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El niño y su arte.

3.7. El niño que nunca habla de sus di-


Índice bujos. . . . . . . . . . . . . . . . . 9
3.8. El niño que habla de cosas que no
se ven en los dibujos. . . . . . . . . 9
3.9. El niño que siempre dibuja lo mismo. 9
3.10. El niño que pinta descuidadamente. 9
I Recomendaciones Generales. 2
1. ¿Por qué es importante la actividad
II Etapas en el dibujo de los
creadora del niño? 2
niños 10
2. ¿De que modo, como adultos, pode- 4. El garabato: entre los 2 y 4 años. 10
mos perturbar los dibujos del niño? 2 4.1. Algunas formas de hacer garabatos. 11
2.1. Libros de colorear siluetas, recor- 4.2. ¿Hasta cuándo puede garabatear el
tes, modelos . . . . . . . . . . . . . 2 niño? . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.2. ¿Es bueno ayudar a los niños en 4.3. Mi hijo nunca ha hecho garabatos. . 12
sus dibujos? . . . . . . . . . . . . . 3 4.4. Materiales y lugar de dibujo ade-
2.3. ¿Conviene corregir las despropor- cuados. . . . . . . . . . . . . . . . 12
ciones de tamaño? . . . . . . . . . 4
2.4. ¿Es bueno elogiar siempre los di- 5. De 4 a 7 años de edad. 12
bujos de los niños? . . . . . . . . . 4 5.1. Actitud de los adultos. . . . . . . . 13
2.5. ¿Es bueno criticar los dibujos de 5.2. El significado de los dibujos. . . . . 14
los niños? . . . . . . . . . . . . . . 5 5.3. Materiales adecuados. . . . . . . . . 14
2.6. ¿Lo que dibuja un niño debe ser
”bonito”? . . . . . . . . . . . . . . 5 6. De 7 a 10 años de edad. 14
2.7. ¿Conviene colgar los dibujos del 6.1. ¿De qué forma dibujan y porqué? . 14
niño en las paredes? . . . . . . . . 6 6.2. Materiales adecuados. . . . . . . . . 17

7. De 10 a 12 años de edad. 17
3. ¿Cómo podemos motivar la creativi-
7.1. Integración Social. . . . . . . . . . 17
dad de los niños? 6
7.2. ¿Cómo son sus dibujos? . . . . . . 18
3.1. ¿Y si un niño dice: ”No puedo di-
7.3. Material adecuado. . . . . . . . . . 18
bujar”? . . . . . . . . . . . . . . . . 6
7.4. El trabajo en grupo. . . . . . . . . 18
3.2. ¿Qué materiales hay que comprar
y dónde se puede dibujar? . . . . . 7 8. De 12 a 14 años de edad. 18
3.3. Mi hijo dibuja muy bien. . . . . . . 8 8.1. Conciencia crı́tica: . . . . . . . . . 18
3.4. El hijo único. . . . . . . . . . . . . 8 8.2. El realismo. . . . . . . . . . . . . . 18
3.5. Varios hermanos. . . . . . . . . . . 8 8.3. El chico que sólo le importa la ex-
3.6. ¿Cuando pueden empezar a dibu- presión. . . . . . . . . . . . . . . . 19
jar los niños? . . . . . . . . . . . . 8 8.4. Material adecuado. . . . . . . . . . 19

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9. Referencias. 19 en el mundo actual: la de ser más sensible a las
necesidades de los demás.
Las tareas artı́sticas en los primeros años de vi-
Parte I da ayuda a que los niños se conviertan en adultos
adaptados, equilibrados, confiados en sus propias
Recomendaciones capacidades, capaces de valerse por sı́ mismo y
ponerse en el lugar de los demás.
Generales.
SECCIÓN 2.
SECCIÓN 1.
¿De que modo, como adul-
¿Por qué es importante la
tos, podemos perturbar los
actividad creadora del niño?
dibujos del niño?
Cuando un niño pinta, dibuja, modela o juega,
. . . , siempre comienza pensando ”en algo” que a La mayor contribución que podemos hacer en
nosotros nos puede parecer insignificante. Sin em- casa es no interferir en el crecimiento natural del
bargo para el niño eso siempre significa una con- niño. La mayorı́a de estos se expresan libre y ori-
frontación con su propio yo, con sus experiencias ginalmente cuando los adultos no interfieren. Ello
personales, con sus sentimientos y emociones. El no significa que los padres no deban estar atentos
niño se concentra en una actividad que pone en a la educación de los hijos.
juego su conocimiento de las cosas y su propia y La mayor parte de las interferencias de los pa-
particular relación con estas. dres en el desarrollo natural de sus hijos es por
Las pinturas y dibujos de los niños no son por falta de conocimiento acerca de este desarrollo y
tanto una representación fiel, real y objetiva del de las necesidades que precisan sus hijos. Aun al-
mundo que les rodea. Las pinturas y dibujos de bergando las mejores intenciones en la educación
los niños expresan en cambio la personalidad, las de los niños, se pueden cometer perturbaciones
preferencias y rechazos hacia el mundo que les con graves consecuencias.
rodea. Mediante las pinturas de los niños accede-
mos a su propia intimidad, accedemos a su propia
comprensión del mundo. 2.1. Libros de colorear siluetas, recortes,
Mediante el dibujo libre y creativo, el niño in- modelos
tenta conectar entre sı́ todas sus experiencias,
pensamientos, sentimientos, percepciones, emo- Las libretas y fichas para colorear siluetas son
ciones, . . . El dibujo libre unifica su personalidad. muy comunes y accesibles a los niños, pero su
La actividad creadora también le sirve al niño efecto es de lo más devastador en los niños.
como válvula de escape y liberación de todo lo Cuando un niño se ve obligado a rellenar la si-
que les mortifica, fastidia o no comprenden, cuan- lueta de una perro, por ejemplo, le impedimos en-
do las palabras les resultan inadecuadas o no les frentarse a sus propias relaciones. Sus relaciones
alcanzan. con un perro pueden ser de cariño, odio, miedo,
Si a un niño se le facilita manifestarse libre- amistad,. . . que no dejamos expresar en los libros
mente mediante actividades artı́sticas, entonces de colorear. El perro de Pedrito será el mismo
el niño se vuelve más sensible y comprensivo de que el perro de Maria o de Juan, mediante estas
las cosas que hace y que le rodean. El niño apren- actividades no satisfacemos las diferencias indivi-
de a hacer una de las cosas que más necesitamos duales.

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Aun ası́, a los niños les gusta rellenar siluetas, puede asociar las flores con una bonita de-
igual que les gusta las chucherı́as o los dulces, sin coración hogareña o incluso, puede ser que
embargo no todo lo que les gusta es bueno. Cuan- no le gusten las plantas. Sin embargo, para
do Pedrito rellena el perro, al tiempo se da cuen- la hija puede ser un hecho alegre asociado a
ta que no puede dibujar otro que se le parezca. la sensación de agacharse, al esfuerzo de sus
Cuando más tarde se le pida que dibuje algo, re- brazos y manos en cortar,. . . Madre e hija tie-
cordará las siluetas de colorear y comprendiendo nen relaciones diferentes con las flores.
que no puede competir con aquellos dibujos, con- La ayuda de la madre no hace más sensible
testará: ”Yo no puedo dibujar”. a su hija hacia las flores, ni enriquece su re-
Un niño que se ha acostumbrado a las silue- lación con ellas. Pero Marı́a una vez que ha
tas para rellenar pierde su capacidad creadora su descubierto que su madre le ayudo una vez
capacidad de usar la imaginación, su expresión en solventar el problema de no saber como
se vuelve rı́gida; pierde la capacidad de disfrutar dibujar unas flores, insistirá en otra ocasión
creando libremente sus propias figuras, pierde la distinta que le ayude de nuevo, hasta que
confianza en sus propias capacidades. al fin dependerá, en cuanto a su expresión
Algunos maestros dicen que mediante el uso de artı́stica, de esa ”ayuda”. Aún cuando inter-
estos libros el niño aprende a disciplinarse y man- vengamos en el dibujo de un niño en una pe-
tenerse dentro de un contorno. Pero esto es falso, queña parte, su efecto puede ser importante,
pues está comprobado que si Pedrito dibuja SU esa señal permanecerá como un cuerpo ex-
perro o recorta sus figuras, entonces tiene mayo- traño y actúa como un modelo que la niña
res motivos para mantenerse dentro de sus propios por su edad y desarrollo es incapaz de seguir
contornos pues es un perro con el que ha estable- y mantener en el resto del trabajo. El niño
cido una relación, mientras que el perro del libro pierde su confianza en su imaginación y con-
de colorear le es ajeno y a veces no comprende. cluye: ”Yo no puedo dibujar”.
El deseo de un niño por perfeccionarse y al-
canzar mayor destreza, nace de su propio deseo
de expresarse y no del ejercicio de una disciplina
impuesta.

2.2. ¿Es bueno ayudar a los niños en sus En cambio debemos entender por ”ayudar”
dibujos? al niño el hacerlo más sensible, comprensi-
vo y consciente hacia lo que percibe, entien-
Ayudar a los niños en sus actividades artı́sti- de y siente. Ası́ al decirle: ”Marı́a, ¿cómo te
cas o de ocio se puede entender de dos formas siente cuando coges las flores? ¿Permaneces
diferentes: de pie sin doblarte? ¿Cómo está tu brazo?
¿Cuáles son las flores que prefieres? ¿Cómo
Por ejemplo, Marı́a puede decir: ”Mama, no te parece que huelen? ¿Cómo es el ramo de
sé cómo dibujarme recogiendo flores”. Si la flores que quieres coger? ¿Por qué?” Después
madre muestra a Marı́a ”cómo dibujar”, la de esta ayuda, Marı́a adquiere una mayor
madre impondrá su propia imaginación y auto–conciencia de lo que quiere expresar y la
destrezas de persona adulta a su hija. Mos- vuelve más sensible; el adulto ayuda a que el
trará a Marı́a cómo su madre hubiera reco- propio niño descubra lo que quiere expresar,
gido flores, mientras que la experiencia de la pero nunca impone sus propias sensaciones
niña puede ser completamente diferente. Pa- e ideas de adulto, que para el niño pueden
ra la madre, recoger flores puede ser un hecho ser inalcanzables. Esta ayuda será una bue-
triste que le recuerde a sus seres queridos, o na motivación para su expresión artı́stica.

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2.3. ¿Conviene corregir las despropor- 2.4. ¿Es bueno elogiar siempre los dibu-
ciones de tamaño? jos de los niños?

El niño en su dibujo libre y espontaneo, utili- No todo lo que hace el niño debe ser elogiado.
zará proporciones que a los adultos nos parecerán No hay razón alguna para elogiar sus dibujos si
”equivocadas” o desagradables. El niño puede no se lo merecen.
pintar por ejemplo, una puerta diminuta y en Si Marta sabe que no se concentró y no puso
cambio puede dibujar a continuación una nena ganas en lo que hacı́a y que el dibujo que hizo
enorme. Y nosotros pensamos que estas propor- tiene poco valor para ella. El elogiárselo sólo ser-
ciones no son correctas, que el dibujo del niño no virı́a para destruir su confianza en la sinceridad
es correcto, que es un dibujo imperfecto. Pero lo y honestidad de sus padres y maestros. Cuando
que es incorrecto para los adultos no lo es pa- fuese necesario elogiar su trabajo para afirmar la
ra los niños. Los adultos damos por correcto la confianza del niño en sı́ mismo, la niña ya no nos
apariencia visual, como las cosas nos parecen en creerı́a.
la realidad, las proporciones y el tamaño real de ¿Entonces, cómo podemos evitar elogios en fal-
los objetos es importante para los adultos. Pero so?. Si el niño es extrovertido, su entusiasmo y
para los niños, el tamaño y la apariencia de las emoción nos indicará que su dibujo debe ser elo-
cosas no es tan importante como las relaciones giado:
emocionales que establecen con los objetos. Las
proporciones que utilizan indican el valor que tie- Pedrito – ¡Mamá, Mamá,. . . mira como ladra
nen las cosas para ellos. El pequeño muñeco del este perro!
niño a nosotros nos parecerá diminuto, pero el
niño lo representará a lo grande en sus dibujos, Mamá – (observando el dibujo) ¡Es verdad, Pe-
porque para el es muy valioso. Para el niño en drito, este perro que has dibujado ladra muy
este momento es mucho más importante el cariño fuerte!
que tiene hacia su muñeco que su tamaño real, y
ası́ lo manifestará en sus dibujos. Si el niño es tı́mido y reservado podemos pre-
Entonces, ¿debemos corregir las desproporcio- guntarle acerca de algo concreto de lo pintado, si
nes?. Mientras los niños se muestren satisfechos en verdad lo dicho tiene sentido, comentaremos
realizando sus creaciones artı́sticas, jamás debe- favorablemente su dibujo. Podemos mostrarnos
mos pintar en su trabajo, pues solamente lo- entonces interesados por su dibujo y pedirle más
grarı́amos confundirles. Tan pronto como el niño detalle, para desarrollar su sensibilidad y tenga
descubra por sı́ mismo las relaciones de tamaño y oportunidad para descubrir por sı́ mismo el mun-
ya no esté tan segura de sus propias proporciones, do:
deberá de ser apoyado mediante nuevas experien-
cias que le ayuden a descubrir por sı́ mismo las Mamá – Pedrito, ¿Por qué ladra el perro?
proporciones de tamaño. ¿Está asustado o es que es un perro furioso?
¿A quién ladra?
Marı́a – Mamá, ¿la nena de mi dibujo es dema-
siado grande para entrar por la puerta?
Pero en ningún caso haremos comentarios de este
Mamá – Marı́a, ¿Crees que la nena de tu dibujo tipo:
podrá pasar por la puerta y que si estuviese
dentro de la casa podrı́a mirar por la venta- Mamá – Pedrito, no has dibujado los dientes del
na? perro ¿No puedes dibujar los colmillos del
perro?
Mamá – Marı́a, ¿Nos acercamos a la puesta de
casa y comprobamos como es de grande con Y muchı́simo menos la Mamá deberá dibujar un
los brazos?. . . perro al niño.

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El elogio y el estı́mulo depende de cada niño. distintos. Laura, por la crı́tica inadecuada se frus-
Un niño que cohibido y cerrado que no ha querido trará, pues es incapaz de satisfacer el modelo que
dibujar por tiempo, habrá que elogiarlo al menor le imponen.
intento de expresar su experiencias con dibujos.
Evitese también la crı́tica una vez terminado
Sin embargo, un niño que dibuja libremente, no
el dibujo. La crı́tica más constructiva es la que
necesita muchos elogio, la expresión artı́stica se
puede hacerse durante el proceso de trabajo. Una
ha convertido en una actividad normal y forma
vez que un niño concluye un dibujo, su interés se
parte de su personalidad.
desvanece rápidamente. El niño dibuja no para
producir cuadros, sino para expresarse. El dibujo
libre no se entiende para producir artistas, sino
2.5. ¿Es bueno criticar los dibujos de los que es un medio para crecer como persona. El
niños? poner demasiado interés en el producto final de
sus dibujos carece de sentido.
Una crı́tica indebida o injusta es más perjudi-
cial que un elogio inmerecido. Pero una crı́tica en
el momento oportuno debe ayudar al niño a en-
contrarse a sı́ mismo en sus dibujos.
Si se pregunta, por ejemplo, al niño y este res-
ponde:
2.6. ¿Lo que dibuja un niño debe ser
Mamá – Laura, ¿qué has pintado?. ”bonito”?

Laura – ¡Oh, nada!, No sé.


La palabra ”bonito” o ”agradable” tiene senti-
Y tenemos la impresión que su actitud es de indi- dos diferentes para cada persona.
ferencia o pasiva. O si nos cuenta una larga his-
toria sobre lo que pinta, pero nada de lo que dice Laura, Beatriz o Andresito son niños diferentes
se refleja de alguna manera en su dibujo. Con- y cada uno en sus dibujos manifiesta su mundo
viene preguntarle entonces por los detalles que mediante sus propios medios.
mencionó o aumentar su sensibilidad: Si Andrés es un niño ordenado y limpio, pro-
curará que su dibujo sea organizado y todos sus
Mamá – Laura, has dicho que estabas colum-
elementos estén relacionados. Si Beatriz es una
piándote. ¿Dónde está el columpio? ¿Puedes
niña espontanea, pintará lo que se le ocurra sin
señalármelo?
importarle donde coloca cada elemento. ¿Cuál de
Mamá – ¿Recuerdas cómo el columpio estaba los dos niños es mejor?. Ninguno, los dos son di-
sujeto al árbol? ¿Tus pies tocaban el suelo? ferentes. Puede ser que las pinturas organizadas
¿Fue dificil subir al columpio? sean agradables a los adultos, y si damos impor-
tancia a esto, estamos negando al otro niño el
Pero nunca se criticará la forma cómo el niño derecho a una expresión más espontanea.
ha pintado o dibujado. Esto causará frustración
No impongamos a los niños nuestros conceptos
al niño y perderá la confianza en sı́ mismo. To-
sobre lo ”bonito”, no les digamos que hagan ”di-
do niño tiene libertad para expresarse según su
bujos bonitos”. Si no les decimos nada de esto, a
propio estilo.
los niños jamás se les pasarı́a por la cabeza que
Evitese por tanto buscar la realidad o semejan-
deben hacer un ”dibujo bonito”.
za en los dibujos de los niños: ”Laura, eso que has
dibujado no parece un columpio”. Es lo peor que No sólo nos llenará de satisfacción un niño que
se puede decir a un niño. Si los dibujos de Laura se revela a su manera en sus dibujos, sino que esta
no parecen reales a los ojos de los adultos, si que capacidad creativa es de vital importancia para su
son reales para sus propios ojos. Son dos mundos crecimiento.

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2.7. ¿Conviene colgar los dibujos del rodean en todo momento, no solo cuando pintan.
niño en las paredes? Los sentidos (vista, tacto, gusto,. . . ) no están pa-
ra usarlos, sino para sentirlos y gozarlos. De esta
Repetimos que los niños no dibujan cuadros, forma, ayudamos a los niños a comprender e in-
no están interesados en el resultado final como los terpretar su propio mundo.
pintores y artistas. Ellos disfrutan y gozan mien- Hay adultos insatisfechos que necesitan conti-
tras están dibujando libremente, cuando termi- nuamente estı́mulos porque son incapaces de en-
nan, el dibujo ya ha cumplido su principal función tenderse con sigo mismos, con su imaginación, con
y el niño pierde interés. su mundo. O se ha vuelto insensibles a la riqueza
Al colgar un dibujo de Danielito en su cuar- que los rodea.
to, en una pared, corremos el riesgo de desviar En posteriores secciones, veremos cuales son las
su atención hacia el resultado final. Si mostramos experiencias de las que los niños son capaces de
nuestra preferencia por una pintura en concreto, asimilar según la edad que tengan.
el niño puede querer volver a agradarnos repitien-
do el mismo dibujo o estilo. Danielito se vuelve
crı́tico con sus dibujos y puede perder esponta-
neidad. 3.1. ¿Y si un niño dice: ”No puedo dibu-
Es más, si Virginia, niña cohibida y tensa, des- jar”?
pués de muchas motivaciones y esfuerzos consi-
gue hacer un dibujo libremente, que colgamos en Cuando un niño dice esto, normalmente pensa-
la pared para celebrarlo, podemos contribuir a ge- mos que puede ser una indicación de su falta de
nerarle mayor ansiedad ante el temor de no poder habilidad o destreza para dibujar ”bien” las co-
satisfacer de nuevo a los padres. El buen estı́mulo sas. Pero esto no es ası́, los niños en principio no
consiste en ayudarla a conocer sus propias expe- siguen una norma de lo que debe ser un dibujo.
riencias, no en ensalzar el dibujo en sı́ mismo. Cada niño pinta con su manera y estilo particular.
En resumen, seleccionar dibujos y colgarlos no Si un niño no puede pintar es por que ha perdido
es conveniente. En todo caso, colgar una multitud la confianza en sı́ mismo. Y generalmente se debe
de ellos no seleccionados, no es dañoso. a las siguientes causas:

Causas
1)– Porque los adultos hemos interfe-
SECCIÓN 3. rido directamente o criticado injusta-
mente: ”el hombre que has dibujado no
¿Cómo podemos motivar la parece real, le faltan los pies,. . . ”, o les
creatividad de los niños? hemos enseñado cómo se debe dibujar,
colorear,. . . .
2)– Porque se han acostumbrado a los
Los dibujos infantiles son un documento de su dibujos de colorear, de copia o de perfi-
personalidad. Reflejan si el niño es libre, feliz, sin lar siluetas. Se sienten incapaces de di-
complejos o sin embargo está cohibido y tenso. bujar independientemente algún dibu-
El deseo de un niño por dibujar nace de su im- jo.
pulso por expresarse, por manifestarse. Su mundo 3)– Porque no recuerdan suficientes ca-
se enriquece a través de sus experiencias, de todo racterı́sticas de las cosas que quieren di-
lo que hace y le pasa. bujar.
Los padres, además del amor que sólo ellos pue-
den dar y nada puede reemplazar, tienen como
tarea educativa desarrollar y avivar la sensibili- Soluciones: En la tercera causa pueden darse
dad del niño hacia las cosas y personas que le dos situaciones:

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Situación A Padre, aprende a comprender las necesidades de
los otros. Si al niño le cuesta mucho dibujar libre-
Pablito – No puedo dibujar. mente debido a las dos últimas causas, podemos
actuar como ya se ha indicado de forma gradual
Mama – ¿Pablito, qué es lo que te y pacientemente, probando con otros materiales
gustarı́a dibujar? más adecuados en estos casos como la arcilla o la
plastilina.
Pablito – Oh, no sé. . . cualquier cosa.

Esta situación indica que el niño no tiene expe- 3.2. ¿Qué materiales hay que comprar y
riencias que inspiren sus dibujos. Nosotros pode- dónde se puede dibujar?
mos recordárselas: Debemos facilitar al niño los útiles necesarios
Mama – Pablito, ayer estuvistes ayudando a para poder dibujar y de suficiente calidad. Igual
Papa a cambiar una rueda del coche. que un albañil no puede construir una buena ca-
¿Sacásteis primero los tornillos? ¿Recorda- sa con malas herramientas, un niño no se sen-
mos cómo lo hicı́steis? ¿Qué ruido hacı́an? tirá cómodo con malos materiales.
¿Pesaba mucho la rueda? . . . Ası́, no debemos distraerlos o desviar su aten-
ción con una sobre abundancia de lápices, ceras,
El niño, junto a la madre, empezará a recordar colores,. . . . Si le facilitamos un gran estuche con
cada uno de los pasos que llevó a cabo, e muchos colores, el niño puede no sentir la necesi-
incluso preguntará a la Mamá. dad experimentar y mezclarlos para obtener otros
nuevos.
Pablito – ¿Mama, cómo se llama el aparato pa- Tampoco debemos pedirles que sean excesiva-
ra levantar el coche?. . . mente ”cuidadosos” con sus útiles de dibujo y que
El niño está reviviendo una experiencia concreta, aparezcan siempre como nuevos e intactos. Algu-
ya tiene un tema y comenzará a pintar. nos niños presumen de esto al final del curso. En
consecuencia, el niño tiene miedo a gastar los lápi-
Situación B ces, llegando incluso a dibujar con un trazo débil.
Podemos solucionarlo quebrando sus ceras y
disponiéndolas sobre una bandeja.
Pablito – Mamá, no puedo dibujar a Generalmente, cuando un niño aumenta su con-
Papá cambiando la rueda. centración reduce la cantidad de papeles sobre
los que dibuja, pero no deberı́amos limitarle la
cantidad de papel a su disposición, sólo cuando
En esta situación, el niño quiere pintar algo, pero lo malgasta de forma indiscriminada sin ningún
se muestra incapaz. Nosotros no debemos actuar propósito.
sobre su dibujo, sino sobre su experiencia: No es bueno tampoco dar instrucciones de
Mamá – ¿No puedes dibujar a Papá cambian- cómo se utilizan nuevos materiales, es parte del
do la rueda? ¿Cómo pones las piernas para proceso creativo experimentar desde un principio
cambiar la rueda? ¿Qué herramienta coges con ellos.
con las manos? ¿Haces mucha fuerza con los Más tarde hablaremos de los materiales que son
brazos?. . . más adecuados según la edad. Vaya ahora la si-
guiente lista de posible material:
Actuando ası́, fortalecemos su imaginación, e in- Pintura de dedos.
cluso Madre e hijo pueden actuar como si fue-
ran el Papá cambiando la rueda. De esta forma Lápices, ceras y tizas (gruesas, finas, duras y
el niño también aprende a ponerse en el lugar del blandas).

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Rotuladores. el centro de los padres tanto en sus aciertos, como
en sus errores. Es peligroso prestarle una atención
Acuarelas, pinceles, pintura acrı́lica, tinta. exagerada.
Arcilla y plastilina. En compañı́a de hermanos, los conflictos y ten-
siones que acumula un niño son eliminadas o ex-
Papel de distintos tamaños y colores, cartón, teriorizadas mediante el juego, las discusiones, las
cartulina. peleas, la competición, . . .
Las actividades artı́sticas, si son enfocadas ade-
Cajón de Sastre: tijeras, botones, cordones,
cuadamente, servirán de desahogo y valvula de
maderas, cuerdas, tela, pegatinas, pegamen-
escape a muchas de esas tensiones del hijo úni-
to, piedras, corcho, celofán, porexpan,. . .
co. El arte infantil le sirve para auto–expresarse
En cuanto al lugar donde pueden pintar los niños, y poder encontrar ası́ su equilibrio.
esto supone un problema en los primeros años de En cualquier caso, generalmente a partir de los
la infancia pues el niño da rienda suelta a su im- 9 años, el niño deseará asociarse con otros niños
pulso de garabatear. Si el niño dispone de oportu- y necesitará de esas experiencias.
nidades suficientes para garabatear (papeles, pi-
zarra,. . . ) no tiene porque hacerlo en paredes y
muebles.
3.5. Varios hermanos.
Serı́a estupendo que el niño dispusiese de un
rincón con buena luz, mesa horizontal y sillas de El peligro de esta situación son los celos y ten-
tamaño adecuado, donde pudiese acceder libre- siones entre hermanos, motivados por prestar más
mente al material con sus amigos. atención a uno que a otro.
La solución consiste en eliminar la crı́tica y el
elogio injusto.
3.3. Mi hijo dibuja muy bien. Si un hermano se expresa cómodamente dibu-
jando, pero otro hermano no; los padres pueden
”Mi hijo dibuja muy bien, sabe copiar perfec-
facilitarle otro medio de expresión diferente que
tamente dibujos de libros y tebeos”. Muchos de
le permita expresarse a su modo, por ejemplo,
estos niños que parecen estar bien dotados para
el modelado con plastilina o arcilla. Los padres
el dibujo, se sienten perdidos cuando se les pide
apreciarán igualmente a los dos hermanos.
que dibujen algo original. Estimulando sólo estas
Recordemos que el dibujo permite que todos los
habilidades, corremos el peligro de convertirlo e
hermanos se expresen a su manera. Es tarea de los
un ”pintor adulto” sin frescura, ni originalidad.
padres que los hermanos aprecien estas diferencias
Los niños que tienen la oportunidad de expre-
de expresión, todas ellas válidas.
sarse libremente, son originales, independientes,
creativos, no dudan y expresan con facilidad lo
que quieren manifestar. Y recordemos, que sus
dibujos no tienen por que ser ”bonitos” a los ojos 3.6. ¿Cuando pueden empezar a dibujar
de los adultos. Es conveniente por tanto, conser- los niños?
var este tesoro de frescura infantil más allá de las
destrezas técnicas, que siempre se podrán adquirir Que un niño empiece a dibujar antes o después
posteriormente. no tiene especial importancia, al igual que empie-
ce a hablar unos meses mas tarde o no que otro
niño. Si damos oportunidades y facilitamos ma-
3.4. El hijo único. terial adecuado, el niño comenzará a garabatear.
Nuestra reacción debe ser natural y comprensi-
El problema de tener un solo hijo es que es el va. A partir de entonces, quien dirige la situación
centro de atención durante todo su desarrollo. Es debe ser el niño. Si encuentra estı́mulo en su pro-

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pio trabajo y se muestra satisfecho, no debemos
Veamos el primer caso: Si a Pablito sólo le
forzarlos. interesan los coches por ejemplo, entonces los di-
bujará de muchas formas, colores, tamaño; dibu-
Al igual que en otras actividades (lectura, es-
jará aparcamientos, gasolineras, lavaderos, imi-
critura, cálculo,. . . ), el deseo de realizarlas es el
estı́mulo para llevarlas a término. tará el ruido del motor, querrán que le regalen co-
ches, . . . Debemos alegrarnos entonces que el niño
manifieste curiosidad e interés por algo. Nunca
3.7. El niño que nunca habla de sus di- debemos criticarlo.
bujos. Papá – Pablo, ¡No haces más que dibujar co-
ches! ¡Basta ya de coches!
Ciertos niños tienen una imaginación muy viva
y pasan mucho tiempo ensimismados dibujando, Al contrario, aprovecharemos este interés para
jugando en sus cosas. Si cuando les preguntamos abrirlo gradualmente hacia otros intereses rela-
acerca de sus actividades, nos responde pobre- cionados:
mente. Es muy posible que la causa sea un vo-
cabulario o expresión verbal limitada. Papá – Con un coche se puede ir a muchos si-
Preguntando de forma habitual acerca de sus tios, ¿Cómo serı́a viajar por una montaña?
dibujos y pinturas, acerca de los detalles, estimu- ¿O por el desierto? ¿Qué canciones se pueden
laremos su expresión verbal. cantar en un viaje largo? ¿Y si se estropease
el coche, a quién pedirı́as ayuda? . . .

3.8. El niño que habla de cosas que no Segundo caso: Al igual que un niño que le
se ven en los dibujos. cuesta adaptarse a los cambios o seguir un orden,
responde siempre de una misma forma: pataleta,
Es el caso contrario al anterior. Un niño que no enfado, . . . en sus dibujos también puede repetir
es capaz de dibujar o pintar todo lo que nos cuen- sin variaciones una misma figura. Esta repetición
ta, nos indica que su imaginación no es capaz de rutinaria le da cierta seguridad.
visualizar en dibujos sus palabras. Podemos en- Si por ejemplo, Laura repite sin varaciones di-
tonces interrumpir al niño, preguntarle y pedirle bujos de niñas, podemos introducir gradualmente
que intente pintarlo. alguna variación y romper la monotonı́a:
Si fuera posible, también podemos pedirle que
Papá – [Si a Laura le gustan los vestidos] Laura,
escriba los que nos cuenta. Ası́, el niño podrá con-
el otro dı́a estrenaste vestido nuevo. ¿A cuál
centrarse en lo que quiere dibujar.
de las niñas que has dibujado podrı́amos re-
galarle también un vestido nuevo? ¿Cómo es
el vestido que te gustarı́a regalar? ¿Lo dibu-
3.9. El niño que siempre dibuja lo mis- jas?
mo.
También podemos cambiar a un material dife-
Generalmente estas son las dos causas para que rente como la arcilla o plastilina que permitirá a
el niño siempre dibuje lo mismo y que conviene Laura modelar niñas con mayor flexibilidad y ju-
saber identificar: gar con estos mismos muñecos.
Causas
1)– El niño muestra verdadero interés y
curiosidad hacia una cosa (coches, avio- 3.10. El niño que pinta descuidadamen-
nes, animales, . . . ). te.
2)– Se muestra inflexible y rı́gido pin- Muchas veces los padres desean que los dibujos
tando siempre lo mismo. de los niños sean limpios, esmerados, ordenados.

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Debemos tener cuidado con esta actitud porque El garabato sin control: aproximadamente a
puede limitar la libre expresión de la personalidad los 2 años de edad (no tiene importancia si ocurre
del niño. antes o después), cada vez que un niño toma un
En cualquier caso si notamos que el niño pinta lápiz en sus manos, siente el impulso primario de
sin control, descuidadamente, fuera de los lı́mites, garabatear. Estos movimientos son incontrolados,
. . . estas pueden ser las causas ni si quiera mira donde garabatea. No debemos
Causas interferir en esta etapa. Es el movimiento por el
1)– Fı́sica: el niño no ve bien, o no pue- movimiento.
de coordinar los movimientos. Primero traza lı́neas de barrido incontroladas
2)– No siente deseos de expresarse. moviendo todo el brazo alrededor del hom-
Descartada la primera causa, podemos solucionar bro, o el antebrazo en torno al codo, que a
la segunda haciendo ver al niño que nos gustarı́a menudo salen del papel.
saber más de sus dibujos, que lo que hace tiene
importancia. Si el niño descubre esto, entonces Luego, perfecciona el movimiento anterior
intentará hacerse entender. El deseo de pintar en realizando trazos circulares avanzando y re-
el niño con más cuidado, con más detalle, nace trocediendo el brazo.
de la necesidad de expresarse, de la necesidad de
querer decir algo a sı́ mismo o a los demás. Por último, combina los movimientos ante-
Por tanto, no le pediremos que pinte dentro de riores rotando el puño y la muñeca, produce
los lı́mites, que pinte con más cuidado, tampoco bucles y rizos.
le haremos ver cómo tiene que colorear o dibujar.
Le preguntaremos acerca de lo que quiere pintar El garabato con control: quizás unos seis me-
y motivaremos su interés (véase el apartado 3.1). ses más tarde, el niño dibuja lı́neas y trazos con
control, a voluntad. El niño siente gran satisfac-
ción al descubrir este poder, descubre que es ca-
Parte II paz de guiar su mano con un cierto control y no
hace más que repetir incansablemente sus gara-
Etapas en el dibujo batos.
Lo mejor que podemos hacer es dejar al niño
de los niños con su actividad. No tiene sentido, pedirle al niño
que durante esta etapa dibuje figuras con per-
fección y control. El mismo está aprendiendo a
coordinar su brazo, codo, muñeca, mano y vista.
SECCIÓN 4. Esto no lo podemos hacer nosotros por el. Si le
El garabato: entre los 2 y 4 pedimos que repita un modelo que le damos, se-
guramente será incapaz de satisfacernos, lo cual le
años. causará gran tensión. O dibujará algo que se apro-
xime a nuestro modelo y querrá repetirlo siempre
Durante los primeros años de vida, la expre- para satisfacernos, con lo que estamos perturban-
sión verbal del niño es limitada, su vocabulario do y limitando su capacidad de experimentación.
no es muy amplio. El niño se manifiesta mediante
el llanto, la risa y el movimiento. En los primeros Garabatos con nombre: Un dı́a, Daniel pue-
años aprende a coordinar sus movimientos: levan- de contarnos una historia espontáneamente mien-
ta la cabeza, se da la vuelta en la cuna, se sienta, tras está dibujando garabatos:
anda, come con cuchara, gorjea, . . . . El garabato
será vital para la coordinación de los movimien- Daniel – Esto es un dinosaurio. Tiene la boca y
tos. los dientes muy grandes, es muy fuerte, . . .

10
Nosotros sólo apreciamos garabatos, imposible ası́, es posible que el niño se sienta más cómodo
ver un dinosaurio. Ante esto debemos alegrarnos, haciendo pequeños garabatos en una esquina, lo
porque Daniel nos indica que está preparándo- cual puede significar que esté tan concentrado en
se para pensar en imágenes. De forma primaria lo que dibuja que no atiende el resto de la hoja;
está empezando a relacionar su pensamiento (un o puede significar que se siente todavı́a inseguro
dinosaurio) con una imagen (garabato). Daniel ante un papel en blanco.
está pasando de pensar en los garabatos como mo- En los casos anteriores no podemos obligar a
vimientos de su brazo, a pensar en los garabatos que el niño haga un trazo seguro o un movimien-
como una cosa (dinosaurio, muñeca, caracol, . . . ). to amplio, pero podemos facilitarle papeles de dis-
Todo esto es de vital importancia para su pos- tintos tamaños1 , podemos sugerirle que ”baile” o
terior desarrollo. Nosotros demostraremos aprecio recorra el papel con el lápiz, y podemos permi-
ante este paso y prestaremos verdadera atención tirles que hagan independientemente actividades
a sus historias, siguiéndoles la corriente: para que ganen confianza en ellos mismos.
Papá – ¡Oh, que dinosaurio más fuerte! ¿Cómo
es de fuerte tu dinosaurio, ataca con las El niño que rellena el papel: generalmente
garras o con la cola? ¿Cómo ataca tu dino- los niños ocupan el papel de estas dos formas:
saurio? . . . 1. Comienza a garabatear y continúa inin-
Es importante subrayar que es el niño el que es- terrumpidamente hasta rellenar todo el pa-
pontáneamente nombra sus garabatos. Si el niño pel. Quizás puede ser monótono, pero indica
contesta a preguntas del adulto sobre sus garaba- ciertamente que el niño es perseverante.
tos, puede hacerlo para salir del paso y no porque
2. Comienza a garabatear y percibe que ha ocu-
busca un sı́mbolo para su garabato. Debemos res-
pado un lado sólo del papel. Intenta equili-
petar la libertad del niño en esta etapa y no for-
brar la situación pintando otro garabato en
zarlo a que busque un significado a sus dibujos.
el lado que queda en blanco. Esto indica ya
El garabato cumple la función de equilibrar su
un sentido de la organización estética del es-
personalidad. Hacer garabatos es una vı́a más de
pacio.
desahogo ante multitud de situaciones que le pa-
san al niño y no entiende (un pinchazo del enfer-
mero, un pequeño accidente doméstico, una dis-
cusión, . . . ). 4.2. ¿Hasta cuándo puede garabatear el
niño?

Las etapas en el desarrollo humano son varia-


4.1. Algunas formas de hacer garabatos. bles. Orientativamente el niño comienza a gara-
batear hacia los 2 años de edad. Y a los 3 años
Hay tantas formas de hacer garabatos como
surgen los garabatos con nombre. Entre los 4 y 5
niños diferentes hay. Pero algo podemos decir de
años, el niño deja la etapa del garabato.
los niños observando sus garabatos:
No conviene acelerar al niño para que dibuje
figuras reconocibles, pues podrı́amos en peligro la
Garabatos a sacudidas: Si el trazo del niño se confianza del niño en el control de sus trazos. Los
interrumpe frecuentemente, es poco determinado, niños que prolongan esta etapa hasta los 6 años
o es rı́gido y repetitivo, con sacudidas y saltos en (por dificultades o limitaciones temporales), nor-
sus movimientos, puede esto manifestar falta de malmente alcanzan posteriormente el desarrollo
confianza en el propio trazo.
1
No conviene que el tamaño de los papeles sea excesi-
vamente pequeño, pues los niños al principio no dominan
Garabatos pequeños aun en papeles gran- completamente sus dedos y muñeca; empiezan controlan-
des: Es deseable que el niño se adapte a distin- do el brazo entero, luego articulan el codo,. . . Necesitan
tos tamaños de papel conforme va creciendo. Aún papeles adecuados.

11
normal. Cuando esta etapa del garabato se pro- res para indicar la cabeza y otras lı́neas rectas
longa más allá de los 6 años, hacia los 7 años, y largas para las piernas. El niño ya ha conse-
conviene consultar con el maestro o el psicólogo guido representar una figura con significado. Ha
escolar. abandonado la etapa del garabato. A partir de
entonces se suceden las siguientes etapas:

4.3. Mi hijo nunca ha hecho garabatos. Etapa pre–esquemática (de 4 a 6 años):


Ese cı́rculo cerrado del que salen las extremi-
Puede parecer que un niño se salte esta eta-
dades (llegando a salir muchos más trazos que
pa, comenzando directamente con figuras recono-
extremidades), se irá enriqueciendo poco a poco
cibles. Seguramente, ya haya ensayado el control
con nuevos elementos que irá cambiando. El niño
de sus movimientos en la tierra, arena o el plato
está buscando conscientemente figuras para repre-
de comida.
sentar las cosas o las personas. El ”renacuajo” se
Aún ası́, se aconseja dar la oportunidad al niño
irá transformando en un ”monigote”.
de que practique el control de sus movimientos
Que el niño no dibuje manos, dedos u orejas en
mediante la pintura de dedos, por ejemplo.
sus renacuajos o monigotes, no significa que no
sepa o conozca que son; significa que todavı́a no
son importantes para él en sus dibujos, todavı́a
4.4. Materiales y lugar de dibujo adecua- no los ha asimilado de forma activa como para
dos. representarlos. Con el tiempo lo logrará.
Igualmente, el niño distribuye de forma disper-
Siempre será bueno que el niño experimente
sa las figuras que dibuja en el papel, como si ”flo-
con una gran variedad de materiales pero aquellos
taran”. Todavı́a no aparecen relaciones espaciales:
que le ayuden a controlar su trazo serán los más
igual sitúa una nube y un sol el la parte inferior
adecuados. Las acuarelas, por su facilidad de ex-
del papel, como una casa en la parte superior. Po-
tensión y mezcla, no son las más adecuadas. Las
co a poco irá introduciendo una organización y un
ceras, tizas y lápices gruesos son adecuados. La
orden en sus figuras, colocándolas en serie.
pintura de dedos es adecuada, como ya se dijo;
aunque puede suceder que esto retraiga al niño También se despierta el interés del niño por el
a una etapa ya superada en la que gusta de ju- color, usándolo de acuerdo con sus emociones, la
gar con texturas blandas o sucias (tierra, barro, sensación visual que le producen, por azar, o utili-
alimentos, . . . ), más que utilizarla en el gozo de za el que tiene más cerca. Ası́ puede pintar árboles
controlar sus movimientos . Si esto ocurre, la pin- naranjas, azules, . . . . Mas adelante si no interferi-
tura de dedos no le beneficia. mos, él mismo descubrirá el uso coherente de los
colores.
Véase el apartado 3.2 acerca de la pintura en
paredes. Ası́ mismo, durante esta etapa no elabora cons-
Aunque el niño use los colores por ser llamati- cientemente un plan de trabajo de lo que va a di-
vos, esta etapa está dominada por el movimiento, bujar. Conforme va dibujando decide lo que quie-
no por el color. re pintar.

Inicio del esquematismo (de 6 a 7 años):


Gracias a la madurez alcanzada por la experimen-
SECCIÓN 5. tación durante la etapa anterior, el niño comen-
zará a conquistar una representación gráfica de
De 4 a 7 años de edad. la figura humana y otros objetos que puede repe-
tir, y que para el son totalmente válidos. Consi-
Sobre los 4 o 5 años de edad irán apareciendo gue representarlos gráficamente con los rasgos que
en los garabatos del niño ciertas trazos circula- el considera más importantes (aunque su conoci-

12
miento de las esas mismas cosas sea más extenso como ve. Las emociones son más importantes
que lo que pinta). Elabora ”esquemas” de la per- para él que el tamaño real de las cosas.
sona y las cosas. Estas representaciones son total- Es inadecuado por tanto, corregir al niño en-
mente personales en cada niño. Conforme el niño señándole como debe pintar correctamente el
vaya madurando con nuevas experiencias, irá re- tamaño de las cosas.
flejando estos progresos modificando estas figuras
o ”esquemas”. El color no se corresponde con lo real:
Las figuras van ocupando un orden formando El niño establece también una relación emo-
parte de escenas y paisajes, situándolas entre un cional con el color, no establece una relación
suelo y un cielo. Más tarde introducirá la profun- objetiva. Ası́ por ejemplo, dibuja un cielo
didad y la lejanı́a. amarillo o una cara azul porque le gusta el
Progresivamente va imitando el color real de impacto visual que causa, o porque en ese
las cosas, aunque utilice, por ejemplo, un mismo momento le apetecı́a usar el color azul. Pa-
verde para pintar la hierba o un árbol. ra él todavı́a no es tan importante el color,
También empezará a elaborar un plan previo está ocupado en otras cosas: el trazo de la
de trabajo de lo que quiere pintar. cara o dónde debe colocar el cielo.
Por el mismo razonamiento, no harı́amos
bien en corregir el color de los dibujos, di-
5.1. Actitud de los adultos. ciendo:

Es importante que durante esta etapa los pa- Papá – Eva, el cielo no es amarillo ¿Es que
dres y educadores respeten el ritmo del niño en la no puedes ver que el cielo es azul?
construcción de sus figuras. Es un descubrimiento Y el principal argumento para respetar el ritmo
que debe realizar el niño de forma activa, noso- del niño y no corregirlo es que ası́ le damos la
tros no lo podemos hacer por él. Si forzásemos oportunidad para que él mismo descubra el espa-
este desarrollo, le estarı́amos situando ante situa- cio, el tamaño y el color. Si le damos las cosas con
ciones que no es capaz de asimilar. ”cucharilla”, impediremos que goce descubriendo
En esta etapa el niño está centrado en sı́ mismo, el mundo; lo convertiremos en una persona de-
en su ”yo”, en lo ”mı́o”; y esto se refleja en sus pendiente de los demás, con inseguridades para
dibujos de la siguiente forma: poder crear algo.
Pero si podemos ayudarlo a establecer una re-
Dibuja de forma dispersa: como antes se lación más rica y sensible consigo mismo y con
ha dicho, coloca sus figuras de forma disper- lo que les rodea; relaciones que expresará en sus
sa. Generalmente coloca la figura humana en dibujos cuando las halla asimilado. Los siguien-
el centro y el resto alrededor, no vincula las tes temas serı́an adecuados para motivarlo, por
figuras entre sı́. ejemplo:
Es inútil pedir al niño que dibuje un paisaje
con lejanas montañas y casas, o algo seme- X Mamá y yo X Yo como
jante. X Yo corro X Mi amigo y yo
X Mi familia y yo X Voy con mi amigo a
No respeta las proporciones o el ta- la piscina . . .
maño: Que el niño se dibuje a sı́ mismo abra-
zando a su muñeco con unos enormes brazos Véase además los apartados anteriores 2.2 y 2.3
y manos, no significa que se ha equivocado en y 3.1.
el tamaño, sino que en ese momento sólo es Ası́, si un dı́a llueve o hace tormenta, podemos
importante su preciado muñeco y lo mucho asomarnos a ventana con Eva y comentar como
que le quiere. El niño pinta como siente, no es el cielo; también podemos subir a un mirador y

13
contemplar con ella una puesta de sol; o podemos Pero entre los 7 y los 9 años, llega un momento en
fijarnos en la forma caprichosa y movimiento de que los dibujos de Paloma ya no reflejan cambios.
las nubes. Después de estas observaciones, segura- Paloma siente ahora la necesidad de demostrase
mente que Eva sentirá un mayor deseo de pintar a ası́ misma que las figuras que dibuja (personas,
un cielo distinto. el sol, árboles, nubes, casas, pájaros, la hierba,
flores, montañas, . . . ) no le salen por casualidad.
La forma de asegurarse que ella es capaz de di-
5.2. El significado de los dibujos. bujar estas figuras es mediante la repetición. Ası́,
siempre dibujará los árboles, las casas, las per-
Puesto que el niño en esta etapa está buscan- sonas, . . . , de la misma forma. Estas figuras son
do su forma de representar las cosas y el cuerpo, particulares de Paloma y diferirán de otro niño.
frecuentemente puede pintar figuras que nosotros Solamente cuando Paloma quiera expresar algún
apenas podemos reconocer. O puede ocurrir que detalle o matiz especial, introducirá modificacio-
lo que antes representaba un niño, hoy representa nes a sus dibujos. Si por ejemplo quiere dibujar
un perro. un hombre grande, entonces dibujará dos piernas
No debemos jugar a las adivinanzas intentando largas; otro niño quizás optará por ensanchar la
averiguar que significa un dibujo: cabeza, o hará un cuerpo más grande. Es bueno
decir que no debemos ”corregir” a nuestra con-
Mamá – ¿Quién es Mamá o Papá?
veniencia estos cambios personales, que son tan
A lo mejor el niño ha querido dibujarse a sı́ mis- importantes para cada niño.
mo. Corremos el riesgo de perder la confianza del Según esté afianzada la imaginación, sensibili-
niño. Basta con pedirle que nos cuente él mismo dad y flexibilidad de Paloma por sus experiencias
que está dibujando. Véase los apartados 2.4, 2.5, y motivaciones, ası́ serán de ricos o pobres sus di-
3.7 y 3.8. bujos. Por ello no conviene anticipar esta etapa en
los niños y debemos permitir que sigan su ritmo
y descubrimientos, ayudándolos en cualquier ca-
5.3. Materiales adecuados. so, ampliando su sensibilidad mediante el diálogo,
por ejemplo.
En esta etapa tienen importancia el uso de tem-
peras y pinceles porque puede cubrir ası́ amplias
áreas de color sin dificultad. Con rotuladores y 6.1. ¿De qué forma dibujan y porqué?
lápices finos es más costoso mezclar colores o re-
llenar amplias superficies. Con la arcilla y la plas- Sigue dibujando sin respetar las proporcio-
tilina puede ensayar monigotes de diverso tipo, nes o tamaño: Aunque en esta etapa el niño
en distintas posiciones y situaciones. También es descubre y asimila que forma parte de lo que le
importante el recorte de papeles que pueda situar rodea, su experiencia todavı́a está centrada de for-
y pegar a voluntad en el papel. ma importante en sus sensaciones corporales, en
lo que le rodea a él directamente.
Y una forma de señalar estas relación emocio-
nal tan estrecha es exagerando el tamaño de las
SECCIÓN 6. cosas y ciertas partes de su cuerpo. Seguramente
Paloma se dibujará con una gran mano que sostie-
De 7 a 10 años de edad. ne una flor enorme que regala a su abuela.Como
Paloma no está interesada en cómo quedará su
Afirmación del esquematismo: Conforme dibujo, no le importa en absoluto si el tamaño de
Paloma crece, tiene mayor conciencia de sı́ mis- sus manos se corresponde o no con la realidad, pa-
ma y de su entorno. Sus dibujos también reflejan ra ella lo importante es manifestar lo que quiere
estas relaciones cada vez más ricas con las cosas. a su abuela. El tamaño de su mano es el correcto,

14
pues ası́ entiende que es la mejor forma de decir rior, Paloma percibe que ella está sobre el sue-
que quiere a su abuela. lo, que encima está el cielo y el sol y en medio
No es conveniente perturbar esa emoción tan está el aire. Es una conclusión con mucha lógica
sincera, corrigiendo las proporciones de sus dibu- que reflejará en sus dibujos. Pero Paloma todavı́a
jos, pues para ella no tendrı́a sentido. sigue pensando en relación a su persona: lo que
tiene ”debajo de ella” (suelo), lo que tiene ”en-
Dibuja todo sobre una lı́nea o el borde del cima de ella” (cielo) y lo que tiene ”alrededor de
papel: esta es la forma de expresar que su rela- ella” (aire). Todavı́a no ha descubierto que el cie-
ción con lo que le rodea es más estrecha. Estable- lo se une con la tierra en el horizonte. No piensa
ce vı́nculos entre las figuras que dibuja sea con la todavı́a en términos de realidad visual.
lı́nea de base, sea dibujando próximas las figuras Igualmente, el sol pertenece al cielo de la mis-
que tienen relación entre sı́. ma forma que los ojos a la cabeza. Para dibujar
Antes situaba las figuras de forma dispersa: una tormenta, tapará con las nubes el sol que ha-
”Allı́ hay un niño, allá una casa, un perro, flo- brá pintado previamente.
res,. . . ”. Ahora piensa: ”estamos en la calle, yo
estoy en la calle, el árbol está en la calle, todos Visión de ”rayos X”: Puesto que a Paloma
estamos en la calle” y en consecuencia dibuja una no le importa cómo es la realidad visualmente o
escena. en apariencia, sino cómo es la realidad según la
Es importantı́sismo en su desarrollo el descu- siente ella o la vive; entonces es totalmente libre
brimiento de este vı́nculo con el medio, con el de poder mezclar lo exterior con lo interior. Como
ambiente; es la misma habilidad para poder vin- el colegio es importante para ella, dibujará a la
cular las palabras y las letras en la lectura y la vez el patio, la entrada, la calle y las escaleras, la
escritura. Saberse parte de un entorno es la pre- clase, los pupitres y pasillo.
paración para la cooperación con otras personas, Si ha sido consciente después de un esfuerzo lo
para situarse en el lugar de los demás. mucho que le late el corazón, posiblemente se di-
Sensibilizar al niño respecto al entorno no quie- bujará con un corazón en el pecho en otra ocasión.
re decir que se lo debamos mostrar explı́citamen-
te:
Dibuja chimeneas inclinadas . . . : Paloma,
Papá – Paloma, tu y yo estamos sobre el suelo, a la hora de dibujar por ejemplo una simple ca-
el árbol está sobre el suelo, todos estamos en sa, revivirá en su imaginación la posibilidad de
el suelo. ¿Lo entiendes? rodearla, y conforme la rodea va dibujando la fa-
chada que tiene ante los ojos de su imaginación;
Podemos en cambio darle la responsabilidad de será capaz ası́ de dibujar todas las paredes de la
elegir el lugar donde plantará un tiesto en el casa.
jardı́n, o darle la posibilidad de que nos mues- O si por ejemplo quiere dibujar la calle, enton-
tre un camino para llegar al cole, o un lugar para ces dibujará casas sobre una lı́nea que representa
hacer un pic-nic, . . . la acera, luego dará la vuelta al papel o girará ella
O podemos revivir una experiencia para que sobre la mesa y pintará ”boca arriba” otra acera
ayude a vincularse con el medio y a organizar sus con sus correspondientes casas; lo que quede en
dibujos: medio de las dos aceras será la calle.
Vemos que en esta etapa es más importante
Papá – ¿Recuerdas cuando estuvimos en el par- para Paloma la sensación de movimiento que la
que? ¿En que columpio te subiste primero? corrección visual de sus dibujos.
¿Y después? ¿Y cual siguió después? Si Paloma dibuja una montaña, cuando la di-
buja revive en su imaginación su inclinación y el
Siempre pinta un cielo y un sol en la par- esfuerzo de subirla y bajarla. Esta sensación pue-
te superior del papel: Completando lo ante- de más que el ángulo correcto que deben tener

15
los árboles sobre la montaña o la chimenea so- hablaste de un lavadero de coches. ¿Dónde
bre le tejado. Es el suelo quien se inclina en las irá?. . .
montañas y esa inclinación arrastra el ángulo que
normalmente tienen los árboles. Respecto a los segundos, es muy posible que preci-
se mayor atención y aprecio por sus dibujos. Tam-
Usa un color para cada cosa: En esta eta- bién podrı́amos trabajar su autoestima.
pa el niño va siendo consciente de la relación que
tienen los objetos con su color. Ası́ por ejemplo, ¿Y si dice que sus dibujos no son ”reales”?
dibujará la hierba de color verde. Y fiel a este des- Es inusual que un niño durante esta etapa sienta
cubrimiento siempre pintará ası́ la hierba, incluso una necesidad verdadera de que sus dibujos parez-
en verano cuando está seca. Más adelante, cuan- can reales. Un niño ası́ seguramente es por propia
do haya establecido unas relaciones más sensibles iniciativa observador y atento a los detalles de la
con su entorno, podrá introducir matices al color naturaleza. Un maestro comprensivo podrá orien-
de la hierba. tarle y prestar atención.
Por esta razón es raro que en esta etapa el niño Pero generalmente la insatisfacción del niño
mezcle los colores. acerca de la apariencia ”poco real” de sus dibujos,
Una buena atención hacia el color por lo padres, se debe a la influencia de un adulto que le hizo
influirá en la sensibilidad de los hijos. Otra vez, se ver que no dibujaba cosas reales. Por eso el niño
señala que no es bueno corregir el color que deben pide ayuda para dibujar.
pintar los niños, sino sensibilizarlos hacia el color: Algunas veces basta con decirle: ”Pablo, eso
que dibujas no necesita ser real, hay muchos dibu-
Mamá – Paloma, ¿Recuerdas cuando hicimos
jos y cuadros que no parecen reales”. Recordemos
la mayonesa? ¿De qué color era? ¿Y que
que los artistas no conciben el arte como una for-
pasó cuando la juntamos con un poquito de
ma de reproducción fotográfica, la mayorı́a lo usa
ketchup? ¿Qué color resultó? ¿Y cuando ya
más o menos libremente para plasmar sus emo-
le pusiste un montón de Ketchup?. . .
ciones, personalidad y punto de vista particular.
Otras veces basta hacerle partı́cipe de lo que
Sus dibujos parecen rı́gidos: Después de to- el mismo quiere pintar, que de alguna forma lo
do lo anterior, es normal que den una cierta sen- reviva en su imaginación:
sación de rigidez los dibujos de esta etapa. Las
figuras normalmente no manifiestan movimiento, Mamá – ¿Qué querı́as pintar, Eva?
son estáticas, ligadas al suelo y no varı́an mucho
pues el niño se satisface en repetirlas. Paloma – Una casa.
Por lo común el niño tiende a ocupar todo el pa-
pel disponible colocando las diversas figuras que Mamá – ¿Pero a cuál te refieres? ¿La nuestra
conforman su escena. Aún ası́ hay niños tan en- o la de la abuela? ¿La de la abuela, donde
simismados con lo que hacen que no atienden al estuvimos de vacaciones? ¿Te acuerdas que
resto del papel, dibujan sólo en una pequeña zo- le ayudamos a arreglar el jardı́n? Luego me-
na. O bien, hay otros que se sienten inseguros de rendábamos y jugábamos en el porche, ¿re-
las figuras que pintan y las sitúan diminutas en cuerdas?
una pequeña esquina, sin importar el tamaño del
papel de que dispongan. Respecto a los prime-
ros podemos ayudarlos dándoles la oportunidad ¿Y si pinta sin intención ninguna? Cuando
de que se paren a pensar un poco lo que quieren decimos que un niño pinta sin ”intención” algu-
dibujar: na, no nos estamos refiriendo a que dibuja espon-
taneamente o no le hemos dado instrucciones o
Papá – Pablo, has comentado que quieres pintar sugerencias para que dibuje algo, o que está expe-
una gasolinera ¿Dónde la colocarás? También rimentando con las pinturas. Queremos decir que

16
la mayorı́a de las veces pinta al azar, sin propósi- SECCIÓN 7.
to; cuando le preguntamos acerca de sus dibujos, De 10 a 12 años de edad.
responde: ”No sé, estoy dibujando algo . . . ”
Ello puede significar que no es capaz de fijar
sus ideas en un tema concreto de sus interés, no 7.1. Integración Social.
siente deseos de expresarse.
La integración social del niño es la caracterı́sti-
Solucionar este problema implica dedicar su-
ca principal que define a esta etapa. Rompen por
ficiente tiempo como para despertar en el niño
primera vez con toda su fuerza inicial los senti-
sus intereses, sensibilizarlo con experiencias emo-
mientos de ”amistad”, que anteriormente no se
tivas y significativa que atraigan su curiosidad,
concebı́an. El niño descubre el ”poder” de per-
participación o atención. Una vı́a para reforzar la
tenecer a un grupo o ”pandilla” de iguales a él,
confianza del niño en este sentido es el relato de
tienen intereses comunes: quieren salir a explo-
cuentos donde intercambiamos impresiones con el
rar, dormir fuera de casa, construir refugios entre
niño.
amigos, intercambiarse vestidos,. . . . Durante este
En cualquier caso, no se puede imponer y for- periodo se preparan para convivir y cooperar con
zar la hora de las ”actividades artı́sticas” pues otras personas.
ası́ conseguiremos su rechazo. Tampoco debemos
prolongar estas actividades más allá de lo necesa- ¿Y si no se respetan los deseos de socia-
rio, los niños no pueden mantener la concentra- lización del niño? El niño prueba ahora una
ción en una misma actividad por mucho tiempo. tendencia natural en integrarse en un grupo de
amigos, que le hace sentir la independencia de los
padres. Limitar este impulso originarı́a una acti-
tud hostil del niño hacia los padres, adultos en
general, hacia el sexo opuesto, . . .
La clave está en la comprensión por parte de
6.2. Materiales adecuados. los padres de las necesidades de su hijo y actuar
con un criterio ”aceptable” que muchas veces exi-
girá esfuerzo e incomodidad para los padres. Los
Los materiales no cambiado mucho respecto padres ganarán la confianza de los hijos que les
la etapa anterior. También debemos respetar las contarán sus experiencias con los amigos, en la es-
preferencias de los niños en el uso de los mate- cuela, asociaciones, organizaciones religiosas, . . .
riales: hay niños que no se sienten cómodos en
absoluto con el modelado en arcilla o plastilina, ¿Y si no quiere relacionarse con el otro
y hay otros que lo prefieren sobre cualquier otra sexo? Generalmente se desarrollan sentimien-
técnica. Puesto que con el modelado se trabaja tos despectivos entre chicos y chicas durante es-
en las sensaciones y movimientos del propio cuer- tas edades. Son conscientes de sus diferencias en
po, quizás se puede llegar a descuidar la relación cuanto a sus intereses. Hasta cierto punto esto
con el ambiente, aprovechemos sus modelados pa- es normal, pero no debemos dejar que arraiguen
ra sensibilizarlo en este sentido: profundamente estos sentimientos; por lo menos
hasta el punto de que les impida cooperar y cola-
borar en grupo.
De nuevo, si el niño tiene el hábito del dibujo,
Mamá – Paloma, ¿Qué vas a hacer con ese anillo reflejará en el papel estas tensiones y podrá en-
que has hecho? ¿Lo vas a guardar? ¿Dónde frentarse a ellas. Si un chico no quiere asociarse
lo vas a guardar, en tu cuarto, en el armario? con chicas será bueno entonces que las dibuje. Si
¿O cerca de tu mesilla? se siente frustrado por las amistades o su relación

17
con el sexo opuesto, sus dibujos manifestarán esta sano espı́ritu competitivo y cooperativo donde ca-
soledad u hostilidad. Es posible que este método da uno de los chicos se esmerará en aportar al pro-
no funcione, pero le estamos ofreciendo una vı́a yecto lo mejor de sı́ mismo. Uno pintará un gran-
de desahogo a unos sentimientos transitorios. ja, otro una carretera,. . . Las aportaciones parti-
culares cobrarán sentido en el resultado global.
Sin la cooperación y discusiones mutuas hubiera
sido imposible para un sólo chico componer este
7.2. ¿Cómo son sus dibujos?
gran proyecto.
Tendencia al realismo: Es normal entonces Los padres pueden colaborar en estas activida-
que los chicos reflejen sus intereses en sus dibu- des para aportar el material y dar alguna motiva-
jos; por ello pondrán énfasis en los detalles. Como ción inicial, si fuese el caso que los chicos andu-
la ropa: vestidos de las chicas, pantalones, unifor- vieran tan ociosos como para no poder empezar
mes,. . . . O la diferenciación de los sexos: cabello, a organizarse.
uñas, labios, bigote, . . .
La convivencia y juegos con sus amigos le
hará más consciente del medio. Ası́ abandonará la
lı́nea o borde del papel e introducirá el plano del SECCIÓN 8.
suelo; unirá el cielo y el suelo en el horizonte; in-
troducirá la profundidad mediante superposicio-
De 12 a 14 años de edad.
nes de planos y figuras más o menos próximas;
experimentará con la perspectiva, . . .
Quizás por todo esto sus dibujos parecerán rı́gi- 8.1. Conciencia crı́tica:
dos globalmente, pues pone más atención a los
detalles que al movimiento de sus figuras. Causado por los cambios fı́sicos de la adoles-
cencia, el chico desarrollo un sentido crı́tico hacia
sı́ mismo y hacia su entorno. Es capaz de elaborar
7.3. Material adecuado. razonamientos complejos sobre multitud de cosas
y mantener una conversación seria, pero no vive
Además de usar el material habitual, el chico del todo en la realidad, no es una persona objeti-
gustará de realizar construcciones de modelos de va, sigue siendo un chico con imaginación.
objetos, refugios, juguetes, incluso querrá diseñar Cuanto más inesperados sean estos cambios,
sus propios disfraces o vestidos. Por ello debemos más difı́cil será la adaptación. Por ello es conve-
proveerles de herramientas y el más variado ti- niente prepararlos gradualmente para estos cam-
po de material que fuera posible: tablas, corchos, bios.
tubos de cartón, plástico, cuerda, tela, . . . .
Para los chicos, la más simple construcción rea-
lizada por ellos tiene gran valor y es notorio que 8.2. El realismo.
incluso pueden llegar a desarrollar una gran maes-
trı́a y destreza en estas actividades creativas. Tampoco le satisfacen los dibujos infantiles que
hacı́a y por ello va buscando mayor realismo a sus
figuras: introduce las articulaciones, mejoran las
7.4. El trabajo en grupo. proporciones, observa los movimientos y acciones
corporales, introduce luces y sombras. Se torna
Es obvio el propósito del trabajo en grupo como crı́tico hacia sus dibujos, le importa el resultado.
recurso para trabajar la integración social. Me- Es capaz de introducir la profundidad y la pers-
diante el diseño de un proyecto común, el dibujo pectiva en los dibujos y afina en los matices de
de un pueblo por ejemplo, se puede fomentar un los colores.

18
Todos estos descubrimientos sorprenden a los como espectadores que quieren reflejar lo que les
propios chicos y durante un tiempo sus dibujos rodea.
parecen rı́gidos o faltos de expresión y frescura. Otros chicos (25 %) no muestran ningún interés
Después de una mayor práctica de estas destrezas en este sentido y sólo se interesan por la emoción
retomará el ”aire” que quiere dar a sus pinturas. subjetiva de su mundo2 . Mediante el uso de de-
De todas formas, durante este periodo el chi- formaciones o desproporciones y una utilización
co puede realizar pinturas ”abstractas”, donde no personal del color es capaz de transmitir emocio-
apreciamos ningún significado inmediato. Se de- nes y expresiones subjetivas.
ja llevar por reflexiones subconscientes sobre el Los padres además de apreciar esta expresión
color, la forma, y el espacio sin ninguna referen- tan genuina de su hijo, pueden reforzar la relación
cia con nada visual. No hay ningún problema en del chico con su entorno que por esta actitud tan
estas realizaciones, el chico está descubriendo la personal pudiera estar relegada.
fuerza propia que tienen las lı́neas en movimiento,
los colores que son afines, la composición de las
formas, etc. 8.4. Material adecuado.

Muchos de los materiales y experiencias que


Perdida de interés por el arte: Muchos chi-
conviene que pruebe el chico en sus obras para
cos son tan crı́ticos con sus realizaciones, las con-
probar una mayor sofisticación no son tan comu-
sideran tan infantiles y malas que las considera
nes o posibles en casa: impresiones, grabado, talla,
ineficaces.
tintes, . . . En todo caso, las acuarelas, la pintura
Los padres pueden interesarse entonces por es-
al oleo o acrı́lico y el modelado son válidos.
tas pinturas, y valorar los logros que el chic ni
siquiera aprecia:

Papá – Dime, ¿Cómo has conseguido para que


la montaña pareciera tan lejana? SECCIÓN 9.
Referencias.
Mamá – ¿Cómo conseguiste ese color tan espe-
cial para la falda de esa figura?
Este documento intenta ser una sı́ntesis del
El diálogo con los chicos, permitirá que aclaren clásico libro de Viktor Lowenfeld ”El niño y su
sus descubrimientos y ser más consciente de estos. arte”, ed. Kapelusz. Buenos Aires, 1958.
Estas motivaciones se recomienda hacerlas sin in- Por lo que las posibles incorrecciones e inexac-
terrumpir el trabajo creativo del chico, a posterio- titudes de este documento no se deben a dicho
ri. En cualquier caso, tampoco debemos interpre- autor y a su obra, sino al propio autor de este
tar este deseo de realismo como una búsqueda de documento.
la perfección. Lo valioso y original es la expresión Otras principales obras consultadas:
ı́ntima y personal del niño, no que consiga una ”Didáctica de la educación artı́stica”. Colec-
representación ”fotográfica” de la realidad que no ción Didáctica Primaria. Coordinador: Ri-
aporta nada más allá de un virtuosismo estéril. cardo Marı́n Viadel. Ed. Pearson Prentice
Hall, 2003.
”El origen de la expresión” y ”La afirmación
8.3. El chico que sólo le importa la ex-
de la expresión” de Elvira Martı́nez y Juan
presión.
Delgado. Ed. Cincel, 1981 y 1982 (respecti-
Aunque la mayorı́a de estos chicos y chicas vamente).
(50 %) muestran una gran inclinación durante es- 2
El otro (25 %) restante serı́a un grupo intermedio entre
ta etapa hacia lo visual; se ven a ellos mismos los ”visuales” y los ”expresivos”

19
Figura 1: Garabatos sin control.
Figura 4: Etapa preesquemática: renacuajos

Figura 2: Garabatos sin control.


Figura 5: Inicio del Esquematismo.

Figura 3: Garabato con control.


Figura 6: visión de ”rayos X”.

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