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Finanzas Personales

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Elaboración de Presupuesto

Un Programa Financiero personal es una


herramienta que nos sirve para determinar
nuestras necesidades y objetivos en
materia económica y de esa manera tomar
decisiones de inversiones que permitan el
logro de tales objetivos.

Un programa financiero nos permite, junto


con un presupuesto, saber concretamente
la dirección a la cual nos estamos dirigiendo
en materia económica.

Nos ayuda a saber qué pasos seguir, que decisiones tomar, y en conclusión nos
ayuda en materia de inversión, nos ayuda a ser mejores inversionistas, y a saber
cómo utilizar nuestro de dinero de una forma inteligente y que nos haga un poco más
ricos cada vez.

Normalmente esta es una herramienta muy utilizada en las empresas grandes para
determinar concretamente los objetivos financieros de las mismas, y determinar su
plan de acción para alcanzar dichos objetivos.

Cuando las empresas grandes utilizan un programa financiero para ayudarles en


esta materia requieren la asesoría de profesionales altamente calificados en este
tema.

Pero en la actualidad es una ciencia que se está extrapolando a las


finanzas de empresas mucho más pequeñas y hasta en las finanzas personales.

También un programa financiero ayuda a mirar los “números” antes de que entren a
nuestra cuenta, en otras palabras nos ayudan a saber si un negocio o una inversión
son los correctos para nosotros, si crearán ganancias o producirán un déficit.

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Presupuesto

Cuando escuchamos la palabra "presupuesto"


por primera vez, muchos de nosotros sentimos
una mezcla de curiosidad e inseguridad.
Sentimos la curiosidad de saber cómo
funciona un sistema que promete ayudarnos a
controlar el dinero que "se nos va como agua"
entre las manos; y, por otro lado, no estamos
seguros de que tengamos los recursos
financieros ni la capacidad personal
necesarios para poder poner en práctica un
presupuesto familiar en nuestro hogar.

Este material tiene como propósito, aumentar su curiosidad y disminuir su inseguridad.

Usted descubrirá que para hacerlo no necesita tener mucho dinero (recuerde que
cuanto menos uno gana, mayor es la necesidad de controlar nuestros gastos), ni
necesita ser profesor de matemáticas o contador para llevar a cabo los cálculos. Sólo
se requiere tener un poco de tiempo, disposición y una calculadora a mano (Burkett,
2003).

También necesita tener la disposición de mejorar su situación monetaria por usted y


su familia.

Una vez que se pone en práctica el presupuesto, se comienza a ahorrar y se tiene una
cantidad considerable se tiene que saber exactamente qué hacer con esos recursos,
ya que si no se tiene un plan específico este dinero se gastará eventualmente en
cosas no tan necesarias (ofertas para lujos y comodidades); en vez de que este dinero
produzca más dinero (Invertir) (Burkett, 2003).

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Consejos para Invertir

Una opción para sus ahorros (Banco de España, 2010):

¿Qué es invertir?

Invertir implica comprometer parte de sus ahorros con la esperanza, de obtener a


cambio una rentabilidad (ganancia). Como no existe la certeza de obtener esa
rentabilidad, invertir implica riesgo.

¿Para qué invertir?

Usted puede preguntarse, “¿para qué invertir si significa que tengo que arriesgar mi
dinero?” Sin olvidarse nunca de este riesgo, la inversión puede ayudarle a generar
más dinero del que podría obtener simplemente ahorrando, y en menos tiempo.

Disponer de más dinero es algo que todos deseamos. El dinero abre la puerta a
muchas oportunidades y proporciona la libertad personal de vivir mejor y de cuidar de
nuestros seres queridos. La inversión posibilita esto, pero además es cada vez más
necesaria si se desea acumular el capital necesario para disfrutar de una jubilación
tranquila, sin ver seriamente disminuido nuestro estilo de vida al dejar de trabajar.

Piense en su situación financiera actual y dónde le gustaría estar dentro de 5, 10


ó 20 años. Para llegar a ese destino usted podría ahorrar poco a poco, dentro de sus
posibilidades, y meter el dinero en una cuenta bancaria, depósito u otro producto sin
riesgo. Sería seguir un camino seguro, pero estos productos suelen pagar un interés
muy bajo y podría tardar mucho en llegar a su objetivo.

Los caminos de la inversión tienen peligros. En caso de mal tiempo, pueden


cerrarse y obligarle a parar o coger un desvío, o incluso retroceder más allá del punto

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de partida. Pero estos caminos también sirven como un atajo para llegar antes e ir
más lejos.

La inversión también es una manera de hacer que su dinero trabaje para usted. La
mayoría tenemos que trabajar para obtener nuestros ingresos. Si queremos ganar
más, tenemos que trabajar más. Pero hay un límite de horas que podemos o
queremos dedicar al trabajo y no todos los trabajos pagan lo que quisiéramos. El
inversor tiene la posibilidad de ganar dinero mientras duerme, come, sale con amigos
o dedica tiempo a su familia. Al invertir tratamos de que nuestros ahorros produzcan
nuevos ahorros sin tener que trabajar más horas o buscar un nuevo empleo.

La inversión inteligente y consciente le puede permitir tener un mayor control sobre


sus finanzas y afrontar su futuro con más confianza.

Invertir NO es un juego

Es importante tener claro también que


invertir, aunque lleva implícito el riesgo o
incertidumbre de los resultados, no
significa jugar al azar. No hay que
confundir la inversión con un juego de
casino. Es cierto que hay gente que
invierte basándose en intuición o
sentimientos, o en los consejos “calientes”
de Internet, un compañero de trabajo o un

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familiar.

El inversor serio y responsable no juega con su dinero ni con la seguridad económica


de su familia. Sólo invierte cuando existe una expectativa razonable de rentabilidad
acorde con el riesgo que quiere y puede asumir. Sólo invierte a través de
intermediarios autorizados y después de consultar información fiable. Sólo invierte el
dinero que no le va a ser imprescindible a corto plazo para otras obligaciones. Y sólo
invierte de acuerdo con sus objetivos y situación personales.

La Importancia de elegir bien

Cuando se trata de decisiones de inversión, la enorme oferta de alternativas en el


mercado puede ser abrumadora. El inversor particular tiene que decidir qué hacer
con sus ahorros, eligiendo un camino entre muchos posibles.

¿Invierto?
¿No invierto?

¿Cuánto dinero?
¿En qué producto?

¿Durante cuánto tiempo?


¿Con qué entidad?, etc. etc.

No son decisiones para tomar a la ligera. Adquirir un determinado activo


financiero supone comprometer sus ahorros y por lo tanto condiciona su
capacidad financiera, presente y futura.

No hay fórmulas mágicas ni soluciones talla única. Pero sí existen recomendaciones y


pasos a seguir que le ayudarán a alcanzar sus objetivos.

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Es importante tener en cuenta que la inversión es sólo una de las estrategias
para el logro de sus objetivos financieros. El concepto de planificación financiera
es más amplio y engloba otras estrategias importantes como el control de los gastos y
aumento del ahorro mediante un presupuesto personal, la gestión de endeudamiento,
etc.

El concepto de riesgo-rentabilidad en la toma de decisiones de inversión es de


vital importancia antes de hacer una inversión.

Binomio riesgo-rentabilidad

No existe inversión sin riesgo, aunque algunos productos tienen más riesgo que
otros.
Una de las características más importantes para diferenciar una alternativa de
inversión de otra, es el nivel de riesgo que supone. Antes de seguir, es importante
conocer el concepto básico del binomio riesgo-rentabilidad.

La capacidad de generar rendimientos (ganancias) se conoce como rentabilidad.

En una inversión, los rendimientos futuros no son seguros. Pueden ser grandes
o modestos, pueden no producirse, e incluso puede significar perder el capital
invertido. Esta incertidumbre se conoce como riesgo.

No existe inversión sin riesgo. Pero algunos productos implican más riesgo que
otros.

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La única razón para elegir una inversión con riesgo ante una alternativa de ahorro sin
riesgo es la posibilidad de obtener de ella una
rentabilidad mayor.

A iguales condiciones de riesgo, hay que optar por la


inversión con mayor rentabilidad.

A iguales condiciones de rentabilidad, hay que optar


por la inversión con menos riesgo.

Cuanto mayor el riesgo de una inversión, mayor tendrá


que ser su rentabilidad potencial para que sea atractiva
a los inversores. Cada inversor tiene que decidir el
nivel de riesgo que está dispuesto a asumir en busca de rentabilidades mayores.
Como vemos en esta gráfica, las estrategias de inversión se suelen clasificar como
“conservadoras”, “agresivas”, “moderadas”, etc., términos que se refieren al nivel de
riesgo asumido, y por lo tanto la rentabilidad potencial buscada.

Cuanto más riesgo se asume, más rentabilidad se debe exigir. Igualmente, cuanta
más rentabilidad se pretende obtener, más riesgo hay que asumir.

¡Cuidado! Riesgo y rentabilidad van unidos, pero aceptar un mayor riesgo no es


ninguna garantía de obtener mayores rendimientos.

“Una inversión de mayor riesgo, produce mayor rentabilidad -


¡excepto cuando no lo hace!”

Pasos en la toma de decisiones de inversión


Los pasos en la toma de deciciones deben ser:

1. Antes de invertir: Determinar su perfil de inversor.

2. En el momento de invertir: Elegir un intermediario autorizado y elegir los


productos específicos.

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3. Después de invertir: Vigilar sus inversiones

A continuación veremos en detalle cada uno de estos pasos.

Paso 1: Antes de decidir

1. Su perfil de inversor

Conózcase a sí mismo... también como inversor. Esto


significa conocer las respuestas a una serie de preguntas
que le ayudarán a aclarar sus necesidades, preferencias y
expectativas.

Conocer sus capacidades profesionales, monetarias y de


experiencia en la materia.

2. ¿Dónde estoy?

Antes de tomar decisiones de inversión debe conocer su valor neto monetario y


saber de qué recursos dispone. También es necesario sanear otros aspectos
de su situación económica actual, para que la inversión encaje bien dentro de
su planificación financiera personal.

3. ¿A dónde quiero ir?

Definir claramente sus objetivos financieros a


corto, medio y largo plazo para saber qué
dirección tomar.

4. ¿De cuánto tiempo dispongo?

El plazo de tiempo que usted defina para conseguir un objetivo es un factor


determinante para tomar sus decisiones de inversión. Tenga en cuenta que no
podrá disponer de sus ahorros durante ese plazo u horizonte temporal.

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5. ¿Cuánto riesgo estoy dispuesto a asumir?

Una inversión que le provoque una úlcera no es buena para usted, por muy
rentable que parezca. Conozca su personalidad y tolerancia al riesgo.

6. ¿Puedo Navegar solo?

¿Prefiere que un profesional se ocupe de todo o quiere tomar


sus propias decisiones sobre cada producto? Sus
conocimientos financieros y el tiempo que puede dedicar al
seguimiento de sus inversiones también forman parte de su
perfil como inversor.

Paso 2: El momento de decidir

1. Elegir un intermediario autorizado

Antes de adquirir un producto de inversión necesita elegir el intermediario a


través del que desea realizar sus operaciones. Asegúrese de que se trata de
una entidad autorizada.

2. Elegir el producto adecuado

Para muchas personas es la parte más difícil. Sin embargo, si ha definido bien
su perfil de inversor será mucho más fácil elegir aquellos productos que más le
convengan.

3. Conocer las repuestas a preguntas importantes

No hace falta ser un experto ni conocer con


detalle todos los aspectos técnicos de un
producto, pero antes de comprometer sus ahorros
sí debe tener claras las repuestas a ciertas
preguntas muy sencillas.
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4. La importancia de la diversificación

La diversificación es la regla de oro para todo inversor. Desde siempre, la


sabiduría popular nos avisa de que "no conviene poner todos los huevos en
la misma cesta".

El seguimiento de las inversiones

Para llegar bien al destino no basta con simplemente poner el piloto automático y
dormirse. Hay que estar atentos. El paso tres consiste en vigilar sus inversiones para
controlar que todo vaya según sus expectativas, sus necesidades y su planificación. Si
no es así, tendrá que plantearse tomar decisiones para remediar la situación.

¿Con qué frecuencia hay que vigilar?

Hay que dedicar el mismo cuidado e interés en vigilar sus inversiones como para
elegirlas, aunque no todas las inversiones requieren el mismo grado de seguimiento.
Como regla general, cuanto mayor sea el capital invertido y el riesgo asumido, mayor
vigilancia tendrá que ejercer.

Hay quien mira las cotizaciones en bolsa todos los días para
controlar si el valor de sus inversiones ha subido o bajado.
Esto no es necesariamente recomendable. Los precios
suben y bajan constantemente por multitud de razones, pero
esto no significa que sea necesario comprar o vender, ni
mucho menos. A veces es necesario ejercer un poco de
disciplina para no sentir pánico cuando bajan los precios ni

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euforia infundada cuando suben.

El inversor a largo plazo no debe obsesionarse por las fluctuaciones diarias de precios
y evitar tomar decisiones precipitadas basadas en emociones. Realizar un exceso de
transacciones además supone tener que pagar muchas comisiones, lo que incidirá
negativamente en la rentabilidad total de su cartera.

El inversor a largo plazo no debe preocuparse por las fluctuaciones diarias de


precios.

En el otro extremo, hay personas que se olvidan de sus inversiones una vez
realizadas. No leen nunca los informes periódicos que se les envían y no prestan
atención a los mercados. Esto tampoco es recomendable. Conviene hacer una
revisión periódica.

Así que recuerde, usted es el único responsable de sus finanzas y las de su


familia, así que “a tomar control de sus decisiones se ha dicho” para procurar
un mejor futuro.

Bibliografía:

 Larry Burkett, 2003, Guía para controlar sus gastos, rescatado de:
http://www.crown.org/Portals/0/docs/downloads/Spanish_BG_Guia.pdf
 Banco de España, 2010, Plan de Educación Financiera rescatado de:
http://www.finanzasparatodos.es/es/consejos/introduccion/queesinvertir.htm

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