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GEORGINA AIMÉ TAPIA GONZÁLEZ • Ecofeminismo para otro mundo posible

REVISTA NOMADíAS
Julio 2012, Número 15, 275-279

Ecofeminismo para otro mundo posible

Alicia H. Puleo
Madrid: Cátedra. Colección Feminismos, 2011.

Georgina Aimé Tapia González


Escuela de Filosofía / Universidad de Colima, México
georgina_tapia@ucol.com.mx

Ecofeminismo para dad en los tiempos


otro mundo posible re- del cambio climático.
presenta una aporta- Además, reivindica
ción fundamental para las contribuciones de
los feminismos hispa- las voces olvidadas
noamericanos, donde del pensamiento ilus-
la reflexión sobre el trado como funda-
vínculo entre las muje- mentos para un eco-
res y el medio ambien- feminismo crítico que
te tiene una historia rechaza los límites de
bastante reciente. En el la razón instrumental,
ámbito específico de la pero discierne cuida-
filosofía ecofeminista, dosamente entre los
Alicia Puleo es una pionera en diversos aspectos del legado de
el mundo latino. Su libro cons- la modernidad.
tituye un puente que posibilita La filósofa se distancia de
el encuentro y la comunicación planteamientos esencialistas que
entre las diversas voces del eco- consideran que las mujeres son
feminismo y la ética ecológica. más cercanas a la naturaleza por
Es también una ventana que nos sus características biológicas, lo
permite acceder a miradas múl- que significa trasladar los este-
tiples y plurales sobre la reali- reotipos de género al ámbito de

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los movimientos ecologistas. Evi- humanos o no, sean asumidas


dentemente, esto no contribuye también por los varones.
al reconocimiento de que las mu- Alicia Puleo expone los ejes
jeres, al igual que los varones, son de su propuesta a través de los
personas. En tales posturas esen- nueve capítulos que integran su
cialistas, las madres-cuidadoras libro. En el primero, subraya la
se convierten en salvadoras del importancia de una memoria
planeta a quienes, no obstante, se ecofeminista que recoja dife-
les sigue negando su humanidad. rentes perspectivas, desde los
Por el contrario, la fundamenta- orígenes, en los ecofeminismos
ción del ecofeminismo de A. Pu- esencialistas, hasta las tenden-
leo es constructivista. De acuerdo cias más recientes. Todos estos
con ella, las tareas del cuidado ecofeminismos se encuentran
tienen que ser universalizadas. en su aspiración común de ofre-
Valores como la compasión, la cer alternativas ante un mundo
empatía y la solidaridad son im- alienado y consumista que ha
prescindibles para hacer frente a llevado a la destrucción de la
la crisis medioambiental. Se trata naturaleza, al aumento de en-
de una perspectiva ética que re- fermedades relacionadas con la
clama la participación de todos degradación medioambiental y
los seres humanos y no sólo de al sufrimiento de muchas per-
las mujeres. sonas, principalmente mujeres,
Es innegable que la ética del afectadas por el cambio climáti-
cuidado ha sido desarrollada co, el uso indiscriminado de pro-
a partir de las experiencias de ductos químicos, la falta de agua
aquéllas que, a lo largo de la potable y la imposibilidad de
historia, han sido las principa- acceder a alimentos no contami-
les encargadas de las tareas de nados. Asimismo, muestra que
crianza y de preparación de los las mujeres no solo son víctimas
alimentos, así como de atender sino también sujetos activos en la
a las personas mayores y los preservación de la Naturaleza.
problemas de salud de los inte- En los capítulos segundo y
grantes de la familia. Sin embar- tercero, examina el legado de la
go, para potenciar la igualdad Modernidad. Junto a la crítica de
de género ligada a la conciencia la instrumentalización de la Na-
ecologista es imprescindible que turaleza, recupera argumentos
las actividades relacionadas con poco conocidos de la Ilustración
el cuidado de otros seres vivos, y muestra su potencial emanci-

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patorio. La autora recuerda que es un nuevo helenismo donde la


el pensamiento de la moderni- trasgresión no es sino una nueva
dad no puede reducirse al me- cara detrás de la cual se oculta
canicismo cartesiano. Rechazar un mandato patriarcal. Por un
en bloque los planteamientos de lado, el cuerpo, el erotismo y las
este periodo histórico significa prácticas sexuales han encontra-
ignorar las aportaciones de al- do nuevos espacios de libertad
gunas pensadoras y pensadores pero, por otro, están resurgiendo
que reclamaron el reconocimien- diversos fundamentalismos que
to de las mujeres como ciuda- niegan los derechos sexuales y
danas, la abolición de la escla- reproductivos de las mujeres.
vitud y la extensión de la ética Ante los discursos patriarcales
más allá de la especie humana. de la transgresión y los funda-
El desarrollo posterior del femi- mentalismos opresores, sostiene
nismo de orígenes ilustrados se nuestra autora: “las mujeres he-
esforzó en mostrar la falsedad mos de buscar con inteligencia
de la identificación de las muje- nuestro camino de placer, igual-
res con la Naturaleza, mediante dad y autonomía” (23).
la cual se pretendía justificar su En el capítulo sexto, explica las
exclusión de la cultura. A. Puleo razones por las que, en un con-
señala que las aportaciones de texto de anomia, como el actual,
Simone de Beauvoir son funda- el ecofeminismo representa una
mentales para comprender la alternativa ética ante la devasta-
compleja relación entre la opre- ción medioambiental y la agudi-
sión femenina y la asimilación zación de múltiples formas de
de las mujeres a los ciclos de desigualdad debidas a las polí-
mundo natural, pero añade que ticas de desarrollo que han pau-
la concepción beauvoriana de la perizado las condiciones en que
Naturaleza necesita ser revisada sobreviven las poblaciones del
tomando en cuenta nuevas pro- Sur. Asimismo, explora las posi-
blemáticas. Los límites del jardín bilidades que plantea la “ciuda-
ético propuesto por la filósofa danía ecológica” y examina las
francesa reclaman ser redefini- alternativas que conducirían a
dos a la luz de la crisis ecológica una educación ambiental no an-
actual. drocéntrica que considere formas
En los capítulos cuarto y quin- de conocimiento que han sido
to, aborda el tema de la sexuali- despreciadas, voces olvidadas en
dad. Se pregunta si nuestra época la historia de la ciencia y valores

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negados, como los desarrolla- sobre el dominio androcéntrico y


dos por el colectivo femenino antropocéntrico. Se trataría, afir-
y por culturas no occidentales. ma, de una oscura resistencia al
Siguiendo este hilo conductor, patriarcado en tanto “interrumpe
en el séptimo capítulo, nuestra el sistema de traspaso desigual
filósofa subraya la importancia de la energía del amor a través
del diálogo intercultural en un del hipercumplimiento de la vir-
marco que garantice el respeto tud femenina por excelencia: el
a los derechos de las mujeres. cuidado” (400).
Al respecto, considera que los En el último capítulo, la filó-
movimientos de indígenas y sofa presenta la propuesta de
campesinas pobres de Latino- un ecofeminismo crítico que rei-
américa presentan una lección vindica los ideales ilustrados de
de interculturalidad de la que es libertad e igualdad; fomenta la
necesario aprender. universalización de la ética del
En el octavo capítulo, reflexio- cuidado; dialoga con las otras
na sobre los derechos de los ani- culturas en un marco de apertu-
males en el contexto de la ética ra y reconocimiento recíproco; se
ecofeminista. Por una parte, re- considera heredero de Darwin,
cupera las historias de aquellas al que reinterpreta en clave fe-
feministas que se encargaron de minista; acepta con precaución
la defensa y el cuidado de los los recursos de la ciencia y la tec-
“otros” no humanos que también nología; promueve la empatía
son capaces de amar y de sufrir. y los sentimientos compasivos
Por la otra, examina las relacio- hacia los animales; se solidariza
nes de cuidado, afecto y protec- con las personas que están pade-
ción que numerosas mujeres en ciendo las peores consecuencias
el mundo tienen actualmente del desarrollo ecocida, al mismo
con los animales. Este fenómeno tiempo que se nutre de sus expe-
no sería el efecto de una “esencia riencias. Todo ello sin pretender
femenina”, puesto que hay va- ser una respuesta acabada, sino
rones que generosamente se han más bien una alternativa en la
integrado a la lucha antiespe- búsqueda de una sociedad más
cista, así como mujeres que son justa y sostenible.
indiferentes e incluso contrarias En el laberinto del mundo ac-
a ella. A. Puleo observa que este tual, en el que se entrecruzan cri-
intenso afecto comienza a confi- sis de distinto signo, Alicia Puleo
gurarse como una visión crítica nos invita a guiarnos a través

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del hilo de la nueva Ariadna que el Minotauro, al que no concibe


ha nacido del encuentro entre como un enemigo, sino como un
feminismo y ecología. Su inteli- semejante. En lugar de ayudar
gencia no es un arma de la que al héroe a dar muerte al “mons-
alguien más se apropia para ma- truo”, esta Ariadna luchará por
tar. Ella es la protagonista de ese liberarlo e intentará convencer a
otro mundo posible, y a su lado su compañero de colaborar jun-
camina un nuevo Teseo. La ma- tos en una cultura que haga po-
deja que ha ido tejiendo la lleva sible la libertad, la igualdad, la
a descubrir su parentesco con sostenibilidad y la paz.

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