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TÉCNICAS DE LAS VANGUARDIAS

En la narrativa:
 experimentación con las voces narrativas:

 Múltiples puntos de vista y ya no uno y objetivo, construyen


los relatos.

 procedimientos de la focalización (punto de vista desde donde se


cuenta algo) y de la polifonía (multiplicidad de voces), y el
trabajo complejo con los distintos tipos de narradores.

El recurso de las múltiples voces y múltiples focalizaciones nos obliga a pensar quién
habla y cuáles son las intenciones, valoraciones y disposiciones que hay detrás de su
discurso. Un mismo hecho es abordado por distintos narradores, pero ¿quién dice las
cosas como realmente fueron? Tal vez todos, tal vez nadie. Es tarea del lector
reconstruir ese rompecabezas y tomar posición ante los hechos narrados.

lectores tampoco seguirán siendo simples observadores, sino que interactúan


activamente con la obra, y de alguna manera, también la interpretan y la construyen,
como lo hacen con la realidad que los rodea (EJEMPLO: “Rayuela” (1963) puede elegir
cómo leer (de corrido o salteado) y reconstruir un relato de una forma dinámica a
partir de la fragmentariedad, que lo obligará a bucear entre tonos, voces y experiencias
expresivas múltiples. nuevo modo de leer.

 llevar al lenguaje a su límites e indagar su naturaleza, su función y sus


mecanismos (EJEMPLO: “Inmiscusión terrupta” (1969) de Julio
Cortázar, relato en el que a partir de la elaboración de un nuevo
lenguaje, el Gíglico, se muestran los dispositivos que se ponen en juego
en la construcción del sentido por parte del lector, y los mecanismos
estructurales del propio lenguaje.)

 técnica del monólogo interior. personajes, que dejarán de ser planos y


describibles de acuerdo a su relación con el mundo exterior, para pasar a
tener una enorme cantidad de matices y de espesura psicológica que se
manifiesta en el fluir de la conciencia de sus voces narrativas, es decir,
mediante la técnica del monólogo interior que permite al lector saber
qué pasa en ese mundo caótico, lleno de voces, cambiante y reflexivo,
afectado de emociones que es la interioridad del personaje, su propio
pensamiento.

 La utilización de géneros menores, despreciados por la “alta literatura”


se insertan dentro las obras. Noticias periodísticas, cartas, actas
judiciales, denuncias policiales, publicidades y hasta dibujos introducen
al discurso popular dentro de la narrativa (EJEMPLO: Manuel Puig) nos
presentan una mirada más y distinta acerca de los mismos hechos que
narran los personajes a partir de sus propias voces. Otro rasgo de la
inclusión de lo popular se da en la imitación del habla de las clases
populares o de grupos sociales determinados, como por ejemplo,
personajes cuyos monólogos o escritos abundan en faltas de ortografía,
como el caso de Juan Carlos en “Boquitas pintadas” (1969), o de
expresiones propias de la oralidad

CONTEXTO EN EL QUE SURGEN LAS VANGUARDIAS:


También cambia, a partir de nuevos descubrimientos científicos de la física, la
concepción del tiempo y el espacio. El hombre del siglo XX entiende que ambas
categorías no son necesariamente el tiempo lineal y objetivo en correlato con el
espacio, como se consideraba hasta entonces, sino que estalla la unidad para dar paso a
la idea de multiplicidad de temporalidades, tiempos paralelos, la ruptura de la
linealidad a partir de la intrusión de atemporalidades o tiempos circulares o de
concepción mágica, e incluso superposición de espacios o alteración del correlato de
ambas categorías. Esto último puede observarse en “La noche boca arriba” (1956) de
Cortázar, o las alteraciones temporales de los relatos de Alejo Carpentier como “Viaje a
la semilla” (1944), donde en un tiempo lineal irrumpe un tiempo maravilloso en que la
concepción lineal se invierte y transcurre desde la muerte hacia la vida, o en
“Semejante a la noche” (1952), un relato donde tres historias acerca de lo mismo se van
encadenando en tiempos paralelos pero circulares a la vez. También es este un tema
central de la literatura borgeana: en “El Aleph” (1945)

Acompañan a las grandes revoluciones políticas del siglo XX: revolución bolchevique,
revolución rusa, revolución mexicana, etc. Las vanguardias se dan entre la Primera Guerra
Mundial (1914-1919) y el crack económico de 1929. Este panorama político-social socava
la idea de progreso que enarboló el siglo XIX.
Las vanguardias centran cuestiones sociales en lo estético. El problema estético es
una de las principales preocupaciones de las vanguardias. Cuando en 1913 Duchamps envía
un urinario con su firma a una exposición de arte, esa provocación subversiva está
planteando la cuestión estética, está revelando que el mercado del arte atribuye más valor a
la firma que a la obra. De modo similar, cuando Andy Warhol retrata las latas de conservas
Campbell está revelando y criticando la obra de arte como producto de consumo.

Algunas manifestaciones de las rupturas vanguardistas:


Ruptura de la identificación del yo lírico/sujeto de la enunciación con la figura social del
poeta. Ej. en Girondo la voz lírica aparece reducida a la visión de un ojo o de un lente que
focaliza. Rimbaud: “Je est un autre” (yo es un otro). Esto produce un extrañamiento de
la mirada, una desautomatización de la mirada. El shock del receptor se convierte en
intención artística.
Ruptura de reglas gramaticales, ortográficas y de puntuación. Por ejemplo, en el
creacionismo de Vicente Huidobro y el ultraísmo de Borges, James Joyce
en Ulises (1922), Augusto Monterroso en “La brevedad”, César Vallejo en Trilce , Mario
Benedetti en El cumpleaños de Juan Ángel , Guillermo Cabrera Infante en Tres tristes
tigres, Camilo José Cela en Oficio de tinieblas, Juan Goytisolo en Señas de
identidad . Estética del caos a través del fluido monólogo interior o fluir de
conciencia como técnica narrativa.
Conjunción de lo icónico y lo lingüístico. Por ej. Stéphane Mallarmé en Un coup de
dés jamais n’abolira le hasard (1897), Caligramas (1918) de Apollinaire, los
caligramas de Girondo, los poemas que presentan sucesión de imágenes (técnica tomada
del cine), como los de Fervor de Buenos Aires de Jorge Luis Borges. Los caligramas o
metáfora gráficas juegan con el significante, ej. “Locomotora”.

La tipografía se vuelve significante. Ej. los blancos tipográficos de Coup de dés (“Un
golpe de dados”) de Mallarmé, los caligramas. La escuela alemana de
vanguardia Bauhaus, además de darle su nombre a un tipo de letra, puso a la tipografía
en el centro de sus experimentaciones.
La ruptura de la ortografía y la puntuación, la presencia de lo icónico y/o cinematográfico
en lo lingüístico, la experimentación lúdica con el lenguaje son algunas de las formas en
que se manifiesta el trabajo sobre el significante.

Feísmo: como el arte de vanguardia quiere generar una reacción en el destinatario, en este
caso busca hacerlo por medio de lo desagradable.
• Ausencia de figuración: no interesa nada externo a las palabras, lo importante es crear,
dentro de la obra de arte, un mundo autosuficiente.
• Disposición gráfica novedosa: las palabras no se ubican en la hoja de papel de una
manera canónica (de izquierda a derecha).
• Ausencia del aspecto musical tradicional: en la poesía de vanguardia el aspecto sonoro
no está dado ni por una rima ni por una cantidad de sílabas fijas. Se tiende a la disonancia.
• Transgresiones gramaticales: se crean palabras nuevas, la sintaxis no se respeta, no se
usan conectores.
• Transgresiones notacionales:intencionalmente, se juega con la ortografía ("poecía susia"),
no se usan mayúsculas ni signos de puntuación.
• Temas variados: los temas de los poemas se apartan de los tradicionales (el amor, la
muerte, la belleza) para tratar cuestiones relacionadas con lo feo, lo desagradable e,
incluso, lo asqueroso.
• Enumeraciones caóticas que generan desconcierto en el lector

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