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A PROPOSITO DE

LOS “DERROTADOS”
V*
A ñ o -i
N úm e ro 0
M ontevideo
M arzo 17 de 1971
IBI

campana
nel CHE
l..

NUMERO
ESPECIAL-
BIBLIOTECA « D E L PGCER LEGISLATIVO
S E C C IO lN « A U c |t4 lp lj 9 J O N E .S » ± < oO
O ' A a No 0

A Ñ O 1, N ?O

17 de marzo de 1971
Montevideo

"No es mi ánimo derra­


mar la sangre preciosa
de los americanos, pero
las circunstancias nos
han estrechado de tal
modo que debemos ha­
cer respetar nuestra jus­
ticia si deseamos que ella
triunfe."
José Artigas
15 de enero de 1815
Revista quincenal p u b li­
cada por APORTES —
Cuadernos de inform a­
ción política y económica
Director:
DANIEL VIDART
Redactor Responsable:
AGUSTÍN ANTÚNEZ
Administración y Re­
dacción:
Misiones 1290 - Teléfono
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Precio sujeto a modifi­
A propósito de los
cación de acuerdo a la ley n
Ní> 13720 del 16/XII/68
(COPRIN)
'DERROTADOS
CUESTIÓN autoriza la
libre reproducción de sus
artículos y documentos. INTI PEREDO:
Im preso en Talleres Gráficos
“33” S. A.
Piedras 522 —• Montevideo Mi campaña con el "CHE" .. 6


presentación de "Cuestión”
Esta revista lleva la ra­ to de la libertad humana. del aparato de gobierno.
zón de su ser y la meta de Hace centuria y media Pero es posible distinguir,
su quehacer en su nombre: dijo el Jefe de los Orien­ aunque se confundan mo­
Cuestión. Vivimos una épo­ tales: “ La cuestión es sólo mentáneamente, los roles
ca en la que las cuestiones entre la libertad y el des­ sociológicos de mandantes
fundamentales se han im­ potismo” . La aseveración y mandatarios. Contra* la
puesto por el empecina­ tiene hoy plena vigencia. opresión delegada de los
miento de los hechos. Sa­ No aludimos con ello sola­ primeros y contra la acción
limos a luz, y en busca de mente a la realidad cir­ directa de los segundos
la luz, en una hora de cunstancial de un gobierno enderezaremos nuestros
cuestionamientos, de revi­ ciego, agresivo y mediocre, argumentos, nuestras de­
siones, de desmitificacio- sin duda más fugaz que sus nuncias, nuestros cuestio­
nes ideológicas. Hoy se secuelas. Nos referimos en namientos en definitiva.
ponen en tela de juicio la especial a la permanente Cuestionamos la estabili­
solemnidad del pasado y opresión tiránica que los dad con que se quiere sa­
la autoridad del presente: estratos sociales dueños de cramentar las tiranías de
si toda la historia es histo­ la riqueza y el poder ejer­ nuestro tiempo como cues­
ria contemporánea, como cen sobre las clases me­ tionamos los enfoques y
ya se ha dicho, debemos dias y populares concul­ los procedimientos con los
analizar desde la actuali­ cándoles su libertad en el cuales se pretendió enfren­
dad, desde las cambiantes más amplio y hermoso tarlas hasta hace muy po­
escalas de valores contem­ sentido del término: la po­ co; también cuestionamos
poráneas, el edificio entero sibilidad de una plena las armas menores emplea­
del acontecer humano. realización humana en el das para combatirlas.
No pretendemos realizar seno de una sociedad jus­ Creemos que interpreta*
clicho ejercicio a escala ta y por ende igualitaria. mos las ansias de libera­
mundial. Vivimos en el Si nuestra voz de denun­ ción de vastos sectores del
ambiente de la sociedad y cia se dirigirá con particu­ país y de Latinoamérica
la cultura uruguayas; a lar énfasis contra la coti­ que, en vez de esperar p a­
través del prisma local con­ diana prepotencia del go­ sivamente, traducen en ac­
templaremos el espectro bierno que padecemos es tos su esperanza. Conoce­
del universal cuestiona- porque en pocas oportu­ mos el enemigo de aden­
miento y su inmediata re­ nidades de la tormentosa tro, la oligarquía criolla, y
fracción en el área latino­ historia del pueblo oriental su feroz aliado de afuera,
americana. El Uruguay, La­ se han yuxtapuesto más el imperialismo yanqui. Sa­
tinoamérica y el mundo perfectamente los intereses bemos que nuestra voz
entero encuentran ante sí de la oligarquía con los quiere ser oída, particu­
problemas de la misma haceres del equipo decisor. larmente por nuestros jó­
naturaleza. No es el azar La oligarquía actual no venes llenos de valentía y
lo que une esos hilos di­ tiene personeros a quienes amor a la patria, y por lo
versos, sino las leyes de trasmitir las órdenes: ella tanto universalistas e inter­
un desarrollo dialéctico misma es la que actúa, nacionalistas.
permanente hacia la ob­ desembozadamente, desde Serem os pragmáticos.
tención y perfeccionamien­ las alturas (y subterráneos) Con ello queremos decir

M enú i
que pondremos nuestro in­
terés en los problemas de
acuerdo con el reclamo de
las prioridades más inme­
diatas y las urgencias más
directas. El problema na­
cional será, en consecuen­
cia, nuestro centro y, sin
que medie contradicción,
esta circunstancia nos per­
mitirá ver al continente
americano y al mundo de
nuestros iguales como a la
patria propia. Contempla­
remos al universo circun­
dante desde un sitio con­
creto, culturalmente com-
pa rtib le, históricamente
comprensible, sim b ó lica­
mente accesibles este solar
de las cuchillas, este país
golpeado y rebelde en el
que estamos, este sitio en
el que yacen nuestros
muertos y en el que pelean
nuestros vivientes más es­
clarecidos.
Pretendemos que nues­
tra palabra sea escuchada
por los más. Nuestro len­
guaje será el viejo y fácil
lenguaje del pueblo orien­
tal. Daremos, pues, la es­
palda a la exquisitez des-
pistadora, a la erudición
inconducente, a las abs­
tracciones alejadas de los
primarios intereses de una
nación del Tercer Mundo. para nosotros el objetivo ellos, procuraremos reali­
Este enfoque nos guiará fundamental. En torno a zar nuestra humilde tarea
en todos los asuntos que ella trabajaremos, relegan­ con lucidez, con coraje, con
abordemos, ya sean ellos do lo accesorio al sitio que honra. De este modo trata-
políticos, económicos, sin­ le corresponde. remos de ser fieles segui­
dicales, históricos, geográ­ Sabemos que existe un dores de la lucha iniciada
ficos, artísticos o de cual­ numeroso contingente de por Artigas. Continuándo­
quiera otra índole. La ta­ orientales que espera bas­ la, terminándola, perfec­
rea de liberación, la se­ tante de nosotros. Aunque cionándola. Construyendo
gunda independencia« es más esperamos nosotros de una patria para todos.
a propósito de los "Derrotados”
Parecería contradictorio con año de la m uerte del Che, ni tro país, donde, organizacio­
los propósitos enunciados en la que en 1969, año en que el nes políticas progresistas echan
Presentación iniciar nuestra Inti, asesinado luego en una las bases y delinean las estruc­
em presa periodística con un acción urbana, escribe su re­ turas de un Frente Amplio,
documento ajeno a la realidad lato. Ya no está Barrientos en cuya vocación electoral parece
nacional. En efecto, el trabajo el escenario. Tampoco Ovan­ contradecir las actitudes de la
del "Inii" Peredo “Mi campa­ do, que en un principio pare­ lucha arm ada en el territorio
ñ a con el Che” se refiere es- cía tirar en yunta con aquél uruguayo.
ecíficamente a la guerrilla y que finalmente intentó una En verdad creemos en la
oliviana y, aunque m uy rela­ medrosa y abortada apertura importancia del F rente Am­
cionado con la insurgencia en nacionalista. La actual presen­ plio. Viene a sum arse a una
América Latina, aparentem en­ cia de Torres, conjurador de lucha ya comenzada, es uno
te no tiene nada que ver con un golpe gorila, pese a las va­ de los resultados de ella, y un
lo uruguayo, declarado centro cilaciones y presiones que la esfuerzo más en las bregas de
de nuestras preocupaciones. marcan, revela una situación liberación. En prim era instan­
Pero a poco que se afine el política muy distinta a la en­ cia tiene la virtud histórica de
análisis se advertirá que no es frentada por la lucha de Ramón nuclear grupos antioligárqui­
Inoportuna ni extem poránea en la floresta tropical. El pu­ cos y antim perialistas urugua­
*u publicación. ñado de héroes, oportunistas yos y puede proyectarlos en
para algunos, y locos para un sentido de progreso político;
Hay en el Uruguay, es cier­ otros ha logrado a la distancia,
to, en este preciso instante, es posible tam bién que, si lo­
efectos cualitativos. Por vías gra la debida consistencia, tra s­
crónicas tan dram áticas en su indirectas, que la m entalidad
desarrollo y tan significativas pase las tranqueras electorales.
popular ve con claridad, la Pero el Frente Amplio no cons­
en sus motivaciones como la guerrilla boliviana, derrotada
del Inti. Viven muchos de sus tituye una panacea. Sólo es
o no, es en medida considera­ por ahora una alianza circuns­
actores; poseen, además de su ble, el origen de los hechos
valor histórico, las vivencias tancial. Si el pueblo oriental
que hoy vive el Altiplano. La encuentra por su interm edio
domésticas de sucesos y luga­ liberación de Debray y Bustos,
res compartidos. Ya se cono­ la posibilidad de realizar un
no sólo significa un desconge­ aporte más a las luchas que
cerán cuando apunte la aurora lamiento obligado de posicio­
de la liberación. Entre tanto, se vienen procesando, bienve­
nes, sino que es uno de los nido sea.
el documento del Inti que na­ efectos de la acción revolucio­
rra y valora la campaña del naria que el Che inició para Por otro lado, las sendas
Che Guevara y los compañe­ toda nuestra América y que abiertas por el Che, no sólo no
ros de la cruzada comenzada cualquiera sean los avatares se han cerrado en Sudamérica,
en Ñancahuazú y finalizada en por los cuales pase, existirá sino que siguen siendo motor
el Churo, puede servir como m ientras existan en un extre­ decisivo. Las estrategias con­
punto de referencia para juz­ mo los magnates del estaño y tinentales y las tácticas loca­
gar sucesos uruguayos, y ayu­ en el otro los collas y aimarás les dirán en qué medida son
dar a comprender nuestro embrutecidos por el ham bre y viables las soluciones del tipo
convulsionado presente. la coca. Aún más, lo que suce­ de Chile, donde recién se co­
A prim era vista este docu­ de en Bolivia ha sido auspi­ mienza a luchar por el poder.
mento está viciado por una ciosamente antecedido por el Porque el Che no ha muerto,
tacha de inoportunidad. Glo­ proceso actual del Perú, en su en tapto su fantasma, dotado
balm ente puede decirse que la momento considerado como el de pasmosa vitalidad, recorre
guerrilla rural no ha funcio­ cementerio de la guerrilla los campos, los suburbios y las
nado en América Latina, con campesina. calles metropolitanas de nues­
la misma eficacia que en Cuba, tras encolerizadas patrias.
su modelo histórico en gran La otra tacha que parece
medida. Desorganizada en Ve­ poder endilgarse a este docu­ Concluyamos. Este docu­
nezuela, fuerte pero m argina- mento es la de su extem pora- mento del Inti, es el testim o­
lizada en Colombia, derrotada neidad. Publicar el relato de nio de un derrotado. También
en el Perú, diezmada una y un vencido que empuñó las el Che lo fue. Más lejos toda­
otra vez en Bolivia, no ha po­ armas para su propósito de li­ vía, Artigas, el gran derrotado,
dido superar su desconexión beración, en el momento en conoció el polvo amargo del
con el campesino, el aisla­ que, por vías pacíficas, un país éxodo y larguísimo ostracismo
miento con respecto a la ciu­ como Chile ha buscado una de la selva. Si el Inti, el Che,
dad, las tácticas m ortíferas del salida al subdesarrollo y a la Artigas, fueron ' derrotados,
enemigo adoctrinado por el dependencia, parece, más que cabe reflexionar en qué m edi­
imperialismo. Sin embargo las un desafío, una irracionalidad. da sus derrotas no fueron mo­
cosas no son tan así. Hoy por Justam ente el ejemplo chileno, tores de procesos que arra n ­
hoy, el panorama de Bolivia proyectado a escala continen­ caron de su prédica y su ac­
no es el mismo que en 1967, tal, ha encontrado eco en nues­ ción; cabe calibrar en qué me­

PÁGINA 4
dida sus derrotas no se han tarde o temprano: con eleccio­ Hombres de carne y hueso y
convertido en victorias; hasta nes, sin elecciones, de cual­ no semidioses; hombres con
qué punto sus ejemplos hum a­ quier modo y por cualquier errores y aciertos; hombres con
nos y sus idearios no alum ­ vía. La historia aún no vivida, fe y coraje y con todas las
bran la aurora de nuestro prefigurada en las tendencias flaquezas y grandezas de lo
mundo. que insurgen en el presente, humano: éstos son los perso­
Aquellos grandes derrotados dirá de qué modo los orienta­ najes que transitan estas pá­
ya hoy son triunfadores. Sus les haremos posible el m anda­ ginas grávidas de futuro e im ­
cabezas puestas a precio, son to de Artigas, y cumpliremos pregnadas de presente que
hoy el símbolo de los comba­ la palabra empeñada al borde ofrecemos en este número de
tientes en incontenible avance. de la muerte, por nuestros CUESTIÓN.
Este documento del Inti no m ártires y nuestros héroes sin
derrota. Es pueblo, sólo pue­ Pedimos que se lea este do­
es, por consiguiente un docu­ cumento con atención estudio­
m ento extemporáneo ni ino blo, quien recogió aquellas
banderas, avivó aquellos fue­ sa, con espíritu crítico, con se­
portuno. Tiene importancia renidad valorativa. América
histórica y actualidad m ilitan­ gos y asumió ya imposterga­
bles compromisos. Latina es una sola. El pueblo
te. Es tan nuestro como boli­ uruguayo, ya embarcado en
viano, pues el Uruguay no Los lectores que aborden
este relato de Inti Peredo sen­ sus decisivas luchas de libe­
configura una isla al margen ración, hoy se enfrenta a una
de la América subdesarrollada tirán de inmediato su profun­
do sortilegio. Es un documen­ circunstancia electoral, Con las
y violenta. Estamos en el ojo limitaciones que conocemos.
de la torm enta y éste no es to directo, sin sombra de ses­
go literario, y por ello atrapa, En ella no dejará de ver los
un supuesto gratuito ni tre- esfuerzos que fuera y dentro
mendista, sino una realidad conmueve y convence. Tiene la de fronteras realizan nuestros
cotidiana. Lo saben los de a rri­ llaneza sincera de la vida, el revolucionarios, libres de an ­
ba, que aprietan más y más soplo persuasivo de la espon­
taneidad. Relata, juzga, com­ temano de toda idea exitista
el torniquete de la represión y ambición personal.
y _lo saben los de abajo que plem enta y explica el Diario
ya no están dispuestos a tole­ del Che, aclara puntos oscu­ El Inti, el Ché, Artigas, fue­
ra r más, y ensayan las salidas ros y controvertidos. Vale co­ ron ayer y aún lo son hoy,
decisivas para la emancipación mo crónica y adoctrina como abominados por los cancerbe­
nacional. el mejor de los manifiestos. ros de los privilegios de lá
Sin estridencias, sin novelería, oligarquía constituidos en go­
Tendremos elecciones “li­ nos introduce en la epopeya bierno. Tam bién hoy son la
bres” o no tendremos eleccio­ de un puñado de hombres que bandera de un pueblo que sa
nes simplemente. Pero libera- llevaron la lucha armada has­ ha lanzado a conquistar su
«ión nacional, sí que la habrá, ta sus últimas consecuencias. destino.

FAGINA (
I) el ' Che" en Ñancahuazú
f> ' . . . __, ... ■\ v .'
■ M C h í «tafea sentado en
*n tronco.
Fum aba deleitándose con la
fragancia del humo, Tenía la
gorra puesta. Cuando nuestto
frup o llegó, sus ojos relaity-
paguearon de alegría.
El hom bre más buscado por
•1 imperialismo, el guerrillero
legendario, estratega y teórico
de proyecciones mundiales,
bandera de lucha y esperanza,
estaba allí, metido tranquila­
mente en el corazón de uno de
los países más oprimidos y e x ­
plotados del continente.
Era la noche del 27 de no­
viembre de 1966.
Su viaje a Bolivia había si­
do uno de los secretos más
fascinantes de la historia.
Pronto sus enemigos y el
mundo entero serían testigos
de su “resurrección”.
Esta imagen se me ocurrió
al recordar que los cables de
las agencias im perialistas ha­
bían extendido su certificado
de defunción “victimado por
el paredón castsista”.
Me golpearon varias reaccio­
nes: turbación por el respeto
que le tenía (y m antendré
siempre), emoción profunda,
orgullo de estrecharle la m a­
no, y una satisfacción difícil
de describir al saber con ab­
soluta seguridad que en ese
momento me convertía en uno
de los soldados del ejército
que dirigiría el más famoso
Comandante Guerrillero.
El Ché, o Ramón, como !o
presentaban a la tropa, saludó
con afecto al grupo.
Indicando con la mano me
dijo:
—Tú eres Inti.
Me sentí más cohibido.
Algunos compañeros le h a­
bían dado antecedentes míos y
sabía que yo llegaba en ese
grupo. Por mi parte también
tenía conocimiento que el Chá
estaba en el monte, esperán­
donos. Aun así no logré domi­
nar mis sentimientos.
Nos sentamos en unos tron­
cos.
Al poco rato Pombo me en­
tregó una carabina M-2 (mi

PAGINA *
prim era arma) y el equipo de más queridos por nosotros, me irónicamente con los autobu-
combatiente. ayudó a arm ar la hamaca. ■ses destartalados que recorren
Todo sucedió en forma in­ No tuvimos tiempo para las ciudades bolivianas y lle­
creíblemente sencilla. Sin em­ dormir. van ese nombre.
bargo, esa noche comenzó mi Cerca de las dos de la m a­ La noche estaba m uy oscura.
vida de revolucionario. ñana los que aún permanecía­ En la casa de Calamina el
La conversación brotó fácil, mos despiertos debutamos con Ché nos dio su prim era lec­
animada en torno a temas ge­ la “góndola”, término que se ción práctica de lo que debía
nerales. Yo hablé poco, porque haría popular mundialmente ser un jefe sencillo y capaz:
aún estaba impactado por es­ con el desarrollo de la guerra. eligió el saco más pesado y lo
te encuentro. Momentos más La “góndola” consistía simple­ colocó en su espalda, iniciando
tarde el grupo brindó por el mente en ir desde nuestro el camino de regreso. En el
éxito de la lucha guerrillera y campamento hasta la Casa de trayecto se tropezó y se cayó
por la confianza que existía Calamina a cargar víveres, ar­ porque se veía m uy poco. Re­
en la victoria final. mas, municiones. Era una ta ­ cogió nuevam ente su carga y
rea dura, pero Turna con ese continuó al campamento.
Avanzada la noche, Turna, carácter alegre que dinamiza- Nosotros seguimos su ejem ­
uno de los hombres que se ba a nuestra columna, bauti­ plo.
convirtieron con el transcurso zó este tra n a 'o con el nombre El ejército guerrillero empe­
del tiempo en uno de los seres de “góndola”, comparándolo zaba a desarrollarse.

FAGINA X
Il) Bolivia: país de vanguardia
El último día que estuve en
La Paz fue el 25 de noviembre
de 1966. Cerca de la mediano­
che salimos en un jeep con
Joaquín, Braulio y Ricardo. En
otro vehículo más adelante
iban Urbano, Miguel, Maimu-
ra y Coco. Doce horas después
estábamos en Cochabamba.
A llí me despedí de mi com­
pañera, que estaba viviendo en
casa de mi suegro. La conver­
sación fue tranquila, desprovis­
ta de dramatismo. Ella ya es­
taba informada de que partía
definitivamente al monte. An­
tes de lalir besé a mis hijos.
Mi decisión de ingresar en
el proceso de la lucha armada
fue producto de una serie de
consideraciones que estaban
madurando desde hacía tiem­
po. Militante del Partido Co­
munista de Bolivia junto con
Coco desde 1951, conocí la es­
trategia, táctica y mecánica de
este partido. También por ha­
ber convivido con ellos, sabia
perfectamente cuál era la
mentalidad de la dirigencia.
Pero también «■ justo dejar
establecido que mientras no
hubo perspectivas reales de lu­ tro país, había escogido a un valiente: es la guerrilla. In­
cha armada en Bolivia, noso­ grupo de compañeros para este cluso remotándonos a antece­
tros participamos y estuvimos trabajo. Pero la dirección, dentes históricos, estábamos
plenamente de acuerdo con las manteniendo una conducta conscientes de que nos encon­
decisiones de esa dirección. dual que nosotros captábamos trábamos al borde de una
Ésta es una experiencia que sin esfuerzo, siempre estaba oportunidad que podría marcar
estimamos puede ser recogida indecisa, a la expectativa. una nueva etapa en el destino
por otros militantes de parti­ Nosotros perdimos la con­ de Bolivia.
dos comunistas en alguna par­ fianza en esos dirigentes y, Para nosotros la separación
te del continente que confun­ personalmente, no creía que el del Alto Perú del imperio es­
den la “incondicionalidad” con PC fuera a ingresar a la gue­ pañol fue un proceso de eman­
la fidelidad a los principios. rra como partido, o que pres­ cipación interrumpido. Las ba­
Para nosotros sólo los princi­ tara toda su colaboración, es­ ses sociales no se alteraron.
pios tienen valor permanente forzándose al máximo y con El poder político y económico
La politica de la mayoría de lealtad. fue transferido a la aristocra­
los PC latinoamericanos es El grupo asignado para/ el cia criolla y a los españolas
llegar "al borde de la lucha trabajo preparatorio, entre los ricos asentados en el país.
armada". Es una especie de que se encontraban el Ñato, El pueblo, principal actor
juego peligroso en el que han el Loro, Rodolfo, Coco, etcéte­ de esa gesta del siglo pasado,
adquirido gran maestría, en ra, estaba claro, sin embargo, no disfrutó ni siquiera de las
ese límite se detienen y vuel­ de cuál era nuestra única e migajas del poder, aunque a
ven a sus posiciones origina­ irrenunciable estrategia, y lo largo de casi siglo y medio
les para reiniciar la concilia­ nuestra decisión de luchar de lucha ha pugnado por rom­
ción o sumergirse en la insti- hasta el final se mantuvo per sus cadenas.
tucionalidad. Cuando han lle­ siempre firme. La oportunidad histórica de
gado al “borde de la guerra”, Esto es natural y ha sucedi­ obtener la verdadera y defini­
comercian los principios, se do también en otros países. tiva independencia, se presen­
olvidan de sus muertos y ade­ Muchos militantes situados “al taba ahora, con el desarrollo
cúan la teoría de su conducta borde de la guerra”, lejos de de la guerrilla cuyo embrión
reformista o traidora. retroceder con sus direcciones estaba germinando en plena
El PCB no era ni es una conciliadoras dan un paso de­ selva boliviana.
excepción. Comprometido con cisivo y se sitúan en la van­ Por lo demás esta forma de
muchos meses de anticipación guardia. Se alza una nueva lucha está enraizada en la tra­
en la lucha guerrillera de nues- fuerza, dinámica, agresiva y dición del pueblo. Durante

PAonrA t
quince anos —desde 1810 a de noviemDre a Kamón, la
1825— guerrilleros como Padi­ em oción del en cu en tro fu e
lla, Moto Méndez, el cura Mu­ trem enda.
ñecas, Warnes, Juana Azur- Al día siguiente llamó a Co­
duy y otros, combatieron co, al Loro y a mí, para con­
heroicamente contra los colo­ versar sobre el carácter de la
nialistas españoles enarbolan- lucha. Fue la prim era conver­
do las banderas de emancipa­ sación política, interesante y
ción continental de Bolívar y profunda como todas las que
Sucre. tuvimos durante la guerra. El
Naturalmente entendíamos y prim er concepto que fluyó en
estábamos plenamente cons­ forma categórica fue el de la
cientes de que las condiciones continentalidad. El Ché nos
eran y son completamente di­ explicó con su franqueza ha­
ferentes. Los patriotas del si­ bitual que la lucha tendría
glo pasado enfrentaron a un estas características claras:
imperialismo decadente, aco­ dura, larga y cruel. Por lo tan ­
sado por otras potencias impe­ to nadie debía acomodar su
rialistas, que Surgían con am­ m entalidad a situaciones “cor-
biciones de dominación mun­ to-olacistas”.
dial. Ahora nos enfrentamos Enseguida expuso por qué
al imperialismo norteamerica­ se había escogido a Bolivia
no hegemónico, la potencia como escenario de la guerra.
industriál-militár más podero­ Su elección, afirmó, no es
sa del mUndo, que ejerce su arbitraria. Está ubicada en el
dominio con crueldad, sin es­ corazón del Cono Sur de nues­
crúpulos, brutalizado, rapaz y tro continente, lim itada con
genocida. Por otra parte tam­ cinco países que tienen una “Pero este pequeño esquema
bién las motiváciones son s i t ú a ción político-económica de victorias encierra dentro de
dtótifttas: ahora luchamos co­ cada vez más crítica, y su sí sacrificios inmensos de los
mo vanguardia del pueblo por misma posición geográfica la pueblos, sacrificios que deben
la conquista del poder, para convierte en una región estra­ exigirse desde hoy, a la luz
construir el socialismo y for­ tégica para irradiar la lucha del día, y quizás! sean menos
mar el hombre nuevo, elimi­ revolucionaria a naciones ve­ dolorosos de los que debieran
nando ftl imperialismo y sus cinas. soportar si rehuyéramos cons­
lacayos. Hay que tener presente que tantem ente el combate, para
Es necesario advertir, ade­ Bolivia no puede liberarse tra ta r que otros sean los que
más, que en el pueblo latino­ sola, o por lo menos es extre­ nos saquen las castañas del
americano se há desarrollado madamente difícil que ello fuego.”
un gran sentimiento chauvi­ ocurra. Aun derrotando al “Claro que, el último país
nista, estimulado, fundamen­ ejército y derrotando al poder, en liberarse, m uy probable­
talmente, por el imperialismo. el triunfo de la revolución no mente lo hará sin lucha arm a­
Este nacionalismo deformado está asegurado, puesto que los da, y los sufrimientos de la
se ha empleado como instru­ gobiernos lacayos dirigidos por guerra tan larga y tan cruel
mento para dividir a los pue­ el imperialismo o directam en­ como la que hacen los im pe­
blos y desatar entre ellos gue­ te el imperialismo con la cola­ rialistas, se le ahorrará a ese
rras fratricidas. Los partidos boración de los gobiernos la­ pueblo. Pero tal vez sea impo­
tradicionales de izquierda, le­ cayos tratarán de aplastarnos. sible eludir esa luchá y sus
jos dé combatir esta tenden- Sin embargo si en el desarrollo efectos, en una contienda da
ia, Ja, han fomentado e inclu- de la lucha se nos presenta ia carácter mundial, y se sufrirá
o defendido como principio alternativa de tomar el poder, igual o más aun. No podemos
elemental, contribuyendo con no vacilaremos en asumir esta predecir el futuro, pero jamás
la táctica impuesta por el ene­ responsabilidad histórica. Cla­ debemos ceder a la tentación
migo. Y Bolivia en esta etapa ro que ello encierra una gran claudicante de ser los aban­
de lucha guerrillera no fue cuota de sacrificio de los revo­ derados de un pueblo que
una excepción. lucionarios bolivianos. anhela su libertad, pero renie­
Este planteamiento nos ron­ El Ché nos explicó luego lo ga de la lucha que ésta con­
daba por la mente al conocer, que él entendía por “cuota de lleva, y la espera como un
cada vez con mayor certeza, sacrificios” de los revoluciona­ mendrugo de victoria.”
que el PCB no se integraría rios bolivianos. Nos dijo que P ara el Ché la cuota de sa­
a la guerrilla. había elaborado un documen­ crificios significaba la partici­
De todas maneras, nosotros to para la reunión tricontinen- pación del pueblo boliviano
estábamos dispuestos a comba­ tal de los pueblos que se rea­ como abanderado de la lucha
tir hasta las últim as conse­ lizaría en La Habana en julio guerrillera, y de ninguna m a­
cuencias, independientem ente de 1967. En ese documento, nera la postergación de la to­
de la actitud que asumiera el recalcó, expone lo siguiente: m a del poder.
PC. Cuando supimos que el “Solamente podremos triu n ­ En otros términos, nosotros
Ché dirigiría la lucha tuvimos far sobre ese ejército en la nos convertíamos en un pueblo
la absoluta seguridad de que medida que logremos m inar su de vanguardia que obtendría la
el proceso revolucionario se­ moral. Y ésta se mina infli­ liberación combatiendo y no
ría verdadero, sin claudicacio­ giéndole derrotas, y ocasionán­ como un “m endrugo de vic­
nes. Por eso al ver esa noche dole sufrimientos repetidos.” to ria”.

PAGINA 9
Ili) hacia un nuevo Vietnam
El Ché fue certero también
al definimos la relación que
existe entre la lucha del he­
roico pueblo de Vietnam con­
tra el imperialismo norteame­
ricano y la guerra de guerrillas
en puesteo continente. La gue­
rra .de Vietnam, afirmó, es una
parte, pero la más importante,
de la lucha mundial contra el
imperialismo. La guerra de
Vietnam es nuestra propia gue­
rra, ese heroico país ha sido
convertido en un laboratorio
de experimentación im peria­
lista para aplicar después las
desarrolladas técnicas guerre­
ras de destrucción contra el
pueblo de todo nuestro conti­
nente. Allí se ha visto clara­
mente cómo el imperialismo
no solamente viola las fronte­
ras, sino que las borra, reivin­
dicando su “derecho” de p er­
seguir a los patriotas de las
FAPLN a través de Camboya
o Laos, bombardea las aldeas
de esos países y extiende im­
punem ente su brutal geno­
cidio.
Lo mismo pasará en Améri­
ca Latina, explicó el Ché. Las
fronteras son conceptos artifi­
cialmente impuestos por el im ­
perialismo para separar a los
pueblos. Los pueblos que reco­
nocen fronteras están conde­
nados al aislamiento y su libe­
ración será más lenta y dolo-
rosa. El concepto de frontera
será roto por la acción. Cuan­
do nuestra guerrilla se desa­
rrolle, los gobiernos vecinos
enviarán prim ero armas, ase­
sores, aprovisionamiento. Tra­
tarán de cercarnos. Luego su
lucha será coordinada. Los
ejércitos se unirán en acción
anti-guerrillera. Cuando sean
incapaces de vencernos in ter­
vendrán los “marines” y el im ­
perialismo desencadenará todo
bu poder mortífero. Entonces
nuestra lucha será idéntica a
la que libra el pueblo vietna­
mita. Los revolucionarios com­
prenderán, si es que todavía centrado sus estudios de inteli­ eran extrem adam ente miopes o
no sienten esa necesidad, que gencia y análisis en los escri­ cobardes. Por eso eludían, dis­
es preciso unirse para enfren­ tos de nuestro Comandante y, torsionaban o no entendían el
ta r coordinadamente y como con mucha agudeza, había cap­ sentido de la lucha.
una sola fuerza, a los opresores. tado la dirección de su estra­ Durante el desarrollo de la
Muchas de las frases previs­ tegia. El Ché también estaba guerra, los norteamericanos en­
tas por el Ché se cumplieron. consciente de este problema, viaron a Bolivia gran cantidad
Indudablemente las restan­ como lo veremos más adelante. de armamento moderno, de in­
tes tam bién se habrían puesto Por desgracia, sólo las fuer­ menso poder mortífero, que ya
en práctica, ya que el im peria­ zas “progresistas” o las que se había sido experim entado en
lismo, en esa época, había con­ autodenominan “vanguardia” Vietnam. y “asesores” con lar-

*ÁGINA U
ga experiencia en contraguerri­ ran cualquier tipo de colabo­
llas. Estos últimos estaban en­ ración.
cargados de convertir a los sol­ Las huellas digitales del im­
dados en autómatas, con una perialismo aparecían grotesca*
m entalidad sádica, en seres in­ cuando después de cada bata­
humanos e inescrupulosos, comc lla ■capturábamos fusiles SIG
lo demostraron más tarde. (una variación del FAL belga),
Por otra parte la CIA ins­ granadas norteamericanas con
taló su cuartel general en el
Palacio Quemado en forma inscripciones de la NATO o la­
grosera, mostrando a Barrien­ tas de alimentos enviadas co­
tes como lo que es: una simple mo “fraternal” contribución
figura decorativa; luego orde­ por los ejércitos de Argentina,
nó a los gobiernos limítrofes Brasil, Paraguay o Perú, trans­
que cerraran sus fronteras a portadas impunemente por
los revolucionarios e impidie­ territorios de esos países.

IV) la deserción del P. C.


El Ché era hombre de una tuidos son incapaces de tomar nos lo haría Monje, a quien ya
sola palabra y con un sentido el poder, y derrotar al impe­ consideraba un cobarde.
de lealtad extraordinariam en­ rialismo. Incluso muchos de sus
te desarrollado. Si se examina dirigentes, como Jesús Farías, Este juicio no era arbitrario.
su Diario en la fecha corres­ Vittorio Codovilla, etc., se han Monje había recibido entrena­
pondiente al 27 de noviembre anquilosado, son arcaicos.” miento m ilitar junto con otros
dé 1966, aparecen dos proble­ compañeros que más tarde mu­
Luego de hacer este análisis rieron con el Ché. En esa opor­
mas que a simple vista no tie­ hizo resaltár su fe de que en
nen m ayor importancia, pero tunidad, por propia iniciativa,
alguna parte de este continen­ propuso un “pacto de sangre”
que con el transcurso de los te alguno de estos partidos po­
días cobrarían gran relieve. Di­ que los ataba, defendiendo ¡a
dría asumir una conducta re ­ lucha arm ada hasta la muerte.
ce: “Ricardo trajo una noticia volucionaria. El Ché pensaba
incómoda: el Chino está en que ese papel lo podría jugar Esta conducta había impre­
Bolivia y quiere mandar vein­ el PCB. sionado a muchos. Pero tal
te hombres y verme. Esto trae imagen se borraría pronto.
inconvenientes porque interna­ “Me da esa impresión, afir­
mó, porque el Partido es nuevo, Monje estaba informado de la
cionalizaremos la lucha antes de preparación del foco, y nueve
contar con Estanislao”. sus dirigentes son jóvenes y, es­
pecialmente, por el inmenso pe­ meses antes del prim er com­
Luego anota: bate, en julio de 1966, ya esta­
“En conversación preliminar so moral de los compromisos
que han adquirido, desde hace ba en contacto directo en La
con el Inti, éste opina que Es­ Paz con Ricardo y Pombo. En
tanislao no se alzará, pero pa­ bastante tiempo, con la revolu­
ción continental”. esa época se había comprome­
rece decidido a cortar am arras”. tido a designar a veinte hom­
Estos breves apuntes del Ché, Este planteamiento refleja la bres del PCB para que se in­
consignados sólo para su uso pureza moral del Ché, su acen­ corporaran a la lucha armada.
personal, tienen antecedentes drada lealtad y firmeza para Un mes más tarde, cuando los
más sólidos que los que pude respetar los compromisos. compañeros le preguntaron por
conocer y apreciar, porque me esos veinte guerrilleros en po­
dio una amplia información y Pero el Partido y sus dirigen­
tes, especialmente Monje, cuyo tencia, contestó —¿Qué veinte
luego porque fui testigo de m u­ hombres?
chos acontecimientos. nombre clandestino era Esta­
nislao, no tenían esa escala de­ Días después Monje amena­
Ramón tenía esperanzas de purada de valores morales. zó con retirar a los cuatro
que el Partido Comunista cum­ Acostumbrados a pactar con compañeros bolivianos que
pliera fielmente su compromiso. partidos corrompidos, con di­ trabajaban con los compañeros
“Los Partidos C onvnistas la­ rigentes traidores y oportunis­ cubanos en la preparación del
tinoamericanos” —nos explicó tas, con políticos venales que foco desde hacía meses. Tal
al día siguiente de nuestra lle­ comerciaban sus principios, h a ­ conducta era no sólo la de un
gada— “tienen una estructura bían adquirido esas mismas hombre vacilante, sino tam ­
institucional inadecuada para taras. P or eso le dije a Ramón bién la de un político extorsio­
las condiciones de la lucha que estaba seguro que el P ar­ nado!- que quiere sacar el me­
actual. Tal como están consti­ tido no se alzaría y mucho m e­ jor provecho posible a situacio-

FÁG1NA U
m s eonmenvas creadas por él siempre ei ni]o del pueblo. De« —¿Y cómo esta aquí ía cosa?
mismo. bemos m ejorar esta sociedad Le repliqué:
El 28 de setiembre en una y ella no se mejora si tenemos —Está muy bien, ya lo verás.
reunión que tuvo con Ricardo actitudes escapistas o cobar­ Además llegas oportunam ente
y con Pombo en L a Paz sugi­ des. Es necesario combatir. porque la guerra hay que em ­
rió que se asignaran tareas a De allí que en la primera pezarla pronto. Decídete a lu­
diversos núcleos del Partido conversación que tuve con el char con nosotros.
para garantizar una “mejor or­ Ché le manifesté con franque­ Monje contestó:
ganización” de la lucha. za mi desconfianza en la ac­ —Ya lo veremos, ya lo ve­
En esa oportunidad íue des­ ción del partido y en la con­ remos . . .
leal incluso con su organiza­ ducta de Monje. Incluso le Ché y Monje partieron solos
ción, porque planteó “despistar propuse que, dado el cargo que y conversaron durante unas
al Secretariado del PCB” ya que aún ocupaba en el Comité Re­ horas.
hablan mucho. Incluso infor­ gional de La Paz, podía reclu­ Tarde regresaron al campa­
mó de que en el Congreso del tar a la mejor gente para in­ mento base.
Partido Comunista del U ru­ gresarla a nuestro núcleo gue­ Cuando llegó vio a nuestra
guay, Kolle había dado cuen­ rrillero. gente, la saludó y empezó a
ta de los planes que existían El Ché me respondió que e s­ hablar con todos. Luego exa­
«obre Bolivia, y Arismendi ta actitud era equivocada pues minó la disposición del cam ­
exigía que todos los Secreta­ con el Partido las relaciones pamento y entonces hizo el
rios Generales de PC conocie­ debían desarrollarse en un siguiente comentario:
ran el problema. Según Monje plano de m utua lealtad. En la —Éste es un verdadero cam­
el Secretario General del PC misma oportunidad recalcó con pamento. ,Cómo se nota que
uruguayo había amenazado con firmeza: aquí hay dirección eféctiva,
inform ar personalmente si los “Estoy siempre dispuesto a que sabe lo que quiere, que
bolivianos no se decidían a entregar toda mi experiencia tiene experiencia.
hacerlo. guerrillera al PCB e incluso Luego alabó la defensa que
A principios de octubre Mon- darles la dirección política de el Ché había planificado y la
e se reunió nuevam ente con la guerra.” división de nuestra columna
os compañeros anunciando que Por eso en el Diario apare­ en vanguardia, centro y reta­
el CC del PCB “había dado un ce como una frase en clave la guardia.
paso positivo al aceptar unáni- referencia al Chino y a Esta­ Dijo otra frase que recuerdo
m ente la línea de la lucha ar­ nislao, aunque como dos cues­ bastante bien:
mada como la vía correcta pa­ tiones separadas. Pero es evi­ —Todo esto dem uestra una
ra llegar al poder”. Agregó dente que tienen relación: el prenaración combativa eficaz.
despectivamente: Ché no quería que se incorpo­ Al poco rato Monje me pidió
“Muchos apoyan la lucha a r­ raran combatientes de otros conversar con los compañe­
mada sólo verbalm ente porque países sin definir la situación ros bolivianos. Inm ediatam en­
son físicamente incapaces de con Estanislao, a pesar de que te consulté con el Ché para
participar en ella.” la conducta de éste no había preguntarle si esto era posible.
Pero días más tarde volvió a sido honesta. De todas maneras Ché contestó afirm ativam ente.
crear problemas exigiendo in­ Monj¿ conocía con anterioridad Se inició entonces una reu­
cluso dinero para financiar los cuál iba a ser el alcance de la nión dramática, tensa a veces,
sueldos dé los funcionarios del guerra y estaba de acuerdo. Pe­ persuasiva en otros momentos,
partido, cuestión a la que los ro el Ché quería reiterárselo dura en otros pasajes.
compañeros accedieron. personalmente. Monje relató a rasgos gene­
En esas condiciones llegamos Así llegamos a la víspera del rales su conversación con Ra­
*1 monte. Mi desconfianza en Año Nuevo. El 31 de diciem­ món, y luego centró el proble­
la dirección del PCB se había bre llegaron a la Casa de Ca­ ma a tres puntos fundam enta­
ahondado por otra serie de lamina Monje, Coco, Tania y les, que son los que aparecen
conversaciones que había sos­ Ricardo, que desde ese día se en el Diario:
tenido con él. quedaría definitivamente con 1) — Renunciaré a la Direc­
Sin vacilaciones saltaba de nosotros. ción del Partido, porque creo
un extremo al otro. Con el Ché nos trasladamos que el Partido como tal no en­
Sus dudas políticas las jus­ al prim er campamento. trará en la lucha, pero por lo
tificaba con el amor a la fa­ Monje estaba muy nervioso. menos trataré de lograr su neu­
milia. En el trayecto de la ciudad a tralidad. También trataré de
Querer a la familia es un la finca Coco le había dicho sacar de la organización algu­
seto natural de un guerrillero que Ramón estaba dispuesto a nos cuadros para la lucha.
porque la lucha, si bien es cier­ darle la dirección política de 2) — Le exigí al Ché que la
to, es dura, está motivada por la guerrilla al partido, pero dirección político-m ilitar de la
un profundo sentimiento de que no le entregaría la direc­ lucha debe corresponderme en
amor. P or eso le dije en algu­ ción m ilitar, lo que él, Coco, forma exclusiva a mí por lo me­
na oportunidad: consideraba justo. Luego pre­ nos m ientras ésta se desarrólle
—Creo que amo a mi familia sionó a Monje para que se de­ en Bolivia. Cuando se continen-
tanto o más que tú. Pero mi cidiera a incorporarse pronto talice podemos hacer una reu­
mundo no es sólo mi familia: a nuestro núcleo. nión con todos los grupos gue­
es todo el pueblo. Porque yo Monje nos dió la mano muy rrilleros y en esa oportunidad
no quiero que mis hijos vivan fríamente. yo haré entrega del mando al
en una sociedad canibalesca, Mientras el Ché saludaba a Ché, delante de todos.
donde el más fuerte devora al los otros compañeros me pre­ 3) — Le propuse al Ché ma­
más débil, y el más débil es guntó: nejar las relaciones con otros

PAGINA U
partidos comunistas latinoam e­ guno iba a aceptar su m isera­ íucna arm ada, pero no ésta,
ricanos y tra ta r de convencer­ ble proposición. sino una forma de sublevacióa
los para que apoyen a los mo­ Todos le replicamos con fir­ general. Como este plantea­
vimientos de liberación. meza que no nos íbamos. Que miento no es posible hacerlo
Enseguida explicó con más él se quedara, que era un fal­ dentro del Partido, mi carga
detalles estas cuestiones y so orgullo revolucionario ne­ no tiene mayor validez. Queda­
agregó con firmeza: garse a estar bajo las órdenes ré como un pobre diablo. P «
—No hemos llegado a ningún de otro, sobre todo cuando ese eso es mejor que me vaya.
acuerdo. “otro” era nada menos que el Le preguntamos:
Las palabras de Monje no Ché, el revolucionario más com­ —¿Qué vas a hacer? ¿Te de­
nos sorprendieron, pero causa­ pleto y más querido, el hom­ dicarás a tu profesión de maes-
ron un impacto doloroso, sobre bre junto al cual querían lu­ tro o a otra actividad?
todo en compañeros que aún char miles de latinoamericanos. Respondió:
tenían esperanzas en él y el Algunos compañeros, el Ña­ —Posiblemente m e tengan a
partido. to Méndez entre ellos, le ro­ su lado como un combatiente
Surgieron preguntas exigien­ garon que se quedara. El Ñato, más. Yo no tengo otra salida
do mayores antecedentes. que quería mucho al Partido, que la revolución.
Monje desarrolló de la si­ pero que amaba más profun­ Más tarde conversando con
guiente m anera sus plantea­ damente a la revolución, le di­ otros compañeros bolivianos
mientos: jo con palabras que denotaban les manifestó que él no quería
—Esta guerrilla debe dirigir­ emoción: convertirse en un traidor al
la el Partido. Por eso como P ri­ —Quédate, Mario. Tu per­ Partido (sin embargo ya había
m er Secretario debo tener la manencia con nosotros signifi­ traicionado a la revolución).
dirección total en lo m ilitar y cará levantar el prestigio del Como broche de oro colocó a
en lo político. Yo no puedo PCB y de todos los partidos co­ la conversación ,el siguienta
quedarm e en un lugar secun­ munistas latinoamericanos, que final:
dario porque donde quiera que han perdido toda autoridad por —Yo no estoy para convertir­
esté represento al Partido. El falta de acción, por su concilia­ me en un Van Troi.
mando m ilitar es una cuestión ción con el enemigo. Salva el Con ello quería significar
de principios para nosotros, prestigio de comunista y qué­ que Van Troi, el héroe vietna­
tan de principios que el Ché date. m ita asesinado por los nor­
no me lo quiere entregar. Por Luego intervino Carlos tres teamericanos, joven que e»
eso nuestro desacuerdo es ab­ o cuatro veces insistiendo: ejemplo para todos los revolu­
soluto aun cuando en otros as­ —Mario, no te vayas. Tú no cionarios del mundo, se había
pectos coincidamos o él acce­ debes asum ir una posición tan convertido en un “m ártir
de a nuestras peticiones. claudicante. Es increíble que inútil”.
Sentenciosamente agregó: el partido se porte en forma tan Basta esa frase para sentir
—Cuando el pueblo sepa que vacilante. Nosotros estamos se­ por Monje un profundo des­
esta guerrilla está dirigida por guros que triunfaremos. precio. Pero el tiempo lo mos­
un extranjero le volverá la es­ “Jam ás hemos pensado en traría enfangando aun más su
palda, le negará su apoyo. Es­ un fracaso. Estamos seguros da conducta y la de su partido. La
toy seguro que fracasará por­ la victoria. Sin el Partido nos reunión fue penosa en sí, no
que no la dirige un boliviano, costará un poco más, pero te­ tanto por el impacto emocional
sino un extranjero. Ustedes nemos al Ché. En él tenemos que había provocado entre los
morirán muy heroicamente, confianza y sabemos que nos compañeros bolivianos, sino
pero no tienen perspectivas de llevará a la victoria. Nuestra más bien por su actitud y sus
triunfo. revolución triunfará porque el conceptos que lo retrataron co­
Las palabras de Monje nos pueblo comprenderá tarde o mo cobarde, traidor y chauvi­
indignaron sobre todo cuando tem prano que nuestro jefe no nista.
calificó al Ché de “extranjero'’, es un “extranjero”, como tú
negándole estúpidamente su Esa noche se hizo un brindis.
dices, sino un revolucionario,
calidad de revolucionario con­ el mejor de todos, y la tarea Yo no estuve, porque a esa
tinental. Pero su desvergüenza tuya y la del Partido es. pre­ hora, cuando en la ciudad es­
llegó a extrem os cuando no? cisamente, esclarecer en el pue­ taban anunciando con cohetes
propuso desertar. blo que el Ché es un revolu­ y campanas al vuelo el adve­
—Ustedes, dijo, tienen liber­ cionario continental y no un nimiento del año 1967, m e to­
tad y garantías para abandonar extraño. caba hacer posta.
la lucha. Váyanse ahora con­ Otros compañeros le dijimos Los compañeros me conta­
migo. Nosotros sólo tenemos a Monje que el internaciona­ ban que Monje, alzando su co­
un compromiso: aportar cuatro lismo proletario no debe apri­ pa, afirmó que allí en Ñan-
compañeros para trab ajar con sionarse en un marco tan es­ cahuazú se iniciaba una nue­
el Ché en cualquier parte. El trecho. La presencia del Ché va gesta libertaria y deseó éxito
resto debe partir. El que quie­ entre nosotros, le recalcamos, a nuestra guerrilla.
ra quedarse puede hacerlo. El es una verdadera muestra de El Ché respondió que efec­
Partido no tom ará ninguna m e­ internacionalismo proletario. tivam ente se iniciaba una nue­
dida represiva. Pero como P ri­ Más adelante nos aseguró va gesta libertaria y que esta
m er Secretario les aconsejo que renunciaría a la Dirección grito de independencia era si­
que se vayan conmigo. del Partido, porque ya nada m ilar al que había iniciado Pe­
El solo hecho de que nos tenía que hacer dentro de la dro Domínguez Murillo. Tal
pidiera abandonar al Ché en organización. vez muchos, dijo Ramón, no
el monte era una actitud tra i­ —Para mí, afirmó, es eviden­ lleguen a ver el triunfo final.
cionera. Tal vez pensó que al­ te que el único camino es la Pero para triunfar hay que dar

pagina u
la prim era batalla. Y ese m o­ do absoluto lo debo tener yo. tengo mas eapacidaq que tú
mento ha llegado, agregó. CHÉ: Esto es un criterio para dirigir esta columna. La
—Éste es un grupo decidido estrecho y absurdo respecto falsa modestia no nos conduce
a combatir, no como soldados al internacionalismo proletario. a nada. Tú puedes aparecer
suicidas, sino como hombres El tipo de lucha que estamos como jefe, firm ar todos los co­
que saben que obtendrán la vic­ planteando sobrepasa los m ar­ municados en nombre de no­
toria. Pero aun suponiendo que cos nacionales. Aun cuando es­ sotros, pero la dirección real y
en esta etapa no se logre el tuviera dentro de ese esquema efectiva la tengo yo.
triunfo definitivo, estamos se­ ¿crees tú que es una posición MONJE: La dirección tiene
guros que este grito de rebel­ m arxista exigir el mando co­ que ser real y desde el princi­
día llegará al pueblo. mo un derecho de nacionali­ pio debe estar en mis manos.
A la mañana siguiente Mon­ dad? Tú estás equivocado. Eso Por mi falta de experiencia te
je se despidió abruptam ente. no es internacionalismo prole­ pediré consejo y asesoramiento
El Ché lo invitó a quedarse tario. Te voy a poner el siguien­ hasta que yo adquiera capaci­
hasta la tarde, hora en que re­ te ejemplo: si Fidel fuera a dad de dirección y pueda h a­
gresaba el jeep a la ciudad. Argentina a iniciar la guerra, cerme cargo solo de la guerri­
—¿Qué vas a hacer solo en yo me pondría de nuevo incon­ lla. Tú puedes ser mi asesor
el prim er campamento? — le dicionalmente a las órdenes de más importante.
preguntó. Fidel, por la posición histórica CHE: Aquí no soy asesor de
—Prefiero estar solo allá, que él tiene, y porque tú bien nadie. No soy partidario de
respondió Monje. sabes que lo considero mi eludir las responsabilidades y
Era evidente que estaba ner­ maestro. Por ese mismo cariño un asesoramiento significa eso:
vioso y no se atrevía a quedar­ y respeto que yo tengo a Fidel eludir responsabilidades. N un­
se con nosotros porque se sen­ aceptaría gustoso su mando. ca me consideré asesor.
tía incómodo. ¿O crees que haría cuestión de MONJE: Pero es ridículo que
En la tarde el Ché nos reu­ nacionalidad? Esa misma rela­ yo aparente ser iefe. Tú sabes
nió a todos y nos explicó la ción existe entre tú y yo. Las que la CIA puede infiltrar esta
actitud de Monje, sus exigen­ circunstancias históricas me guerrilla y el agente de la CIA
cias, y la forma en que había han situado en determinado se dará cuenta inm ediatam ente
forzado la ruptura. Dirigién­ lugar. Tengo una experiencia de que yo no soy el jefe efec­
dose a los combatientes boAi- m ilitar que tú no tienes. Tú tivo. Esa noticia saldrá afuera
vianos anunció: no has participado en ninguna. y todo el mundo pensará que
—Especialmente para uste­ Ahora te pregunto: ¿tendrías soy un “monigote”.
des vendrán días difíciles, mo­ la misma posición si en este CHÉ: Sí de eso se trata es­
mentos de angustia moral, con­ momento no estuviera yo con­ toy dispuesto a levantarm e to­
flictos emocionales. Puede ser tigo aquí en Ñancahuazú sino das las mañanas, cuadrarm e
que en algún momento de la Malinovski? delante de tí en presencia de la
lucha recuerden este episodio, MONJE: Ni aun cuando vi­ tropa y pedirte las instruccio­
la falta de apéyo del Partido y niera Lenin. Mi conducta sería nes para dejar satisfecho al
piensen que a lo m ejor el PC la misma. agente de la CIA.
tiene razón. Irónicamente el Ché replicó. A pesar de la actitud a veces
“Mediten mucho. Todavía es CHÉ: Si estuviera Malinovski agresiva de Monje, Ché m an­
tiempo. Más tarde será imposi­ aquí estarías hablando en otros tuvo siempre gran serenidad.
ble. A los que tengan proble­ términos. Cuando Monje le planteó que
mas trataremos de solucionár­ En otro momento de la con­ renunciaría al Partido, le con­
selos mediante la discusión co­ versación Ramón le dijo con testó que ése sería un proble­
lectiva o a través de los comi­ firmeza: ma personal, pero que lo con­
sarios. —Yo ya estoy aquí, y de sideraba un error, porque pro­
En esa misma oportunidad aquí sólo me sacan muerto; tegía el nombre de quienes de­
nos comunicó que contactaría éste es nuestro territorio. _ bían ser condenados histórica­
con todas las fuerzas que qui­ Cada vez que se le term ina­ mente por su posición claudi­
sieran incorporarse a la revo­ ban los argumentos, Monie vol­ cante.
lución. vía al círculo vicioso del m an ­ También aceptó que Monje
Le informé plenam ente a do total y a la categoría de solicitara ayuda a otros p arti­
Ramón la conversación que “extranjero” de Ramón y enre­ dos comunistas latinoam erica­
Monje había tenido con noso­ dando sus propias contradic­ nos para la lu¿ha guerrillera,
tros y las objeciones que hacía. ciones e inseguridades oue se aunque le advirtió que era
—Son las mismas que me hizo aprecian claramente en sus una gestión inútil, condenada
a mí, contestó. diálogos. Más adelante la con­ al fracaso; le dijo:
Luego me dio a conocer otros versación continuó así: —Pedirle a esos partidos que
detalles que no aparecen con­ CHÉ: Bien, el problema es colaboren con la lucha arm ada
signados en su Diario. El diá­ de mando efectivo. Imagínate es exigirles que renuncien a
logo, tal como me lo contó Ra­ que tú seas el jefe de la gue­ su razón de existir; solicitarle a
món, lo recuerdo claramente: rrilla. Pero ¿qué pasará cuan­ Codovilla que apoye a Douglas
MONJE: Mientras la gue­ do se sepa que aquí están Ché Brave es igual que exigirle
rrilla se desarrolle en Bolivia Guevara y Mario Monje? Na­ que perdone un alzamiento
exijo la dirección total. Si la die va a creer que Mario Mon­ dentro de su partido.
lucha se efectuara en Argenti­ je está dirigiendo la guerrilla Otro aspecto conflictivo tra­
na estoy dispuesto a ir cantiga y que Ché Guevara está a las tado en esa oportunidad fue la
aunque nomás fuera para car­ órdenes de Monje. Independien­ contactación con el grupo de
garte la mochila. Pero mientras temente de que eso fuera así, Moisés Guevara. Monje se opo­
estemos aquí en Bolivia el m an­ todo el mundo sabe que yo nía tenazm ente pero sólo daba

PAiiXKJ. 1«
razones de tipo partidariu sin marcha de exploración con fc. tnCTite au pensamiento de Mao.
consistencia. Calificaba a Moi­ Ché, es necesario exam inar este “Yo estoy de acuerdo que un
sés como un “pro-chino”. Eso problema en el presente capí­ grupo se separe del Partido si
bastaba para estigmatizarlo. tulo. evidentem ente va a ingresar a
Ché le planteó a Monje: La gente que trabajaba con la lucha arm ada porque el
—¿Por qué tienes esa posi­ nosotros en la ciudad había Partido m antiene una po­
ción tan sectaria? Nuestra contactado a Moisés a media­ sición claudicante. Pero la
guerrilla debe abrirles las dos de 1966. Él se había com­ división porque sí se llam a
puertas a todos los que quie­ prometido a entrar al monte simplemente politiquería.
ran participar. Teneros una con veinte hombres. Después Zamora obtuvo el ofrecimien­
concepción de la toma del po­ del regreso de Monje desde to de valiosa ayuda para desa­
der revolucionario y si hay Ñancahuazú, Ramón decide rrollar la lucha armada. Inclu­
gente honesta que coincide con hablar directamente con Gue­ so si empezaba los trabajos sa
nosotros no debemos rechazar­ vara, y exigirle que su incor­ le asignaría, como un colabo­
la. Es absurdo asustarnos por­ poración debe ser incondicio­ rador im portante, un hom bre
que el poder para el pueblo lo nal, incluyendo la disolución que más tarde continuaría ju­
tome, en determ inado momen­ de su grupo. Existía un leve gando un gran papel en el tra ­
to, un grupo que se llame tal temor de que en algún instante bajo de preparación del foco
o cual cosa. Del seno de la pudieran producirse roces entre guerrillero: Ricardo. Ché pen­
lucha arm ada surgirán los nue­ estos compañeros y los que ya saba que las condiciones obje­
vos dirigentes y no es justo te­ estábamos dentro, por las dis­ tivas y subjetivas más rica«
ner prejuicios al respecto, pues crepancias chino-soviéticas. para iniciar la lucha de libera­
la dirección la asum irán siem­ Moisés llegó a nuestro cam­ ción en el cono sur del conti­
pre los más consecuentes. pamento y conversó con el Ché. nente estaban en Bolivia. Allí
“La convivencia diaria, las Con una modestia y sinceridad iba a p artir a mediados da
batallas que se dan juntos, el extraordinarias, planteó: “Yo 1965, luego de finalizar su gira
perm anente jugarse la vida, va no vengo aquí a pon_r condi­ por Asia y África.
desarrollando una hermandad ciones, sino a solicitar mi in­ Pero a pesar de tener genta
de sangre, mejora a los hom ­ greso como un soldado más. de experiencia a su lado Za­
bres, los convierte en seres Para mí es un honor combatir mora se preocupó más de di­
más honestos, más puros. Así al lado del Ché, el revolucio­ vidir al PCB y a desatar ren­
como hay gente buena y mala nario que más admiro.” cillas de tipo personal, que en
dentro de lo que tú llamas La conducta de Moisés fue dedicarse honestam ente a la
“pro-chinos”, tam bién hay magnífica. Nunca hubo proble­ preparación de un trabajo ta n
gente buena y m ala dentro del mas con él, y ese temor de im portante y delicado. Desa­
PC. que afloraran discrepancias po­ provechó esta oportunidad his­
El tiempo daría la razón al líticas se disipó inm ediatam en­ tórica, postergó la apertura del
Ché y reivindicaría a Moisés te. Se produjo lo que el Ché foco y esterilizó la acción. Más
Guevara. En cambio condena­ habíd previsto: la lucha her­ tarde tuvo la osadía de con­
ría como traidores y cobardes mana a los hombres, desarro­ denar a los m ilitantes de sil
a Monje y los otros dirigentes lla los sentimientos solidarios fracción que, convirtiendo en
claudicantes. y fortalece la ideología. Murió realidad • los planteam ientos
Moisés Guevara era un hom ­ meses más tarde, combatiendo que formulaban, se incorpora­
bre honesto. Dirigente minero heroicamente junto al grupo de ron con nosotros a la guerrilla.
combativo, querido por sus Joaquín. La vergonzosa deserción del
bases, amaba la revolución. Se Distinto fue el destino de Partido Comunista nos provo­
incorporó al Partido Comunis­ Zamora. El hombre que apa­ có graves problemas. En la ciu­
ta Pro-Chino convencido de recía como ultrarrevoluciona­ dad nos quedamos práctica­
que Zamora y su dirección sin­ rio condenó a los que ingresa­ m ente sin organización. El tra ­
ceram ente se incorporarían a ban a la guerrilla. bajo de Coco, Loyola, Rodolfo
la lucha armada, con un con­ El Ché tam bién tenía un jui­ y Tania era insuficiente para
tingente proletario numeroso. cio formado sobre Zamora. En atender nuestras necesidades,
Pronto se dió cuenta de que La Habana, cuando aún desem­ cada vez más crecientes.
Zamora era tan oportunista y peñaba su cargo de Ministro Estábamos en los um brales
falso como otros autodenomina­ de Industrias, había conversa­ de la guerra y era necesario
dos “vanguardistas”. Sin em­ do durante un tiempo con él. arm ar una red clandestina qua
bargo dentro del Partido peleó Zamora, m ilitante del PC, le funcionara en La Paz, se ra ­
por el cumplimiento de las pro­ contó al Ché que volvería a mificara a otras ciudades y
mesas que se hacían al pueblo: La Paz a dividir el Partido y pueblos hasta desembocar en
iniciar la lucha armada. En que formaría otro porque el nuestro centro m ilitar. Éstas
una conferencia partidaria rea­ PCB era incapaz de hacer la eran las tareas asignadas al
lizada en Huanani, precisa­ revolución. PCB. Todavía teníamos qua
mente la zona donde Moisés te ­ Ramón le manifestó: “La di­ trasladar hasta el mcmte gran
nía mayor ascendiente, el PC visión del Partido para formar cantidad de provisiones, armas
pro-chino lo expulsó, acusán­ otro no tiene objeto, es inútil, y hombres que se integrarían
dolo de estar en “contubernio no contribuye en nada ál de­ a nuestra columna. El trabajo
con la camarilla de Monje” pa­ sarrollo de la lucha armada. d«; Coco y Rodolfo fue abru-
ra ingresar a la guerrilla. Muchas veces esos grupos son rriadcir. Una serie de aconteci-
Aunque la incorporación de los más sectarios o los más ob­ mienfbs que ocurren más ta r­
Guevara y otros compañeros cecados enemigos de la guerri­ de, aparecen como “errores
de ese grupo se produce mien­ lla o de cualquier otro tipo de tácticos”. La verdad es que no
tras nosotros realizábamos la lucha que no se ajuste exacta- los hubo. Si ta l situación sa

PAGDU a
produjo lúe por efecto de la que no sea por culpa de noso­ cionalistas y enemigos del P ar­
traición de Monje, que agravó tros. Que la descubra el ejér­ tido que se han aliado con la
su cobardía saboteando la la­ cito, pero nosotros no se la “camarilla de Zamora”. Zamo­
bor de los compañeros que no entregaremos porque sí. ra por su parte condenó a los
acataron sus órdenes y se in­ Por las razones explicadas, guerrilleros por “fraccionalis-
tegraron lealm ente a la lucha nunca se pudo dar a esa pro­ tas”, revisionistas, enemigos
guerrillera. piedad una fachada legal. del Partido qué se alian con
Un ejemplo: Por otra parte, cuando Coco la “camarilla de Monje”.
La finca donde estaba la regresa a la ciudad, después ¡Los enemigos irreconcilia­
Casa de Calamina debía pro­ de dejar a Monje nos informa bles unidos por su odio a la
tegerse con una buena “facha­ de los primeros aprestos del lucha arm ada de liberación de
da legal”. Ché era partidario de Partido contra la guerrilla. El Bolivia!
que allí se llevara un ingenie­ famoso Estanislao, hombre que
ro agrónomo para que hiciera en entrenam iento m ilitar ha­ Pero la traición no tui/o lí­
producir, ya que era sospecho­ bía hecho un “pacto de san­ mites. Monje y el PCB se mo­
so que tan extensa propiedad gre” jurando no abandonar ja ­ vilizaron por todo el país aler­
sólo estuviera cultivada por más la lucha armada, alertaba tando a las bases contra el
cinco hectáreas de máíz. En al Comité Central diciendo “grupo fraccional”, impidiendo
cada viaje que venían compa­ que en Ñancahuazú había un con engaños que algunos m ili­
ñeros de la ciudad, Ramón grupo armado que iniciaría la tantes honrados se incorpora­
insistía en el ingeniero agró­ lucha guerrillera, formado por sen al trabajo en la ciudad e
nomo. L a finca no era para muchos extranjeros y un nú­ interceptaban a los hombres
nosotros una zona de opera­ cleo de bolivianos. que regresaban al país con
ciones. Pero los compañeros no Algunos miembros del Co­ entrenam iento m ilitar y los
pudieron conseguir el agróno­ m ité Central decidieron apo­ convencieron de que no ingre­
mo —problema que tenía que yar activam ente nuestra lu­ sasen a la guerrilla. La con­
solucionar el Partido- -, por­ cha, pero entonces Monje, es­ ducta de los que estaban pre­
que se dedicaron a atender las grimiendo sus mejores recur­ parados para luchar y no lo
necesidades más urgentes de sos de politiquerd corrompido, hicieron por presión del P ar­
la guerra. tocó las fibras sectarias de los tido no debe calificarse de de­
El Ché decía: dirigentes del PCB y nos acu­ bilidad ideológica, realm ente
—Si la finca se “quema”, só de ser “pro-chinos”, frac- fue cobardía.

PÁOlN.l 1«
V) el monte:
escuela para el hombre nuevo
Los problemas provocados los días de 4 a 6 de la tarde adquirido una sensibilidad ex­
por la deserción del Partido en los compañeros más instruidos, traordinaria y estaba ansiosa
el instante que más precisába­ encabezados por el Ché, da­ de aprender. Nos faltaban
mos de él no fue obstáculo ban clases de gramática y arit­ cuadros, es decir, hombres con
para que nuestro grupo gue­ mética, en tres niveles, histo­ un adecuado desarrollo políti­
rrillero elevara su moral y ria y geografía de Bolivia y co para interpretar las direc­
realizara trabajos preparato­ temas de cultura general, ade­ tivas que emanaban del poder
rios que tenían carácter edu­ más de clases de lengua que­ central, convertirlas en reali­
cativo. chua. En la noche, a los que dad, trasmitiéndolas sin distor­
El Ché estimaba que el deseaban asistir voluntaria­ siones a ese conglomerado da
hombre, cuando esté metido mente (las clases de la tarde hombres y mujeres que tenían
en el monte, proscribe los há­ eran obligatorias), Ché les en­ fe en nosotros, y a la vez po­
bitos de la ciudad, no sólo por señaba francés. Otro tema al seer la suficiente sensibilidad
la dureza con que se desarro­ que le daba primerísima im­ como para percibir las mani­
lla la lucha y falta de contacto portancia era el estudio de la festaciones más íntimas de esa
con algunas formas culturales Economía Política. núcleo humano y, a su vez,
o de “civilización”. La vesti­ Frecuentemente nos señala­ darlas a conocer al poder cen­
menta andrajosa, la falta de ba el papel de “vanguardia de tral.
higiene personal, la comida la vanguardia” que tiene el Para el Ché, el cuadro de­
escasa y a veces primitiva, guerrillero. Pero para hacer bía reunir, entre otras, las si­
muchas veces la carencia de honor a esa denominación, guientes cualidades:
utensilios domésticos, obliga afirmaba, es necesario que
al guerrillero a adoptar cier­ ustedes se conviertan en cua­ —Gran valor físico j moral,
tas actitudes semi-salvajes. dros dirigentes. desarrollo ideológico que la
permita defender con su vida
Ché combatía con energía —El guerrillero, recalcaba los principios revolucionarios,
esta conducta y orientaba el Ramón, no es un simple tira- capacidad de análisis para to­
trabajo para estimular un es­ tiros. mar decisiones rápidas y ade­
píritu constructivo y creador Es el gobernante en poten­ cuadas, sentido de la creación,
del guerrillero, la preocupa­ cia, el hombre que en algún disciplina y fidelidad.
ción por la ropa, las mochilas, momento se convertirá en el El Che quería que nosotros
los libros y todo lo que cons­ conductor de su pueblo. Por nos desarrolláramos no tan
tituía nuestros “bienes mate­ eso debe estar preparado para sólo como cuadros, sino tam­
riales”. Por eso dirigió con ca­ cuando llegue ese momento. bién como hombres nuevos
riño las “obras públicas” del dentro del proceso de la lucha
segundo campamento, ubicado Siempre buscaba la oportu­
nidad para ponernos de ejem­ g u e rrillera. Constantemente
a unos ocho quilómetros de la nos repetía que teníamos que
Casa de Calamina. Rápida­ plo a Fidel y la Revolución
Cubana, especialmente cuando ser los mejores, el núcleo que
mente se construyeron bancos, debía convertirse en maestro
un horno para el pan, que es­ se refería a la necesidad ur­
gente de consolidar y desarro­ de loe nuevos combatientes
taba a cargo de Apolinar, y que se fueran incorporando.
otro tipo de “comodidades”. llar la revolución después de
Regularmente ordenaba lo que la victoria. Pero esa formación del
él bautizó como “guardia vie­ —Cuando nosotros triunfa­ “hombre del futuro", la toma
ja”: una limpieza a fondo de mos y tomamos el poder en definitiva de conciencia de
todo el campamento. Cuba, nos decía, nos encontra­ clase que nos debía convertir
mos con un problema más en agente catalizador de las
Algunos periodistas y críti­ difícil que el de la guerra: no aspiraciones e inquietudes de
cos de nuestra guerra han con­ teníamos gente capacitada pa­ la masa, teníamos que adqui­
siderado que ese campamento ra asumir responsabilidades. rirla en el transcurso de la
era la base de operaciones es­ En un principio los cargos bu­ guerra.
tables. Es una apreciación fal­ rocráticos se designaron prác­
sa. Ramón nunca pensó que­ El Ché consideraba que el
darse ahí definitivamente. To­ ticamente “a dedo”. La rápida hombre es un ser fácilmente
ruptura con el imperialismo moldeable. Esta verdad la
do el trabajo realizado, con nos mostró la dramática rea­
excepción de las cuevas estra­ había descubierto la sociedad
tégicas, tuvo el carácter ya lidad: nos faltaban expertos capitalista, por eso nos había
descrito: para que el hombre para dirigir la economía, las educado en el respeto hacia el
estuviera en permanente acti­ industrias, la agricultura. Es­ sistema. En las frecuentes con­
vidad y no perdiera sus cos­ pecialmente doloroso resultó versaciones que teníamos du­
tumbres adquiridas. comprènder que no teníamos rante las caminatas o en las
gente preparada en niveles in­ exploraciones, nos instaba a
Allí surgió también lo que termedios, para orientar y eliminar las taras de la vieja
podría denominarse la prime­ dirigir a la masa que en con­ sociedad^ decadente, "tomar
ra “escuela de cuadros”. Todos tacto con la revolución había conciencia". La conciencia era

mmm n
para él un valor fundamental. m ulaba era el amor hacia sus tienen que idealizar ese amoi
Su definición era breve y cer­ semejantes. A mi juicio uno a los pueblos, a las causas más
tera: de los trabajos que retrata sagradas y hacerlo único, indi­
—No puede verse el comu­ m ejor al Che como hombre, visible. No pueden descender
nismo m eram ente como un re­ como político revolucionario, con su pequeña dosis de cariño
sultado de contradicciones de como el hermano más generoso cotidiano hacia los lugares don­
clase en una sociedad de alto de los pueblos oprimidos, es de el hombre común lo ejer­
desarrollo, que fueran a resol­ “El Socialismo y el Hombre en cita.”
verse en una etapa de tran ­ Cuba” en el que plantea: Ché fue generoso siempre.
sición para alcanzar la cum­ “Déjeme decirle, a riesgo de Fuimos testigos de cómo trató
bre; el hombre es un actor parecer ridículo, que el revo­ sin rencor a los soldados ene­
consciente de la historia. Sin lucionario verdadero está guia­ migos, curó sus heridas aun
esta conciencia, que engloba do por grandes sentimientos restando medicamentos a nues­
la de su ser social, no puede de amor. Es imposible pensar tra propia gente, les dio trato
haber comunismo. en un revolucionario auténtico digno y justo. Más tarde ellos,
sin esa cualidad. Quizás sea animalizados por el im peria­
La tom a de conciencia que uno de los grandes dramas del lismo, responderían a este
significa rom per las cadenas dirigente; éste debe reunir a gesto asesinándolo cobarde­
que atan al hombre con la so­ un espíritu apasionado una mente.
ciedad decadente, equivalen a mente fría y tomar decisiones Las lecciones del Ché están
su realización plena como cria­ dolorosas sin que se le con­ vigentes y creemos que se plas­
tura humana. traiga un músculo. Nuestros m arán en los hombres del
Otro de los rasgos que esti­ revolucionarios de vanguardia E.L.N., el ejército que él fundó.

VI) el nacimiento del ELN


En vísperas de la caminata —Exam inar las posibilida­ quedó en la casa de Calamina,
que se inició el l 9 de febrero, des de formación de núcleos esperando a Moisés Guevara y
cuya duración estaba progra­ c a m p esinos, contactándonos sus hombres. Previniendo la
mada para aproximadamente con ellos para explicarles el posibilidad de una sorpresa
20 días, ya se podía hablar de objetivo de nuestra lucha. Ra­ dejó un plan de emergencia,
un núcleo guerrillero verte­ món estaba plenamente cons­ una forma de alarm a para ad­
brado, que se dividía en van­ ciente de que en el primer vertir si había ocurrido algún
guardia, centro y retaguardia. momento el campesinado tie­ ataque, instrucciones para la
A mediados! de diciembre Ché ne más bien una actitud de retirada, un esquema del reco­
había hecho los primeros nom­ desconfianza, que en la segun­ rrido que nosotros haríamos, y
bramientos, que recayeron en da etapa mantiene una posi­ por último, recomendó que
Joaquín como segundo jefe ción de neutralidad, y en la cada uno de los hombres lle­
militar, y jefe de la retaguar­ tercera, cuando la guerrilla se vara siempre dinero de reser­
dia, Marcos jefe de la van­ desarrolla, está francamente va consigo.
guardia, Alejandro como jefe de parte de las fuerzas libera­ Desde el principio la explo­
de operaciones; Pombo de ser­ doras. Por lo tanto debíamos ración fue durísima, un ade­
vicios; Ñato de abastecimien­ pasar por la experiencia de la lanto de lo que vendría más
tos y armamento y Rolando y prim era etapa y tratar de for­ tarde. En los primeros días m u­
yo como comisarios políticos. m ar bases de apoyo en el chos compañeros quedaron
Además se me encargaron las campo, aun cuando fueran dé­ prácticam ente sin zapatos y la
tareas de finanzas. Moro fue biles. Estamos seguros que, de ropa se fue destrozando len­
designado jefe de los servicios sobrepasar ese período, los tamente. La zona estaba prác­
médicos. campesinos habrían estado de ticamente deshabitada, a pesar
De esta manera, al iniciar parte nuestra, como induda­ de que en los mapas oficiales
nuestra larga exploración, la blemente ocurrirá en el futuro. estaban marcadas varias casas.
columna ya estaba estructura­ —Por último, conocer en El día 10 de febrero estable­
da, para rendir su prim era detalle el terreno en el cual cimos contacto con el prim er
prueba de fuego. Los objetivos íbamos a operar. Desde el mo­ campesino. Resultó ser Hono­
que el Ché había planteado mento en que el Ché ingresó rato Rojas, un hombre al que
para esta maniobra m ilitar eran al monte con otros dos com­ Ramón calificó inm ediatam en­
los siguientes. pañeros las perspectivas de te de “potencialmente peligro­
—Dar un fuerte entrena­ combatir eran inmediatas. En so”. Más tarde Honorato Rojas
miento al núcleo guerrillero ningún instante se planteó la se convertiría en un delator y
para que adquiriera experien­ disyuntiva de que nos fueran a principal colaborador del ejér­
cia, se endureciera, aprendie­ apresar mansamente, sin opo­ cito en la emboscada en la que
ra a sobrevivir en las condi­ n er resistencia. perdieron la vida Joaquín y el
ciones más difíciles, conocien­ Por eso destinó cuatro com ­ grupo de la retaguardia. Yo
do lo que es el hambre, la sed, pañeros para la defensa del me presenté a Rojas como “ca­
la falta de sueño, las caminatas campamento principal, a pesar zador” y el Ché asistió en ca­
agotadoras de día y de noche, de que éste no tenía caracte­ rácter de “ayudante” mío.
y al mismo tiempo aprender rísticas de “base de operacio­ Moro, nuestro médico, curó a
en el terreno nociones tácticas nes”. Ellos fueron A rturo, f;a- los hijos del campesino que
más profundas. to, Camba y Antonio. Coco se tenían gusanos en distintas

M e n u , 1«
partes del cuerpo. Incluso uno ca m uy desarrollada, y una nosotros. En una opoitunKtafl
de ellos tenía varios hemato­ decisión inquebrantable de de­ nos dijo:
mas, producto de una patada fender con su vida nuestros —Es nuestro deber rescatar
que le había dado una yegua. ideales. Ché quería mucho a a los guerrilleros m uertos y
Después de pedirle datos so­ Benjamín, y en los meses que darles sepultura. Pero si por
bre casas por la cercanía, ubi­ permaneció con nosotros, siem­ esa acción se va a perder otrm
cación de otros campesinos, pre lo estimuló a seguir ade­ vida, nadie debe correr es» '•
posibilidades de comprar ali­ lante. En el Río Grande Ben­ riesgo. Con nuestros heridos la
mentos, etc., nos despedimos, jam ín caminaba m uy agotado sensibilidad debe ser mayor.
comprometiéndose él a cola­ y tenía dificultades con su Debemos jugam os por resca­
borar con nosotros. mochila. Cuando marchábamos tarlos. El esfuerzo por salvar­
La idea del Ché era llegar por una faralla hizo un movi­ los debe ser real. La solidari­
hasta el río Masicurí, para que m iento brusco y cayó al río dad entre los combatientes es
viéram os a los soldados, deci­ que iba muy crecido, y con una m uestra acabada de h u ­
sión sicológica importante, fuerte corriente. No tuvo fuer­ manismo.
aunque no deberíamos enta­ zas para dar unas cuantas b ra ­ Estas conversaciones se rea­
b lar combate con ellos en esos zadas. Corrimos a salvarlo e lizaban cada vez que hacíamos
momentos. incluso Rolando se tiró al agua un alto en la m archa o cuando
Casi al term inar el mes ocu­ y buceó tratando de rescatarlo. nos reuníamos en tom o a una
rren dos hechos dolorosos: el Ño lo pudimos ubicar. fogata a comer una alim enta­
primero de carácter conflictivo Estos problemas hicieron im ­ ción pobre de proteínas.
y el segundo, la pérdida de uno pacto en nosotros. Fue allí D urante la exploración él
de nuestros hombres antes de cuando afloró nuevam ente el Ché se enfermó. Sin embargo
combatir. genio del Ché quien nos dio nos estim ulaba con su ejem­
Dos compañeros, Marcos y lecciones de solidaridad, dis­ plo. Nosotros sabíamos que ib«
Pacho, tuvieron un incidente ciplina y moral. mal, pero él continuaba sin ce­
de proporciones, motivado no En los momentos más an­ der un instante, con una vo­
solamente por el carácter de gustiosos nos decía: luntad férrea. Incluso se eno­
ambos, sino también por las jaba cuando tratábam os da
condiciones en que íbamos —Las principales arm as de atenderlo o aliviarlo o si el
m archando, con alguna gente un ejército revolucionario son cocinero tratab a de darle_ pre­
enferma, sin comida, en con­ su moral y disciplina. La mo­ ferencia en la comida, o si veía
cisiones que durante algunos ral tiene dos sentidos: uno éti­ que se le cam biaban las postas
días fueron infernales. Me tocó co y otro heroico. En nuestros por horarios más cómodos.
conocer el problema, pues en guerrilleros deben reunirse Hombre sensible, la muerta
mi carácter de comisario polí­ las dos condiciones. Ustedes, de Benjam ín tam bién lo gol­
tico junto con Rolando debía por ejemplo, no pueden sa­ peó. Por eso habló nuevamen­
intervenir en la solución de quear una población si ésta cae te de la necesidad de recibif
ellos. Un mes más tarde el Ché en poder de nosotros, ni m al­ estos hechos con estoicismo*
conocería de otras actitudes de tra ta r a sus habitantes, ni fal­ .como un riesgo de la guerra.
Marcos y lo amenazó con ex­ tarles el respeto a las mujeres. —No deben desmoralizarse,
pulsarlo deshonestamente de la Esto en lo ético. En* el sentido recalcó. Hay ocasiones en que
guerrilla. Marcos contestó que heroico es la decisión que debe parece que las energías hubie­
antes prefería m orir fusilado. tener cada uno de ustedes p a­ ran llegado al, lím ite de nues­
Por desgracia el Diario del ra vencer, para com batir hasta tras fuerzas. Es entonces cuan­
Ché es sólo la recopilación da la m uerte en defensa de la do ustedes deben apelar coa
apuntes para su uso personal revolución. Ésa es la fuerza energía a su voluntad y dar
donde consignaba fundam en­ que nos llevará a realizar las un paso más. Después de esa
talm ente los errores que debían más extraordinarias hazañas. A otro y otro, sin detenerse
corregirse. P or eso no colocó estas dos condiciones hay que nunca.
algunos hechos que demuestran agregar la disciplina, que no Una anécdota de la que ful
la firm eza ideológica y el c o ­ es la tradicional, la que uste­ testigo m uestra otra de las ri­
raje de los compañeros. des han podido apreciar en los cas facetas de su personalidad.
Después de estos incidentes ejércitos represivos. Disciplina Por desgracia ella tampoco
en que Marcos fue sustituido para nosotros no es cuadrarse aparece reflejada en su Dia­
de la vanguardia, m antuvo una ante un superior jerárquico. rio. El 5 de febrero la vanguar­
conducta de absoluta discipli­ Ésta es una actitud externa, dia encontró dos animales: una
na, y se empeñó por ser el me­ formal, automática. Nuestra yegua y un potrillo. Como no
jor de todos. Incluso se desta­ disciplina es consciente, moto­ había casas a muchos quiló­
caba por cargar, en condicio­ rizada por una ideología. Us­ metros de distancia, entendía­
nes cada vez más difíciles, la tedes saben por qué luchan, mos que esos animales no te­
mochila más pesada, y además por qué aspiran a tom ar el po­ nían dueño. Seguramente al­
de su fusil Garand, una ame­ der. Los soldados de los e jé r­ gún arriero pasó por allí coa
tralladora 30. Marcos y Pacho citos represivos son entes fríos, su tropilla y los animales se
murieron combatiendo heroica­ mecánicos, vacíos por dentro. extraviaron, quedándose en el
mente, convirtiéndose en hom ­ Ésa es la diferencia entre ellos monte. El ham bre que pasa­
bres ejemplares y queridos. y nosotros. Y esa diferencia mos en el período subsiguiente
El otro hecho penoso fue la radica en que ellos no tienen fue tan grande que muchc* hi­
m uerte de Benjamín, un joven conciencia de lucha. Nosotros cimos comentarios de que re ­
boliviano de físico m uy débil; sí la tenemos. gresando, los m ataríam os para
sin embargo tenía un carácter También estimulaba el d e­ comerlos. Ese comentario se
fuerte, una posición ideológi­ sarrollo de la solidaridad entre convirtió luego en una actitud

u n a m
PAGINA tO
mental, una especie de oDsesion dada por Joaquín, regresaron pamento a reponer energías.
que nos intranquilizaba. Ché de su misión. Habíamos perdi­ Por eso cuando llegan y se en­
había dicho que esos animales do otro hombre sin entrar en frentan con la realidad, sufren
los llevaríamos a la finca para combate. Esta experiencia la­ un fuerte impacto. Eso no es lo
emplearlos en labores agríco­ mentable también fue aprove­ que ellos pensaban. La vida
las, ya que veía los aconteci­ chada para sacar conclusiones extremadamente dura, el cons­
mientos con perspectivas futu­ y estimular a los compañeros a tante “gondoleo” o tareas da
ras. Faltando tres días para que siguieran adelante sin va­ constructor, la carga pesada de
volver al campamento, hincha­ cilaciones. Én una de sus fre­ la mochila que a veces dobla
dos por la carencia de proteí­ cuentes charlas en este perío­ las piernas, el hambre que a
nas, de grasas, hambrientos, do subrayó: veces se clava en el estómago
cansados, el problema de los —A la naturaleza hay que como un cuchillo afilado, laa
animales recrudeció. Hubo un vencerla. El hombre siempre caminatas largas por terreno«
instante en que el Ché ame­ triunfará sobre ella. Pero no difíciles, y la siempre latente
nazó a dos compañeros con de­ hay que desafiarla ciegamente. posibilidad de encontrar solda­
jarlos sin comer si volvían a La valentía debe estimularse dos emboscados, influye en la
insistir en el tema, sobre todo siempre que no se convierta mente de esa gente débil ideo­
porque ya estábamos cerca de en imprudencia. En esta opor­ lógicamente. Por eso es necee
nuestro destino. Él deseaba tunidad el río venía muy cre­ sario tener un criterio muy
que nos forjáramos un carác­ cido, con una corriente violen­ selectivo en el reclutamiento
ter tal que nos permitiera ven­ ta. Tal vez se pudo esperar de hombres para la guerrilla,
cer todos los obstáculos, espe­ mejores condiciones. En todo teniendo siempre en cuenta
cialmente éste que podría pre­ caso en el futuro debe tenerse que ésta es la “vanguardia da
sentarse más adelante. en cuenta esta situación. la vanguardia”.
Algunos compañeros salieron El 19 de marzo tuvimos el Tal cosa ocurrió con alguno«
a cazar pero sólo mataron unos primer presagio de que algo hombres. La realidad los asus­
pocos pajaritos. En estas cir­ importante ocurriría al ver una tó y desertaron. Un deserto»
cunstancias Ché cambió de ac­ avioneta que sobrevolaba en siempre esi un delator en po­
titud y ordenó matar al potri­ insistente misión de reconoci­ tencia. Cuando llegaron a Ca­
llo para que toda nuestra gen­ miento por la zona. Casi al lle­ miri el ejército los detuvo pre­
te repusiera sus energías. ¿Qué gar al campamento Ché se en­ sumiendo que venían de la
significa esto? Simplemente contró con el Negro (el médi­ finca donde ellos creían que se
que el Ché era un hombre de co peruano que venía a que­ fabricaba cocaína. Lo demáa
buen criterio, que sabía anali­ darse con nosotros) y con Be­ es conocido como para abun­
zar con serenidad todas las cir­ nigno, quien se había adelan­ dar en detalles: hablaron, di­
cunstancias y resolver con jus­ tado para llevamos comida. jeron que había un grupo al­
ticia los problemas. No era un Las noticias que nos dieron zado pero no pudieron dar ma­
hombre obcecado que defen­ fueron nutridas. En el campa­ yores antecedentes, porque
diera porque sí las decisiones. mento principal estaban espe­ nosotros estábamos en explo­
Sabía cambiarlas si a su vez rándonos Debray, el Chino, ración y ellos no nos vieron.
las circunstancias se modifi­ Tania, Bustos y Guevara, con Sin embargo entregaron algu­
caban. los nuevos combatientes. El nos indicios de que en Ñanca»
La pérdida de otro hombre ejército había atacado nuestra huazú podía estar el Ché, pue*
—Carlos—, volvió a entriste­ finca después que dos hombres habían escuchado algunas in­
cemos. Era un combatiente habían desertado entregando fidencias. También sabían que
que pertenecía a la retaguar­ valiosa información, luego de habían hombres de otras na­
dia. De él dice el Ché en su ser apresados en Camiri. cionalidades.
Diario: Es necesario referirse a los Ramón conversó con el Chi­
“Hasta este momento era desertores con el objeto de no, que venía a incorporarse
considerado el mejor hombre trasmitir nuestra experiencia a con otros tres compañeros pe­
de los bolivianos, en la reta­ otros revolucionarios latino­ ruanos a nuestro grupo guerri­
guardia, por su serenidad, se­ americanos: A la guerrila se llero el día 20 de marzo. El
riedad y entusiasmo.” ingresa en muchas ocasiones Ché me relató más tarde as­
Su muerte fue similar a la con escasa preparación ideoló­ pectos sobresalientes de esta
de Benjamín. Cruzando el Río gica, motivados por las haza­ charla, y profundizó la idea
Grande en la desembocadura ñas épicas, episodios heroicos sobre algunas cuestiones tácti­
del Ñancahuazú, la balsa fue o simplemente por intuición cas con relación a la continen-
arrastrada por la fuerte co­ político-militar. Se produce talidad de la lucha, y la con­
rriente. Un remolino lo sacó entonces un proceso de ideali­ ducta que debía seguirse en
con violencia, junto a Braulio, zación falsa de la lucha y de ese momento.
y se perdieron en las aguas la vida guerrillera, fenómeno El Chino planteó entrenarse
turbias del río. Braulio se sal­ que se acentúa más entre los con nosotros en forma prácti­
vó, Carlos fue arrastrado, al estudiantes, universitarios es­ ca, participando en algunos
parecer inconsciente. Joaquín, pecialmente. Se tiene la equi­ combates, para luego alzarse
que había salido más adelante vocada impresión de que el en el Perú. En su Diario Ra­
con el resto de la gente de la guerrillero está cómodamente món explica escuetamente:
retaguardia, no lo vio pasar. instalado en su campamento, “Hablé preliminarmente con
El Ché conoció esta nueva durmiendo en una hamaca, co­ el Chino. Pide cinco mil dóla­
pérdida luego que Miguel y miendo poco. Desde allí plani­ res mensuales durante die*
Tuma, que se habían adelan­ fica una batalla, se enfrenta meses y de La Habana le di­
tado para llevar comida a la con el ejército, alza sus muer­ jeron que discutiera conmi­
gente de la retaguardia coman­ tos y heridos y regresa al cam­ go. .. Le dije que en un prin-

P4RT)M t*
cipio si, sujeto a que en seis íeaDamos, y cuales eran nues­ ron en territorio guerrillero
meses se alzara. Piensa hacer­ tras perspectivas futuras. Sin por el cauce del río Ñanca-
lo con 15 hombres y él como embargo el Ché, en una acti­ huazú. El grupo íntegro cayó
jefe en la zona de Ayacucho. tud pedagógica característica en una emboscada tendida por
Convinimos además, en que le en él, decidió dictarnos un ma­ nuestras fuerzas. Como resul­
recibiría cinco hombres ahora nifiesto que se distinguía por tado de la acción quedaron en
y quince más con algún lapso carecer de todo tipo de signos nuestro poder 25 armas de
y los enviaría con sus armas gramaticales. Cada vez que se todo tipo, incluyendo 3 mor­
luego de entrenarlos en com­ refería a nuestra guerrilla de­ teros de 60 mm con su dota­
bate.” jaba un espacio en blanco, con ción de obuses, abundante par­
Ché tampoco quería que la el objeto de que nosotros la que y equipos. Las bajas ene­
lnternacionalización de la lu­ “bautizáramos”. Su explica­ migas fueron siete muertos,
cha trascendiera rápidamente ción fue la siguiente: entre ellos un teniente, y ca­
los ámbitos bolivianos, y se —Este manifiesto que les he torce prisioneros, cinco de los
conociera su presencia allí por dictado tiene dos objetivos: el cuales resultaron heridos en el
razones puramente tácticas. En primero tiene carácter de cul­ choque, siendo atendidos por
diversas conversaciones me di­ tura general (ustedes deben nuestros servicios sanitarios,
jo que si el imperialismo ig­ poner la puntuación y corregir con la mayor eficiencia que
nora en la primera etapa su la redacción); el segundo tiene permiten nuestros medios. To­
presencia, y la composición de carácter político. Es necesario dos los prisioneros fueron
la guerrilla, sólo iba a entre­ que lo lean bien, agreguen an­ puestos en libertad previa ex­
gar armas y “asesoramiento” tecedentes, eliminen lo que plicación de los ideales de nues­
al ejército. Sin embargo si co­ crean conveniente, definan qué tro movimiento.
nocía en forma inmediata las somos y para qué estamos aquí. La lista de bajas enemigas
perspectivas de la lucha entra­ Por último coloquen el nombre es la siguiente:
ría con todas sus fuerzas en que tendrá nuestro ejército. Muertos: Pedro Romero, Ru­
forma directa como lo ha hecho Durante la exploración con­ bén Amézaga, Juan Alvarado,
en Vietnam para aplastar el tinuamos con cierta irregula­ Cecilio Márquez, Amador Al-
foco en su embrión. ridad nuestros estudios habi­ masán, Santiago Gallardo, y
—Esto ocurrirá tarde o tuales, pero no fue posible el delator y guía dél ejército
temprano —decía el Ché—, examinar debidamente el do­ apellidado Vargas.
pero mientras más se retrase cumento. Prisioneros: Mayor Hernán»
tanto mejor. Ello nos permitirá De regreso encontramos que Plata Ríos, Cap. Eugenio Silva,
fogueamos, adquirir experien- los acontecimientos se preci­ soldados Edgar Torríco Pano­
eia, endurecer nuestras fuer­ pitaban aceleradamente: Lle­ so, Lido Machicado Tolédo,
zas y convertirlas en un nú­ garon los visitantes, entró el Gabriel Durán Escobar, Ar­
cleo mucho más eficiente. ejército a la finca, y luego se mando Martínez Sánchez, Feli­
“Sabemos que finalmente en­ produjo la primera emboscada pe Bravo Siles, Juan Ramón
frentaremos en forma directa netamente exitosa para noso­ Martínez, Leoncio Espinoza
al ejército imperialista, pero tros. Fue entonces cuando hu­ Posada, Miguel Rivero, Eleu-
de todas maneras es necesario bo necesidad de divulgar nues­ terio Sánchez, Adalberto Mar­
por ahora, tomar ciertas me­ tro primer manifiesto, redac­ tínez, Eduardo Rivera y Gui­
didas de tipo táctico. Indepen­ tado completamente por el Ché, do Terceros. Los cinco última­
dientemente de esa cuestión, si y que por su valor histórico mente nombrados resultaron
es necesario enfrentar ahora al lo reproducimos íntegramente: heridos.
ejército imperialista, lo hare­ Al hacer pública la primera
mos sin vacilaciones. D XVII acción de guerra establecemos
Hasta la víspera de nuestro Comunicado N1? 1 lo que será norma de nuestro
primer combate guerrillero AL PUEBLO BOLIVIANO ejército: La verdad revolucio­
—la emboscada de Ñancahua- naria. Nuestros hechos demos­
rú— nuestra columna no te­ Frente a la mentira reac­ traron la justeza de nuestras
nía nombre. Existía como un cionaria, la verdad revolucio­ palabras. Lamentamos la san­
ejército diminuto, pero decidi­ naria. gre inocente derramada por los
do a dar batalla, en cualquier El grupo de gorilas usurpa­ soldados caídos, pero con mor­
instante. Es cierto que todavía dores, tras asesinar obreros y teros y ametralladoras no s«
se observaban algunas debili­ preparar el terreno para la hacen pacíficos viaductos, co­
dades, pero éstas eran produc­ entrega total de nuestras ri­ mo afirman los fantoches d®
to de su incipiente formación. quezas al imperialismo nortea­ uniformes galonadós, preten­
Sin embargo ya habíamos te­ mericano, se burló del pueblo diendo creamos la leyenda de
nido una prueba de fuego du­ con una farsa comicial. Cuan­ vulgares asesinos. Tampoco
rante la marcha de 47 días do llega la hora de la verdad hubo ni habrá un solo campe­
que endureció a nuestros hom­ y el pueblo se alza en armas sino que pueda quejarse de
bres y afloró en toda su in- respondiendo a la usurpación nuestro trato y de la forma de
\ mensa realidad las caracterís­ armada con la lucha armada, obtener abastecimientos salvo
ticas de la lucha, que tendría pretende seguir su torneo de los que, traicionando a su clase,
dimensiones épicas. mentiras. se presten a servir de guías o
Los lineamientos programá­ En la madrugada del 23/111 delatores.
ticos de nuestro núcleo se ha­ fuerzas de la IV División, con Están abiertas las hostilida­
blan estudiado suficientemen­ acantonamiento en Camiri, en des. En comunicados futuros
te durante nuestra marcha de número aproximado de 35 fijaremos nítidamente nuestra
exploración, de manera que hombres al mando del mayor posición revolucionaria; hoy
todos conocíamos por qué pe- Hernán Plata Ríos se interna­ hacemos un llamado a obreros,

wámeuk s*
campesinos, intelectuales, a to­ relación estrictam ente verda­ m uy im portante que fue desa­
dos los que sientan que ha dera de lo ocurrido. Estaba fe­ rrollada de esta manera por
llegado la hora de reponder a chado el 23 de marzo de 1967 Ramón:
la violencia con la violencia y y lo firm aba el “Ejército de El pueblo tiene una sola al­
de rescatar un país vendido en Liberación Nacional de Boli- ternativa: la victoria. Nuestros
tajadas a los monopolios yan­ via”. Más tarde otros comuni­ enemigos tam bién tienen una
quis y elevar el nivel de vida cados se abreviaron firmando sola alternativa: la m uerte. Po­
de nuestro pueblo. simplemente "E.L.N.". demos ser vencidos, o nuestra
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN Los acontecimientos guerri­ lucha puede sufrir tropiezos,
DE BOLIVIA lleros que conmovieron a la pero independientem ente de
opinión pública durante los esas dificultades transitorias,
ocho meses siguientes popula­ el pueblo vencerá. Ésta es una
De acuerdo con los plantea­ rizaron el nombre de “E.L.N.”, verdad indiscutible. La alter­
mientos tácticos formulados su denominación actual. nativa de victoria o muerte
desde un principio por el Ché, —ambas— son para nosotros,
el documento estaba dirigido En los documentos falta nues­ los guerrilleros. Podemos lle­
“al pueblo boliviano”, denun­ tra consigna de ¡VICTORIA O gar a ver el triunfo final, o
ciaba que el país estaba “ven­ MUERTE! creada tam bién por podemos caer en el camino.
dido en tajadas a los monopo­ el Ché. Ella no es una simple Pero si morimos, la lucha se­
lios yanquis” y entregaba una frase. Tiene una motivación guirá adelante sin detenerse.

VII) los primeros combates


El programa prelim inar del puesto que el campamento no nosotros. P or eso el Ché con­
Ché, descansar varios días, pa­ tenía ese carácter. Además en sideró un grave error retirarse
ra reponer energías mientras el trabajo preparatorio de las en esos momentos y ordenó a
se entrenaban los nuevos com­ acciones m ilitares habían que­ Rolando tender una embosca­
pañeros, fue bruscamente alte­ dado demasiadas huellas por da río abajo. Enseguida orde­
rado. El 17 de marzo alrededor la falta de cuadros para reali­ nó la defensa en la entrada
de 60 soldados se habían me­ zar una serie de labores preli­ del campamento y envió a un
tido por el camino de Algara- minares. Eso nos Obligó a “que­ grupo de compañeros a explo­
ñaz y se llevaron preso a Sa- m ar” compañeros. La misma r a r río abajo.
lustio. Uno de los reclutas que Casa de Calamina se había con­ El día 22 de marzo fue de
debutaba como mensajero. En vertido en Un foco de sospecha tensos preparativos. A las 7
el ataque a la Casa de Calami­ y Algarañaz incluso nos había de la m añana del 23, m ientras
na, el Lorito había matado a enviado un cazador para que Rolando revisaba las posiciones
uno de los guardias. Al Cono­ nos vigilara constantemente. de los guerrilleros emboscados,
cer la noticia, Marcos ordenó Retirarse en ese momento, sin se sintió un chapoteo por el río«.
la retirada porque estimaba que dar batalla cuando la guerrilla Rápidamente se situó en su lu-i
no se debía defender posicio­ había sido detectada por los gar y esperó que la tropa fuera
nes. En el Diario del Ché apa­ datos que habían entregado los avanzando lentamente. Se m an­
rece descrito el problema en desertores, significa simple­ tuvieron en silencio hasta qua
la siguiente forma: m ente que se iniciara una per­ penetró un grupo grande. R o í
—Rolando había sido envia­ secución contra nosotros por lando, como responsable de»
do para organizar la retirada un ejército con energías, fres­ esta prim era acción nuestra,
de todo, un clima de derrota co, con moral elevada. Por el abrió fuego sorpresivamente.
im peraba. Poco después llegó contrario, combatir significaba Muchos soldados se desplega­
un médico boliviano recién in­ foguerse para afrontar con de­ ron en posición combativa. Lo«
corporado Con un mensaje pa­ cisión las futuras batallas. Hay pocos que hicieron frente fue­
ra Rolando en el que se le que tener en Cuenta que, de to­ ron abatidos en forma rápida.
comunicaba que Marcos y An­ das maneras, tendríamos que El resto huyó. El fuego duró
tonio estaban en la aguada, que combatir en los días subsiguien­ aproxim adam ente unos seis
fuera a entrevistarse. Le man­ tes, por los factores ya mencio­ minutos, según informó Rolan­
dé a decir con el mismo men­ nados. Otra alternativa, aun­ do al Ché, hasta que las fuer­
sajero que la guerra se gana­ que parezca extremista, habría zas enemigas se rindieron.
ba a tiros, que se retiraran sido desaparecer como guerri­ En estos combates participa­
inm ediatamente al campamen­ lla hasta crear las condiciones ron Rolando, Benigno, Coco,
to y allí me esperaran. Todo en la ciudad, tom ar contactos Guevara, Pablito, 2m esto,
da la impresión de un caos te­ nuevamente, reclutar nuevos Apolinar y Walter, los que
rrible, no saben qué hacer. elementos para recomenzar. m ataron a 7 soldados, hirieron
Más tarde el Ché me expli­ Esto era absurdo. a 6 y tomaron 11 prisioneros.
có su decisión. El criterio de Por otra parte, por las pe­ Otros 8 soldados escaparon.
que la guerra no defiende po­ nurias que nos ocasionó la m ar­ Como se puede apreciar las
siciones es correcto, pero hay cha de exploración, veníamos fuerzas enemigas eran cuatro
que tom ar en cuenta una serie con la moral no muy alta, no veces más grandes que la nues­
de factores que se habían acu­ con buena disposición comba­ tra. fíosotros no tuvimos bajas.
mulado hasta ese momento. tiva. El momento táctico se Además quedaron en nuestro
En prim er lugar, nosotros no presentaba ahora con todas sus poder 3 morteros de 60mm, y
“defendíamos una posición” perspectivas favorables para ocho cajas de granadas, una
a u . i t . aLadora calibre 30 con dados los objetivos de nuestra dicos. Más tarde apareció u*
500 tiros, 2 am etralladoras BZ, lucha. Ellos nos contestaron camión lleno de soldados, per*
2 m etralletas UZI, 16 Mauser que no sabían por qué los h a­ nuestros compañeros les orde­
con dos mil cartuchos, 2 apa­ bían mandado a combatirnos, naron retirarse, cuestión qu*
ratos de radio y otros elementos. que estaban de acuerdo con lo el ejército cumplió obediente­
Coco llegó a las 8 de la m a­ que nosotros decíamos y nos mente.
ñana a nuestras posiciones para reiteraban la petición de fusi­ Estos acontecimientos se pro­
dar cuenta del resultado de la lar al mayor Plata, oficial que ducían 24 horas después dai
batalla. Inm ediatam ente Ché tenía una actitud déspota en la plazo que les habíamos dad*
ordenó que Marcos saliera por unidad pero que ahora, delan­ para que recogieran sus muer­
el camino de maniobras núm e­ te de la tropa, se comportaba tos, lo que demuestra la des­
ro 1 con el objeto de cortarle la como un cobarde. Le explica­ moralización que había en su«
retirada por detrás al ejército mos que nosotros no m atába­ filas y el respeto a nuestro*
si éste avanzaba por el cañón mos a enemigos desarmados y hombres.
del río tratando de llegar al tratábam os a los prisioneros M ientras tanto D ebray plan­
campamento y a Braulio lo como seres humanos, con dig­ teó que para él era un deber
envió con la retaguardia por el nidad y respeto. m oral integrarse en nuesrtr*
camino número 2 para impedir Los días siguientes a la em­ núcleo guerrillero.
que saliese del cañón que era boscada fueron de euforia y El famoso autor de “Revolu­
una verdadera tram pa mortal. presión y alegría porque se ción en la Revolución”, cono­
El centro atacaría desde las po­ iniciaba una etapa histórica cido en tre nosotros por D an-
siciones que ya estaban ocu­ con una fuerza combativa, pe­ tón, quería dem ostrar que n*
padas. Ché me ordenó interro­ queña pero con la moral m uy era un simple teórico, sino tam­
gar a los prisioneros y presen­ alta. Además el resonante y bién un hom bre de acción.
tarm e como jefe. Esta misión sorpresivo triunfo revelando Ché nos explicó que en esa*
la cumplí durante todo el la presencia de un foco guerri­ circunstancias el filósofo fran­
transcurso de la guerra. llero acaparaba el prim er lu­ cés era más necesario afue­
El m ayor Plata, jefe de las gar de las noticias que escu­ ra que dentro. Dantón podrí»
fuerzas prisioneras, lloriqueó chábamos por radio. La pre­ servir para dirigir un gran mo­
largam ente m ientras los solda­ sión era producto de la pre­ vimiento de solidaridad coa
dos nos pedían que lo fusilára­ sencia de los dos visitantes: nuestro foco, obtener declara­
mos por los malos tratos y los Régis Debray y Ciro Bustos (el ciones de intelectuales, reu n ir
abusos que cometía. Por en­ Pelao). Tania había sido detec­ dinero, hacerse cargo de la pro­
cargo del Ché le dije que todos tada y forzosamente tenía que paganda, etc. P o r lo escueto y
los prisioneros quedarían en quedarse con nosotros hasta personal, el Diario del Ché na
libertad, que le dábamos plazo esperar una oportunidad ade­ refleja la opinión cabal qu*
hasta el 27 a las 12 del día cuada para que saliera con la tenía sobre Debray, hombre al
para retirar a sus muertos. más absoluta seguridad. El que estim aba mucho y le con­
Muy asustado manifestó que Chino, que tam bién había que­ cedía gran valor intelectual.
se retiraría del ejército. Nos dio dado como visitante, decidió Ché le dijo que en ese momen­
una serie de datos im portantes quedarse como combatiente. to debería salir y que más
sobre las operaciones que se Pero Debray y Bustos debían tarde tendría suficiente tiempo
estaban realizando. Por ejem ­ salir en el menor tiempo po­ para realizar *u experiencia
plo, nos dijo que ese ataque sible. En una reunión, realiza­ guerrillera.
estaba programado junto con da el 27 de marzo, Ché planteó Con el objeto de sacar a lo*
un bombardeo que se iniciaría que las tareas inmediatas eran: visitantes y cam biar nuestra
a mediodía. Ellos debían dejar a) Sacar a los visitantes por zona de operaciones, eonform*
señaladas sus posiciones con el un camino seguro, cercano a la a los planes trazados previa­
objeto de que no sufrieran ba­ ciudad. m ente por Ramón, nos dirigi­
jas. La emboscada los hizo p er­ b) Esconder todo el arm a­ mos a G utiérrez porque el ca­
der contacto radial e impidió mento y m ateriales que habían mino a M uyupampa, según
que la aviación actuara. En caído en nuestro poder después nuestras prim eras informacio­
realidad, el bombardeo se rea­ de la prim era emboscada más nes, estaba cortado por el ejér­
lizó al día siguiente. El capitán algunas cosas nuestras para lo cito; sin embargo en Pirirenda
Silva, otro de los prisioneros, cual era necesario abrir otra nos enteram os de que en Gu­
tam bién habló mucho infor­ cueva estratégica, labor que tiérrez tam bién había tropas,
mando que había reingresado estaría a cargo de Moisés Gue­ por lo que decidimos regresar
al ejército por petición del PCB, vara. a Ñancahuazú, luego de la fu­
que tenía un herm ano estu­ c) Enviar 10 hombres a bus­ ga de uno de los pobladores
diando en Cuba y luego dio car maíz a la finca, tarea que que, supusimos, Informaría de
los nombres de otros dos ofi­ debían realizar con mucho nuestra presencia al ejército.
ciales que podían ser colabo­ cuidado para evitar que el ejér­ En Iripití nos juntam os con
radores. cito los sorprendiera. la retaguardia que estaba al
Les quitamos toda la ropa a Al día: siguiente cuando mando de Rolando y con el
los prisioneros, excepto a los nuestros hombres fueron a la personal enfermo en el que
dos oficiales que conservaron finca a buscar el maíz se en­ estaba Joaquín. Ahí acampa­
sus uniformes, y les dimos contraron con que la cueva mos y se iniciaron las explora­
nuestras vestimentas civiles táctica había sido revisada por ciones para dirigirnos nueva­
que estaban guardadas en las el ejército. Sorpresivamente m ente a Gutiérrez, lugar que
cuevas. llegaron también siete funcio­ parecía más indicado para eva­
También curamos a los heri­ narios de la Cruz Roja, varios cuar a los visitantes.
dos y les explicamos a los sol­ soldados sin armas y dos m é­ Iripití fus *1 esoenarí» i»
nuestro segundo combate y la El mayor Sánchez pensó que esperando que avanzara el
tum ba de nuestro prim er com­ lo íbamos a fusilar y cuando lo ejército, después que un cam­
pañero, el Rubio, José Suárez interrogué me pidió por favor pesino se escapó. No sucedie­
Gayol, un hom bre de magní­ se le perm itiera enviar un re­ ron acontecimientos guerreros.
ficas condiciones humanas, ex­ cado a su esposa con uno de Ese mismo día “El Pelao” ha­
celente compañero, con una los soldados. Como lo había bló con Pombo y le planteó
moral sencilla y valiente, Vice- hecho anteriorm ente con el que estaba muy inquieto por
Ministro del azúcar, dejó todo, cobarde mayor Plata, le dije al sus hijos, que no les había de­
familia, honores para incorpo­ mayor Sánchez que era norma jado recursos económicos para
rarse a nuestra lucha. nuestra respetar al enemigo subsistir y tenía que cumplir
A las 10 de la mañana del vencido, garantizarle su vida, otra serie de misiones en Bue­
10 de abril, nuestra retaguar­ curar a sus heridos y perm itir­ nos Aires. Le solicitó tam bién
dia que estaba emboscada avis­ le llevarse a sus muertos jun­ que la salida no se realizara
tó una patrulla del ejército de to con sus efectos personales. por un lugar donde la guerri­
varios hombres. La dejó avan­ Le pregunté enseguida por qué lla hubiese operado para nó
zar hasta una distancia p ru ­ había entrado tan confiado en llamar la atención del ejército.
dente. Veinte minutos más ta r­ el cerco y contestó: Pombo le contestó que no h a­
de comenzaba el combate con —Veníamos a buscar a nues­ bía por qué agitarse y espe­
un saldo de tres muertos, un tros muertos y a investigar lo rara tranquilo el momento
herido y siete soldados captu­ ocurrido. Como nos han ense­ oportuno. Ya se notaba en él
rados. En nuestro poder caye­ ñado que el guerrillero da un los primeros síntomas de de­
ron tam bién 6 fusiles Garand golpe y se retira no nos im a­ sesperación.
con una carabina M -l y 4 fu­ ginamos que ustedes estaban En lo sucesivo es necesario
siles mausers. Por nuestra p ar­ aquí de nuevo esperándonos. mencionar una serie de fechas,
te perdimos al Rubio. La respuesta de1 mayor Sán­ pues se producen hechos que
Cuatro soldados escaparon. chez es una lección para las tienen una secuela de conse­
Por esta razón, Ché ordenó fuerzas guerrilleras. No debe­ cuencias posteriores. Ese mis­
adelantar la emboscada, espe­ mos regirnos por esquemas, mo día Ché dio orden a Jo a­
rando que el ejército enviara debemos crear siempre, des­ quín que se quedara con cua­
refuerzos de tropas a investigar concertar al enemigo. tro hombres considerados “re­
lo ocurrido. En la mañana siguiente pu­ sacas” y agregó a l grupo de
Nuevamente me tocó inte­ simos en libertad a los prisio­ Moisés Guevara, Alejandro y
rrogar a los prisioneros. Nos di­ neros y Ies permitimos llevarse Tania, pero éstos últimos en
jeron que formaban parte de a los muertos v heridos de calidad de enfermos. Moisés
una compañía, que estaba río ambas batallas. También les había sido afectado por un
arriba, en Ñancahuazú, que h a­ concedimos una tregua de 24 fuerte cólico hepático y Tania
bía atravesado el cañón, reco­ horas. junto con Alejandro tenían el
gido sus muertos y tomado el El interrogatorio hecho a los cuerpo hinchado y fiebre que
campamento. prisioneros nos había llevado oscilaba entre los 38 y 39 gra­
Tal como se pensaba, una a la conclusión de que las tro­ dos. Joaquín debía esperar
compañía de aproximadam en­ pas que cerraban el Ñancahua­ por la zona, m aniobrar pero
te 120 hombres al mando del zú arriba eran las que se h a­ sin chocar frontalm ente contra
mayor Sánchez, entró en bían desplazado hasta la Casa el ejército. Como se puede
nuestra emboscada. A las 17:10 de Calamina. Por lo tanto, el apreciar se preveían dos cues­
empezó de nuevo el combate camino a Muyupampa estaba tiones: nuestro pronto regreso
con una victoria para nosotros, expedito. Como ya estábamos (3 a 5 días) después de evacuar
y un Saldo negativo para el detectados en la zona de Iri- a los visitantes y la posibilidad
enemigo de 7 muertos, 6 h eri­ pití, Ramón cambió de itine­ de reintegro a la escuadra del
dos y 13 prisioneros, incluyen­ rario y en lugar de partir hacia centro que mandaba el Ché,
do al jefe de la columna. Ade­ Gutiérrez iniciamos la marcha de cuatro compañeros: los tres
más ocupamos una Browning, hacia Muyupampa, siempre enfermos más el médico —N e­
Un mortero, 15 garands, 4 M-3, con el objetivo de sacar con gro— que se había quedado
2 M -l y 5 mausers. seguridad a Debray y a Bustos. con ellos. Éste fue, sin em bar­
Inexplicablemente, esta co­ La m uerte de Rubio conmo­ go, el último contacto que tu ­
lumna entró confiada a nues­ vió a todos. Yo había visto que vimos con la retaguardia por
tra emboscada, sin tom ar nin­ ocupaba una mala posición, una serie de factores que na­
guna medida de, seguridad. pues era visible desde el río. rraremos más adelanté. Debe­
Cuando se les abrió fuego tra ­ Por eso le sugerí que la co­ mos destacar que siempre, en
taron de buscar protección. Co­ rrigiera. Cuando lo fueron a toda oportunidad, tratam os de
mo no encontraron dónde cu­ ver luego del tiroteo de la ubicar a estos compañeros: in­
brirse se dispersaron y el resto emboscada de la mañana, te­ cluso pensamos que Joaquín
de la tropa huyó internándose nía una bala en la cabeza y iría al Rosita, región que h a­
en el monte. Comenzamos en­ murió a los pocos instantes. bíamos explorado en febrero-
tonces una persecución con ti­ Fue su prim er y único com­ marzo y que era uno de los
fos esporádicos contra los sol­ bate. Ché hizo un emotivo acto lugares de maniobra que el
dados. En ella Coco apresó al de recordación resaltando que Ché había dado a conocer al
mayor Sánchez, s-1 que Ro­ la prim era sangre caída era jefe de la retaguardia. Noso­
lando. que estaba cerca, lo cubana, por lo que era nece­ tros sabíamos que Joaquín no
conm inó a que diera la orden sario más que nunca integrar­ tenía fuerza combativa con
Se rendición a su tropa. Sán­ se con afecto y eliminar cual­ cuatro hombres/resacas, tres
chez ordenó a su gente que se quier tendencia chauvinista. enfermos de consideración y
retirara El 17 de abril nos quedamos sólo 10 compañeros que tenían

rAGXKA M
que uevar todo el peso de las cho que se convirtiera en en­ Dres, que los revolucionarlo*
operaciones, de manera que ciente colaborador del ejérci­ de todos los países, teníamos
nuestro afán por contactar con to, identificara a los cadáveres derecho a unimos para luchar
él fue permanente. de nuestros compañeros muer­ contra un enemigo común qu*
El 18 fue de caminata y ex­ tos e hiciera dibujos de nues­ estaba unido antes que noso­
ploración. Además detuvimos a tros rostros, además de entre­ tros y que era cruel y fuert®,
algunos campesinos para que gar una serie de datos carac­ que esta situación daba carác­
nos vendieran alimento y nos terísticos. ter internacional a la lucha y
entregaran información. Al día El objetivo nuestro y la pe­ que por eso nuestro ejército
siguiente se produjo otro tición de los visitantes estaban tenía abiertas las puertas a lo*
acontecimiento novedoso: lle­ cumplidos. Esa noche no qui­ patriotas de cualquier parte
gó hasta nosotros el periodista simos tomar Muyupampa por­ del mundo que quisieran par­
anglo-chileno George Andrew que nos informaron que el ticipar con nosotros en la graa
Roth, guiado por unos mucha­ ejército nos estaba esperando empresa de libertar a Bolivia.
chitos del lugar por donde se en el pueblo. (Por instrucciones expresas
había quedado operando Joa­ El día 20 fue de agitación, del Ché, yo no debia desmen­
quín. El periodista nos pareció “parlamentarismo” y bombar­ tir categóricamente la presen-
sospechoso. Su pasaporte tenia deo. En nuestro viaje de re­ cia de compañeros de otras na­
tachada la profesión de estu­ greso para juntamos con Joa­ cionalidades, aunque tampoco
diante y cambiado por la de quín tratamos de conseguir había de confirmarla, pues ál
periodista, aunque <1 decía ser alimentos, que ahora se con­ sabía que este diálogo seria
fotógrafo profesional que tra­ vertía en un serio objetivo. publicado y difundido Interna»
bajaba como “free-lancer” pa­ Llegamos a la casa de Ne­ cionalmente.)
ra algunas publicaciones ex­ mesio Carabello, un hombre Finalmente les ofrecí ana
tranjeras. También tenía docu­ que la noche anterior nos ha­ paz para Muyupampa con la
mentos como instructor de los bía ofrecido café y había te­ condición de que nos trajeran
Cuerpos de Paz, visa de Puer­ nido una actitud amable con antes de las seis de la tarda,
to Rico. Además en su libreta nosotros. Ahora no estaba. Se una camioneta con víveres y
de apuntes traía un cuestiona­ había ido dejando solo a unos medicines que necesitamos
rio de preguntas que, según trabajadores que estaban muy Por los mismos personajes noa
él, tenían por objeto confirmar temerosos. Les compramos al­ informamos que Dantón, Roth
los rumores difundidos por el gunos víveres y organizamos y Bustos habían sido deteni­
ejército de que el Ché estaba el almuerzo. Pasado el medio­ dos.
con nosotros con el nombre de día apareció una camioneta La delegación se retiró, pero
Ramón, además de la presen­ con una bandera blanca en la en lugar de medicinas y ali­
cia de Tania y Debray. Estoe que venía un sacerdote, un mentos llegaron los aviones a
informes los habían entregado médico y el subprefecto de bombardeamos. Tres AT-6 de­
los delatores. Muyupampa. El cura era ale­ jaron caer sus cargas mortí­
Nuevamente me correspon­ mán. Nos traían en señal de feras cerca de la casita donde
dió interrogar al prisionero. buena voluntad, algunas golo­ estábamos ubicados y una es­
Contó que había estado con el sinas y cigarros. La delegación quirla hirió levemente en un
ejército en nuestro campamen­ nos ofreció "pas da tipo nacio­ pie a Ricardo.
to, y que incluso se había en­ nal“ y nos rogó que no atacá­ Esa noche salimos rumbo a
contrado un diario de Braulio, ramos Muyupampa porque el Ticucha. Desde ese momento
donde se decía que Ramón era ejército estaba atrincherado! tratamos de ubicar a Joaquín
el Ché. Roth y los muchachi­ “No queremos derramamiento y al mismo tiempo proveemos
tos guías relataron luego que de sangre”, reiteró. del máximo de alimentos. El
el ejército estaba en Lagunl- Les contesté que no quería­ 22 tuvimos un breve choque
llas y conocía nuestra presen­ mos una “paz nacional” a me­ con el ejército. En la maltona
cia. nos que nos entregaran el po­ habíamos sorprendido al cho­
Le entregué a Roth una en­ der, que era el objetivo de fer de una camioneta de Yaci­
trevista conmigo —el "jefe" de nuestra lucha como vanguardia mientos Petrolíferos Fiscales
la guerrilla— que había sido del pueblo. Les pregunté cómo Bolivianos (YPFB) que esta­
redactada por Ché y contenía vivían los campesinos de los ban examinando nuestras hue­
un apretado relato de las ac­ alrededores, la forma como los llas acompañado por un cam­
ciones que habían ocurrido los explotaban y al médico le exi­ pesino que había delatado
días anteriores y los objetivos gí datos sobre la mortalidad nuestra presencia. Los apresa­
de nuestra lucha. infantil. Como en toda Bolivia, mos. Enseguida nos embosca­
Ché se quedó con Pombo, el cuadro era allí deprimente. mos para detener otros vehícu­
Turna y Urbano, cerca de Mu- Les dije: ¿Encuentran justa los y golpear al ejército si se
yupampa. Al llegar cerca del esa situación? Nosotros esta­ acercaba hasta nuestras posi­
pueblo dejamos al Pelao, De­ mos peleando para que los ciones. Sólo logramos conse­
bray y Roth. Régis me pidió pobres no sean más pobres guir alguna mercancía y plá­
encarecidamente que le dijera y los ricos más ricos. No­ tano de un camión que cayó
al Ché que él salía en ese m o­ sotros estamos combatiendo más tarde. A las 8 de la no­
mento sólo por no dejar aban­ por el progreso del pueblo, che, cuando estábamos listos
donado a Bustos, el que se en­ para que no haya tanta ham­ para partir, se sintió un breve
contraba muy desesperado y bre, tanta miseria. Especial­ tiroteo. Era Ricardo que sor­
con bastante miedo. A esas mente el cura, contestó en for­ prendió a un grupo de solda­
alturas el Pelao ya mostraba ma de crítica que con nosotros dos y a un guía que llegaban
lo que sucedería en el futuro. estaban participando extranje­ a un firme pare enseguida
Por eso no nos sorprendió m u­ ros. Le repliqué qu« los po- caer sobre nosotros. No mpl~

K.UOXA sr
mos si habíamos ocasionado que se hicieron para salvafio, pesar de las radios y los partes
bajas al enemigo. En esa opor­ se desangró rápidam ente. Ro­ oficiales que inventaban “gran­
tunidad se nos perdió el Loro lando, comisario político, hom­ des bajas guerrilleras”. La
Vázquez. bre de apenas 24 años de edad, prim era fue el 8 de mayo. Ché
Nuestros hombres estaban tenía un porvenir brillante. había dispuesto una embosca­
emboscados y Rolando había Era el más desarrollado polí­ da en Ñancahuazú, en nuestro
dado orden de abandonar las tica y m ilitarm ente de todos campamento, que lo habíamos
posiciones a las 18.30 horas. los compañeros que allí habían. retomado. Estaba a cargo de
Después de ese plazo, le espe­ Ésa fue la emboscada que Pacho. A las 10.30 de la m a­
raron un largo rato pero no dirigió personalmente el Ché ñana herimos a dos soldados
apareció. Días más tarde la y que relata de la siguiente que se internaron descuidada­
radio anunció que había sido m anera: mente. Luego de curarles sus
capturado herido. Luego difun­ “Al poco rato apareció la heridas los dejamos prisione­
dió su “fuga” del hospital de vanguardia que para nuestra ros. A las 12 detuvimos a otros
Camiri. Algunos periodistas sorpresa estaba integrada por dos que venían desarmados
han divulgado la idea de que tres pastores alemanes con su bajando por el Ñancahuazú.
el Ché lo envió en una misión guía. Los animales estaban in­ Los cuatro eran unos m entiro­
solitaria. Esto es absolutam en­ quietos pero no me pareció sos redomados. Trataron de
te falso. que nos hubieran detectado, sin desinformamos diciendo que
Nunca supimos qué había embargo siguieron avanzando habían salido a cazar pero a
pasado con él. El mismo R a­ y tiré sobre el prim er perro, su regreso la compañía había
món explica en su Diario que errando el tiro, cuando iba a desaparecido. Ahora la anda­
el saldo es “negativo” entre darle al guía se encasquiló el ban buscando. Todo era falso,
otros factores, por la “pérdida” M-2. Miguel mató otro perro, la compañía estaba situada más
(aunque espero que transito­ según pude ver sin confirmar, arriba.
ria) de un h o m b r e ...”. A nte­ y nadie más entró en la em ­ La emboscada siguió en su
cedentes que hemos recogido boscada. Sobre el flanco del puesto hasta que a las 7 de
con el tiempo nos perm iten ejército comenzó un fuego in ­ la tarde, cuando ya estaba os­
conocer, sin embargo, que Lo­ term itente. Al producirse un cureciendo, el ejército se aso­
ro murió como un valiente. alto, mandó a Urbano para que mó tomando muchas medidas
Herido, fue bestialm ente to r­ ordenara la retirada pero vino de seguridad. Llegó hasta la
turado por los esbirros del con la noticia de que Rolando entrada del cañón y se retiró,
presidente Barrientos. Como estaba herido, lo trajeron al al parecer probando si se les
no le pudieron sacar ni una poco rato ya exangüe y murió disparaba o no. En una de es­
sola confesión que nos delata­ cuando se empezaba a pasarle tas oportunidades se internaron
ra, se lo llevaron en un heli­ el plasma.” y cayeron en la tram pa. El
cóptero y lo tiraron vivo, en La retirada fue lenta y nos combate fue breve. En la ac­
medio de la selva. Lorito fue preocupamos de salvar todas ción cayó m uerto el subtenien­
un hombre valiente, audaz, las cosas y enterrar a Rolando. te Laredo junto con dos sol­
leal. Fue uno de los cuatro que Por la tarde nos encontramos dados. Tomamos seis prisione­
trabajó incansablem ente en la con Benigno y Aniceto que ros más, pero el resto del pe­
preparación previa al foco. habían perdido las mochilas lotón huyó. El saldo fue: tres
Al día siguiente de ese pe­ después del breve tiroteo con muertos, 10 prisioneros (2 de
queño choque, Ramón envió a el ejército. Eso determinó una ellos heridos), siete M -l, cua­
Benigno y Aniceto a una mi­ nueva situación. Entre noso­ tro mausers, equipo personal,
sión de cuatro días para buscar tros y Joaquín se interponían parque y un poco de comida.
a Joaquín. M ientras tanto n o ­ ahora los soldados y nuestras El subteniente Laredo tenía
sotros seguimos en los alrede­ salidas naturales estaban blo­ un diario de cam paña y una
dores, esperando el cum pli­ queadas. Por lo tanto había carta de su m ujer que nos cau­
miento de esa misión. El 25 de que tirarse hacia las m ontañas só trem enda sorpresa. En el
abril tuvimos otra pérdida sen­ abriendo sendas y alejándonos diario en la fecha m arcada de
sible: la de Rolando. Mientras un poco de Joaquín para tra ­ de mayo se refería a los
estaban de posta Pombo y Eu- tar de llegar hasta su posición trabajadores como holgazanes
taquio descubrieron una co­ por otro lado. y otros adjetivos despectivos.
lum na del ejército de aproxi­ Hasta ese momento el triu n ­ Én cuanto a su tropa hablaba
madamente 30 soldados. Luego fo era neto para nuestras fuer­ de la falta de moral combativa,
regresó Eustaquio diciendo que zas. Debíamos lam entar la mencionando a soldados que
no eran 30 sino 60 los solda­ muerte de Rubio, Rolando y lloraban cuando se enteraban
dos. Ché dispuso ocupar posi­ la desaparición de Loro. La de la presencia cercana de los
ciones en forma rápida, pero moral estaba muy alta y la guerrilleros. La carta de la es­
nos vimos obligados a luchar disposición combativa excelen­ posa se refería a la preocupa­
en un lugar no apto para la te. Sólo se hacían denodados ción que ella tenía por L are­
emboscada. Rolando, que era esfuerzos para tomar contacto do, pero luego hacía un agre­
un hombre de gran coraje, se con Joaquín y con ese propó­ gado en el que más o menos
puso en la posición más d ifí­ sito estábamos operando. decía lo siguiente: “N uestra
cil a la salida de una curva y En mayo hubo tres batallas amiga te pide que nos traigas
tuvo que enfrentarse directa­ m ientras dábamos vueltas por una cabellera de guerrillero y
mente con un am etralladorista la zona realizando nuestro tra ­ yo te pido lo mismo para ador­
que 1« disparó varias ráfagas. bajo de persuasión campesina nar el living de la casa”.
Un balazo le partió el fémur y la denodada búsqueda de Este episodio nos hace re­
y _todo el paquete vásculo n er­ Joaquín. Todas fueron victorias cordar los tristes y siniestros
vioso. A pesar de los esfuerzos resonantes para nosotros, a días del nazismo y la profunda
brecha que exístía entré la si llegaba a m orir en combate Nuevamente Olmos un folpog
conducta o el ánimo del ejér­ o era capturado por nosotros. tres soldados muertos y uno
cito respecto a los guerrilleros, El diario de Laredo perm ane­ herido. Al día siguiente cerra­
que contrastaba con el trato ció en la mochila del Ché has­ mos el mes de mayo con otro
digno y hum ano que nosotros ta la emboscada de Yuro el triunfo, aunque menor de lo
dimos a los prisioneros. 8 de octubre. que esperábamos. Dos camio­
La carta y el diario causa­ El segundo combate del mes nes del ejército que avanzaban
ron conmoción y repudio entre de mayo fue el día 30. Había­ por el camino fueron atacado*
nosotros. mos llegado hasta la línea del por nosotros. Uno huyó, pero
El respeto del Ché por la ferrocarril a Santa Cruz bus­ destruimos otro. Pudimos pro­
persona humana, independien- cando el Michuri, siempre con vocar grandes bajas en sus fi­
temfente de lá conducta que el pensamiento puesto sobre las si el Ñato en su apresura­
ésta observara, se puso de m a­ Joaquín que, al parecer, se miento, no dispara una grana­
nifiesto una vez más al decidir había movido hacia el norte. da con bala de guerra en lugar
esperar una oportunidad ade­ En un camino petrolero Ché de hacerlo con bala de salva.
cuada para devolver el diario dejó una emboscada m ientras Este incidente provocó una
4el teniente Laredo a la m a­ se realizaba una exploración gran explosión que asustó a los
dre de éste, puesto que el ofi­ en un jeep que se había requi­ militares. Afortunadam ente ei
cial enemigo así lo hacía cons­ sado a YPFB. A las tres de la Ñato resultó ileso, aunque des­
tar, como un deseo expreso, tarde se produjo el choque. truyó el tromblón del fusil.

VIII) la búsqueda de Joaquín


Los tres meses de operación contrastaba con la agresividad hecho de no encontrar a Joa­
m ilitar significaron para noso­ y temeridad de nuestros gue­ quín, nuestra moral era tita .
tros un avance notable: había­ rrilleros. Lamentábamos, sin La guerrilla era una fuerza
mos ocasionado más de cin­ embargo, la pérdida de Rubio agresiva, consciente de su po­
cuenta bajas al enemigo entre y Rolando, el desaparecimiento der, y daba golpes tan fuertes
muertos, heridos y prisioneros, del Loro y la falta de contacto al ejército que no le habían
incluyendo en la lista a tres con nuestra retaguardia y la permitido reorganizarse, modi­
oficíales dé alta graduación. ciudad. ficar su táctica ni replicam os
Habíamos ocupado gran san ­ En estas circunstancias ini­ con agilidad.
tidad de armamentos, parque, ciamos nuestro octavo mes en D urante el corto transcurso
vestuarios y un poco de ali­ las montañas de Bolivia y ei de la guerra, Ché nos dio lec­
mentos. Sin embargo el balan ­ cuarto de combates sostenidos. ciones de solidaridad hum ana
cé más notable era la desmo­ Pese a las dificultades, el ham ­ que se proyectaban incluso,
ralización y falta de combati­ bre, las enfermedades, la falta frecuentemente, a los enem i­
vidad de lós soldados, que de contacto con la ciudad y el gos. Uno de estos hechos su­

PA O IN A »
cedió a principios de julio, vivencia con los campesinos m ente la desembocadura del
precisamente el día 3. Estába­ lógicamente tendría que ser Rosita para llegar a Sam aipa-
mos todavía cerca del camino favorable para nosotros. Ello ta, donde pudiera estar Joa­
petrolero, donde habíamos cho­ lo pudimos comprobar en Mo­ quín, ya que Ché le había
cado con el ejército. Los días roco, un pequeño poblado en comunicado que ésta era una
anteriores buscábamos agua y las márgenes del río. Allí lle­ zona probable de operaciones.
comida y nos habíamos devo­ gamos el 19 de junio y ocu­ Sorpresivamente el día 10 una
rado un puerco que tenía sa­ rrieron hecho que es necesa­ escuadra nuestra compuesta
bor a m anjar. Esa mañana, rio exam inar con detención,, por Coco, Ñato, Pacho y Ani­
después de caminar por las pues dan un índice de lo que ceto tuvo un choque con el
márgenes de un arroyo, Ché significa la permanencia de ejército. El acontecimiento se
ordenó una emboscada en el las fuerzas guerrilleras entre desarrolló así: los cuatro com­
camino mencionado, esperando la población. pañeros llevaban la misión de
que pasaran camiones del e jé r­ Como era natural, al princi­ llegar a la casa de un campe­
cito. Pombo debía avisar con pio la acogida fue fría. Incluso sino para buscar alimentos •;
un pañuelo amarillo cuando el hubo una buena dosis mezcla información, cuando se encon­
vehículo entrara a nuestro ra ­ de curiosidad y desconfianza. traron inesperadam ente con
dio de fuego. Después de 5 Ese mismo día llegaron al po­ los soldados que avanzaban
horas y media de espera, pasó blado tres individuos armados por las márgenes contrarias
un camión m ilitar y Pombo de revólveres y fusiles m áu- del río. Inm ediatam ente se in­
hizo la tan ansiada señal. ser que dijeron ser comercian­ tercambió un tiroteo nutrido
Inexplicablem ente para noso­ tes en chanchos. No hicimos con un inmenso gasto de par­
tros, Ché, que debía abrir fue­ reuniones ni el mitin que se que por parte de los nuestros.
go contra el vehículo para con­ acostumbra en estos casos pa­ Posteriormente se retiraron
tin u ar nosotros disparando, no ra inform ar a los pobladores Ñato y Aniceto y luego lo hi­
gatillo su M-2. de nuestros principios y pe­ cieron Coco y Pacho. No tuvi­
Más tarde, para que todos dirles su incorporación o soli­ mos noticias de bajas en las
escucháramos, dijo: daridad. Sencillamente nos filas enemigas hasta que dos
—Era un crimen dispararle dedicamos a charlar con ellos, días después los noticiarios
a esos soldaditos. pedirles datos sobre caminos, radiales anunciaban que ha­
La anécdota está relatada en trillos, antecedentes sobre otros bíamos muerto a un soldado y
su Diario como si fuera un vecinos, etcétera. Esta conducta herido a otro.
hecho intrascendente. Dice: fam iliar nos permitió captar Aunque no habíamos sufri­
“A las 14.30 pasó un camión valiosos amigos y allí se pro­ do ninguna baja, el ejército, en
con chanchos que dejamos pa­ dujo nuestro prim er recluta­ sus partes oficiales, anunciaba
sar, a las 16.30 una camioneta miento: Paulino, un muchacho mi m uerte y la de otros dos
con botellas vacías y a las 17 campesino que tenía allí su compañeros no identificados.
un camión del ejército, el mis­ familia y conocía toda la zona. Ésta era una simple m aniobra
mo de ayer, con dos soldaditos A pesar de su juventud (tenía de carácter sicológico para dis­
envueltos en frazadas en la alrededor de 22 años) estaba m inuir en parte el impacto de
cama del vehículo; no tuve afectado por la tuberculosis, nuestros golpes, el efecto de­
coraje para tirarles y no me producto de la mala alim enta­ sastroso para ellos que estaba
funcionó el cerebro lo suficien­ ción y de la vida miserable causando en la opinión públi­
tem ente rápido como para que llevaba en esa región. ca. Por eso, m ientras nosotros
detenerlos, lo dejamos pasar.” Al día siguiente se produjo llegamos de nuevo al Río
¡Cuánta diferencia con los un acontecimiento espectacu­ Grande y luego al Rosita en
oficiales del ejército boliviano lar. Paulino nos informó que busca de nuestra retaguardia
y con los propios soldados que los tres “comerciantes” no eran con la cual habíamos perdido
asesinaron al Ché y a los com­ tales, sino espías que enviaba contacto desde hacía casi tres
pañeros que cayeron con él en el ejército para realizar labo­ meses, el ejército desviaba una
la quebrada del Yuro! Tal vez res de inteligencia. La valiosa parte de sus recursos a las ta ­
los mismos! que el Ché consi­ información de Paulino, que a reas represivas en las minas.
deró un crimen matarlos, fue­ su vez la había recibido de su Aunque no nos informamos
ron los que algunos meses des­ novia, otrá muchacha del po­ por las emisoras bolivianas,
pués se retrataron sonrientes blado, nos permitió detenerlos. que estaban censuradas, uiia
junto al cadáver. Fue una colaboración sum a­ radio argentina dio la noticia
La mayoría de los análisis mente im portante que nos de la masacre de San Ju an en
que se hacen sobre el desarro­ mostraba las ricas perspectivas las minas de Siglo XX, con un
llo de nuestra guerrilla son que existen cuando el contacto saldo de 87 víctimas. En esta
superficiales y muchas veces con los campesinos es prolon­ forma, el gobierno lacayo del
frívolos. No se ha investigado gado. Paulino continuó poste­ gorila B arrientes pretendía
suficientemente su desarrollo riorm ente con nosotros y fue acallar el clamor de las peticio­
o, sencillamente, se han tom a­ enviado a Cochabamba llevan­ nes obreras y los signos evi­
do hechos aislaájs para com­ do algunos mensajes, los que dentes de apoyo de este sector
batir la teoría del foco. no llegaron a su destino porque hacia nuestra lucha. Esta acción
A pesar de nuestras lim ita­ el ejército detuvo al muchacho. demostraba, indudablemente,
ciones por la búsqueda cons­ En ese mismo lugar Ché la debilidad del régimen. N o­
tante de Joaquín, lo que nos trabajó como dentista y se sa­ sotros adquiríamos más con­
impedía movilizarnos hacia có el cariñoso apodo de Fer­ ciencia de que un grupo peque­
otras zonas más convenientes nando Sacamuelas. ño de hombres de vanguardia
para que nosotros operáramos, Nuevamente empezamos a es capaz de destruir los cimien­
pudimos confirmar que la con- buscar Río Grande y posterior­ tos de una sociedad corrompí-
u
da en un tiempo infinitamente uno de los mejores compañeros, policía, comprar alimentos y
menor que todo el esfuerzo que el más alegre, un combatiente medicinas, especialmente üm
emplean los politiqueros en ejemplar y querido. Sobre él que hacían falta al Ché para al
conciliaciones, componendas y escribió el Ché: asma. Primero pasamos por Pe­
reformas sin importancia qua “Con él se me fue un com- ña Colorada, una zona muy po­
frustran finalmente al pueblo. “ pañero inseparable de todos blada que nos recibió eam
En esta ocasión el Ché hizo “ los últimos años, de una fide- poco entusiasmo y luego no«
un llamado a los mineros (el “ lidad a toda prueba y cuya reagrupamos en Alto de Paler-
comunicado 5) instándoles “ ausencia siento desde ahora mo. Para llegar a Samaipata
a unirse a la lucha guerrillera “ casi como la de un hijo. Al decidimos apoderamos de ua
y explicando las verdaderas “ caer pidió que se entregara vehículo adecuado. Paramo«
tácticas de lucha que debe “ el reloj, y como no lo hicimos varios, pero uno intentó fugaz*
adoptar el pueblo; ese mani­ “ para atenderlo se lo quitó y se por lo que nos vimos obli­
fiesto fue conocido sólo des­ “ se lo entregó a Arturo. Este gados a dispararle en la* go­
pués de su muerte. “ gesto revela la voluntad de mas. Posteriormente partiere«
Dos dias más tarde, el 26, “ que fuera entregado al hijo en un camión e cumplir este
chocamos nuevamente con el “ que no conoció, como había misión, Pacho ,Coco, Ricard%
eiército. Estábamos acampa­ “ hecho yo con los relojes de Julio, Aniceto y Chino.
dos en Piray, en las faldas dei “ los compañeros muertos an­ Nuestra escuadra llegó pal­
río Durán. Ché había ordena­ teriorm ente. Lo llevaré toda mero a una pequeña filante da
do una emboscada mientras “ la guerra”. soda donde tomaron unos re­
otro grupo de compañeros iba Pombo. que estaba herido, frescos. Dos carabineros que
a buscar alimentos al pequeño sintió la muerte de Turna como entraron a ver lo que sucedía
P ueblito de Florida. Alrededor si fuera el familiar más queri­ fueron tomados presos jr desar­
de las cuatro y media de la do. Se habían prácticamente mados.
tarde, envió de relevo a Pom- criado juntos, combatiendo jun­ Más tarde llegó al lugar w t
bo, Arturo, Antonio, Ñato y Tu­ tos en la guerra de liberación teniente de apellido Vacaflor
rna, con el objeto de que des­ de Cuba, habían participado que también fue tomado pri­
cansaran Miguel y la gente de juntos en el Congo y ahora la sionero. Mientras el Chino, Ju­
la vanguardia. En los momentos muerte los separaba en Piray. lio y Aniceto se quedaban cus­
de llegar se sintió un fuerte ti­ Esa misma tarde se tomaron todiando a los dos carabinero«
roteo. Tendidos en la arena ha­ prisioneros a dos nuevos espías, presos y cumplían el objetivo
bía 4 soldados, aunque no todos uno de ellos oficial de carabi­ de buscar medicina, el resto de
estaban muertos. El ejército es­ neros; luego de advertirles la escuadra se dirigió con eI
taba desplegado al otro lado del cuáles eran las normas de la teniente al cuartel para tomar­
río totalmente seco, ocupando guerra y de amenazarlos con lo. El oficial dio la contraseña
buenas posiciones. Ché llegó a una sanción severa si se les y la puerta se abrió sin difi­
ocupar su posición de combate volvía a sorprender en esa ac­ cultad. Inmediatamente entra­
y se situó al lado de Benigno y titud, fueron dejados en liber­ ron Ricardo, Pacho y Coee
dio orden de que los compañe­ tad, pero en calzoncillos. Por capturando a algunos soldado«,
ros de relevo, que ahora se con­ una mala interpretación de una mientras otros hacían resisten­
vertían en refuerzos, se coloca­ orden del Ché en el sentido de cia. Incluso uno disparó sobre
ran en el flanco en que estaba que fueran despojados de todo Pacho, pero Ricardo que esta­
Miguel. Sentimos unos gajos lo que servía, se les quitó la ba atento lo salvó empujándo­
quebrarse, por lo que supusi­ ropa, cuando el Ché conoció lo. Éste fue el único que pre­
mos que el ejército se estaba esta acción se indignó, llamó a sentó combate hasta el último,
replegando. Un ruido de camión los compañeros que la habían por lo que fue necesario dis­
nos indicó que llegaban re­ realizado y les dijo que a los pararle, muriendo inmediata­
fuerzos al enemigo. Inmediata­ seres humanos había que tra­ mente.
mente se inició el tiroteo, que tarlos con dignidad, que no se Nuestro botín fue 9 soldado«
nos sorprendió en una zona sin les debía ocasionar humillacio­ capturados, uno muerto, una
una buena defensa. Pombo fue nes ni vejaciones gratuitas. A ametralladora BZ-30 y cinco
herido en un pie con una bala su lado el cadáver de Turna. máusers. La acción se realizó
de ametralladora 30. Posterior­ El mes de julio estuvo jalo­ en presencia de todo el pueblo
mente, Ché dio la orden de re­ nado de acontecimientos gue­ y una cantidad de viajeros qu«
tirada. Cuando se cumplían es­ rreros, mientras la crisis del se encontraban allí de manera
tas instrucciones se conoció la gobierno del gorila Barrientos que tuvo una repercusión enor­
noticia de que Turna había si­ era aguda. Al mismo tiempo me. Los presos fueron dejado«
do herido en el vientre. Rápi­ teníamos las primeras noticias en la carretera a un kilómetro
damente fue trasladado a una de Joaquín a través de distin ­ del pueblo. Además se compró
de las casas de Piray, a varios tas informaciones radiales que alimentos y se obtuvieron me­
kilómetros de la emboscada. anunciaban combates entre dicinas, aunque ninguna ser­
Moro lo anestesió y empezó fuerzas guerrilleras y el ejér­ vía para el asma.
la operación, pero Turna o Tu- cito, lejos del lugar en que Entre el material que requi­
maino, como le decíamos ca­ estábamos situados nosotros. samos estaba un mapa con to­
riñosamente, no alcanzó al tér­ Por esa razón decidimos diri­ da nuestra ruta trazada y se
mino de la intervención. Te­ gimos a Samaipata. Lugar que preveía una posible salida ha­
n ía el hígado destrozado y una como habíanlos anticipado, es­ cia la carretera. Después de
serie de perforaciones intesti- taba acordonado como zona de esta operación relámpago no*
na’ps. operaciones con Joaquín. Nues­ retiramos. Los días siguientes
Ese fue un día de dolor in­ tro plan inmediato era toma:’ caminamos en dirección a Flo­
tenso "ara nosotros. Se perdía el pueblo incluido el cuartel de rida. En el tesnseurso da 1»

EáSHES, »
marcha escuchamos por radio ba despierto para hacer ei cam­ y cayó pero Coco, Julio y Mi­
la noticia de dos acciones gue­ bio de posta y Moro calentaba guel hicieron una línea de de­
rreras: una en el Dorado, entre café cuando éste último vió la fensa para im pedir que el ejér­
Sam aipata y Río Grande y otra luz de una linterna en la ori­ cito concentrara el fuego so­
en Iquirá. En ambas se anun­ lla del río. Moro preguntó: bre él. Más tarde resbaló Julio,
ciaban que por parte nuestra —Oiga, ¿quién es? los soldados gritaban alboro­
habían ocurrido bajas. Inm e­ Desde la orilla le contes­ zados:
diatam ente nos dimos cuenta taron: —Lo tumbamos, lo tum ­
de que el grupo que estaba —Destacamento Trinidad. bamos. .
combatiendo era el de Joaquín. Ché oyó todo el diálogo, pues Nuestn. grupo cruzó a todo
Paralelam ente las emisoras estaba en la improvisada coci­ galope el vado, pero no lo pudo
anunciaban una crisis que na. Inmediatamente nuestros hacer más tarde una parte de
afectaba la base de sustenta­ compañeros dispararon. A Mo­ la vanguardia (Pacho, Aniceto
ción política del gobierno, con ro se le encasquilló el M-2 pe­ y Raúl) y la retaguardia, don­
el retiro del PRA y del PSD del ro Miguel lo protegió con su de estaba Ricardo.
llamado “Frente de la Revolu­ Garand. Ché ordenó entonces Al cruzar el vado fue herido
ción” que sostenía al gorila la formación de una línea de Ricardo; Pacho y Raúl se lan­
Barrientes. Al mismo tiempo defensa. Los soldados estaban zaron al rescaté. Raúl cayó
se escucharon unas lastimeras ocultos en un pequeño barran­ muerto con un tiro en la boca
declaraciones de éste rogando, co. Benigno les tiró una grana­ y Pacho fue herido con un dis­
que lo dejaran term inar su pe da que cayó en el agua. El rui­ paro penetrante en las nalgas
ríodo presidencial. Fué en ese do de la explosión los asusto que le comprometió levemente
momento cuando Ché dijo, con­ de tal manera que corrieron los testículos. Pacho se para­
versando con un grupo de no­ despavoridos. Esto permitió petó detrás del cuerpo ya sin
sotros, que era una lástima que que les disparáramos con faci­ vida de Raúl y logró silenciar
no hubiese cien hombres más lidad. Miguel, que era hombre una ametralladora. A rturo y
en la guerrilla, para acelerar audaz, llegó hasta donde esta­ otros compañeros rescataron a
le descomposición del régimen. ban uno de los soldados heri­ Ricardo, le colocaron en una
Al term inar el mes escucha dos, le quitó su M -l, su canana hamaca, pero desgraciadam en­
mos noticias de otras dos ac­ y io interrogó logrando ob te­ te el plasma se perdió en la
ciones m ilitares de Joaquín, y ner valiosa información de que mochila de Willy. A pesar de
al mismo tiempo chocamos dos eran 21 hombres que se diri­ todos los esfuerzos que hizo el
veces con el ejército. El 27 es­ gían hacia Abapó y que en médico, Ricardo m urió en la
tábamos preparándonos para Moroco, el lugar que estábamos noche.
buscar un camino que eludie­ eludiendo estaban apostados ¡Dos nuevas bajas!
ra Moroco donde, según las in ­ 50 soldados. Raúl era un compañero muy
formaciones que nos habían da­ En esta emboscada cometi­ callado, nunca hacia preguntas,
do campesinos, había una gran mos varios errores. Los caba­ disciplinado, pero en general
cantidad de soldados cuando llos que teníamos con nosotros no se destacaba el resto. El día
Willy anunció que un grupo de se cargaron con mucha lenti­ del combate, sorprendió a to­
soldados estaba entrando en la tud. Más todo fue un exceso dos con su comportamiento te ­
emboscada que teníamos ten­ de confianza en nuestra ca­ merario y heroico. Su magní­
dida. En el lugar se situaron pacidad y en un desprecio poi fica y necesaria solidaridad
Chapaco Willy, León Arturo. el poder del enemigo. con un compañero herido lo
Ricardo, Chino, Eustaquio Un compañero se retrasó pro­ llevó a la m uerte. El respeto
Aniceto y yo. Los soldados ca­ bándose un par de botas nue­ que por él teníamos se acre­
minaban lentam ente y casi con vas. A otro se le cayó la car­ centó.
descuido. Hicieron algunas se­ ga de frijoles. Un caballo se Ricardo o Papi, como cariño­
ñales y luego dispararon tres espantó y se perdió con un samente le llamábamos todos,
tiros de mortero. Como no hu­ mortero, algunos fusiles, ropa, fue el hombre que tuvo el peso
bo respuesta siguieron avan­ etc. Así nos cogió la claridad. de la preparación previa del
zando. Eran solamente ocho Los soldados se repusieron de foco guerrillero. Querido por
porque el resto se había que­ la sorpresa, recibieron refuer­ los compañeros bolivianos, res­
dado rezagado. Cuando estu­ zos de Moroco, se reagruparon petado por los cubanos y p e ­
vieron cerca disparamos m a­ y nos persiguieron. Cruzamos ruanos que estaban combatien­
tando a cuatro de ellos. El res­ por un chaco donde estaba la do allí, no podíamos abando­
to huyó por el monte Inme­ hermana de uno de los campe­ narlo en un momento tan dolo­
diatam ente organizamos nues­ sinos que nos habían ayudado. roso. Por eso, porque la gue­
tra retirada sin quitarles las La mujer con cariño y mucha rrilla desarrolla hondamente
armas ni el equipo porque esto serenidad a pesar del tiroteo, los sentimientos fraternales en­
significaba arriesgar innecesa­ que era intenso, nos informó tre los hombres, hubo actos de
riam ente a hombres nuestros y que todos los campesinos de arrojo tan maravillosos para
seguimos. Dos días más tarde Moroco habían sido apresados y salvarlo como los de Raúl, P a ­
volvimos a chocar, pero en conducidos a La Paz. Nos ven­ cho y otros compañeros.
condiciones diferentes. Estába­ dió un? lata de leche y nos El mes de agosto fue el mes
mos en las márgenes del Rosi­ ofreció gallinas. Actuaba con malo para nosotros. N ueva­
ta, a una hora de camino de la una tranquilidad pasmosa a mente volvimos a las márgenes
desembocadura del Suspiro pesar de que los soldados esta­ del Río G rande con la esperan­
E ran aproximadamente las 4:30 ban ya cerca de nosotros y nos za de encontrar a Joaquín. Las
de la mañana. Ché no habí? disparaban con fuego sostenido emisoras locales estaban anun­
dormido en toda la noche afec­ Á! cruzar por uno de los va­ ciando cada vez con mayor fre­
tado por el asma. Miguel esta- dos. el caballo del Ché resbaló cuencia encuentros entre gue-
VAOOU 32
muero* que no eramos noso­ gro, lndlscutido, seguro en el con la cual operamos sólo un
tros y soldados. En este perío­ mando, claro en sus concep­ mes y estuvimos separado*
do pasamos mucha hambre y ciones, rápido en sus decisio­ cuatro meses, fue un golpe de
una sed torturante a tal extre­ nes, tajante para liquidar cual­ suerte para el ejército. Uno o
mo que algunos compañeros quier síntoma de descomposi­ dos días antes de la embosca­
tomaron sus orinas para saciar­ ción, y decidido a llegar hasta da, nosotros con el Ché a 1«
la. Esta acción les provocó una el final en la defensa de sus cabeza, llegamos hasta uno de
serie de trastornos intestinales. ideales. los lugares donde había acam­
Para peoi Moro, nuestro mé­ Nunca como entonces tuvo pado este compañero. La* hue­
dico, enfermó de lumbago, una tanto valor su histórico, pre­ llas estaban frescas aún.
afección tan dolorosa que prác­ ciso y categórico llamado a Los antecedentes que hemos
ticamente lo dejó inmovilizado. definirse como hombre revo­ reunido más tarde nos permi­
Por lo tanto hubo que prestar­ lucionario: ten conocer que Joaquín y sa
le a él los mayores cuidados. “Es uno de los momentos escuadra sufrieron indecibles
Por otra parte afloraron en —dijo el 8 de agosto— en que penurias, hambre, angustia,
Camba los primeros síntomas hay que tomar decisiones gran­ nos buscaron tanto como no­
de cobardía y me planteó que des, este tipo de lucha nos da sotros a ellos. Sin embargo
quería abandonar la lucha la oportunidad de convertir­ nunca desmayaron, su moral
pues “sus condiciones físicas nos en revolucionarios, el es­ se mantuvo alta, decididos *
no le permitían seguir”. Agre­ calón más alto de la especie morir por nuestros ideales an­
gó que no veía mayores pers­ humana, pero también nos tes que entregarse, fieles a la
pectivas e la guerrilla. El pre­ ermite graduarnos de hom- consigna creada por el Ché de
texto de su incapacidad física res, los que no puedan alcan­ ¡VICTORIA O MUERTE!
era falso, pues Camba había zar ninguno de los dos esta­ Aunque sólo teníamos !S
demostrado ser un hombre de dios deben decirlo y dejar la hombres, uno de los cuales —el
mucha fortaleza. Simplemente médico— estaba en malas con­
tenía miedo y quería desertar. lucha”.
diciones, Camba era un deser­
Las persectivas negativas de la Los hombres que continua­ tor que estaba aterrorizado y
lucha era otro pretexto vergon­ ron la lucha a su lado no sólo sólo nos acompañaba por la
zoso. Le comunique a Che esta acentuaron su cariño y admi­ fuerza de las circunstancias, y
situación y él conversó con ración por este jefe excepcio­ León nada nos había dicho
Camba, advirtiéndole que no nal, sino que además se com­ que estaba “rajado”, nuestra
podía salir hasta que nuestra prometieron, cualesquiera que pequeño ejército se hacía res­
pequeña columna concluyera fueran las circunstancias, a petar, mantenía su actitud
la ruta que ya se había dado a vencer o morir por sus ideales
que en estos momentos cata­ agresiva y estaba dispuesto a
conocer. Camba aceptó. llegar hasta las últimas conse-
El 26 tuvimos el único cho­ lizan a hombres y mujeres de
cuencias.
que con el ejército durante ese todo el mundo. El Ché nuevamente reinicio
mes. Teníamos planificada una Aunque lo ignoramos en ese con fuerza su educación sobra
emboscada en Río Grande; los momento y sólo nos dimos nuestro grupo, especialmente
soldados, quc yji m ostraban cuenta días más tarde, todo el para mejorar algunas debili­
más preparación, se dividieron resto del grupo de Joaquín dades que se estaban notando
en dos grupos y tomaron una cayó en la embocsada del Va­ Sus charlas, retos, o “descar­
serie de precauciones que an­ do del Yeso, el 31 de agosto, gas”, como él las llamaba, te­
tes habían desestimado, por delatados en forma miserable nían a veces el carácter de
ejemplo en la escuadra de sie­ por el campesino Honorato Ro­ consejo de padre a hijo y en
te hombres, cinco se colocaron jas. El ejército esperó pacien­ otras era enérgico y duro, co­
río abajo y dos se dispusieron temente que Rojas los llevara mo correspondía a las circuns­
a cruzar frente a nosotros. An­ hasta la trampa y cuando es­ tancias. También sabía ser
tonio, .que estaba frente a la taban vadeando el río, los ase­ tierno, especialmente _ cuando
emboscada, se precipitó erran­ sinaron por la espalda. Allí se se acordaba de su familia o de
do el tiro. Los dos huyeron en extinguió heroicamente la vi­ los compañeros que formaron
busca de refuerzos y los otros da de Tania, la mujer guiada parte de su vida militar como
cinco corrieron a saltos por la por sus ideales revolucionarios Turna o Rolando. Un día, re­
playa. Con Coco le propusimos y la admiración que tenía por cordándose de sus hijos, nos
a Ché que nos dejara ir hasta el Ché; trabajó pacientemente contó con un sentimiento de
la otra orilla y tratar de tomar dos años en Bolivia preparan­ cariño y nostalgia la última
prisioneros a los soldados, pe­ do el terreno para nuestro tra­ conversación que había soste­
ro éstos se parapetaron y nos bajo final y luego empuñó el nido con su hija Celita. Pró-
rechazaron. fusil para luchar por la liber­ , ximo a partir definitivamente
Hubo días duros, tensos, de tad de nuestro pueblo. Tania de Cuba, fue a su casa para
relajamiento de la moral, en con la leyenda de mitos y rea­ ver por última vez a los niños
los que se necesitaba una vo­ lidades que mundialmente han y despedirse de ellos. Como es
luntad fuerte y una conduc­ tejido en tomo a ella entró en natural iba caracterizado de
ción política firme y respeta­ la historia continental como Ramón, el hombre maduro con
da. Sin estas últimas condicio­ una heroína. facha de comerciante que re­
nes la desintegración de nues­ La muerte de Joaquín y de corría buena parte del mundo
tra columna era factible. Allí nuestra retaguardia que en sí burlando la vigilancia de la
surgió una vez más, con toda era sólo una escuadra sin ca­ CIA. Su disfraz era tan bueno
su grandeza, el espíritu del pacidad combativa por la for­ que no lo reconoció ni la pos­
Ché, su carácter de jefe inte« ma en que estaba integrada, ta que estaba m su casa ni n i

9ÁtiBSA a
hija. Ché la tomó en sus b ra ­ ¿uerrilleros y éstos retribuían Así impidió el Ñato que Ché
zos, después la sentó en las su afecto y admiración sin caminara descalzo. Cualquiera
piernas y le acarició la mano. dobleces, como una entrega de nosotros le hubiera dado
La niñita le dijo a Aleida, su total. Precisamente por esos los zapatos, pero estoy seguro
esposa, que presenciaba la es­ días, Ché se había autocasti- de que el Ché habría rechaza­
cena: gado como ayudante de coci­ do violentamente este gesto. A
—¡Mamá, este viejuco me na porque se le había mojado su vez Ché retribuía este afec­
quiere enamorar! el fusil al cruzar un vado. Al to con una serie de actitudes
Ché no demostraba dolor cruzar de nuevo el Río G ran­ que nosotros valorábamos. Por
cuando contaba esta anécdota, de se le perdieron los zapatos. ejemplo, el 17 de setiembre en
aunque su voz denotaba una Inm ediatam ente el Ñato, que los días en que teníamos me­
gran ternura. Nosotros com­ era hombre que resolvía todos nos comida y nuestra situación
prendíamos cuánto significaba los problemas menudos que se no era buena, ordenó cocinar
para él esa frase de su hija presentaban, le fabricó un par arroz, un plato de lujo, para
querida, a la que ni siquierr de abarcas de cuero, entera­ celebrar el 22 cumpleaños de
le podía dar un adiós como lt m ente cerradas. Estos zapatos Pablito, compañero de gran va­
hace cualquier padre en une caseros fueron los que desper­ lor y el más jo v e n ' de todos
situación similar. taron curiosidad y comenta­ los guerrilleros. Igualm ente h a­
La misma ternura demos­ rios el día de su m uerte en el bía celebrado el cumpleaños
traba para los compañeros Yuro y luego en Vallegrande. de Benigno el 6 de setiembre.

IX) la emboscada de la Higuera


Setiembre fue un mes de hecho que relataremos sólo con arma, Pombo fue más rápido
combates, de pérdidas hum a­ el objeto de trasm itir expe­ y tiró varios disparos m atan­
nas valiosas, de largas camina­ riencias que pueden servir en do al caballo.
tas y privaciones, de promiso­ el futuro. El soldado huyó.
rios contactos con los campe­ Chino estaba de posta con Al día siguiente una escua­
sinos, le altibajos en la mo­ Pombo cuando vio un soldado dra nuestra integrada por Be­
ral de la tropa y en el que a caballo. En lugar de dispa­ nigno, Pablito, Coco, Julio,
se empieza a vislum brar la rar, gritó: León y yo chocó con unos 40
pérdida definitiva de Joaquín —¡Un soldado! soldados en el Masicurí, en la
y su grupo. Naturalm ente el soldado fue casa de un latifundista.
El 2 fue nuestra prim era es­ alertado disparando en forma El encuentro ocurrió sorpre­
caramuza, que p*udo tener un instantánea hacia el lugar de sivamente. Estábamos discu­
saldo netam ente favorable pa­ donde había surgido el grito. tiendo con el encargado de la
ra nosotros si »o ocurre un Mientras Chino m anipulaba su casa y la m ujer éste cuan­
U
do aparecieron los soldados, a ! ya que ae nuestro triunfo de­ taron a «runo y Coco m oorml»
vernos se replegaron y ten­ pendía que la suerte de ellos en la casa y les regalaron va­
dieron un semi-cerco. Inm e­ cambiara positivamente. Por rios huevos. Por razones ob­
diatam ente empezaron a dis­ primera vez habló tam bién a vias de seguridad ambos com­
pararnos. Les replicamos con los habitantes del lugar el pañeros no aceptaron tan aco­
fuego sostenido y por lo m e­ Ché, aunque nadie lo recono­ gedor y generoso ofrecimiento.
nos vimos caer a uno de ellos/ ció. Ché explicó el abandono Estos actos de soldiaridad,
Sin embargo no pudimos lle­ en que permanecía el pueblo, indudablemente, confortaban.
var alimentos y nos retiramos. la explotación de que eran víc­ Demuestran tam bién que al
El día 6 —cumpleaños de timas los campesinos del lu­ campesino no es tan im per­
Benigno— hubo otra escara­ gar, y dio varios ejemplos. En­ meable en su trato con el gue­
muza. Una patrulla casi nos tre ellos destacó que Alto Se­ rrillero y que con una labor
sorprende por descuido de la co sólo tenía un pozo anti-hi- regularm ente sostenida, es fá­
vanguardia, pero después de giénico para abastecer de agua cil captarlo y movilizarlo co­
un breve tiroteo no pasó nada a los vecinos. “Acuérdense mo auxiliar im portante en laa
y nos fuimos tranquilam ente. —les dijo— que después de tareas combativas hasta su to­
Los días siguientes fueron nuestro paso por aquí recién tal integración.
de caminatas constantes en se acordarán las autoridades Muy tem prano llegamos a
las que observamos con que la de que ustedes existen. Enton­ Picacho. La población estaba
enfermedad de Moro, nuestro ces les ofrecerán construir al­ de fiesta y nos trató bastante
médico, se agravaba constan­ gún policlínico, o m ejorar al­ bien. Nos invitaron chicha y al­
tem ente y sufría de intensos gunos aspectos. Pero ese ofre­ gunos bocados; menudearon
dolores. Ché lo cuidaba con cimiento se deberá única y los abrazos para despedirnos;
dedicación y se esmeraba en exclusivamente a la presencia el Chapaco dijo algunas pala­
crearle las mejores condiciones nuestra en esta zona y, si al­ bras en un brindis:
para aliviar, aunque fuera le­ guna obra realizan, ustedes
vemente* su mal. Por otra Decidimos seguir la marcha.
sentirán, aunque indirecta­ Nuestro próximo punto era La
parte él mismo era aquejado mente, el efecto beneficioso de Higuera. Como era de esperar­
por nuevos ataques de asma y nuestra guerrilla”.
carecía de medicinas para con­ lo, nuestra presencia estaba
Éste fue el único m itin que totalm ente detectada. Coco se
trolarlos. realizamos en toda la guerra;
El 22 de setiembre llegamos incautó de un telegram a que
nuestra propaganda en el cam­ había en casa del telegrafista
a Alto Seco, un villorrio de po la dieron nuestros exitosos
unas 50 casas modestas con pé­ donde el sub-prefecto de Valle
combates; el trato perm anente Grande comunicaba al corre­
simas condiciones de higiene. entre guerrilleros y campesi­
Sin embargo el pueblito tiene gidor de ese lugar la presen­
nos hace el resto. cia de fuerzas guerrilleras ea
cierta importancia, En el cen­ En los días siguiente reco­ la zona.
tro hay una plazuela, una igle­ rrimos Santa Elena y Loma
sia y una escuela; tam bién tie­ Pocos minutos más tarde s*
Larga hasta llegar a Pujío, el libraría el más negativo de
ne un camino de tierra por el 25. Nuevamente la curiosidad
cual pueden llegar algunos nuestros combates.
y desconfianza al principio,
vehículos motorizados. Inm e­ para luego recibir un trato Durante los últimos días la
diatam ente supimos que el Co­ cordial. La gente se nos acer­ enfermedad de Moro había re ­
rregidor había acudido presu­ có hasta tom ar confianza con crudecido. El 26 su salud con­
roso a Valle Grande a dar nosotros. tinuaba siendo mala, y ésta
cuenta al ejército de nuestra Dos hechos caracterizaban era otra de las preocupaciones
presencia. nuestra situación: más serias del Ché. Tal ves
La reacción de la población —Moro seguía mal y estaba era la presión más grave, pues­
fue interesante. Los habitantes muy débil. to que las noticias de las emi­
no se retiraron del lugar. Len­ —Camba estaba francam en­ soras sobre Joaquín, aunque
tam ente se fueron acercando a te “rajado . En esta oportuni­ todavía fragm entarias, perm i­
nosotros, con gran desconfian­ dad el Ché y yo hablamos con tían suponer que el grupo es­
za. Su temor, porque existía te ­ él para decirle que esa misma taba definitivam ente perdido.
mor, no era a los guerrilleros noche se afeitara, cambiara de Ello significaba que term inaba
propiamente, sino a la pers­ ropa, para que luego pudiera la búsqueda en círculo y que
pectiva de que se combatiera buscar una salida sin que lo la columna se desplazaría ha­
en el pueblo o las represalias detectara el ejército. Camba cia otra zona de operaciones.
que pudiera tom ar el ejército dijo que todavía no era nece­ A las 13 horas de ese día
contra sus habitantes. sario, y que seguiría con la co­ salió la vanguardia para tra ­
Es preciso destacar que por lumna hasta que cambiara de ta r de llegar a Jaguay. Des­
prim era vez se realizó un mi­ rumbo con el objeto de que él pués de media hora cuando el
tin en el local de la escuela, a pudiera llegar con relativa fa­ centro y la retaguardia se
la que acudieron asombrados cilidad a Santa Cruz. aprestaron para alcanzarlos se
campesinos que guardaron si­ Eso noche dormimos a la escuchó nutrido fuego a la en­
lencio y escucharon con aten­ vera del camino. trada de La Higuera.
ción. El primero en hablar fui El camino entre Pujío y P i­ Ché organizó inmediatamen­
yo. Expliqué cuáles eran nues­ cacho realizado en la m adru­ te la defensa del poblado pa­
tros objetivos, les recalqué sus gada del 26 lo hicimos sin in­ ra esperar a la vanguardia.
duras condiciones de vida, el conveniente. La población nos Nadie dudó en ese instante
significado de nuestra lucha y trató bastante bien. Incluso que los nuestros habían caído
su importancia para el pueblo, dos viejitas campesinas invi­ en una emboscad»!, por eso e i-

F iO IN A u
peramos nerviosos y tensos ías ra lo rem ató y una de las ba­ Coco era un Domare snuy
prim eras noticias. las hirió a Benigno, otro rafa- generoso, capaz de emocionar­
El primero en regresar fue gazo mató a Julio. se y llorar como un hombre
Benigno, con un hombro atra­ por un ser querido, como lo
vesado por una bala, la mis­ hizo el día que murió Ricardo.
ma que había matado a Coco. Coco y yo éramo —si así Yo no lo vi morir. Tampoco
Luego lo hicieron Aniceto y cabe decirlo— más que her­ derram é una lágrima, por una
Pablito, este último con un pie manos. Camaradas insepara­ cuestión de carácter, me cues­
dislocado. También habían bles de muchas aventuras, ju n ­ ta mucho llorar. Pero no por
m uerto en la emboscada Julio tos militamos en el Partido eso el dolor, el sentim iento y
y Miguel. Comunista, juntos sentimos el el afecto por un hombre tan
El combate fue ligero y de­ peso de la represión policial querido es menos intenso. Co­
sigual. El ejército, con un gran en muchas oportunidades y co, Julio y Miguel, compañe­
poder de fuego y un número compartimos la cárcel, juntos ros de jornadas heroicas, al­
aplastante de hombres, había trabajam os en Tipuani, juntos canzaron el escalón más alto
a t a c a d o sorpresivamente a recorrimos el Mamoré, apren­ de la especie hum ana y se gra­
nuestros combatientes en una dimos agricultura y pasamos duaron de hombres y de gue­
zona sin ninguna defensa na­ largas jornadas cazando cai­ rrilleros, como lo hicieron an­
tural, totalm ente desprovista manes, juntos ingresamos a la tes Joaquín, Tania, Rolando,
de vegetación, podían dominar guerrilla. En esta nueva aven­ Marcos, Turna, Rubio, Aniceto
desde el firme en que se en­ tura no lo veré a mi lado pero y tantos otros compañeros
contraban una vasta extensión siento su presencia, exigiéndo­ queridos.
de terreno con armas de grue­ me cada vez más.
Un día, conversando en el Por eso el Ché que no era
so calibre. partidario de prodigar elogios,
Miguel fue m uerto casi ins­ monte a propósito de la m uer­
tantáneam ente, Coco quedó te de Ricardo, que produjo un dijo de ellos:
mal herido. El resto de los fuerte impacto en su hermano “Nuestras bajas han sido
compañeros peleó heroicamen­ Arturo, Coco me dijo: muy grandes esta vez; la pér­
te tratando de rescatarlo, dan­ —No quisiera verte muerto, dida más sensible es la de Co­
do una hermosa prueba de so­ no sé cómo me comportaría co, pero Miguel y Julio eran
lidaridad. Cuando Benigno A fortunadam ente creo que si magníficos luchadores y el va­
arrastraba su cuerpo sangran­ alguien m uere primero, ése se­ lor humano de los tres es im ­
te, una ráfaga de am etrallado- ré yo .. ponderable”.

X) el Yuro
La emboscada de La Higuera periodísticas dadas a conocer Hasta el día 30 los soldados,
marcó una nueva etapa, an­ por emisoras argentinas y chi­ en gran cantidad y perfecta­
gustiosa y difícil para nosotros. lenas. Para nadie era un mis­ mente equipados, pasaban
Habíámos perdido tres hom ­ terio que nuestra presencia es­ frente a nosotros sin detectar­
bres y, prácticamente, no te­ taba claramente detectada y así nos. El 1? de octubre empe­
níamos vanguardia. El médico lo anunciaban también las in­ zamos a movernos con un po­
seguía mal y la columna esta­ formaciones de carácter inter­ co más de rapidez y después
ba reducida a sólo 17 guerri­ nacional, aunque las emisoras de varios días de privaciones
lleros desnutridos por la pro­ locales, silenciadas por el régi­ comimos unas frituras que co­
longada carencia de proteínas, men, daban solamente una in­ cinó Chapaco y Ché ordenó
lo que naturalm ente influía en formación m uy general. que se repartiera un poco de
la capacidad combativa. Defi­ Entre el 27 de setiembre y charqui frito. Para que el fue­
nido ya el problema de Joa­ el l 9 de octubre permanecimos go no fuera detectado por los
quín, los próximos pasos del ocultos, aunque algunos com­ soldados lo protegimos con fra­
Ché se orientaban a buscar otra pañeros realizaban exploracio­ zadas.
zona de operaciones donde el nes para buscar una salida ade­ Las emisoras por otra parte
terreno nos fuera más favora­ cuada por los “firmes”, que nos empezaron a dar mayores in­
ble. Teníamos necesidad inm e­ perm itiera eludir las fuerzas formaciones, entre las cuales
diata de contactarnos con la enemigas. Nuestra ración se re ­ resaltaban las delaciones de
ciudad, para solucionar proble­ dujo considerablemente y sólo Camba y León, que habían de­
mas logísticos y recibir refuer­ consistía en tres cuartos de una sertado el 26, y los cambios de
zos humanos, puesto que nues­ pequeña lata de sardinas, y los puestos de avanzada del
tras fuerza» se habían desgas­ una cantimplora de agua para Estado Mayor del Ejército.
tado, sin que hubiésemos podi­ todo el día. Para peor el agua Nuestras caminatas se realiza­
do reem plazar a los hombres era amarga. Pero no había más ban extrem ando las precaucio­
que habían caído. Sin embargo y la mandábamos a buscar en nes, aunque a veces pasábamos
era previo rom per dos cercos, la noche o cuando aún estaba por lugares algo poblados a
uno que estaba rondando casi oscuro en la madrugada. Dos píen? luz del día. Así llega­
en nuestras propias narices y compañeros cargaban todas las mos al 8 de octubre.
el otro que había dispuesto el cantimploras, bajaban tomando La tarde anterior habíamos
ejército y que habíamos cono­ toda cíase de precauciones y cumplido 11 meses desde que
cido a través _de filtraciones borraban los rastros. el Ché ingresó al m onte en

M O IN A SS
Bolivia y hasta ese momento el bustos m uy bajos, lo que h a­ tro el Ché con el resto ae loa
balance no era precisamente cía casi imposible ocultarse. combatientes.
desfavorable a nosotros. El Ché decidió entonces enviar Aproximadamente a las 13 y
ejército sólo había dado un tres parej.as de exploradores: 30 Ché envió al Ñato y Anice­
golpe grave, el de La Higuera, una por el cerro hacia la de­ to a reem plazar a Pombo y
que por otra parte fue casual. recha, integrada por Benigno Urbano. P ara cruzar hacia esa
Todo lo demás era un saldo po­ y Pacho; otra por el cerro ha­ posición debíamos atravesar
sitivo puesto que, a pesar de cia la izquierda, integrada por un claro que era dominado por
10 reducido de nuestras fuer­ Urbano y otro compañero, y la el enemigo. El primero en in­
zas, habíamos capturado cerca tercera hacia adelante, a car­ tentarlo fue Aniceto, pero una
de un centenar de soldados, in­ go de Aniceto y Darío. Pronto bala lo mató.
cluyendo oficiales de alta gra­ regresaron Benigno y Pacho, la La batalla había comenzado.
duación, habíamos puesto fue­ información no resistía duda: Teníamos la salida cerrada. Los
ra de combate a otra gran can­ los soldados estaban cerrando soldados gritaban:
tidad de enemigos y nos había­ el paso. El problema era saber —Cayó uno, cayó u n o ...
mos incautado de diversas ar­ si nos habían detectado o no. En la misma garganta estre­
mas y mucho parque. ¿Qué perspectiva nos quedaba? cha, en una posición que ocu­
Era imprescindible, como No podíamos volver atrás; el paban los soldados, se escucha­
nueva fase táctica, rom per el camino que habíamos hecho, ba el tableteo regular de ame­
cerco para llegar a la nueva muy descubierto, nos convertía tralladoras que, al parecer, es­
zona de operaciones, donde po­ en presas fáciles de los solda­ taban cubriendo el camino por
dríamos dar combate imponien­ dos. Tampoco podíamos avan­ el que habíamos venido la no­
do nuestras condiciones al ene­ zar, porque eso significaba ca­ che anterior.
migo, y al mispio tiempo con­ m inar derecho a las posiciones La posición nuestra quedaba
tactarnos con la ciudad, cues­ de los soldados. Ché tomó la frente a una fracción del ejér­
tión im portante en este perío­ única resolución que cabía en cito y a la misma altura, de
do para reforzar nuestra co­ ese momento. Dió orden de m anera que podíamos observar
lumna. ocultarse en un pequeño cañón sus m aniobras sin que ellos nos
Cualquiera que lea el Diario lateral y organizó la toma de detectaran. Por eso sólo tirába­
del Ché, aunque éstos sólo son posiciones. Eran aproxim ada­ mos cuando ellos hacían fuego,
epuntes de tipo personal donde m ente las 8 y 30 de la mañana. para no delatarnos. P or su par­
se reflejan más los problemas Los 17 hombres estábamos sen­ te el ejército creía que los dis­
negativos (aspectos negativos) tados al centro y ambos lados paros nuestros sólo partían des­
con el objeto de analizarlos pa­ del cañón, esperando. El gran de abajo, o sea, desde la po­
ra corregirlos más tarde, se po­ dilema del Ché y de nosotros sición en que se encontraba el
drá dar cuenta de que en nin­ era saber si el ejército había Ché.
gún momento se denotaba de­ descubierto nuestra presencia La situación más difícil era
sesperación o pérdida de fe, a 0 si sus posiciones eran simple­ la de Pombo y Urbano. Ocul­
pesar de los muchos momen­ m ente una maniobra táctica tos detrás de una roca recibían
tos angustiosos por los que pa­ que correspondía al cerco que f u e g o ininterrum pidam ente.
samos. Por eso, al resum ir los nos estaba tendiendo desde h a­ No podían salir de allí porque
11 meses de operaciones Ché cía varios días. al cruzar el claro podían liqui­
sintetiza su pensamiento di­ Ché hize un análisis rápido darlos con suma facilidad, co­
ciendo que han pasado “sin si los soldados nos atacaban en­ mo lo hicieron con Aniceto.
complicaciones, bucólicamen­ tre las 10 de la mañana y la Con el objeto de obligarlos a
te”. 1 de la tarde estábamos en pro­ salir de esa trinchera natural,
La m adrugada del 8 de oc­ funda desventaja y nuestras el enemigo les disparó' un gra-
tubre fue fría. Los que tenía­ posibilidades eran mínimas, nadazo; la explosión levantó
mos cham arra nos la coloca­ puesto que era muy difícil re­ una gran polvareda que apro­
mos. N uestra marcha era len­ sistir un tiempo prolongado. Si vecharon Pombo y Urbano.
ta porque el Chino caminaba nos atacaban entre la 1 y las Con una velocidad impresio­
muy mal de noche y porque 3 de la tt.rde teníamos más nante traspasaron el claro
la enfermedad de Moro se posibilidades de neutralizarlo. m ientras los soldados dispara­
acentuaba. A las dos de la m a­ Si el combate se producía de ban al bulto y gritaban agresi­
ñana paramos a descansar y las 3 de la tarde hacia adelan­ vamente. Ambos cayeron jus­
reanudamos nuestra caminata te las mayores po-ibilidades tam ente en el lugar en que es­
a las cuatro. Eramos 17 figuras eran nuestras, puesto que la taba Ñato esperando.
silenciosas que avanzábamos noche caería pronto y la no­ Los tres intentaron salir por
mimetizándonos en la oscuri­ che es la compañera y aliada un camino de retirada que nos
dad por un cañón angosto lla­ del guerrillero. había indicado previam ente el
mado el Yuro. A las 11 de la mañana apro­ Ché para llegar a un lugar de
La mañana se descargó con ximadamente fui a reemplazar reunión anteriorm ente acorda­
un sol hermoso que nos per­ a Benigno a su posición, pero do. Sin embargo lograron ver-
mitió observar cuidadosamente éste no bajó y se quedó ahí nos y captaron nuestras señas
el terreno. Buscábamos una tendido, porque la herida en de que se quedaran donde es­
cresta para dirigirnos luego al el hombro le había supurado y taban.
río San Lorenzo. le dolía mucho. D efinitivamen­ La batalla continuó sin inte­
Las medidas de seguridad te nos quedaríamos allí, Benig­ rrupciones. Disparábamos sola
se extremaron, especialmente no, Darío y yo. En el otro ex­ cuando ellos hacían fuego pa­
porque la garganta y los ce­ tremo de la quebrada estaban ra no delatarnos y para aho­
rros eran semipelados, con a r­ Pombo y Urbano, y en el cen­ rr a r parque. Desde el lugar e a
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que estábamos ubicados deja­ pasa a constituir un elemento escancíalo, rengam os que el he­
mos fuera de combate a varios muy im portante en el monte. rido podría ser Pacho y la con­
soldados. Marchamos con sigilo. Nin­ fusión derivaba de algún pa­
Anochecía cuando bajamos a guno ocultaba su inmensa recido que podría haber entre
juntarnos con Pombo, Urbano preocupación por la suerte del ambos.
y Ñato, y a buscar nuestras Ché y el resto de los compa­ Esa noche caminamos por
mochilas. Ya estábamos ac­ ñeros. quebradas infernales, riscos fi­
tuando en nuestro medio. P re­ Después de perder el rastro ludos y empinados, que ni las
guntamos a Pombo: de nuestra gente volvimos a cabras habían escogido. Pero
—¿Y Fernando? caer en La Higuera, lugar que Urbano y Benigno, con su sen­
—Nosotros creíamos que es­ nos traía recuerdos dolorosos tido de orientación extraordi­
taba con ustedes, nos respon­ que aún no se habían borrado. nario y una decisión inque­
dieron. Nos sentamos casi frente a la brantable, nos guiaban sacán­
Cargamos nuestras mochilas escuela del lugar. Los perros donos lentam ente del cerco.
y nos dirigimos presurosos al ladraban con persistencia pero Avanzamos poco. El día 10
lugar de contacto. En el cami­ 110 sabíamos si era delatando nos sorprendió en un lugar aun
no encontramos botados algu­ nuestra presencia o estim ula­ cercano a La Higuera y comen­
nos alimentos, entre ellos hari­ dos por los cantos y gritos de tamos alegremente que el agua
na, lo que nos llamó profunda­ los soldados que esa noche se que estábamos tomando era la
mente la atención, porque el emborracharon eufóricos. misma que más abajo tomaban
Ché jamás permitió que se bo­ ¡Jamás nos imaginamos que los soldados. Otra vez estába­
tara alimento; cuando hubo ne­ a tan corta distancia de noso­ mos esperando la noche para
cesidad de hacerlo, la carga se tros aún estaba allí herido, pe­ alcanzar el Abra del Picacho
ocultó cuidadosamente. Más ro con vida, nuestro querido por donde pensábamos romper
adelante encontré el plato del Comandante! el cerco.
Ché, bastante pisoteado. Lo re­ Con el transcurso del tiempo Aproximadamente a la una
conocí inm ediatam ente porque hemos pensado que tal vez, si de la tarde, Urbano escuchó una
era una vasija honda de alu­ lo hubiésemos sabido, habría­ noticia que nos dejó helados:
minio bastante característica. mos tratado de hacer una ac­ las emisoras anunciaban la
Lo recogí y lo guardé en mi ción -desesperada por salvarlo, m uerte del Ché y daban su des­
mochila. aun cuando eso nos significase cripción física y su indum en­
No encontramos a nadie en m orir en la empresa. taria. No había posibilidad de
el lugar de reunión aunque re­ Pero esa noche tensa y an­ equivocarse, porque señalaban
conocimos las huellas de pisa­ gustiosa, ignorábamos absolu­ entre su indum entaria las abar­
das y las abarcas del Ché, que tam ente lo que había sucedido, cas que le había hecho el Ña­
dejaba una marcha bastante di­ y en voz baja nos preguntába­ to, una cham arra que era de
ferente a las demás y por lo mos si quizás otro compañero, Turna y que el Ché se ponía
mismo era fácilmente identifi- además de Aniceto, había para abrigarse en las noches,
cable. Pero esta huella se per­ muerto en el combate. y otros detalles que nosotros
día más adelante. Seguimos caminando, bor­ conocíamos perfectamente.
Supusimos que el Ché y el deando La Higuera sin alejar­
resto de lo gente se había di­ nos mucho y al amanecer, con Un dolor profundo nos enmu­
rigido hacia el río San Loren­ las primeras luces del día, nos deció; Che, nuestro jefe, cama-
zo como estaba previsto, con ocultamos en un lugar d^l mon­ rada y amigo, guerrillero heroi­
e] objeto de ir internándose en te muy poco denso. Habíamos co, hombre de ideas excepcio­
el monte, lejos del alcance del decidido caminar solamente de nales, estaba muerto. La noti­
ejército, hasta alcanzar la nue­ noche, de manera que el día cia horrenda y lacerante, nos
va zona de operaciones. era de vigilancia rigurosa. producía angustia.
Esa noche caminamos los seis El día 9 fue tranquilo. Dos Permanecimos callados, con
(Pombo, Benigno, Ñato, Darío, veces vimos pasar un helicóp­ los puños apretados, como si
Urbano y yo) con una carga tero p 1 mismo que en esos temiéramos estallar en llanto
más liviana. instantes llevaba el cadáver ante la prim era palabra. Miré
En el fondo de la quebrada aun tibio del Ché, asesinado a Pombo; por su rostro resba­
habíamos botado algunas cosas cobardemente por orden de la laban lágrimas.
que nos parecían innecesarias CIA y de los gorilas B arrien­ Cu'atro horas más tarde el
para aligerarnos y m archar más tos y Ovando, pero nosotros silencio fue roto. Pombo y yo
rápido. no sabíamos nada. conversamos brevemente. La
Mi mochila estaba abierta y No teníamos más comunica­ misma noche de la emboscada
faltaba la radio; es indudable ción con el exterior que un pe­ del Yuro los seis nos habíamos
que el que la sacó fue el Ché queño aparato de radio que era puesto de acuerdo para que él
antes de retirarse, y era n atu­ de Coco, pero ahora lo cargaba asumiera el mando de nuestro
ral. Hombre sereno, previsor, Benigno. Esa tarde Benigno es­ grupo hasta que encontráramos
jam ás organizaba una retirada cuchó una información confusa. al Ché y al resto de nuestroi
sin planificar desesperadamen­ Una emisora local anunciaba compañeros. Era preciso, en es­
te. Por el contrario, en estos que el ejército había capturado te instante tan especial, tom ar
momentos de grandes decisio­ gravemente herido a un gue­ una decisión que honrara la
nes su figura de jefe y conduc­ rrillero que, al parecer, era el memoria de nuestro querido je­
to r militar y político se agigan­ Ché. Desestimamos inm ediata­ fe. Intercambiamos algunas opi­
taba. Por eso es obvio que la mente esta posibilidad, puesto niones y luego, ambos nos di­
radio la sacó para escuchar las que si lo hubiese sido, pensá­ rigimos a nuestros compañeros.
noticias, ya que la información bamos, habrían hecho un gran Es difícil reflejar exactamen-

P ÁG INA IS
te, en sus menores detalles, un y onecía recompensa por nues­ plasmar en la realidad el sue­
momento saturado de tantas tra captura “vivos o muertos"? ño del Ché.
•mociones, de sentimientos tan Sólo recuerdo que con una Por eso en la tarde del 10 de
profundos, de dolor intenso y sinceridad muy grande y unos octubre Ñato, Pombo, Darío,
de deseo de gritar a los revo­ deseos inmensos de sobrevivir, Benigno, Urbano y yo dijimos
lucionarios que todo no estaba juramos continuar la lucha, en la selva boliviana.
perdido, que la muerte del Ché combatir hasta la muerte o sa­
lir a la ciudad, donde nueva­ “CHÉ:
no se convertía en panteón de
sus ideas, que la guerra no ha­ mente reiniciaríamos la tarea “TUS IDEAS NO HAN
bía terminado. de reestructurar el Ejército del “ M U E R T O . NOSOTROS,
¿Cómo describir cada uno de Ché para regresar a las mon­ “ LOS QUE COMBATIMOS
los rostros? ¿Cómo reproducir tañas a seguir combatiendo co­ “ A TU LADO, JURAMOS
fielmente cada una de las pa­ mo guerrilleros. “ CONTINUAR LA LUCHA
labras, de los gestos, de las Con voces firmes pero carga­ “ h a s t a l a Mu e r t e o l a
reacciones, en aquella soledad das de sentimiento, esa tarde “ VICTORIA FINAL. TUS
impresionante, bajo la amena­ surgió nuestro juramento, el “ BANDERAS, QUE SON
za siempre permanente de una mismo que ahora cientos de ‘ LAS NUESTRAS, NO SE-
fuerza militar canibalesca que hombres de muchas partes del “ RAN ARRIADAS JAMAS.
nos buscaba para asesinarnos mundo han hecho suyo, para “ ¡VICTORIA O MUERTE!"

XI) la ruptura del cerco


¿Por qué sobrevivimos a los ma en que se extendía el cer­ bíamos hecho con el Ché. To­
cercos que se nos tendiera des­ co enemigo, sus carcterísticas do estaba silencioso. Cuando
pués del Yuro, con fuerzas in­ y la forma en que procedían clareó ya estábamos al otro la­
mensamente superiores a no­ los soldados. Por eso decidimos do del Abra. Caímos cerca de
sotros en número y armamen­ romperlo por la parte más una choza y decidimos llegar
to? abrupta. Infortunadamente el hasta allí para preguntar a sus
Muchos pueden pensar que día 11 fueron muertos en la moradores la ubicación exacta
sólo se deba a ese factor pri­ desembocadura del río Mizque del lugar, reorientarnos, tratar
mario que se llama “instinto de los compañeros Moro, Pablito, de abastecemos de alimentos y
conservación” o al ansia de Eustaquio y Chapaco. Segura­ continuar. Buscamos a los can>-
continuar viviendo. Creo since­ mente habían tomado la mis­ pesinos pero no encontramos a
ramente que no fue sólo eso. ma decisión nuestra, de no en­ nadie. Quedarse en la choza era
Es cierto que queríamos con­ tregarse jamás, y murieron demasiado peligroso, por lo que
tinuar viviendo, pero eso no combatiendo dignamente. Ellos estimamos más conveniente
era todo. Esencialmente éramos habían escogido un rumbo con­ ocultarnos en los espinales que
agresivos y estábamos dispues­ trario al nuestro (al sur), segu­ rodeaban la casa.
tos a dar combate en cualquier ramente buscando también la Dos hechos, totalmente anta­
circunstancia, como lo hicimos ciudad. Sólo quedábamos noso­ gónicos, marcaron el transcur­
siempre. tros. so del día. Un muchacho dé
¿Era imposible, entonces, Estábamos en malas condi­ unos 12 años, muy despierto,
romper el apretado cerco ene­ ciones físicas. Habíamos comi­ nos identificó el lugar exacto
migo y regresar a la ciudad en do poco y realizado un gran donde estábamos, nos indicó la
busca de contactos para conti­ esfuerzo en los días anteriores, dirección del río, nos prestó
nuar la lucha? al margen de que las grandes una olla para cocinar y empezó
La tarde del 10 de octubre, tensiones también habían he­ a ordeñar una vaca para dar­
después que juramos no de­ cho efecto sobre nuestro orga­ nos leche. Desgraciadamente
sertar jamás del proceso revo­ nismo. Un campesino que pasaba por
lucionario, planificamos la rup­ Volvimos a aligerar la car­ el lugar nos vio y corrió hacia
tura del cerco y decidimos bus­ ga. Ñato, que llevaba todo el el Abra a denunciamos a los
car al resto de los sobrevivien­ instrumental médico, lo ente­ soldados que en buen número
tes. Por la radio nos informa­ rró, pues en el futuro no nos se encontraban concentrados
mos que el ejército sabía que serviría, y convirtió en olla la allí como parte del cerco es­
sólo quedábamos con vida 10 caja metálica que antes servía tratégico que habían tendido
guerrilleros; nuestro grupo in­ para esterilizar. La sopa de ha­ alrededor de nuestra mermada
tegrado por los seis ya men­ rina que cocinamos después de columna. Por nuestra debilidad
cionados y otro, cuya dirección tantos días de privaciones sólo física no pudimos darle alcan­
de marcha no conocíamos, pero sirvió para “engañar las tri­ ce. Tampoco quisimos disparar­
suponíamos que era la misma pas”, pero no reparó nuestras le, precisamente porque se tra­
que la de nosotros, integrado fuerzas. taba de un campesino.
por Chapaco, Moro, Eustaquio Al comenzar la madrugada En esta emergencia nos vi­
y Pablito. En la identificación del 12 de octubre empezamos mos obligados a partir inmedia­
nuestra y en el dato del núme­ a marchar en dirección a un tamente, sin cocinar y sin es­
ro exacto de los que quedába­ sector del cerco. A las 3 de la perar la leche. Caminábamos
mos, colaboraron los deserto­ mañana cruzamos el camino de bordeando un arroyo muy en­
res Camba y León. Ya nos ha­ La Higuera al Abra del Pica­ cajonado que desemboca en el
bíamos dado cuenta de la for* cho, el mismo que ya antes ha- rio San Lorenzo, cuando Ur-
VAGINA 40
baño, que camina Da a la van­ para que no cayeran en poaer lanzamos a una de las trinche­
guardia, vio a los soldados que de los soldados, pero Pombo, ras, matamos a dos soldaditos
ya habían tomado posiciones. con mucha seguridad, afirmó y nos quedamos ahí, reagrupa-
Provistos de todos los recursos que el cerco se podía romper dos. Se generalizó un tiroteo
técnicos se nos habían adelan­ en la noche Todos seguimos intenso que duró aproximada­
tado, y allí estaban esperán­ entonces con nuestras respec­ mente 15 minutos o más. Cuan­
donos. tivas pertenencias. do term inó empezamos a sa­
Urbano, de reflejos rápidos El silencio desconcertó al lir El cerco más cerrado que
disparó instantáneam ente. Los ejército. Algunos soldados, re­ nos había tendido el ejército
soldados replicaron al fuego. flejando su miedo, gritaban: estaba roto.
Esta fue la última vez que —Aquí no hay nadie, vámo­ Nuestra salida del monte ha
cargamos la , mochilas; obliga­ nos. servido para que escritores y
dos por las circunstancias a Otros nos insultaban. periodistas divulguen historias
eludir con rapidez al enemigo, Pronto se inició una nueva fantásticas. Algún día, porque
sacemos sólo la ración de azú­ operación. Grupos de oldados ahora no es el momento ya que
car y nuestras respectivas cha­ empezaron a “peinar” la isli- perjudicaríamos a los campesi­
marras. El resto lo botamos. ta, tarea fácil si se considera­ nos que nos ayudaron, relata­
Subimos por una empinada ba su reducido tamaño. Cuan­ remos los detalle de esta acción
ladera, muy abrupta y peligro­ do los tuvimos cerca, dispara­ que de verdad tiene aspectos
sa, para caer al otro lado del mos. Tres soldados y un guía increíbles y fascinantes. Báste­
arroyo. Como ésa es una zona cayeron muertos. nos sólo afirm ar que, sin esa
que sólo tiene árboles en las Las tropas se replegaron, pe­ solidaridad, nuestra supervi­
quebrads, nos veíamos en la ro en seguida nos empezaron a vencia habría sido sumamente
obligación de salir de cualquier tirar rafagazos de am etrallado­ difícil.
manera para ubicar un lugar ra y granadas, pues ya estába­ A partir de la m adrugada del
mejor. mos ubicados. Pero también 13 de octubre caminamos sola­
Nos arrastram os hasta llegar varió su tono insolente. Ahora mente de noche, tratando de
a una especie de “isla” de mon­ ya no nos insultaban, sino nos eludir el contacto con la po­
te, con una superficie. aproxi­ gritaban: blación, excepto en las ocasio­
mada de 50 metros cuadrados. —Guerrilleros, ríndanse. Pa­ nes en que este contacto era
La situación era relativamente ra qué siguen combatiendo si imprescindible para adquirir
peor que la anterior, porque el ya murió su je fe ... alimentos o recoger inform a­
pequeño campo estaba rodeado Como había previ-to Pombo, ción. Teníamos cierta descon­
por pampas 1abiertas donde los el fuego cesó apenas cayó la fianza porque algunos campe­
soldados podían matarnos fácil­ noche. Pero para desgracia sinos —no todos ni la mayo­
mente. Nos ocultamos y guar­ nuestra apareció una luna h er­ ría— motivados por la recom­
damos silencio, esperando ^ue mosa, que derramaba su luz pensa de 10 millones de boli­
no nos hubiesen detectado, has­ pGr todos los rincones. Inten­ vianos oue se ofrecía por nues­
ta que cayera la noche para tar la salida en tales circuns­ tras “cabezas”, como lo anun­
salir. tancias era arriesgar dema­ c i a b a n ias radios, corrían a de­
Algunos campesinos comen­ siado. nunciarnos a los soldados. Pero
zaron a rondar la zona. El ejér­ Nos quedamos vigilantes. El hubo muchos que nos ayudaron
cito nos empezó a cercar Apro­ frío que se descargó con una a salir de la zona neurálgica,
ximadamente a las 16 y 30 ho­ inclemencia terrible traspasaba nos guiaron hasta Valle G ran­
ras del 12 de octubre, un círcu­ la ropa y nos llegaba hasta los de. nos proporcionaron alimen­
lo compacto de soldados estre­ huesos. Tiritábamos mientras to nos dieron valiosa informa­
chaba sus posiciones en torno a mirábamos el cielo, esperando r o n y guardaron silencio a pe-
la “isla”. Era la mejor oportu­ que se ocultara la luna. sai d° los golpes, las amenazan
nidad para eliminarnos, pero A las tres de la mañana las v hasta los robos de que fue­
la última palabra no estaba di­ sombras se descolgaron po rto - ron víctimas por parte del
cha. do el sector. Este era el mo­ ejército.
Los seis compañeros resol­ mento que habíamos esperado D urante un mes caminamos
vimos agruparnos en la parte con impaciencia. Nos arrastra­ bascando la carretera Cocha-
más alta del pequeño bosque y mos lentam ente; para sorpresa bam ba-Santa Cruz. El día 13
responder al fuego enemigo só­ nuestra los soldados se habían de noviembre intentamos nues­
lo cuando estuviéramos segu­ replegado un poco. Al narecer tra nrimera salida seria hacia
ros de dar en el objetivo. Los las cuatro bajas que habían su­ la ciudad. Sato y Urbano lle­
soldador empezaron a dispa­ frido la tarde anterior los ha­ garon hasta M ataral a com-
rar, a insultarnos y a exigir­ bía obligado a tom ar precau­ orar abarcas y roñas para cam­
nos la rendición. Nosotros nos ciones. Pronto .llegamos cerca biar nuestros raídos "trajes” y
manteníamos en silencio, aten­ de las posiciones enemigas Los modificar nuestra apariencia
tos a las maniobras que ellos puestos de los soldados estaban patibularia. En la tienda del
estaban realizando. situados a una distancia de cin­ lugar ambos recogieron la in­
Fueron momentos sumamen­ co metros entre sí. El clima y formación de que los soldados
te difíciles. Pensábamos que la espera también los había habían detectado nuestra pre­
había llegado nuestro último afectado. sencia y se aprestaban a com­
momento, de manera que nos Seguimos avanzando cuando batirnos. Inmediatamente re­
preparam os para caer digna­ de pronto uno de los soldados, gresaron para avisamos. Por
mente. En uno de esos instan­ en lugar de disparar nos gritó: la tarde divisamos varias pa­
tes propuse enterrar el dinero —Alto, quién anda a h í. . . ! trullas que nos buscaban insis­
que nos quedaba y los relojes Fue nuestra salvación. Nos tentem ente. P e r m a n ecimos

PÁGINA m
•nútae todo «1 día. Esa noche esperando que la gente de la ción del E .L .N . Algún día no
«empezamos de nuevo a cami­ ciudad, que había recibido du­ lejano habrá que hacerles jus­
nar, cruzamos la carretera y ros golpes, se diera cuenta de ticia. Es necesario advertir, sin
tratamos de alejamos del sec­ nuestra maniobra y acudiera a embargo, que esa actitud soli­
tor. Sin embargo el 14 nos des­ ayudarnos para salir del mon­ daria y generosa desmiente ca­
cubrió el ejército y nuevamen­ te. Sin embargo la fuerte re­ tegóricamente a quienes pre­
te sostuvimos un combate desi­ presión había destruido la dé­ tenden hacer creer que la po­
gual. En el alto de una loma, bil organización que dejamos, blación rural es impermeable
cuando ya estábamos próximos y los cuadros que quedaban a las ideas revolucionarias, y
a eludir a la fuerza enemiga, también se encontraban en una que con ellas “no hay nada que
un tiro derribó al Ñato. Forma­ situación difícil, lo que impe­ hacer”. Afortunadam ente, y
mos una línea de defensa, y lo día buenas condiciones de ope- con orgullo, nosotros podemos
arrastramos hasta nuestras po­ ratividad. La maniobra nuestra decir lo contrario. Además, es­
siciones. Pero ya estaba fue detectada fácilmente por tamos seguros de que en la
muerto. el ejército, ya que inevitable­ próxima etapa de la lucha gue­
El Ñato, hombre querido por m ente íbamos dejando rastros rrillera el campesino, tarde o
todos, firme en sus conviccio­ a nuestro paso. temprano, estará masivamente
nes, valiente, atento a solucio­ con nosotros, pues nuestro ejér­
nar estos pequeños problemas Por eso, hasta diciembre sos­
tuvimos muchas otras escara­ cito representa sus ideales de
domésticos que a veces, si se muzas con los soldados, provo­ superación social, económica y
acumulan, provocan tantas con­ cándoles nuevas bajas. política.
secuencias desagradables, mo­
ría en el último combate, des­ D eliberadamente nunca he­ Como breve epílogo podemos
pués de afrontar peligros ma­ mos explicado nuestra salida decir: Urbano y yo fuimos los
yores que éste, en el que per­ del monte, porque ella pone en primeros en salir a la ciudad.
dió la vida. Son las sorpresivas peligro la vida de varios cam­ Allí tomamos contacto con
alternativas de la guerra- Co­ pesinos y sus familiares que se otros compañeros y organiza­
mo homenaje sencillo a este jugaron enteros por nosotros, mos la salida de Pombo, Be­
prototipo de hombre de pue­ así como honestos revolucio­ nigno y Darío.
blo, sólo cabría decir: narios de la ciudad. Ellos com­ El resto de la historia es co­
—Fue un guerrillero cabal, prendieron el sentido de nues­ nocida, pero no ha terminado
y un hombre leal con las ideas tra lucha y arriesgando lo po­ aún. La segunda parte se es­
de liberación. co que tienen crearon las con­ cribirá pronto y con nuevas ac­
A partir de Mataral marcha­ diciones para que pudiéramos ciones guerreras en las selvas
mos paralelos a la carretera, iniciar la etapa de reestructura­ bolivianas.

m
XII) el foco: esperanza de liberación
Desde su aparición, la gue­ en Brasil, como una fuerza “co­ Es necesario que la guerrilla
rrilla boliviana despertó las es­ laboracionista” del imperialis­ crezca y se desarrolle, que im­
peranzas de América Latina y mo. ponga respeto para que la ma­
de otros continentes y se con­ Estos sectores son los que se sa se decida a volcarse detrás
virtió en el centro de polémi­ han empeñado con más obstina­ de esa vanguardia. Pero en el
cas que aún no se acallan. Se ción en divulgar que la teoría primer momento es imperioso
puede decir, sin temor a equi­ del foco guerrillero no es más que la guerrilla sobreviva.
vocaciones, que durante más de que un aventurerismo de iz­ En el caso del foco bolivia­
un año catalizó la política in­ quierda. Lo cierto es que en es­ no, las fuerzas guerrilleras no
ternacional directa o indirecta­ te continente, un sólo país se lograron superar la primera
mente. Si en el plano externo ha liberado realmente y mar­ etapa por razones distintas a
obtuvo tal gravitación es obvio cha hacia la construcción del las que se han divulgado dis-
que los sucesos nacionales aún socialismo. Y su independencia torsionadamente.
giran en tomo al foco, a los la logró mediante la lucha ar­ En primer lugar hubo fac­
acontecimentos guerreros, que mada y el desarrollo de un fo­ tores ajenos a nuestra volun­
conmovieron al mundo por la co guerrillero. Por el contra­ tad, pero que' posteriormente
participación del Ché, y las rio nadie puede demostrar to­ fueron cargados a nuestra lar­
proyecciones continentales que davía que mediante otras for­ ga lista de “errores”. Tal es el
tuvo esta gesta. Hoy, con más mas de lucha, conciliaciones caso de la ciudad. El foco ne­
madurez y con una impresión cor una burguesía inservible y cesita base de apoyo para so­
más exacta de lo que sucedió, lacaya del imperialismo, el pue­ lucionar diversos problemas
el pueblo espera anhelante el blo haya podido conquistar el logísticos. En estas circunstan­
resurgimiento de un “foco” que poder. cias la ciudad juega un papel
sea la continuación del que na­ ¿Es el foco guerrillero un interesante, aunque no decisi­
ció en Ñancahuazú. Su reapari­ concepto estratégico y táctico vo porque su trabajo, de to­
ción provocará nuevos fenóme­ equivocado? das maneras, no determina la
nos políticos y remecerá la con­ ¿Qué signifcación tuvo en suerte de la guerra. Sin embar­
ciencia de las masas adorme­ Bolivia y qué puede esperarse go es imprescindible contar con
cidas de este continente. de él? el apoyo de la ciudad, no sólo
A poco más de un año de la Más que conceptos teóricos para la logística y la informa­
muerte del Ché en la quebrada preferimos mostrar ejemplos y ción, sino, y como tarea impor­
del Yuro es necesario realizar sintetizar la historia de esta ex­ tantísima, desarrollar la agita­
un balance sereno que permita periencia, que influirá honda­ ción entre las masas urbanas
al pueblo conocer “desde den­ mente en América Latina. Una en tomo al “foco” y sus accio­
tro” las verdaderas perspecti­ revolución necesita irradiarse nes, llevar la guerra a todos los
vas de la lucha armada. y catalizar al pueblo. Nosotros confines del país, y que ésta
¿Murieron con el Ché la teo­ consideramos nuestro pueblo a no sólo se desarrolle allí don­
ría del foco y las perspecitvas toda la población de este con­ de se encuentra el “foco”, bo­
de liberación continental? tinente. Por esta razón, para rrar el concepto de retaguardia
La respuesta debe ser hon­ irradiarse la revolución necesi­ del enemigo, y convertir el
rada. ta de un centro de operaciones suelo que pisa en arena move­
Para los críticos interesados, político-militar, de un foco que diza. Una guerra sin frentes.
para los que deseaban el fra­ permita extender la lucha ar­ En el caso de nuestro “foco”
caso de esta empresa heroica, mada a las más vastas latitu­ todo este aparato no pudo ser
en el Yuro quedó sepultaba to­ des. Aspirar a la liberación de estructurado por las limitacio­
da perspectiva de hacer triun­ una pequeña zona, conformarse nes de tiempo después que el
far en América un movimien­ con ella y defenderla, pensan­ PC negó este aporte. Era difí­
to armado de liberación. Inclu­ do que el enemigo actuará dé­ cil montar un aparato eficiente
so algunos sectores que impú­ bilmente, es caricaturizar la lu­ en vísperas de los primeros
dicamente se autodenominan cha armada. combates. Cometimos el error,
“vanguardia del pueblo” han El foco necesita apoyo uni­ es cierto, de confiar en quie­
calificado la primera etapa de versal, aunque es evidente que nes se proclamaban revolucio­
la lucha guerrillera en Bolivia en la primera etapa de la lu­ narios pero que, en la práctica,
como un “Waterloo”. Es inne­ cha sólo participa la vanguar­ dieron la espalda a la revolu­
cesario recalcar lo que se de­ dia. De un lado está la guerri­ ción. Esta lección la hemos
muestra en uno de los capítu­ lla y del otro el ejército lacayo aprendido y no se repetirá.
los de este libro: su traición con un extraordinario apoyo H u b o también presiones
fue un eficaz instrumento de extemo, con la intervención inherentes a nuestra columna,
ayuda al imperialismo. No es grosera y descarada del impe- que son de nuestra exclusiva
por casualidad que el general ralismo. La masa se mantiene responsabilidad. Es justo re-
norteamericano Westmoreland, en el medio expectante, obliga­ concer que la necesidad de sa­
el fracasado estratega de la da a veces a colaborar con el car de la zona de operaciones a
guerra del Vietnam, los haya enemigo mediante el terror pla­ Debray y Bustos limitó nues­
•ungido en la reunión de la Jun­ nificado qu generalmente ter­ tras posibilidades de acción, así
ta Interamericana de Defensa mina en masacres. como la posterior búsqueda
permanente y absolutamente nente, la capacidad de vencer
necesaria de Joaquín y la reta­ que se le m uestra al campesi­
guardia no# restó libertad de no, y la convivencia con él lo
maniobra. neutralizarán primero, y lo
Pero ¿puede considerarse es­ convertirán en la base funda­
ta circunstancia un error tácti­ m ental del ejército guerrillero
co o estatégico del “foco”? después.
A pesar de estos factores ad­ Estamos convencidos de que
versos la guerrilla ejerció una el campesinado es una fuerza
acción catalizadora, puesto que potencialm ente revolucionaria,
provocó inseguridad en el go­ y que de allí saldrán cuadros
bierno, obligó a los partidos de valiosos que nutrirán nuestro
izquierda a solidarizarse con la Ejército de Liberación.
guerrilla para evitar el desban­ Por otra parte el campesino
de de su militancia, y se notó fue totalm ente impermeable a
una gran efervescencia en el la calificación de “extranjeros”
proletariado minero y justas que el gobierno aplicó despec­
demandas de mejoramiento tivam ente a combatientes he­
económico-social, las que fue­ roicos de Latinoamérica, que
ron ahogadas en sangre. llegaron a luchar por la libe­
Desde marzo de 1967 hasta el ración de Bolivia. Si en algo
presente, toda la política boli­ influyó esta propaganda en la
viana se desarrolla necesaria­ ciudad —efecto que no está
mente, en tomo de las activi­ absolutamente medido ni pro­
dades del “foco”; las guerrillas bado— en el campo su ac­
■e han convertido en una pe­ ción fue m uy pobre.
sadilla constante que provoca A poco más de dos años des­
el insomnio de los gorilas de de la aparición de la guerrilla,
esta parte del continente. Para consideramos que el pueblo ha
todos está claro que la inte­ avanzado notablemente en su
rrupción de la lucha es simple­ grado de madurez, y su senti­
mente una tregua que será ro­ miento de simpatía para los
ta en poco tiempo más. combatientes de otras latitu­
Por otra parte se ha tejido des, se ha acrecentado Ésta es
una verdadera mitología en re­ tam bién una actitud positiva
lación con la falta de apoyo del “foco”’, pues ha contribui­
campesino. Por las presiones do a erradicar sentimientos
descritas, nuestro paso por las chauvinistas.
poblaciones campesinas fue fu­ Pero eso no es todo. Nuestra
gaz. Prácticamente no tuvimos guerrilla fue una fuerza agre­
contacto con ellos, de manera siva que se hizo respetar en un
que mal podíamos persuadirlos lapso relativam ente breve.
si no existía convivencia. A Aunque estratégicamente estu­
pesar de ello, en algunos capí­ vo a la defensiva, tácticam ente
tulos de este libro se puede estuvo a la ofensiva, siempre
apreciar claramente que cada observando rigurosam ente la
vez que tuvimos oportunidad m áxima del Ché de que "los imperialismo, porque con una
de permanecer un tiempo rela­ combates se ganan o se pier­ fuerza numéricamente escasa,
tivamente más largo con los den pero se dan". el Ché pudo desmoralizar du­
campesinos logramos, por lo Estuvo “estratégicam ente a la rante largo tiempo al ejército
menos, interesarlos o neutra­ defensiva’' porque no siempre regular, y lu derrotó en sucesi­
lizarlos y, en casos notables, su escogimos el terreno que nos vas oportunidades. Su ofensiva
valiosa colaboración. Ejemplo convenía, por circunstancias táctica consiste en que siempre
elocuente es la actitud que ob­ transitorias. Hemos explicado tuvo la iniciativa en los com­
servaron en Moroco y poste­ suficientemente la situación de bates.
riormente en el transcurso de la retaguardia dirigida per Joa­ A nuestro juicio, el “foco”
Pujío a La Higuera. quín, lo que nos obligó a bus­ guerrillero sigue teniendo vi­
No podemos caer en el error carlo incesantemente. A ello se gencia. Su derrota transitoria
de magnanimizar esta conduc­ agrega el problema de los en­ no significó su desaparición. En
ta, pero tampoco debemos des­ fermos y la falta de apoyo de el caso boliviano cumplió un
preciarla. la ciudad, que, en muchas opor­ papel fundamental, enrique­
Por otra parte nosotros no tunidades, nos obligó a cami­ ciendo las condiciones subjeti­
nos hicimos jamás la ilusión nar por lugares desprovistos de vas, mostrando umversalmen­
de que el apoyo campesino se­ vegetación, inexplorados, don­ te las condiciones miserables
ría instantáneo. Estábamos de el ejército podía emboscar­ de vida de la población y des­
conscientes de que en un prin­ nos con relativa facilidad. arrollando vertiginosamente 1»
cipio el campesinado sería en Siempre estuvimos conscientes conciencia de una masa que es­
su mayoría una fuerza expec­ de este factor pero ello no nos pera ansiosa la hora de com­
tante e incluso, obligado por acobardó. Como fuerza ofensi­ batir. Aún hoy, sin acción ar­
el terror, a ser colaborador del va ha llamado inclusive la mada, el foco sigue teniendo
ejército. Con la acción perma­ atención de los estrategas del una gravitación fuerte.

ÍA G IN A M
XIII) Che: hombre del siglo XXI
Ché fue un hombre del si­ enriquecido ideológicamente, rialismo para crear el capital
glo XXI. más puro. A su vez el pueblo financiero y monopolista cuyo
Aunque su nombre resplan­ se identifica con el Ché y tra ­ radio de acción es mundial.
dece en la historia “solo” como ta de formarse en su ejemplo. Se pasa la etapa del colonia­
un genio m ilitar, el desarrollo Y esa revolución, considerada lismo económico generosamen­
político y social de los pueblos, como fenómeno “excepcional”, te calificado de "subdesarro-
que brotará como un torrente remece a las masas adormeci­ llado" por los economistas do­
de la lucha de liberación, lo das por principios ideológicos mésticos.
tendrá que situar como el re­ monstruosamente deformados. El subdesarrollo no es otra
volucionario más completo de Ché rescata la ideología re­ cosa que la explotación, el sa­
nuestra época. volucionaria, la coloca en su queo de nuestras riquezas por
Ernesto G uevara y Fidel justo lugar, le da interpretacio­ la potencia imperial, el sub-
Castro aparecen en el escena­ nes correctas y la enriquece empleo, la cesantía, el hambre
rio. continental en un momen­ con aportes teóricos que ten­ y la miseria. En todos los paí­
to histórico en que el im peria­ drán vigencia m ientras exista ses latinoamericanos, excepto
lismo norteam ericano ejerce opresión imperialista. Después Cuba, el panoram a es idénti­
sin contrapeso su dominación entramos 3t lleno al mundo del co.
sobre nuestros países; ordena hombre nuevo, que él se em­ Las condiciones objetivas,
masacres en forma sistemática; peñó en formar, tipificó y re­ entonces, para la liberación
cambia a gobiernos corrompi­ presentó con su ejemplo de he­ continental, están dadas por
dos por otros más inmorales; roísmo que ahora motoriza a los factores enumerados, por
lo?- gobernantes tradicionales juventudes de todos los conti­ la represión brutal y desmedi­
ss disputan el triste cetro de nentes. La huella de su hum a­ da, por el odio que se acumula
quién es más lacayo y servil y nismo está impresa en todos cada vez con más fuerza en
se presencia el grotesco espec­ sus actos. Constructor de van­ ei pueblo. Como valor subjeti­
táculo de veinte manos exten­ guardia de la sociedad socialis­ vo sólo falta la conciencia
didas pidiendo limosna a Esta­ ta cubana, destruyó implaca­ (elemento tan indispensable en
dos Unidos; los pueblos son di­ blem ente el falso concepto de cada análisis que se haga so­
rigidos por núcleos claudican­ excepcionalidad que se le otor­ bre el Ché) de que la victoria
tes, políticam ente petrificados gó a esta revolución. Porque sobre el imperialismo median­
y fatalistas, incapaces de cata­ no creía en esta supuesta ex- te la lucha arm ada llegará tar­
lizar a esa cantera generosa y cepcionalidad, sistematiza el de o temprano, que es el único
rica que es la masa, para ini­ pensamiento bolivariano de que camino posible para alcanzar
ciar la gran aventura do nues­ "la Patria es América", impul­ la libertad.
tra independencia definitiva. sando a nuestros pueblos a La excepcionalidad no exis­
Existe desencanto, frustra­ convertir este continente opri­ te Sólo ha cambiado la “cali­
ción y desconfianza. mido en un escenario de la dad” de la lucha. Ahora será
En medio de esa noche ne­ guerra antim perialista tan im­ más sangrienta, sin tregua,
gra de coloniaje y opresión, la portante como el heroico Viet­ n-.ás dura, como se demostró
Revolución Cubana, victoriosa nam. ya en las montañas de Ñan­
sangre de pueblo hecho poder, Ché no dudó jamás de que cahuazú. El i m p e r i a l i s m o
m uestra un camino para sacu­ en América Latina son más aprendió su lección. No está
dir las cadenas. Camino duro, fuertes los factores que nos desprevenido.
cruel y largo, pero el único real unen de los que nos separan: Por eso Ché escoge a Bo­
para triunfar: la lucha amada. tenemos un lenguaje común; livia como foco inicial de la
Enérgicam ente derriba vie­ excepto en Brasil; tradiciones, gesta libertadora continental.
jos y nuevos mitos creados por costumbres y tradición socio­ Sus m isérrim as condiciones de
fuerzas seudorrevolucionarias económicas similares. Somos vida son producto de la fría
que, al enquistarse dentro del explotados brutalm ente por el explotación im perialista en
sistema, se convierten en parte imperialismo. La democracia es complicidad con los gobernan­
de él. Cuando más, tratan de una simple ficción. Estamos go­ tes lacayos. Aquí está todo por
introducir reformas para per­ bernados por tiranos, y los paí­ hacer; desde una revolución
feccionarlo. En la práctica se ses que tenían débiles rasgos agraria que cree formas de
olvidan de que el im perialis­ de democracia burguesa los vida modernas y satisfaga las
mo es nuestro principal enemi­ han trocado en masacres ho­ necesidades del pueblo, hasta
go y que hay que combatirlo rrendas, ham bre y cárcel para un desarrollo industrial sólido,
hasta extirparlo de raíz. ei pueblo. que lo independice de la im­
América oprimida, patria con Heredamos de los españo­ portación de productos m anu­
líderes sin vigencia, se nuclea les colonialistas las formas facturados esenciales, vendidos
entonces esperanzada tras la feudales de la explotación de a precio de usura y en condi­
bandera de los nuevos conduc­ la tierra. El desarrollo del ca­ ciones humillantes.
tores: Ché y Fidel. Ché se pitalismo crea nuevas situa­ Hombre de fina percepción,
identifica con el pueblo y se ciones y los patrones latifun­ el Ché comprende que es in­
funde con él para em erger más distas se alian con el im pe­ hum ano que una población de

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cuatro millones de habitantes dsa soviética. Es un repliegue gentes le dieron m. «£ «cacto
consuma apenas 1.800 calorías táctico en un momento espe­ momento histórico.
diarias por persona, cuando el cial de la historia del primer Por esta razón no hablamos
consumo necesario para subsis­ país socialista del mundo. Sin del Ché como una cosa muer­
tir en condiciones adecuadas embargo, en forma dogmática ta: sus ideas están vigentes. Al
es de 3.000 calorías; que se y ligera, muchos economistas y hablar de Ché no podemos de­
consuma SO litros de leche o dirigentes de la política eco­ jar de mencionar a Fidel, ni
productos lácteos por persona nómica de varios países socia­ al hablar de Fidel podemos
al año, cuando en los países listas, la aplicaron o la aplican dejar de mencionar a Ché.
desarrollados el consumo es de otorgándole validez universal La influencia que ha ejerci­
100 litros; que el 10% de la permanente. Consecuencias de do el Ché en la juventud da
población no tenga casa don­ ese falso análisis son los re­ varios continentes, su magne­
de vivir, y que las que exis­ trasos y altibajos económicos tismo personal y su grandeza
ten, incluyendo las de los oli­ que surgen más tarde en los se acrecentaron hasta conver­
garcas y corrompidos del régi­ países socialistas. Por eso de­ tirse en una leyenda apasio­
men, sean malas, no reúnan fiende con firmeza la direc­ nante, que movilizó al impe­
condiciones de salubridad, por­ ción política económica par­ rialismo a presionar a través
que el 86% de ellas no están tiendo de que “el comunismo de sus medios publicitarios
dotadas de instalaciones de es una meta de la humanidad para que se anunciara donde
agua en su interior, y que el que se alza conscientemente”. estaba.
42% de la población muera de De la aplicación mecánica Paralelamente se inició una
desnutrición o por enfermeda­ de la NEP nacen graves con­ campaña publicitaria fabulosa­
des parasitarias. Esta es oirá tradicciones que el Ché no va­ mente orquestada y sostenida
de las causas principales de su cila en atacar, una vez que las durante largo tiempo, con el
viaje a Solivia. ha detectado, sin temor a que objetivo de tratar de dismi­
La grandeza del Ché resalta los teóricos equivocados lo nuir su figura y neutralizar,
ton más nitidez cuando inter­ comb a t a n despiadadamente. aunque fuera levemente, el
preta a Marx, "monumento de Así es posible presenciar dis­ impacto político, militar y
la inteligencia humana", como cusiones de elevado nivel en emocional que provocaría su
acostumbraba a definirlo, para las que el Ché planta una ban­ aparición dirigiendo la lucha
normar todos sus actos y para dera que para nosotros tendrá de liberación en algún lug^r
desarrollar dentro de la socie­ una vigencia permanente, del mundo. Con este objeto se
dad cubana y, por qué no de­ cuando dice: inventaron rencillas entre Ché
cirlo, en una masa tan hete­ “Sí, el estímulo material se y Fidel, discrepancias entre
rogénea como es la europea, la Ché y la Revolución Cubana
opone al desarrollo de la con­ (que era parte de él mismo),'
asiática y la americana, una ciencia, pero es una gran pa­
conciencia que permita al hom­ lanca para obtener logros en presentándolo como un hombre
bre obtener una verdadera li­ la producción. ¿Debe enten­ ‘‘herido en su amor propio”,
beración en toda su extensión. derse que la atención prefe­ “despreciado, atacado por sus
Y eso es el comunismo. Por­ rente al desarrollo de la con­ ex-amigos”. En esta forma el
que a la luz de los hechos na­ gesto grandioso del Ché, su
ciencia retarda la producción? responsabilidad dirigiendo un
die podrá discutir ya que el En términos comparativos, en
Ché fue un verdadero comu­ una época dada es posible, foco guerrillero, podría apare­
nista, el mejor de todos, en aunque nadie ha hecho los cer mezquino, personalista y
una época en que la lucha hasta resentido.
cálculos pertinentes; nosotros Este problema preocupó al
ideológica lleva al mundo a afirmamos que en tiempo re­
sucesivas guerras (Cuba, Co­ lativamente corto el desarrollo imperialismo desde el año 1965,
rea, Argelia y Vietnam). de la conciencia hace más por y desde entonces hasta ahora,
De esta conciencia decanta­ el desarrollo de la producción a poco más de un año de su
da o, en términos no exagera­ que el estímulo material, y lo muerte, la CIA ha empleado
dos, purificada, derivan con­ hacemos basados en la proyec­ diversos agentes y medios pa­
ceptos económicos que colocan ción general del desarrollo de ra desarrollar esta labor. El
a Marx no en calidad de feti­ la sociedad para entrar al co­ más notorio de estos agentes,
che, de ideas que pierden su munismo, lo que presupone por los medios de difusión que
sentido Original, sino en posi­ que el trabajo deja de ser una se pusieron a su alcance, es el
ción de pensamiento vivo y penosa necesidad para conver­ abogado de nacionalidad ar­
activo. Lo mismo hace con Le- tirse en un agradable impera­ gentina Ricardo Rojo, autor
nin. tivo”. de un folleto titulado “Mi ami­
Ejemplos son la NEP, la teo­ go el Ché”.
ría dél valor y la planificación Ante los ojos asombrados Es infantil presumir que el
socialista. ¡Cuántos economis­ del mundo crece y se desarro­ Ché pudiese haberme entrega­
tas famosos, cuya palabra era lla ahora una nueva sociedad do una lista de sus amigos. Es
considerada ley, caen pulveri­ socialista, la de Cuba, mejora­ indudable que un revoluciona­
zados por los disparos concep­ da, heroica, solidaria con to­ rio sólo considera amigos a
tuales del Ché! das las luchas de liberación, sur camaradas de lucha. Y en
Con rigurosa seriedad cien­ que practica activamente el este sentido el Ché fue siempre
tífica demuestra que la NEP internacionalismo proletario, categórico, para delimitar dón­
(nueva política económica de que vence las dificultades por­ de empezaba y dónde termina­
la TJRSS) es una concepción que tiene una conciencia de­ ba la amistad. Ejemplos noto­
leninista transitoria para de- sarrollada: la que Ché, Fidel rios se pueden encontrar en
farrollar las bases da la socie- y los más esclarecidos diri­ todos sus escritos, partiendo da
los episodios guerreros de la cia. fuerza y valor, y a su ex­
Sierra Maestra, hasta su Dia­ traordinario afán de auscultar
rio en Bolivia. Ché era un siempre la voluntad del pue­
hombre capaz de emocionarse blo, lo han llevado al lugar de
y en su vida de guerrillero y honor y de sacrificio que hoy
conductor de pueblos siempre ocupa. Pero tiene otras cuali­
tuvo un gesto sentido, una pa­ dades importantes, como son
labra cariñosa para sus ami­ Su capacidad de asimilar los
gos. Y amigo del Ché fue “P a­ conocimientos y experiencias
tojo”, el revolucionario guate­ para comprender todo el con­
malteco que murió combatien­ junto de una situación dada,
do por la libertad de su patria. sin perder de vista los detalles
Amigo del Ché era Camilo, el y su inmensa fe en el futuro,
legendario guerrillero de la y su amplitud de previsión pa­
Sierra Maestra. A otros hom­ ra prevenir los acontecimien­
bres los quiso en un sentido tos y anticiparse a los hechos,
caíerente, como quiere un pa­ viendo siempre más lejos y
dre a sus hijos. Es el caso de mejor que sus compañeros.
Turna y Piolando. Con estas grandes cualidades
Frente a figuras tan limpias cardinales, con su capacidad
f heroicas, ¿pudo el Ché algu­ de aglutinar, de unir, oponién­
na vez considerar “su amigo” dose a la división que debilita;
a un individuo de una línea su capacidad de dirigir a la
política tan zigzagueante y cabeza de todos la acción del
tortuosa como Ricardo Rojo? pueblo; su amor infinito por
que es el mismo que comerció él, su fe en el futuro y capa­
con la vida y memoria de los cidad de preverlo, Fidel Cas­
guerrilleros de Salta, que es­ tro hizo más que nadie en Cu­
peró la muerte de la madre ba para construir de la nada
del Ché para inventar diálogos el aparato hoy formidable de
y conversaciones con ella y la Revolución Cubana”.
con su hijo. ¡Cuánta sinceridad h:iy en
No me hubiese referido a este juicio! Para nosotros que
las calumnias de Rojo contra convivimos con el Ché hasta
Ché y las supuestas divergen­ la batalla final, que aprendi­
cia? con la Revolución Cuba­ mos a conocerlo como ser hu­
na, pues ellas ni siquiera son mano integral, como soldado,
novedosas, si no fuera que al­ comandante y camarada insu­
guna gente de buena fe pudie­ perable, las obligaciones de la
se considerar que el relato mal Revolución Cubana —vanguar­
intencionado de Rojo estuvie­ dia de nuestra Patria Ameri­
se escrito por un amigo y por­ cana— son más grandes. Así
que algunos párrafos presen­ también la identificación de
tados, para que aparezcan ve­ Fidel con el Ché, del pueblo
rosímiles, no pueden ser des­ cubano con el Ché, son abso­
mentidos por sus protagonis­ lutas. Nadie mejor qus Fidel
tas porque ya están muertos. para sintetizar el dolor que
Afortunadamente, por la causó su muerte:
misma fuerza moral del Ché, “ ...N o s duele no sólc que
que guiaba todos sus actos, y se haya perdido como hombre
per su conducta heroica, de­ de acción, nos duele lo que se
mostrada en muchas batallas, ha perdido como hombre vir­
rin g u n a leyenda tortuosa u r­ tuoso, nos duele lo que se ha i^mos a ver nuevos escritos,
dida por la CIA o por sus perdido como hombre de ex­ cierto es que no volveremos «
agentes, álgünos de los cuales quisita sensibilidad humana, y escuchar de nuevo su voz. P e­
con audacia y descaro se au- nos duele la inteligencia que ro el Ché le ha dejado al
totitulan “amigos”, podrá em­ se ha perdido. Nos duele pen­ mundo un patrimonio, un gran
pañar su querida figura o sar que tenía sólo 39 años en patrim onio; nosotros —que lo
m anchar su paso de revolucio­ el momento de su muerte, nos conocimos tan de cerca—, po­
nario por Cuba, donde dejó duele pensar cuántos frutos de demos ser en grado considera­
un pueblo que lo ama. esa inteligencia y de esa ex­ ble herederos suyos”.
La identificación entre Ché periencia que se desarrollaba Nosotros, guerrilleros d e l
y Fidel, el respeto y cariño cada vez más, hemos perdido E.L.N., queremos aspirar tam ­
mutuos, eran indestructibles la oportunidad de percibir. bién a ese honor. Y ningún
No es casual que el Ché. hom ­ “Desde el punto de vista re­ camino más puro, más hones­
bre que odiaba los halagos volucionario, desde el punto to, que reinieiar la lucha con­
personales o para otros, haya de vista de nuestro pueblo, tinental en el escenario que lo
escrito sobre Fidel: ¿cómo debemos m irar noso­ dejó impreso en el sitial más
“Tiene las características de tros el ejemplo del Ché? ¿Aca­ alto de la historia: Bolivia.
gran conductor que, sumada" a so pensamos que lo hemos per­ ¡VICTORIA O MUERTE!
sus dotes personales de auda­ dido? Cierto es que no volve- Bolivia, 1969.

PAGINA m
HACE SIGLO Y MEDIO DIJO EL JE­
FE DE LOS ORIENTALES: “LA CUES­
TION ES SOLO ENTRE LA LIBERTAD
Y EL DESPOTISMO”. LA ASEVERA­
CION TIENE HOY PLENA VIGENCIA.
SALIMOS A LA LUZ EN UNA HORA
DE REVISIONES Y DE DESMITIFICA-
CIONES. VENIMOS A CUESTIONAR LA
FALSA IMAGEN DE ESTE PAIS GOL­
PEADO Y REBELDE EN QUE VIVIMOS.

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