Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
El diccionario define al plagio: “Tomar o hacer pasar como propias las ideas,
escritos, etc. de otro”.
Lo que hace del plagio algo inmoral es hacer pasar conscientemente como propias
las ideas y escritos de otros, es decir, mentir conscientemente. Pues es fácilmente
demostrable que prácticamente cualquier idea que expongamos y hagamos pasar
por nuestra se toma conscientemente de otros. En realidad, cuando no sea el
caso, es decir, si tuviésemos que operar exclusivamente con nuestras propias
ideas y escritos (ideas nunca pensadas por nadie más), la comunicación
prácticamente se paralizaría. Unas pocas observaciones sobre esto:
• Uno no puede pasar por la vida cómodamente sin algo de ceguera ante el
hecho de que todo se ha dicho mejor de lo que podemos decirlo nosotros.
1
• Si podemos realizar proposiciones tanto verdaderas como falsas, son
nuestras por derecho de descubrimiento, y si podemos repetir lo que es
antiguo más breve y brillantemente que otros, esto también se convierte en
nuestro, por derecho de conquista.
• Es casi imposible para quien lea mucho y reflexione bastante, ser capaz de
determinar, en todas las ocasiones, si una idea es suya o de otro. ¡Muchas
veces he citado frases de mis propios escritos para apoyar mis propios
argumentos en conversaciones, pensando que las estaba basando en
alguna autoridad superior!
2
historia está tachonada de ejemplos. El psiquiatra suizo Carl Jung escribió un libro
sobre este fenómeno: Sincronicidad.
Uno podría concluir que esta evaluación está en desacuerdo con la forma de vida
del libre mercado y la propiedad privada, que, por supuesto, pone énfasis en el
motivo del beneficio (y muy apropiadamente). Sin embargo, esto es quitarle
importancia al hecho de que hay dos tipos de beneficio: psicológico y monetario,
siendo el primero no menos motivador de una acción creativa que el segundo. ¡Y
no menos satisfactorio!
Robert Louis Stevenson nos dio este aforismo: “Tomo mi leche de muchas vacas,
pero hago mi propia mantequilla”. Y yo hago precisamente lo mismo, siendo mi
“mantequilla” una filosofía no prescriptiva: ninguna restricción ideada por el
hombre contra la emisión de energía creativa.
¿Me quejo de la toma y uso de mis ideas por otros? Por el contrario, cuantas más
adopten otros, mayor es mi satisfacción: beneficio psicológico. Supongamos que
mis ideas sobre la libertad fueran tan ampliamente aceptadas que las libertad
pueda prevalecer como nuestro modo de vida. Preferiría esto por encima de todos
los dólares de la cristiandad. Y respecto del mérito, no podría preocuparme
menos. La fama personal es una consecuencia pequeña comparada con la
libertad individual y la igualdad de oportunidades para todos, incluso desde el
punto de vista del puro interés propio. Me va bien precisamente porque a otros
también.
3
un beneficio psicológico en esta entrega, suficiente por sí mismo. Y, segundo, si
ceno en la mesa del otro, se me servirá su mejor comida.
El mismo principio de intercambiar y compartir eleva las ideas igual que mejora la
calidad de la comida. Cuantas más ideas comparta con otros, más y mejores
serán las mías y mejores las que se me ofrezcan. Es el proceso de poner la mejor
comida.
No sabemos de dónde vienen las ideas: son de naturaleza espiritual. Cuando las
recibimos y entendemos son nuestras o quizá sea más apropiado decir que son
suyas. En todo caso, las buenas ideas no han de guardarse sino compartirse,
entregarse tan gratuitamente como se recibieron.