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ISEGORÍA.

Revista de Filosofía Moral y Política


N.º 54, enero-junio, 2016, 289-305 ISSN: 1130-2097
doi: 10.3989/isegoria.2016.054.13

¿Son las mujeres más sensibles a los derechos


de los animales? Sobre los vínculos
entre el animalismo y el feminismo
Are Women More Sensitive to Animal Rights? About the
Links between Animal Advocacy Movement and Feminism

Isabel Balza y Francisco Garrido


Universidad de Jaén

Resumen. En este trabajo se analizan, por una Abstract. In this paper we will present on
parte, los datos sobre la presencia de las mu- the one hand, the data about women’s presen-
jeres en los movimientos de derechos de los ce in animal rights movements in Spain; on
animales en el estado español; por otro lado, the other hand, we will try to find explanatory
tratamos de encontrar marcos explicativos frameworks that clarify which are the link
que aclaren cuál es el vínculo que conecta la that connects feminist sensibility to animal
sensibilidad feminista con la sensibilidad ani- rights sensibility. We have made a survey on
malista. Hemos realizado un sondeo sobre el the percentage of women in the membership
porcentaje de mujeres entre los miembros de of the most important animal rights defense
las organizaciones animalistas más importan- organizations in Spain and, with these results,
tes de España y, con estos resultados, hemos we have made a review of different theoreti-
hecho una revisión de los diferentes marcos cal frameworks which can explain this signi-
teóricos que pueden explicar esta significati- ficant gender orientation in animal welfare
va orientación de género en la defensa del defense. Finally, we claim that there is a bond
bienestar animal. Por último, defendemos que between patriarchal ideology and ecological
hay un vínculo entre la ideología patriarcal y exploitation, in the sense that both share do-
la explotación ecológica, en tanto que ambos mination and gender oppression. In this sen-
comparten la dominación y la opresión de se, the sensitivity to animal rights mobilizes
género. En este sentido, la sensibilidad ani- moral feelings of fraternity with nature.
malista movilizaría sentimientos morales de
fraternidad con la naturaleza.

Palabras clave: Animalismo; Feminismo; Éti- Key words: Animal Rights; Feminism; Ethics
ca del cuidado; Ecofeminismo. of Care; Ecofeminism.

[Recibido: enero 2015 / Aceptado: abril 2016] 289


Isabel Balza y Francisco Garrido

1. Introducción Sobre la base de los datos resultantes


hemos llevado a cabo una revisión de los
En este trabajo tratamos de responder a la distintos marcos teóricos que podrían
pregunta que da título a este artículo des- explicar esta significativa orientación de
de dos abordajes distintos: por un lado, género en la defensa del animalismo. En
desde un enfoque empírico, analizando primer lugar, realizamos un repaso histó-
los datos sobre la presencia de mujeres, rico sobre los fuertes lazos existentes en-
dentro del Estado español, en el movi- tre el movimiento sufragista y las prime-
miento animalista de protección de dere- ras organizaciones animalistas, así como
chos y del bienestar animal. Y por otro de la masiva presencia de mujeres en la
lado, desde una perspectiva teórica, tra- fundación de las primeras asociaciones
tando de encontrar marcos explicativos de defensa animal.
que den cuenta de cuál es el vínculo que Finalmente, sostenemos desde una
conecta la sensibilidad feminista con la perspectiva ecofeminista que esta espe-
sensibilidad animalista. cial sensibilidad animalista va asociada
Esta investigación surge a partir de una al vínculo inexorable que existe entre pa-
intuición empírica basada en la experiencia triarcado (en tanto que dominación y ex-
del animalismo español: la presencia muy plotación de género) y explotación ecoló-
mayoritaria de mujeres en las asociaciones, gica, en aquella franja (los animales) que
plataformas, iniciativas y movimientos de está más cerca evolutivamente de nuestra
defensa de los derechos de los animales1. sensibilidad y sistema de comunicación
Para confirmar empíricamente esta intui- humano. De esta manera, la orientación de
ción, hemos realizado un sondeo sobre el género del animalismo nos vendría a mos-
porcentaje de mujeres en los listados de trar cómo el animalismo es la forma más
asociados y asociadas de las principales or- poderosa de movilización de sentimientos
ganizaciones animalistas españolas o con morales de fraternidad con la naturaleza.
fuerte presencia en nuestro país. Estos da-
2. Hipótesis y metodología
tos los hemos contrastado con los porcenta-
jes de participación en ONG de las mujeres Nuestra investigación se fundamenta en
españolas. Dichos datos están disponibles dos intuiciones primeras que funcionan
en las ya abundantes investigaciones publi- a modo de hipótesis de trabajo. Por un
cadas sobre la presencia de mujeres en el lado, una intuición observacional que po-
mundo asociativo y de las ONG. Dejamos demos enunciar de la siguiente manera:
abierta para investigaciones posteriores la “Las mujeres participan en un grado su-
cuestión de si la sensibilidad animalista de perior a los hombres en las organizacio-
las mujeres es predicable de todas indepen- nes animalistas del Estado español”. Esta
dientemente de su condición feminista, o hipótesis se genera a partir de nuestra ex-
lo es especialmente de aquellas mujeres periencia, en la que hemos podido obser-
que, de una forma u otra, están en combate var la masiva presencia de mujeres en los
contra el patriarcado. movimientos de defensa de los animales.

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Ello hizo que nos preguntáramos por las con otros estudios y metaestudios sobre
razones que pudieran explicar tal dato voluntariado y género en España. Así, son
empírico y, al mismo tiempo, nos hizo tres los ejes en los que hemos fijado nues-
plantearnos una segunda cuestión, en este tra observación: el ecologismo, el cuidado
caso, una intuición teórica que enuncia- de los otros y el género. Todo ello para
mos como sigue: “Las mujeres son más ver y explicar el modo en el que se cru-
sensibles a los derechos de los animales”. zan e interrelacionan estas cuestiones en
Para evaluar la fortaleza y razón de la práctica (y en la teoría).
tales intuiciones hemos medido un indi- Así, y tras disponer de la información
cador de corte claramente cuantitativo, referida, podemos formular como sigue la
como es la división de género que presenta hipótesis primaria que habrá de ser con-
el voluntariado de las ONG’s animalistas trastada: “Si alguien es mujer tiene una
del estado español. Y el modo de acceso probabilidad mayor de pertenecer a una
a tales datos ha sido la utilización del lis- organización animalista que si es hombre”.
tado de las ONG’s animalistas que posee Antes de pasar a revisar los datos obte-
la APDDA2. De tal modo que hemos com- nidos e interpretarlos, detengámonos pri-
probado los datos referentes a 20 ONG’s mero en recordar cuáles son los vínculos
animalistas y proteccionistas de ámbito históricos entre el feminismo y el anima-
internacional, estatal, autonómico y local. lismo.
Nuestro modo de proceder para acceder a
3. Revisión de los lazos entre feminismo
los datos ha sido el de enviar por correo y animalismo
electrónico una carta explicando nuestro
objetivo de investigación, junto con un La defensa de los animales no humanos
cuestionario en el que se preguntaba sobre aparece desde el comienzo en la agen-
los datos de la división de género que pre- da feminista. Como señala Alicia Puleo
sentan los socios y socias voluntarios de la (2011, 359), feministas pioneras como
ONG en cuestión3. Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft
Dado que en el animalismo confluyen condenaban la violencia ejercida sobre los
tanto las cuestiones ecológicas4, como animales. Esta mirada hacia la opresión de
aquellas actividades vinculadas al cui- los otros excluidos –animales no humanos,
dado de los otros, hemos comparado los esclavos y niños-, va a ser una marca que
datos recogidos, por una parte, con los distinga al movimiento feminista5. Vamos
datos referidos a otras ONG’s ecologis- a repasar aquí brevemente algunos modos
tas, como Greenpeace; y, por otra parte, en los que los vínculos entre feminismo y
con otras asociaciones cuyo carácter es animalismo se han dado, así como los ar-
el de la acción social, como es el caso de gumentos teóricos y las consecuencias que
la Cruz Roja. Por último, y dado que la tales alianzas han provocado.
tercera cuestión fundamental en nuestra Son varios los momentos en los que
investigación es la del género, también la intersección entre el feminismo y el
hemos contrastado los datos recopilados animalismo se ha dado históricamente.

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Por una parte, el animalismo aparece vin- cia de todo tipo, incluido el sacrificio de
culado al feminismo en la génesis mis- animales para comida y la institución del
ma del movimiento sufragista en la Gran vegetarianismo (Donovan, 1990, 359).
Bretaña de finales del siglo XIX. Y por Hay una cuestión que queremos des-
otra, el animalismo se vincula al movi- tacar de este primer animalismo feminista
miento ecofeminista ya desde los años 70 que ayuda a comprender las razones del
del siglo XX, sea en sus manifestaciones vínculo entre el feminismo y la lucha an-
del vegetarianismo, como ya en el ecofe- tiviviseccionista. El viviseccionismo es
minismo que se formulará dentro de un comparado por Donovan con la sexología
marco no esencialista. Veamos. de finales del XIX. Esa sería la razón por
la que las mujeres sentirían esta afinidad
3.1. Sufragismo y Antiviviseccionismo
con los animales: por compartir dos mo-
Esta segunda ola del feminismo (según dos de dominación que se caracterizan por
la cronología de los estudios europeos, clasificar a los sujetos (Donovan, 1990,
y primera ola según los estudios nortea- 366). Donovan interpreta el movimiento
mericanos) que es el Sufragismo aparece antiviviseccionista como «una manifesta-
vinculada desde su comienzo con el mo- ción de una resistencia contrahegemónica
vimiento animalista. No se trata sólo de emprendida por las mujeres contra la inva-
que en la fundación de las primeras aso- sión de las nuevas disciplinas8» (Donovan,
ciaciones de defensa animal de finales del 1990, 367). Del mismo modo que la sexo-
siglo XIX hubiera una masiva presencia logía clasifica en especies y subespecies y
de mujeres6, sino que, además, muchas de anatomiza (“entomologiza”, en términos
las mujeres del incipiente movimiento fe- de Foucault) a las mujeres, así se convier-
minista eran animalistas. Este animalismo ten los cuerpos de los animales en máqui-
se traducía en el momento en una lucha nas para la disección. Esta es la razón que
contra la vivisección de animales en la conduce a la médica Elizabeth Blackwell
experimentación científica (Donovan, (1821-1910) a afirmar que la histerecto-
1990). La lista de sufragistas animalis- mía y otras cirugías ginecológicas son
tas es larga7; así, por ejemplo, Donovan una extensión de la vivisección (Donovan,
destaca que Margaret Fuller, Emma Gold- 1990, 367). Aquí también debemos men-
man y Charlotte Perkins Gilman articulan cionar el vínculo entre la vivisección y la
una crítica del individualismo atómico y pornografía sadomasoquista, en el sentido
del racionalismo en la tradición liberal. en que hay obras pornográficas de finales
Frente a ello proponen una visión que en- del XIX que incluyen escenas de vivisec-
fatiza la colectividad, la vinculación afec- ción (Donovan, 1990, 369).
tiva y un concepto orgánico de la vida. Pero también encontramos otro argu-
Para Fuller la liberación de la mujer y su mento que explica la lucha que emprenden
integración en el ámbito público tendría las mujeres contra la opresión, bien sea la
como efecto una feminización de la cul- sufrida por las mujeres o bien sea la sufri-
tura, lo que supondría el fin de la violen- da por los animales. En este caso, se trata

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de la idea defendida por algunas sufragis- Feminist-Vegetarian Critical Theory, pu-


tas (y extendida a parte del movimiento blicado en 1990.
feminista posterior) de la presencia de una La defensa del vegetarianismo de
mayor sensibilidad moral en las mujeres. Adams se inscribe dentro de lo que se ha
Así, por ejemplo, la feminista sufragista venido en llamar feminismo cultural (o
Frances Power Cobbe (1882-1904) de- feminismo de la diferencia en Europa).
fiende la superioridad moral de las muje- Esta corriente teórica del feminismo sur-
res (González y Rodríguez, 2008, 87-8). ge a finales de la década de los años 70,
Esta idea está implícita en muchas sufra- como una corriente radical y crítica con
gistas que creen tener el deber de acometer el feminismo liberal, inscrita dentro de la
la reforma moral de la sociedad. segunda ola del feminismo (o según la ge-
En definitiva, lo que estas primeras nealogía europea, tercera ola). Lo que el
feministas sufragistas y animalistas mues- feminismo cultural va a defender es que
tran en sus luchas vinculadas es el necesa- la dominación de la naturaleza es carac-
rio lazo que aúna los modos de domina- terística de Occidente y de la psicología
ción y opresión, ya se den éstos en forma masculina, y es la causa del maltrato ani-
de sexismo, especismo o esclavismo, e mal así como de la explotación de las mu-
incluso explotación y maltrato infantil. Lo jeres y del medio ambiente. Frente a ello,
que las mujeres de finales del siglo XIX se postula un nuevo modo de relación: se
vieron con claridad es que defender los subraya el continuum de la naturaleza,
derechos de un colectivo oprimido, como frente a la discontinuidad entre especies
era el de las mujeres, conllevaba la nece- animales o entre el mundo animal y vege-
sidad de ampliar la reivindicación de esos tal, postura defendida por un pensamien-
derechos a los otros dominados como los to masculino y propiamente occidental.
animales, los esclavos y los niños9. Ahora las formas híbridas son posibles.
En este sentido, Josephine Donovan
3.2. Feminismo cultural y ecofeminismo entiende que la teoría de los animales que
denomina masculina (cuyos máximos ex-
Un siglo más tarde, a partir de la déca- ponentes serían Peter Singer y Tom Regan)
da de los años 70 del siglo XX, volve- mantiene la jerarquía entre ámbitos natura-
mos a encontrar una nueva alianza entre les y entre especies. En su artículo de 1990,
el feminismo y el animalismo. Esta vez «Animal Rights and Feminist Theory»,
la defensa de los animales parte desde critica el animalismo fundamentado en
el ecofeminismo, ya sea en su vertiente el utilitarismo (Singer) y en los derechos
vegetariana más radical o en su última naturales o kantismo (Regan). Entiende
versión, crítica con el esencialismo del que es masculino y que se fundamenta en
feminismo cultural. La representante y las dicotomías que desde el feminismo se
primera teórica del feminismo vegeta- pretenden evitar o trascender (humano/
riano animalista es Carol Adams, con animal, razón/emoción), y es expresión por
su libro The Sexual Politics of Meat: A ello de un modelo científico matemático

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propio de la Ilustración, que se caracteri- getarianismo, ahondando en las ideas que


za por suprimir el conocimiento basado en el feminismo cultural plantea. Para Adams,
las emociones (Donovan, 1990, 365). Esta la dominación extrema de una sociedad pa-
denominada psicología de la dominación, triarcal hace que los animales (al igual que
propia de un modelo de pensamiento mas- las mujeres) sean considerados como mera
culino y matemático, se caracteriza para carne y productos de consumo. Su compa-
Donovan por desechar lo anómalo, siendo ración entre el consumo de carne animal y
que lo anómalo incluye a los animales y a la pornografía insiste en esta idea de una
las mujeres (Donovan, 1990, 362). El para- dominación y opresión compartida entre
digma newtoniano/cartesiano es el ejemplo mujeres y animales no humanos. Como
de modelo masculino que impone la ima- consecuencia de ello, Adams defiende la
gen de la máquina no sentiente para toda obligación moral del vegetarianismo, lo que
la realidad, como Descartes hace con los ha sido denominado por Plumwood como
animales. Siendo que la noción de los ani- “vegetarianismo ontológico”. Plumwood
males como seres sin sentimientos o robots critica tal modo de vegetarianismo, pro-
inconscientes legitimará su uso, sin ningún poniendo un “vegetarianismo contextual”,
tipo de control, en la experimentación cien- que vincula la renuncia a comer carne a
tífica. Frente a ello, como veremos, Dono- las condiciones de explotación y maltrato
van defenderá la ética del cuidado como animal de la actual industria de producción
aquélla que recupera los sentimientos o la ganadera (Plumwood, 2004).
emoción para la ética y la más apropiada
para un animalismo feminista. 3.3. Una ética feminista del cuidado para
Las primeras manifestaciones del eco- los animales
feminismo se inscriben dentro de este
feminismo cultural crítico con el pensa- En el artículo de 1990 de Donovan que
miento occidental entendido como mas- ya hemos citado, la autora va a plantear
culino y jerarquizador, y como recuerda la necesidad de una forma de ética que
Carol Adams, defienden la conexión entre dé cuenta de lo silenciado o negado por
la dominación de la mujer y la de la natu- aquello que se critica: ahora es necesaria
raleza, subrayando que los animales son una ética que dé cuenta de la emoción.
parte de esa naturaleza dominada, y que la La ética que Donovan busca para este
condición que ambos, animales y mujeres, animalismo feminista es una “ética de la
comparten es que son seres subordinados y humildad”, que debe caracterizarse por
sujetos a la autoridad y al control de otros ser una actitud que «acepta no sólo el he-
(Adams, 1996, 200). Adams entiende que cho del dolor y la muerte, sino también el
el origen del animalismo en los EE.UU. hecho de lo independiente y lo incontro-
son las comunidades feministas-vegetaria- lable, desarrollando y aumentando exis-
nas (Adams, 1996, 198). De este modo, y tencias separadas de las vidas que parece
en su expresión más radical, Adams postula preservar» (Donovan, 1990, 373). Se tra-
y defiende una versión ecofeminista del ve- ta, en palabras de Donovan, de un “amor

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atento”10, de una ética que se caracteriza de animales vivos para el vestir, los circos,
por su cuidado, por su actitud respetuosa la ganadería industrial, los experimentos
hacia los sujetos. psicológicos y el uso de animales para tes-
En este sentido, Donovan va a reivin- tados de productos de belleza y limpieza.
dicar a Carol Gilligan y su “Ética del cui- Se trata de comenzar una conversación,
dado” (1982) como aquella más apropiada dice, emocional y espiritual con las for-
para el animalismo feminista, ya que es mas de vida no humanas (Donovan, 1990,
una ética “femenina”, que se caracteriza 375). Deane Curtin insiste en la misma
por ser contextual y narrativa, más que posición teórica que Donovan. Y entiende
formal y abstracta. Se contrapone así una la ética del cuidado como una ética ecofe-
“moral de la responsabilidad” (femenina minista (Curtin, 1996, 128), contraponién-
según Gilligan y Donovan), propia del dola también a una ética de los derechos.
animalismo feminista, frente a la “moral Ahora bien, el feminismo cultural de-
de los derechos” (masculina según las au- fiende que el pensamiento relacional de
toras), propia de las propuestas animalistas las mujeres hace que éstas se sientan más
de Singer (2011) y Regan (2006). En este vinculadas con la naturaleza y con otros
sentido, también Deborah Slicer (1996) seres vivos. Además, a partir de los datos
critica el animalismo de Singer y Regan, que hemos obtenido podríamos pensar que
por olvidar la emoción como parte integral el animalismo es más propio de las muje-
del acto moral; y Brian Luke (1995) va a res. Pero ello, no obstante, podría hacernos
reivindicar la necesidad de una ética no caer en un pensamiento esencialista, que es
patriarcal para la liberación animal. precisamente de lo que es acusado el fe-
Esta ética del cuidado que se propone minismo cultural por otros feminismos de
desde el feminismo cultural (Carol Gilli- corte liberal. Se critica el feminismo de la
gan, Sara Ruddick, Estella Lauter, Paula diferencia por peligroso, ya que colocaría
Gunn Allen, Rosemary Radford Ruether a las mujeres de nuevo en una posición de
y Marilyn French) tiene en común lo si- subordinación, propia del reduccionismo
guiente: requiere «un respeto fundamental biológico. Por ello la defensa de los anima-
por las formas de vida no humanas, una les no humanos ha sido vista por algunos
ética que escucha y acepta la diversidad feminismos como arriesgada e inapropia-
de las voces del entorno y la validez de da (González y Rodríguez, 2008, 99). Esta
sus realidades» (Donovan, 1990, 374) 11. crítica trataría de establecer nuevas dicoto-
Frente a la imprecisión de su propues- mías que coloquen a la mujer del lado de lo
ta, Donovan argumenta que su propósito “humano”, frente a lo natural-animal.
es el de indicar caminos en los que nuestro La propia Donovan revisa su postura
pensamiento sobre las relaciones entre lo de 1990 en un artículo de 2006: aquí el
humano y lo animal pueda ser reorientado. cuidado deja de ser maternal para conver-
No obstante, Donovan tiene claro que esta tirse en la capacidad –propia de hombres
ética feminista y animalista debe rechazar y mujeres- de atender al otro. Incide ahora
el consumo de carne, la caza, el asesinato en el aspecto relacional de la ética y en la

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emoción, no exclusiva de las mujeres: es- 4. Resultados iniciales


tamos ante una escucha emocional. Por lo
que ya la ética del cuidado no se cataloga De las 45 ONG’s contactadas, han respon-
como una ética “femenina”, sino como dido 20 (el 44,44%). Pero estas 20 ONG’s
una ética feminista: es decir, como una son bastante representativas del mundo del
ética que recoge aquellos aspectos que el voluntariado animalista español: más del
feminismo ha reivindicado para las rela- 70% de las asociaciones tienen un carác-
ciones humanas, pero no considerándolos ter voluntario; el 55% son ONG’s estata-
exclusivos de las mujeres, sino atribuibles les y el 45% son locales o autonómicas;
y necesarios para cualquier ser humano. entre ellas hay ONG’s de 8 Comunidades
Del mismo modo, Gilligan revisa algunos Autónomas, incluidas entre éstas las Co-
aspectos de sus propuestas de 1982 sobre munidades que presentan mayor peso de-
la ética del cuidado, insistiendo ahora en mográfico, como son Andalucía, Cataluña
que es una ética feminista, que no feme- y Madrid; el 40% de las entidades son prin-
nina, en tanto que sus valores son demo- cipalmente animalistas y el 60% restantes
cráticos y universales, afirmando cómo son de carácter prioritariamente proteccio-
«en un contexto patriarcal el cuidado es nista13. Aunque entendemos que la muestra
una ética femenina», pero «en un contexto es suficientemente representativa y fiable
democrático, el cuidado es una ética hu- para nuestros propósitos, debe tenerse en
mana» (Gilligan, 2013, 50)12. cuenta el carácter limitado de la misma.

Fuente: propia. Datos de septiembre de 201314

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Como se puede comprobar en el cua- De modo que estos datos nos ofrecen
dro anterior, la distribución del volunta- indicios razonables de que la hipótesis
riado de las organizaciones animalistas primaria que hemos establecido pue-
encuestadas es muy asimétrico a favor de ser apropiada, y podemos formularla
de la mujeres; el 77,68% de las/os volun- como sigue: “Alguien que es mujer tiene
tarias/os de las ONG’s españolas anima- una probabilidad 3-4 veces mayor de ser
listas y/o proteccionistas consultadas son voluntaria/o de una ONG animalista que si
mujeres y sólo el 21,77% son hombres. es hombre”. Y lo que es muy importante:
no estamos ante una correlación espuria,
ONG Animalistas
sino ante una correlación vigorosa que re-
quiere de una explicación teórica que esta-
blezca una relación funcional entre género
y animalismo.

5. El género de las ONG

Para poder entender la singularidad del


caso de las asociaciones animalistas en
cuanto a la mayor presencia de mujeres
Fuente: Elaboración propia. entre sus miembros, debemos plantear-
Estos datos concuerdan con otras nos una serie de cuestiones que nos per-
fuentes provenientes de otros estudios so- mitan comparar el caso del animalismo
ciológicos, donde las mujeres muestran un con los datos que presentan otras ONG.
nivel de sensibilidad mucho mayor hacia Así, hemos analizado si la correlación
el sufrimiento y el maltrato animal, como que se da entre género y animalismo se
se ve en el bajo interés que presentan, en repite en otras ONG y, en el caso de que
especial las mujeres más jóvenes, hacia las el sesgo de género fuera evidente, hemos
corridas de toros. comprobado si son las mujeres las que

Interés por las corridas de toros Mujeres menores de 24 años

Fuente: Investiga, 200815 Fuente: Investiga, 2008

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tienen más peso en las asociaciones de Mujeres menores de 24 años


carácter voluntario, tal y como ocurre en
los grupos animalistas.
Nos hemos fijado en aquellas ONG
que presentan algún rasgo en común con
las de carácter animalista. Así, nos hemos
dirigido a buscar datos de las asociacio-
nes vinculadas por su temática con el
animalismo, como son las asociaciones
ecologistas o las de acción social, en tan-
to que son dos caracteres que definen el Fuente: Greenpeace España. Datos de septiembre
de 2013
animalismo.
Efectivamente, una primera aproxi- Estos datos coinciden también con
mación nos permitiría englobar al ani- el nivel medio de sensibilidad hacia los
malismo dentro del mismo campo se- problemas ambientales que muestran los
mántico del naturalismo ecologista. Aun hombres y mujeres. Como se ve, y en lo
cuando existen posiciones críticas dentro tocante al género, los resultados son bas-
del animalismo con esta asociación con tante parejos, con una moderada inclina-
el ecologismo, aceptaremos que existe ción hacia los hombres, tal como refleja
cierto aire de familia común. Así, hemos este gráfico extraído de los datos del Ba-
formulado la siguiente pregunta de in- rómetro del CIS del 2005.
vestigación: “¿En las ONG ecologistas Interés con el que sigue las noticias
se repite, aunque sea tendencialmente, relacionadas con los problemas del me-
esta excepcionalidad de género del ani- dio ambiente
malismo?”
Para comprobarlo hemos mirado los
datos de una de las ONG ecologistas con
mayor número de voluntarios como es
Greenpeace16. Y nos hemos encontrado
con que el número de voluntarios y vo-
luntarias de Greenpeace en España se di-
vide de la siguiente manera: un 45,83%
son mujeres, un 52,60% son hombres y
Fuente: Encuesta del CIS 2590, 2005
un 1,27% de género desconocido. Con
lo que podemos concluir que no sólo no En las encuestas del CIS sobre medio
se repite la excepcionalidad de género en ambiente, vemos que el interés por el mis-
las ONG ecologistas, sino que además las mo presenta en los datos una correlación de
mujeres son aquí minoría, aunque tengan género similar, tal y como nos hemos en-
un peso relevante. contrado en los datos sobre la participación
de voluntarios y voluntarias en Greenpeace.

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¿Cree usted que al problema del calen- 6. Primeras conclusiones


tamiento del planeta se le está dando…?
La presencia de las mujeres en las ONG
animalistas es muy mayoritaria en unos
porcentajes que no tienen parangón con
ningún otro ámbito del voluntariado y, en
este sentido, constituye un correlato ex-
cepcional.
Esta correlación tan fuerte entre gé-
nero y voluntariado animalista no tiene
equivalente en ningún otro tipo de ONG
Fuente: Barómetro. CIS 2682. 2007 asimilable, como son las de carácter eco-
logista o de acción social.
El otro tipo de ONG en el que hemos
Las ONG de acción social sí compar-
recabado los datos del sesgo de género en-
ten la tendencia de las ONG animalistas,
tre sus voluntarios y voluntarias es aquel
con un peso mayoritario de mujeres, no
cuyo objetivo es el de la acción social. En
este caso, sus datos nos parecen pertinen- así las ONG ecologistas donde el peso de
tes para realizar una comparación con los las mujeres es minoritario18.
datos de los grupos animalistas porque las Estos datos podrían hacer pensar que
ONG de acción social dedican su activi- las ONG animalistas comparten con las
dad de voluntariado a la ayuda, al cuidado ecologistas gran parte de la temática ob-
o al apoyo de personas y colectivos con jeto (solidaridad interespecífica y obli-
algún tipo de desventaja. Y, en este sen- gaciones extraespecíficas), pero no las
tido, las ONG de acción social están más formas de acción, orientación y motiva-
orientadas a la ética del cuidado que a la ción (ética del cuidado) de las conductas;
de los derechos, del mismo modo que lo mientras que, por el contrario, comparten
están las asociaciones animalistas. las formas de acción, orientación y moti-
¿Qué porcentaje de mujeres y hom- vación de las conductas con las ONG de
bres hay en las ONG de acción social? acción social, pero no su temática objeto.
Tenemos los datos de la Cruz Roja es- A pesar de la excepcional correlación
pañola17, de marcado carácter de acción de género en el voluntariado animalista,
social, que quizá sea el colectivo de vo- lo cierto es que el número de mujeres
luntarios y voluntarias más importante españolas que participan activamente
por su número y antigüedad que hay en o simpatizan con la causa animalista es
España. Pues bien, el 51% del volunta- muy bajo en comparación con las que
riado son mujeres y el 49% son hombres. participan en el voluntariado de ONG de
Con lo cual vemos que hay una simetría acción social e incluso ecologistas.
casi perfecta entre este porcentaje y la Además, la distribución de género es
distribución porcentual por géneros que homogénea en las ONG de acción social,
se da en la sociedad española. con tendencia hacia un mayor peso de las

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mujeres; mientras que en las ONG ecolo- los datos: un 77,68% de las/os volunta-
gistas se da la tendencia inversa, con un rias/os de las ONG españolas animalistas
mayor peso de los hombres, pero esto se consultadas son mujeres y el 21,77% res-
rompe en las ONG animalistas. tante son hombres. Estas son, pues, nues-
Señalar, por último, que quizás la tras hipótesis:
pregunta no sea por qué participan tantas En primer lugar, y como primera hi-
mujeres en las ONG animalistas, sino por pótesis, observamos que, ya desde su co-
qué participan tan pocos hombres. mienzo, en el movimiento animalista se
aúnan tres tendencias de las mujeres:
Mujeres Hombres a) La reivindicación de la ampliación
ONG
de los derechos a todas y todos las
Animalistas
74.76% 24.83% dominadas y dominados por el hete-
ropatriarcado, lo que podría señalarse
ONG
45.83% 52.90% como esa “pasión igualitaria” del su-
Ecologistas
fragismo; característica, por su parte,
ONG
51% 49% del feminismo de la igualdad o liberal.
Cruz Roja b)  El animal es contemplado como el
ONG representante directo con vínculos
Acción 56.40% 43.60% emocionales más cercano dentro de
Social la naturaleza. En este sentido, se pos-
Fuente: Elaboración propia tula que las mujeres tendrían menos
fracturada la unidad primordial entre
naturaleza y sociedad, o entre cogni-
ción y emoción; tesis defendida por el
feminismo cultural norteamericano y
por los primeros ecofeminismos.
c) El animal se define como sujeto y ob-
jeto dentro del universo de la ética del
cuidado y de la compasión; ética que
también se postula como la más perti-
nente para el feminismo, según el fe-
minismo cultural y/o de la diferencia.
Fuente: Elaboración propia En segundo lugar, y como segunda hi-
pótesis, planteamos que el animal ha sido
7. Hipótesis explicativas percibido por parte de las mujeres como,
lo que podríamos llamar, compañero de
Hemos formulado tres hipótesis que ex- la celda doméstica. Teniendo en cuenta lo
pliquen por qué dentro de las agrupacio- afirmado más arriba, en cuanto a los mo-
nes animalistas se da este mayor peso de dos de opresión heteropatriarcal compar-
la presencia de las mujeres; recordemos tidos por animales no humanos y mujeres,

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¿Son las mujeres más sensibles a los derechos de los animales? Sobre los vínculos entre el animalismo...

se habría dado una especie de alianza en mación o el territorio. Por otra parte, la
la dominación, contemplando las mujeres distinción entre ONG animalista y ONG
a los animales no humanos y, en concreto, proteccionista no está suficientemente
a los animales domésticos, como aliados discriminada. Además, no hemos intro-
y compañeros dentro de la estructura de ducido datos globales demográficos so-
dominación heteropatriarcal. bre la opinión de mujeres y hombres ante
Por último, y como tercera hipótesis el maltrato animal y los derechos de los
explicativa, entendemos que el modelo animales, ni tenemos datos sobre la ma-
masculino de socialización (muy logo- yor o menor empatía de hombres y muje-
céntrico y raciocéntrico) mantiene un res ante el sufrimiento animal.
fuerte bloqueo a la empatía interespecí- Por ello, nos planteamos realizar nue-
fica. Ello no significa que los hombres vos protocolos que continúen con esta
no puedan participar de esta empatía investigación, que incluirían las siguien-
hacia los animales no humanos, pues no tes acciones: realizar una encuesta con
se trata de una hipótesis que defienda el muestreo aleatorio entre voluntarias de
esencialismo de los comportamientos ONG animalistas sobre conductas, opi-
de los hombres y de las mujeres. Lo que niones y actitudes donde queden refleja-
defendemos es que culturalmente son las das las variables demográficas aludidas;
mujeres en su mayoría las que han desa- diferenciar entre ONG animalistas y pro-
rrollado la empatía hacia los animales no teccionistas; analizar estudios de opinión
humanos y, en consecuencia, los modelos genéricos sobre maltrato animal, ecolo-
educativos han asimilado esos hábitos a gía o derechos sociales en función del gé-
lo femenino, con lo que el acceso a tales nero; realizar un estudio cualitativo con
hábitos ha sido vedado o dificultado para historias de vida y entrevistas semiestruc-
los hombres. turadas con voluntarias de ONG anima-
listas sobre la cuestión feminista; y dise-
8. Lagunas y deficiencias del programa
de investigación y nuevos protocolos ñar un ensayo experimental donde medir
la mayor o menor empatía de hombres y
Los resultados que hemos obtenido en mujeres ante el sufrimiento animal.
esta investigación son alentadores en el Para acabar, queremos esbozar una de
sentido en que corroboran nuestra pri- las preguntas que nos hemos planteado
mera hipótesis nacida de la intuición; a a lo largo de este trabajo y que dejamos
saber: “Las mujeres son más sensibles a para una futura investigación: ¿La mo-
los derechos de los animales”, al mismo vilización animalista es intrínsecamente
tiempo que hemos formulado argumen- feminista?
tos que, desde la teoría feminista y desde Efectivamente, sabemos que son las
el ecologismo, dan cuenta de ello. mujeres las que copan los movimientos
No obstante, el estudio carece de animalistas, pero no hemos podido esta-
datos sobre componentes demográficos blecer una relación directa entre la par-
relevantes como la clase, la edad, la for- ticipación en las ONG animalistas y la

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conciencia y/o militancia feminista de ven formas muy diversas de entender la


estas mujeres. La cuestión que debemos participación y donde muchas mujeres
plantearnos es pensar si el animalismo es participan políticamente sin tener ne-
intrínsecamente una cuestión de género o cesariamente una experiencia previa de
no. En principio no lo es, pero, de hecho, socialización militante” (Alfama i Gui-
hay muchas más mujeres en los movi- llén, 2009, 128). Si bien la influencia del
mientos animalistas, tanto en el Estado género en la emergencia y desarrollo de
español, como en los Estados Unidos todo movimiento social ya ha sido es-
(Einwohner, 1999). tudiada y no puede ser negada (Taylor,
En este sentido, en uno de los pocos 1999), en nuestro caso se trataría de ana-
estudios que hay sobre este tema en el lizar cómo puede surgir un compromiso
Estado español, Del Valle Moreno, anali- feminista a partir de otros compromisos
zando el caso del movimiento animalista políticos en principio alejados de las lu-
en Galicia, concluye que la conciencia- chas del feminismo.
ción de la explotación animal por parte El animalismo es el espacio de acción
de las mujeres del movimiento animalista política donde más confluyen el ecolo-
no conlleva la conciencia de la explota- gismo y el feminismo o, dicho de otra
ción de género (Del Valle Moreno, 2004, manera, el ecologismo feminista se da,
299). Es decir, la autora concluye que hay mayoritariamente, vinculado a su versión
una falta de conciencia feminista entre animalista. O al menos surge de ahí, tal y
los miembros del Movimiento animalista como hemos visto en el caso de los Es-
en Galicia. Por ello, habría que estudiar si tados Unidos. Así que podríamos pensar
esta falta de conciencia feminista por par- que el animalismo debería ser un buen
te de las mujeres pertenecientes a los mo- lugar activista para que la conciencia fe-
vimientos animalistas se repite en otras minista emergiera.
asociaciones de defensa de los animales Otra cuestión sería la de pensar si
no humanos. el animalismo debe formar parte de la
agenda feminista: una vez superado el
9. Coda: ¿Debe el animalismo formar
parte de la agenda feminista? miedo de ciertos feminismos liberales a
que las mujeres queden encasilladas o
¿Puede el movimiento animalista ser un biologizadas/esencializadas en su rol de
lugar primero de concienciación política cuidadoras, el feminismo contemporá-
que conecte a las mujeres (no feministas) neo entiende que tanto el cuidado como
con la conciencia feminista? Y aquí sería la compasión no son exclusivos de las
pertinente plantearse cómo movilizacio- mujeres, sino otros modos de relación
nes no feministas, que se conectan con que deben ser compartidos y adopta-
roles y responsabilidades tradicionales dos por cualquier ser humano. Y aquí
de las mujeres (el cuidado o los anima- la cuestión animalista es prioritaria.
les, por ejemplo) “son con frecuencia Queda ello pendiente para un próximo
interesantes laboratorios donde convi- trabajo.

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NOTAS
1
La presencia mayoritaria de mujeres dentro del 8
La traducción del texto de Donovan es nuestra.
movimiento de derechos de los animales la encontra- 9
Aunque no podemos olvidar la existencia de con-
mos también en otros países; así, por ejemplo, el tra- flictos entre los derechos de los animales y los dere-
bajo de Gaarder centrado en los Estados Unidos parte chos de las mujeres. Como señalan González y Rodrí-
asimismo de esta premisa empírica en su análisis (Ga- guez Carreño: “feminismo y antiviviseccionismo no
arder, 2011, 1). fueran siempre fácilmente compatibles, pues, en oca-
2
Asociación Parlamentaria de Derechos de los siones, la defensa de los animales chocaba con reivin-
Animales. Este censo se encuentra en la base de datos dicaciones feministas tan básicas como el acceso de
de la APDDA, y se puede consultar en ésta, aunque las mujeres a una educación superior en igualdad de
no es de dominio público por contener datos privados condiciones que los hombres. Frente a las ideas de
(direcciones, correos electrónicos). Cobbe y las antiviviseccionistas, muchas feministas
3
Agradecemos a la Asociación Parlamentaria de reclamaban el derecho de las mujeres a tener acceso a
Derechos de los Animales y a Anna Puig, su secretaria idénticas oportunidades con los hombres, incluida la
de comunicación, la ayuda que nos han prestado a la misma formación, aunque ello conllevara participar en
hora de obtener esta información. la realización de vivisecciones” (González y Rodrí-
4
Lo que nos hace sostener la convergencia entre guez, 2008, 88).
animalismo y ecologismo no es meramente un simple 10
Citando a Sara Ruddick en «Maternal Thinking»,
análisis conceptual sobre los metadiscursos éticos, 1980.
sino un análisis empírico de las acciones y de los dis- 11
Aunque aquí no podemos entrar en ello, quere-
cursos del activismo animalista y ecologista. Nos ins- mos señalar también el interés de utilizar los conceptos
cribimos, así, en el campo de la ética experimental y de performatividad y agencia analizados por Butler y
sostenemos sobre datos empíricos la tesis de la con- Latour, por la posibilidad que plantean de examinar las
vergencia. prácticas de actores humanos como no humanos y el
5
Incluso Derrida, al criticar la visión que de los modo en que se construyen en su interacción la “hu-
animales se ha articulado en la filosofía, insinúa que manidad” o la “animalidad” (González y Rodríguez,
hay una diferente perspectiva de género sobre los ani- 2008, 102).
males no humanos por parte de filósofos y filósofas, 12
También desde el ecofeminismo, Alicia Puleo
aunque no llega a analizarla: «…todos ésos y no todas reivindica para el animalismo una ética del cuidado,
ésas, porque esta diferencia no es aquí insignificante» pero complementada con una ética de los derechos.
(Derrida, 2008, 29). Resaltando la pertinencia de una ética relacional para
6
Así lo constata Gaarder, citando a Elston: «Wo- el animalismo, no olvida la necesidad de poder esta-
men soon constituted a majority of RSPCA members, blecer reglas que estén más allá del contexto concreto
growing from 50 percent in 1850 to 69 percent in de cada caso, para lo cual deberemos acudir a una
1900» (Gaarder, 2011, 7). ética de los derechos (Puleo, 2011, 376).
7
Sufragistas animalistas eran: Mary Wollstonescra- 13
La diferencia entre organizaciones animalistas y
ft, Harriet Beecher Stowe, Lydia Maria Child, Eliza- proteccionistas es cada vez más difusa pero podemos
beth Blackwell, Elizabeth Stuart Phelps Ward, Susan establecerla en la distinción entre organizaciones rei-
B. Anthony, Victoria Woodhull, Elizabeth Cady Stan- vindicativas dedicadas al reconocimiento y protección
ton, las hermanas Grimké, Lucy Stone, Frances Wi- de derechos de los animales (animalistas) y las orga-
llard, Frances Power Cobbe, Anna Kingford, Caroline nizaciones de acción social que tienen como fin el
Earle White y Agnes Ryan. cuidado y protección práctica de animales concretos

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(proteccionismo). Entre ambos modelos hay zonas de reúne la mayoría de asociados ecologistas del estado
intersección, pues los animalistas suelen tener refugios español. Si tenemos en cuenta que no existen diferen-
y servicios de cuidado y los proteccionistas están tam- cias ideológicas ni programáticas sustantivas entre las
bién implicados en campañas de reivindicación de distintas grandes asociaciones ecologistas del estado
derechos. español (Greenpeace, Ecologistas en Acción, WWF/
14
Con respecto a los datos de ASANDA, que se- España y SEO/BirdLife), tomar como representativa la
ñalan que la pertenencia es de un 71% de mujeres y muestra de los asociados de la ONG con mayor afilia-
un 21% de hombres, queremos señalar que la ausencia ción y mejores datos registrales es altamente confiable.
de adscripción de género del 8% restante es un vacío 17
Información proporcionada por la Cruz Roja
en la información suministrada que responde exclusi- como respuesta a nuestro requerimiento.
vamente a razones técnicas (olvido, no registro, etc.), 18
Dado que sólo ofrecemos datos relativos a Gre-
y que carecemos de datos para poder realizar una in- enpeace, queremos aclarar lo siguiente. Hay dos gran-
terpretación intencional de dicho vacío. des organizaciones ecologistas de ámbito estatal en
15
Dado que la empresa responsable de la encuesta España: Greenpeace y Ecologistas en Acción. Hay
ha cerrado, damos a continuación la ficha técnica del consenso en que Greenpeace es la ONG que tiene un
estudio. Ámbito: Nacional excepto Ceuta, Melilla y las número mayor de socios y socias y una mayor diver-
Islas Canarias. Universo: Población de 15 y más años sidad de extracción social ideológica y territorial.
de edad. Muestra: 1.013 casos. Entrevistas: Personales Sólo analizando los ingresos anuales de ambas orga-
en el hogar del entrevistado. Selección: Aleatoria de nizaciones se demarca claramente la dimensión de
secciones censales para la determinación del hogar y una y otra, habida cuenta de que Greenpeace no pue-
por cuotas de sexo y edad para el entrevistado. Traba- de recibir otros ingresos que los obtenidos por sus
jo de campo: Del 1 al 23 de Agosto de 2008. Margen asociados. Greenpeace ofrece datos precisos y riguro-
de error: ±3,14% para p=q=0,5 y un nivel de confian- sos sobre sus afiliados y afiliadas, cosa esta que no
za del 95,5% para datos globales. Instituto responsa- ocurre con Ecologistas en Acción, en el momento de
ble: IG-INVESTIGA, S.A. la consulta para este estudio. El tamaño de la muestra
16
Información proporcionada por Greenpeace como que representa la totalidad de la afiliación de Green-
respuesta a nuestro requerimiento. peace con respeto al total de la población ecologista
Los datos son escasos en cuanto al número de aso- en España satisface con demasía los parámetros de
ciaciones utilizadas, pero no en cuanto al número de significatividad estadística establecidos para que los
asociados, pues Greenpeace es con una diferencia muy datos sean representativos y las conclusiones que se
significativa, posiblemente por encima del 80%, quien extraigan sean muy robustas.

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