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Para que pueda constituirse un sujeto del aprendizaje debemos tener en cuenta los siguientes aportes

conceptuales. Freud, en Introducción del narcicismo (1914), empieza a considerar más


rigurosamente, la formación del yo. Nos dice que no puede existir desde el origen, sino que tiene
que ser desarrollado. Algo tiene que agregarse a la sexualidad autoerótica inicial para que se
constituya el yo, que en Tres ensayos de teoría sexual había denominado, la unificación de las
pulsiones parciales bajo el primado genital.
Introduce la instancia del ideal del yo. Dicha instancia es necesaria para que el yo pueda llevar a
cabo la represión y permite abandonar el narcicismo de la infancia donde el niño poseía todas las
perfecciones valiosas. Es decir, también es necesario que el niño tenga la característica de lo
deseado. Lo importante también que Freud destaca, es que la incitación para formar el ideal del yo,
parte de la influencia crítica de los padres, pero luego podrán contribuir a su constitución, los
educadores.
En este sentido, en El Yo y el ello (1923), ya Freud se refiere al yo como “sedimentación de las
investiduras de objeto resignadas, provenientes del ello”, y como “la parte del ello alterada por el
influjo del mundo exterior”. Es decir, estamos hablando de un yo cuando el sujeto se ha podido
desinvestir libidinalmente de su madre.
Se trata de un yo, como reconoce Freud, del que depende el acceso a la consciencia. Asimismo, “se
empeña en hacer valer sobre el ello el influjo del mundo exterior, así como sus s propios, así como
reemplazar el principio de placer, que rige irrestrictamente en e el ello, por el princopio de realidad.
Finalmente, “el yo es el representante de lo que puede llamarse razón y pridecia, por oposición al
ello, que contiene las pasiones”.
Silvia Bleichmar (Aportes psa) plantea que el agente del conocimiento es el yo. No puede pasar por
el inconsciente, instancia que no hace más que reencontrar las primeras inscripciones, ya que se
caracteriza por la repetición. El inconsciente no tiene la negación, la temporalidad ni la
significación. Por el contrario, es en el yo que se constituyen estas categorías de sentido que, en
tanto establezca una lógica de la negación, será capaz de producir interrogantes. “La inteligencia,
entonces, en tanto proceso de relación con el mundo atravesada por la lógica, corresponde al
proceso secundario, no corresponde al inconsciente ni al proceso primario”. Reflexiona, diciendo
que no podemos pensarla sin un “estallido que opera de inicio” en tanto existe una insuficiencia,
una desviación de lo biológico respecto de lo humano. Se trata de lo que Cornelius Castoriadis ha
designado como imaginación radical y permite al sujeto humano disponerse al aprendizaje.
Por otro lado, aduce que la pulsión epistemofílica, la curiosidad, la indagación, la ciencia son
patrimonio del sujeto mientras éste se encuentre atravesado por enigmas.
Al respecto, Freud comenta en Tres ensayos de teoría sexual sobre la importancia de la
investigación sexual infantil en relación a los enigmas que se le plantean al niño. Reconoce que la
misma, constituye un primer paso del niño hacia su orientación independiente en el mundo,
alejándole de las personas que le rodean y que antes habían gozado de su completa confianza”.

300 choco semiamargo


200 gr manteca.
170 azucar común
170 azucar impalpable
6 huevos.

APARTE
170 g harina 0000
30 g de caco amargo
ó 200 gramos de harina

1 pizca sal.

100 gr nueces

5 minutos fuerte para que haga costra


luego 15 minutos más

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