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Antonio Gramsci

Antonio Gramsci fue un político, pedagogo, filósofo y teórico marxista italiano.


Nació en Cerdeña, 22 de enero de 1891 - Roma, 27 de abril de 1937. Murió a los 46 años.

Su filosofía de la praxis:
- Desde sus años universitarios fue un decidido opositor de aquella concepción fatalista y
positivista del marxismo, presente en el viejo partido socialista, para la cual el capitalismo
necesariamente estaba destinado a caer, dando lugar a una sociedad socialista.
- Usa a menudo el término filosofía de la praxis en vez de marxismo, no sólo por razones de
prudencia -en otros textos, en efecto, usa también el término materialismo histórico más
comprometedor--, sino porque concibe el marxismo como una concepción que instituye la
praxis revolucionaria transformadora, y en la praxis verifica la validez de sus propios asertos.
La historia está definida por la praxis humana y por lo tanto incluye el libre albedrío humano.
No se puede predeterminar por inevitabilidad histórica cuál de los muchos posibles desarrollos
tomará lugar.
- Crítica del Economicismo: Es difícil decir si la esfera económica (fuerzas de producción y
relaciones sociales de producción) y la esfera cultural tiene más importancia una que
otra. «¿Puede haber -se pregunta Gramsci- una reforma cultural, es decir, elevación
social de las capas deprimidas de la sociedad, sin una precedente reforma económica y
un cambio en la posición social y en el mundo económico? Por eso, una reforma
intelectual y moral no puede sino estar ligada a un programa de reforma económica, o
más bien, el programa de reforma económica es precisamente la forma concreta con que
se presenta toda reforma intelectual y moral.»
- Elabora el concepto de hegemonía y bloque hegemónico. Desde lo cultural se puede realizar
una acción política ya que es una de las formas de crear y reproducir la hegemonía. Se lo conoce
en algunos espacios como el "marxista de las superestructuras". Según ese concepto, el poder de
las clases dominantes sobre el proletariado y todas las clases sometidas en el modo de
producción capitalista, no está dado simplemente por el control de los aparatos represivos del
Estado, pues si así lo fuera dicho poder sería relativamente fácil de derrocar (bastaría oponerle
una fuerza armada equivalente o superior que trabajara para el proletariado); dicho poder está
dado fundamentalmente por la "hegemonía" cultural que las clases dominantes logran ejercer
sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones
religiosas y de los medios de comunicación. A través de estos medios, las clases dominantes
"educan" a los dominados para que estos vivan su sometimiento y la supremacía de las primeras
como algo natural y conveniente, inhibiendo así su potencialidad revolucionaria. Así, por
ejemplo, en nombre de la "nación" o de la "patria", las clases dominantes generan en el pueblo
el sentimiento de identidad con aquellas, de unión sagrada con los explotadores, en contra de un
enemigo exterior y en favor de un supuesto "destino nacional". Se conforma así un "bloque
hegemónico" que amalgama a todas las clases sociales en torno a un proyecto burgués. Logra
mantener junto a sí un grupo de fuerzas heterogéneas lo que produciría una crisis en la ideología
dominante y conduciría a su rechazo. La hegemonía es ejercitada unificando un bloque social –
creando entonces la alianza política de un conglomerado de clases sociales diferentes, por Ej.
industriales, terratenientes, clases medias, parte pequeña de la burguesía – que por sí misma no
es homogénea, siendo de cualquier forma atravesado por intereses divergentes – mediante una
política, una cultura y una ideología o un sistema de ideologías que impidan que los contrastes
de intereses estallen. La crisis de la hegemonía se manifiesta cuando, aunque manteniendo el
propio dominio, las clases sociales políticamente dominantes no logren más ser dirigentes de
todas las clases sociales, o sea no logren resolver los problemas de toda la colectividad y a
imponer a toda la sociedad la propia compleja concepción del mundo.
Bloque histórico: el conglomerado de la estructura y de la superestructura, las relaciones
sociales de producción y sus reflejos ideológicos.
-La clase social subalterna si logra indicar concretas soluciones a los problemas dejados
irresueltos se vuelve dirigente e, incrementando su propia cosmovisión también a otros estratos
sociales, crea un nuevo bloque social, volviéndose hegemónico. El momento revolucionario se
vuelve inicialmente a nivel de superestructura, en sentido marxista, es decir, político, cultural,
ideal, moral, pero traspasa a la sociedad en su complejidad, embistiendo hasta su estructura
económica.
-Los Intelectuales: Para Gramsci, todos los hombres son intelectuales, considerando que “no
hay actividad humana de la cual se pueda excluir la intervención intelectual: no se puede separar
al homo faber del homo sapiens” en cuanto, independientemente de su profesión específica,
cada quien es a su modo “un filosofo, un artista, un hombre de gusto, participa de una
concepción del mundo, tiene una consciente línea moral”. Pero no todos los hombres tienen en
la sociedad la función de intelectuales.
Los intelectuales tradicionales: Son los que sirvieron a la formación económico-social
precedente. Todo grupo social, cuando se afianza en el campo económico y debe elaborar su
propia hegemonía política y cultural, y crear, por consiguiente, sus propios cuadros, sus propios
intelectuales. La nueva clase dominante, mientras forma sus propios intelectuales orgánicos, se
esfuerza en asimilar a los intelectuales tradicionales. Exigencia del contacto entre aquellos
hombres que cumplen la función social de intelectuales y aquellos que no, para “construir un
bloque intelectual y moral que haga políticamente posible un progreso intelectual de masa y no
solo de escasos grupos intelectuales.
-El Partido Político. El unificador de la teoría y de la práctica, el demiurgo [hacedor de la
humanidad], si se quiere, aunque Gramsci no usa este término, es el partido.
-La idea de verdad: Las ideas no pueden ser entendidas fuera del contexto histórico y social,
aparte de su función y origen. El marxismo es 'verdadero' expresa la 'verdad' de su
época mejor que ninguna otra teoría. Esta posición anti-científica y anti-positivista se
debía a la influencia de Benedetto Croce, probablemente el intelectual italiano más
ampliamente respetado de su época. Aunque Gramsci repudia esta posibilidad, su
descripción histórica de la verdad ha sido criticada como una forma de relativismo.
-Vinculación teoría-práctica: a través de la praxis. Idea de coherencia entre lo que se piensa y lo
que se hace, entre la filosofía y la política. La filosofía real está implícita en la acción. Cuando
hay contradicción entre la acción y la concepción del mundo que nos guía, la acción no puede
ser conciente ni coherente. Será siempre una manera de actuar, por así decirlo, desarticulada,.
La acción coherente exige ser guiada por una concepción del mundo, por una visión unitaria y
crítica de los procesos sociales. El problema es hacer explícita la filosofía que está implícita en
la acción de cada uno y en la acción de los grupos sociales. Para lograr esto, es preciso hacer la
crítica de las concepciones encubiertas de las clases subalternas, superarlas, para construir una
concepción nueva, en la que se establezca la unidad entre la teoría y la práctica, entre la política
y la filosofía. Unidad que, aunque sea relativa, entre teoría y práctica, existe en la clase
dominante. Pasar del sentido común al buen sentido (visión crítica del mundo)
Cultura: Visión no aristocrática. Profunda preocupación sobre las relaciones de la cultura con
las grandes masas y con su manera de sentir.
EDUCACIÓN:
- Interés por los problemas pedagógicos, comenzando por la educación de sus hijos, y siguiendo
por la institución escolar y el papel del Estado.
- Contra la educación burguesa que estaba burocratizada y dejaba migajas a la educación del
pueblo.
- Entendía la crisis de la escuela como una consecuencia de la crisis estructural del sistema
capitalista.
- Los problemas pedagógicos más que problemas didácticos son problemas políticos y
culturales: estrecha vinculación entre pedagogía y política.
- No puede haber reforma educativa sin reforma económica.
- La escuela: Las clases sociales, dominadas o subordinadas, --como él dice-- participan de una
concepción del mundo que les es impuesta por las clases dominantes. Y la ideología de las
clases dominantes corresponde a su función histórica y no a los intereses y a la función histórica
--todavía inconsciente-- de las clases dominadas. La ideología de las clases dominantes influyen
sobre las clases subordinadas, obrera y campesina, por varios canales, a través de los cuales la
clase dominante construye su propia influencia espiritual, su capacidad de plasmar la conciencia
de toda la colectividad, su hegemonía. Uno de estos canales es la escuela. Sobre ella Gramsci
concentra su atención.
Caracteriza en la división escuela profesional y gimnasio-liceo, la típica fractura de clase de la
escuela italiana: la escuela profesional para los que irán a trabajar en actividades subalternas y el
gimnasio-liceo para los cuadros dirigentes de la sociedad. De donde surge su proposición de una
escuela media unificada, de carácter formativo general.
Otras influencias educativas
Otras vías intermediarias son la religión, la Iglesia, el servicio militar, periódicos, cine, radio,
novelas.

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