CAPITULO 4 Normalidad y anormalidad psiquica. Exploraci6n psicodiagnéstica en medicina del trabajo. Seleccién de personal. Profesiogramas NORMALIDAD Y ANORMALIDAD PSIQUICA El concepto de salud incluye un criterio subjetivo que corresponde ala vivencia individual de «sentirse sano» (aunque a veces se contradiga con datos objetivos de enfermedad) y un criterio objetivo, que pretende ser cientifico, apoyado en parametros morfolégicos, la actividad funcional, el rendimiento vital y la conducta. Este tiltimo se resume en la ausencia de lesiones y normalidad psicofisiolégica. No obstante, como dice Lain Entralgo!, es preciso distinguir entre «salud per- fecta» y «salud relativa», siendo la primera un estado limite dificil de alcanzar, a diferencia de la segunda que conllevaria una «buena salud», aunque con alguna discreta desviacién, subjetiva u objetiva, hacia la en- fermedad, Si estos conceptos son complejos, su dificultad crece cuando los trasladamos al terreno psiquico, donde snormalidad» 0 «anormalidad» son conceptos todavia més escurridizos, aunque de gran importancia epistemo- logica, terapéutica y social. Los estudios epidemiolégicos ue llevan a conocer la incidencia y prevalencia de los trastomos mentales necesitan distinguir el limite entre étos y la normalidad; también es importante esta distin- i6n en la prevenci6n primaria, secundaria y terciaria que busca el mayor grado de salud fisica, psfquica y social Siguiendo a Sanchez Blanque*, la normalidad puede entenderse de las siguientes formas: * Normalidad como salud, en el sentido de ausencia de sincomas y presencia de un funcionamiento psi- ‘quico razonablemente adecuado. + Normalidad como utopia, 0 funcionamiento psiqui- co éptimo o perfecto que definiria a la persona ideal. (© 2012, Fever Espa, SL. Reservadas rados los derechos JJ. Diaz Franco y M. Castellano Arroyo ‘+ Normalidad como promedio, es decir, el comporta- miento mas frecuente en la poblacién en donde la patologia seria la desviaci6n con respecto a la media a ambos lados de una distribucién gaussiana. '* Normalidad como proceso, es decir, enfatizando la dimensién corporal y adaptativa de funciones psi- ‘quicas, en donde la normalidad vendria definida por Ia homeostasis o el equilibrio dinémico entre la persona y su medio fisico y social. Offer y Sabhin hablan de una normalidad como sistema transaccional en la perspectiva de una teoria general de sistemas; para esta corriente doctrinal, la normalidad es el resultado de una armonfa en fa inte- gracién de los sistemas biol6gico, psicoldgico y social, que se articulan en el ser humano, a través de las fluctuaciones sufridas a lo largo del tiempo en relacién con sus ajustes internos y frente a la realidad exterior, con todos sus estimulos, requerimientos y presiones, Son numerosos los criterios de salud mental o nor- malidad psiquica indicadores de un adecuado funcio- namiento mental: * Sentido de la propia identidad y de la cohesién interna, que va unido a un conocimiento de si mismo y de las propias motivaciones, deseos y emociones. + Sentido de la autoestima, ajustado a la realidad. Significa sentirsesatisfecho y en paz.con tino mistno, con el desarrollo de su «Yo ideal que sirve de refe- rencia para la evolucién en un continuo perfeccio- namiento personal. + Sentimiento de seguridad, de ser aceptado en el ‘mundo social. ‘+ Capacidad para aceptar y dar afecto. + Responsabilidad hacia el grupo social y familiar en el que el sujeto se desenvuelve468 Tratado de medicina del trabajo. Aspectos médicos de interés en salud laboral * Capacidad —no problematizada— de lograr una satisfacciGn de las necesidades biol6gicas: hambre, sexualidad, suefio y descanso, etc. + Capacidad para ser productivo y sentirse creativo y feliz en lo cotidiano. * Desarrollo de un sistema axioldgico personal, coherente y aceptado con responsabilidad. + Ausencia de tensién y de hipersensibilidad. © Presencia de un firme anclaje en la realidad, sin per cepciones distorsionadas de la misma ni exprectativas no adecuadas a ella. Resistencia al estrés y a la frustracién, En funcién de la existencia de mecanismos de defensa del Yo y su capacidad de enfrentarse eficazmente con los conflictos. Freud resumia algunos de estos parimetros cuando docfa que «estar psiquicamente sano equivale a ser capaz de amar y trabajar»; 0 cuando Coleman dice que «la salud psiquica es la capacidad de promocionar el bienestar propio y el de la colectividad en la que uno se encuentra», Sigue diciendo Sinchez Blangue®, que frente al cconcepto de salud o normalidad psiquica encontramos el de anormalidad, trastorno o enfermedad psfquica. Los modelos de enfermedad psiquica (medicobiolégico, conductista, psicoanalitico y social) dan cuenta de as- pectos parciales, de perspectivas diversas del aconteci- miento psicopatoldgico. Las personas que consultan por problemas de salud mental pueden calificarse entre Jos siguientes grupos: * Personas con trastornos psicoldgicos evidentes, en los que un examen clinico detenido pone en eviden- cia una enfermedad somatica subyacente, cerebral 0 cextracerebral, que es la causante del cuadro psiqui trico, y cuya terapéutica, al hacer remitir la enfer- ‘medad corporal cuando esto es posible, hace remitir tambien la psicosis. Estamos ante el modelo medico- bioldgico, aunque éste sea insuliciente para explicar por ejemplo, el por qué de la temética delirante especifica de ese paciente. + Aquellos casos en los que la afeccién psicopatolégi- ca en el momento actual de nuestros conocimientos cientificos y de investigacién parece ser de origen somético, Tal es el caso de la psicosis maniacode presiva, en la que estudios genéticos y bioguimicos parecen dejar poco lugar a dudas sobre la etiologia del trastorno, Las personas que presentan una estructura psicopa- toligica clara y en las que la exploracién clinica no permite descubrir una afeccién somdtica, en tanto ‘que los sintomas estén en relaci6n con acontecimien- 10s vividos mas 0 menos pretéritos. La evidencia de cesta relaci6n varia de unos casos a otros; aparece nitidamente en las reacciones vivenciales anormales, y puede ser mas o menos clara en los desarrollos en Jos que las situaciones psicotraumiticas se remontan a etapas tempranas de la vida. En estos casos puede aplicarse un modelo psicoanalitico, aunque siempre queda la duda del papel que desempetia el sustrato biolégico en la estructura de la enfermedad. * Un problema especial es el grupo de los trastornos de a personalidad, en los que una peculiar forma de scr y de comportarse socialmente perturbadora no se halla, por ahora, en relacién con etiologia alguna (susceptibilidad genética, carencias afectivas preco- ces con serio defeeto de socializaciGn, etc.), ¥ son resistentes a los tratamientos. = Otro grupo importante de patologia esté consttuido or problemas con componentes ensocionales y psi- cosociales, de gean interés en el émbito de la medicina del trabajo, al venir de la mano de factores emocio- nales, de carga mental y de los conflictos en la comu- nicaciGn interpersonal. Hay que dilucidar varias cuestiones, ¢Existe una enfermedad subyacente que se expresa en la problematica existencial como una neurosis, un trastorno depresivo 0 ansioso enmasca- rado, etc. que estéen la base del contlicto? Enel caso de que no exista patologia, habré que aplicar los co- nocimnientos psicolégicos sobre comunicacién, lo que ayudard a esclarecer las situaciones existenciales, re- vyelando los recursos personales para hacer frente a las circunstancias; nos movemos aqui en el émbito de los modelos fenomenolégicos y sociocognitivos. Otras veces los problemas estin condicionados por la presin social, y aunque no sean en sienfermedades, si pueden dar lugar a estrés y trastornos psicosomiticos. En sintesis, la patologia mental sélo puede verse desde una perspectiva emergentista y de sistemas, all ‘gual que la estructura psiquica normal, Esta moderna conceptualizacidn tiene su antecedente inmediato en la corriente psicosomética que propuso, tanto para la patologia general como para la psiquiatrfa, un modelo de enfermar humano que, superando el modelo médico biolégico, se erigia en el verdadero modelo médico antropoldgico del enfermar: «toda enfermedad lo es del hombre entero, ¥ en ella intervienen todos los factores que aetiian sobre la persona» Sobre el concepto antiguo de enfermedad, igual a lesién objetiva, cuadro clinico invariable y tratamiento especifico, debemos situarnos en una perspectiva mucho més comprensiva, donde la enfermedad resulta de la interaccién de causas morbosas diversas y concurrentes frente a mecanismos de defensa que se les oponen, por lo que se ofiginan desequilibrios homeostiticos y situa- ciones de adaptacién deficitarias que pueden manifestarse de diferentes formas, y donde el tratamiento debera tener en cuenta todos estos factores,sun deli, CAPITULO 34 Normalidad y anormalidad psiquice. xploracién psicodiagndstica en medicina del trabajo 469 EXPLORACION PSICODIAGNOSTICA EN MEDICINA DEL TRABAJO. La exploracién psicol6gica es un instrumento imprescin- dlble para la medicina del trabajo. Si hemos de saber c6mo encontrar la mejor correspondencia entre la persona y la actividad que debe desarrollar, podremos lograrlo s6lo conociendo su integridad psicofisia. Ante los problemas en las relaciones interpersonales, de adaptacién laboral, de vulnerabilidad o de clara psicopatologia, el médico del trabajo debe conocer la técnica de la entrevista personal, dela exploracién psicodiagnéstica y psicomeétrica bisicas, y ante el tema nuclear de la valoraci6n del dafio corporal secundatio a patologia laboralo relacionado con factores psicosociales, en cuyo caso estas técnicas exploratorias deben complementarse con propuestas terapéuticas me- cicopsicolégicas ‘Test mentales? La medicina del trabajo, como otras especialidades ‘meédicas, tiene a la persona en el centro de su actividad. En la mayoria de las ocasiones es una persona sama, y la proreccién de esa salud frente a los riesgos sera el primero de sus objetivos. Sin embargo, las pretensiones van mas lejos, ya que a la busqueda de un bienestar fisico, psiquico y social, los médicos del trabajo debe- mos procurar que las actividades laborales sean fuente de satisfaccién personal, a través de una reciprocidad entre el trabajador y su puesto de trabajo, y todo esto ‘en un ambiente laboral exento de conflictos interper- sonales, Llevar a la préctica todo lo dicho requiere conoci- rmientos medicopsicol6gicos psiquidtricos que permitan conocer el funcionamiento psiquico de cada trabajadox, la estructura de su personalidad, su tipo de inteligencia, sus necesidades emocionales, de interrelacién con el grupo, su vulnerabilidad a factores psicosociales y labo- ales puros, ete. Fn situaciones especiales como a inte- gracion laboral de personas con minusvalias diversas, con trastornos mentales, etc., estos conocimientos son no s6lo imprescincibles, sino aun mas especializados. Siguiendo a Gisbere Calabuig y Sanchez Blangue*, los test mentales permiten descubrir de forma fiable la personalidad del explorado, sus rasgos de inseguridad, cardcter obsesivo u otra psicopatologia que pueda padecer; aportan objetividad a Io recogido en la en- revista y permiten una cuantificacién de los rasgos de personalidad o de los sintomas observados. Las carac- teristicas generales que los test mentales deben cumplir para poder aplicarse con garantias son: validec (aprio- ristica, concurrente, estractural y predictiva), fabilidad {de retest o temporal, equivalencia de formas paralelas yfiabilidad interexaminadores), sensibilidad, economia, utilidad y estar baremado para extrapolarlo a la po- blacién general. ‘Aunque entendemos la persona como una unidad psicofisica indisoluble, y la estructura mental como un todo, en la préctica podemos explorar algunos aspectos parciales de esa unidad. A continuacidn exponemos los principales test mentales de utlidad en psicologia y psi- guiatria labora Exploracién de la inteligencia Stern dijo que «la inteligencia es la capacidad paca enfrentarse con situaciones y problemas nuevos y te solverlos con la ayuda del pensamiento». Es, por lo tanto, una funcién integeadora de numerosas funciones en las que interviene el aspecto cognitivo de com- prensién de la realidad, el reconocimiento de los pro- bblemas que ésta conlleva, la aplicacién de la memoria, la imaginacién, la reflexién que lleva al juicio compa- rativo, la jerarquizacién cualitativa y cuantitativa de las posibles respuestas, la eleccién de las mas adecuadas, y, finalmente, la verificacién y evaluacién de los rest! tados cuando las técticas o las estrategias puestas en. ‘marcha son las respuestas que aportan la mejor soluci6n a los problemas. Intentando sintetizar diversas co- rrientes doctrinales, reconocemos en la inteligencia dos factores: a) factor global o general de tipo abstracto (factor G}, que se manifiesta en la persona con un comportamiento bien adaptado ante la mayoria de las situaciones, y 6) factor individual, que aparece como tun rendimiento particularmente alto en determinados aspectos (numéricos, verbales, de manipulacién, socia- les, etc,). En este sentido, actualmente se habla de la inteligencia emocional, entendiendo que la estabilidad ‘emocional —es decir, un buen equilibrio entre la in- troversiOn y la extraversion—, una tendencia baja @ experimentar ansiedad, un adecuado nivel de autosu- ficiencia, etc. son factores que contribuyen a un mejor rendimiento del factor G de inteligencia. Este aspecto tiene gran importancia en psicologia laboral, ya que son numerosas las ocasiones en las que debe buscarse en el trabajador la facilidad de relacién interpersonal y la habilidad para caprar los intereses de los dems a la hora de ofrecerles un determinado producto 0, por el contrario, la capacidad de reflexi6n, concentracién y alta elaboracién mental en el desarrollo de su tarea. Todo esto adelanta ya la idea de que aunque la inteli- gencia puede explorarse de forma especifica, esta en intima relaci6n con la personalidad, y viceversa, Binet y Simén propusieron la edad mental como un indicador de inteligencia, La edad mental ¢s la edad que corresponde a una persona capaz de resolver la ‘mayoria de los problemas que resuelven en condiciones normales las personas de esa edad cronolégica. Stern