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Control mecánico significa controlar las plagas y enfermedades con la ayuda de medios mecánicos.
Mantenga a los insectos lejos de las plantas. Muchos insectos voladores (pulgones, mariposas,
moscas, cápsidas, trips, etc.) se pueden mantener alejados del cultivo mediante el uso de tela
mosquitera. Cubriendo el suelo o sustrato con polietileno, tejido o con collares especiales
alrededor de la base del tallo se protege a las plantas de las larvas, que se comen las raíces y los
tallos del subsuelo. Estas medidas también frenan el desarrollo de larvas y pupas que precisan del
suelo para completar su ciclo de vida, y evita que éstos se sigan propagando.
Trampas para insectos. Los insectos voladores se pueden capturar con la ayuda de trampas
adhesivas, insect-o-cutors, plantas trampa, trampas de feromona etc.
Utilice tratamientos de temperatura para matar los organismos nocivos. Existen distintos
métodos:
Agua caliente
Se pueden introducir las semillas, bulbos, tubérculos y esquejes en agua caliente para matar las
posibles plagas como insectos, ácaros, nemátodos, hongos y bacterias.
Aire caliente
Un tratamiento con aire caliente también puede acabar con los organismos nocivos presentes en
plantas, bulbos y semillas.
Solarización
Si se cubre el suelo con un plástico de polietileno transparente durante varias semanas en verano,
la radiación solar puede provocar una subida de las temperaturas tal que los organismos plaga se
mueran.
Vaporización
Use la inundación como técnica. Si un trozo de tierra se inunda durante un periodo de tiempo
suficientemente largo, la mayoría de los organismos perjudiciales morirán por falta de oxígeno.
CONTROL FISICO
El Control Físico consiste en la utilización de algún agente físico como la temperatura, humedad,
insolación, fotoperiodismo y radiaciones electromagnéticas, en intensidades que resulten letales
para los insectos. El fundamento del método es que las plagas sólo pueden desarrollarse y
sobrevivir dentro de ciertos límites de intensidad de los factores físicos ambientales; más allá de
los límites mínimos y máximos, las condiciones resultan letales. Los límites varían según las
especies de insectos; y para una misma especie, según su estado de desarrollo. Además, los límites
de cada factor varían en interacción con las intensidades de los otros factores ambientales y con el
estado fisiológico del insecto. Los insectos en diapausa, por ejemplo, son capaces de soportar
temperaturas muy bajas que resultarían letales para los individuos que no se encuentran en ese
estado. Los factores físicos del ambiente en el campo son esencialmente los constituyentes del
clima, factores que hasta el presente no pueden ser manipulados significativamente por el
hombre. En unos pocos casos es posible lograr algunas variaciones microclimáticas que tienen
efecto sobre las plagas; como el manejo de la densidad del cultivo (distancia entre plantas y entre
surcos), la orientación del surco respecto al movimiento del sol; la utilización de sombra para
ciertos cultivos como el cafeto y el cacaotero. Algunos de estos manejos se tratan dentro del
Control Cultural puesto que son precisamente las prácticas culturales las que permiten estas
variaciones. El manejo efectivo de los factores físicos del medio, como la temperatura, humedad y
radiaciones electromagnéticas, sólo es posible en ambientes cerrados. En esas condiciones se les
puede utilizar para combatir plagas de frutas y hortalizas cosechadas, y plagas de productos
almacenados. MANEJO DE LA TEMPERATURA Las temperaturas extremas, altas o bajas, pueden
utilizarse para combatir los insectos que dañan frutos, granos y otros productos cosechados. Las
temperaturas altas Las temperaturas altas suelen ser más efectivas que las temperaturas bajas en
un rango más estrecho. La mayoría de las especies de insectos mueren expuestos a temperaturas
de 52°C a 55°C por el período de 3 a 4 horas. Muchas otras especies mueren a temperaturas
menores o en períodos más cortos. Sin embargo, el uso de altas temperaturas tiene muchas
limitaciones pues muy pocos son los productos vegetales capaces de soportar calentamientos sin
Fausto H. Cisneros A
dañarse. Además existen otros problemas como la lenta penetración del calor en la
Sistemas muy elaborados, como hacer pasar granos almacenados por tubos en
hongos en los suelos de los invernaderos y viveros. Para tal fin se puede utilizar
sol por varias semanas. La temperatura del suelo se eleva a niveles que son
letales para insectos, hongos y nemátodos (Alcázar y col. 1991) (Figura 6:1).
congelarse.
a los insectos; sin embargo debe tenerse cuidado que la humedad sea menor
de 12% para evitar el desarrollo de ácaros que sí pueden estar activos a esas
temperaturas.
Estos tratamientos son apropiados para peras, manzanas, uvas, kiwi, kaki y
granada. Entre las frutas tropicales, algunas especies como mangos y papayas
MANEJO DE LA HUMEDAD
La humedad tiene gran influencia sobre las poblaciones de los insectos pero
por ahogamiento.
MANEJO DE LUZ
El efecto letal contra los insectos suele ocurrir entre unos pocos días a dos
por 2 0 3 días a 0.5 por ciento de oxígeno y 11.5 por ciento de dióxido de
concentraciones muy bajas de oxígeno (0.25 -0.50 por ciento) por períodos de 8
MANEJO DE LA RADIACIÓN
radiación que los hongos, bacterias y virus, y mueren dentro del límite de
(apariencia, sabor, color, valor nutritivo, etc). Las dosis efectivas están entre 45 y
60 kr. y pueden ser toleradas fácilmente por la fruta seca y las nueces. En
Control cultural
El control cultural es el uso de prácticas horticulturales que tengan algún efecto sobre la
protección del cultivo. El objetivo de estas medidas es aumentar la resistencia de la planta ante las
plagas y enfermedades. Esto se logra cumpliendo las siguientes condiciones:
Se logra una mayor resistencia del cultivo contra las plagas y enfermedades prestando la debida
atención a los factores de crecimiento como el clima, abonado, irrigación, pH, CE, etc.
Cuando uno de estos factores no es del todo óptimo, la planta muestra síntomas de estrés. Se
vuelven más débiles y disminuye su resistencia, aumentando la vulnerabilidad del cultivo frente a
las plagas y enfermedades. Si, por el contrario, el cultivo está sano, se deberán utilizar menos
productos fitosanitarios químicos.
Las elevadas densidades de plantación resultan en plantas débiles y delgadas, que son susceptibles
a las plagas y enfermedades.
Usar, en la medida de lo posible, material de plantación procedente del cultivo de tejidos. Esta es
la base de un material de propagación libre de enfermedades.
Evitar que las plantas lleven demasiados frutos o flores o demasiado pocos. Las plantas
cosechadas a intervalos irregulares se debilitan y son por lo tanto más vulnerables a los
organismos nocivos.
Aplicar el sistema de rotación de cultivos. Si se rotan cultivos que sufren las mismas plagas con
cultivos que sufran otras plagas, el nivel de infección será relativamente bajo.