Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Paidós Studio
Últimostítulos publicados:
71. S. Akhílananda- Psicologíahindú
72. G. Vattimo- Másalládel sujeto
73. C. Geertz - El antropólogocomoautor
74. R. Dantzer - Las emociones
75. P. Grimai - Lamitologíagriega
76. J.-F. Lyotard - Lafenomenología
77. G. Bachelard - Fragmentos deunapoéticadel fuego
78. P. Veyney otros - Sobreel individuo
79. S. Fuzeau-Braesch - Introducciónalaastrologia
80. F. Askevis-Leherpeux - Lasuperstición
81. J.-P. Hatony M.-C. Haton · Lainteligenciaartificial
82. A. Moles - El kitsch
83. F. Jameson - El posmodernismoolalógicacultural
del capitalismoavanzado
84. A. Dal LagoyP. A. Rovatti - Elogiodel pudor
85. G. Vattimo- Éticadelainterpretación
86. E. Fromm- Del tener al ser
87. L.-V. Thomas - Lamuerte
88. J.-P. Vernant - Los orígenesdelpensamientogriego
89. E. Fromm- Loinconscientesocial
90. J. Brun- Aristótelesy el Liceo
91. J. Brun- Platóny laAcademia
92. M. Gardner - El ordenadorcomocientífico
93. M. Gardner - Crónicasmarcianas
94. E. Fromm- Éticaypolítica
95. P. Grimai - La vidaenlaRomaantigua
96. E. Fromm- El artedeescuchar
97. E. Fromm- Lapatologíadelanormalidad
98. E. Fromm- Espírituy sociedad
99. E. Fromm- El humanismocomoutopíareal
100. C. Losilla - El cinedeterror
101. J. Bassay R. Freixas - El cinedecienciaficción
102. J. E. Monterde - Veinteaños decineespañol (1973-1992)
103. C. Geertz - Observandoel Islam
104. C. Wissler - Los indiosdelosEstados UnidosdeAmérica
105. E. Gellner - Posmodernismo, razónyreligión
106. G. Balandier - El poder enescenas
107. Q. Casas - El western
108. A. Einstein * Sobreel humanismo
109. E. Kenig- Historiadelosjudíos españoleshasta 1492
110. Á. Ortiz y M. J. Piqueras- Lapinturaenel cine
111. M. Douglas- Laaceptabilidaddel riesgoenlas cienciassociales
112. H.-G. Gadamer - El iniciodelafilosofíaoccidental
113. E. W. Said * Representaciones del intelectual
114. E. A. Havelock- Lamusaaprendeaescribir
115. C. F. HerederoyA. Santamarina - El cinenegro
116. B. Waldenfels - DeHusserl aDerrida
117. H. Putnam*Laherenciadel pragmatismo
121. G. Vattimo - Creer quesecree
Clifford Geertz
#III PAIDÓS
Barcelona · Buenos Aires · Mexico
Títulooriginal: WorksandUves. TheAnthropologist asAuthor
Publicado en inglés por Stanford University Press, Stanford, California
Traducción deAlberto Cardin
Cubiertade Mario Eskenazi
1.3edición, 1989
1.areimpresión, 1997
Quedanrigurosamenteprohibidas, sinlaautorizaciónescritadeiostitularesdel «Copyright», bajolas
sancionesestablecidasenlasleyes, lareproduccióntotal oparcial deestaobrapor cualquier método
oprocedimiento, comprendidoslareprografíayel tratamientoinformático, yladistribuciónde
ejemplaresdeellamediantealquiler opréstamopúblicos.
Prefacio . . 9
C. G.
ESTAR ALLI
EL MUNDO EN UN TEXTO
13. Ed. orig., pág. 336; trad. cast., págs. 338-339. Para más amplios
comentarios sobre este tema en la obra de Lévi-Strauss en general,
véase« The cerebral savage», en C. G e e r t z , The Interpretation of
Cultures, Nueva York, Basic, 1973, págs. 345-359 (trad. cast.: La inter
pretación de las culturas, Barcelona, Gedisa, 1987).
14. Ed. orig., pág. 315; trad. cast., pág. 340.
50 EL ANTROPÓLOGO COMO AUTOR
IMAGENES EXOTICAS
mismo, E.-P instala su cam pam ento a la orilla del río, rup
tura de la acción que corre pareja con una ruptura de la
narración, para pasar a reflexionar sobre la suerte de los
hom bres que dirige y sobre su m odo de dirigirlos:
EL YO TESTIFICAL 1
En «Baloma»:
En Argonautas:
Tan som bría visión de las cosas, que avanza hacia una
visión aún más sombría, puede estar o no implícita en el
género yo-testifical, como Barthes («el defecto es existen-
cial») piensa que lo está.16 Pero ciertam ente tiende a apa
recer como característica de obras, contemporáneas al
menos, en las que las representaciones del campo de inves
tigación del etnógrafo concebido como experiencia perso
nal, «una comprensión del yo pasando por el desvío del
otro», aparecen situadas en el centro autor-izador. El «Yo»
es ciertam ente muy difícil de escribir; el «valgo más de lo
que escribo», muy duro de probar; el «imaginario de segun
do grado», muy difícil de evitar. La sinceridad concebida
como elemento crucial aguarda a todos los que pasan por
este camino. Para algunos, el resultado de acercarse a ver es
un movimiento que los aleja de la etnografía en dirección a
la reflexión metacientífica, el periodism o cultural o el acti
vismo social. M ientras para otros, resueltos y mucho menos
fáciles de desanim ar, y de los que todo ello depende en
gran medida, se trata de un redoblado esfuerzo por afron
tar los desafíos literarios planteados por el legado de Ma
linowski. El «Yo testifical» puede no estar del todo bien;
pero está vivo y coleando.
Not-us <or Not-U.S.) unnerves the Us», lo que traslado para degus
tadores de trabalenguas ingleses [T.].
3. R. B e n e d ic t , Patterns of Culture, Nueva York, 1959, pág. 96
(publicado originalmente en 1932) (trad. cast.: El hombre y la cul
tura, Buenos Aires, Sudamericana, 1967); The Chrysantemum and the
Sword: Patterns of Japanese Culture (Nueva York, 1974, pág. 228
(publicado originalmente en 1946) (trad. cast.: El crisantemo y la
espada, Madrid, Alianza, 1974).
NOSOTROS / LOS OTROS 117
Los indios de las llanuras com parten con las tribus del este
y del oeste una furiosa búsqueda de la visión. Incluso pueden
encontrarse concepciones altam ente form alizadas de ella en la
costa atlántica y en el Pacífico. Así, a pesar de la diversidad de
form as locales, el m odo de abordar la visión se producía, o
De 1934:
De 1946:
Sobre la comida:
Sobre la masculinidad:
Sobre la bebida:
ESTAR AQUI
2. C o m o i n t e r e s a n t e m u e s tr a d e lo m u y b u e n o y lo m u y m a lo ,
lo b ie n p r o f u n d i z a d o y lo p r e te n c io s o , lo v e r d a d e r a m e n t e o r ig in a l y
el a t u r d i m i e n t o p u r o , p u e d e v e r s e J. C l i f f o r d y G. M a rc u s (e d s .),
Writing Culture: The Poetics and Politics of Ethnology, B e rk e le y ,
C a lif o r n ia , 1986 ( d e p r ó x i m a a p a r ic ió n e n J ú e a r c o n el tí tu l o Retóricas
de la etnología). P a r a u n a r e v is ió n m e n o s f a tig o s a d e l a s u n t o , v é a s e
G. M a rc u s y M . F is c h e r, Anthropology as Cultural Critique: An Expe
rimental Moment in the Human Sciences, C h ic a g o , 1986. C o m o r i a
c h u e lo s r e c ie n te s d e la m is m a c o r r i e n t e p u e d e n c i t a r s e ta m b ié n :
J. F a b ia n , Time and the Other: How Anthropology Makes Its Object,
N u e v a Y o r k , 1983; J . C u f f o r d , «O n E th n o g r a p h i e A u th o r ity » , Repré
sentations, 2 (1983): 118-146; J. R uby (e d .), A Crack in the Mirror:
Reflexive Perspectives in Anthropology , F ila d e líia , 1982; T . Asad (e d .),
Anthropology and the Colonial Encounter, N u e v a Y o r k , 1973; y D. Hy-
mes (ed .), Reinventing Anthropology, N u e v a Y o rk , 1974; o r ig in a lm e n
te p u b lic a d o e n 1969.
142 EL ANTROPÓLOGO COMO AUTOR
4. J. Fabian, Time and the Other, pág. 149; los paréntesis y las
cursivas son del original.
ESTAR AQUÍ 145
como son cuando sólo Dios los ve, está en realidad bas
tante extendida. Pero se trata más bien de una estrategia
retórica, un modo de persuasión; un modo que quizá sea
difícil abandonar del todo y a la vez conseguir que sea le
gible, o que aún se siga manteniendo a pesar de su difícil
legibilidad. No resulta claro qué tipo de «partido» habrá
de adoptar una escritura imaginativa sobre gentes reales
en sitios reales y tiempos reales, más allá de lo que pueda
ser un inteligente etiquetado; pero sin duda alguna la an
tropología tendrá que dar pronto con él si quiere continuar
siendo considerada como una fuerza intelectual en la cultu
ra contemporánea, si su condición mulesca (pregonado tío
m aterno científico, vergonzante padre literario) no term ina
por conducirla a la esterilidad de las muías.
La naturaleza «intermediaria» de casi la mayor parte de
los escritos etnográficos, a medio camino entre textos satu
rados de autoría, como David Copperfield, y textos vaciados
de ella, como «Sobre la electrodinám ica de los cuerpos en
movimiento» (por volver sobre la presunción con que esta
investigación comenzó), sigue siendo tan crucial, ahora que
los antropólogos se hallan cogidos entre la vasta reorgani
zación de las relaciones políticas mundiales y el no menos
amplio replanteam iento de lo que debe considerarse que
es la «descripción», como lo fue cuando la prim era apenas
había empezado y el segundo no había empezado en abso
luto. Su tarea sigue siendo dem ostrar, o más exactamente
dem ostrar de nuevo, en diferentes momentos y con diferen
tes medios, que la descripción del modo en que otros viven,
que no se presenta ni como cuentos sobre cosas que nunca
ocurrieron, ni como informes sobre fenómenos medibles
producidos por fuerzas calculables, aún puede inducir a
la convicción. Los modos mitopoyéticos de discurso (La Di
vina Comedia, Caperucita Roja), al igual que los modos ob-
jetivistas (El origen de las especies, El calendario zara
gozano) tienen una adecuación específica a sus propios
fines. Pero, dejando de lado algunas rarezas, la etnografía,
ahora como siempre, ni trata sus m ateriales como ocasiones
para revelaciones engañosas, ni los representa como emer
giendo de m anera natural de un mundo absolutizado.
152 EL ANTROPÓLOGO COMO AUTOR