SINTESIS CAPITULOS IX-X-XI

El recorrido, el trasegar, las vivencias recopiladas por cada individuo a lo largo de su existencia y
las formas como vive estas experiencias, la manera en que se interiorioriza y se significan todas
estas situaciones. Crean sensaciones y percepciones en el ser humano que de una u otra manera
son las que determinan nuestras características especiales y cualidades únicas, aquellas que
debemos resaltar y tratar de desarrollar día a día para poder vivenciar unas experiencias
satisfactorias y que se signifiquen de manera grata en nuestra memoria y no afecten nuestro
desempeño y manera de ver y realizarnos en la vida.

Cuando nos encontramos en incongruencia con nuestras sensaciones y percepciones con respecto
a las posibilidades que nos plantea la vida misma se genera ese malestar y ese aislamiento
existencial donde se va perdiendo progresivamente las ganas y el deseo generados por la vida y
sus experiencias, esa carencia de un sentido vital imposibilita las capacidades del sujeto y su
manera de experienciarse como un ser capaz y aferrado a un ideal de superación y deseo de vivir.

Cuando las personas se pierden, pero no es perderse en el espacio y en referencia a lugares es

perderse en un mundo de incertidumbres y sin certezas, un mundo desalentador alejado de las
posibilidades y alejado de las sensaciones que brindan la satisfacción y la plena conexión de
nuestros sentidos e ideas donde nos sentimos vivos y consientes del momento vivenciándolo y
disfrutándolo sin generar interrogantes ni juicios de valor simplemente disfrutando y viviendo el
momento, si estamos hablando en relación a una meta estaríamos disfrutando el camino, el
proceso en el que se encuentra inmerso un ser humano en pro de consolidación y la realización de
metas y proyectos de vida cuando esto no se da estamos hablando de que se ha perdido el sentido
vital o si por el contrario nunca se ha tenido tal sentido entonces el sujeta está inmerso en la
bruma de pensamientos generados por la incapacidad de respuestas a preguntas esenciales para
algunas personas y que mantiene su vida en puntos suspensivos esperando siempre la repuesta o
las respuestas que den satisfacción a sus interrogantes con explicaciones concisas.

Al no resolver estos interrogantes y no suplir esta necesidad de respuestas que son generadas por
el mismo ser humano que padece dicha necesidad estas personas experimentan una gran
decepción e impotencia ese sin sabor empeora día tras día y si no se le brinda un adecuado
manejo y acompañamiento los resultados pueden ser catastróficos, lamentables. Entonces en
estos casos es donde entra el profesional a desempeñar sus funciones terapéuticas en compañía
de un grupo de profesionales si es que le caso lo requiere o en sesiones terapéuticas dosificadas
según la necesidad de las personas, Las funciones del terapeuta entonces son las de
acompañamiento y las de encaminar un debido proceso terapéutico que desencadene en la
resolución del conflicto interno que las personas puedan padecer pero esto se da y el terapeuta le
da un manejo desde lo humano desde la vivencia de las sensaciones del paciente y siendo
canalizador de sus experiencias para poder así generar el espejo que muestre al paciente por sus
propias palabras los puntos y aspectos a mejorar dentro de su vida y donde están las falencias que
imposibilitan la sensación de plenitud y goce en los seres humanos que viven dicha incongruencia
el terapeuta aportando su conocimiento y la empatía que genere en el paciente va a idear
ambientes propicios y situaciones en las que el paciente por medio de introspección y variadas
técnicas como técnica de reflejo y aislamiento podrán después de cierto proceso en sus sesiones
alcanzar la tranquilidad y el goce experienciado en la vivencia misma del ser humano la idea de la
terapia no es solamente sacar al paciente de la incongruencia si no también brindarle las bases
para que cree los mecanismos de defensa y pueda así superar próximos eventos que traten de
imposibilitar o debilitar su desarrollo.