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CUANDO EL COITO SÍ FUNCIONA

La gran mayoría de mujeres no llega con facilidad al orgasmo durante el coito, por
mucho que lo pueda disfrutar.
Una minoría lo consigue (incluidas las que para obtener un orgasmo por penetración
vaginal no se masturban). Normalmente por su esfuerzo centramiento consciente en la
estimulación de su zona clitoridiana, por contacto con la zona púbica del hombre. La
mujer se excita a sí misma (igual que el hombre se estimula mediante el roce del pene o
cuando se masturba).
Hay tres maneras (y cuidado con sentirse presionada):

1. La mujer arriba. Le da libertad de movimiento para buscar su propia satisfacción.


Le permite ajustar el grado de penetración, de manera que su zona púbica entre en
contacto con el hueso púbico de su pareja. Puede verse en Pompeya.

2. La mujer boca abajo, sobre su propio estómago. A algunas, estar sobre el estómago
les ofrece más estimulación. En la cama boca abajo, con el hombre detrás, le permite
frotarse en la cama o las sábanas, con el placer añadido del cuerpo de su pareja
encima suyo. (La mayoría de mamíferos practican el sexo en esta posición y sólo los
humanos lo hacen cara a cara). Depende a menudo de si la posición de las piernas le
satisface. Si necesita mantener sus piernas juntas, o las rodillas dobladas, o tumbarse
boca abajo influirá en que encuentre más atractiva una postura u otra.

3. Frotación conjunta del pubis y del Monte de Venus. Parecida a la mujer encima,
aunque puede producirse en cualquier posición. Es fricción por frotación. Frotar implica
una penetración total, con pequeños empujones como de estocada, con uno de los
dos moviéndose en orientación circular de manera que las dos zonas genitales entren
en contacto, se rocen y se procuren masajes mutuos, especialmente en la zona de los
labios y vulva de la mujer. Algo suave, casi sin empujones, juntos los dos en una
profunda penetración. La mujer requiere una estimulación continua para obtener el
orgasmo; a diferencia de la estimulación discontinua, correcta para el masculino. Es
una de las diferencias básicas entre la fisiología sexual femenina y masculina. Según la
descripción de M. J. Sherfey en un libro que es ya todo un clásico, "una característica
universal del ciclo de respuesta en la mujer es la necesidad de una estimulación
continua. Si la estimulación se detiene, aunque sea a mitad de orgasmo, el orgasmo se
para".
La mujer debe, de forma consciente, intentar aplicar las técnicas de masturbación al acto
sexual, o experimentar hasta descubrir qué le puede funcionar para obtener una
estimulación clitoridiana.

SHERE HITE

hite2000@hotmail.com

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