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PSICOONCOLOGÍA. Vol. 9, Núm. 2-3, 2012, pp.

393-401
ISSN: 1696-7240 – DOI: 10.5209/rev_PSIC.2013.v9.n2-3.40909

EVALUACIÓN DE LA INTENSIDAD DEL DOLOR EN EL PACIENTE CON


CÁNCER

ASSESSMENT OF THE INTENSITY OF PAIN IN PATIENTS WITH CANCER

Jordi Miró

Unidad para el Estudio y Tratamiento del Dolor – ALGOS


Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili
Centre de Recerca en Avaluació i Mesura de la Conducta
Departamento de Psicología
Universitat Rovira i Virgili

Resumen Abstract

En demasiadas ocasiones, el dolor en el All too often, pain in cancer patients is not
paciente con cáncer no está plenamente reco- fully recognized or adequately treated. Inade-
nocido ni tratado adecuadamente. El manejo quate pain management is due, at least in part,
inadecuado e insuficiente del dolor es debido, to the lack of a proper assessment of the expe-
al menos en parte, a la falta de una evaluación rience of pain. And thus, improvement in the
apropiada. Y, así, la mejora en el tratamiento treatment of pain in cancer patients, further-
del dolor en las personas con cáncer, más aun, more, the possibility of prevention involves,
la posibilidad de su prevención, pasa, entre among other things, the improvement of the
otras cosas, por mejorar la evaluación del do- assessment of pain.
lor. In this work, and as part of what should be
En este trabajo, en el marco de lo que de- a comprehensive assessment of patients with
bería ser una evaluación exhaustiva del pacien- cancer and pain, the author provides an over-
te con cáncer y dolor, se presenta una des- view of the main tools to assess pain intensity.
cripción de los principales instrumentos para Not surprisingly, the reduction in pain intensity
evaluar la intensidad del dolor. No en vano, is the standard by which most pain treatments
la reducción de la intensidad del dolor es el are judged.
estándar por el cual se juzga la eficacia de la
mayoría de los tratamientos para el dolor. Key words: Cancer, assessment, pain in-
tensity.
Palabras clave: Cáncer, evaluación, inten-
sidad del dolor.

Correspondencia:
Jordi Miró
Departamento de Psicología
Universitat Rovira i Virgili
Carretera de Valls, s/n
43007 Tarragona
E-mail: jordi.miro@urv.cat
394  Jordi Miró

INTRODUCCIÓN de dolor tiene múltiples componentes, en-


tre los que la nocicepción (la parte física
En los últimos años, la actitud de los de la experiencia) es uno de ellos, y no
profesionales con relación al tratamiento siempre el más importante.
de los pacientes con cáncer y, de forma La Asociación Internacional para el Es-
específica, al estudio, evaluación y manejo tudio del Dolor define el dolor como “una
del dolor oncológico, ha cambiado con- experiencia sensorial y emocional desagra-
siderablemente. No obstante, perdura la dable, asociada a una lesión hística real
concepción de que el dolor oncológico se (actual) o potencial o descrita en términos
debe remediar mediante procedimientos de la misma” (Merskey y Bogduk(4); p. 210).
físicos, sobre todo en ciertos círculos pro- Es decir, el dolor no depende sólo del daño
fesionales. Se entiende que este dolor tiene tisular; más aún: la actividad en las termi-
una causa física, que además es la que lo naciones nerviosas libres no es dolor, solo
justifica. En este contexto, sugerir que otras nocicepción. El dolor es también, o sobre
variables como las psicológicas y sociales todo, un acontecimiento psicológico; una
tienen algo que ver, sería considerado una experiencia de naturaleza biopsicosocial.
falta de respeto(1). Precisamente, tal postura En suma, pues, el dolor oncológico
es una de las barreras que deben superar se conceptualiza mejor desde una pers-
los profesionales que atienden a estos pa- pectiva biopsicosocial que desde la teoría
cientes. de la especificidad en la que se asienta
el modelo biomédico tradicional. No obs-
Acerca de la naturaleza del dolor tante, se debe reconocer que introducir el
oncológico modelo biopsicosocial de dolor a un pa-
ciente con cáncer es complicado, mucho
El dolor, independientemente de si está más plantear un programa de intervención
relacionado con un cáncer o no, resulta de en base a ese modelo, sobre todo cuando
la interacción de múltiples factores; físicos, todos, sociedad, profesionales y familiares,
corporales, somáticos, sí sin duda, pero fomentan y refuerzan una forma exclusiva-
también cognitivos, emocionales, socia- mente médica de entender y tratar el dolor
les, culturales, y hasta económicos (para oncológico(5).
una discusión detallada puede consultarse
Miró(2)). Esta posición, contrasta con otra EVALUACIÓN DEL DOLOR EN EL
muy extendida en la medicina occidental PACIENTE CON CÁNCER
que considera al dolor oncológico como
el producto de una serie de alteraciones Consideraciones generales
físicas en la persona. Este planteamiento
es el legado de una larga tradición que Tal como señalan Chapman y Bonica(6),
asume una relación isomórfica entre do- la evaluación regular del dolor en el pa-
lor y patología orgánica(3). Aunque se trata ciente con cáncer tiene importantes impli-
de una posición ampliamente rebatida y caciones prácticas. Al menos sirve para: (1)
rechazada en la literatura más general so- identificar cambios en la progresión de la
bre dolor, todavía pervive en el ámbito del enfermedad, (2) así como en la calidad de
llamado dolor oncológico. Parece que el vida de los pacientes, (3) valorar la efecti-
cáncer justifica, por si solo, la experiencia vidad de los tratamientos para el dolor, y
de dolor. Sin embargo, la evidencia dispo- (4) conferir un cierto sentido de esperanza
nible señala que la relación entre dolor y a todos los implicados pues el dolor es un
nocicepción es imperfecta. La experiencia síntoma en el que los clínicos pueden ejer-
Evaluación de la intensidad del dolor en el paciente con cáncer  395

Tabla 1. Obstáculos para el manejo efectivo del dolor oncológico.

Problemas relacionados con los profesionales de la salud


- Conocimiento inadecuado del manejo del dolor
- Evaluación inadecuada del dolor
- Desconocimiento de las regulaciones sobre sustancias controladas
- Temor a la adicción
- Desconocimiento del fenómeno de tolerancia
Problemas relacionados con las características del paciente
- Rechazo a informar sobre el dolor
- Rechazo de los analgésicos
Problemas relacionados con los sistemas y políticas de salud
- Asignación de una baja prioridad a los tratamientos del dolor por cáncer
- Inadecuado reintegro de los gastos generados por el dolor
- Regulación restrictiva de las sustancias controladas
- Problemas de disponibilidad o acceso al tratamiento

cer un control significativo; esta sensación limitada de lo que en verdad es la expe-


de control puede comportar importantes riencia de dolor. Así, las evaluaciones debe-
beneficios psicológicos. rían considerar, además de la intensidad (y
Una evaluación adecuada requiere ir otros dominios como frecuencia, duración,
más allá de la información de las carac- localización y extensión), los pensamientos/
terísticas del dolor y de los parámetros creencias de dolor, las emociones (p.ej., ira,
físicos asociados a la enfermedad, esto depresión, ansiedad), el ajuste al problema
implica conocer al paciente, evaluar a la y el funcionamiento del paciente, y su cali-
persona. En otro lugar nos hemos ocupa- dad de vida.
do en detallar estos aspectos(2), ahora sólo 2. El dolor en pacientes con cáncer
apuntaremos los fundamentos de este tipo es consecuencia de factores diversos, des-
de evaluación y nos centraremos en los de el tumor y la metástasis hasta proble-
instrumentos de mayor interés. mas con la radioterapia o la quimioterapia,
Para realizar una elección correcta del pasando por los procedimientos médicos
tipo de medida a utilizar el especialista invasivos a que deben someterse, u otros
debe tener en cuenta que: problemas que cursan en el momento aun-
1. El dolor es una experiencia com- que nada tengan que ver con el cáncer en
pleja que comprende diferentes dimensio- sí. Por tanto, la evaluación requiere consi-
nes. Es decir, si bien la intensidad de dolor derar las causas del dolor, de manera que
es el dominio (característica) de medición los profesionales de la salud sean capaces
más utilizado, no es menos cierto que otras de identificar, seguir y controlar los cam-
dimensiones del dolor (p. ej., localización, bios de la experiencia de dolor.
extensión) son igualmente relevantes(7) . Más 3. La percepción del dolor, al menos
aun, aunque la valoración de los efectos de su autoinforme, está influida, también, por
los tratamientos se suele registrar en fun- factores contextuales, tanto por el entorno
ción de los cambios en la intensidad del físico en el que se encuentre la persona
dolor, evaluar solo esta dimensión sería un como por la configuración social del lugar.
error pues forzaría una comprensión muy Por ejemplo, Dworkin y Chen(8) observaron
396  Jordi Miró

que la estimulación de la pulpa dental es nal, cognitivo), aunque también diferentes


menos dolorosa si se realiza en un labora- unidades. Efectivamente, en algunas oca-
torio de investigación que en una clínica siones, una evaluación exhaustiva también
dental. Igualmente, existen estudios que va a implicar conocer la valoración del
muestran que el sexo del experimentador problema desde la perspectiva de familia-
influye en las respuestas de los participan- res, amigos o compañeros del paciente.
tes en experiencias de dolor inducido. Por Cómo les afecta en su vida diaria, en qué
ejemplo, Miró (7) observó que estudiantes medida se ha deteriorado su calidad de
de Psicología (mujeres) informaban de ma- vida, qué opinan del problema, cuáles son
yor tolerancia al dolor inducido mediante sus creencias, deseos, expectativas sobre
criopresión en presencia de un experimen- el tratamiento a seguir, etc. Igualmente,
tador de su mismo sexo. una buena evaluación debe tener en cuen-
Es decir, una sola evaluación en un ta la historia psiquiátrica del paciente y su
contexto específico difícilmente puede ser relación con el abuso de sustancias.
un indicador fiable del dolor habitual del En las páginas que siguen se presentan
paciente. Siempre que sea posible, esta detalles de los instrumentos más utiliza-
evaluación debería contemplar diferentes dos para evaluar la intensidad del dolor y
contextos y realizarse varias veces. Y, aun- se analizan sus características principales.
que obvio no debe dejar de señalarse: en Aquellos interesados por la evaluación de
un mismo paciente se debería utilizar el otras características o dimensiones del do-
mismo tipo de instrumento pues no todos lor pueden consultar los trabajos recientes
se compartan de la misma manera(10), y de Anderson(13); Miaskowski et al.(14); Por-
emplear mediciones compuestas pues és- tenoy et al.(15)).
tas se han demostrado más sensibles a los
efectos de los tratamientos(11,12). Escalas unidimensionales para evaluar
4. El dolor en pacientes con cáncer la intensidad del dolor en pacientes con
cambia con el tiempo, tanto en la locali- cáncer
zación como en la extensión, y estos cam-
bios se suceden a diferente velocidad. En La forma más habitual de medir la in-
ocasiones, son lentos y pueden predecir- tensidad del dolor es mediante escalas ca-
se, mientras que en otras ocasiones ocurre tegoriales, numéricas o analógico-visua-
todo lo contrario: son completamente im- les. Aunque existen otro tipo de escalas,
predecibles y muy rápidos. como la pictórica, la de descriptores o la
5. La selección del instrumento (o gráfica, que también se han utilizado en
instrumentos) se debe fundamentar en la este ámbito, éstas cuentan con eviden-
moderna conceptualización del dolor y en cias muy limitadas sobre sus propiedades
los objetivos que persigue el profesional. psicométricas(16) y de ahí que no las tra-
Así, por ejemplo, no es lo mismo un tra- taremos.
tamiento dirigido a controlar la intensidad Las escalas categoriales consisten en
del dolor que otro que tiene por objetivo una serie de palabras (adjetivos) dispues-
modificar ciertos estilos de vida y facilitar tas en orden creciente o decreciente de
el ajuste del paciente a los problemas que intensidad. El paciente debe escoger de
debe afrontar con su enfermedad. entre ellas la que mejor define su dolor.
Abundando un poco más en este proce- El número de palabras (o de niveles de
so, debemos concluir que una evaluación intensidad) que recogen estas escalas varía
completa requiere abordar diferentes nive- mucho, existen escalas de hasta 15 ad-
les de análisis (físico, conductual, emocio- jetivos(17). A cada palabra se le asigna un
Evaluación de la intensidad del dolor en el paciente con cáncer  397
15
Figura 1. Unidades (individuo, diada, contexto) y niveles de análisis (físico,
cognitivo, afectivo y conductual) para una evaluación multicontextual de
Figura 1. Unidades (individuo, diada, contexto) y Niveles de análisis (físico,
personas
cognitivo, afectivocon dolor (tomada
y conductual) de Miró,
para una evaluación 2003)(2). de personas
multicontextual
con dolor (Tomada de Miró, 2003).

B
C

Físico
Cognitivo CD
Afectivo
Conductual
A

A,B,C: configuración social,


A,B,C: actores ensocial,
configuración el contexto
actoresfísico (p. ej., elfísico
en el contexto hospital).
(p. ej.,A:el niño, B: profesional
hospital). 16 debe
A: niño, B: que
profesional
realizar la evaluación, no estáque debe realizar
presente la evaluación,
en la sala, C: madre nodelestá presente
paciente, CD: la sala, C: madre
en conductas del
de dolor
paciente, CD: conductas de dolor
Figura 2. Escala de caras revisada de Hicks et al (2001). Copyright de International
Association
Figura 2. Escala de carasforrevisada
the Studyde of Hicks
Pain, reproducida
et al. (2001)con
(20)
.permiso
Copyright de International
Association for the Study of Pain, reproducida con permiso.

número en relación con su nivel de in- lizan escalas con dibujos que incorporan
tensidad, de tal manera que el adjetivo de objetos familiares de distinto tamaño, tales
menor intensidad tiene la puntuación 1, el como monedas o frutas.
siguiente la puntuación 2, y así sucesiva- En las escalas numéricas el paciente
mente. De este modo, el número asociado debe elegir un número comprendido en-
al adjetivo que se haya escogido, represen- tre el 0 y el 10 o el 100, donde 0 sería
taría el valor de intensidad del dolor para “ningún dolor” o “ausencia de dolor” y
ese paciente. Una alternativa a las escalas el extremo opuesto, 10 ó 100, “el peor
que emplean descriptores verbales (adjeti- dolor posible” o “el dolor más intenso
vos) son las escalas que utilizan expresio- imaginable”. En ocasiones, estas escalas
nes faciales. En ocasiones, también se uti- también se utilizan para evaluar la des-
398  Jordi Miró

Tabla 2. Características de las escalas categoriales, numéricas y analógico-


visuales.

Tipo de escala Ventajas Inconvenientes


Categorial · Fácil de administrar y · Alternativas de respuesta limitadas
puntuar (sobre todo en comparación con las
numéricas y analógicas)
· Buena validez de
constructo · Presenta problemas en ciertos
grupos, sobretodo en personas con
· Facilidad para modificar el vocabulario limitado o con deterioro
orden de las palabras en cognitivo
la lista si fuera necesario
–reducir/evitar sesgos por · Los pacientes son forzados a escoger
el uso de ciertos adjetivos un adjetivo aunque ninguno describa
como extremos de la escala fielmente la intensidad de su dolor
Numérica · Fácil de administrar y · Si se utiliza la versión de 11
valorar alternativas de respuesta (0-10) puede
resultar limitada
· Múltiples categorías de
respuesta
· Buena validez de
constructo
· Sensible al cambio
Analógico-visual · Fácil de administrar · Durante mucho tiempo implicó un
paso extra para obtener la puntuación
· Múltiples categorías de la escala, tomaba más tiempo para
de respuesta, más que la administración y era una fuente
cualquier otra alternativa de error adicional (ahora existen
· Buena validez de versiones mecánicas que reducen
constructo estos inconvenientes)
· Imposible administrar en ciertas
ocasiones (p.ej.,entrevistas
telefónicas) y con ciertas poblaciones
(p.ej., invidentes)

agradabilidad o la aversividad, esto es, el visuales también se utilizan para evaluar el


componente afectivo, de la experiencia componente afectivo.
de dolor. Las investigaciones realizadas al res-
La forma más común de las escalas pecto muestran que, en general, todas
analógico-visuales consiste en una línea ellas tienen unos resultados equiparables
de una longitud de 10 cm., a lo largo de –al menos en adultos, de manera que su
la cual el paciente debe trazar una marca uso viene determinado por la familiaridad
que se corresponda con la intensidad de del clínico, o la facilidad para su adminis-
su dolor, teniendo como referencia que el tración.
punto de inicio de la línea corresponde a Con la incorporación de las nuevas
la ausencia de dolor. Generalmente, los tecnologías de la información y comu-
extremos incorporan expresiones semejan- nicación y el uso de la telefonía móvil
tes a las indicadas para las escalas numé- inteligente, las tablets o los ordenadores
ricas. Y, al igual que éstas, las analógico- en el tratamiento de problemas de salud,
Evaluación de la intensidad del dolor en el paciente con cáncer  399

particularmente en el dolor, empiezan a tanto en niños como en ancianos; estos


aparecer versiones digitales de estas esca- trabajos muestran que la FPS-R tiene unas
las para utilizarlas en este nuevo entorno. buenas propiedades psicométricas(21-23) y lo
Todavía no hay suficientes datos que per- mismo se puede decir de la escala numé-
mitan conclusiones sólidas sobre el fun- rica(24), incluso en niños a partir de los 6
cionamiento de estas nuevas alternativas, años de edad(10,25) .
aunque los resultados disponibles son muy
alentadores(18). En la Unidad para el Estu- CONCLUSIONES
dio y Tratamiento del Dolor-ALGOS de la
Universitat Rovira i Virgili se ha desarrolla- El estudio y tratamiento del dolor en
do una aplicación que incorpora las cuatro pacientes con cáncer ha experimentado
escalas de mayor uso en la evaluación de un considerable avance en los últimos
la intensidad de dolor en niños (numérica, años, en buena parte gracias al cambio
verbal, de caras y coloreada), igualmente en la conceptualización del dolor. Si en
indicadas, válidas y fiables para ser utiliza- verdad se acepta la nueva forma de defi-
das con adultos y ancianos1. nir el dolor, en tanto que una experiencia
Un caso especial: la evaluación de la multideterminada, de naturaleza biopsico-
intensidad del dolor en niños y ancianos social, entonces los protocolos de evalua-
Las consideraciones planteadas an- ción deberán adaptarse a esa nueva forma
tes también son de aplicación en niños de entender el dolor. Y así, una evaluación
y ancianos. No obstante, estas poblacio- válida y fiable debe ser multicontextual y
nes, por sus especiales características, por multimetodológica, y considerar múltiples
ejemplo, presencia de dificultad de comu- niveles y unidades de análisis. Se dispone
nicación, requieren de una atención espe- de un amplio abanico de instrumentos y
cial. Así, las escalas que se utilicen deben procedimientos de evaluación, y el clíni-
estar adaptadas tanto al nivel de desarrollo co (o el investigador) debe escoger aquél
madurativo y cognitivo, como a las limita- que mejor se adapte a sus objetivos. To-
ciones o déficits cognitivos que aparecen davía hay algunas áreas que necesitan de
con la edad. Por ejemplo, deberán ser de mayor trabajo e investigación. Particular-
mayor tamaño para que sean fácilmente mente necesario es identificar los límites
visibles, o administradas de forma verbal más adecuados para las escalas. En efecto,
(y esto conlleva problemas añadidos de, contamos con indicios suficientes para sa-
por ejemplo, comparabilidad de los resul- ber que el tipo de anclajes influyen en
tados; véase Huguet y Miró(19), para una las respuestas que dan los pacientes(25, 26).
discusión relacionada de interés). En estas Otro asunto de relevancia es el número de
poblaciones, parece que la escala de caras mediciones necesarias para obtener una
revisada (Faces Pain Scale – Revised, FPS- evaluación fiable y válida, representativa
R; Hicks et al.(20)) es la que presenta mejo- de la situación actual del paciente: ¿es
res resultados, sobre todo en personas con suficiente con una evaluación diaria que
problemas para entender las escalas numé- pregunte sobre la media de la intensidad
ricas o las analógicas visuales. Miró y co- del dolor o son necesarias algunas más?(12).
laboradores han traducido, y validado las En este país, un problema añadido a la
instrucciones de estos instrumentos para ya de por si compleja tarea de evaluar el
su uso con población castellano parlante, dolor es que todavía disponemos de pocos
instrumentos que hayan sido contrastados,
1
Esta aplicación está disponible sin coste esto es, validados, para su utilización aquí;
para los clínicos e investigadores interesados. mucho menos los diseñados y desarrolla-
400  Jordi Miró

dos por los equipos de investigación que en dolor oncológico. Rev Psicol Univ Ta-
existen. Así pues, el futuro pasa, en parte rracon 2003; 25(1-2):94-101.
al menos, por ampliar el número de instru- 6. Chapman CR, Bonica JJ. Chronic cancer
mentos disponibles para ser utilizados en pain. Kalamazoo, MI: Upjohn,
la evaluación de las personas con cáncer 7. Miró J, Gertz KJ, Carter GT, Jensen MP.
y dolor. Son necesarios más estudios que Chronic pain in neuromuscular disease:
contrasten las propiedades psicométricas Pain site and intensity differentially im-
de aquellos instrumentos que ya han de- pacts function. Phys Med Rehabil Clin N
mostrado su fiabilidad y validez en otras Am 2012;23(4):895-902 Doi: 10.1016/j.
lenguas y contextos; no se puede aceptar, pmr.2012.08.008
sin más, que porque un instrumento ha 8. Dworkin SF, Chen ACN. Pain in clini-
funcionado adecuadamente en otro país, cal and laboratory contexts. J Dent Res
y es utilizado en todo el mundo, vaya a 1982;6:772-4
comportarse adecuadamente cuando lo 9. Miró J. Respuesta al dolor inducido expe-
utilicemos en nuestra población. Además rimentalmente: determinantes psicológi-
de válidos y fiables, los instrumentos para cos. Barcelona: Universitat Autònoma de
evaluar la experiencia de dolor deberían Barcelona, 1990.
ser sensibles al cambio y, por supuesto, 10. Sánchez-Rodríguez E, Miró J, Castarlenas
prácticos y versátiles. E. A comparison of four self-report scales
of pain intensity in 6- to 8-year-old chil-
AGRADECIMIENTOS: dren. Pain 2012; 153(8):1715-9. Doi:
10.1016/j.pain.2012.05.007
Este trabajo ha sido posible gracias, en 11. Carter GT, Miró J, Ted Abresch R, El-
parte, a las ayudas del Ministerio de Cien- Abassi R, Jensen MP. Disease burden
cia e Innovación (PSI2009-12193PSIC), la in neuromuscular disease: The role of
Fundació La Marató de TV3, RecerCaixa, y chronic pain. Phys Med Rehabil Clin N
de la Agència de Gestió d’Universitats i de Am. 2012; 23(3):719-29. Doi: 10.1016/j.
Recerca, Generalitat de Catalunya (2009 pmr.2012.06.004.
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