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ÍNDICE

INFORME JURÍDICO Nº 001- (2018)-FD-UCSP-(GOMB) ................. 1


1. ANTECEDENTES.............................................................................. 1
2.1.1 Postura asumida como abogado de Don Alberto Pisfil que tiene
la rattio essendi de defender su proceder. ................................................ 2
2.1.2 Pretensión de Doña Claudia Noguera y su procedencia ............ 6
3. CONCLUSIONES ............................................................................. 7
4. BIBLIOGRAFÍA................................................................................. 8

0
INFORME JURÍDICO Nº 001- (2018)-FD-UCSP-(GOMB)
A : MG. GABRIELA CARPIO VALDERRAMA
ABOG. GINA PAOLA RODRIGUEZ ROMERO

DE : GERSON MOSCOSO BECERRA

ASUNTO : INFORME LEGAL N°001 – CASO NOGUERA.

FECHA : AREQUIPA, 24 DE ABRIL DE 2018


1. ANTECEDENTES
Los hechos del caso tienen como principal punto de referencia un contrato de
transferencia vehicular realizado por Don Alberto Pisfil en representación de Claudia
Noguera, lúcida profesora de 75 años de edad, que dada su discapacidad motriz le solicitó
al señor Alberto Pisfil apoyo para realizar algunos actos y encargos a fin de obtener
pensiones, rentas e ingresos económicos periódicos. En esa línea, la señora Noguera
delegó facultades generales a Alberto Pisfil con el fin de que este pueda realizar las
gestiones y actos de representación a nombre por cuenta y en interés de la Sra. Noguera.
Es menester mencionar que el contrato de transferencia vehicular se realizó el 10 de abril
de 2015 sobre el vehículo de marca Volkswagen, placa BH- 6301 de propiedad de Claudia
Noguera a un precio valor de mercado de US$ 9 500.00 señalando expresamente en el
Acta de Transferencia que el motivo de la venta era el de generar recursos económicos
para afrontar el estado crítico de salud que se encontraba la Sra. Noguera. Una vez
efectuada la vente cumplió con efectuar el depósito del dinero a la cuenta a nombre de la
representada. Posteriormente de informada la venta la señora Noguera a través de su
abogado decide interponer una demanda de Nulidad de Acto Jurídico del contrato de
transferencia del vehículo, señalando como demandados a su representante, el señor Don
Alberto Pisfil, y el tercero adquiriente, el señor Condori bajo las causales de falta de
manifestación de voluntad, objeto jurídicamente imposible y fin ilícito, señalando que
desconocía de la venta realizada y que ella no había participado en la compraventa, que
la responsabilidad sobre la venta recaía en el Sr. Pisfil, en tanto éste había vendido un
bien cuya titularidad era de la señora Noguera, es decir, era un caso de venta de bien
ajeno, y finalmente que el Sr. Pisfil se había valido ilícitamente de las facultades que se

1
le entregaron para despojarla de su vehículo bajo la presunción de un posible beneficio
para el Sr. Condori en virtud de que ella estimaba que su vehículo valía US$ 15 000.

2. ANÁLISIS JURÍDICO

2.1.1 Postura asumida como abogado de Don Alberto Pisfil que tiene la rattio
essendi de defender su proceder.
Partiremos desarrollando la Teoría del Caso delimitando el tópico de Acto Jurídico y las
correlativas figuras, que, considera el autor son aplicables al caso concreto. En razón de
ello, resulta de baladí importancia iniciar definiendo qué tipo de representación le otorgó
la señora Claudia Noguera a Don Alberto Pisfil, y, de manera sucesiva, a las distintas
instituciones jurídicas que son materia de análisis en el caso Noguera.

2.1.1.1 Análisis de la representación voluntaria directa sin poder

La representación voluntaria o convencional1 es la que dimana de un acto jurídico, y, a


ella se refiere el Art. 145 del C.C2 el cual indica en puridad, que la facultad de
representación la otorga el interesado.3 En virtud de ello, como señala el profesor Aníbal
Torrez Vásquez, la esencia de la representación directa, es el poder.

Un presupuesto necesario para el ejercicio de la representación es que el representante en


su actuación con los terceros exhiba el nombre del representado y proceda dentro de los
límites del poder conferido4. Ahora bien, es menester observar el objeto de la
representación, que es la relación representativa, en la cual las partes establecen sus
derechos y deberes.5

En el presente caso observamos la relación representativa generada mediante un acto


jurídico que delegó facultades generales de representación a favor de Don Alberto Pisfil
con la finalidad de que este pueda realizar gestiones y actos de representación que
correspondan a nombre, por cuenta y en interés de la Sra. Noguera. Es menester observar
que en este acuerdo de voluntades se establecieron los derechos y deberes correlativos en
relación al poder otorgado.

1
D.A. ROJAS ENRÍQUEZ, Acto Jurídico, Fondo Editorial de la Universidad Católica de los Ángeles de
Chimbote, Chimbote, 2015, p. 46.
2
Art. 145 del C.C de 1984: “El acto jurídico puede ser realizado mediante represente, salvo disposición
contraria de la ley. La facultad de representación la otorga el interesado o la confiere la ley.
3
F. VIDAL RAMÍREZ, El Acto Jurídico, Instituto Pacífico, Lima, 2016, 10° ed., p. 363.
4
A. TORRES VÁSQUEZ, Acto Jurídico, Idemsa, Lima, 2012, 4° ed., p. 448.
5
F. VIDAL RAMÍREZ, El Acto Jurídico, Instituto Pacífico, Lima, 2016, 10° ed., p. 369.

2
Luego de registrada la relación representativa a favor del dominus Claudia Noguera en
fecha 30 de noviembre de 2014, el siguiente año, en fecha 10 de abril de 2015, Don
Alberto Pisfil celebró un contrato de transferencia vehicular sobre el vehículo de marca
Volskswagen, placa BH-6301 de propiedad de Claudia Noguera, a un precio de mercado
de US$ 9 500.00, señalando de manera expresa que el motivo de la venta – de
conformidad con los intereses del dominus – era el de generar recursos económicos para
afrontar el estado crítico de salud en el que se encontraba la señora Noguera, señalando
también que uno de esos intereses era vender el vehículo como el pequeño puesto
comercial en San Camilo.

En cierta medida el accionar del representante –Don Alberto Pisfil– es de conformidad al


ordenamiento jurídico nacional, específicamente con lo dispuesto por el Art. 164 del
C.C6, esto se verifica al momento de realizar el acto negocial con el comprador del
vehículo Ricardo Condori. El representante presentó una copia de poder debidamente
inscrita en Registros Públicos, con la única finalidad de acreditar su legitimidad como
representante y de que las facultades conferidas eran de conformidad al ejercicio de su
calidad de representante.

La controversia en el presente caso inicia cuando Claudia Noguera recibe la misiva que
informaba la venta del vehículo, interpone una demanda de nulidad del acto jurídico
celebrado por su representante en razón de que ella considera; a) que desconocía de la
venta, b) esta era sobre un bien ajeno y c) que además el señor Pisfil había vendido el
vehículo a un precio bajo en razón de que ella estimaba -es menester prestar atención a
esta palabra, el subrayado y la negrita es nuestro- que el vehículo valía US$ 15 000.

Evidentemente no todas las conductas realizadas por parte de Don Alberto Pisfil fueron
de conformidad a la normativa vigente, principalmente porque para poder disponer y
realizar actos de disposición de la propiedad del dominus se necesita de un poder especial,
establecido de manera indubitable y expresa de conformidad a lo establecido por el Art.
156 del C.C7. En consecuencia, nuestra postura se afirma en que la conducta realizada
por el representado configura como una Representación Directa sin Poder. Siguiendo a

6
Art. 164 del C.C de 1884: “El representante está obligado a expresar en todos los actos que celebre que
procede a nombre de su representado y, si fuere requerido, a acreditar sus facultades”.
7
Art. 156 del C.C de 1984: “Para disponer de la propiedad del representado o gravar sus bienes, se requiere
que el encargo conste en forma indubitable y por escritura pública, bajo sanción de nulidad.

3
los profesores Vidal Ramírez, Stolfi8, Betti9 y Messineo10, la representación directa sin
poder es una anomalía, en virtud de que quien actúa como representante a nombre del
dominus o sin tener autorización del mismo, no respeta, excede o viola los poderes que
le fueron conferidos, como también el representante en este supuesto, traspasa los límites
del contenido del poder, encontrándose de tal manera en conflicto con los intereses del
representado. Es menester mencionar que uno de los deberes del representante es actuar
con arreglo a las facultades que le ha conferido el representado.

Con el análisis realizado en los parágrafos anteriores y como bien ha sostenido la


normativa nacional vigente, la doctrina y la jurisprudencia nacional, es menester
mencionar que los actos celebrados por el representante violando las facultades
conferidas por el dominus devienen en ineficaces los cuales pueden ser ratificados por
voluntad del representando o en caso de que el dominus no desee ratificar el acto jurídico
proceda a la resolución del acto jurídico. Analizaremos la figura jurídica de ratificación
el siguiente acápite.

2.1.1.2 Ratificación del Acto Jurídico

Una de las formas de resolver la controversia del presente caso corresponde a la


utilización de la figura jurídica de ratificación la cual debe ser entendida como un acto
unilateral recepticio con el cual se subsana un acto ineficaz11.

La ratificación es, entonces, un acto jurídico por el cual el indebidamente representado


acepta o aprueba el acto celebrado por quien violó las facultades, o se las atribuyó sin que
se las hubiesen otorgado12. El acto jurídico celebrado con violación de las facultades no
es nulo ni anulable sino ineficaz respecto del indebidamente representado, quien puede
ratificarlo y darle de este modo eficacia que depende únicamente de su ratificación.13

El Art. 161 del C.C establece la ineficacia del acto jurídico cuando el representante haya
violado las facultades conferidas por el dominus14, en esa misma línea, es menester

8
G. STOLFI, Teoría del Negocio Jurídico. Ed. Revista de Derecho Privado. Madrid. 1959, p.242.
9
E. BETTI, Teoría General del Negocio Jurídico, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1943, p. 449.
10
F. MESSINEO, Manual de Derecho Civil y Comercial. EJEA, Buenos Aires, 1979, p.420.
11
J. ESPINOZA ESPINOZA, Acto Jurídico Negocial, Instituto Pacífico, Lima, 2017, 4ta edición, p. 180.
12
F. VIDAL RAMÍREZ, El Acto Jurídico, Instituto Pacífico, Lima, 2016, 10° ed, p. 399.
13
IBIDEM, p. 399.
14
Art. 161 del C.C de 1984: “El acto jurídico celebrado por el representante excediendo los límites de las
facultades que se le hubiere conferido, o violándolas, es ineficaz con relación al representado, sin perjuicio
de las responsabilidades que resulten frente a éste y a terceros. También es ineficaz ante el supuesto
representado el acto jurídico celebrado por persona que no tiene la representación que se atribuye”.

4
mencionar que el art. 162 regula la figura de ratificación del acto jurídico por el
representado15.

Las causales de nulidad y anulabilidad deben estar previstas expresamente en la ley, es


decir, sujetas al principio de legalidad, y estas no disponen que es inválido el acto
celebrado por el representante que violó las facultades, sino que es ineficaz con relación
al representado, en puridad, el acto jurídico es perfecto, carece de vicios que acarreen su
nulidad o anulabilidad, existe válidamente pero no produce efectos para el dominus16.

Es de suma relevancia mencionar que la ratificación es una institución jurídica del acto
jurídico totalmente distinta a la confirmación, en virtud de que el supuesto de violación
de facultades, el cual, que, con su conducta ha configurado Don Alberto Pisfil, genera
como consecuencia, la ineficacia del acto jurídico, y, no la invalidez como es en el caso
de la confirmación que se realiza a un acto anulable. Esto lo ha señalado la doctrina, como
los profesores Aníbal Torres Vásquez , Lohmann Luca de Tena17 y Alberto Hinostroza
18
, como también lo señala la jurisprudencia nacional en la Cas N°3777-2006-
Lambayeque 19.

Bajo ese orden de ideas es menester apelar a los supuestos fácticos del Caso Noguera, en
el cual se establece que el poder general estaba destinado para acrecentar la esfera
patrimonial de la representada – es de baladí relevancia observar el interés del
representado en virtud de que este será relevante a efectos de determinar la eficacia del
negocio jurídico20 –, en razón de ello, la estimación por parte del representado respecto
al precio no constituye un argumento sólido como para establecer que este ha vulnerado
de manera ipso facto sus intereses. La evidencia se encentra en la plataforma fáctica, la
cual establece indudablemente que el precio por el cual vendió el automóvil Don Alberto
Pisfil correspondía a un precio de mercado. Es por ello que compartimos el postulado del
profesor Arequipeño Arquímedes el cual sostiene que con la ratificación, el acto jurídico

15
Art. 162 del C.C de 1984: “En los casos previstos por el artículo 161, el acto jurídico puede ser ratificado
por el representado observando la forma prescrita para su celebración. La ratificación tiene efecto
retroactivo, pero queda a salvo el derecho de tercero. El tercero y el que hubiese celebrado el acto jurídico
como representante podrán resolver el acto jurídico antes de la ratificación, sin perjuicio de la
indemnización que corresponda”.
16
A. TORRES VÁSQUEZ, Acto Jurídico, Idemsa, Lima, 2012, 4° ed., p. 450.
17
J. G. LOHMANN LUCA DE TENA, El Negocio Jurídico, Grijley, Lima, 1994, p.230.
18
A. HINOSTROZA MÍNGUEZ, “El Código Civil en la Jurisprudencia Casatoria, Iustitia, Lima, 2011, p. 79.
19
Cas N°3777-2006-Lambayeque, 01 de febrero de 2007.
20
G. PRIORI POSADA, Comentarios al Código Civil, Gaceta Jurídica, Lima, 2010, p. 581.

5
ineficaz se convierte en un acto eficaz, es decir, despliega los efectos jurídicos que al
inicio no surtió21.

Ahora bien, es de capital relevancia observar que el ejercicio de este derecho subjetivo de
ratificación corresponde únicamente al representado en caso de que este acepte que el
monto establecido acrecienta sus intereses y decide otorgarle eficacia al acto jurídico de
transferencia vehicular. En caso de no estar de acuerdo con ello, el representante que
celebro el acto jurídico junto al tercero adquiriente de conformidad a la normativa civil
vigente deberán resolver el contrato y el representado deberá indemnizar como
corresponda.22

2.1.2 Pretensión de Doña Claudia Noguera y su procedencia


Es evidente que la jurisprudencia nacional como la normativa jurídica civil vigente no
sancionan la anulabilidad ni anulabilidad del acto jurídico en caso de que el representante
haya violado las facultades conferidas por el dominus, en razón de ello, nuevamente
compartimos el postulado sostenido por el profesor Aníbal Torres Vásquez, el cual
establece que no es aceptable establecer supuestos de sanción del acto jurídico en el caso
de que un representante no haya actuado de conformidad al poder conferido. En razón de
ello consideramos pertinente, ofrecer al lector del presente, el criterio adoptado por los
magistrados23 nacionales, los cuales en su mayoría establecen que la figura de ratificación
no debe ser confundida con la confirmación24. En razón de ello la pretensión por parte de
la señora Claudia Noguera corresponde a una nulidad de acto jurídico sobre el contrato
de transferencia vehicular bajo las causales de manifestación de voluntad, objeto
jurídicamente imposible y fin ilícito. Consideramos que esta pretensión no es válida, en
virtud de que los supuestos no encajan con la normativa jurídica vigente, el aceptar dicha
pretensión sería una vulneración al principio de legalidad por parte del magistrado en
razón de que la ley no establece la figura de nulidad en el caso de una representación
directa sin poder y en el que el representado haya vulnerado las facultades conferidas por
el dominus. Es por ello que la demanda debe ser declarada improcedente.

21
A. REVILLA PULLCHA, Lecciones sobre el Acto Jurídico”, Legislación Peruana General, Arequipa,
2004, p. 215.
22
Cas. Nº 738-99. Diálogo con la Jurisprudencia Nº 38. enero 2001. Pág. 237.
23
Ibídem.
24
Cas N° 2294-2002-Chimbote, 32 de marzo de 2005.

6
3. CONCLUSIONES

1. El Caso Noguera despierta en el jurista el anhelo por la investigación como el de


tener siempre presente la constante y perpetua voluntad de dar a cada quien lo
suyo. Iniciando desde esta premisa comenzaremos a indicar que la pretensión de
nulidad del acto jurídico respecto del contrato de transferencia vehicular celebrada
por el representante Don Albeto Pisfil no es concordante con el sistema jurídico
nacional vigente, en razón de que el establecer que dicha demanda sea procedente
configuraría como una vulneración al principio de legalidad, ya que la ineficacia
del acto jurídico en el supuesto de representación directa sin poder en donde el
representado violó las facultades conferidas por el dominus, acarrea como la no
viabilidad de los efectos jurídicos con relación al representado, en razón de ellos
es menester mencionar que la figura de ratificación es totalmente distinta a la de
confirmación.
2. La solución propuesta por el autor en defensa de Don Alberto Pisfil corresponde
a establecer que la pretensión establecida en la demanda de nulidad del acto
jurídico debe ser declarada improcedente en virtud de que las causales
establecidas en la plataforma fáctica del caso alegadas por Claudia Noguera no
configuran un supuesto de nulidad ni anulabilidad en razón que no están
debidamente fundamentadas y no son subsumibles al caso concreto.
3. Al ser el presente acto jurídico celebrado por el representante Don Alberto Pisfil
como representante de Doña Claudia Noguera, ejerciendo la figura de
representación directa sin poder, violando las facultades conferidas por el
dominus, aconsejamos la posibilidad de realizar una ratificación en caso de que
Claudia Noguera, con posterioridad este de acuerdo con la venta realizada del
automóvil en virtud de que esta fue celebrada de conformidad con el objeto de la
relación representativa.

7
4. BIBLIOGRAFÍA
a) Material de Consulta Doctrinal
1. BETTI, EMILIANO, Teoría General del Negocio Jurídico, Revista de Derecho
Privado, Madrid, 1943.
2. ESPINOZA ESPINOZA, JUAN, Acto Jurídico Negocial, Instituto Pacífico, Lima,
2017.
3. G. PRIORI POSADA, Comentarios al Código Civil, Gaceta Jurídica, Lima, 2010.
4. HINOSTROZA MÍNGUEZ, ALBERTO, El Código Civil en la Jurisprudencia
Casatoria, Iustitia, Lima, 2011.
5. LOHMANN LUCA DE TENA, JUAN GUILLERMO, El Negocio Jurídico, Grijley, Lima,
1994.
6. MESSINEO, FRANCESCO Manual de Derecho Civil y Comercial. EJEA, Buenos
Aires, 1979.
7. REVILLA PULCHA, ARQUÍMEDES, Lecciones sobre el Acto Jurídico, Legislación
Peruana General, Arequipa, 2004.
8. ROJAS ENRÍQUEZ, DANIEL ALBERTO, Acto Jurídico, Fondo Editorial de la
Universidad Católica de los Ángeles de Chimbote, Chimbote, 2015.
9. ROMERO MONTES, FRANCISCO JAVIER, Acto Jurídico, Grijely, Lima, 2013.
10. STOLFI, GIUSEPPE, Teoría del Negocio Jurídico. Ed. Revista de Derecho Privado.
Madrid. 1959.
11. TORRES VÁSQUEZ, ANÍBAL, Acto Jurídico, Idemsa, Lima, 2012, 4° ed.
12. VIDAL RAMÍREZ, FERNANDO, El Acto Jurídico, Instituto Pacífico, Lima, 2016, 10°
ed, p. 399.

b) Material de consulta Legal


1. Código Civil Peruano de 1984: Arts., 145, 161, 162, 164.

c) Material de consulta Jurisprudencial


1. Cas N°3777-2006-Lambayeque, 01 de febrero de 2007.
2. Cas N° 2294-2002-Chimbote, 32 de marzo de 2005.
3. Cas. Nº 738-99. Diálogo con la Jurisprudencia Nº 38. enero 2001. Pág. 237.
4. Cas. Nº 2021-97. Diálogo con la Jurisprudencia Nº 38. enero 2001. Pág. 236.

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