tumor que comienza en el cerebro como tumor cerebral primario. Los


glioblastomas multiformes, los astrocitomas, los meduloblastomas y los
ependimomas son ejemplos de tumores cerebrales primarios. Los tumores
cerebrales primarios se agrupan en tumores benignos y tumores malignos.

 Tumores cerebrales benignos

Un tumor cerebral benigno está formado por células de crecimiento muy


lento y generalmente tiene bordes definidos y rara vez se propaga. Cuando
se observan al microscopio, estas células tienen un aspecto casi normal. La
cirugía por sí sola podría ser un tratamiento eficaz para este tipo de tumor.
Un tumor cerebral formado por células benignas, pero ubicado en un área
vital, puede considerarse como potencialmente mortal, aunque el tumor y
sus células no se clasificarían como malignos.

 Tumores cerebrales malignos

Un tumor cerebral maligno generalmente es de crecimiento rápido, invasivo y


potencialmente mortal. Los tumores cerebrales malignos se denominan a
veces cáncer cerebral. No obstante, como los tumores cerebrales primarios
rara vez se propagan fuera del cerebro y la médula espinal, no se adecuan
exactamente a la definición general. Los tumores cerebrales malignos que son
cancerosos pueden propagarse dentro del cerebro y la médula espinal.

b) Tumores cerebrales metastásicos

Las células cancerosas que comienzan a crecer en otras partes del organismo y
luego se trasladan al cerebro forman tumores cerebrales metastásicos.

Por ejemplo, los tipos de cáncer de pulmón, de mama, de colon y de piel


(melanoma) con frecuencia se propagan al cerebro a través del torrente sanguíneo,
o por una atracción similar a la atracción magnética, a otros órganos del cuerpo.

Todos los tumores cerebrales metastásicos son, por definición, malignos, y pueden
ser llamados verdaderamente “cáncer cerebral”.

2. CLASIFICACION

Los tumores se clasifican por grados para facilitar la comunicación, planificar el


tratamiento y predecir los resultados. La gradación de un tumor indica su grado de
malignidad.

a) Los tumores de grado I son los menos malignos y generalmente se asocian con
una supervivencia a largo plazo. Los tumores crecen lentamente y tienen un
aspecto casi normal cuando se visualizan al microscopio. La cirugía por sí sola
podría ser un tratamiento eficaz para este grado de tumor. Los astrocitomas
pilocíticos, los craneofaringiomas y muchos tumores de neuronas, por ejemplo
gangliocitoma y ganglioglioma, son tumores de grado I.

b) Los tumores de grado II, presentan un crecimiento relativamente lento y tienen


un aspecto microscópico levemente anormal. Algunos pueden propagarse dentro
del tejido normal cercano y volver a aparecer. Algunas veces estos tumores
vuelven a aparecer como tumores de grado mayor.
c) Los tumores de grado III, son por definición malignos aunque no siempre hay
una distinción marcada entre un tumor de grado II y uno de grado III. Las
células de un tumor de grado III son células anormales que se reproducen
activamente y que crecen dentro del tejido cerebral normal cercano. Estos
tumores tienden a volver a aparecer, con frecuencia como tumores de grado
mayor.

d) A la mayoría de los tumores malignos se les da un grado IV. Se reproducen


rápidamente, pueden tener un aspecto extraño cuando se los visualiza al
microscopio y crecen fácilmente dentro del tejido cerebral normal circundante.
Estos tumores forman nuevos vasos sanguíneos para poder mantener su rápido
crecimiento. También tienen áreas de células muertas en su centro. El
glioblastoma es el ejemplo más común de un tumor de grado IV.

3. ETIOLOGIA
Las causas y los factores de riesgo pueden ser ambientales, como estar expuesto a
sustancias tóxicas en el hogar o en el trabajo, comer o no comer determinados
alimentos, o si hacemos o no hacemos ejercicio, fumamos cigarrillos o bebemos
alcohol. También pueden ser genéticos, como nacer con una mutación genética o una
susceptibilidad que uno hereda de los padres.

a) Factores ambientales

Muchos estudios se han concentrado en un amplio espectro de factores ambientales


como causas posibles de tumores cerebrales incluyendo entre otros los siguientes:

• Estar expuesto a la polución del aire, cables de energía residencial, humo de


otros fumadores, productos químicos para la agricultura y formaldehído
industrial
• Trabajar en la fabricación de caucho sintético o la refinación o producción de
petróleo
• Fumar cigarrillos, fumar durante el embarazo y consumir alcohol
• Usar medicamentos comunes como píldoras anticonceptivas, píldoras para
dormir, remedios para el dolor de cabeza, tratamientos analgésicos y
antihistamínicos de venta libre
• Tener antecedentes de traumatismos en la cabeza, epilepsia, ataques
epilépticos o convulsiones
• Sufrir infecciones comunes y por virus
• Consumir alimentos curados (nitritos)

Estas exposiciones son difíciles de medir con precisión y pueden llevar a


contradicciones entre los diferentes estudios, haciendo que los resultados sean
difíciles de validar. Se necesitan investigaciones adicionales a largo plazo sobre
estos factores antes de que se puedan llegar a conclusiones definitivas

La exposición a radiación ionizante, en la forma de rayos X o rayos gamma, es el


único factor que la Agencia Internacional de la Investigación para el cáncer (IARC,
por sus siglas en inglés: International Agency for Research on Cancer) establece
como causa de tumores del SNC.

b) Factores genéticos

Solamente entre el 5 y el 10% de todos los tipos de cáncer son realmente heredados
de una generación a otra en una familia (también llamado hereditario). Hay algunos
síndromes genéticos heredados, muy poco comunes, que involucran tumores
cerebrales. Por lo tanto, son muy pocas las familias en las que varias personas de
esa familia tienen un tumor cerebral. En esos síndromes, una mutación en un gen
específico es pasada de los abuelos a los padres y a los hijos. Estos síndromes, junto
con el gen heredado, son: Neurofibromatosis 1 (gen NF1), Neurofibromatosis 2
(gen NF2), síndrome de Turcot (gen APC), síndrome de Gorlin (gen PTCH),
Esclerosis tuberosa (genes TSC1 y TSC2) y síndrome de Li-Fraumeni (gen TP53).
No obstante, la amplia mayoría de los factores de riesgo genéticos no son heredados
al nacer, sino que en realidad se acumulan con el paso del tiempo a medida que
crecemos o envejecemos (llamados también somáticos o adquiridos). Mientras la
mayor parte de nuestros genes hacen sus tareas tal como se espera, una pequeña
cantidad podrían quedar inactivos o comenzar a funcionar en forma anormal. El
resultado final de tener un gen anormal puede ser tan simple como tener los ojos de
colores diferentes o tan complejos como el inicio de una enfermedad. Hay muchos
tipos diferentes de genes que se cree que no funcionan correctamente en los tumores
cerebrales.

4. SINTOMAS

Los síntomas iniciales de los tumores cerebrales son extraordinariamente variables. El


tumor cerebral puede aparecer en cualquier parte del cerebro, por lo que puede dar
síntomas de todo tipo dependiendo de su localización. Esta es la razón por la que, a
veces, son tan difíciles de diagnosticar.

Los síntomas que produce el tumor se pueden dividir en dos tipos:

• Síntomas focales, debidos a la presión y la destrucción que produce el tumor


en una estructura del cerebro y que se manifiestan a través de crisis
epilépticas y de los déficits neurológicos.
• Síntomas generales, que se producen por el aumento de presión dentro de la
cabeza. Estos se manifiestan a través de hipertensión intracraneal, dolor de
cabeza, sensación de náusea y vómitos.

a) Síntomas focales:

1. Crisis epilépticas:
Las crisis epilépticas se producen como consecuencia de que una parte del
cerebro sufre una actividad eléctrica anormal.
Se pueden clasificar en tres tipos distintos:
• Crisis epilépticas parciales, que suelen afectar a extremidades o a regiones
anatómicas limitadas. Pueden sintomatizarse en un movimiento de la cara,
un movimiento de la mano, un movimiento de la pierna, etc.
• Crisis epilépticas generalizadas, que son las crisis que afectan a todo el
organismo.
• Crisis complejas, que pueden ser simplemente, por ejemplo, quedarse un
momento distraído. Se trata de fenómenos complejos en los que existe una
actividad cerebral anormal pero que no se asocian o no se acompañan de
movimientos anormales. Si las crisis son muy prolongadas, más de 30
minutos, o son muy frecuentes, se debe consultar de forma urgente al
médico.

2. Déficits neurológicos
Se producen en función del área del cerebro que esté afectada.

• Cuando se afectan los lóbulos frontales (controlan la inteligencia), pueden


aparecer deterioros intelectuales, alteraciones de la conducta, cambios de la
personalidad, etc.
• Cuando se afectan los lóbulos parietales, lo habitual es que aparezcan
alteraciones de la sensibilidad, como sensación de hormigueo, pérdida de la
sensación del tacto. Pueden aparecer alteraciones de movimiento o
alteraciones del lenguaje.
• Cuando se afecta el lóbulo temporal, lo habitual son las alteraciones de la
memoria, la dificultad para la comprensión del lenguaje.
• Cuando se ven afectados los lóbulos occipitales en violeta, lo habitual son
las alteraciones visuales.
• Cuando afecta a los lóbulos cerebelosos, su alteración produce trastornos
del equilibrio, incapacidad para coordinar los movimientos e inestabilidad
en la marcha con tendencia a separar mucho las piernas para andar y
sintiéndose realmente inestable.
• Cuando afecta al tronco del encéfalo, zona que controla todo el sistema
respiratorio y cardiovascular, su inestabilidad puede producir alteraciones
vegetativas que afectan al control del ritmo cardiaco y respiratorio. Puede
producir somnolencia y parálisis, ya que todas las vías del cerebro bajan por
el tronco hacia el resto del cuerpo.
b) Síntomas generales
La hipertensión intracraneal Ocurre por el aumento de presión en la cavidad craneal.
Es más frecuente en tumores que están en la parte posterior del cerebro y suele ir
acompañado de cefaleas de predominio matutino, pulsátil y por lo general es
bastante resistente a los analgésicos habituales. También suele ir acompaña de
vómitos que ocurren de repente, sin sensación de náusea precedente.

5. EVALUACIONES

Pruebas necesarias para el diagnóstico de un tumor cerebral

a) Pruebas de imagen
Lo correcto ante la descripción de los síntomas es que se realicen determinadas
pruebas de imagen que permitirán conocer cómo está el cerebro en su interior:
• El TAC (Tomografía Axial Computerizada) es una prueba basada en rayos X
que se analizan con un sistema de análisis gráfi co por ordenador. Es una
prueba muy rápida que se suele utilizar en el screening, de forma que suele
ser la primera prueba que se lleva a cabo a un paciente con sospecha de
tumor cerebral.
• La resonancia nuclear magnética utiliza un sistema más complejo para
obtener la imagen. No utiliza los rayos X, sino la aplicación de un fuerte
campo magnético. La duración de la exploración es superior a la del TAC.
• La espectrografía por resonancia magnética, es un examen que permite el
estudio del metabolismo cerebral in vivo y entrega información bioquímica
no invasiva de los tejidos.
• La resonancia dinámica, nos permite conocer si se está produciendo una
vascularización nueva para el tumor.

b) Biopsias
La biopsia es un procedimiento quirúrgico para obtener un fragmento del tumor y
poder analizarlo posteriormente. Se pueden distinguir dos tipos de biopsias:

• Biopsia abierta: se realiza durante la cirugía. Precisa de la apertura de la


cavidad craneal y el acceso al tumor y se puede quitar en su totalidad o a
veces sólo en parte.
• Biopsia estereotáxica: a través de un pequeño agujerito realizado en el
cráneo, se introduce una aguja hueca que es la que va tomar la muestra del
tumor y extrae un pequeño fragmento del tejido.

c) Otras pruebas complementarias


A veces es necesario realizar otro tipo de pruebas para concretar determinadas
indicaciones:

• Punción lumbar, que permite obtener líquido cefalorraquídeo para el


diagnóstico. Se suele hacer en tumores que tienen tendencia a diseminarse
precisamente por el líquido cefalorraquídeo, como puede ser el linfoma, el
meduloblastoma o algún otro. En ocasiones, es necesario determinar
biomarcadores que son proteínas o ácidos nucleicos del tumor en diferentes
fluidos o tejidos que permiten ahondar en el conocimiento de la
enfermedad.
• El electroencefalograma es otra prueba que se realiza cuando hay sospecha
de epilepsia. Consiste en la colocación de unos electrodos en el cráneo que
registran la actividad eléctrica del cerebro.
• Potenciales evocados, que consiste en recoger mediante electrodos la
actividad de un nervio. Es útil en algunos tipos muy concretos de tumores
cerebrales.
• Evaluaciones endocrinas: se realizan especialmente en los tumores que han
afectado a la zona de la hipófisis o zonas próximas, también tras un
tratamiento radioterápico que haya incluido la zona y haya podido alterar la
hipófisis que es donde se producen las hormonas.

6. TRATAMIENTO
El tipo de tratamiento recomendado depende del tamaño y tipo de tumor, su tasa de
crecimiento y la salud general del paciente. Las opciones de tratamiento incluyen:

a) Cirugía
También llamada resección quirúrgica, la cirugía está indicada generalmente para
el tratamiento de tumores primarios del cerebro. Un cirujano extirpa todo el
tumor, o parte del tumor, sin causar daños graves en los tejidos circundantes. La
cirugía también se puede utilizar para reducir la presión dentro del cráneo
(llamada presión intracraneal) y para aliviar los síntomas (llamado tratamiento
paliativo) en los casos en que no se puede extirpar el tumor.

b) Radioterapia:
La radioterapia convencional utiliza haces de rayos X, rayos gamma o protones
dirigidos al tumor para matar las células cancerosas y encoger los tumores
cerebrales. La terapia puede ser administrada en uno o más tratamientos durante
un período de varias semanas. La radioterapia moderna se realiza generalmente
con la ayuda de la guía por imágenes e incluye la terapia arco, la radioterapia de
intensidad modulada (IMRT), la radiocirugía estereotáctica y la braquiterapia.

c) Quimioterapia:
Se puede recomendar la quimioterapia, o medicamentos anticancerosos. La
quimioterapia, junto con la radiación (terapia concurrente), se ha convertido en el
tratamiento estándar para los tumores cerebrales malignos primarios. El uso de
estas drogas para frenar o matar las células que se dividen rápidamente puede
llevarse a cabo antes, durante o después de la cirugía y/o radioterapia, para ayudar
a destruir las células tumorales, y evitar que regresen. La quimioterapia puede
administrarse en forma oral o mediante inyección, y generalmente se administra
en combinación con la radioterapia.

d) Terapia biológica dirigida:


Conocida también como bioterapia o inmunoterapia, la terapia biológica dirigida
es un tratamiento que utiliza el sistema inmunitario del cuerpo para combatir el
cáncer. Este tipo de terapia depende de la identificación de marcadores en la
superficie de las células tumorales.

7. TUMORES CEREBRALES EN NIÑOS


Los tumores cerebrales infantiles más comunes no son los mismos que los tumores
cerebrales más comunes en los adultos. Aunque son poco frecuentes, los tumores
cerebrales son la forma de tumor sólido más común entre niños menores de 15 años de
edad y representan aproximadamente el 20% de los cánceres infantiles. Los tumores
infantiles con frecuencia aparecen en diferentes ubicaciones y se comportan en forma
diferente a los tumores cerebrales de los adultos.

a) Tipos
La mayoría de los tumores cerebrales y de la médula espinal pediátricos son
tumores primarios, lo que significa que se originaron en el cerebro o la médula
espinal. Los tipos de tumores pediátricos son:

 ATRT
 Glioma del tronco encefálico
 Tumores del plexo coroideo, carcinoma del plexo coroideo, papiloma
del plexo coroideo
 Craneofaringioma
 Quistes
 Astrocitoma infantil desmoplásico
 Ependimoma
 Tumores de células germinales
 Meduloblastoma
 Neurofibromatosis
 Oligodendroglioma
 Glioma óptico
 PNET

b) Opciones de tratamiento
El tratamiento de tumores cerebrales y de la médula espinal en niños es diferente
al tratamiento en adultos. Los cerebros y cuerpos de los niños aún se están
desarrollando, por lo que hay que tener consideraciones y estándares de atención
diferentes. Para la mayoría de los niños, el tratamiento comienza con cirugía. Una
biopsia después de la cirugía ayudará a clasificar y graduar al tumor. Después de
la cirugía, es posible que se requiera tratamiento adicional. Las terapias posibles
incluyen:

 Quimioterapia
 Radioterapia convencional
 Radiocirugía estereotáctica, una forma precisa de radioterapia
 Rescate de células madre, trasplante de sangre y médula ósea
 Intervenciones para tratar los efectos secundarios del tumor o del
tratamiento
 Rehabilitación para recuperar la fortaleza y destrezas perdidas
 Atención de seguimiento continua para el manejo a largo plazo y para
detectar una recidiva del tumor
BIBLIOGRAFIA

Aguirre L. y Sotelo J. (2008) Tumores cerebrales. Mexico: Medica panamericana S.A.


de C.V.

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